Bautismo

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 16:58 27 ene 2016 por Gabriel Sozzi (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
El bautismo de Cristo (1568), panel derecho del Tríptico de Módena, obra de El Greco. Galería Estense, Módena.

El bautismo (romanización, bapto o baptizo; significado: ‘«lavar» o «sumergir»’)[1]​ es un rito de adopción y admisión al cristianismo casi invariablemente asociado con el uso de agua.

Para distintas iglesias cristianas tales como la católica, ortodoxa, anglicana y algunas protestantes, entre otras, el bautismo se considera un sacramento.[2]​ Para los anabaptistas y el fundamentalismo cristiano, por su parte, es considerado una «ordenanza de Cristo».[2]

Formas de administrar el bautismo

Bautismo por inmersión pentecostal.
Bautismo por ablución católico.

En general existen tres formas de administrar el bautismo:[cita requerida]

  • Bautismo por inmersión: era la forma primitiva generalizada, y pervive en la etimología de la propia palabra bautismo.
  • Bautismo por ablución o derramamiento: es la forma generalizada en el catolicismo.
  • Bautismo por aspersión: consiste en salpicar con agua. Esta es una forma utilizada sólo por aquellas iglesias que practican el bautismo por ablución, cuando por alguna razón no es posible hacer un derramamiento de agua.

El bautismo por inmersión se suele aplicar en iglesias protestantes, como las bautistas y evangélicas, además de en otras denominaciones cristianas, como La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días , los Testigos de Jehová y Iglesia adventista del séptimo día . También se practica en la iglesia ortodoxa y en menor medida dentro de la iglesia católica.[cita requerida]

A partir del Concilio de Nicea (325, d.C.), la ceremonia (acto) de la inmersión o ablución es obligatoriamente triple, y el rito (palabras) del bautismo propiamente dicho, se centra en la invocación de la Trinidad sobre la persona que ha de ser bautizada (candidato o bautizando), con variantes según el rito de cada Iglesia:

«Es bautizado el siervo de Dios (nombre...) en el nombre del Padre, Amén, y del Hijo, Amén, y del Espíritu Santo, Amén», como ejemplo del rito bizantino de la Iglesia ortodoxa y otras orientales.[3][4]

«(Nombre...), Yo te bautizo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.», es el ejemplo básico del cristianismo occidental y la Iglesia ortodoxa.[5]

Algunas Iglesias fundamentalistas acuden exclusivamente a los datos del Nuevo Testamento, y aplican el bautismo únicamente con la fórmula «En el nombre de Jesús». Este es un punto de discusión teológica que tiene que ver con el concepto de Dios Padre, de Cristo y del Espíritu Santo, que se tenga en cada denominación.

Teología del sacramento (católico)

Institución

La inmersión en agua se practicaba para la purificación legal. Los esenios practicaban este tipo de ablución purificadora que, para ellos, era también moral, como han podido demostrar sus piscinas rituales en Qumram.

Entre los fariseos del siglo I se extendió la costumbre de sumergir en agua a los prosélitos tras la circuncisión, rito que implicaba la capacidad del neófito para acceder a los sacrificios y participar en el culto del Templo.[6]

Juan el Bautista asumió este rito dándole el sentido de medio para la conversión (cf. Mc 1 4) y purificación del pecado. Esto implicaba que el templo ya no era el único lugar para la obtención de la expiación.

Tanto los escritores del Nuevo Testamento como algunos Padres de la Iglesia descubren en el Antiguo Testamento algunas figuras o prototipos del bautismo:

  • Las aguas sobre las que aleteaba el Espíritu Santo (cf. Gn 1:2)
  • El agua del arca de Noé (cf. 1 P 3:20-21)
  • La circuncisión (cf. Col 2:11-12)
  • El paso del Mar Rojo (cf. 1 Co 10:2)[7]
  • La curación del leproso Naamán por bañarse en el embalse Jordán (2 reyes 5:14)[8]

La Iglesia católica considera el bautismo que administraba Juan el Bautista como prefiguración inmediata de lo que considera un sacramento. Según el evangelio, el Bautista tenía conciencia de que el rito que realizaba era un anuncio del que vendría (cf. Mc 1 8). Jesús no sólo se sometió al bautismo de Juan, sino que también llamó «bautismo» a su pasión y muerte (Mc 10 38 y paralelos).

El Concilio de Trento declaró que el bautismo de Cristo era diverso del de Juan.[9][10]​Y en el decreto Lamentabili, el Santo Oficio aclaró que el sacramento del bautismo no se puede considerar como un rito evolucionado de los usados por las religiones antiguas o por el judaísmo.[11]

Desarrollo del rito

En el Nuevo Testamento se habla de una inmersión en el agua, acompañada de unas palabras y que requiere la fe del bautizando (cf. Hch 8 36-37). Sin embargo, hubo teólogos en los primeros siglos que negaron la necesidad del agua y/o del bautismo. Contra ellos escribió Ireneo en su obra 'Adversus Haereses' I:21[12]​) y Tertuliano en su obra 'De Baptismo'I[13]​). Pero la expresión más clara está en Agustín: «¿Qué es el bautismo? Es una ablución de agua con la palabra. Quita el agua y ya no hay bautismo» (Comentario al evangelio de Juan Tratado 15:4).[14]

En la Didaché (capítulo VII)[15]​ se habla de una celebración con inmersión en agua, pero también de un rito por el que se derramaba tres veces agua sobre la cabeza del neófito. Hipólito habla de una celebración que seguía al catecumenado y que tras oraciones, preguntas y exorcismos, sometía al candidato a una inmersión en el agua. Sin embargo, es difícil que incluso en la Iglesia primitiva sólo se hayan dado casos de bautismo por inmersión. Si según los Hechos de los apóstoles, tras la predicación de Pedro fueron tres mil las personas que se bautizaron resulta muy difícil pensar que todos se hayan arrojado al agua.

Según Cipriano, algunos enfermos eran bautizados seguramente por aspersión o infusión (echar agua sobre el que se bautiza, generalmente en la cabeza).[16]

Así con el paso del tiempo el bautismo por inmersión fue abandonado paulatinamente (debido a la costumbre de bautizar a los niños lo más pronto posible) y el de aspersión se usó muy poco dadas las dudas sobre la efectiva ablución. El Código de derecho canónico de 1983 indica que el bautismo se ha de administrar por inmersión o por infusión, de acuerdo con las normas establecidas por cada Conferencia episcopal (cf. núm. 854).[17]

Elementos teológicos

Aunque la terminología, distinguiendo la materia y la forma del sacramento, ha sido abandonada por el Catecismo de Juan Pablo II, todavía resulta útil para describir los diversos elementos que concurren para la validez del sacramento:

Materia

La materia remota del sacramento del bautismo es el agua verdadera y natural, y lo mismo da si es fría o caliente.[18]​ Simboliza la regeneración a la vida espiritual porque es el principio de la vida natural. Indica purificación y vida nueva. El agua usada en la celebración del sacramento ha de estar bendita o bendecirse durante el rito. La materia próxima con tres modalidades que son consideradas válidas: la inmersión, el derramamiento y la aspersión.[19]

Forma

En Occidente la forma es «Yo te bautizo en el nombre...». En Oriente en cambio y queriendo subrayar la eficacia del sacramento independiente del ministro se usa: «El siervo de Dios, es bautizado...». También se discutió si era necesaria la mención a la Trinidad o bastaba bautizar en nombre del Señor Jesús. El Concilio de Florencia de 1439 al igual que el Concilio de Trento declaró la necesidad de la fórmula trinitaria, teniendo en cuenta las palabras de Jesús: «... Y bautícenlos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo».

Es de notar que en épocas recientes se han visto dentro de la Iglesia católica clérigos que innovaron con otras formas bautismales y que han llegado a poner en duda la validez con la que el sacramento fue administrado. Un caso reciente se observó con la Declaración de la Congregación para la doctrina de la fe del 1 de febrero del año 2008 en el que se declaró que los bautismos administrados bajo la fórmula «I baptize you in the name of the Creator, and of the Redeemer, and of the Sanctifier» (Te bautizo en el nombre del Creador, y del Redentor, y del Santificador) y «I baptize you in the name of the Creator, and of the Liberator, and of the Sustainer» (Te bautizo en el nombre del Creador, y del Liberador, y del Sustentador) son absolutamente inválidas y que en esos casos debe administrarse el sacramento con la fórmula trinitaria tradicional.[20]

Es responsabilidad de los padres, de los padrinos y del ministro que se imponga al bautizando un nombre propio del sentir cristiano.

Ministro

En cuanto al ministro del sacramento, se considera ministro ordinario el obispo, el presbítero y el diácono. Si el ministro ordinario estuviera impedido por algún motivo, el catequista u otro destinado para esta función puede administrarlo. Ahora bien, en caso de necesidad, cualquier persona puede hacerlo, siempre que con este rito quiera cumplir lo que desea la Iglesia a través de él.[21]​ El código de derecho canónico recomienda que el párroco ofrezca al obispo la posibilidad de bautizar a los adultos mayores de catorce años.[22]

Sujeto

Cualquier persona puede acceder al bautismo. En caso de ser un adulto, éste debe manifestar su deseo de recibir el bautismo y haberse instruido previamente acerca de la fe cristiana y de las obligaciones que contrae, mediante un período de catecumenado.[23]

El bautismo de niños es una práctica muy antigua en la Iglesia católica y está confirmada textualmente en escritos del siglo II en adelante de autores tales como Ireneo de Lyon,[24]​ Ireneo de Lyon,[25]​Orígenes,[26][27]​ Hipólito de Roma,[28]​ Cipriano de Cartago,[29]​ Gregorio Nacianceno,[30]​ Juan Crisóstomo,[31]​ Basilio el Grande[32]​ y san Agustín de Hipona.[33]​ Quienes lo cuestionan también suelen cuestionar la teología del pecado original. Ahora bien, no se suele permitir el bautismo de niños que son hijos de no cristianos a menos que estos lo soliciten o que el niño se encuentre en peligro de muerte. El código de derecho canónico de 1983 (canon 868) indica además las siguientes condiciones para el bautizo de niños:

  • El consentimiento de los padres o al menos de uno de ellos (o de quienes hacen las veces de padres)
  • La esperanza fundada de que el bautizando será educado en la religión católica. Si esto no se da, ha de diferirse explicando la dificultad a los padres.[34]

Padrinos

Normalmente se da un padrino al bautizado quien de alguna manera presenta al candidato y se compromete a la educación cristiana del mismo. Pueden ser un solo padrino o una sola madrina, o uno y una. La edad mínima para ser padrino es de 16 años. Ha de ser católico y haber recibido los sacramentos de primera comunión y confirmación. El padrino o la madrina deben cumplir los roles de tutores en caso de que los padres del bautizado fallezcan o no puedan atenderlo.[35]

Efectos

Los efectos del sacramento según la teología católica son: el perdón de los pecados (se perdona el pecado original, todos los pecados personales y las penas temporales que merezca por ellos), la unión con Cristo dada por el carácter sacramental, el don del Espíritu Santo, el ser hijo adoptivo de Dios Padre, el integrarlo como miembro de la Iglesia.[36]

A efectos prácticos, el bautismo y más concretamente, la partida de bautismo, adscribe al bautizado a la Iglesia Católica.

Teología del rito de iniciación (en la Reforma)

Bautismo en una Iglesia luterana en Brasil.

La Reforma involucró una idea distinta de sacramento (dado que para Lutero y sus seguidores estos no producen eficazmente la gracia). De ahí que las denominaciones dependientes de ella se fueran alejando progresivamente de la práctica del bautismo de niños y fueran dando progresiva importancia a la celebración como rito de iniciación. Se dan las siguientes reflexiones dentro de la Reforma:

  • Martín Lutero (Wittenberg, Alemania, 1520): El Bautismo efectúa perdón de los pecados, redime de la muerte y del mal, da la salvación eterna y la gracia divina. Lutero mantiene el bautismo infantil: «Enseñamos también que se deben bautizar los niños y que por este Bautismo son ofrecidos a Dios y reciben la gracia de Dios». La salvación estaría en la Palabra de Dios que está en el agua y unida a ella.[37]
  • Ulrico Zuinglio (Zúrich, Suiza, 1523): rechaza el bautismo para alcanzar la salvación. La salvación se da antes del bautismo, el cual es sólo un símbolo.[38]
  • Juan Calvino (Ginebra, Suiza, 1564): rechaza el bautismo de Zuinglio y el de Martín Lutero. El bautismo es medio normal de la salvación, pero no es necesario. La fe es más importante que el bautismo[cita requerida]
  • Anabaptistas (Zúrich, Suiza, 1525): con ideas de Zuinglio. Rebautizaban a la gente por derramamiento de agua como símbolo externo de una salvación previamente recibida por la fe y se oponían al bautismo infantil, aplicándolo solamente a los adultos.[39][40]

Desde 1608, surgen denominaciones cristianas provenientes de la Reforma que subrayan de manera especial el bautismo. Estas son las Iglesias llamadas bautistas. Las únicas denominaciones protestantes que mantienen el bautismo infantil son la luterana, la calvinista, la presbiteriana, la anglicana, la metodista, la morava, la iglesia Unida de Cristo, la iglesia del Nazareno y la iglesia de la Comunidad Metropolitana, las demás hacen el bautismo de adultos.

Bautismo en el nombre de Jesús o en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo

Desde antiguo, se destaca la controversia entre la Iglesia católica, y los creyentes de la unicidad de Dios, con relación a la invocación del nombre de Jesús en el bautismo.

Baño Bautismal

Los creyentes en la unicidad de Dios confiesan que la Iglesia primitiva, siempre administró el bautismo a los creyentes bajo la fórmula "en el nombre de Jesucristo" o "en el nombre del Señor Jesús", pero este modelo inicial fue cambiado gradualmente a la fórmula "en el nombre Padre, Hijo, y Espíritu Santo".

Por su parte, la Iglesia Católica afirma que Cristo ordenó a sus Discípulos bautizar bajo la forma "en el nombre del Padre, Hijo, y Espíritu Santo" (Mateo 28:19). En la opinión de varios teólogos católicos el uso de los términos "en el nombre del Señor Jesús" o "en el nombre de Jesucristo", se refieren al bautismo en la fe enseñado por Cristo, empleados para distinguir el bautismo cristiano de aquel de Juan el Precursor (Mateo 3:11).

Lo cierto es que algunos cristianos en Efesios declararon que nunca habían oído hablar el Espíritu Santo, el Apóstol entonces les pregunta: "¿En quién han sido bautizados?" a los que ellos responden "En el bautismo de Juan" y mandó bautizarlos en el nombre del Señor Jesús. (Hechos 19:2-5) Este texto ciertamente parece declarar que San Pablo dio por hecho que los Efesios debían haber escuchado el nombre del Espíritu Santo cuando la fórmula sacramental del bautismo fue pronunciada sobre ellos.[41]

La iglesia Católica siempre etiquetó el bautismo con la fórmula "en el nombre del Señor Jesús" o "en el nombre de Jesucristo", como el bautismo realizado por los "herejes".[cita requerida] Finalmente, en el Concilio de Florencia de 1439, se declaró la necesidad de la fórmula trinitaria.

Otros sentidos

En el lenguaje corriente

Como en la ceremonia del bautismo se escoge el nombre del niño, el concepto de «bautizar» o de «bautismo» ha tomado por extensión el sentido de poner nombre a algo.[42]​ De esta manera, se puede hablar, por ejemplo, de bautizar un barco o un edificio. Asimismo, puede referirse a «una primera vez», por ejemplo, la primera vez que se entra en combate (bautismo de fuego) o la primera herida que se recibe en combate (bautismo de sangre).[43]

Bautismo civil

En algunos países existe una ceremonia civil de bienvenida al recién nacido conocida con varios nombres tales como acogimiento civil,[44]​ apadrinamiento civil,[45]​ bautismo civil,[44][46]​ ceremonia civil de imposición de nombre,[46]​ o bautismo republicano[44]​ (este último por haber sido instaurado en Francia poco después de la Revolución Francesa).

Se trata de una alternativa laica al sacramento católico tradicional, y como tal está despojada de cualquier matiz religioso.[47]

Véase también

Referencias

  1. Enciclopedia católica online
  2. a b González, Justo L. (2011). Diccionario manual de Teología. Viladecavalls: Editorial Clie. p. 264. ISBN 978-84-8267-482-7. Consultado el 12 de mayo de 2015. «Las Iglesias Orientales también estaban presentes en aquel concilio (Concilio de Florencia de 1439), y ellas también cuentan los sacramentos como estos siete. La Reforma Protestante en general reservó el título de sacramento para la eucaristía y el bautismo, porque se puede mostrar que estos dos fueron instituídos por Cristo. Los otros fueron generalmente conservados como ritos de la iglesia. La Iglesia de Inglaterra ofrece la lista tradicional de siete (sacramentos), pero declara al mismo tiempo que el bautismo y la eucaristía son los dos sacramentos “principales”. Algunos de los elementos más radicales dentro del protestantismo rechararon el término mismo de “sacramento”, que les parecía “papista”, y prefirieron referirse a las “ordenanzas de Cristo”». 
  3. http://www.preguntasantoral.es/tag/rito-bizantino/
  4. http://ec.aciprensa.com/wiki/Rito_de_Constantinopla
  5. Catecismo de la Iglesia Católica #1240
  6. Libro "Vocabulario de teología bíblica": Bautismo. Xavier Leon-Dufour (1912-2007). Edición original: "Vocabulaire de théologie biblique", Paris, Editions du Cerf, 1962. Edición española: ISBN: 9788425408090 (Ed. Herder - 2001).
  7. Catecismo de la Iglesia Católica numeral 1218-1222
  8. Ireneo fragmento 34. http://www.newadvent.org/fathers/0134.htm
  9. Cánones sobre el Bautismo http://www.intratext.com/IXT/ESL0057/_PG.HTM
  10. Manual de teología dogmática Ludwig Ott Ed. Herder, 1986
  11. Decreto del Santo Oficio: Lamentabili Sane Exitu, publicado el 3 de julio de 1907 con la aprobación del Papa Pío X
  12. Adversus Haereses. Contra los Herejes I,21 http://www.newadvent.org/fathers/0103121.htm
  13. De Baptismo I http://www.newadvent.org/fathers/0321.htm
  14. Comentario al evangelio de Juan Tratado 15:4 http://www.augustinus.it/spagnolo/commento_vsg/indice.htm
  15. Didaché http://www.corazones.org/doc/didache.htm
  16. Epístola 69 http://www.newadvent.org/fathers/050669.htm
  17. Código de Derecho Canónico 854http://www.vatican.va/archive/ESL0020/_P2T.HTM
  18. Concilio de Ferrara - Florencia. Años 1438-1442 [De la Bula Exultate Deo, de 22 de noviembre de 1439]
  19. Enciclopedia Católica:Bautismo http://ec.aciprensa.com/wiki/Bautismo#MATERIA_Y_FORMA_DEL_SACRAMENTO
  20. Noticia referente http://www.catholicnews.com/data/stories/cns/0801159.htm
  21. Catecismo de la Iglesia Católica #1256
  22. Código de Derecho Canónico canon 863. http://www.vatican.va/archive/ESL0020/_P2U.HTM
  23. Canon Derecho Canónico 864-866; Catecismo de la Iglesia Católica 1247-1249
  24. "Fragmentos 34". New Advent Encyclopedia; Early Church Fathers (en inglés)
  25. Contra las herejías 2: 22,4 http://www.newadvent.org/fathers/0103222.htm (en inglés)
  26. Orígenes In Rom. Com. 5,9: EH 249 Johannes Quasten, Patrología I, Biblioteca de Autores Cristianos 206, Quita Edición, Madrid 1995, pág. 395
  27. Orígenes, In Luc. hom. 14, 1.5 Enrique Contreras, El Bautismo, Selección de textos patrísticos, Editorial Patria Grande, Segunda Reimpresión, Buenos Aires 2005, pág. 41; Orígenes, In Luc. hom. 33, 5 Ibid pág. 43; Orígenes, In Lev. Hom. 8,3 Johannes Quasten, Patrología I, Biblioteca de Autores Cristianos 206, Quita Edición, Madrid 1995, pág. 394
  28. Hipólito, Tradición apostólica 20,21 Enrique Contreras, El Bautismo, Selección de textos patrísticos, Editorial Patria Grande, Segunda Reimpresión, Buenos Aires 2005, págs. 45,47
  29. "The Epistles of Cyprian" Epístola 58 http://www.ccel.org/print/schaff/anf05/iv.iv.lviii
  30. Gregorio Nacianceno, Sermón 40,11-17 (sobre el santo bautismo) Carlos Etchevarne, El bautismo según los padres griegos, Adaptación Pedagógica:,Bach. Teol., pág. 14, 16-17 Early Church Fathers, http://www.ccel.org/print/schaff/npnf207/iii.xxiii New Advent Encyclopedia, http://www.newadvent.org/fathers/310240.htm
  31. Juan Crisóstomo, Sermón a los neófitos, 1 Carlos Etchevarne, El bautismo según los padres griegos, Adaptación Pedagógica:,Bach. Teol., pág. 57
  32. Basilio el Grande, Protríptico del Santo Bautismo, 1 Ibid pág. 4
  33. Agustín de Hipona, El Matrimonio y la concupiscencia, Libro I, XVIII, 20 Obras completas de San Agustín, Tomo XXXV, Biblioteca de Autores Cristianos 457, Madrid 1984, pág. 272-273; Agustín de Hipona, El Matrimonio y la concupiscencia, Libro I, XX, 22 Ibid pág. 276; Agustín de Hipona, El Matrimonio y la concupiscencia, Libro II, XI, 24 Ibid pág. 332
  34. Código de Derecho Canónico de 1983 (canon 868) http://www.vatican.va/archive/ESL0020/__P2V.HTM
  35. Código de Derecho Canónico 872-874 http://www.vatican.va/archive/ESL0020/__P2W.HTM
  36. Catecismo de la Iglesia Católica #1279
  37. Catecismo Menor de Martín Lutero, 1527
  38. Cross, Frank Leslie; Elizabeth A. Livingstone (2005). "Baptism". The Oxford Dictionary of the Christian Church. Oxford: Oxford University Press. pp. 151–154. ISBN 0-19-280290-9. OCLC 58998735
  39. Anabaptistas, en ERC, 1, 586-587; U. Gastaldi, Storia dell'anabattismo, Turin 1982.
  40. Harper, Douglas (2010) [2001], "Anabaptist", Online Etymological Dictionary. http://www.etymonline.com/index.php?term=Anabaptist (consultado el 26 de febrero de 2015)
  41. Enciclopedia Católica Online: Bautismo http://ec.aciprensa.com/wiki/Bautismo#MATERIA_Y_FORMA_DEL_SACRAMENTO (Léase la parte de forma del sacramento
  42. Real Academia Española. «bautizar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  43. Real Academia Española. «bautismo». Diccionario de la lengua española (23.ª edición). 
  44. a b c Ingenio instaura el ´bautismo civil´ para dar acogimiento social a los recién nacidos, La Provincia, 25 de abril de 2008
  45. Clos bautizará, La Vanguardia, 27 de octubre de 2000
  46. a b Bienvenida democrática al bebé, El País, 25 de febrero de 2007
  47. El bautismo civil. Ceremonia de imposición de nombre. Carta de ciudadanía., Protocolo.org, 20 de junio de 2010

Bibliografía

  • F. Montanari, Vocabolario della lingua greca.
  • K. Becker, Storia generale del battesimo. Editorial de la Universidad Gregoriana. 1980.
  • P. Haffner, Bautismo y confirmación. Editorial Nueva Evangelización. 1999.
  • P. Poupard, Diccionario de las religiones. Editorial Herder. 1987. ISBN 84-254-1547-0.

Enlaces externos