Usuario:Anaïs Escuela/Taller

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Efecto Boomerang:[editar]

Índice:[editar]

Justificación de la selección[editar]

Concepto: Efecto Boomerang (Biogeografía)[editar]

Definición[editar]

Origen del término[editar]

Ejemplos históricos[editar]

Causas/Motivos[editar]

Consecuencias ecológicas[editar]

Principios fundamentales (metodología)[editar]

Áreas geográficas[editar]

Referencias/Material de Apoyo[editar]

Discusión[editar]

Justificación[editar]

En principio encontramos el término "efecto boomerang" intrigante debido a su relevancia en la biogeografía.

Además, teniendo en cuenta que no está explicado en la Wikipedia en ningún idioma y aún así está mencionado por múltiples artículos, nos pareció interesante y motivador tomar la iniciativa de encargarnos de abordar este término.

En primera instancia, nos pareció de lo más curioso, por como suena, por su sentido y por cómo afecta a nuestras islas. Muchas veces tenemos la idea preconcebida de que todo funciona de una manera concreta y nos quedamos con visiones deterministas, sin entender que el ecosistema es dinámico. Sobre todo el nuestro, el ecosistema canario. Las especies vienen y van, son susceptibles a cambios minúsculos en sus hábitats o climas, a competir por recursos con otras especies, tienden a aislarse y/o morir.

La biogeografía permite reconstruir, gracias a la genética, mapas de distribución que antes habrían sido impensables. Lo que permite mirar el pasado, entender el presente y predecir el futuro. Dejándonos entrever los problemas que, nosotros como especie, causamos: el cambio climático acelerado, dispersión artificial de especies o el cambio de estacionalidad por las altas temperaturas.

Todo esto lo vemos reflejado en nuestro concepto de estudio, el “efecto boomerang". Un interrogante para muchas áreas geográficas alrededor del mundo, para nosotros y sobre todo para nuestro futuro. Ya que estamos tratando de formar las piezas de un puzzle que está muy lejos de estar completo y tenemos unas pocas piezas. Sin embargo, con lo poco que sabemos podemos encontrar más pistas para inferir la realidad de ecosistemas, climas y fenómenos de hace miles de millones de años. Nos damos cuenta que hay una “idea” de este término en los artículos, pero queda mucho más por estudiar e investigar.

El “efecto boomerang” se suele entender como un concepto negativo desde el punto de vista ecológico. Pero, ¿Qué es lo que nos queda? Nos queda estudiar, aprender y analizar lo antes que podamos efectos como este para saber qué hacer, cómo actuar y ver si hay cambios ecológicos debido a eso.

Concepto: Efecto Boomerang (Biogeografía)[editar]

Definición:[editar]

En el ámbito de la biogeografía, el "efecto boomerang" o también denominado “retrocolonización” es el fenómeno en el que una especie que se originó en un área geográfica específica, generalmente un continente, se dispersó y diversificó en las islas. Luego de un periodo de tiempo, la especie diversificada regresa a su área de origen debido a factores biológicos y ambientales.[1]

De forma más esquemática, puede definirse como un evento fundador bidireccional, con una ida y una vuelta; donde los propágulos de una población original (A) generan una población nueva (B). Con el paso del tiempo, esta población nueva (B) actúa como donante, en el área donde se encontraba inicialmente la población A .[1]

Este retorno es poco usual, ya que los patrones de colonización basados en reglas de progresión desde masas de tierra más antiguas a masas más jóvenes son mucho más comunes. Aunque la evidencia de una recolonización dentro de los archipiélagos y entre archipiélagos y continentes se ha ido acumulando gradualmente.[2]

Este proceso se ve afectado por cambios en el clima, alteraciones en el hábitat, competencia con otras especies o eventos de extinción en las áreas colonizadas.[2] Es por ello de relevante importancia a causa de sus implicaciones para la diversidad biológica y la distribución de especies de un ecosistema. De este modo, el “efecto boomerang” influye en la composición de las comunidades biológicas de diferentes regiones geográficas. Así como, en la capacidad de las especies para adaptarse a los cambios ambientales a largo plazo.[3] [4] [5]

Origen del término:[editar]

El término fue acuñado por primera vez en 2004 por Juli Caujapé-Castells, director del Jardín Botánico Canario “Viera y Clavijo” y doctor en Biología por el Departamento de Genética de la Universidad de Barcelona (1995). Posee una tesis sobre la diversidad genética y conservación de las especies del género Androcymbium (Colchicaceae) en el hemisferio Norte de África. Además, también es especialista post-doctoral en filogenia molecular por el Departamento de Biología Integrativa e Instituto de Biología Molecular y Celular de la Universidad de Texas en Austin, USA (1996-1999).[6]

Juli Caujapé-Castells introdujo el concepto de “efecto boomerang” en su investigación sobre Androcymbium. En este estudio investigaron las conexiones filogeográficas entre las dos especies canarias de Androcymbium psammophilum y Androcymbium hierrense y su pariente vivo más cercano africano, Androcymbium wyssianum. Se utilizaron datos de fragmentos de restricción de longitud polimórfica (RFLPs) de ADN cloroplástico (cpDNA) de 29 poblaciones que representan la distribución del género en el norte del continente africano.[1]

Islas Canarias vista desde satélite

Las relaciones obtenidas sugieren que A. psammophilum y A. hierrense tienen origen en un único evento de colonización desde el continente hacia las islas. Sin embargo, el origen de A. wyssianum se duda si fue en las Islas Canarias o en el continente. El origen continental podría explicarse mediante un ancestro que sobrevivió refugiado durante las glaciaciones, pero hay dos puntos clave que indican que A. wyssianum tiene un origen canario: Androcymbium en canarias es el doble de antigua que A. wyssianum y la distribución geográfica de las poblaciones en África sugiere una colonización del oeste donde se encuentran las islas, al este donde está el continente.[1]

La hipótesis de Androcymbium concuerda con las evidencias  publicadas para otros géneros como Aeonium (Crassulaceae) y Tolpis (Asteraceae). En la cual, sugieren que las Islas Canarias podrían no solo haber actuado como receptores, conservadores y potenciadores de parte de la biodiversidad continental; sino también haber devuelto parte de esta biodiversidad al continente.[7] [8]

Por tanto, la hipótesis de origen canario de la especie continental A. wyssianum sugiere un "efecto boomerang". Donde un linaje, como es el ancestro común de las especies canarias de Androcymbium, habría dejado un área climáticamente deteriorada, en este caso el continente africano durante el Plioceno. Para establecerse en un refugio climático, las Islas Canarias, desde donde una posterior colonización habría vuelto al área continental original cuando las condiciones climáticas mejoraron. [1]

Ejemplos históricos:[editar]

Hoy en día conocemos muchos boomerangs desde la Macaronesia hasta África y Europa, pero también en otros lugares, que han aparecido en múltiples taxones.[9]

El primer relato explícito de un evento de retrocolonización de isla al continente es el que explican el botánico y fitogeógrafo británico Joseph Dalton Hooker junto con el botánico irlandés John Ball en su publicación en 1878 del libro “Journal of a tour in Marocco and the Great Atlas” en el apéndice titulado “Sobre la flora canaria comparada con la de Marruecos”. En este relato, ellos explican respecto a la diversidad entre la flora marroquí y canaria. Aunque Marruecos alberga 1,627 especies de plantas con flores, de las cuales 165 son endémicas, sólo 15 especies están restringidas a Marruecos y a las Islas Canarias o Madeira.[10] [11]

Algunas de estas especies son Helianthemum canariense, Polycarpaea nivea, Tetraena fontanesii, Chamaecytisus albidus, Ononis angustissima, etc. La mayoría son especies canarias que también se encuentran en la región costera del sur de Marruecos, y una sola (Astrágalo solandri) es común en Madeira y el oeste de Marruecos.[2]

Dactylis

Asimismo, tuvieron que pasar más de cien años para demostrar la retrocolonización de la Macaronesia hacia el norte de África. Este periodo de tiempo se debió a la necesidad del desarrollo de herramientas moleculares que permitieran reconstruir líneas filogenias sólidas para confirmar este fenómeno.[9]

Es así que tras 124 años, describieron por primera vez para el género macaronésico, Aeonium (Crassulaceae), que colonizó Canarias hace 15 millones de años, la existencia de dos bumeranes en el norte de África (A. korneliuslemsii en Marruecos y A. leucoblepharum en Yemen, Etiopía, Somalia, Kenia y Uganda) (Figura 4).[9]

Actualmente, se han identificado numerosos géneros macaronésicos, los cuales se hipotetiza que han dado origen a bumeranes. Estos fenómenos acontecen tanto en géneros vegetales como Andryala, Convolvulus, Dactylis o Euphorbia, entre otros.[4] Así como géneros animales, entre ellos los géneros Regulus, Erythacus y Fringilla.[12]

Causas/Motivos:[editar]

El “efecto boomerang” se debe a un conjunto de factores, los cuales se pueden agrupar en:

Cambios climáticos y glaciaciones:[editar]

Durante períodos de cambios climáticos significativos, como las glaciaciones del Pleistoceno, las temperaturas más frías pueden llevar a la expansión de los glaciares y la disminución del nivel del mar. Lo que crea nuevos corredores terrestres y aumenta la conectividad entre regiones geográficas. Como resultado, algunas especies pueden aprovechar estas oportunidades para expandir su rango de distribución hacia nuevas áreas. Sin embargo, a medida que el clima cambia nuevamente y las condiciones se vuelven menos favorables, estas especies pueden retroceder hacia su área de origen, dando lugar al “efecto boomerang”.[4] [13]

Los datos geológicos y climáticos indican que la Macaronesia insular, que incluye los archipiélagos de Canarias, Madeira y Azores, experimentó cambios significativos durante el Pleistoceno y el Holoceno. Los montes submarinos que conectan estas islas con Iberia, ya estaban presentes cuando se formaron las islas más antiguas. Incluso, se sugiere que fue durante el último máximo glacial del Cuaternario, hace unos 20.000 millones de años, lo que pudo facilitar la migración de la biodiversidad entre Canarias, el Mediterráneo y la Península Ibérica.[4]

Además, diferentes mecanismos de dispersión podrían haber facilitado la colonización entre los diferentes archipiélagos durante los ciclos de glaciación. Se infiere que la dispersión hacia Madeira ocurrió entre finales del Plioceno y el Pleistoceno, aproximadamente entre 3 y 0.3 millones de años atrás, coincidiendo con el inicio del primer ciclo de glaciación. Esto implica que las condiciones climáticas y geológicas influyeron en la distribución de la biodiversidad en la región durante períodos de cambio climático.[13]

De esta forma, entendemos que un posible cambio climático, pueda causar tanto la colonización de una especie, como su colonización inversa. Esto es debido a que se ve favorecido por el ambiente actual de dicho lugar de retrocolonización, el cual es más adaptado a dicha especie debido al cambio supuesto.[4] [13]

Alteraciones en el hábitat:[editar]

Deforestación

Las alteraciones de los hábitats afectan la distribución y movilidad de las especies. Estas alteraciones son causadas esencialmente por actividades humanas que provocan la fragmentación de los hábitats y por tanto ejercen una presión sobre los ecosistemas naturales.[14]

Entre las actividades humanas que tienen un gran impacto en los ecosistemas destacan la deforestación, la urbanización y la agricultura intensiva. Estas actividades contribuyen a la destrucción de hábitats naturales para usos principalmente económicos y sociales, lo cual conlleva la destrucción de bosques para recolecta de madera, la posterior construcción de bienes inmuebles o creación de campos de cultivo.[5]

Estas alteraciones provocan que determinadas especies se vean en la necesidad de migrar hacia otros hábitats no alterados para sobrevivir. Es decir, la alteración del hábitat puede desencadenar una serie de impactos indirectos en la distribución y movilidad de las especies, ocasionando que estas puedan llevar a cabo eventos de retrocolonización.[5]

Competencia con otras especies:[editar]

La competencia entre especies se centra en cómo interactúan entre sí dos o más especies que compiten por los mismos recursos en un hábitat común. La competencia afecta a la distribución y abundancia de las especies involucradas en un ecosistema.[2]

El "efecto boomerang" es un fenómeno en el que una especie invasora proveniente del continente, que había sido exitosa en un nuevo entorno, experimenta una disminución en su abundancia.[3] Esto es debido a la competencia con las especies nativas de la zona, obligando a dicha especie a realizar una colonización inversa. Es decir, devolverla al hábitat de origen, normalmente en el continente.[2]

En una primera instancia, la especie invasora tiene ventaja sobre las nativas. Las especies invasoras pueden ser una amenaza de asentamiento cuando poseen mayor tasa de reproducción, una ausencia de depredadores, generan enfermedades en el nuevo hábitat, así como la capacidad de utilizar eficientemente recursos no aprovechados por las especies nativas.[3]

Esta competencia por recursos limitados puede afectar la capacidad de una especie para persistir en esas áreas a largo plazo. En algunos casos, las especies pueden retroceder hacia sus áreas de origen donde enfrentan menos competencia y encuentran un nicho ecológico más adecuado.[15]

La especie invasora, procedente del continente, puede experimentar un rápido aumento en su población y ocupar un nicho ecológico que antes estaba vacante u ocupado por otras especies con menor eficacia competitiva.[3]

Sin embargo, las especies desarrollan estrategias frente a la invasión externa. Esto puede incluir cambios en el comportamiento, adaptaciones fisiológicas o evolutivas. Todos estos cambios conllevan a minimizar la competencia con la especie invasora, desplazándola.[3]

Eventos de extinción:[editar]

Contaminación

Los eventos de extinción son períodos en la historia de la Tierra en los que un número significativo de especies desaparecen de forma permanente del registro fósil y del entorno natural. Estos eventos pueden ser causados por una variedad de factores, incluyendo cambios climáticos drásticos, actividad volcánica, impactos de asteroides, cambios en los niveles del mar, enfermedades, competencia con otras especies, y en tiempos modernos, influencia humana como la destrucción del hábitat y la contaminación. [16]

En respuesta a estos eventos de extinción, las especies pueden retirarse hacia áreas geográficas donde encuentran condiciones más favorables para su supervivencia. Estas áreas pueden incluir zonas que están menos afectadas y actúan como refugios climáticos o áreas con recursos abundantes.[16]

Consecuencias ecológicas:[editar]

El “efecto boomerang” es relevante en el ámbito biogeográfico, donde los cambios en la distribución de especies y en los ecosistemas pueden tener consecuencias significativas:

Invasiones biológicas:[editar]

Las especies introducidas en un nuevo entorno pueden convertirse en invasoras y desplazar a las especies nativas, alterando así la composición y la estructura de los ecosistemas. Estas invasiones pueden tener efectos cascada en la biodiversidad y en los servicios ecosistémicos.[2]

Fragmentación del hábitat

Alteración de los patrones de migración y dispersión:[editar]

Las acciones humanas como la deforestación, la fragmentación del hábitat y el cambio climático pueden modificar los patrones de migración y dispersión de las especies, afectando sus poblaciones y su capacidad para colonizar nuevos hábitats.[14]

Cambios en la distribución de especies:[editar]

El cambio climático y otras actividades humanas pueden desplazar los rangos de distribución de las especies, llevándolas a colonizar nuevos hábitats o retirarse de áreas de origen[1]. Esto puede alterar las interacciones biológicas y afectar la estructura y la función de los ecosistemas.[2]

Pérdida de hábitats y servicios ecosistémicos:[editar]

La conversión de hábitats naturales para uso humano, como la agricultura, la urbanización o la extracción de recursos naturales. Estos actos pueden llevar a la pérdida de hábitats críticos y a la disminución de la polinización, la regulación del clima y la purificación del agua.[3]

Extinciones locales y regionales:[editar]

El “efecto boomerang” puede contribuir a generar extinciones, especialmente  de especies nativas de poca distribución o sensibles a los cambios ambientales[17]. Estas extinciones pueden tener consecuencias a largo plazo en la biodiversidad y en la estabilidad de los ecosistemas.[1]

Metodología[editar]

Para que el “efecto boomerang” tenga rigor científico debe presentar argumentos basados en una metodología adecuada como es:

Métodos de dispersión:[editar]

El “efecto boomerang” puede producirse tanto en plantas como animales, aunque de manera general es más común y sencillo de argumentar el estudiar en el ámbito vegetal. Para que estos eventos de retrocolonización sean posibles, las especies deben disponer de la capacidad de dispersarse. La dispersión hace referencia a la acción de esparcir y diseminar, las distintas modalidades de dispersión fueron detalladas en la obra de Holmberger, “Theory on the dispersal of plants over the world (1785), en donde se describieron los principales tipos de dispersión que se aceptan actualmente.[18]

Los tipos se basan en agentes dispersantes como es el aire, el agua o los animales. Cada tipo de dispersión tiene su nombre específico, de tal manera que la dispersión por el aire se denomina anemocoria, por el agua es hidrocoria y por los animales zoocoria. Dentro de la zoocoria se puede especificar el tipo de animal dispersante cambiando el prefijo, es así que para aves sería ornitocoria, para peces sería ictiocoria y para reptiles, saurocoria.[18]

Método biomolecular:[editar]

Los métodos biomoleculares nos permiten conocer las relaciones filogenéticas presentes entre especies para comprobar si estas han pasado por medio de procesos de retrocolonización. Las técnicas empleadas para ello comprenden de manera general los siguientes pasos:

Extracción, amplificación y secuenciación de ADN de las especies de interés:[editar]

Estudios previos han indicado que las secuencias de la región nuclear espaciadora transcrito interno (ITS)[19][20] y varias regiones del genoma del cloroplasto son de gran utilidad para la reconstrucción de la filogenia y para resolver relaciones entre taxones de origen relativamente reciente.[21][22]

Análisis filogenéticos y congruencia:[editar]

Se realizan análisis filogenéticos separados para los datos ITS y cpDNA. Luego los resultados de estos análisis se comparan para evaluar casos de ubicaciones alternativas de taxones, es decir, incongruencias[9]. El concepto de congruencia nos indica que existe una relación lógica entre los análisis filogenéticos realizados.

Los análisis realizados deben comprobar la evolución de las especies:[editar]

Para ello se realizan análisis estadísticos para comprobar si las tasas de evolución del ADN del cloroplasto y/o de la región ITS presentan diferencias significativas.[1][9]

Método biogeográfico:[editar]

Representación de mapa BIogeográfico

En la actualidad los métodos de análisis biogeográfico incorporan la corología y la panbiogeografía, que son las responsables de abarcar información del pasado. Entendiendo las etapas anteriores de la vida en la Tierra para identificar tendencias y patrones.[4]

Los análisis biogeográficos recopilan la información de la biodiversidad y el clima en épocas terrestres que duraron millones de años. Estos datos se analizan y categorizan los cambios para inferir patrones, entender la actualidad y predecir el futuro.[4]

Además, los métodos biogeográficos atienden a factores externos. Estos factores incluyen el efecto antrópico en amplitud de campos como la agricultura, ganadería y pesca. Estas actividades afectan directamente a la ecología de zonas concretas.[23]

Otras actividades adversas como podría ser la emisión de los gases contaminantes a partir de fábricas y transportes alrededor del globo terráqueo conllevan la evaluación del impacto que sufre la biodiversidad y el medio ambiente.[1]

Al profundizar en la biogeografía relacionado exclusivamente con el “Efecto Boomerang” se encuentran los siguientes tipos de biogeografía:

La biogeografía insular:[editar]
Representación de radiación adaptativa por medio de los pinzones de Darwin.

Analiza la distribución y evolución de la vida en las islas, formaciones rocosas aisladas del continente que poseen ecosistemas únicos. Además, se basa en la teoría de la biogeografía de islas desarrollada por Robert MacArthur y Edward O. Wilson. En dicha teoría influyen variables como la tasa de migración, la tasa de extinción local y el tamaño de la isla.[14]

Es más, las islas poseen una radiación adaptativa o radiación insular. Este proceso conlleva a una especie continental a colonizar una isla y en dependencia de la ubicación, esta especie se diversificará en más subespecies a lo largo del tiempo. Así como, la endemicidad insular es rica y amplia en cuanto al continente. Las especies se ven delimitadas geográficamente a su hábitat y, por tanto, son vulnerables a cambios.[14]

La biogeografía cladística:[editar]

Estudia la distribución de los organismos en el espacio y el tiempo por medio del estudio taxonómico y datos filogenéticos. Utilizan técnicas de análisis filogenético para reconstruir la historia evolutiva de los organismos y entender cómo han evolucionado y se han dispersado a lo largo del tiempo. Estos análisis pueden incluir la construcción de árboles filogenéticos que representan las relaciones de parentesco entre diferentes especies o grupos taxonómicos.[4]

La biogeografía vicariante:[editar]

Es el estudio de la distribución geográfica de los organismos y las especies a lo largo del tiempo. En la biogeografía vicariante, los patrones de especiación y diversificación en diferentes regiones del mundo. Esto puede incluir el estudio de la distribución de especies emparentadas que se han separado debido a la deriva continental, la formación de cadenas montañosas, la apertura de nuevos corredores de dispersión, o cambios en los niveles del mar. [17]

Áreas geográficas:[editar]

La introducción de biodiversidad puede deberse a la actividad humana o a la dispersión natural de especies. El “efecto boomerang” atiende a la dispersión que se puede estudiar por la biogeografía y la genética, en el máximo posible de separar la actividad humana en cuanto a la dispersión.[2]

Las Islas de la Macaronesia (Madeira, Azores, Cabo Verde, Salvajes y las Islas Canarias):[editar]

La Macaronesia

Las islas de la Macaronesia tienen origen volcánico, oscilando sus edades entre 27 millones de las Islas Salvajes, los 20 millones de años en Canarias y los 8 millones de años de las Azores.[23]

Los archipiélagos de Canarias, Cabo Verde y Azores tienen la influencia del Anticiclón de las Azores, posibilitando la influencia de los vientos Alisios. Estos vientos que atraen el aire sahariano son relevantes para las especies capaces de colonizar las islas.[23]

  • Islas Canarias:

La antigüedad de las islas orientales como Fuerteventura y Lanzarote, permitía hipotetizar el origen de mayor diversidad genética. Por el contrario, la base de biodiversidad canaria reside en las islas occidentales La Palma y El Hierro.

Sin embargo, las tres islas centrales, Gran Canaria, Tenerife y La Gomera; representan el centro de diversificación y dispersión del archipiélago canario. Por lo que se infiere el comienzo de la biodiversidad canaria hace 15 millones de años.[4]

  • Madeira:

La dispersión de especies vegetales en Madeira ocurrió a finales del Plioceno y Pleistoceno, entre 3 y 0,3 millones de años. Lo cual coincide con el comienzo del primer ciclo de glaciación.[13]

  • Cabo Verde:

Originalmente, este archipiélago, se consideraba el más antiguo entre las islas de la Macaronesia, pero es incluso más joven que el archipiélago canario. A día de hoy, las islas de Cabo Verde tienen unos 10,3 millones de años[23]. La dispersión vegetal en las islas de Cabo Verde ocurrió durante el Pleistoceno, entre 3,0 y 1,28 millones de años, sin mayor especiación o radiación posterior.[13]

En la actualidad, gracias a la biogeografía y la genética, se han podido inferir muchos más géneros macaronésicos que parecen haber generado "efecto boomerang".[2]

  • Lugares a explorar:

Otros sitios de real interés para determinar el “efecto boomerang”, que no han realizado estudios biogeográficos o genéticos, son las islas de Oceanía, las Islas Galápagos y las Islas del Caribe. Siendo un escenario complejo en cuanto a la determinación de la diversificación en comparación al ejemplo explicado.[24]

Referencias[editar]

[1] Caujapé-Castells, J. (2004). “Boomerangs of biodiversity? The interchange of biodiversity between mainland North Africa and the Canary Islands as inferred from cpDNA RFLPs in genus Androcymbium”. Botánica Macaronésica, 25, pp. 53-69.

[2] Fernández‐Palacios, J. M., & Whittaker, R. J. (2020). “Early recognition by Ball and Hooker in 1878 of plant back-colonization (boomerang) events from Macaronesia to Africa”. Frontiers Of Biogeography, 12(1). https://doi.org/10.21425/f5fbg45375

[3] Bellemain, E., & Ricklefs, R. E. (2008). Are islands the end of the colonization road? Trends In Ecology And Evolution, 23(8), pp. 461-468. https://doi.org/10.1016/j.tree.2008.05.001

[4] Caujapé‐Castells, J. (2011). “Jesters, red queens, boomerangs and surfers: a molecular outlook on the diversity of the Canarian endemic flora”. Cambridge University Press, pp. 284-324. https://doi.org/10.1017/cbo9780511844270.013

[5] Hernández, M. A. (2014). “Transformación de los sistemas naturales por actividades antropogénicas. Biodiversidad y Desarrollo Humano en Yucatán”. ME, pp. 316-319.

[6] Juli Caujapé Castells. Jardín Botánico Viera y Clavijo. (http://www.jardincanario.org/juli-caujape-castells), 26/03/24.

[7] Mort, M. E., Soltis, D. E., Soltis, P. S., Francisco‐Ortega, J., & Santos‐Guerra, A. (2001). “Phylogenetic relationships and evolution of Crassulaceae inferred from matK sequence data”. American Journal of Botany, 88, pp. 76-91.

[8] Moore, M. J., Francisco‐Ortega, J., Santos‐Guerra, A., & Jansen, R. K. (2002). “Chloroplast DNA evidence for the roles of island colonization and extinction in Tolpis (Asteraceae: Lactuceae)”. American Journal Of Botany, 89(3), pp. 518-526. https://doi.org/10.3732/ajb.89.3.518

[9] Mort, M. E., Soltis, D. E., Soltis, P. S., Francisco‐Ortega, J., & Santos‐Guerra, A. (2009). “Phylogenetics and Evolution of the Macaronesian Clade of Crassulaceae Inferred from Nuclear and Chloroplast Sequence Data”. Systematic Botany, 27(2), pp. 271-288. https://doi.org/10.1043/0363-6445-27.2.271

[10] Ball, J. P. (1877). Spicilegium Florae Maroccanae.-Part I. “Containing Introductory observations and descriptions of Genera and Species, Ranunculaceae to Malvaceae”. The Journal Of The Linnean Society Of London, 16(93), pp. 281-376. https://doi.org/10.1111/j.1095-8339.1877.tb00102.x

[11] Hooker, J.D., Ball, J. (1878). “On the Canarian Flora compared with that of Maroccan”. Journal of a Tour in Marocco and the Great Atlas. MacMillan, London. pp. 553.

[12] Fernández-Palacios, J.M., Carine, M. & Caujapé-Castells, J. (2013). “The importance of windows of opportunity for long-distance dispersal to or from oceanic islands: examples from the Macaronesian archipelago”. Proceedings of the Amurga International conferences in Island Biodiversity, pp. 16-23.

[13] Kim, S., McGowen, M. R., Lubinsky, P., Barber, J. C., Mort, M. E., & Santos‐Guerra, A. (2008). “Timing and Tempo of Early and Successive Adaptive Radiations in Macaronesia”. PLOS ONE, 3(5),. https://doi.org/10.1371/journal.pone.0002139

[14] Whittaker, R. J., Fernández‐Palacios, J. M., Matthews, T. J., Borregaard, M. K., & Triantis, K. A. (2017). “Island biogeography: Taking the long view of nature’s laboratories”. Science, 357(6354). https://doi.org/10.1126/science.aam8326

[15] Pyšek, P., Blackburn, T. M., García‐Berthou, E., Perglová, I., & Rabitsch, W. (2017). “Displacement and Local Extinction of Native and Endemic Species”. Springer International Publishing Switzerland, pp. 157-175. https://doi.org/10.1007/978-3-319-45121-3_10

[16] Sodhi, N. S., Brook, B. W., & Bradshaw, C. J. A. (2009). “V.1 Causes and Consequences of Species Extinctions”. Princeton University Press, pp. 514-520. https://doi.org/10.1515/9781400833023.514

[17] Heaney, L. R. (2007). “Is a new paradigm emerging for oceanic island biogeography?” .Journal Of Biogeography, 34(5), pp. 753-757. https://doi.org/10.1111/j.1365-2699.2007.01692.x

[18] Izco, J., Barreno, E., Brogues, M., Costa, M., Devesa, J., Fernández, F., Gallardo, T., Lil Ona, X., Prada, C., Talavera, S. & Valdés, B. (2004). “Botánica. 2a Edición”. MacGraw-Gill.

Interamericana de España.

[19] Kim, S. C., Crawford, D. J. & Jansen, R.K. (1996). “Phylogenetic relationships

among genera of the subtribe Sonchinae Asteraceae): evidence from ITS sequences”. Systematic Biology, 21, pp. 417-432.

[20] Baldwin, B. G. (1997) “Adaptive radiation of the Hawaian silversword alliance:

congruence and conflict of phylogenetic evidence from molecular and non-molecular investigations”.  Molecular evolution and adaptive radiation, eds. Givnish, T. J. & Sytsma, K. J.. New York: Cambridge University Press.pp. 103-128

[21] Taberlet, P., Gielly, L., Pautou, G.  & Bouvet, J. (1991). “Universal primers for amplification of three non-coding regions of chloroplast DNA.” Plant Molecular Biology, 17, pp. 1105-1109.

[22] Sang, T., Crawford, D. & Stuessy, T.. (1997). “Chloroplast DNA phylogeny, reticulate

evolution, and biogeography of Paeonia (Paeoniaceae)”. American Journal of Botany, 84, pp. 1120-1136.

[23] Fernández‐Palacios, J. M., Arévalo, J. R., Delgado, J. D. & Otto, R. (2004). “Canarias: ecología, medio ambiente y desarrollo”.

[24] Veitch, C. R., Clout, M. N., Martin, A., Russell, J. & West, C. J. (2019). “Island invasives : scaling up tol meet the challenge” Proceedings of the international conference on island invasives. https://doi.org/10.2305/iucn.ch.2019.ssc-op.62.en

Discusión[editar]

En resumen, el “efecto boomerang” en biogeografía es un fenómeno complejo que puede ser influenciado por factores ambientales y biológicos. El comprender este fenómeno es crucial para comprender cómo las especies responden a los cambios en su entorno y cómo estas respuestas afectan a la dispersión, la distribución y la diversidad de la vida en la Tierra. La comprensión del “efecto boomerang” en la biogeografía podría abrir el paso a nuevas vías de investigación y aplicación en diversos campos. Estas áreas de investigación podrían proporcionar información sobre importantes aspectos relacionados con la distribución y evolución de las especies, así como su interacción con el entorno. Cabe destacar que, dado que este término es relativamente reciente y aún poco conocido, las investigaciones actuales son escasas.

Es latente la escasez de investigación de la biogeografía predictiva, cada vez más demandada para la predicción de la distribución futura de especies en respuesta al cambio climático y otras perturbaciones ambientales. Así como predecir la situación de las especies a eventos futuros a nivel genético y fenotípico; en los que es necesario la diversificación y adaptación de las poblaciones a lo largo del tiempo, una de las formas que se consigue de manera natural es por medio del "efecto boomerang".

De tal manera que la relación con el entorno entre áreas de origen y las áreas colonizadas influyen en la dinámica de poblaciones y la estructura de los ecosistemas. A lo largo de este trabajo hemos expuesto nichos de investigación sin explorar que podrían sufrir un efecto boomerang y son puntos calientes para estar un paso más adelante en inferir las comunidades del futuro.