La Guerre du feu (película)

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La Guerre du feu (en Hispanoamérica, La guerra del fuego; en España, En busca del fuego), coproducción entre el Canadá, Francia y los Estados Unidos, es una película de 1981 del género de aventuras basada en la novela homónima de 1911, escrita por J. H. Rosny.

La película fue dirigida por Jean-Jacques Annaud, y contó con la actuación de Everett McGill, Ron Perlman, Nameer El-Kadi y Rae Dawn Chong.

Está ambientada en la prehistoria europea, y trata de la lucha de los humanos primitivos por el control del fuego.

La película está considerada un clásico del cine fantástico, debido a sus muchas virtudes y a una atmósfera cautivadora de principio a fin.

La superproducción, principalmente francocanadiense, aún hoy da de qué hablar por su impecable puesta en escena y su muy inteligente facturación, con un lenguaje gutural inventado por Anthony Burgess y un lenguaje corporal diseñado y supervisado por Desmond Morris.

La calidad del film fue consagrada con varios premios, entre ellos el premio Oscar de 1983 al mejor maquillaje, los premios César de 1982 al mejor director y a la mejor película, el Premio BAFTA de 1983 al mejor maquillaje, el Premio Saturno de 1982 a la mejor película internacional, y 5 premios Genie en 1982.

Sinopsis

Hace 80.000 años, la supervivencia del hombre en una tierra inexplorada y desconocida dependía de la posesión del fuego. Los Ulhammr (que aparecen en los títulos finales como Ulam), protagonistas de la epopeya, son neanderthales, homínidos que coexistieron con Homo sapiens. Dependen del fuego para calentarse y defenderse de los animales. Saben cómo mantenerlo, pero no saben hacerlo. La mayoría de los integrantes de esta tribu es expulsada de sus cavernas luego de un enfrentamiento con una tribu de H. erectus. Durante esa pelea, un miembro del clan de los neandertales resbala y cae al agua, y se apaga el fuego. La tribu ve amenazada su existencia, por lo que tres jóvenes son encargados de partir en busca de una llama que pueda salvar a la tribu, y correrán muchos peligros en su viaje por un mundo hostil.

Con el tiempo, logran aprender lo suficiente como para lograr la supervivencia de su especie. Finalmente, todo cambia para ellos cuando se encuentran con un grupo de Homo sapiens. Las consecuencias de tal encuentro resuenan de una manera insospechada en el futuro de la humanidad.

Producción

La película fue rodada en diversos lugares de Canadá, Escocia y Kenia, y cuenta con la fotografía de Claude Agostini, que intensifica los colores de tal manera que da la sensación de que saltan de la pantalla.

Entre todas las características positivas del film, destacan el buen pulso narrativo de Annaud, con su acostumbrado enfoque hacia los hermosos paisajes y a la sexualidad sin pudor, la poderosa música de Philippe Sarde, el excelente diseño de producción y la actuación del trío formado por Everett McGill, Nameer El-Kadi y Ron Perlman (asiduo colaborador del director francés).

El grado de realismo

La promoción de la película sostiene que las situaciones y las soluciones de la puesta en escena no se apartan de los conocimientos científicos contemporáneos suyos. Sin embargo, hay muchos puntos de desacuerdo, a veces profundos, con los datos disponibles en el momento de hacer la película.

La acción tiene lugar hace 80.000 años, y combina especies humanas, con muy distintos grados de evolución, que habitan en bosques de hoja caduca que recuerdan a los de Europa. Los Ulhamr y los Kzamm presentan características anatómicas con reminiscencias de los neandertales, mientras que los Ivaka evocan un Homo sapiens anatómicamente moderno. Si bien está demostrado que ambas especies coexistieron en la Europa del Pleistoceno y el Eoceno, se considera un anacronismo la presencia de los hombres llamados en la película Wagabou, grupo correspondiente a otro tipo humano más arcaico (H. erectus) del que se sabe que no habitó en Europa.

La importancia del fuego como agente de la supervivencia del grupo, supuestamente por el calor y para mantener alejados a otros animales, es más bien un cliché de la imaginación que una realidad: el género Homo apareció hace unos 3 Ma, y sus representantes sobrevivieron sin fuego en Europa unos 400.000 años. La etapa de conocimiento del fuego sin control de su producción es teórica, y es poco probable, ya que las técnicas para producir fuego por fricción o por percusión son muy simples, y son compatibles con el conocimiento técnico que se evidencia por los utensilios de piedra.

En comparación con la imagen que brinda la evidencia material de los logros de los grupos humanos de hace 80.000 años de la especie H. neanderthalensis, la que da la película es la de un animal grosero: la marcha de simio y los gestos (en los homínidos, el bipedalismo comenzó hace 3 millones de años), la falta de atención a los muertos (las primeras tumbas en Europa tienen 100.000 años), la falta casi total de utensilios de piedra, la presencia de reflejos animales (los expedicionarios babean al ver un grupo de antílopes).

Los Ivaka utilizan el propulsor, cuya existencia se ha verificado solamente desde el Solutrense (desde hace 22.000 hasta hace 17.000 años).

La información relativa a las relaciones sociales y a la dominación masculina brutal no están apoyadas por argumentos científicos.

Si bien la película llevó al público a tomar un interés en la prehistoria, también ha contribuido a perpetuar muchos estereotipos infundados y una imagen de los grupos humanos prehistóricos también infundada.

Algunas de las principales etapas de la evolución humana se reducen en la película a la escala de tiempo de un grupo de personas: por ejemplo, la idea de preparar los alimentos empleando el fuego es suscitada por un trozo de carne que cayó en las brasas por la noche.

Quedan lejos de la realidad percibida mediante el conocimiento científico actual el descubrimiento de la exogamia cuando el protagonista es capturado y obligado a embarazar a las mujeres de un clan, el "descubrimiento" de la posición de cara a cara durante el acto sexual, el desarrollo de humor (los dos episodios de la piedra que golpea a uno de los protagonistas en la cabeza), la negativa al canibalismo, el invento de la medicina (con una mezcla de hierbas), el problema de la transmisión o la producción de fuego, y, en suma, la condensación de acontecimientos que condujeron a grandes avances en la evolución del hombre en la historia de un solo grupo en la película. La mayoría de los procesos en cuestión son graduales y mucho más complejos en la realidad.

Hoy en día, se pone en duda la imposibilidad de hibridación entre H. neanderthalensis y H. sapiens.

Enlaces externos

  • Documental sobre la producción y el rodaje, en francés: 1; 2; 3