Diferencia entre revisiones de «Real Academia Española»

Contenido eliminado Contenido añadido
m Revertidos los cambios de 187.171.165.60 (disc.) a la última edición de Jkbw
Línea 63: Línea 63:
[[Archivo:Palacio Marqués de Villena.jpg|thumb|Fachada del antiguo Palacio del Marqués de Villena, primer lugar de reunión de la Real Academia.]]
[[Archivo:Palacio Marqués de Villena.jpg|thumb|Fachada del antiguo Palacio del Marqués de Villena, primer lugar de reunión de la Real Academia.]]


Desde muy pronto vio la Academia reconocida su autoridad en materia lingüística sobreviviendo a los más difíciles avatares históricos; ante todo, porque responde a una necesidad permanente, como es la de regular una lengua de tan amplia extensión como la española; también, porque ha servido a esta necesidad al margen de ideologías políticas; y, sin duda, porque ha ido adaptando su funcionamiento a los tiempos que le ha tocado vivir aunque sin renunciar nunca a lo valioso de la tradición.
Desde muy pronto vio la Academia reconocida su autoridad en materia lingüística sobreviviendo a los más difíciles bestias históricas; ante todo, porque responde a una necesidad permanente, como es la de regular una lengua de tan amplia extensión como la española; también, porque ha servido a esta necesidad al margen de ideologías políticas; y, sin duda, porque ha ido adaptando su funcionamiento a los tiempos que le ha tocado vivir aunque sin renunciar nunca a lo valioso de la tradición.


En [[1723]] se le concedieron 60.000 reales anuales para sus publicaciones. Fernando VI le permitió publicar sus obras y las de sus miembros sin censura previa.
En [[1723]] se le concedieron 60.000 reales anuales para sus publicaciones. Fernando VI le permitió publicar sus obras y las de sus miembros sin censura previa.
Línea 69: Línea 69:
En [[1784]], [[María Isidra de Guzmán y de la Cerda]], primera mujer doctora por la [[Universidad de Alcalá]], fue admitida como académica honoraria y, aunque pronunció su discurso de agradecimiento, no volvió a comparecer más. Fue probablemente la primera mujer académica del mundo, y no volvió a haber otra fémina hasta la elección como académica de número de [[Carmen Conde]] en [[1978]].
En [[1784]], [[María Isidra de Guzmán y de la Cerda]], primera mujer doctora por la [[Universidad de Alcalá]], fue admitida como académica honoraria y, aunque pronunció su discurso de agradecimiento, no volvió a comparecer más. Fue probablemente la primera mujer académica del mundo, y no volvió a haber otra fémina hasta la elección como académica de número de [[Carmen Conde]] en [[1978]].


En 1848 la Academia reformó su organización por medio de unos nuevos estatutos, aprobados por [[Real Decreto]]. Sucesivos reales decretos ([[1859]], [[1977]], [[1993]]) aprobaron nuevas reformas.
En 1848 la Academia reformó su organización por medio de unos nuevos estatutos, aprobados por [[Real Decreto]]. Sucesivos reales decretos ([[1859]], [[1977]], [[1993]]) aprobaron nuevas formas de hacer pan con queso y atolito. atte. yo .


=== Las Academias nacionales ===
=== Las Academias nacionales ===

Revisión del 23:02 6 oct 2011

Real Academia Española

Sede de la Real Academia Española en la calle Felipe IV, 4, en el barrio madrileño de Los Jerónimos. El edificio, diseñado por Miguel Aguado de la Sierra y realizado ex profeso para albergar a la Academia, fue inaugurado el 1 de abril de 1894 con asistencia de Alfonso XIII y de su madre, la Reina Regente, María Cristina de Habsburgo-Lorena.
Acrónimo RAE
Tipo regulador del idioma, academia nacional y organización
Fundación 1713
Fundador Felipe V de España
Juan Manuel Fernández Pacheco
Sede central Madrid, España
Área de operación Lengua española
Director José Manuel Blecua Perdices
Miembro de Asociación de Academias de la Lengua Española e Instituto de España
Coordenadas 40°24′38″N 3°41′35″O / 40.410555555556, -3.6930555555556{{#coordinates:}}: no puede tener más de una etiqueta principal por página
Sitio web www.rae.es
Lema Limpia, fija y da esplendor
Portada de la primera edición de Fundación y estatutos de la Real Academia Española (1715).

La Real Academia Española, RAE, es una institución cultural con sede en Madrid y veintiuna delegaciones en sendos países donde se habla español. Juntas conforman la llamada Asociación de academias de la lengua española.

Se dedica a la planificación lingüística mediante la promulgación de normativas dirigidas a fomentar la unidad idiomática dentro y entre los diversos territorios; garantizar una norma común, en concordancia con sus estatutos fundacionales: «velar por que los cambios que experimente [...] no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico».[1]

Fue fundada en 1713 por iniciativa del ilustrado Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena y duque de Escalona a imitación de la Academia Francesa. Al año siguiente el rey Felipe V aprobó su constitución y la colocó bajo su protección.[2]

Las directrices lingüísticas que propone se recogen en diversas obras. Las prioritarias son el diccionario, abrev. DRAE (art. 2.º de sus estatutos), editado periódicamente veintidós veces desde 1780 hasta hoy; y la gramática (4.º), editada finalmente en diciembre 2009.

Desempeña sus funciones en la sede principal, inaugurada en 1894, en la calle Felipe IV, 4, en el barrio de Los Jerónimos, y en el Centro de Estudios de la Real Academia Española, en la calle Serrano 187-189, en 2007.

Denominación

Es a menudo denominada de forma imprecisa como «Real Academia de la Lengua», «Real Academia de la Lengua Española» o «Real Academia Española de la Lengua», pese a que la forma oficial y apropiada es «Real Academia Española», tal como consta en sus propios estatutos,[3]​ quizá por la existencia de Reales Academias de otras materias, como la de Ciencias.

Historia

Miembros fundadores[4]
Juan de Ferreras y García
Gabriel Álvarez de Toledo
Andrés González de Barcia
Juan Interián de Ayala
Bartolomé de Alcázar
José Casani
Antonio Dongo Barnuevo
Francisco Pizarro
José de Solís Gante y Sarmiento
Vincencio Squarzafigo Centurión

Fundación

La Real Academia Española fue fundada en 1713 por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena y duque de Escalona, con el propósito de «fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza».[5]

El objetivo era fijar el idioma en el estado de plenitud que había alcanzado durante el siglo XVI y que se había consolidado en el XVII. Se tomaron como modelo para su creación la Accademia della Crusca italiana (1582) y la Academia francesa (1635). Su creación, con 24 sillones, fue aprobada el 3 de octubre de 1714 por Real Cédula de Felipe V, quien la acogió bajo su «amparo y Real Protección». Esto significaba que los académicos gozaban de las preeminencias y exenciones concedidas a la servidumbre de la Casa Real.[5][6]

Lema

Ilustración con el lema de la Academia (edición de 1822).

En la conciencia, según la visión de la época, de que la lengua española había llegado a un momento de perfección suma, fue propósito de la Real Academia «fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza». Se representó tal finalidad con un emblema formado por un crisol puesto al fuego, con la leyenda Limpia, fija y da esplendor. Nació, por tanto, la institución como un centro de trabajo eficaz, según decían los fundadores, «al servicio del honor de la nación».

Esta vocación de utilidad colectiva se convirtió en la principal seña de identidad de la Academia Española, diferenciándola de otras academias que habían proliferado en los siglos de oro y que estaban concebidas como meras tertulias literarias de carácter ocasional.

Afianzamiento

Fachada del antiguo Palacio del Marqués de Villena, primer lugar de reunión de la Real Academia.

Desde muy pronto vio la Academia reconocida su autoridad en materia lingüística sobreviviendo a los más difíciles bestias históricas; ante todo, porque responde a una necesidad permanente, como es la de regular una lengua de tan amplia extensión como la española; también, porque ha servido a esta necesidad al margen de ideologías políticas; y, sin duda, porque ha ido adaptando su funcionamiento a los tiempos que le ha tocado vivir aunque sin renunciar nunca a lo valioso de la tradición.

En 1723 se le concedieron 60.000 reales anuales para sus publicaciones. Fernando VI le permitió publicar sus obras y las de sus miembros sin censura previa.

En 1784, María Isidra de Guzmán y de la Cerda, primera mujer doctora por la Universidad de Alcalá, fue admitida como académica honoraria y, aunque pronunció su discurso de agradecimiento, no volvió a comparecer más. Fue probablemente la primera mujer académica del mundo, y no volvió a haber otra fémina hasta la elección como académica de número de Carmen Conde en 1978.

En 1848 la Academia reformó su organización por medio de unos nuevos estatutos, aprobados por Real Decreto. Sucesivos reales decretos (1859, 1977, 1993) aprobaron nuevas formas de hacer pan con queso y atolito. atte. yo .

Las Academias nacionales

Tras la independencia de los países americanos, la Real Academia Española promovió el nacimiento de academias correspondientes en cada una de las jóvenes repúblicas hispanoamericanas. Esta decisión no estuvo motivada por un interés político, sino por la consideración de que los ciudadanos de todas esas naciones tienen por patria común una misma lengua y comparten el patrimonio de una misma literatura. Desde 1870 se establecieron en América diecinueve academias hispanoamericanas correspondientes de la lengua española. A ellas se añadieron la Academia Filipina de la Lengua Española y la Academia Norteamericana de la Lengua Española, que tienen actualmente igual rango y condiciones que la RAE. Estas veintiuna academias constituyen con la Real Academia Española la Asociación de Academias de la Lengua Española, fundada en 1951 en el marco del I Congreso de Academias celebrado en México.

La Asociación es el órgano de colaboración de todas ellas en la promoción de una política lingüística panhispánica. Esta política, plasmada en numerosos proyectos de trabajo conjunto, fue galardonada en el año 2000 con el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, concedido a la Real Academia Española, junto con la Asociación de Academias de la Lengua Española.

Una nueva visión

El 20 de octubre de 1993 se constituyó la Fundación Pro Real Academia Española, entidad que tiene como finalidad atraer recursos económicos para la financiación de las actividades e iniciativas de la Academia. Está regida por un patronato, cuya presidencia de honor corresponde al rey de España, Juan Carlos I, la presidencia al gobernador del Banco de España y la vicepresidencia al director de la Real Academia Española. Las vocalías corresponden a otros académicos, presidentes de las comunidades autónomas y de empresas privadas, como socios fundadores.

En los nuevos estatutos aprobados en 1993, se consideró necesario supeditar el antiguo lema fundacional -Limpia, fija y da esplendor- al objetivo superior de trabajar al servicio de la unidad del idioma. El artículo primero establece, en tal sentido, que la Academia “tiene como misión principal velar porque los cambios que experimente la lengua española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico”.

De esta forma quedaba sancionado un compromiso que la Academia había asumido ya desde el siglo XIX.

La Fundación está abierta a la participación de particulares mediante la correspondiente cuota económica, miembros benefactores, y entre las actividades subvencionadas se encuentran la realización del banco de datos, el Diccionario del estudiante, el Diccionario panhispánico de dudas y otras obras en proyecto o desarrollo como la Gramática normativa.

Funciones

Facsímil de una página de la primera edición de los estatutos de la RAE (1715).

El artículo primero de los estatutos de la RAE dice:

«[...] tiene como misión principal velar por que los cambios que experimente la Lengua Española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico. Debe cuidar igualmente de que esta evolución conserve el genio propio de la lengua, tal como ha ido consolidándose con el correr de los siglos, así como de establecer y difundir los criterios de propiedad y corrección, y de contribuir a su esplendor. Para alcanzar dichos fines, estudiará e impulsará los estudios sobre la historia y sobre el presente del español, divulgará los escritos literarios, especialmente clásicos, y no literarios, que juzgue importantes para el conocimiento de tales cuestiones, y procurará mantener vivo el recuerdo de quienes, en España o en América, han cultivado con gloria nuestra lengua. Como miembro de la Asociación de Academias de la Lengua Española, mantendrá especial relación con las Academias Correspondientes y Asociadas.»

Organización y funcionamiento

Según sus estatutos, la RAE está compuesta por:

  • Académicos de número (46 en total).
  • Académicos correspondientes españoles (hasta un máximo de 60).
  • Académicos correspondientes extranjeros.
  • Académicos de número de las academias americanas (que por derecho son académicos correspondientes).
  • Académicos honorarios.

Una junta de gobierno rige la Academia y supervisa todos los asuntos relativos a su buena operación, tanto en lo relacionado con su funcionamiento interno como con sus relaciones con los organismos del estado, y las demás Academias. Esta junta la preside el director de la Academia y está constituida por el vicedirector, el secretario, el censor, el bibliotecario, el tesorero, el vicesecretario y dos vocales adjuntos. Todos estos cargos son electivos y, a excepción de los vocales, que se eligen cada dos años, pueden ejercerse durante cuatro años, prorrogables sólo una vez.

La Academia funciona en Pleno y en Comisiones que se reúnen semanalmente. Las Comisiones tienen la misión de elaborar las propuestas que posteriormente examinará el Pleno para decidir sobre su aprobación. En la actualidad existen las siguientes comisiones: Delegada del Pleno, de Diccionario usual, de Diccionario histórico, de Gramática, de Información lingüística, de Vocabulario científico y técnico, de Ciencias humanas, de Publicaciones y de Premios. Además, existe una Comisión encargada de la conservación de la casa del Museo de Lope de Vega.

El Pleno, formado por todos los académicos, se reúne durante el curso académico los jueves por la tarde. Una vez aprobada las actas de la sesión anterior y de debatir cualquier tema general, los asistentes presentan enmiendas y adiciones al Diccionario. Acto seguido se examinan las propuestas formuladas por las diversas Comisiones. Las resoluciones, en el caso de que se produzca disparidad de criterio, se adoptan mediante votación.

Al servicio de los trabajos que la Academia desarrolla en Pleno o en Comisiones, funciona el Instituto de Lexicografía, integrado por filólogos y lexicógrafos que realizan las tareas de apoyo para la elaboración de los diccionarios académicos.

Académicos de número

Los 46 miembros de la Academia son elegidos de por vida por el resto de los académicos y se les conoce como Inmortales (quizá por influencia del uso del mismo apelativo en Francia para los académicos galos). Cada académico tiene un sillón asignado a su persona, y distinguido con una letra del alfabeto (tanto mayúsculas, como minúsculas). Los académicos de número son, por orden de ingreso:

(Sillón) nombre del académico (fecha de ingreso en la RAE)


Académicos electos que todavía no han tomado posesión de su asiento


Asientos vacantes tras fallecer su anterior ocupante


Algunos académicos destacados del pasado

El único Premio Nobel de Literatura español que no ingresó como académico en la RAE fue Juan Ramón Jiménez (obtuvo el galardón en 1956).

Publicaciones de la RAE

Obras publicadas en la actualidad

Publicaciones conjuntas de la RAE y la Asociación de Academias de la Lengua Española:

  • Diccionarios:
  • Diccionario esencial de la lengua española (2006), obra resumida que hace de puente entre la 22ª y la 23ª ed.
  • Diccionario panhispánico de dudas (2005).
  • Diccionario de americanismos (2010). Esta obra es un complemento del Diccionario de la lengua española. Cuenta con 70.000 entradas y 120.000 acepciones.
  • Diccionario del estudiante (1ª edición: 2005, 2ª edición: 2011). Sustituye al Diccionario escolar de la RAE (1996). Obra dirigida a alumnos de secundaria y bachillerato.
  • Diccionario práctico del estudiante (2007). Adaptación para Hispanoamérica del Diccionario del estudiante. Obra a la venta solo en el continente americano.
  • Ortografía de la lengua española (1ª edición: 1741, última edición: 2010).[7][8][9]​ Esta última edición es la primera ortografía panhispánica y reemplaza a las Nuevas normas de prosodia y ortografía de 1959 y a la anterior edición académica de 1999.  La primera edición de esta obra se encuentra en el dominio público.
  • Nueva gramática de la lengua española (1ª edición: 1771, última edición: 2009). Esta última es la primera gramática panhispánica y reemplaza a la anterior Gramática de la lengua española (1931) y al Esbozo de una Nueva gramática de la lengua española (1973).  La primera edición de esta obra se encuentra en el dominio público.
  • Existen tres versiones de la Nueva gramática de la lengua española:
  • Edición completa: 2 volúmenes de 2.016 páginas cada uno dedicados a la morfología y la sintaxis (publicado en 2009), más un tercer tomo de fonética y fonología y un DVD (que se publicará a finales de 2011).
  • Manual: un volumen de 750 páginas (publicado en 2010).
  • Gramática básica: un volumen en formato bolsillo de 364 páginas (publicado en septiembre de 2011).
  • La RAE ha publicado también otras dos gramáticas no institucionales:

Proyectos actuales

  • Nuevo diccionario histórico de la lengua española. En fase de desarrollo. Sustituirá al Diccionario histórico de la lengua española (primer volumen de 1933, incompleto) y utilizará como base el Nuevo tesoro lexicográfico del español y el Diccionario de autoridades.

Otras publicaciones

  • Diccionario de autoridades (título original Diccionario de la lengua castellana, en que se explica el verdadero sentido de las voces, su naturaleza y calidad, con las phrases o motivos de hablar, los proverbios o refranes y otras cosas convenientes del uso de la lengua, 6 vols., 1726-1739).  La primera edición de esta obra se encuentra en el dominio público.
  • Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española (2 DVD, 2001), base de datos digital de 50 diccionarios de la lengua española, desde el de Antonio de Nebrija (1495) hasta el Diccionario académico de 1992, e incluyendo todos los publicados por la RAE hasta entonces. Es la primera publicación académica en DVD publicada en el mundo.
    • No debe confundirse con el Nuevo tesoro lexicográfico del español (s. XIV-1726) [11 vols., 2007], de Lidio Nieto Jiménez y Manuel Alvar Ezquerra, obra que refleja la historia de las palabras a través de todos los diccionarios, glosarios y repertorios desde el siglo XIV hasta 1726, fecha en que se publica el Diccionario de autoridades de la RAE. Su versión en línea es accesible desde la página electrónica de la RAE. [1]
  • Léxico hispánico primitivo. Siglos VIII - XII (primer volumen: 1976, incompleto). Glosario del primitivo léxico iberorrománico. Realizado por Ramón Menéndez Pidal y Rafael Lapesa.
  • Diccionario manual e ilustrado de la lengua española (1ª edición: 1927, 4ª edición: 1989).
  • Boletín de la Real Academia Española (desde 1914).

Biblioteca Clásica de la Real Academia Española

  • La Biblioteca Clásica de la Real Academia Española presenta las 111 obras fundamentales de la literatura española en ediciones críticas, anotadas y prologadas. La primera obra publicada en esta colección, iniciada en 2011, es el Cantar de mio Cid. Ver listado completo de obras en: [2]

Ediciones conmemorativas

Véase también

Referencias

Enlaces externos