Montejurra (revista)

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Montejurra fue una revista mensual española, publicado entre 1960 y 1971. Con sede en Pamplona fue distribuida principalmente en Navarra y en el norte de España, aunque las copias prepagadas se enviaban por correo a destinatarios de todo el país. Su circulación no está clara; en un momento los editores señala que esperaban tener 20.000 suscriptores. La publicación mensual llevaba formato de revista política y evolucionó de un bolteín de texto de 4 páginas a una revista ilustrada de 44 páginas parcialmente a color; en conjunto se llegaron a publicar 106 números. Políticamente, Montejurra fue claramente identificada como periódico carlista. Su lanzamiento estuvo relacionado a Carlismo adoptando una posición conciliadora hacia franquismo; siguió con una postura más ambigua para ir pasando a posiciones cada vez más críticas, desde mediados de los años 1960 donde mensualmente sufría las intervenciones de censura para, finalmente, ser clausurado por la autoridad administrativa. El consejo editorial de Montejurra estaba controlado por miembros de la facción progresista y las publicaciones mensuales resultaron vitales en su apuesta de control del movimiento; su hilo principal fue la promoción de la dinastía Borbón-Parma, en especial del príncipe Carlos Hugo.

Contexto general

El Alto de Montejurra (Estella)

Montejurra se estableció como un servicio mensual privado, aunque no está claro si su propietario, Eugenio Arraiza Vilella, desde el principio actuó como responsable de las estructuras carlistas semi-legales; en etapas posteriores la propiedad se transfirió a una compañía dedicada. Inicialmente el periódico operó con autorización bastante imprecisa por parte de la administración. Más tarde, en 1964, éste le concedido una licencia formal del Ministerio de Información y Turismo. Habiendo asumido una forma profesional y tecnológicamente avanzada, desde mediados de la década de 1960 Montejurra ingresó a los canales de distribución regulares. Su rendimiento comercial no está claro; las ediciones mensuales lo más probable es que funcionaran al filo de la rentabilidad. La administración estuvo compuesta de periodistas locales de Pamplona; la mayoría de los 200 autores registrados proporcionaron unas pocas contribuciones, aún así algunos de ellos destacan para sus escritos sistemáticos. El título "Montejurra" se refería a la montaña cercana de la ciudad navarra de Estella, lugar de batallas durante las guerras carlistas del siglo XIX y, desde entonces, un icono que forma parte de la imaginería mítica carlista.

Propiedad

Algunos autores afirma que el predecente de Montejurra fue un boletín, El Fuerista, publicado en Pamplona a finales de los años 1950, aunque no indican más detalles.[1]​ El periódico fue fundado en 1960 por el Capitán de Ingenieros Tomás Martorell Rosáenz y, después de su éxito, en 1964 comenzó una nueva etapa nueva bajo la dirección del conocido arquitecto navarro y anterior miembro del Ayuntamiento de Pamplona Eugenio Arraiza Vilella; en su juventud un carlista activo y más tarde un carlista que soportó el régimen franquista, fue lo bastante rico para proporcionar la financiación inicial y lo bastante prestigioso para figurar al frente.[2]​ No está claro en qué grado la iniciativa estuvo coordinada por la jefatura del partido o cofinanciada por las estructuras carlistas; los primeros números contenían el subtítulo "Boletín de la Juventud Carlista de Navarra", publicado ya en 1961.[3]​ Hasta noviembre de 1964, la revista estuvo bajo el control del grupo dirigido por Tomás Martorell; ya a mediados de 1963 Arraiza sugirió al entonces dirigente político carlista José María Valiente que se creara una compañía matriz para publicar la revista como sociedad anónima.[4]​ La propuesta fue aceptada y tal compañía se materializó; ni su nombre ni estructura de propiedad están claros[5]​, aunque se sabe que en 1964 la Comunión Tradicionalista lanzó un propuesta de suscripción para miembros de la organización.[6]​ Es sabido que la familia Arraiza mantuvo una posición clave; tras la muerte de Arraiza Vilella[7]​ en 1968 lo fueron sus hijos, José Fermín y Juan Pedro Arraiza Rodríguez-Monte, quienes se hicieron cargo.[8]​ Ambos simpatizantes de la facción progresista dentro del Carlismo se aseguraron de que la competencia traditionalista nunca pudiera tomar el control de Montejurra, como ya pasó en 1970 con el diario carlista de Pamplona El Pensamiento Navarro.[9]

Fases

En base al cambio de formato de la revista el ciclo de vida de Montejurra se podría dividir en 3 fases.[10]​ La primera fase duró de 1960 a mitades de 1963, cuando el boletín mensual parecía inicialmente sencillo y hasta mostrarse cada vez más ambicioso. Publicado en hojas de 35x25 cm, las publicaciones contenían casi ninguno o pocas fotografías o imágenes de calidad bastante pobre, con un diseño de texto normalmente en dos columnas y un número de las páginas creciente de 4 a 12.[11]​ La segunda fase duró de mediados de 1963 a finales de 1964, cuándo Montejurra se convirtió más en una revista. La medida de hoja fue ampliada a 42x32 cm, las cubiertas tuvieron una foto a toda página, el diseño era más dinámico, se introduce el color rojo en los titulares y los gráficos y las fotografías empezaron para ser omnipresentes; el número de páginas variaba de 8 a 14. La tercera fase duró de finales de 1964 hasta 1971, cuando Montejurra asumió la forma de una revista profesional, quizás semejante a un semanario más que a un publicación mensual. Se redimensionó al original de 32x25 cm, se introdujo la portada a todo color y en algunas fotos del interior, y el texto se estructuró en 4 columnas; el diseño ganó aún más dinámismo, con recuadros, gráficos de texto e introducción de nuevas fuentes tipográficas. Las publicaciones normalmente superaban las 28 páginas, alcanzando en ocasiones las 44.[12]

Licencias

Certificado del Ministerio de Información y Turismo (órgano censor)

Cuándo se lanzó en 1960 Montejurra no se le concedió ninguna licencia oficial. Como la revista tenía sede en Pamplona[13]​, formalmente su aparición en el mercado fue posible gracias al permiso verbal de gobernador civil de Navarra, una decisión que sin duda se consultó previamente con las adecuadas autoridades centrales de Madrid.[14]​ Esta floja postura oficial se cambió probablemente cuándo la publicación es asumida por una sociedad anónima en 1963. En este momento a la compañía se le concede el Depósito Legal, un número de registro oficial; se le habilita contratos de impresión con compañías profesionales, en el caso de Montejurra con la ubicada en Pamplona Gráficas Navarra.[15]​ Uno paso más en el camino a la institucionalización plena de la revista fue la licencia formal emitida por el Ministerio de Información y Turismo, el órgano responsable de la oficina de censura.[16]​ En este punto la numeración de Montejurra se cambia en sus números secuenciales, también porque se pasa de una frecuencia mensual a una semanal;[17]​ en noviembre 1964 en vez de emitir el nº 47 subsiguiente fue numerado como el primer número.[18]​ El plan falló y a principios de 1965 Montejurra vuelve pronto a un formato mensual, aunque la licencia de oficial le permitía una distribución comercial estándar. Tras una serie de multas impuestas e intervenciones, el ministerio le retiró la licencia en abril 1971, lo que forzó la clausura de la publicación mensual.[19]

Rendimiento comercial

Ninguna de las fuentes consultadas proporciona información sobre la situación financiera de Montejurra, su rendimiento comercial o de asuntos empresariales relacionados en general; por ello, todas las opiniones se basan en especulaciones. Es evidente que durante el lanzamiento, la publicación mensual era principalmente de aventura política, no comercial, y su objetivo principal era movilizar el apoyo al Carlismo, no generar beneficios. Se sabe que inicialmente la familia de Arraiza proporcionó toda o la mayoría de la financiación,[20]​ aún así no está claro si durante primeros años de funcionamiento de Montejurra era una carga financiera tan pesada que llevó a sugerir la transferencia de la propiedad familiar a un sociedad anónima.[21]​ No obstante, a mediados de los años 60 el rotativo mensual pudo haber sido bastante exitoso; su estándar técnico mejoró drasticamente, los números contenía cada vez más páginas y la red de distribución se ampliaba. El alcance global de Montejurra permanece poco claro; en 1960 se publican unas 5,000 copias,[22]​ pero más tarde en un punto de la revista se apunta a 20.000 suscriptores,[23]​ en las condiciones de mercado español de entonces era un resultado bastante satisfactorio para una publicación mensual especializada en política.[24]​ A mediados de la década Montejurra empezó a publicar anuncios, normalmente de compañías con sede en Navarra y Vascongadas, p. ej. bancos o pequeños comercios. No está claro si Montejurra produjo algún beneficio, pero sí que no fueron problemas financieros los que forzaron el cierre de la revista.

Gestión

Mientras que parece claro que la famila Arraiza era la propietaria clave de Montejurra no se sabe inicialmente quién era dirigía de hecho la publicación, ya sea como redactor jefe o como gerente empresarial. Hasta 1966 ninguno de los números nombraba quien era el director, el editor o el redactor jefe; los editoriales iban sin firma y por el énfasis parecía para ser un trabajo colectivo. Las investigaciones historiográficas sobre el Carlismo de principios de la década de los 60 normalmente destacan a Ramón Massó Tarruella y Pedro J. Zabala Sevilla como ingenieros claves de la campaña de propaganda montada por el sector progresista del Carlismo,[25]​ aún así no se sabe si residían en Madrid, estaban en disposición de dirigir la publicación mensual con sede en Pamplona. El primer individuo destacado como "director" fue en 1966 Juan Indave Nuin, un joven de 35 años que participó anteriormente en varias iniciativas carlistas de radio y de prensa. Más tarde, en 1966 es reemplazado por María Blanca Ferrer García, también mediada la treintena de años y además de colaborar en varios medios navarros de prensa también, poeta; ocupó el cargo hasta principios de 1970. En este punto, Victorino del Pozo Barbero se convierte en su sustituto provisional, mientras la última directora de Montejurra fue Fermina Gil González; no se conoce ningún detalle sobre ella.[26]​ Se observa que Montejurra experimentó dos veces una gran rotación de personal: en 1964, probablemente relacionado a marginación de Massó,[27]​ y en 1968, cuando se unieron algunos licenciados de la Facultad de Periodismo de laUniversidad de Navarra en Pamplona; estuvieron dirigidos por Fernando García Romanillos.[28]​ Desde principios de 1968, hasta el último número, José Maria Echarri Loidi figuraba como "administrador".

Colaboradores importantes

Colaboradores claves
Núm Nombre Veces[29] Periodo
1 José Carlos Clemente 40 1965-71
2 Raimundo de Miguel 36 1965-71
3 Pedro J. Zabala 30 1961-71
4 Antonio M. Solís-García 20 1962-68
5 Evaristo Olcina Jiménez 18 1967-71
6 Francisco López Sanz 16 1965-68
6 Ignacio Romero Raizábal 16 1962-68
8 Antonio Segura Helechos 13 1963-69
9 Ramón Rodon Guinjoán 11 1967-70
9 Inocencio Zalba Elizalde 11 1966-68

Hay casi 200 nombres que aparecen como colaboradores, aunque algunos podrían ser seudónimos de los mismos individuos; unos 150 autores contribuyeron con menos de 3 escritos y aproximadamente 10 firmó al menos 10 artículos. Destacan dos autores: Raimundo de Miguel y Pedro J. Zabala.[30]​ Ambos contribuyeron con más de 30 escritos, mayoritariamente artículos importantes que abordan cuestiones políticas claves, y ambos comenzaron a publicar en Montejurra a mediados de los 60. Su prominencia demuestra también la coexistencia de dos visiones políticas: de Miguel era un tradicionalista, Zabala surgió como teórico clave del progresismo. Además, otros colaboradores importantes pueden ser considerados consiguientemente. El anterior grupo incluye a Francisco López Sanz, Ignacio Romero Raizabal, Antonio Segura Ferns[31]​, Inocencio Zalba Elizalde, Antonio Maria Solís García y Ramón Rodón Guinjoan,[32]​ excepto el último, todos miembros de generaciones más viejas que vivieron durante la Guerra Civil; murieron antes de que príncipe Carlos Hugo sellara la dominación progresista al crear el Partido Carlista o rechazaron unirse. Por otro lado, estaba José Carlos Clemente y Evaristo Olcina Jiménez, en aquel tiempo jóvenes que maduraron durante el franquismo inicial; junto con Zabala demostraron ser fundamentales en la construcción de una base teórica para la plataforma socialista defendida por el príncipe Carlos Hugo.

Temáticas claves

Después de pasar su fase inicial y al alcanzar un formato más maduro, los temas de Montejurra ofrecieron un contenido diversificado. Hubo componentes fijos: editorial, cartas de los lectores[33]​ y periódicamente varias columnas y rúbricas dedicadas a historia, literatura, temas sociales u otros temas, generalmente escritos por los mismos autores –por ejemplo, Clemente dirige la sección Página literaria. Aunque Montejurra fue dirigido a la audiencia joven, secciones algo ligeras sobre moda[34]​ o deportes[35]​ aparecieron muy brevemente y fueron finalmente abandonadas. Pocas páginas solían reconocer eventos recientes dentro del movimiento, aunque las reuniones populares y las actividades de Borbón-Parma eran claramente preferidas a las reuniones cerradas de los líderes del partido. Un acto atrajo particular atención: la reunión carlista en Montejurra fue discutida invariablemente extensamente en uno o dos temas de primavera, en etapas posteriores con una gran cobertura fotográfica.[36]​ El espacio restante se dividió entre pequeñas contribuciones tipo feullieton, ensayos medianos, entrevistas y piezas teóricas más grandes. La atención se centró claramente en España y sus problemas internos, aunque especialmente en etapas posteriores se dedicó cierta atención a la política internacional. En general, Montejurra siguió siendo un periódico bastante híbrido, con elementos de diferentes extremos del espectro de medios combinados; iban desde sofisticados teóricos políticos mensuales, hasta revistas culturales o religiosas, revistas ilustradas de noticias,[37]fanzine militante hasta personas o incluso reseñas de celebridades.

Los Borbón-Parma

El único hilo que claramente dominó durante toda la vida de Montejurra y que eclipsa a todos los demás temas fue la exaltación de la familia Borbón-Parma, con una perspectiva velada del príncipe Carlos Hugo asumiendo el trono español constantemente en el fondo. Cada tema contenía referencias omnipresentes a miembros de la familia; A medida que el mes asumía un formato tecnológicamente más avanzado, las fotografías de Borbón-Parmas estaban salpicando cada vez más las páginas. A veces podría parecer que Montejurra era una especie de boletín familiar de Borbón-Parma. De 1960 a 1971, miembros de la familia aparecieron 673 veces en fotos, en promedio 6 veces por número.[38]​ No todo de ellos recibió tratamiento igual: príncipe Carlos Hugo apareció en el forefront con 220 fotos,[39]su mujer Irene obtuvo 194 fotos,[40]​ sus hermanas aparecieron 152 veces,[41]​ su padre y el rey carlista rey Don Javier fue fotografiado 67 veces y su madre 40 veces; en comparación, el dirigente político carlista José María Valiente fue retratado 22 veces.[42]Montejurra Los editores parecían perfectamente conscientes de las características de sociedad del consumidor. Aparte de notas de acontecimientos oficiales como conferencias, visitas o sermones ellos formatted el hilo como series de exclusivas de medios de comunicación, p. ej. el príncipe como minero, parachuter o corriendo con los toros durante el Sanfermines; en tiempo Montejurra se pareció a un glamour revista, con historias extensas de ocio o festines aristocráticos acontecimientos[43]​, serlo el Borbón-Parmas en recursos de esquí encima durante yachting aventuras.[44]​ Cobertura masiva de la mujer y las hermanas de Carlos Hugo, todo en su 20s, demuestra que Montejurra los editores eran conscientes que fotos de mujeres jóvenes rendered el contenido más atractivo a muchos lectores.

El franquismo

Príncipe Carlos Hugo

Hasta mediados de los 50 el Carlismo permaneció en oposición al régimen, su veiled institucional outposts apenas tolerado por la administración. En 1955-1957 esta estrategia estuvo reemplazada con cooperación cautelosa. Prince Carlos Hugo unió la plataforma nueva y sus declaraciones públicas sonaron como una oferta a Franco, con esperanzas dinásticas vaguely en el fondo. El rapprochement produjo algunas concesiones visibles encima parte del régimen, y luz verde para unos cuantos Carlist periodicals era uno de ellos.[45]​ Hasta el mid-@1960s Montejurra perseguido una táctica prudente. El mensual subrayado el coche oficial-definición del sistema como monarquía representativa y social y probado para acentuar los hilos reales tanto como sea posible. Por otro lado, mientras leal a Franco el mensual preferido para evitar exaltación de caudillo, a de-enfatizar Falangism y para marcar su distancia a características dictatoriales.[46][47][48]​ La oficina de censura quedó sospechosa e impuso un número de restricciones, apuntados en impedir propaganda dinástica.[49]​ Cuando en el mid-@1960s devenga claro que Carlos Hugo perdía la carrera para los favores de Franco a Juan Carlos, Montejurra devenía cada vez más firme; esto en vuelta produjo problemas en censura, y la segunda mitad de la década estuvo marcada por escalating tensión.[50]​ Siguiendo la 1968 expulsión de Carlos Hugo Montejurra devenía abiertamente crítico del régimen; aunque "Cruzada" era exalted tan tarde cuando 1969,[51]​ la tensión creció a una guerra.[52]​ La vuelta de la década trajo intervenciones administrativas constantes y multas,[53]​ el cual climaxed en retirada eventual de la licencia.[54]

Temáticas sociales

Del muy #inicio Montejurra atención dedicada a asuntos sociales como salario mínimo,[55]​ un hilo apenas característico para Carlismo tan lejos; la atención especial era en el rural milieu y algunos autores defendieron incluso "expropriación forzosa de los latifundios".[56]​ En aislado pero sistemáticamente re-apareciendo artículos la revisión lambasted el capitalismo codicioso[57]​ todavía ridiculizado también "aberración del comunismo y socialismo".[58]​ Ambos marxismo y el capitalismo estuvieron denunciados cuando dos formas de explotación de las personas laborables,[59]​ aun así cuándo Ya reclamados que Montejurra buscaba "una Tercera España", los editores objetaron.[60]​ Aun así, de hecho también más tarde el mensual parecido equidistante hacia modelos capitalistas y comunistas, publicando artículos qué denunciados ambas penetración de capital de EE.UU. en España a finales de los 60[61]​ y desglose de steered economía en Polonia de 1970.[62]​ Su social militancy conseguía más y más visible. Cuestiones de reforma agraria, hablado mayoritariamente por Zabala y Olcina, ganó un dedicado rubric y apareció regularmente; estos esquemas teóricos cada vez más presumían de justicia social, las personas laborables, sus derechos y defensa en contra explotación. Nuevo Carlist trabajadores' organizaciones, como MOT, estuvo dedicado más y más atención.[63]​ Aun así, hasta que 1971 Montejurra ha nunca defendió un modelo particular y no abrazó el plazo "socialismo"; en cambio, opte para "sociedalismo".[64]

Régimen político

Montejurra Era claramente un monárquico mensual y dentro de límites permitted por la censura Franquista él constantemente explotado coche adoptado oficialmente-definición de España cuando "monarquía", invariablemente en relación al Borbón-Parma dinastía. Otras características del régimen de existir conseguían de-enfatizados, aunque no desafiados. De vez en cuando la democracia orgánica aplaudida mensual, un modelo de la representación adoptada durante Francoism, cuando opposed a "parlamentarismo inoperante" de otros estados europeos Occidentales. Aun así, la aproximación cambiaba con el tiempo, cuando evidenced por uso de la democracia "de plazo". Hasta que 1964 aparezca raramente, en mediano 4 tiempo por asunto,[65]​ y normalmente contra fondo sospechoso o abiertamente hostil, p. ej. tan "tan-democracia llamada";[66]​ Zabala bautizó democracia @– a lo largo de totalitarism – un niño natural de Don y demagogia liberales Juan,[67]​ quién participó en el congreso de oposición del Múnich de 1962, era lambasted tan compromised por sus compañeros democráticos.[68]​ En 1965-1968 democracia estuvo referida a 12-15 tiempo en cada asunto, durante esta fase en cada vez más uso ambiguo.[69]​ Finalmente, desde entonces 1969 "democracia" devenía un tema de dominar presentando 23-25 tiempo por asunto,[70]​ ya claramente como un objetivo persiguió; si cualificado, aparezca ya no tan "orgánica" sino tan "carlista", "autárquica", "nueva", "social", "directa", "del pueblo" y similar. La visión democrática perseguida nunca ha sido claramente especificado, aunque aparezca para ser distinto de todo existiendo modelos, también estos de Europa Occidental, cuando demostrado por professed "antipartidismo" de Carlism.[71]

Religión

Encuentros del Concilio Vaticano II

Componente tan clave del Carlist religión de punto de vista era una de los hilos importantes que aparecen en Montejurra, invariablemente presentados como ortodoxia católica Romana; la mayoría de asuntos la información contenida en festines religiosos atendió por el Carlists, entrevistas con hierarchs, fotografía ensayos relacionados y teóricos. Aun así, en el curso de la religión de década devenía un reto. En el temprano @1960s Montejurra adelantado un traditionalist versión de cristianismo, componente integral de Alzamiento Nacional y base de la paz y la justicia que gobiernan en España después de que 1939;[72]​ varios autores quedaron escépticos de retos extranjeros a "nuestro espirituales patrimony", p. ej. posados por turismo extranjero,[73]​ y había incluso anti-masonic los hilos que aparecen.[74]Democracia cristiana, especialmente la manera italiana, devenía un chico malo preferido, constantemente y repetidamente cobrado con distorsión de católico pensado y trabajando para el beneficio de Moscú.[75]​ El Vaticano II trajo bewilderment. Inicialmente notas irónicas sobre ecumenism gradualmente dio manera de abrir y campaña vehemente contra libertad religiosa,[76]​ todavía más tarde en Montejurra resuelto para tradicional Carlist doctrina "no un paso atrás y no un paso al frente de la Iglesia".[77]​ En práctico lo denomina amounted a aprobación tácita del punto de vista nuevo;[78]​ en 1969 el clave teórico pundit de Montejurra, Zabala, reclamó abiertamente que "la libertad religiosa es el primer derecho fundamental de un hombre".[79]​ Aun así, incluso a finales de los 60 autores como Alvaro d'Ors publicaron artículos avanzando un visión traditionalista.[80]

Historia

Casi cada asunto de Montejurra contenido uno o pocas piezas obsesionándose con el Carlist pasado; el autor quién especializó en el tema era Romero Raizábal.[81]​ Algunos 130 años de Carlist la historia proporcionó un surtido vasto de episodios para escoger de y su tratamiento en Montejurra no difirió significativamente del habitual Carlist aproximación, con exaltación de virtudes patrióticas, sacrificio, determinación y lealtad. El periodo presentó regularmente era la última Guerra Civil, el cual ganó un rubric titulado Estampas de la Cruzada; aun así, también el Tercio y el Primer Carlist la guerra recibió tratamiento extenso, Carlist los reyes y los dirigentes presentaron como iconos de historia española.[82]​ Hilos históricos en Montejurra estuvo publicado con objetivos contemporáneos en mente, aunque no es aclarar si a autores les gusta Romero Raizabal era consciente de esta estrategia de plazo largo. Las referencias a pasado magnífico sirvieron tan medio de sostener movilización entre el rango y archivo. Eran también supuestos para proporcionar sonido Carlist credentials al mensual cuál cada vez más adelantaba un orden del día nuevo y cuyos dirigentes eran en el tiempo criticó para deviating de la ortodoxia de partido. Unwavering Lealtad a Carlist reyes, constantemente subrayados como virtud clave, quedado instrumental en consolidar los rangos detrás del Borbón-Parmas; la fidelidad a la dinastía legítima jugó función importante en el Progressist estrategia de tomar control del movimiento. Finalmente, ensayos teóricos en Carlist la historia estuvo calibrada para enfatizar los hilos útiles en adelantar orden del día ideológico propio y presentado Carlismo como movimiento de protesta social.[83]

Polémicas

Tan ya en el muy temprano @1960s Montejurra adelantaba conceptos, hilos[84]​ y retórica qué levantados muchas cejas, el mensuales devenía @subject a sospecha entre el Carlist pundits.[85]​ En 1963 algún Traditionalist los intelectuales agruparon alrededor de una revisión Siempre alarma levantada abiertamente, presentando el mensual como vehículo de Hugocarlistas en su oferta para poder en el movimiento. Aun así Montejurra confrontación abierta evitada con el Traditionalists esto cronometra el golpe de tablero del editorial atrás; característicamente, el mensual posado como representativo de ortodoxia contra heterodoxes, no al revés, y lealtad utilizada al claimant como yardstick gauging fidelidad a la doctrina.[86]​ La estrategia general de viraje abajo las controversias estuvo utilizada también más tarde encima y más que para amontonar en secesiones y deserciones en el partido, Montejurra tendido para ignorarles. Expulsión del enemigo de jefe de Progressists, Zamanillo, estuvo pasado encima en silencio, y Zamanillo estuvo mencionado como si nada había pasado tan tarde tan en 1964.[87]​ El Traditionalists, ya convenció que el mensual estuvo controlado por disidentes de #izquierda subversivo, intentados para montar un contador-ofensivo; durante un masivo 1966 Carlist congreso su propuesta formal era que "el Montejurra la revisión es para ser considerado Carlist, pero no un doctrinal autoridad para Comunión Tradicionalista".[88]​ La oferta falló, todavía también más tarde Montejurra no abiertamente reto o lambaste el Traditionalists; los artículos de sus intelectuales superiores gustan Rafael Gambra estuvo imprimido en Montejurra cuando tarde tan en 1968, y hasta finales de los 60 Montejurra podría haber parecido "un mosaico" de no necesariamente puntos de vista compatibles.[89]

Impacto

Reunión de Montejurra, 1973

Montejurra hizo poco si cualquier impacto en el mercado español en general; sea en ninguna parte acercarse la función de una plataforma de discusión importante, actuado por revisiones mensuales como Cuadernos para el Diálogo o El Ciervo.[90]​ Aun así, sea vital para Carlismo de los 60.[91]​ Bastante popular entre el joven y mid-generación de edad de militantes de partido, junto con otro periodicals instalados en la vuelta de los 50 y 60 - gusta Información Mensual, Azada y Asta y Esfuerzo Común – sirva información tan clave canal dentro del movimiento.[92]​ Algunos autores reclaman que Montejurra era el más importante Carlist publicación desde la guerra civil; la reclamación difícilmente puede ser verificada, aún así queda claro que ninguna publicación de partido podría haber comparado a Montejurra en plazos de popularidad, el éxito que resulta de su formato de profesionalmente editado, colored revista ilustrada.[93]​ Otros autores quedan más cautelosos y aunque consideran el mensuales de hecho vitales para el Carlists, notan que no ponga el tono pero meramente la dirección política seguida marcada por otro partido periodicals, especialmente Información Mensual.[94]

Es generalmente estado de acuerdo que Montejurra contribuido a transformación importante de Carlismo de la era.[95]​ El mensual ayudado para educar una generación de militantes jóvenes quién entendió Carlismo como movimiento socialista de protesta; pruebe instrumental para el Progressist absorción del movimiento y marginación gradual del Traditionalists. Aun así, no es aclarar si Montejurra era del muy #inicio una plataforma controlada por seguidores de príncipe Carlos Hugo o si sea bastante una plataforma de primera coexistencia[96]​ y entonces competición entre el Traditionalists y el Progressists, con el último tomando la mano superior alrededor 1968.[97]​ En el caso anterior seleccionó orthodox los hilos habrían sido un camuflaje y una palanca que habilita más tarde una vuelta de #izquierda.[98]​ En el caso último orthodox los hilos habrían sido presentes debido a inicialmente altamente composición heterogénea y equilibrada del tablero de editorial. No es aclarar si Traditionalist autores como de Miguel, López Sanz o Romero Raizabal estuvo manipulado por el Progressists estirando las cuerdas, como Massó, Zabala o Clemente, o si presencia de dos grupos en Montejurra demostrados el viejos gradualmente dando manera al nuevo en Carlismo de los 60.

Ver también

Referencias

  1. Manuel Martorell Pérez, La continuidad ideológica del carlismo tras la Guerra Civil [tesis doctoral en Historia Contemporanea, Universidad Nacional de Educación a Distancia], Madrid 2009, p. 353
  2. Manuel Martorell Pérez, La Montaña Sagrada, Pamplona 2018, ISBN 9788423534869, p. 95; Daniel Jesús García Riol, La resistencia tradicionalista a la renovación ideológica del carlismo (1965-1973) [tesis doctoral UNED], Madrid 2015, p. 139
  3. Josep Miralles Climent, El carlismo militante (1965-1980). Del tradicionalismo al socialismo autogestionario [tesis doctoral Universidad Jaume I], Castellón 2015, p. 47
  4. Mercedes Vázquez de Prada, El final de una ilusión. Auge y declive del tradicionalismo carlista (1957-1967), Madrid 2016, ISBN 9788416558407, p. 243
  5. Una fuente afirma que Montejurra estuvo a punto de convertirse en el "Boletín de los Círculos Vázquez de Mella", Vázquez de Prada 2016, p. 166
  6. Vázquez de Prada 2016, p. 237
  7. que a medidos de 1968 todavía aparece como "editor", Montejurra 37 (1968), p. 1
  8. García Riol 2015, p. 140
  9. detalles en Rosa Marina Errea Iribas, Javier Maria Pascual y El Pensamiento Navarro: "con él llegó el escándalo" (1966-1970), Pamplona 2007, ISBN 9788477681922, p. 407
  10. García Riol 2015, p. 139
  11. Clemente 1999, p. 48
  12. Clemente 1999, p. 48
  13. en la prestigiosa dirección de la Plaza Conde de Rodezno 1
  14. Clemente 1999, p. 48
  15. Miralles Climent 2015, p. 48
  16. Clemente 1999, p. 48
  17. La ley de crecimiento, [en:] Montejurra 46 (1964), p. 3
  18. Clemente 1999, p. 49
  19. Clemente 1999, pp. 54-56
  20. Clemente 1999, p. 48, García Riol 2015, p. 139
  21. Vázquez de Prada 2016, p. 243
  22. Vázquez de Prada 2016, p. 244
  23. Miralles Climent 2015, p. 50
  24. sólo semanarios - como ¡Hola!, Diez Minutos, Pronto, Triunfo o El Caso alcanzaban la distribución de 100.000; Rosa Rodríguez Cárcela, El Caso. Aproximación histórico-periodística del semanario español de sucesos, [en:] Correspondencias & Análisis 2 (2012), p 220
  25. Martorell Pérez 1999, pp. 443-462
  26. Clemente 1999, pp. 53, 122
  27. Clemente 1999, pp. 52-3
  28. Clemente 1999, p. 53
  29. número de aportaciones firmadas
  30. Pedro J. Zabala fue el espíritu dinámico entre la publicación mensual en Zaragoza del Esfuerzo Común, y su participación menos directa en Montejurra que fue suficiente para que fuese un colaborador teórico clave, Cristina Alquézar Villarroya, "Esfuerzo Común": una revista carlista de oposición al régimen franquista (1960-1974), [en:] Revista de historia Jerónimo Zurita 88 (2013), p. 303
  31. Ha fallecido Antonio Segura Ferns, [en:] carlismo.es, disponible aquí
  32. Rodón Guinjoan realizó más tarde una tesis doctoral cubriendo este período en cuestión, aunque las referencias a Montejurra en el trabajo son sólo marginales; ver Ramón María Rodón Guinjoan, Invierno, primavera y otoño del carlismo (1939-1976) [tesis doctoral Universidad Abad Oliba CEU], Barcelona 2015
  33. the editors claimed to have been receiving "muchas cartas", Formando opinión, [in:] Montejurra 46 (1964), p. 3
  34. in 1964 a fashion column was run by Elvira Bermejo
  35. in 1964 a sport section was run by unidentified author writing under the pen-name of "Shati de Andia"
  36. see 17 pages in dedicated to Montejurra gathering in 1967, Montejurra 26 (1967), or 15 pages in 1968, Montejurra 37 (1968)
  37. since mid-1964 until late 1966 Montejurra auto-identified as "semanario de actualidad". In the 1970s it briefly presented itself as "revista mensual de información general"
  38. the climax fell on 1968, when the Borbón-Parmas appeared 184 times on photographs, on average 16 times in every single issue
  39. 1961: 4 times, 1962: 12, 1963: 5, 1964: 53, 1965: 3, 1966: 17, 1967: 55, 1968: 60, 1969: 4, 1970: 7, 1971: 0
  40. 1964: 56 times, 1965: 22, 1966: 23, 1967: 54, 1968: 31, 1969: 2, 1970: 6, 1971: 0
  41. 1961: 5 times, 1962: 5, 1963: 29, 1964: 4, 1965: 8, 1966: 13, 1967: 32, 1968: 50, 1969: 5, 1970: 1, 1971: 0
  42. más frecuentemente en 1967 (8 veces) y 1966 (5 veces)
  43. compárese con algunos artículos relativos a la boda de Carlos Hugo en Montejura 41 (1964)
  44. compare Roberto Bayod Pallares, Los Príncipes Borbón-Parma son Infantes de España, [in:] Montejurra 23 (1967), pp. 8-9
  45. Javier Lavardín, Historia del ultimo pretendiente a la corona de España, Paris 197, pp. 89-92
  46. though there were exceptions, compare Antonio del Valle, Perdón si, olvido no, [in:] Montejurra 45 (1964), p. 6
  47. compare protests over marginalisation of Carlism within Movimiento, e.g. Del dicho al hecho hay un gran trecho; o la desvirtuación arbitraria del 18 de julio, [in:] Montejurra 44 (1964), p. 4, or complaints of "abuzos disfrazados de Movimiento", Movimiento Obrero Tradicionalista, [in:] Montejurra 45 (1964), p. 7
  48. compare exalted references to Arriba España, camisa azul and Franco, Estampas de la Cruzada, [in:] Montejurra 46 (1964), p. 6
  49. e.g. since 1964 Montejurra was not allowed to mention member of the royal Alfonsist family, Vázquez de Prada 2016, p. 258
  50. Miralles Climent 2015, pp. 48-49
  51. El Gobierno Responde, [in:] Montejurra 45 (1969), p. 18
  52. Miralles Climent 2015, p. 49
  53. Jeremy MacClancy, The Decline of Carlism, Reno 2000, ISBN 978-0874173444, p. 165
  54. some Carlists claimed that Montejurra was closed due to Opus Dei manipulations, García Riol 2015, p. 143
  55. Mater at Magistra, [in:] Montejurra 17 (1962), p. 15
  56. Problemas del agro español, [in:] Montejurra 46 (1964), p. 6
  57. compare calls to confront "greedy capitalism", Manuel Zabala Sevilla, Hacia una reforma de la vida social, [in:] Montejurra 20 (1962), p. 9
  58. Los españoles ante la Pacem in Terris, [in:] Montejurra 35 (1963), p. 6
  59. El Carlismo se preocupa por el tema social a través del Movimiento Obrero Tradicionalista, [in:] Montejurra 43 (1964), p. 5
  60. Comentario a un editorial, [in:] Montejurra 31 (1963), p. 3
  61. Diez años de poder U.S.A. en España, [in:] Montejurra 42 (1968), p. 13, or Los bases U.S.A. y la politica exterior española, [in:] Montejurra 53 (1970), p. 5
  62. J. Ayape, Polonia: reflejo de un socialismo fracasado?, [in:] Montejurra 57 (1971), pp. 6-10
  63. El Carlismo se preocupa por el tema social a través del Movimiento Obrero Tradicionalista, [in:] Montejurra 43 (1964), p. 5
  64. a term coined in the late 19th century by a Carlist theorist Juan Vázquez de Mella, compare Raimundo de Miguel, El sociedalismo, [in:] Montejurra 56 (1970), pp. 20-21
  65. in 1960 the word "democracy" appeared 1 time, in 1961 35 times, in 1962 44 times, in 1963 57 times, in 1964 59 times
  66. see e.g. references to democracy as "canto de sirena del comunismo ruso" (Montejurra 2/1960) "a base de democracia un abrazo traidor" (Montejurra 23/1962), "falsa democracia” (Montejurra 44/1964)
  67. Manuel Zabala Sevilla, Hacia una reforma de la vida social, [in:] Montejurra 20 (1962), p. 9
  68. compare Las cartas, boca arriba, [in:] Montejurra 18 (1962), pp. 1-2, Publicaciones Atenienses, [in:] Montejurra 19 (1962)
  69. in 1965 the word "democracy" appeared 123 times, in 1966 60 times, in 1967 144 times, in 1968 162 times
  70. in 1969 the word „democracy” appeared 117 times, in 1970 183 times, in 1971 60 times (with the number of issues due to censorship heavily reduced)
  71. Guía política del carlismo, [in:] Montejurra 56 (1970), pp. xx
  72. Arturo Romero, El „olvido saludable”, [in:] Montejurra 44 (1963), p. 8
  73. España, país turístico, [in:] Montejurra 44 (1964), p. 3
  74. Intervención de Juan Sequeiros, [in:] Montejurra 41 (1964), p. 11
  75. Atrevimientos progresistas, [in:] Montejurra 45 (1964), p. 4
  76. compare e.g. Libertad religiosa en España, El Carlismo y la unidad religiosa, Atravimientos progresistas, La Iglesia y el estado, El Concilio, la libertad religiosa y la unidad Católica de España, all published in Montejurra 45 (1964)
  77. Formando opinión, [in:] Montejurra 46 (1964), p. 3
  78. Todo es según el color, [in:] Montejurra 46 (1964), p. 4
  79. Pedro J. Zabala, Sobre el primer punto de nuestro lema, [in:] Montejurra 45 (1969), p. 3
  80. Alvaro d'Ors, Ruedas de molino, [en:] Montejurra 38 (1968), p. 5
  81. con 16 contribuciones firmadas Romero Raizábal es uno de los autores más destacados; su primer artículo histórico identificado es Pio Nono, Don Carlos y los carlistas pobres, [en:] Montejurra 23 (1962), p. 12; su último artículo identificado es Un gran carlista, [en:] Montejurra 37 (1968), p. 34
  82. la columna presentada hasta finales de 1964, ver Estampas de la Cruzada, [en:] Montejurra 44 (1964), p. 7; a finales de la década de 1960, el ex líder carlista, Manuel Fal Conde, contribuía regularmente a una columna titulada Apuntes para la Historia, compárese Montejurra 47 (1969), p. 6
  83. ver p.ej. P.N.C., Tradición y tiempo, [en:] Montejurra 38 (1968), p. 17
  84. compara p.ej. la llamada a luchar contra el "capitalismo codicioso"; Manuel Zabala Sevilla, Hacia una reforma de la vida social, [en:] Montejurra 20 (1962), p. 9
  85. como "derecho del pueblo", Pedro Jose Zabala, La legitimidad, derecho del pueblo, [en:] Montejurra 7 (1961), p. 7
  86. Jesús Ignacio Astrain, Sin Rey no hay tradición, [en:] Montejurra 31 (1963) con continuación en Montejurra 33 (1963)
  87. ver p.ej. Homenaje en Pontevedra, [en:] Montejurra 45 (1964), p. 2 una cobertura a la fiesta carlista en Pontevedra; José Luiz Zamanillo, ya expulsado de la Comunión Tradicionalista y oponente clave de los hugocarlistas, apareció en el artículo como si nada hubiera pasado.
  88. la Revista Montejurra ha de ser considerada como carlista pero no es fuente de doctrina para la Comunión Tradicionalista, García Riol 2015, p. 63
  89. Rafael Gambra, Politica fiduciaria y santidad, [en:] Montejurra 33 (1968), p. 4, ver también García Riol 2015, p. 140
  90. Montejurra ni siquiera se menciona en un artículo que discute las reseñas políticas del franquismo, Juan Pecourt, El campo de las revistas políticas bajo el franquismo , [en:] Papers: revista de sociología 81 (2006), pp. 205-228
  91. Clemente 1999, p. 47
  92. García Riol 2015, p. 46
  93. García Riol 2015, p. 139
  94. Francisco Javier Caspistegui Gorasurreta, El naufragio de las ortodoxias. El carlismo, 1962–1977, Pamplona 1997; ISBN 9788431315641, p. 192
  95. Martorell Pérez 1999, pp. 23, 50, 165, 345, 353, 472; Caspistegui Gorasurreta 1997, pp. 49, 69, 92-94, 98, 111, 192; García Riol 2015, pp. 137-143; Miralles Climent 2015, pp. 47-50; Rodón Guinjoan 2015, pp. 324, 356, 417-8
  96. según un erudito Montejurra fue un "mosaico de opiniones", y las publicaciones incluyeron "progresistas, integristas, opusdeístas colaboracionistas, legitimistas, antifranquistas", Miralles Climent 2015, p. 47
  97. MacClancy 2000, p. 101, Miralles Climent 2015, p. 49
  98. lealtad a la dinastía (cada vez más representada por el príncipe), lealtad a la Iglesia (cada vez más progresista) y exaltación del pasado del movimiento (presentado como historia de protesta social). La intensificación de la policía se enfrentó a la lucha contra los establecimientos tradicionales, y la introducción de la guardia civil de tráfico en Navarra fue criticada como medida antiforal, ¿Nuevo problema foral? [en:] Montejurra 8 (1961), p. 5

Bibliografía

  • Francisco Javier Caspistegui Gorasurreta, El naufragio de las ortodoxias. El carlismo, 1962–1977, Pamplona 1997;   
  • José Carlos Clemente, El carlismo en su prensa, 1931-1972, Madrid 1999,   
  • Daniel Jesús García Riol, La resistencia tradicionalista un la renovación ideológica del carlismo (1965-1973) [tesis doctoral Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED)], Madrid 2015
  • Manuel Martorell Pérez, La continuidad ideológica del carlismo tras la Guerra Civil [tesis doctoral en Historia Contemporánea, Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED)], Madrid 2009
  • Martorell Pérez, Manuel (2014). Carlos Hugo frente a Juan Carlos. La solución federal para España que Franco rechazó. Ediciones Eunate. ISBN 978-84-7768-265-3. 
  • Josep Miralles Climent, El carlismo militante (1965-1980). Del tradicionalismo al socialismo autogestionario [PhD Tesis Universidad Jaume I], Castellón 2015
  • Ramón María Rodón Guinjoan, Invierno, primavera y otoño del carlismo (1939-1976) [tesis doctoral Universidad Abad Oliba CEU], Barcelona 2015

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