Diferencia entre revisiones de «Fiesta de La Tirana»

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'''Fiesta de La Tirana''', celebración de carácter [[religión|religioso]] realizada anualmente en el pueblo de [[La Tirana]], comuna de [[Pozo Almonte]], [[Región de Tarapacá]], [[Chile]], cada [[16 de julio]]. En honor a la [[Virgen del Carmen]], esta es la fiesta religiosa más grande de Chile, reuniéndose en este pueblo de no más de 560 habitantes entre 200.000 y 250.000 visitantes durante la semana de celebraciones.
'''Fiesta de La Tirana''', celebración de carácter [[religión|religioso]] realizada anualmente en el pueblo de [[La Tirana]], comuna de [[Pozo Almonte]], [[Región de Tarapacá]], [[Chile]], cada [[16 de julio]]. En honor a la [[Virgen del Carmen]], esta es la fiesta religiosa más grande de Chile, reuniéndose en este pueblo de no más de 560 habitantes entre 200.000 y 250.000 visitantes durante la semana de celebraciones.


== Origen == angelo ola
== Origen ==
=== la casa del chule ===
=== La Tirana ===
[[Archivo:Iglesia_tirana.jpg|thumb|250px|Iglesia de La Tirana]]
[[Archivo:Iglesia_tirana.jpg|thumb|250px|Iglesia de La Tirana]]
[[Archivo:La_chinita.JPG|thumb|250px|Imagen de la Virgen en procesión]]
[[Archivo:La_chinita.JPG|thumb|250px|Imagen de la Virgen en procesión]]
El origen se remonta al año [[1535]], cuando según la leyenda, [[chule de la peña ]] en su recorrido hacia el [[descubrimiento de Chile]] desde [[Cuzco]] llevaba en su comitiva a un príncipe [[inca]]ico cautivo llamado Huillac Huma y que era el último sacerdote del culto a [[Inti]]. Junto a él, iba su bella hija llamada Ñusta Huillac.
El origen se remonta al año [[1535]], cuando según la leyenda, [[Diego de Almagro]] en su recorrido hacia el [[descubrimiento de Chile]] desde [[Cuzco]] llevaba en su comitiva a un príncipe [[inca]]ico cautivo llamado Huillac Huma y que era el último sacerdote del culto a [[Inti]]. Junto a él, iba su bella hija llamada Ñusta Huillac.


Cuando el ejército se encontraba cerca del actual pueblo de [[Pica]], muchos de los prisioneros incas huyeron hacia la [[pampa del Tamarugal]], entre ellos, Ñusta Huillac y su padre. Refugiados en los bosques de [[tamarugo]]s, Ñusta Huillac organizó una rebelión para reestablecer el poder de su nación, llegando a ser temida tanto por sus enemigos que la nombraron como la "Tirana del Tamarugal".
Cuando el ejército se encontraba cerca del actual pueblo de [[Pica]], muchos de los prisioneros incas huyeron hacia la [[pampa del Tamarugal]], entre ellos, Ñusta Huillac y su padre. Refugiados en los bosques de [[tamarugo]]s, Ñusta Huillac organizó una rebelión para reestablecer el poder de su nación, llegando a ser temida tanto por sus enemigos que la nombraron como la "Tirana del Tamarugal".


Un día llegó un joven llemado petronilo delas mercedes expedicionario portugués llamado Vasco de Almeida que había perdido su ruta hacia la mítica "Mina del Sol". El flechazo entre la bella reina y el hispano fue inmediato. Cuando su relación fue descubierta, fueron condenados a muerte ambos. Almeida, como una forma de que su amor sea eterno, convence a Ñusta Huillac para que se [[bautismo|bautice]] y así tras la muerte, renacerían en el más allá y vivirían unidos para siempre. Ambos son descubiertos en la ceremonia y son asesinados por los nativos.
Un día llegó un joven expedicionario portugués llamado Vasco de Almeida que había perdido su ruta hacia la mítica "Mina del Sol". El flechazo entre la bella reina y el hispano fue inmediato. Cuando su relación fue descubierta, fueron condenados a muerte ambos. Almeida, como una forma de que su amor sea eterno, convence a Ñusta Huillac para que se [[bautismo|bautice]] y así tras la muerte, renacerían en el más allá y vivirían unidos para siempre. Ambos son descubiertos en la ceremonia y son asesinados por los nativos.


En [[1540]], pasaba por el pueblo de "La Tirana" el fraile Antonio Rendón, encontrando una cruz, y como forma de homenajear a estos jóvenes, se construye en el lugar una capilla bajo el nombre de "Nuestra Señora del Carmen de La Tirana".
En [[1540]], pasaba por el pueblo de "La Tirana" el fraile Antonio Rendón, encontrando una cruz, y como forma de homenajear a estos jóvenes, se construye en el lugar una capilla bajo el nombre de "Nuestra Señora del Carmen de La Tirana".


=== wuena naty
=== Leyenda ===

La Leyenda de La Tirana y de su milagrosa Virgen comenzó a gestarse en los albores de 1535 cuando Diego de Almagro salió del Cuzco y a la Conquista de Chile. Lo acompañaban quinientos cincuenta españoles y alrededor de diez mil indios peruanos.
La Leyenda de La Tirana y de su milagrosa Virgen comenzó a gestarse en los albores de 1535 cuando Diego de Almagro salió del Cuzco y a la Conquista de Chile. Lo acompañaban quinientos cincuenta españoles y alrededor de diez mil indios peruanos.



Revisión del 17:02 11 may 2009

Imagen de la Virgen del Carmen durante la Fiesta de La Tirana

Fiesta de La Tirana, celebración de carácter religioso realizada anualmente en el pueblo de La Tirana, comuna de Pozo Almonte, Región de Tarapacá, Chile, cada 16 de julio. En honor a la Virgen del Carmen, esta es la fiesta religiosa más grande de Chile, reuniéndose en este pueblo de no más de 560 habitantes entre 200.000 y 250.000 visitantes durante la semana de celebraciones.

Origen

La Tirana

Iglesia de La Tirana
Imagen de la Virgen en procesión

El origen se remonta al año 1535, cuando según la leyenda, Diego de Almagro en su recorrido hacia el descubrimiento de Chile desde Cuzco llevaba en su comitiva a un príncipe incaico cautivo llamado Huillac Huma y que era el último sacerdote del culto a Inti. Junto a él, iba su bella hija llamada Ñusta Huillac.

Cuando el ejército se encontraba cerca del actual pueblo de Pica, muchos de los prisioneros incas huyeron hacia la pampa del Tamarugal, entre ellos, Ñusta Huillac y su padre. Refugiados en los bosques de tamarugos, Ñusta Huillac organizó una rebelión para reestablecer el poder de su nación, llegando a ser temida tanto por sus enemigos que la nombraron como la "Tirana del Tamarugal".

Un día llegó un joven expedicionario portugués llamado Vasco de Almeida que había perdido su ruta hacia la mítica "Mina del Sol". El flechazo entre la bella reina y el hispano fue inmediato. Cuando su relación fue descubierta, fueron condenados a muerte ambos. Almeida, como una forma de que su amor sea eterno, convence a Ñusta Huillac para que se bautice y así tras la muerte, renacerían en el más allá y vivirían unidos para siempre. Ambos son descubiertos en la ceremonia y son asesinados por los nativos.

En 1540, pasaba por el pueblo de "La Tirana" el fraile Antonio Rendón, encontrando una cruz, y como forma de homenajear a estos jóvenes, se construye en el lugar una capilla bajo el nombre de "Nuestra Señora del Carmen de La Tirana".

Leyenda

La Leyenda de La Tirana y de su milagrosa Virgen comenzó a gestarse en los albores de 1535 cuando Diego de Almagro salió del Cuzco y a la Conquista de Chile. Lo acompañaban quinientos cincuenta españoles y alrededor de diez mil indios peruanos.

Iban también dos hombres importantes: Paulino Tupac, príncipe de la familia de los Incas y Huillac Huma, último Sumo Sacerdote del extinguido culto al Dios Sol.

Ambos eran tratados en forma deferente por los españoles y estaban destinados a pagar con la vida si se producía conato de rebelión entre los indios que formaban parte de la expedición. Vinieron también secretamente, muy camuflados en las filas, un cierto número de “Wilkas” o capitanes experimentados de los antiguos ejércitos imperiales Incas y un grupo de sacerdotes, quienes bajo su aparente humildad y sumisión esperaban sólo el momento oportuno para vengarse.

El sumo sacerdote y su hija acompañaba en la expedición a Huillac Huma su hija, la “ÑUSTA”, que nacida años antes, tenía un sus venas sangre de los Incas soberanos de Tahuantisuyu, que aún sufrían el vejamen que les impuso el débil y confiado Atahualpa. Al rendirse, Paullo Tupac nunca pensó acompañar hasta el fin la expedición; es así como Huillac Huma, desprendiéndose sigilosamente del Ejército Español, encontró la ocasión que tanto esperaba . A la altura de lo que era Atacama la Grande, más tarde Calama, huyó a la provincia de Charcas. Sus planes eran fomentar la rebelión que promoviera en el Cuzco el Inca Manco.

El grupo de Incas que se quedó con la “Ñusta” Huillac, también pensaba en huir con su princesa.

Huye Huillac Huma Al alcanzar la hueste desertora la cálida región de Pica, huyó esta vez la “Ñusta Huillac”, seguida de un centenar de Wilkas y adictos servidores. Se refugiaron en un bosque de tamarugos y acacias silvestres, que por entonces cubrían en su mayor extensión lo que ahora llamamos Pampa del Tamarugal. Lo que queda aún en nuestros días, muchos lugares de salvaje belleza, en las inmediaciones del pueblo de Tarapacá y en los alrededores de los caseríos de Canchona y La Tirana. Por eso apodaron con el nombre indígena “Tarapacá” esa región, porque en lengua incaica significa escondite o bien de boscaje impenetrable.

La Ñusta y su reinado

Y así fue como durante cuatro años la “Ñusta Huillac”, rodeada de sus fieles y valientes “Wilcas”, fue la reina y señora de esos lugares. Con inteligencia organizó sus huestes, las distribuyó y convirtió esos bosques de tamarugos en un baluarte inexpugnable, regido por la férrea mano de la bella princesa incaica, que pasó a llamarse “La Tirana del Tamarugal”

La princesa y su fama

La “Ñusta” regía su territorio con puño de hierro. Sus hazañas gestadas en su ardiente dedicación a la causa de su nación, traspasó muy pronto los límites de su comarca y su fama comenzó a extenderse por todo el norte. Las tribus vecinas y las muy remotas vieron en la bella princesa la capitana viviente y gallarda de sus ideales y la apoyaron en su airada protesta contra la dominación extranjera.

De todos los rincones del territorio de Tanhuntisuyu acudieron a rendirle pleitesía y a jurarle lealtad; nutridas huestes de hombres de corazón bien puesto y dispuestos a luchar y sucumbir al lado de la animosa “Ñusta” por el suelo natal y su fe.

La selva primitiva y bravía del Tamarugal fue durante cuatro años el extremo reducto de una raza y de un culto que estaba proscrito y, sin embargo, cada día ganaba más fieles, porque los indígenas renegaban del cristianismo.

Rodeado de peligros y asechanzas ese puñado de incas valerosos e indómitos que dirigía la “Ñusta” se vio obligado por el rigor de las circunstancias a hacer frente a sus enemigos y a vivir una guerra sin cuartel que tenía una regla invariable: dar muerte a todo español o indio bautizado que cayese en su poder. Y así era la costumbre hasta que La Tirana sucumbió ante el amor.

La pasión de La Tirana

“La Ñusta Huillac”, temida por sus enemigos y conocida en treinta leguas a la redonda como la bella “Tirana del Tamarugal”, no pudo cumplir lo que había predicado: un día sus huestes atacaron en las inmediaciones de las selvas a un grupo enemigo y capturaron algunos prisioneros. Así fue como llevaron a su presencia un apuesto extranjero: cuando lo interrogó, muy altivo dijo llamarse don Vasco de Almeida y pertenecer a un grupo de mineros portugueses establecidos en Huantajaya, añadiendo que se había internado en la comarca en busca de la “Mina del Sol”., cuya existencia le había revelado un cacique amigo.

Mirarlo y enamorarse fue una sola cosa. El corazón de la “Ñusta” tan implacable comenzó a latir más a prisa. El amor llegó y la “Ñusta” no pudo contenerse. Pero lamentablemente, reunidos los “Wilkas” y los ancianos de la tribu, acordaron que se aplicase la pena de muerte al prisionero.


Su corazón, que no había conocido vacilación y que hasta ese instante estaba embargado de odio y de venganza, se estremeció de pena al escuchar la cruel sentencia. Un sentimiento de amor y compasión brotó de ella y comenzó a pensar como romper la tradición de odio y librarlo de la muerte.

Una sola mirada del apuesto prisionero bastó para hacerla quebrantar sus principios y todas las leyes se derrumbaran. La juventud, el porte distinguido, el estoico desdén de la muerte que demostró el noble y gallardo prisionero, aumentaron su amor y le indujeron a amar con desesperación a ese hombre, cuya vida estaba en sus manos como sacerdotisa y reina de su pueblo.


La Nusta salva al prisionero

Después de pensar la noche entera, la “Ñusta” encontró una fórmula para salvar a su cariño. Un ardid para prolongar la vida del hombre amado.

En su carácter de sacerdotisa fingió consultar los astros del cielo e interrogar a los ídolos, tutelares de la tribu. Después de meditar, reunió a su tribu y dijo que la ejecución del prisionero debía retardarse hasta el término del cuarto plenilunio, que así los ídolos le habían respondido.

Los cuatro meses siguientes fueron de descanso para los guerreros del Tamarugal. La “Ñusta” Huillac no repitió durante ese período las correrías asoladoras que eran el espanto de los colonos de Pica y Huantajaya. Ella tenía otro objetivo: quería vivir su pasión y eso le dio al prisionero dos “lunas más de vida”,

Las miradas de la “Ñusta” y Vasco de Almeida fueron cuajando en una amor una pasión incontenible; nada podía detener la pasión de la sacerdotisa incaica, que empezó a mirar la vida con los ojos del portugués.

La conversión de la sacerdotisa

Los diálogos bajo los tamarugos se prolongaban de sol a sol. Mirando a los ojos al portugués, la “Ñusta” preguntó: “Y de ser cristiana y morir como tal ¿renaceré en la vida del más allá y mi alma vivirá unida a la tuya por siempre jamás? ...”

- “Así es, amada mía”- contestó el portugués. - “Estás seguro de ello, ¿verdaderamente seguro?, inquirió la “Ñusta”. - “Me mandan creerlo mi religión y mi Dios, que es la fuente de toda verdad”. En un rapto impetuoso la “Ñusta” pronunció las palabras que serían su perdición. - “Entonces bautízame, quiero ser cristiana; quiero ser tuya en ésta y en la otra vida” ...

El bautizo de La Tirana

La “Ñusta” comenzó a vivir sólo para su pasión. Entregada al deleite del amor, la sacerdotisa descuidó las prácticas del rito incaico al Dios Sol.

Su embeleso de mujer amada impedíanle ver el ceño adusto de sus “Wilkas”, ni el hosco ademán de los sacerdotes, ni la reserva glacial de sus súbditos, cuando la veían en sus devaneos amorosos con el extranjero.

Altiva y serena, actuando bajo los impulsos de una firma resolución, se dirigió un día a la fuente que había en una de los claros del bosque. Vinieron los besos, los juramentos y el “NUNCA NADIE nos separe”. En el paroxismo de su pasión, la “Ñusta”le dijo:

“Llévame a tu Dios que nos permitirá estar eternamente unidos”. Diego de Almeida le contestó: “tienes que bautizarte”, la “Ñusta” hincó la rodilla en el césped –cruzó sus brazos sobre el seno en actitud de humilde e inefable espera y pidió ser bautizada -.

Almeida cogió agua vertiéndola sobre la cabeza de la amada neófita pronunció las palabras sacramentales: “Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espí ...”

No pudo terminar la frase, porque los “Wilcas” que los vigilaban y que no aceptaban esa pasión, no pudieron resistir esa traición de sus principios y en airada reacción dispararon una nube de flechas sobre ellos.

Ambos cayeron abatidos como tronchados por el huracán. “Ñusta Huillac”, herida de muerte, sobreponiéndose a sus intolerables dolores, llamó a su alrededor a los Wilkas, a los sacerdotes y al pueblo y con voz entrecortada les dijo:

-“Muero contenta, muero feliz, segura como estoy, como creyente en Jesucristo, de que mi alma inmortal ascenderá a la Gloria y llegaré al trono de Dios, junto al cual estará mi amado, con quien estaré toda una eternidad. Sólo les pido que después de mi muerte, coloquen una cruz en mi sepultura, que estará al lado de la de mi amado”.

Indicio en el cielo

Corrían los años de 1540 a 1550 cuando fray Antonio Rondon, de la real orden mercedaria, evangelizador de Tarapacá y Pica, llegó al Tamarugal para levantar en todas partes el estandarte de Cristo.

Un día vio un arco iris y siguió su comienzo hasta un bosque de tamarugos. Ahí, con infinita sorpresa, encontró una cruz cristiana en uno de los claros de este bosque.

El santo varón vio en ello una especie de indicio del cielo, una llamada de recuerdo a la Princesa Tirana del Tamarugal. Por eso edificó una Ermita, que con el correr del tiempo, se convirtió en Iglesia que colocó bajo advocación de Nuestra Señora del Carmen de La Tirana, pensando en el escapulario Carmelita que llevaba Vasco de Almeida.

Dicha iglesia se convirtió desde los primeros años de su consagración en asidua romería de los naturales de los pueblos y sierras inmediatas, en cuyas venas corre sangre coya. Fue la que fluía por las venas de la bella, sensible y desdichada “ÑUSTA HUILLAC”, que le legó su nombre y que con su historia de fe y amor impulsó el culto a “LA TIRANA”.

La fiesta de la Tirana

Cofradía boliviana en salitrera del cantón norte de Tarapacá en 1905

La Fiesta de la Tirana es una festividad andina relacionada con la Pachamama vinculada a la Virgen de Copacabana, ya que el obrero indígena tuvo raíces campesinas. Su origen como fiesta es minero creado por los obreros aymarás bolivianos y peruanos que trabajaban en las minas de cobre y plata en Huantajaya, Santa Rosa y Collahuasi y llegaron a San Lorenzo de Tarapacá como obreros del salitre. En el siglo XIX la fiesta fue redefinida con el auge salitrero y se celebraba el 16 de julio en la pampa y el 28 de julio en Iquique. A fines del siglo XIX, luego de la Guerra del Pacífico, la fiesta se celebraba en diversas fechas: 6 de agosto para los bolivianos, 28 de julio para los peruanos y 16 de julio para los chilenos.

Las diversas cuadrillas de danzantes que se dirigieron a solemnizar las fiestas del Carmen de La Tirana, regresaron anteayer de Pozo Almonte, en un convoy de 19 carros. Los recién llegados dicen que la concurrencia que asistió a la fiesta lo pasó agradablemente, pues, aparte de las ceremonias religiosas que ofició el ilustrísimo señor Obispo, los devotos y los profanos han pasado verdaderos días de campo gozando a sus anchas [...] Los preparativos para las próximas festividades del 28 de julio, siguen la pampa en su punto. En la oficina Rosario de Huara se prepara un gran baile para el que ya se han repartido más de 100 invitaciones. Iguales manifestaciones se preparan también en otras oficinas de los alrededores de Huara. Parece, pues, que el próximo 28 de julio será celebrado ruidosamente por peruanos y chilenos, en amable consorcio, que indudablemente contribuirá a borrar las asperezas del pasado, honrando esta fecha común a todo Latinoamérica.
Pepe Hillo. Diario El Nacional, viernes 24 de julio de 1903[1]

Hacia 1910, como parte de la chilenización de Tarapacá, se incluye esta nueva festividad en el calendario chileno un único día el 16 de julio evocando a la Virgen del Carmen patrona del Ejército de Chile.[1]​ Las cofradías peruanas y bolivianas se vieron afectadas por dicho proceso a partir de 1911, concediéndose al baile "El Chino", el más antiguo de los bailes chilenos de La Tirana (fundado en 1908), el derecho de sacar a la Virgen durante la procesión. Como fiesta hasta 1917 estuvo separada de las autoridades de la iglesia. Fue el entonces obispo José María Caro quien acercó los bailes al rito católico.

La construcción de la iglesia de la Virgen del Carmen en la plaza Arica de Iquique en 1933, trasladó las celebraciones del desierto a la costa dando origen a la Fiesta de "La Tirana Chica", la cual se realiza inmediatamente después de la Fiesta de La Tirana (llamada "La Tirana Grande").

Bailes

Bailarines en la Fiesta de La Tirana
"Morenos Humberto Gutiérrez Arica"

Durante la realización de esta ceremonia, se realizan diferentes tipos de bailes folclóricos de origen prehispánico, siendo uno de los más tradicionales los de las diabladas.

Algunos de los más importantes son:

  • Antawaras: Son danzas realizadas en punta de pie y con brazos levantados, originados en las ceremonias incaicas de culto al Sol, lo que explica el carácter invocativo de los brazos hacia el cielo. El hombre baila con ropa uniforme decorada, junto a un penacho de plumas en la cabeza de grandes dimensiones y un poncho delgado decorado. Las mujeres utilizan polleras, blusa decorada, sombrero de fieltro y zapatos bajos.
  • Chinos: Traídos desde el santuario de Andacollo, son de origen posthispánico. Posee una danza de expansión, caracterizada por sus brincos y sus ejercicios de equilibrio. Los chinos visten trajes color café carmelo especialmente bordados, junto a trozos de cuero amarrados a la cintura. La música se basa en instrumentos aerófonos monocorde y un tamboril. Aunque traidicionalmente es un baile masculino, en la actualidad existen algunas mujeres incorporadas
  • Chunchos: Baile mixto de origen boliviano, los bailarines describen círculos, con pasos y saltos largos. Éstos llevan una lanza de madera en la mano conectada a un cable tenso que permite percutir con la madera generando un sonido suave característico. Es acompañado con pitos, tamboriles y caja y en los últimos años han sido agregados instrumentos de percusión y bronces. Los vestidos, aunque son de colores uniformes, están ornamentados con plumas coloridas.
  • Diabladas: Su origen se remonta como auto sacramental traído desde España y que luego se fusionó con la cultura aymara. El baile corresponde a una descripción del origen del mal, de los demonios y su lucha contra las fuerzas del bien, lideradas por el arcángel Miguel. Los demonios tratan de tentar a una mujer (china supay) que representa a la humanidad, pero son detenidos por la intervención del arcángel. Los figurines personajes secundarios que son, en general, demonios menores, reyes morenos o animales simbólicos (como el cóndor o el quirquincho). El caporal principal corresponde al demonio mayor que representa a Luzbel. En el último tiempo, la figura poderosa del arcángel ha sido cambiada por la de una joven. Los demonios utilizan grandes máscaras profusamente ornamentadas con simbologías tradicionales del mal (como dragones y serpientes). Tras la derrota del mal, los demonios y sus esposas comienzan a honrar a la Virgen. Las diabladas son acompañadas por grandes bandas de instrumentos de bronce y una fuerte percusión.
  • Gitanos: Como lo dice su nombre, el baile evoca las tradiciones de los grupos gitanos, con vestimentas coloridas y donde destacan el uso de pañuelos (en el caso de los hombres, es utilizado extendido detrás de los hombros). Las mujeres acompañan la música con la utilización de panderetas. Por ser de origen no cristiano, no bailan en la plaza fente a la iglesia sino a un costado de ella.
  • Indios: Bailes originados bajo influencia del cine estadounidense. Los bailes imitan las representaciones de indígenas norteamericanos (como apaches, y sioux). La vestimenta se remite a largos tocados de plumas y cintillos y el uso de lanzas para marcar el compás de la música. En la noche se realizan grandes fogatas en torno a las cuales se danza.
  • Kalawallos: También de origen prehispánico andino, se semeja al trote. Los bailarines realizan pasos con rodilla alzada y punta de pie en danzas miméticas y corales. El hombre utiliza un pantalón de un solo color adornado con brillos y una pechera con una equis decorada en ésta. Además, portan un paraguas decorado. Las mujeres, en tanto, usan faldón y polleras más un sombrero de fieltro y camisas decoradas.
  • Kullacas: En quechua, "hermana mayor". Se remonta a las danzas ceremoniales de las Vírgenes del Sol del Imperio Inca. Este baile femenino consta de diversas mujeres que giran en torno a una gran vara. Cada bailarina lleva una cinta de color unida al extremo superior de la vara, por lo que a lo largo de la danza, las distintas cintas se trenzan en el poste.
  • Morenos: Bailes mixtos integrados a La Tirana en los años 1930. Semejante a los chinos, son danzas de expansión, brincos, rondas y formación de figuras. Su origen se remonta a los inmigrantes negros a Bolivia como esclavos, los que traspasaron esta costumbre a los mestizos. Son acompañados por matracas trasladadas por los propios bailarines y bronces.
  • Sambos caporales: Baile de origen boliviano con raíces afroportuguesas, que junto a las diabladas, son los más populares. Es una danza de expansión abierta que incluye saltos con rodilla alzada, patadas, giros, y gran destreza fisica por parte de los bailarines varones, . La danza de las mujeres es independiente. Corresponde a una sátira a los capataces de la industria azucarera, lo que explica la utilización de látigos, grandes botas, anchos sombreros doblados hacia arriba en un costado y de pitos para marcar los pasos y saltos.

La fiesta

Misa solmene en la Plaza de La Tirana

A la celebración asisten fieles provenientes de diversas partes de Chile, Perú y Bolivia.[2]​ Al arribar al pueblo, los peregrinos cantan con alegría, diversas canciones, como la siguiente entonada por fieles del norte de Chile:

Campos naturales, déjenos pasar,
porque tus nortinos vienen a bailar.
Abránse las calles, dénnos el camino,
porque ya llegamos a nuestro destino

Al llegar al pueblo, las hermandades religiosas danzantes inician sus homenajes, de a una a través de un saludo en el mismo lugar conocido como "El Calvario". Así, el protocolo religioso de la fiesta continúa en el templo, con los tradicionales cantos y danzas, saludos y procesiones. En el templo lo primero es el saludo a la ermita de la virgen. En forma individual o en grupos pequeños, los peregrinos realizan diversos sacrificios para cumplir con sus mandas o peticiones, siendo las más populares la de llegar al santuario arrastrándose o arrodillados.

Cuando el reloj marca la medianoche del día 16 de julio, estallan fuegos artificiales y la fiesta alcanza su punto máximo en música, danza y cantos para celebrar el cumpleaños de la Virgen. En la plaza, se celebra una misa con toda la población del lugar cantando El alba.

Notas

  1. a b González Miranda, Sergio (2006). «La presencia indígena en el enclave salitrero de Tarapacá. Una reflexión en torno a la fiesta de la Tirana». Instituto de Estudios Internacionales, Centro de Investigaciones del Hombre en el Desierto. Universidad Arturo Prat. Iquique: Chungará, Revista de Antropología Chilena. Consultado el 2007. 
  2. Presidenta Bachelet arriba a La Tirana y participará en misa a Virgen del Carmen

Véase también

Enlaces externos