Prunus persica

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Melocotonero/Duraznero

Prunus persica in Otto Wilhelm Thomé, Flora von Deutschland, Österreich und der Schweiz, 1885
Taxonomía
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Rosales
Familia: Rosaceae
Subfamilia: Amygdaloideae
Tribu: Amygdaleae
Género: Prunus
Especie: Prunus persica
(L.) Stokes, 1812 non Batsch, 1801
Melocotón, crudo
Valor nutricional por cada 100 g
Energía 42 kcal 175 kJ
Carbohidratos 9.54 g
 • Azúcares 8.39 g
 • Fibra alimentaria 1.5 g
Grasas 0.25 g
Proteínas 0.91 g
Agua 88.87 g
Retinol (vit. A) 16 μg (2%)
Tiamina (vit. B1) 0.024 mg (2%)
Riboflavina (vit. B2) 0.031 mg (2%)
Niacina (vit. B3) 0.806 mg (5%)
Vitamina B6 0.025 mg (2%)
Vitamina C 6.6 mg (11%)
Vitamina E 0.73 mg (5%)
Vitamina K 2.6 μg (2%)
Calcio 6 mg (1%)
Hierro 0.25 mg (2%)
Magnesio 9 mg (2%)
Fósforo 20 mg (3%)
Potasio 190 mg (4%)
Sodio 0 mg (0%)
Zinc 0.17 mg (2%)
% de la cantidad diaria recomendada para adultos.
Fuente: Melocotón, crudo en la base de datos de nutrientes de USDA.
Melocotón amarillo: hueso abierto con su semilla almendroide.
Ilustración.

Prunus persica, originalmente Amygdalus persica L., el melocotonero (del Latín malus cotonus, «manzana algodonosa» - en alusión a la piel del fruto)[1]​ así llamado en España peninsular y las islas Baleares, en las islas Canarias y en parte de Hispanoamérica. También se le suele denominar duraznero (del Latín durus acinus, «que tiene la piel dura» - referido a la piel del fruto) y a su fruto durazno, en países como Chile, Argentina, Uruguay, México, Perú y Venezuela.

  • Nota: La validez de la especie de Batsch es discutida hoy día, enero de 2014, pero no lo es la especie descripta por Stokes, a pesar de que el basiónimo parece ser el mismo, o sea Amygdalus persica de Linneo.[2]

Origen

Es un árbol originario de China, Afganistán e Irán. Fue traído a occidente por los romanos que lo tomaron como originario de Persia y así lo denominaron. Esta denominación, «persica» - usada en su antiguas denominaciones genérica o específica (Prunus persica, Amygdalus persicus, Persica vulgaris, ...) - persiste en numerosos nombres populares ibéricos como, por ejemplo, alberchigo (el pérsico) o bresquilla/fresquilla (por metátesis de «persquilla»).

Descripción

Árbol de hasta 6-8 m de altura, caducifolio e inerme. Las hojas son oblongas-lanceoladas o elípticas, acuminadas, cuneadas en la base, aserradas con dientes glandulíferos, glabrescentes, con estípulas caducas denticuladas. Las flores son solitarias o geminadas y con numerosas brácteas. Los sépalos son erectos enteros y los pétalos denticulados en el ápice, de color rosado fuerte. El ovario puede ser pubescente o glabro y el fruto derivado, de 4-8 cm de diámetro, es una drupa comestible subglobosa con mesocarpo muy carnoso y endocarpo (hueso) profundamente surcado y alveolado con una sola semilla almendroide no comestible.[3]

Fruto

Su fruto es el melocotón o durazno. También conocido como presco o presiego (en Aragón) o piesco, contiene una única semilla encerrada en una cáscara dura, el «hueso». Esta fruta, normalmente de piel aterciopelada, posee una carne amarilla o blanquecina de sabor dulce y aroma delicado. A la variedad que no tiene la piel aterciopelada se la llama nectarina, pavía (En Aragón, Navarra) o pelón.

Los melocotones, junto con las cerezas, ciruelas y albaricoques, son frutas de hueso botánicamente llamadas drupas. Se dividen en variedades cuya carne se separa fácilmente del hueso («prescos/piescos») y en otras que se adhieren firmemente a él, como la variedad llamada «pavía». Las variedades de carne blanca (Presquillas en Aragón, diminutivo de presco) son típicamente muy dulces, con escaso gusto ácido y las más populares de países como China, Japón y sus vecinos asiáticos, mientras que las de carne amarilla, predilectas de los países europeos y norteamericanos, poseen un fondo ácido, que se paladea junto al dulzor. La piel de ambas variedades tiene tonos rojizos.

Las variedades cuyos frutos tienen forma achatada se suelen denominar en España 'paraguayos', 'paraguayas' o 'chatos' (son vellosas; recientemente han entrado en el mercado variedades sin pelo denominadas 'platerinas'). Son una variedad de melocotonero de nombre científico Prunus persica var. platycarpa, considerada hoy día como un mero sinónimo del taxón específico.

El mejoramiento genético de las especies del género Prunus incluye el logro de un fruto de alta calidad con una larga vida de almacenamiento.[4]

Fases del crecimiento del fruto

Etapas sucesivas de crecimiento a lo largo de unos 7 meses.
Ilustración.

Al igual que otros frutos de hueso o de carozo, los melocotones poseen un patrón de crecimiento que se describe como dos curvas sigmoideas sucesivas. Este tipo de patrón se caracteriza por dos etapas de rápido crecimiento separadas por una fase intermedia en la cual el crecimiento del fruto es muy escaso. Durante la primera etapa de rápido crecimiento (fase I o etapa de crecimiento exponencial), el ovario y su contenido crecen de forma exponencial, salvo el embrión y el endosperma, principalmente como resultado de la división celular. Este período, inmediatamente posterior a la floración, es crítico para el tamaño final del fruto. Cualquier estrés ambiental (calor, frío, deficiencias hídricas o de nutrientes) tiende a acortar esta fase y a afectar el tamaño final del fruto. La segunda etapa (fase II), que semeja una meseta, se caracteriza por el crecimiento del embrión y el endosperma, la esclerificación (“endurecimiento”) del endocarpo, y un escaso crecimiento de la pared del ovario. En esta etapa, el fruto incrementa su tamaño lentamente, pero el embrión crece rápidamente dentro del carozo en vías de esclerificación. En la tercera etapa (fase III) tiene lugar un crecimiento rápido del mesocarpo, que produce un rápido incremento del tamaño y el peso del fruto. Le sigue una cuarta etapa (fase IV) en que se produce la maduración del fruto.[5]

Cultivo

El melocotonero o duraznero prospera en áreas geográficas acotadas, ya que requiere condiciones de frío invernal. Los requerimientos de frío varían entre cultivares y en general no son satisfechos en condiciones de clima subtropical. Sin embargo, existen en la actualidad variedades de muy bajo requerimiento de frío. El duraznero es resistente a las heladas invernales, pero no es tolerante a las heladas primaverales tardías. En verano, el duraznero requiere temperaturas que faciliten el crecimiento de los brotes como así también el crecimiento y la maduración de los frutos (ambos con rango óptimo de 20-25 °C).

Las regiones productoras de melocotones más importantes son: en el hemisferio Norte: Estados Unidos (California, Carolina del Sur, Colorado, Georgia) y regiones limítrofes de Canadá; norte de México, Venezuela, Puerto Rico, los países de la cuenca mediterránea, como por ejemplo España, donde destacan por su calidad los originarios de Murcia y Teruel, concretamente el melocotón de Cieza y el melocotón con denominación de origen, "Melocotón de Calanda"; y algunas zonas de China; y en el hemisferio sur: Argentina, Chile, Colombia, Uruguay, Perú, Sudáfrica y Nueva Zelanda. En Navarra se cultivan las variedades Romea, Catherine, Andros y Baby Gold 9 y se recolectan entre julio y agosto.

La mayoría de los melocotoneros que se venden son variedades injertadas sobre un portainjerto.

Plagas y enfermedades

Son propensos a distintas enfermedades fúngicas tal como Taphrina deformans, denominada vulgarmente como enrollamiento, lepra, abolladura o de otros modos. Normalmente no afecta directamente a la fruta, aunque reduce la cosecha, ya que provoca una defoliación parcial del árbol.

También es susceptible a la enfermedad fúngica causada por el Ascomycetes Monilinia fructicola.

Dentro de los insectos una de las principales plagas de este cultivo en España es la mosca de la fruta Ceratitis capitata, cuyas larvas producen grandes daños a los frutos próximos a madurar.

Melocotón embolsado de Calanda (Aragón, España).

Plantación

La exposición de esta especie debe ser a pleno sol y con buena ventilación. Esto permite que el aire frío circule durante las noches frías y mantenga la zona fresca en verano. La mejor época para plantarlos es a comienzos de invierno; de esta forma las raíces tienen tiempo de asentarse para poder alimentar la brotación primaveral.

Riego

Se les debe proporcionar un aporte constante de agua, que se incrementará un poco antes del momento de la cosecha. Las frutas con el mejor sabor se consiguen cuando los árboles son regados durante toda la estación. El riego por goteo es la forma ideal.

Fertilización

El duraznero o melocotonero tiene grandes necesidades de nutrientes, y requiere más nitrógeno que la mayoría de los frutales. Se puede aplicar un abono alto en nitrógeno, fósforo y potasio con regularidad y un aporte extra de estiércol de corral en otoño, tras la cosecha.

Consejos para una buena cosecha

Prunus persica variedad "bonfire" en la época del aclareo.

Si se dejan todos los frutos en el árbol, éstos serán de poco tamaño y carentes de dulzor y sabor. Para evitarlo, se realiza una labor que en mucho sitios se denomina "aclareo" o "raleo", consiste en quitar un gran porcentaje de los frutos cuajados cuando han alcanzado 3 cm de diámetro aproximadamente. Hay agricultores que realizan el aclareo en plena floración, eliminando flores en vez de frutos cuajados. Cuantos más frutos o flores se eliminen, mayor será el tamaño que adquirirán los frutos que queden. Es importante también aportar riegos extras en condiciones secas.

Nectarinas, pelones o pavías

Nectarina.
Duraznos producidos en California. Ese estado es el mayor productor de duraznos y nectarines para consumo en fresco de los EE. UU., con particular concentración en el Valle de San Joaquín. Además, los planes de mejoramiento genético de durazno más importantes se conducen en California.[6]
Nectarina: hueso, vistas lateral y ecuatorial.

La nectarina, briñón/ bruñon, berisco, pelón, o peladillo; también en algunos lugares pavía o ratón (en Tudela de Navarra es conocido como pavío), es una variante del durazno con piel no vellosa. En muchas ocasiones esta variante nace del propio árbol del durazno como un brote mutado que se suele injertar para preservar la nueva variedad. Puede ocurrir que los árboles durazneros produzcan de vez en cuando unas cuantas nectarinas a partir del mismo brote mutado. Éstas, al igual que los duraznos, pueden ser de carne blanca o amarilla y adherida al hueso o suelta.

Los peladillos son una variedad del pérsico, cuyo fruto tiene la piel lustrosa y la carne dura y pegada al hueso.

Las pavías son también una variedad del pérsico, cuyo fruto tiene la piel lisa y la carne jugosa y pegada al hueso. Por contra en muchas zonas se identifica la pavía como cualquier melocotón en el que la carne no se adhiere al hueso.

La primera referencia registrada de las nectarinas se remonta a 1616 en Inglaterra, pero con toda probabilidad habrían sido cultivadas mucho antes en Asia central.

Paraguayos y platerinas

Los paraguayos (también llamadas 'chatos', por la forma de sus frutos) y las platerinas son variedades con frutos achatados. Los paraguayos presentan frutos pubescentes (con vellosidad en el epicarpio) mientras que las platerinas producen frutos glabros, que no poseen pubescencia.

Fruto unido a la planta madre. Arequipa, Perú.

Duraznos o melocotones en el folclore asiático

Momotarô, uno de los más nobles y semihistóricos héroes del Japón, nació del interior de un enorme melocotón que iba flotando corriente abajo en un río. Momotarô o "el niño melocotón" luchó con el diablo oni y afrontó muchas aventuras.

En China se decía que el durazno era consumido por los inmortales debido a sus místicas virtudes de conferir longevidad a todos los que lo comieran.

Yu Huang o el Emperador de Jade tenía una esposa llamada Xi Wangmu, también conocida como la Reina madre del oeste, que aseguraba la vida eterna de los inmortales alimentándoles con los duraznos de la inmortalidad. Se dice que los inmortales que residían en el palacio de Xi Wangmu celebraban un excéntrico banquete llamado Pantao Hui o "El festival de los duraznos". Esta grandiosa celebración se llevaba a cabo cada seis mil años, ya que el duraznero echaba hojas una vez cada tres mil años y su cosecha tardaba otros tres mil en madurar. Las estatuas de marfil que representan a los siervos de Xi Wangmu sostienen a menudo tres duraznos.

El melocotón o durazno tiene un importante papel en la tradición china y es el símbolo de la larga vida. Un ejemplo de ello se da en la historia de la recolección del durazno de Zhang Daoling, quien fue el fundador del Taoísmo religioso. Zhang Guo el Mayor, uno de Los ocho inmortales chinos, es a menudo representado portando un Durazno de la Inmortalidad.

Detalle de la flor.
Inflorescencia.

Debido a su delicioso sabor y su delicada textura, la palabra "durazno" o "melocotón" fue empleada en la antigua China para referirse a una "joven prometida" y ha permanecido en muchas culturas como una forma de definir a las jóvenes de buen parecer.

Taxonomía

El género fue descrito primero por Carlos Linneo como Amygdalus persicus y publicado en Species Plantarum, vol. 1, p. 472 en 1753 y atribuido posteriormente al género Prunus por Stokes y publicado en A Botanical Materia Medica, vol. 3, p. 100 en 1812.[7]

Etimología
Prunus: nombre genérico que proviene de un antiguo nombre griego (προύνη), y luego latino (prūnus, i) del ciruelo. Ya empleado por, entre otros, Virgilio (Geórgicas, 2, 34) y Plinio el Viejo (Historia naturalis,13, XIX, 64)[8][9]
persica: epíteto geográfico que alude a su localización en Persia.
Sinonimia
  • Amygdalus persica L., Sp. Pl. 1: 472, 1753 - basiónimo
  • Amygdalus persica var. aganonucipersica (Schübl. & G.Martens) T.T.Yu & L.T.Lu, Fl. Reipubl. Popularis Sin. 38: 18, 1986
  • Amygdalus persica var. compressa (Loudon) T.T.Yu & L.T.Lu, Fl. Reipubl. Popul. Sin. 38: 19, 1986
  • Amygdalus persica [b] duracina Rchb., Fl. Germ. Excurs. 647, 1832
  • Amygdalus persica var. duracina (Rchb.) Dierb. ex Schübl. & G.Martens, Fl. Würtemberg 305, 1834
  • Amygdalus persica var. laevis (DC.) Steud., Nomencl. Bot. ed. 2 1: 81, 1840
  • Amygdalus persica var. nectarina Aiton, Hort. Kew. 2: 161, 1789
  • Amygdalus persica var. scleronucipersica (Schübl. & G. Martens) T.T. Yu & L.T. Lu, Fl. Reipubl. Popularis Sin. 38: 19, 1986
  • Amygdalus persica var. scleropersica (Rchb.) T.T. Yu & L.T. Lu, Fl. Reipubl. Popularis Sin. 38: 19, 1986
  • Persica laevis DC. in Lam. & DC., Fl. Franç. ed. 3 4(2): 487-488, 1805
  • Persica nucipersica L. ex Borkh., Vers. Forstbot. Beschr. 205, 1790
  • Persica platycarpa Decne., Jard. Fruit. 8: 42-43, lám. s.n., 1862-75
  • Persica vulgaris Mill., Gard. Dict. ed. 8 n.° 1, 1768
  • Persica vulgaris raza laevis (DC.) Rouy & E.G.Camus, Fl. France 6: 28, 1900
  • Persica vulgaris subsp. laevis (DC.) Bonnier & Layens, Tabl. Syn. Pl. Vasc. France 95, 1894
  • Persica vulgaris var. compressa Loudon, Arbor. Frutic. Brit. 2: 680, fig. 397, 1835-38
  • Persica vulgaris var. laevis (DC.) Lej. & Courtois, Comp. Fl. Belg. 2: 124, 1831
  • Persica vulgaris var. nectarina (Aiton), Prof. Ing. Holub in V?d. Práce Ovocnarske??? 6: 305, 1977
  • Persica vulgaris var. nucipersica (L. ex Borkh.) Buia in S?vul. (ed.), Fl. Republ. Popul. Române 4: 871, 1956
  • Persica vulgaris [B] scleropersica Dierb. in Mag. Pharm. 20: 21-22, 1827
  • Prunus persica f. aganonucipersica (Schübl. & G. Martens) Rehder, J. Arnold Arbor. 3(1): 25, 1921
  • Prunus persica subsp. nucipersica (L. ex Borkh.) Dippel, Handb. Laubholzk. 3: 606, 1893
  • Prunus persica var. compressa (Loudon) Bean, Trees Shrubs Brit. Isles 2: 248, 1914
  • Prunus persica f. compressa (Loudon) Rehder, Bibl. 329, 1949
  • Prunus persica var. laevis (DC.) Focke in W.D.J.Koch, Syn. Deut. Schweiz. Fl. ed. 3 1: 728, 1892
  • Prunus persica var. nectarina (Aiton) Maxim. in Bull. Acad. Imp. Sci. Saint-Pétersbourg 29: 83, 1883
  • Prunus persica var. nucipersica (L. ex Borkh.) C.K.Schneid., Ill. Handb. Laubholzk. 1: 594, 1906
  • Prunus persica subsp. platycarpa (Decne.) D. Rivera et al.
  • Prunus persica var. platycarpa (Decne.) L.H.Bailey, Cycl. Amer. Hort. 3: 1457, 1901[10][2]

Nombres vernáculos

Castellano: paraguaya, abridero, abridor, abridor blanco, abridor de Madrid, abridor de San Juan, abridor encarnado, abrior (2), abrior blanco, abriores, alberchiguero, albierta, albérchiga, albérchigo (4), albérchigos, albereches, alberges, alpérsico, arcipiescu, blanquillo, bresco-pavía, bresquilla (2), bresquillero (2), briñón (2), bruñón, chabacano, chato, damasquilla, dorasnal, dorasnilla, doraznilla, duraznero, duraznilla (2), durazno (3), durazno real, durazno sevillano, fresquilla (2), fresquillas, fresquillero, fresquillo, gabacho, gilbergo, griñón, malacatonera, malacatonero (2), malacatón (6), maracatonero (2), maracatón (2), martacón, melocontón, melocotonal (2), melocotonero (11), melocotones, melocotón (9), melocotón abierto, melocotón abridor, melocotón amarillo, melocotón anteado, melocotón blanco, melocotón castellano, melocotón cerrado, melocotón de Valencia, melocotón de chapa, melocotón moreno, melocotón pajizo, melocotón real, molocotón, mortocón, mullerero, natera (2), nectarina, niñeruelo, paraguayo, paragüero, pasibo, pavial (3), paviso, pavía (3), pavía abridera, pavía blanca, pavía dulce, pavía duracina, pavía imperial, pavía rosa, pavía teta de Venus, pavía ácida, pavío (2), peladilla, pelete, persec, peréxigo, pescal (2), pesco, piescal (2), piesco (3), piesgo, piesquero, piezcal, piezco, preixenera, presco, preseguera, presiega, presieguera, presquero (2), presquilla, presquillera, presquillero, presé, preziego, prisco (3), priscos, prisiego, prisquilla, présic, présigo (2), pérsico (3), pérsigo (2), pérsigo borracho, pérsigo verde, pésigo.Las cifras entre paréntesis indican la frecuencia de las citaciones del vocablo en España.[11]

Véase también

Referencias

  1. Nombre vulgar preferido en castellano peninsular, en Árboles: guía de campo; Johnson, Owen y More, David; traductor: Pijoan Rotger, Manuel, ed. Omega, 2006. ISBN 13: 978-84-282-1400-1. Versión en español de la Collins Tree Guide.
  2. a b Prunus persica (L.) Batsch en The Plant List
  3. Prunus persica en Flora Ibérica, RJB/CSIC, Madrid
  4. Srinivasan, C., Padilla, I.M.G., Scorza, R. (2005). Prunus spp. Almond, apricot, cherry, nectarine, peach and plum. En: Biotechnology of Fruit and Nut Crops, Litz, R.E. (Ed.), Wallingford, Oxfordshire, UK: CABI Publishing. pp. 512-542.
  5. Sozzi, Gabriel Oscar (octubre de 2008). «Fisiología del crecimiento de los frutos». En Sozzi, Gabriel O, ed. Árboles frutales. Ecofisiología, cultivo y aprovechamiento. 1ª reimpresión. Buenos Aires: Facultad de Agronomía. pp. 307-330. ISBN 950-29-0974-7. 
  6. Okie, W. R.; Bacon, T.; Bassi, D. (2008). «Fresh Market Cultivar Development». En Layne, D. R.; Bassi, D., ed. The Peach. Botany, Production and Uses (en inglés). Wallingford, Oxfordshire, Reino Unido: CABI. pp. 154-155. ISBN 978-1-84593-386-9. Consultado el 18 de octubre de 2015. 
  7. «Prunus persica». Tropicos.org. Missouri Botanical Garden. Consultado el 24 de octubre de 2014. 
  8. En Nombres botánicos
  9. Prunus en F. Gaffiot, Dictionnaire Latin-Français, Hachette, Paris, 1934.
  10. Sinónimos en Flora Ibérica - Real Jardín Botánico, CSIC, Madrid[1]
  11. Anthos-Sistema de información sobre las plantas de España-RJB-CSIC Madrid (requiere búsqueda)

Bibliografía

  1. Jørgensen, P. M. & C. Ulloa Ulloa. 1994. Seed plants of the high Andes of Ecuador—A checklist. AAU Rep. 34: 1–443.
  2. Standley, P. C. & J. A. Steyermark. 1946. Rosaceae. En: Standley, P.C. & J.A. Steyermark (eds.), Flora of Guatemala - Part IV. Fieldiana, Bot. 24(4): 432–484.

Enlaces externos