Real Alcázar de Sevilla

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Catedral, Alcázar y Archivo de Indias en Sevilla

Patrimonio de la Humanidad de la Unesco

Patio de las Doncellas en el Alcázar de Sevilla.
Real Alcázar de Sevilla
Localización
País EspañaBandera de España España
Coordenadas 37°23′04″N 5°59′28″O / 37.384426149067, -5.9911866258535
Datos generales
Tipo Cultural
Criterios I, II, III, VI
Identificación 383
Región Europa y
América del Norte
Inscripción 1987 (XI sesión)
Sitio web oficial

El Real Alcázar de Sevilla es un conjunto de palacios rodeados por una muralla, situados en la ciudad de Sevilla. Su construcción se inició en la Alta Edad Media. En su realización se han empleado a lo largo de la historia diferentes estilos, desde el islámico de sus primeros moradores, al mudéjar y gótico del periodo posterior a la conquista de la ciudad por las tropas castellanas. En sucesivas reformas se han añadido elementos renacentistas y barrocos.[1]

El recinto ha sido habitualmente utilizado como lugar de alojamiento de los miembros de la Casa Real Española y de jefes de Estado de visita en la ciudad, siendo el palacio real en activo más antiguo de Europa, como recoge la Unesco. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad, junto a la Catedral de Sevilla y el Archivo de Indias en el año 1987.[2]

Historia

La fortificación original se construyó sobre un antiguo asentamiento romano y más tarde visigodo.

Periodo islámico

Detalle del muro en el Patio del Yeso, perteneciente al primitivo palacio musulmán.

Empezó a tomar su aspecto de fortificación palaciega, tras la conquista de Sevilla en 712 por los árabes; que ya desde el año 720 utilizaban el recinto como residencia de sus dirigentes. En el año 884 la fortaleza contribuyó a evitar una invasión vikinga de la ciudad.[3]

Desde su construcción inicial árabe, el conjunto incluía varios recintos, como la Casa de los Príncipes, viviendas que en el siglo IX iban desde la Plaza del Triunfo hasta el Barrio de Santa Cruz.

El primitivo palacio islámico es de la misma época que la Alhambra de Granada, que se amplió con la vivienda de los emires en el siglo XI. También en el siglo XII se siguió fortificando y añadiéndole estancias como el Alcázar o Palacio de las Bendiciones. Un siglo después los almohades sumaron más patios y palacios. Actualmente solo se conservan del Palacio Islámico el Patio del Yeso, la Sala de la Justicia, el Patio del Crucero (convertido poco después en los Baños de doña María de Padilla), el Patio de la Casa de Contratación y las murallas que rodean al conjunto monumental.

Periodo cristiano

Detalle de arco lobulado mudéjar en el palacio de Pedro I.

Tras la toma de la ciudad por el rey Fernando III en 1248, se convirtió en alojamiento real. Su hijo Alfonso X el Sabio llevó a cabo las primeras reformas tras la conquista, ordenando en 1254 construir tres grandes salones en estilo gótico. En 1364, Pedro I de Castilla decidió erigir el denominado Palacio Mudéjar, que fue el primer palacio de un rey castellano que no estaba protegido tras los muros y defensas de un castillo, y alcanzó el aspecto mudéjar que hoy conserva y asombra por su riqueza y ornamentación. En 1366, cuando estuvo terminado el nuevo palacio, estalló una guerra civil que enfrentó a Pedro I con su hermanastro Enrique II, y que terminaría con la muerte de Don Pedro en 1369, por lo que no parece que el rey Pedro pudiera disfrutar el nuevo palacio por mucho tiempo.[4]​El Palacio de Pedro I es considerado el más completo ejemplo de la arquitectura mudéjar en España.

Posteriormente se levantaron la Capilla Gótica, el apeadero, el Patio de la Montería y los Grutescos de los jardines.

El Alcázar y la monarquía española

Arcos de herradura en el Salón de Embajadores.

A lo largo de la historia, los Alcázares han sido el escenario de diversos acontecimientos relacionados con la Corona española. En 1477 los Reyes Católicos llegaron a Sevilla, utilizando el recinto como aposento, y un año después, el 14 de junio de 1478, nació en el palacio su segundo hijo, el príncipe Juan. Se conoce que este parto real fue asistido por una partera sevillana conocida como "La Herradera" y que contó con la presencia, como testigos designados por el rey Fernando, de Garci Téllez, Alonso Melgarejo, Fernando de Abrejo y Juan de Pineda, según marcaban las normas castellanas, para disipar la menor duda de que el hijo era de la reina.[5]​ En 1526 se celebró en el Alcázar la boda de Carlos I con su prima Isabel de Portugal.[6]

En 1823, con motivo de la intervención militar de los Cien Mil Hijos de San Luis, la familia real, con Fernando VII a la cabeza, residió en Sevilla durante dos meses, en los que el Alcázar sirvió de residencia real. Coincidiendo con esta estancia real, el 17 de abril de 1823 nació en la ciudad, el infante Enrique de Borbón y Borbón-Dos Sicilias, hijo del infante Francisco de Paula de Borbón y Luisa Carlota de Borbón-Dos Sicilias, y al que el rey Fernando VII le concedió, algunos días después de su nacimiento, el título de Duque de Sevilla.[7]

Por decreto de 22 de abril de 1931, el Gobierno de la II República española, a propuesta de su ministro de Hacienda, Indalecio Prieto, cedió el Alcázar y sus jardines al municipio de Sevilla.[8]​ El último acontecimiento relacionado con la monarquía fue el 18 de marzo de 1995, en que se celebró el almuerzo y recepción con motivo de la boda de la Infanta Elena, hija del rey Juan Carlos I, con Jaime de Marichalar.[9]

Estancias

Plano de los Reales Alcázares
1-Puerta del León
2-Sala de la Justicia y patio del Yeso cyan
3-Patio de la Montería rosa
4-Cuarto del Almirante y Casa de Contratación crema
5-Palacio mudéjar o de Pedro I rojo
6-Palacio gótico azul
7-Estanque de Mercurio
8-Jardines verde
9-Apeadero amarillo
10-Patio de Banderas

Puerta del León

Muralla exterior y Puerta del León.

La entrada actual al Alcázar se realiza a través de la denominada puerta del León, llamada antiguamente puerta de la montería, por servir de entrada o zaguán al patio de dicho nombre. Su construcción está realizada en estilo almohade, cubierta por un panel de azulejos realizado en cerámica trianera de la fábrica de Mensaque, en el año 1894, según proyecto del historiador José Gestoso.

Cruzada la muralla árabe del siglo XII, se accede al patio del León. A la izquierda de este patio se encuentra la Sala de la Justicia y al fondo se abre un conjunto de tres arcos en una muralla, resto de un antiguo lienzo almohade que formaba parte del entramado defensivo del Alcázar. Estas aperturas fueron realizadas con posterioridad a la construcción del Palacio del rey don Pedro, al abrirse a eje con el palacio. Los dos arcos laterales son gemelos y fueron primitivamente de forma de herradura. El central, de mayor altura que sus laterales, conforma un arco de medio punto peraltado realizado en piedra. Traspasados los arcos se accede al Patio de la Montería.

Sala de la Justicia

Sala de la Justicia.

También denominada sala de los Consejos, formaba parte del primitivo palacio musulmán. Este palacio era el denominado mexuar, donde se reunía el consejo de visires, labor que continuó bajo la monarquía cristiana. Es una estancia de planta cuadrada cubierta por una armadura de madera mudéjar, que fue construida en el siglo XIV durante el reinado de Alfonso XI. Aneja a la misma se encuentra el Patio del Yeso, una de las pocas construcciones que permanecen de la época almohade. De planta casi cuadrada, presenta una alberca en el centro y destacan los arcos porticados de uno de los lados del patio, sobre los que aparece una rica decoración.

Patio de la Montería

Patio de la Montería.

Su nombre se debe a los monteros que acompañaban al rey en sus partidas de caza. El patio de forma trapezoidal está presidido en la zona central por la fachada del palacio mudéjar del rey Pedro I, decorado con magníficas filigranas. En el lado derecho del patio se localiza un corredor a doble altura que avanza a lo largo de todo el edificio, separado con arcos de medio punto y columnas de mármol, de orden toscano en la parte baja y de orden jónico en la superior, que se halla acristalada. Desde este lado derecho se accede al denominado Cuarto del Almirante. También se encuentran aquí las escaleras que acceden al denominado Palacio Alto. En estas escaleras se halla un cuadro que representa a una virgen, del pintor Juan de Roelas. Por el lado izquierdo del patio se llega al Patio del Crucero y al palacio gótico, reconstruido parcialmente en el siglo XVIII sobre restos de un palacio gótico del que aún se conservan los Baños de María de Padilla, la Capilla y el Salón de Carlos V.

Cuarto del Almirante y Casa de Contratación

El cuarto del Almirante se encuentra en la planta baja de la zona derecha del Patio de la Montería.

Historia[10]

Retablo de la Virgen de los Mareantes, realizado por Alejo Fernández entre 1531 y 1536.

Tras el descubrimiento de América, la reina Isabel la Católica decidió en 1503 la creación de la Casa de Contratación de Indias, organismo institucional encargado de regular las relaciones con el continente americano, y que realizaba labores de remisión y recepción de mercancías, actuaciones de carácter técnico científico y actividades judiciales, incluidos los pleitos surgidos entre comerciantes. En sus salas también se proyectaron los más célebres viajes de los descubridores, como la Primera Vuelta al Mundo de Magallanes.

Para albergar dicha institución, se eligió la ciudad de Sevilla, escogiéndose como sede la denominada Sala del Almirante del Alcázar, sobre lo que era el palacio de la dinastía abbadita, remodelado por los almohades.[1]​ El mismo año de la creación de la institución, se ordenó construir y arreglar los edificios necesarios para acoger la misma. Lo que hoy sobrevive de la antigua Casa de Contratación, es sólo una parte de lo que en su momento llegó a ocupar, y que comprendía una serie de edificios que se extendía desde el actual Patio de la Montería hasta la Plaza de la Contratación, donde tenía su fachada principal. Esta zona comprendía, entre otras, el Cuarto del Almirante o sala capitular, junto a dos naves de dos plantas, una capilla, otra zona de almacenes y habitaciones alrededor de un patio, junto a la Plaza de la Contratación, siendo esta parte derruida en el año 1964. En 1717 este organismo se trasladó a la ciudad de Cádiz. Desde el año 1793, en que se extinguió la Casa de Contratación, se incluyeron todas las dependencias de la Casa de Contratación en el conjunto del Alcázar.

Descripción de las salas actuales

Las salas conservadas comprenden un primer salón inicial en el que se encuentran varios cuadros de relieve, entre los que destacan "La inauguración de la Exposición Iberoamericana de 1929" que preside la estancia, obra del pintor Alfonso Grosso, "Las postrimerías de San Fernando", de Virgilio Mattoni, "la Toma de la Loja por Fernando el Católico", obra de Eusebio Valldeperas, y los retratos de Fernando VII y María Cristina de Nápoles de Carlos Blanco, fechados en el primer tercio del siglo XIX. A continuación, se halla la denominada Sala de Audiencias reconvertida posteriormente en Capilla, la cual está cubierta con rica techumbre de tracería del siglo XVI con adornos geométricos; la capilla posee una grada de piedra adosada al muro que recorre el perímetro de la sala, y presidiendo la estancia se encuentra un valioso retablo de la Virgen de los Navegantes, flanqueada por cuatro santos (san Telmo, san Juan, san Sebastián y Santiago, patrón de España) original de Alejo Fernández, elaborado entre 1531 y 1536.

Palacio mudéjar o de Pedro I

Portada del Palacio de Pedro I, en el Patio de la Montería.

Fue construido por iniciativa del rey Pedro I, entre 1356 y 1366, y en su construcción colaboraron artesanos de Toledo, Granada y de la propia Sevilla. Posteriormente fue transformado en época de los Reyes Católicos y de los primeros Austrias. Según las investigaciones arqueológicas, el palacio del rey Pedro constituyó un proyecto de nueva planta, que se elevó en un lugar donde existían construcciones anteriores.

Este palacio nació para servir como edificio privado del rey Pedro I, frente al carácter más protocolario que representaba el palacio gótico, levantado en el siglo anterior por orden de Alfonso X.[11]​ El interior se estructura en torno a dos núcleos, uno dedicado a la vida oficial que se sitúa alrededor del Patio de las Doncellas y otro a la privada en torno al Patio de las Muñecas. Caminando a lo largo de las galerías y salas decoradas con bellos azulejos y admirando los preciosos techos mudéjares, desde el vestíbulo se llega al Patio de las Doncellas, patio principal, una obra maestra del arte mudéjar andaluz. Desde la entrada al Patio de las Doncellas nos encontramos a la derecha la Alcoba Real, enfrente se halla el Salón de Embajadores y a la izquierda el Salón del Techo de Carlos V. La planta superior del palacio alberga los apartamentos reales, redecorados en el siglo XVIII. El conjunto de habitaciones y patios que forman la planta baja de este palacio son los siguientes:

Detalle de uno de los capiteles del palacio de Pedro I.
Fachada

En la fachada destaca la puerta con marco adintelado, obra de los maestros toledanos, adornado con labores de atauriques. Sobre el dintel se extiende una franja de arcos estrechos polibulados ciegos sobre columnillas, rellenos de motivos vegetales y heráldicos. Por encima se abren las ventanas del piso superior.

En la portada, un gran alero o tejaroz, sostenido por mocárabes dorados, que alberga una inscripción, en caracteres góticos, relativa a la fundación del palacio que manifiesta "el muy alto et muy noble et muy poderoso et muy conqueridor don Pedro por la gracia de Dios rey de Castilla et de León, mandó fazer estos alcázares et estos palacios et estas portadas que fue fecho en la era de mill et quatrocientos y dos años". Esta inscripción sirve de marco para un friso de cerámica que repite en ocho ocasiones el lema de los nazaríes "Y no vencedor sino Alá".[12]

Vestíbulo

Distribuye los dos sectores del palacio, hacia la izquierda se dirige hacia el Patio de las Doncellas, hacia la derecha a través de un corredor angosto se puede acceder al Patio de las Muñecas, que constituía la parte más reservada y que de esta manera tenía un acceso directo al exterior sin atravesar la parte oficial del palacio.

Arco de acceso al salón de Embajadores (Palacio mudéjar).
Patio de las Doncellas

Es un patio de forma rectangular que presenta en la planta baja una serie de arcos lobulados sobre dobles columnas de mármol y en la planta superior, una arcada de medio punto sobre columnillas jónicas de mármol con balaustrada, que fue añadida hacia 1540, bajo el reinado del rey Carlos V por el arquitecto real Luis de Vega.

En 1572, en época del rey Felipe II, se cambió la fisonomía del patio, procediéndose a enlosar el mismo y colocándose una fuente en el centro. En los primeros años del siglo XXI, el patio ha recuperado la primitiva estructura que tenía en los tiempos del rey Pedro I, configuración que ha supuesto la desaparición de las losas del patio y su sustitución por una alberca que corre a lo largo del mismo, rodeada por arriates rehundidos.

En tres de los lados del patio se abren las habitaciones que componen la planta baja del palacio. El cuarto de los lados está adosado al palacio de Alfonso X, por lo que sólo presenta las galerías que cierran el patio.

Alcoba Real
Detalle del Patio de las Doncellas.

A la derecha del patio se encuentran las Salas regia y la alcoba real, conocidas ambas como dormitorio de los Reyes Moros. Constituyen dos salas paralelas, en la que la más exterior, abierta al patio por arco peraltado y tres ventanas con celosías caladas, constituía la sala real, en la que destaca una magnífica techumbre, donde se combinan los elementos geométricos de lacería y los motivos renacentistas, y la interior, que componía el dormitorio de verano del rey. Se hallan separadas por un triple intercolumnio.

Salón de Embajadores
Cúpula del Salón de Embajadores de los Reales Alcázares de Sevilla, similar a la cúpula de los Torrijos de finales del siglo XV que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional.[13]

El Salón de Embajadores, también denominado de la media naranja, era la qubba, una de las salas principales del palacio, que centraba el ceremonial público de la corte. Se encuentra su entrada en el acceso abierto en el lado menor del Patio de las Doncellas y a través de un gran arco que conserva las puertas originales, realizadas por carpinteros toledanos en 1366, compuestas por hojas talladas en madera de pino ataujeradas, doradas y policromadas, con inscripciones en árabe, en su cara externa, y castellano, en la interna.

La sala presenta una planta cuadrada con arquerías triples de herradura en dos de sus lados, sostenidos por columnas de mármol de distintos colores y capiteles califales en cada frente. En la decoración destaca la bóveda semiesférica, que se levanta sobre pechinas de mocárabes dorados, fechada en 1427, obra original del carpintero Diego Ruiz. También destacan los paños de alicatado que presentan la parte baja de los muros con temas de lazo y la magnífica ornamentación de yeserías con temas geométricos en su parte superior. El conjunto se rompe con los balcones construidos en 1592. En la parte superior hay una galería donde están representados los retratos de reyes españoles desde Recesvinto a Felipe III, debajo de su pintura leemos el nombre de cada monarca, su heráldica y las fechas de comienzo y duración de cada reinado.

A ambos lados de esta sala están las denominadas salas colaterales, en las que sobresale la decoración de los frisos de yeserías, donde aparecen unos medallones con siluetas blancas que representan escenas de temas caballerescos y cinéticos entre esfinges y arpías.

Salón del Techo de Carlos V

Situado en el lado contrario al dormitorio del rey moro. En sus orígenes debió ser la capilla del Palacio. Destaca la techumbre de casetones con medallas y escudos imperiales, que resultan una de las mejores muestras renacentistas del Alcázar.

Patio de las Muñecas
Patio de las Muñecas.

Desde la Sala de Felipe II se llega al Patio de las Muñecas, cuyo nombre se debe a los pequeños rostros visibles en varios de los arcos, con bellísima ornamentación de azulejos y arabescos de estuco. Es típico animar a los visitantes a que descubran las caritas de muñecas talladas en diversas columnas, ya que si se presta atención, se pueden encontrar nueve caras en distintas zonas de la estancia. Según la tradición “trae suerte” a quien la encuentra por sus medios. Destacan las columnas y capiteles procedentes de Medina Azahara. El patio fue objeto de restauración a partir de 1833, en la que se renovaron las yeserías originales de la planta baja y se construyó la planta alta; también se intervino en la Sala del Príncipe.

Cuarto del Príncipe

Situado junto al Patio de las Muñecas, recibe este nombre por Don Juan, hijo de los Reyes Católicos, nacido en el Alcázar en 1478.

Salón del Techo de Felipe II

Sala de carácter rectangular, también conocida como de la media caña por la forma de su techo. Comunica con el Salón de los Embajadores a través del Arco de los Pavones.

Planta Alta o Palacio Alto

Constituyen las habitaciones que se encuentran en la planta superior del Palacio Mudéjar. Fueron ampliadas y transformadas en tiempos de los Reyes Católicos, lo que incluyó la sustitución de techumbres del piso inferior, que al ser a dos aguas, se convirtieron entonces en planas para soportar el suelo de la estancia superior. Estas habitaciones no son visitables, quedando al uso privado de la familia real. Las estancias más destacadas que se encuentran en esta planta superior son:

  • El oratorio de los Reyes Católicos y el altar de la Visitación original del ceramista Niculoso Pisano.
  • La galería alta del Patio de las Doncellas.
  • La cámara de la reina.

Palacio gótico

Baños de Doña María de Padilla.

Palacio mandado edificar por el rey Alfonso X en 1254 y que sirvió como Corte de este rey. Parece un reflejo a la descripción que realiza el libro segundo del Código de las Siete Partidas del palacio real, procurando su carácter público frente al carácter recogido de los palacios islámicos.

Se accede a él desde el Patio del Crucero o también desde las escaleras existentes en el Patio de las Doncellas. Aunque la construcción de este palacio se remonta a la época de Alfonso X, el Terremoto de Lisboa de 1755 afectó a este conjunto, debiendo realizarse importantes modificaciones, dándole entonces un toque barroco en el Patio del Crucero. La fachada que presenta al Patio del Crucero es porticada y fue construida por Sebastián van der Borcht.

Patio del Crucero

El Patio del Crucero fue construido en el siglo XII durante el periodo almohade, de tamaño superior al que hoy presenta, añadiéndosele en tiempos de Alfonso X bóvedas de crucería. El jardín presentaba dos niveles, el más alto correspondería al que tiene actualmente el patio, con dos galerías principales en forma de cruz y otras cuatro periféricas, y un segundo nivel, 4,7 metros por debajo del anterior, ocupado por un jardín con naranjos, dividido en cuatro partes, en cuyo centro se situaba una gran fuente y en los extremos, albercas.[14]

A raíz del terremoto de Lisboa se tapó este jardín inferior, rellenándolo de tierra y formando el actual patio rectangular. Los vestigios visibles de este piso inferior pueden contemplarse desde el Patio del Crucero y la única parte que sobrevive son los llamados baños de Doña María, a los que se accede desde el Jardín de la Danza. Este sótano está formado por una gran nave de diez tramos cubiertos por bóvedas de crucería. La entrada desde el jardín está cubierta con una larga bóveda de cañón. [15]

Capilla

Destaca la Capilla presidida por un retablo de la Virgen de la Antigua, realizado en el siglo XVIII por Diego de Castillejo y que contiene una copia anónima de la existente en la Catedral de Sevilla. Los muros presentan zócalos de azulejos realizados por Cristóbal de Augusta.

Sala gótica (de las bóvedas o de Fiestas)

Durante el siglo XVI se llamaba Sala de Fiestas porque en ella se celebraron los banquetes con ocasión de la boda real del rey Carlos I. Durante el reinado de Felipe II fue remodelada para adaptarla al gusto de la época, dándole un toque más renacentista. Los muros se cubrieron con zócalos altos de azulejos, entre los que destacan los realizados por el ceramista Cristóbal de Augusta entre 1577 y 1583, en los que se rinde homenaje a Carlos V, con las efigies del caballero y la dama representando al emperador y su esposa. También se sustituyeron los pilares por ménsulas manieristas y se pintaron las bóvedas.

Salón de Tapices

Ubicado frente al Patio del Crucero, este salón se reconstruyó de nueva planta a partir del terremoto de Lisboa. Constituye un salón decorado con grandes tapices que representan la conquista de Túnez en 1535 por el emperador Carlos; son de origen flamenco y fueron tejidos por Francisco y Cornelio van der Gotte.

Los tapices originales, pertenecientes al Patrimonio Nacional, en la actualidad forman parte de la colección del Palacio Real de Madrid y fueron restaurados en el año 2000. Estos fueron ejecutados en Bruselas a partir de 1546 por encargo de la regente María de Hungría, hermana del emperador Carlos V. Los diseños son de Jan Cornelisz Vermeyen y Pieter Coecke van Aelst, y fueron tejidos en el taller de Willem de Pannemaker. La colección estuvo expuesta en Londres en 1554, con motivo del matrimonio entre el príncipe heredero Felipe y la reina María Tudor. En el siglo XVIII los originales estaban demasiado dañados, por lo que el rey Felipe V encargó en 1740 las copias de los hasta ahora mencionados tapices. Estas copias en seda y lana se exponen desde 1929 en el Salón de Tapices del Palacio Gótico del Alcázar sevillano.

Palacio gótico
Capilla
Sala de tapices
Sala gótica de las Bóvedas
El palacio gótico fue mandado edificar por el rey Alfonso X en 1254, poco después de la conquista de la ciudad; sirvió como palacio real de este monarca.

Jardines

Los Jardines suponen una parte fundamental del Alcázar, habiendo experimentado diversas transformaciones estilísticas desde su trazado primitivo.[16]​ El paseo por los Jardines del Alcázar constituye uno de los más agradables de Sevilla, donde se aúnan caracteres árabes, renacentistas y modernos. Están dispuestos en terrazas, de vegetación verdeante, multitud de naranjos y palmeras, con fuentes y pabellones donde se respira frescor y quietud, lugar para el sosiego y descanso en la ciudad.

Jardines de los Reales Alcázares

Jardines renacentistas

Puerta del Palacio de los Duques de Arcos, una de las puertas que comunica el interior del Alcázar con los jardines.

La parte más próxima al palacio, realizada en época renacentista, se encuentra compartimentada por muros decorados con fuentes y portadas manieristas,[16]​ sin ninguna vinculación entre ellos, lo que los enlaza con la herencia musulmana, al igual que la proliferación de fuentes bajas forradas de azulejos y la práctica de cubrir los muros con naranjos en espaldera.[17]​ Estos jardines más próximos al conjunto arquitectónico son los siguientes, comenzando por la salida procedente del palacio gótico hacia la derecha:

Estanque de Mercurio
Vista del Estanque de Mercurio, la alberca y la galería del Grutesco.

Formado por un gran estanque, situado a la altura del palacio y más alto por tanto que el resto de los jardines, está presidida la alberca por la figura del dios Mercurio, realizada por Diego de Pesquera y fundida por Bartolomé Morel en 1576. De estos autores son también las barandas con leones en escudos en sus ángulos y 18 bolas con remates piramidales que rodean el estanque. Todas estas piezas fueron doradas en su origen, quedando algún resto del recubrimiento. De fondo se encuentra la Galería del Grutesco para cuya construcción se aprovechó un antiguo lienzo de muralla almohade. Su transformación en mirador y decoración se debe fundamentalmente a Vermondo Resta, realizada alrededor de 1612, siendo considerada la más manierista del Alcázar. Está realizada por labores rústicas en piedras de distinto tipo que simulan rocas marinas. Con estos elementos pétreos también se enmarcan espacios cuadrangulares y de medio punto en los que en su mayoría hay pinturas murales imitando mármol rojizo, en las que se pintaron asimismo figuras, fábulas mitológicas y aves exóticas, realizadas por Diego de Esquivel en el siglo XVII. La galería tiene un remate en la parte superior a modo de castillete almenado. Frente al estanque, se conserva una fuente con órgano hidráulico del siglo XVII, recientemente restaurada.[18]

Jardín de la Danza (de las Damas)
Vista del Jardín de la Danza.

También conocido como Jardín de las Damas. Es un espacio de carácter rectangular dividido en tres tramos, desde el que se accede al llamado "Baño de Doña María de Padilla", que constituye el jardín subterráneo del jardín del crucero. Es un gran estanque con arcos de nervadura en su parte superior.

En un nivel superior hay dos columnas que en su momento estuvieron rematadas con esculturas de personajes mitológicos, que representaban un sátiro y una ninfa bailando. En la zona inferior destaca una fuente que data del siglo XVI, decorada con azulejos.

Jardín de Troya
Vista del Jardín de Troya en los Alcázares.

Este jardín adosado a la zona palaciega tiene origen musulmán que se mantiene hoy en detalles como la intimidad proporcionada por los muros que los separan del Jardín de las Damas, la musicalidad de las fuentes y la fragancia de las plantas aromáticas. La fuente central consta de una taza del siglo X. La galería rústica que cierra el jardín fue realizada por Vermondo Resta en 1606, en estilo manierista.

También es llamado del Laberinto, nombre debido a las calles que componían su solería. En el centro del mismo se encuentra una fuente. Este laberinto que aquí existía fue suprimido a principios del siglo XX.

Jardín de la Galera
Vista del Jardín de los Poetas (sector oriental).

Está constituido por el espacio hacia el fondo del Jardín de Troya. Posee un corredor posiblemente de origen del siglo XVI. Un muro con arco central lo separa del contiguo Jardín de las Flores. Su nombre procede de las galeras de mirto que adornaban este jardín y que se veían desde la galería balconada que sale del Salón de Embajadores.

Jardín de las Flores
Pabellón de Carlos V o Cenador de la Alcoba, en el Jardín de la Cruz.

Compuesto por un estanque acodado en el muro, forrado por azulejos que datan de 1561.

Jardines del Príncipe

Es el último de los jardines de este primer tramo y los más antiguos. Su nombre procede del nacimiento, en un cuarto próximo, del príncipe Juan, hijo de los Reyes Católicos. El trazado es de crucero y tiene una plantación heterogénea donde coexisten indiscriminadamente palmera, ciprés, magnolio, granado, naranjo y otros arbustos, todo distribuido irregularmente; destaca la fuente de Neptuno.[19]

Puerta del Privilegio que atraviesa la galería del Grutesco y separa en dos partes los jardines del Alcázar.

En dirección a la izquierda, hacia la salida del recinto del Alcázar, se encuentran:

Otros
  • Jardín de la Cruz

Cenador del León o del naranjal o de la alcoba, con la fuente del León. En él se encuentra el Pabellón de Carlos V, construcción de 1543 con planta cuadrada y pórticos en sus frentes y cubierta por una bóveda semiesférica. La decoración es de azulejos y yeserías, realizadas por Juan Fernández, con mezcla de motivos mudéjares y renacentistas.

  • Jardín de la Alcubilla
  • Jardín del Chorrón

Jardines modernos

Laberinto.

Del resto de los jardines cabe distinguir los que se encuentran antes de atravesar la galería del Grutesco. Esta galería avanza en dirección noroeste-sureste por los jardines y se extiende hasta el llamado Jardín del Laberinto, dividiendo la zona verde en dos partes bien diferenciadas. A un lado se hallan:

Jardín inglés

Se construyó a principios del siglo XX, en lo que fue la antigua Huerta de la Alcoba. Tiene grandes parcelas de césped, separadas por caminos de albero, donde crecen numerosas especies de árboles, entre los que destacaban ginkgos, magnolios, olmos o cedros, algunos muy poco corrientes en la jardines de la ciudad y que fueron traídos de los jardines de la Granja de San Idelfonso y del Palacio de Aranjuez.

Al otro lado de la galería del Grutesco, que se atraviesa por la Puerta del Privilegio, se accede a lo que constituía la primitiva zona de huertas, convertidas también en jardines en los que abundan naranjos y limoneros.

Jardín del Marqués de la Vega Inclán.
Jardín del Marqués de la Vega Inclán o jardín del Retiro

Procede de la antigua Huerta del Retiro, de la que ya se habían segregado una parte para formar los Jardines de Murillo y que fue diseñado por José Gómez Millán a principios del siglo XX, tomando como modelo el trazado del jardín de las Damas. Recibe su nombre de Benigno de la Vega-Inclán, II Marqués Vega-Inclán, conservador del Alcázar durante el periodo de construcción de este jardín.

Jardín de los poetas

Realizado con el impulso de Joaquín Romero Murube y diseñado por Javier Winthuysen que se organiza alrededor de una lámina de agua y que recrea tipológicamente el jardín sevillano, síntesis de influencias islámicas, renacentistas y románticas.[20]

Apeadero y Patio de Banderas

El apeadero es un amplio zaguán a través del cual se sale del Alcázar. Presenta fachada al Patio de Banderas y es obra del arquitecto Vermondo Resta, ejecutada por el cantero Diego Carballo. En el remate de la fachada aparece el escudo del Felipe V. El Patio de Banderas constituye una gran plaza donde se colocaban las banderas que señalaban la presencia de algún rey en palacio, y funcionaba como Plaza de Armas del recinto militar del Alcázar.

Patio de Banderas.

En la pintura

Manuel García Rodríguez (1921)
Joaquin Sorolla, Jardines del Alcázar (1910).

Los Alcázares han servido de inspiración de numerosos pintores como Joaquín Sorolla, Emilio Sánchez Perrier, José Villegas Cordero o Manuel García Rodríguez.

En el cine y la televisión

El Alcázar ha sido escenario de las siguientes películas:

Bibliografía

  • Lobato Domínguez, Javier; Martín Esteban, Ángel: Reales Alcázares de Sevilla. Barcelona: Editorial Escudo de Oro, S. A., 1999. ISBN 84-378-1780-3.
  • Morales, Alfredo; Sanz, María Jesús; Serrera, Juan Miguel; Valdivieso, Enrique. Diputación de Sevilla, ed. Guía artística de Sevilla y su provincia. ISBN 84-7798-210-4. 
  • Ana Marín Fidalgo, El Alcázar de Sevilla. Sevilla, ISBN 84-86080-63-0

Referencias

  1. a b López Bueno, Diego (2006). Sevilla. El casco antiguo. Historia arte y urbanismo. Guadalquivir S.L., Ediciones. p. 517. ISBN 848093154X. 
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  24. Ridley Scott rueda 'El reino de los cielos' en Sevilla. Diario EL PAÍS, Sevilla 14 febrero de 2004
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