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La caída de Berlín

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La caída de Berlín (en ruso: Падение Берлина) es una película de guerra soviética de 1950 y un ejemplo del realismo socialista en el cine. Está dividida en dos partes, dirigida por Mijeil Chiaureli, producida por el estudio Mosfilm, el guion es de Piotr Pavlenko y la música de Dmitri Shostakóvich. Está protagonizada por Mijeil Gelovani como Stalin.

Esta película retrata la Segunda Guerra Mundial como una victoria personal de Stalin, idealizando al dirigente soviético y exagerando su papel en los acontecimientos. Está considerada una de las representaciones más importantes del culto a la personalidad de Stalin. La exageración alcanza su clímax en los seis últimos minutos del film, cuando Stalin (quien, en realidad, jamás había pisado Berlín) desciende del avión que lo trae de Moscú a Berlín para dirigirse con un discurso patriótico a una enfervorizada muchedumbre que no sólo porta banderas rojas soviéticas sino también la estadounidense, la británica, la checa y otras.[1]

Argumento

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Vladímir Savéliev y Marie Nováková como Adolf Hitler y Eva Braun
Stalin aterriza en Berlín.

Parte 1

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Alekséi Ivanov, un trabajador de una fábrica de acero que supera su cuota de producción, es escogido para recibir la Orden de Lenin y para tener una entrevista personal con Iósif Stalin. Alekséi cae enamorado de la idealista Natasha, pero tiene dificultades para expresar sus sentimientos. Cuando conoce a Stalin, el dirigente le ayuda a entender sus emociones y le dice que recite una poesía a la mujer. Después de regresar de Moscú, Alekséi confiesa su amor a Natasha mientras su ciudad está siendo atacada por los nazis alemanes, que invaden la Unión Soviética.

Parte 2

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Stalin pregunta a sus generales quién tomará Berlín, ellos o los Aliados Occidentales. Los generales contestan que capturarán la ciudad. Los avances del Ejército Rojo hacia Berlín son imparables, mientras Hitler tiene un ataque nervioso y reclama que sus soldados luchen hasta el final. Natasha está presa en un campo de concentración, pero la unidad de Alekséi libera a los prisioneros antes de que los maten. Natasha se desmaya y él no la encuentra. Hitler ordena inundar las estaciones de metro para matar así a miles de civiles.

Hitler se casa con Eva Braun y juntos se suicidan. El general Hans Krebs suplica un alto el fuego. Stalin ordena aceptar sólo una rendición incondicional. Alekséi es escogido para llevar la bandera de la victoria, al lado de Mijaíl Yegórov y Melitón Kantaria. Tras la rendición de los alemanes, Stalin aterriza en Berlín, y es saludado por una multitud entusiasta de pueblos de "todas las naciones". Stalin pronuncia un discurso en el que pide la paz mundial. Entre la multitud, Alekséi y Natasha se reconocen y se reúnen de nuevo. Stalin les acaba deseando paz y felicidad.

Reparto

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Producción

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El culto a la personalidad de Stalin fue marginal durante la guerra.[2]​ Su persona solo apareció en dos películas,[3]​ pero tras la victoria de 1945, su culto se hizo más grande que nunca y fue bendecido como el arquitecto de la derrota de Alemania.[2]

Idea

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Mijeil Chiaureli, el director favorito de Stalin, y el escritor Piotr Pavlenko fueron elegidos por el Ministro de Cinematografía de la URSS. Iván Bolshakov los instruyó a ambos para empezar La caída de Berlín poco después de estrenar El Juramento en julio de 1946.[4]​La película fue concebida como regalo del estudio a Stalin por su 70º cumpleaños.[a 1][5]La caída de Berlín estuvo a punto de ser parte de un ciclo de diez películas que se denominarían los diez Golpes de Stalin, pero el proyecto nunca llegó a ser terminado.[4]

Desarrollo

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Stalin tomó un interés entusiasta en el desarrollo de La caída de Berlín.[6]​ El propio Stalin intervino en el guion y dispuso eliminar una escena donde un civil alemán persuade a un familiar suyo para huir ante el avance del Ejército Rojo, en tanto Stalin rechazaba mostrar la imagen de civiles asustados por el avance soviético.[7]​ Este filme fue el primer largometraje cuyo tema fue la Batalla de Berlín.[8]

Edvard Radzinsky escribe cómo el escritor Pavlenko le contó al padre de Radzinsky un comentario recibido de Lavrenti Beria: que el propio Beria dijo a Chiaureli cómo El Juramento era una "película sublime", cuyo objetivo era identificar a Stalin con Jesús de Nazaret y a Lenin con Juan el Bautista. Radzinsky añade que La caída de Berlín acaba "con una apoteosis: Stalin llega por avión... vestido de blanco como un ángel que desciende de las nubes, se revela como el Mesías".[9]​ El historiador ruso Aleksandr Prójorov consideró que la película estuvo influida por filmes de la propaganda del nazismo.[10]

Rodaje

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Chiaureli trajo 10.000 extras soviéticos a Berlín para la filmación, y también contrató a muchos residentes de la propia ciudad para rodar la secuencia del túnel. No fue capaz de rodar en el Edificio del Reichstag, pues éste se encontraba en la Zona británica de Berlín Oeste, y subsanó esto principalmente utilizando los estudios Babelsberg.[11]​ Aun así, la mayoría de los episodios en la capital alemana fueron filmados en ciudades en ruinas de las Repúblicas bálticas recién reocupados por la URSS.[12]​ Además, un modelo a escala de Berlín, de un kilómetro cuadrado, fue construido en los estudios Mosfilm. Esta miniatura era para crear algunas escenas de combate urbanas al final de la "Parte II".[13][4][14]

El Ejército Soviético prestó para este filme cinco divisiones, formaciones de artillería de apoyo, tanques, aeronaves militares e inclusive 45 tanques alemanes capturados para recrear las batallas. Durante la filmación, se consumieron 1,5 millones de litros de combustible.[7]La caída de Berlín fue una de las primeras películas en color que se hicieron en la Unión Soviética, para lo cual los productores utilizaron Agfacolor, tomado del estudio UFA en Neubabelsberg.[6]

Recepción

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La reacción del público a la película fue monitorizada por el gobierno soviético. En un memorándum a Mijaíl Súslov del 11 de marzo de 1950, dos funcionarios del Partido Comunista de la Unión Soviética informaron de que algunos periódicos recibieron cartas de espectadores del filme criticando varios aspectos de la trama.[15]​ El coronel Yevgueni Chernonog, un veterano de la guerra, vio La caída de Berlín mientras estaba ebrio y comentó, refiriéndose a la aparición de Stalin en Berlín: "¿Y de dónde vino ese ángel? No lo vimos allí." Por este comentario el coronel Chernonog fue arrestado y condenado a ocho años en el Gulag.[16]

El crítico francés Georges Sadoul escribió en Les Lettres françaises: "En la URSS, las películas han devenido en un medio para extender la ideología".[17]​ En Francia tuvo 815.116 espectadores.[18]

Análisis crítico

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El historiador Nikolas Hüllbusch vio La caída de Berlín como representación del fortalecimiento del poder político personalizado de Stalin, destacando que a lo largo de la cinta la figura histórica de Lenin no tiene impacto alguno en la trama, por lo cual Stalin no se presenta como "sucesor" del fundador estatal, sino que la legitimidad de Stalin está basada en su liderazgo de la URSS durante la guerra.[19]

Denise Youngblood escribió que La caída de Berlín elevó a Stalin a un estado nuevo: "el dios Stalin".[2]​ Richard Taylor señaló que se presenta a Stalin como el único responsable de la victoria sobre la Alemania nazi. La calma de Stalin está bastante acentuada en el filme, contrastándola con la rabia de Hitler o a la simpleza del general Zhúkov, quién después de la guerra fue destinado por Stalin a puestos de bajo nivel.[6][20]​ De hecho, en la secuencia final de la película, Stalin estrecha la mano a los generales Chuikov, Kónev y Rokossovski, mientras Zhúkov -jefe máximo del Primer Frente Bielorruso que inició el ataque sobre Berlín- ni siquiera está presente durante el saludo. Slavoj Žižek apunta que Stalin desempeña en el film el papel de mago y casamentero (magician and matchmaker) consiguiendo reunir finalmente a los protagonistas Alekséi y Natasha.[21]

El 25 de febrero de 1956, Nikita Jrushchov pronunció un famoso discurso condenando el culto a la personalidad de Stalin ante el XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética. En medio del mismo, mencionó a La caída de Berlín señalando que en la película "el único artista es Stalin, él es quien dicta todas las órdenes desde un salón en el que pueden verse muchos sillones vacíos... ¿Dónde está el alto mando militar? ¿Dónde está el Buró político? ¿Dónde se encuentra el Gobierno?... Stalin actua en nombre de todos, no reconoce a nadie más, a nadie pide consejo. Todas estas cosas han sido mostradas a la nación desde un punto de vista falso".[22]

Restauración

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En 1991, después de la disolución de la Unión Soviética, el filme La caída de Berlín tuvo su primera proyección pública después de treinta y cinco años, durante el 48.ª edición del Festival Internacional de Cine de Venecia.[12]

En 1993, el cineasta serbio Dušan Makavejev incluyó imágenes del film en su película El gorila se baña a mediodía.[23]

En 2003, la película fue restaurada por una compañía de Toulouse, en una calidad relativamente pobre.[24]

Notas

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  1. La mayoría de los historiadores creen que la fecha de nacimiento de Stalin fue el 18 de diciembre de 1878, según varios documentos. Sin embargo, Stalin afirmó haber nacido el 21 de diciembre de 1879. Consulte el artículo Iósif Stalin para obtener más información.

Referencias

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  1. «Падение Берлина». Серия 2 (1949). - La caída de Berlín. Segunda parte (1949), en ruso con subtítulos en español
  2. a b c Denise J. Youngblood (2007). Russian War Films: On the Cinema Front, 1914–2005. Lawrence: University Press of Kansas. pp. 95-101. ISBN 0-7006-1489-3. 
  3. Victoria E. Bonnell (1999). Iconography of Power. University of California Press. p. 253. ISBN 978-0-520-22153-6. 
  4. a b c Románova, Olga. La caída de Berlin: el mito de Stalin creado por él mismo. Uroki istorii, 9 mayo 2010 (en ruso)
  5. Richard Taylor; D. W. Spring (1993). Stalinism and Soviet cinema. Routledg. p. 88. ISBN 978-0-415-07285-4. 
  6. a b c Richard Taylor (1999). Film propaganda: Soviet Russia and Nazi Germany. I.B. Tauris. pp. 99-127. ISBN 978-1-86064-167-1. 
  7. a b Thomas Lindenberger (editor) (2006). Massenmedien im Kalten Krieg: Akteure, Bilder, Resonanzen. Böhlau Verlag. pp. 83-90. ISBN 978-3-412-23105-7. 
  8. Leen Engelen; Roel Vande Winkel (2007). Perspectives on European film and history. Academia Scientific. p. 185. ISBN 978-90-382-1082-7. 
  9. Edvard Radzinsky (1996). Stalin: the first in-depth biography based on explosive new documents from Russia's secret archives. Doubleday. p. 538. ISBN 9780385473972. 
  10. Alexander Prokhorov (2006). «Size Matters: The Ideological Functions of the Length of Soviet Feature Films». kinokultura.ru. Consultado el 30 de abril de 2011. 
  11. non-credited writer (13 de julio de 1950). «Frau Hitler reicht das Gift» [Mrs. Hitler is Satisfied with the Poison]. spiegel.de (en alemán). Der Spiegel. Consultado el 19 de septiembre de 2011. 
  12. a b Andreas Kilb (20 de septiembre de 1991). «Die Meister des Abgesangs» [The Masters of the Swan Song]. zeit.de (en alemán). Die Zeit. Consultado el 19 de septiembre de 2011. 
  13. unknown, author (1996). Iskusstvo kino, Issues 9–12. State Committee of Cinematographylishers. p. 79. Consultado el 30 de abril de 2011. 
  14. Mikheil Chiaureli (29 de enero de 1951). «Padéniye Berlina». Ogoniok (1182): 12. ISSN 0131-0097. Consultado el 19 de septiembre de 2011. 
  15. Kiril Anderson (2005). Кремлевский кинотеатр. 1928–1953. Документы. SPB University Press. p. 44. ISBN 5-8243-0532-3. 
  16. Irina Scherbakova, Natela Boltyánskaya. En nombre de Stalin. Eco de Moscú, 20 marzo 2010 (en ruso)
  17. Sadoul, Georges. La Geste Grandiose et Inoubliable de Staline. Les Lettres Françaises, 25 May 1950. Quoted in: Natasha Laurent (2003). Le cinéma stalinien: Questions d'histoire. Toulouse: PU Mirail. pp. 224-225. ISBN 978-2-85816-599-5. 
  18. La Chute de Berlin. allocine.fr.
  19. Klaus Heller; Jan Plamper (2004). Personality cults in Stalinism. Göttingen: Vandenhoeck & Ruprecht. pp. 227-238. ISBN 978-3-89971-191-2. 
  20. Evgeny Dobrenko; Eric Naiman (31 de enero de 2005). The landscape of Stalinism: the art and ideology of Soviet space. 2005: University of Washington Press. p. 16. ISBN 978-0-295-98341-7. 
  21. Žižek, Slavoj. In Defense of Lost Causes. London: Verso, 2008, p. 59. ISBN 978-1-84467-108-3 (en inglés)
  22. Nikita Jrushchov, Kruschef recuerda, Madrid 1970, p.601.
  23. Holden, Stephen (29 de marzo de 1995). «Film Festival Review; A Russian Expatriate Adrift in Berlin». nytimes.com. Consultado el 30 de abril de 2011. 
  24. Richard Taylor (2007). «Mikheil Chiaureli: The Fall of Berlin (Padenie Berlina, two parts, 1949)». kinokultura.ru. Consultado el 30 de abril de 2011. 

Véase también

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Enlaces externos

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