Diferencia entre revisiones de «Cicerón»

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{{otros usos|Cicerón (desambiguación)|otros nobles romanos llamados Cicerón y otros usos del término Cicerón}}
el era muy bobo
{{Ficha de filósofo
|región=[[Filosofía occidental]]
|época=[[Filosofía antigua]]
|color=#B0C4DE
|nombre_de_imagen=M-T-Cicero.jpg
|tamaño_de_imagen=200px
|pie_de_imagen=Busto de Marco Tulio Cicerón
|nombre=Cicerón<br />(Marcvs Tvllivs Cicero)
|nacimiento=[[Arpino]] [[3 de enero]] [[años 100 a. C.|106&nbsp;a.&nbsp;C.]]
|fallecimiento=[[Formia]] [[7 de diciembre]] [[años 40 a. C.|43&nbsp;a.&nbsp;C.]]
|escuela_tradición=/[[Eclecticismo]]
|intereses_principales=[[Filosofía]], [[Ética]], [[Filosofía Práctica]], [[Justicia]], [[Derecho]], [[Política]], [[Lógica]], [[Epistemología]],[[Dialéctica]], [[Gramática]], [[Poesía]], [[Prosa poética]], [[Retórica]], [[Estética]], [[Hermenéutica]], [[Oratoria]]
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|influencias= [[Platón]], [[Aristóteles]], [[Epícuro]], [[Antíoco de Ascalón]], [[Panecio de Rodas]]
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}}

'''Marco Tulio Cicerón''' (en [[latín]] ''Marcus Tullius Cicero'', pronunciado ['mar.kʊs 'tul.liʊs 'ki.ke.ro:]; [[Arpino]], [[3 de enero]] del [[106 a. C.]] - [[Formia]], [[7 de diciembre]] del [[43 a. C.]]) fue un [[jurista]], [[política|político]], [[filósofo]], [[escritor]] y [[orador]] [[Roma (antigua)|romano]]. Es considerado uno de los más grandes retóricos y estilistas de la prosa en [[latín]] de la [[República romana]].<ref>Rawson, E.: ''Cicero, a portrait'' (1975) p.303</ref><ref> Haskell, H.J.: ''This was Cicero'' (1964)p.300-301</ref>

Reconocido como uno de los más importantes autores de la [[historia de Roma|historia romana]], es responsable de la introducción de las más célebres [[escuela filosófica|escuelas filosóficas]] [[filosofía griega|helenas]] en la literatura [[República Romana|republicana]], así como de la creación de un vocabulario filosófico en latín. Gran orador y reputado letrado, Cicerón centró toda su atención en su carrera política. Hoy en día es recordado por sus escritos de carácter humanista,<ref>A. Ortega Carmona [http://books.google.es/books?id=Mv_4F_zS7DQC&pg=PA134&dq=humanismo+ciceron&as_brr=1&client=firefox-a&cd=1#v=snippet&q=cicer%C3%B3n%20humanismo&f=false ''El humanismo europeo y otros ensayos'']</ref> filosófico y político. Sus cartas, la mayoría enviadas a [[Tito Pomponio Ático|Ático]], alcanzaron un enorme reconocimiento por la introducción de un depurado estilo espistolar en la [[literatura europea]]. [[Cornelio Nepote]] destacó la riqueza ornamental de estas cartas, escritas «''acerca de las inclinaciones de los líderes, los vicios de los comandantes y las revoluciones estatales''», que transportaban al lector a esa época.<ref>Cornelio Nepote, ''[http://www.tertullian.org/fathers/nepos.htm#Atticus Atticus]'' trad. John Selby Watson.</ref>

Constituido en uno de los máximos defensores del sistema republicano tradicional, combatió como pudo la [[dictador romano|dictadura]] de [[Cayo Julio César|César]]. No obstante, durante su propia carrera no dudó en cambiar de postura dependiendo del clima político. Esta indecisión es achacable a su carácter sensible e impresionable, pues era propenso a reaccionar de manera excesiva ante los cambios. El escritor [[Cayo Asinio Polión|Asinio]] escribió de él:
{{cita|''¡Ojalá hubiera sido capaz de soportar la prosperidad con mayor autocontrol y la adversidad con mayor fortaleza!<ref>Haskell, H.J.:"This was Cicero" (1964) p.296</ref><ref> Castren and Pietilä-Castren: "Antiikin käsikirja" /"Handbook of antiquity" (2000) p.237</ref>}}

== Biografía ==
=== Formación ===
[[Archivo:The Young Cicero Reading.jpg|270px|thumb|Fresco de [[Vincenzo Foppa]] de Brescia, datado en [[1464]] que representa a Cicerón leyendo.]]
Cicerón nace el [[3 de enero]] de [[106 a. C.]] en Arpinum ([[Arpino]]) - un municipio localizado a 110 kilómetros de la capital - en el seno de una familia [[plebeyo|plebeya]] elevada al [[equites|''ordo equester'']]. El origen de su ''[[cognomen]]'' - Cicerón, que quiere decir «''garbanzo''» - no es claro, aunque se cree que provenía de un ancestro suyo cuya nariz tenía esa forma, o que comerciaba con este producto.

Cuando era un niño le enviaron a [[Roma]] para estudiar derecho con los más importantes letrados del momento, como [[Quinto Mucio Escévola|Escévola]]. Además de derecho, maestros como [[Filón de Larisa]] o [[Diódoto el Estoico|Diódoto]] le brindaron una sólida formación filosófica.<ref name="QueSaisJe327">Pierre Grimal, ''La littérature latine'', Que sais-je, n°327.</ref> Como todos los ciudadanos romanos, a los diecisiete años inició el servicio militar a las órdenes de [[Cneo Pompeyo Estrabón|Pompeyo Estrabón]] - padre de [[Cneo Pompeyo Magno|Pompeyo]] - durante la [[Guerra Social (91–88 a. C.)|Guerra Social]]. Cuando terminó el conflicto ([[81 a. C.]]) retomó los estudios.

Haría su estreno como letrado ese mismo año con el ''Pro Quinctio'' - un problema sucesorio. En [[79 a. C.]] pronunció el ''Pro Roscio Amerino'', en el que había un ataque implícito al ''[[dictador romano|dictador]]'' [[Lucio Cornelio Sila|Sila]].<ref>El caso se inició después de la muerte del caballero Sexto Roscio, que el liberto Crisógono aprovechó para apoderarse de los bienes de éste a un precio ridículo. Sexto Roscio Amerino no estaba dispuesto a que le arrebataran de ese modo las propiedades de su padre por lo que alzó la voz contra estas acciones. Irritado, Sila ordenó al liberto que le acusara de parricidio.</ref> La increíble actuación del orador, que posibilitó que Roscio resultara libre, le llevó a determinar que lo más prudente era mantenerse apartado de la ira de Sila durante un tiempo, por lo que marchó a [[Grecia]] ([[79 a. C.|79]] - [[77 a. C.]])

El primer año recibió las enseñanzas de [[Antíoco de Ascalón]] - académico ecléctico y sucesor de Filón de Larisa, muy marcado por la doctrina [[aristotelismo|aristotélica]] y [[estoicismo|estoica]] - Zenón y Fedro - epicúreos - en [[Atenas]]; y entre [[78 a. C.|78]] y 77 a. C del estoico Posidonio de Apamea y del retórico [[Apolonio Molon]] en [[Rodas]].<ref name="QueSaisJe327" /> En Atenas trabó amistad con [[Tito Pomponio Ático|Ático]], con quien mantendrá el contacto por correspondencia durante el resto de su vida.

Finalizado el periodo de formación retórico y filosófico retornó a la capital y se casó con Terencia. Fruto de este matrimonio nacieron Tulia - esposa de [[Publio Cornelio Dolabela|Cornelio Dolabela]] - y Marco.<ref>Cicerón evocaría a Marco en las ''Catilinarias'' IV, 2.</ref>

=== Inicios de su carrera política ===
Inició su carrera política en [[75 a. C.]], cuando alcanzó el [[cuestor]]ado - primer paso del ''[[cursus honorum]]'' - en [[Lilibea]] ([[Sicilia]]). No obstante en [[70 a. C.]] es cuando comienza a ser reconocido a raíz del proceso contra [[Cayo Verres|Verres]]; Cicerón representó a los sicilianos que acusaron a éste, ex-administrador de la provincia, de estar implicado en múltiples casos de corrupción y en el robo de [[Obra de arte|obras de arte]]. El discurso de Cicerón resultó tan contundente que Verres, aunque estaba representado por el más célebre orador de la época - [[Quinto Hortensio Hortalo|Hortensio]] - se exilió voluntariamente en Massilia ([[Marsella]]) inmediatamente después de esta primera intervención - la llamada ''actio prima''.

En [[69 a. C.]] obtuvo el [[edil romano|edilato]] y en [[66 a. C.]] el [[pretor]]ado. Ese mismo año defendió el proyecto de ley del tribuno de la plebe Manilio, que proponía conceder a [[Cneo Pompeyo Magno|Pompeyo]] el mando de la lucha contra [[Mitrídates VI|Mitrídates]]; el discurso que pronunció - ''De Lege Manilia'' - le distanció de los conservadores (''[[optimates]]'') que se opusieron al proyecto. En ese momento Cicerón decidió liderar una «''tercera vía''», la de los «hombres buenos» - ''boni viri'' - entre el conservadurismo de los optimates y el «reformismo» radical de los ''[[populares]]''; como consecuencia, la aparición en escena de populares como [[Cayo Julio César|César]] o [[Lucio Sergio Catilina|Catilina]] le llevó a acercarse nuevamente a los conservadores.

=== El año 63 a. C. ===
{{AP|Conspiración de Catilina}}
Cuando más próximo estaba a los ''optimates'' obtuvo el [[Cónsul romano|consulado]] imponiéndose en las elecciones a Catilina ([[63 a. C.]]) con la ayuda de su hermano [[Quinto Tulio Cicerón|Quinto]].<ref>Tradicionalmente se ha atribuido a Quinto la redacción para su hermano de una serie de notas acerca de las técnicas que debía emplear durante la campaña electoral - ''Commentariolum Petitionis''.</ref> Con ello se convertía en el primer cónsul ''[[homo novus]]'' en treinta años, lo que irritó a ciertos [[aristocracia|aristócratas]]:
{{cita|''...porque hasta entonces lo más de la nobleza no le podía ni oir nombrar; y juzgaba que sería como degradar el consulado, si un hombre de su esfera, aunque tan insigne, llegase a conseguirle.<ref>[[Salustio]] [http://books.google.es/books?id=Evuwm36SoBwC&pg=PA1&dq=salustio+conjuracion+de+catilina&as_brr=1&client=firefox-a&cd=2#v=onepage&q=tulio&f=false ''Conjuración de Catilina''].</ref>}}

Como cónsul se opuso a un proyecto del tribuno radicar Rulo, en virtud del cual debía constituirse una comisión de diez miembros con amplios poderes que sería responsable de dividir el ''ager publicus''. Obtuvo la neutralidad del otro cónsul - [[Cayo Antonio Híbrida|Híbrida]] - muy vinculado con Catilina, al prometerle el [[procónsul]]ado de la [[administración provincial romana|provincia]] de [[Macedonia (provincia romana)|Macedonia]] para el próximo año.<ref>Plutarco ''Vidas Paralelas; Vida de Cicerón'' XII.</ref> Su discurso ''De lege agraria contra Rullum'' supuso el rechazo de la proposición.
[[Archivo:Maccari-Cicero.jpg|thumb|300px|''Cicéron desenmascara a Catilina'', obra de [[Cesare Maccari]] (1840-1919)<br />«''ninguno de los senadores quiso tomar asiento con él, sino que se mudaron de aquel escaño''»<ref>Plutarco; ''Vidas Paralelas; Vida de Cicerón'' XVI</ref><br />]]

Catilina, derrotado nuevamente en las elecciones consulares de octubre de [[63 a. C.]], decidió encabezar un [[golpe de Estado]] del que Cicerón sería informado.<ref>El proceso es detallado por Salustio en su obra ''La Conspiración de Catilina''.</ref> El [[8 de noviembre]] denunció a Catilina en el [[Senado Romano|Senado]]; iniciaría su discurso - la primera ''[[Catilinarias|Catilinaria]]'' - diciendo:
{{cita|''Quo usque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? [¿Hasta cuando, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?]''}}
Ese mismo discurso contuvo una conocida sentencia del orador, célebre incluso en nuestros días:
{{cita|''O tempora, o mores! [¡Oh tiempos, oh costumbres!]''.}}
Consciente de que era cuestión de tiempo que le detuvieran, Catilina optó por marcharse a [[Etruria]] y encabezar desde allí a los insurrectos; en la capital quedaron númerosos cómplices del rebelde, a los que encomendó llevar a cabo el levantamiento en la ciudad.

El [[9 de noviembre]] Cicerón publicó una nueva ''Catilinaria'' y declaró que no tomarían represalias contra los sediciosos que se entregaran en el acto. Ese mismo día los senadores aprobaron el ''[[senatus consultum ultimum|«senatus consultum de re publica defendenda»]]'', décreto adoptado en los tiempos de crisis que autorizaba a los líderes del Estado a reclutar tropas, combatir, contar con los recursos necesarios, y convertirse en la máxima autoridad civil y militar.<ref>Salustio ''Conspiración de Catilina'' XXIX, 3.</ref>

La crisis se acentuó cuando Sulpicio y [[Catón el Joven|Catón]] acusaron a [[Lucio Licinio Murena|Licinio Murena]] - cónsul electo para [[62 a. C.]] - de comprar votos. Era inviable cancelar el resultado de las elecciones y llevar a cabo otra nuevas, por lo que Cicerón decidio actuar como letrado de Murena - ''Pro Murena'' - durante el proceso, en el que ironizó acerca del inflexible estoicismo de Catón en situaciones extremas:
{{cita|''Si todas las faltas son iguales, todo delito es un crimen; estrangular a un padre no es más que ser culpable de la muerte de una gallina...''<ref>Cicerón ''Pro Roscio'' XXIX.</ref>}}

Los conspiradores aprovecharon el proceso para comenzar el reclutamiento de hombres. Contactaron con los [[alóbroges]] con la promesa de concederles beneficios fiscales si iniciaban una revuelta en la [[Galia Narbonense]], pero estos decidieron alertar a los senadores. Cicerón les ordenó que solicitaran a los traidores una copia escrita con las reformas a las que se comprometían, a lo que éstos accedieron. Con estas pruebas tan evidentes el cónsul denunció públicamente a los cinco conspiradores,<ref>Cicerón, ''Catilinarias'' 3.</ref> entre los que se encontraba el ex-cónsul y pretor [[Publio Cornelio Léntulo Sura|Léntulo Sura]].

En uno de los debates los senadores - inspirados por la cuarta ''catilinaria'' - ordenaron la muerte de los rebeldes, privándoles del derecho a un proceso. César propuso la cadena perpetua,<ref>Plutarco ''Vida de César'' VII.]</ref> pero la opinión de Cicerón, al que apoyó Catón, prevaleció. Catilina moriría poco después en [[Pistoia]].

En adelante Cicerón quiso ser reconocido como el salvador del Estado - Catón le llamó ''[[Padre de la Patria|pater patriae]]'' (''«padre de la patria»'') - e intentó que los romanos no olvidaran nunca el modo en que actuó durante su consulado.<ref>Plutarco ''Vida de Cicerón'', XXIII, XXIV</ref>

=== Crisis ===
En [[62 a. C.]], muerto ya Catilina, decidió retirarse momentaneamente de la política, dominada entonces por radicales ambiciosos; este retiro acabó en [[60 a. C.]], cuando declaró su oposición al [[Primer Triunvirato (Roma)|triunvirato]] que constituyeron [[Cayo Julio César|César]], [[Cneo Pompeyo Magno|Pompeyo]] y [[Marco Licinio Craso|Craso]]. En [[59 a. C.]], año del consulado de César y [[Marco Calpurnio Bíbulo|Bíbulo]], éste intentó neutralizar al orador nombrándole comisario responsable del reparto de las tierras de [[Campania]] entre los veteranos que combatieron contra Mitrídates. No obstante, Cicerón consideró que lo más prudente era rechazar el puesto.<ref>Veleyo Patérculo ''Historia Romana'' L.II, 45.</ref>

En marzo de [[58 a. C.]] sus adversarios políticos encabezados por [[Lucio Calpurnio Pisón Cesonino|Pisón]] y [[Publio Clodio Pulcro|Clodio]] - con el que se enemistó durante el escándalo de la [[Bona Dea]] ([[62 a. C.]]) - le acusaron de asesinar ciudadanos romano ilícitamente durante su consulado y coaccionaron a los senadores para que decretaran su exilio en [[Dirraquio]] ([[Durazzo]]).<ref>Plutarco ''Vida de Cicerón'' XXXII.</ref>

En [[56 a. C.]] [[Tito Anio Papiano Milón|Milón]] impulsó el retorno del orador, que inmediatamente reanudó su actividad como letrado en los procesos contra Publio Sestio - ''Pro Sestio'' - y Celio - ''Pro Caelio'' - implicados en los disturbios provocados por las bandas de Clodio y Milón. Cicerón se obstinó en reconstruir su casa<ref>Curiosamente Plutarco omite este episodio, pasando del retorno de Cicerón (XLV) a la muerte de Milón (XLVI).</ref> - e incluso los senadores le indemnizaron con dos millones de sestercios - pero recuperar los terrenos iba a resultar problemático después de que Clodio erigiera un templo allí; cuando presionó para que se eliminara el carácter sacrosanto del edificio Clodio - que en ese momento era [[edil romano|edil]] - le acusó de sacrilegio ante los ciudadanos y ordenó a sus hombres que impidieran el desarrollo de las obras e incendiaran la vivienda de su hermano. Finalmente Pompeyo decidió intervenir para restablecer el orden.

Cicerón correspondió el auxilio de los triunviros con un discurso en el que apoyaba la ampliación de cinco años del [[procónsul|proconsulado]] de César en la [[Galia]] que propuso [[Cayo Trebonio|Trebonio]] - la ''Lex Trebonia''.
[[Archivo:Hw-pompey.jpg|thumb|200px|Pompeyo el Grande.]]
La lucha política se trasladó a la calle, donde simpatizantes de uno y otro lado - ''optimates'' y ''populares'' - provocaron violentos disturbios que empañaron el desempeño ordinario de las elecciones.

En [[52 a. C.]] Clodio murió asesinado en uno de estos altercados; Cicerón aceptó el caso como letrado de Milón, acusado de ordenar la muerte de su adversario. No obstante, el clima político era tan tenso que no pudo desempeñarse correctamente durante el proceso y perdió.<ref>[[Florence Dupont]] ''L'affaire Milon''. Novela histórica muy bien documentada.</ref> Milón evitó la condena autoexiliandose en Massilia. Ciceron publicará años más tarde el ''Pro Milone'', uno de los discursos más célebres del orador.

En [[51 a. C.]] le nombraron procónsul de [[Cilicia]], una pequeña [[administración provincial romana|provincia romana]] ubicada en [[Asia]] que administró sin entusiasmo<ref>''Revue Belge de Philosophie et d'Histoire'' 86, 2008, p. 23-45</ref> pero con rectitud.<ref>Plutarco, ''Vida de Cicerón'' XXVI.</ref>

=== Guerra civil y dictadura ===
En [[50 a. C.]], a su regreso a la capital, una grave crisis política enfrentaba a [[Cayo Julio César|César]] y a los conservadores liderados por [[Cneo Pompeyo Magno|Pompeyo]]. Cicerón se alineó con el picentino intentando sin éxito no distanciarse en exceso de César.<ref>Veleyo Patérculo, ''Historia Romana'', libro II, 68</ref>

Cuando César comenzó la invasión de Italia ([[49 a. C.]]) Cicerón huyó de Roma como la mayoría de los senadores, escondiéndose en una de sus mansiones campestres. Su correspondencia con Ático expresa el desconcierto y las dudas que le atormentaron. Consideró el estallido del conflicto un desastre, independientemente de quien saliera vencedor.

César, que pretendía reunir a los senadores moderados, le escribió y le visitó en su mansión, donde le pidio que volviera a la capital en calidad de mediador. Cicerón rechazó la propuesta declarándose leal partidario de Pompeyo, con el que acabó reuniéndose en [[Epiro]].<ref>Joël Schmidt, ''Jules César'', Folio, Gallimard, 2005, pp244-249</ref>

Plutarco escribe que Catón le recomendó permanecer en Italia, donde sería más útil para la República; el orador, consciente de que estas palabras evidenciaban su escasa importancia, decidió no intervenir directamente en los combates, <ref>Plutarco, ''Vida de Cicerón'', 38.</ref> y, después de [[Batalla de Farsalia|Farsalia]] ([[48 a. C.]]), volvió a la capital y se reconcilió con César. En una carta a [[Marco Terencio Varrón|Varrón]] escrita el [[20 de abril]] de [[46 a. C.]] explica su papel durante la [[dictador romano|dictadura]]:
{{cita|''Si nadie se sirve de nosotros, escribiremos y leeremos sobre la constitución del Estado, y si no pudiéramos en la Curia y el Foro trataremos de servir a la patria con nuestros escritos y en nuestros libros.''<ref>Cicerón. Ad Fam, IX, 2.5.</ref>}}
Cicerón se recluyó en su residencia de [[Tusculum]], donde se dedicó a escribir prosa y poesía, y a traducir las obras de los sabios helenos.<ref>Plutarco, ''Vida de Cicerón'', 40.</ref> En [[46 a. C.]] se divorció de Terencia para poco después contraer matrimonio con Publilia. La muerte de Tulia ([[45 a. C.]]) le causó una enorme pena que plasma en las ''Tusculanas'', un tratado sobre el dolor. Se divorció de nuevo cuando vio que Publilia recibió con regocijo la noticia del fallecimiento.<ref>Plutarco, ''Vida de Cicerón'', 41.</ref>

Su relación con César se tornó cada vez más distante. El dictador no era el modelo de líder ilustrado del que Cicerón escribe en ''[[De Republica]]'', pero tampoco el cruel tirano que temía el orador; independientemente, ahora era el dueño absoluto de la República y nada parecía poder hacerse.

Dedicó un [[alabanza|panegírico]] a [[Catón el Joven|Catón]], al que llama «''el último republicano''», con lo que intentó desmarcarse políticamente de la administración. César le respondió mediante la publicación del ''Anticatón'', una colección de acusaciones al pretor. Cicerón alabó la calidad literaria del escrito concluyendo un «''duelo entre iguales''» en palabras del orador.<ref>Cicerón, ''Ad Atticum'', 13, 50, 1.</ref>

En diciembre de [[45 a. C.]]<ref>Joël Schmidt, Jules César, Folio, Gallimard, 2005, p 313.</ref> César y su séquito cenaron en la villa que Cicerón tenía en [[Pozzuoli]]. Para consuelo del orador César quería una reunión distendida con una conversación culta e interesante en la que únicamente se tocaron temas literarios.

En los idus de marzo de ese mismo año acaeció el asesinato de César en el que no intervendría Cicerón, ya que, aunque era conocida su oposición al ''dictator'', los tiranicidas decidieron no contar con él por su célebre cautela.<ref>Plutarco, ''Vida de Bruto'', 12.</ref> Fallecido César, estalló una enorme crisis política en la que lideró a un Senado que propuso amnistiar a los conspiradores para disminuir la tensión<ref>Veleyo Patérculo, ''Historia romana'', libro II, 58.</ref> hasta que [[Marco Antonio|Antonio]], [[cónsul romano|cónsul]] y responsable del testamento del dictador, tomó de nuevo el poder.

En abril, cuando el heredero de César - [[César Augusto|Octavio]] - retornó a Italia, Cicerón intentó sin éxito usarle contra Antonio. Cinco meses después publicó varios discursos en los que atacaba violentamente al cónsul, las ''[[Filípicas]]''. <ref>Cicerón, muy admirador de Demóstenes, empleó el título de los discursos que este orador pronunció contra Filipo de Macedonia. Plutarco ''Vida de Cicerón'' XXIV.</ref>

Cicerón describe su posición en una carta a Casio, escrita ese mismo mes:

No obstante, la situación política no era la misma que en [[63 a. C.]], y sus ''Filípicas'' no tendrían el mismo resultado que sus ''Catilinarias''. El Senado, diezmado a causa de las luchas civiles y constituido por numerosos antonianos, rechazó declarar enemigo público al cónsul. Un año después Octavio y Antonio se reconciliaron en Módena y constituyeron un nuevo [[Segundo Triunvirato (Roma)|''triunvirato'']] - que recibió plenos poderes - con [[Lépido]].

Los triunviros no tardaron en acabar con sus adversarios políticos. Octavio abandonó a su aliado y permitió que Antonio proscribiera a Cicerón. El [[7 de diciembre]] de [[43 a. C.]] el cónsul ordenó su asesinato, así como que su cabeza y sus manos se expusieran en la ''[[rostra]]''. También serían eliminados su hermano - [[Quinto Tulio Cicerón|Quinto]] - y su sobrino, siendo su heredero el único que pudo escapar.

=== Primeros años ===

Marco Tulio Cicerón nació el [[3 de enero]] de [[106 a. C.|106&nbsp;a.&nbsp;C.]] en Arpinum (la actual [[Arpino]]), ciudad ubicada a unos 100 km. al sudeste de [[Roma]]. En la ciudad, de origen volsco pero conquistada por Roma en el [[305 a. C.|305&nbsp;a.&nbsp;C.]], sus habitantes habían recibido la ciudadanía romana en el [[188 a. C.|188&nbsp;a.&nbsp;C.]], por lo que adoptaron el [[latín]] como lengua (idioma del que Cicerón llegaría a ser maestro). Al extenderse la ciudadanía romana a todos los aliados de Italia, aunque no hubieran nacido en Roma, Cicerón era ''cives romanus'' de pleno derecho, y como tal, pertenecía a efectos legales y electorales a la [[gens Cornelia]].<ref>Pina Polo, Francisco:"''Marco Tulio Cicerón''" (2005) p.35.</ref>

La familia de Cicerón pertenecía a la pequeña nobleza local, ''domi nobiles'', pero no tenía ninguna relación con la clase senatorial romana. El padre de Cicerón, llamado J. C. Marco Tulio Cicerón, era un acomodado [[caballero]] (''eques''), cuya riqueza y, por lo tanto, su estatus, se basaba principalmente en la propiedad de tierras, dedicadas a la actividad agropecuaria. A pesar de estar semi-incapacitado para ejercer cargos políticos{{sin referencias}}, compensó esta circunstancia realizando exhaustivos estudios. La madre de Cicerón se llamaba Helvia, pero poco más se sabe acerca de ella; según una carta del hermano de Cicerón, [[Quinto Tulio Cicerón]], se la puede considerar como una ama de casa proveniente de buena familia, la típica matrona romana.<ref>''Ad Familiares'' XVI 26</ref>

En este periodo de la historia romana, todas las personas cultas eran [[bilingüe]]s, hablando tanto [[latín]] como [[Idioma griego|griego]]. La [[élite]] romana prefería el griego, debido a que se consideraba como una lengua más desarrollada y más rica en matices que el latín. Afortunadamente para la carrera de Cicerón, la enseñanza del griego se desarrollaba inclusive en las escuelas primarias de Arpino.<ref>Rawson, Elizabeth :"''Cicero, a portrait''" (1975) p.7.</ref> Años más tarde, al desarrollar sus estudios retóricos, Cicerón usó el idioma griego, pues la mayoría de los grandes maestros retóricos de este periodo provenían de la [[Hélade]].

Tras su aprendizaje en la escuela primaria, Cicerón y su hermano Quinto marcharon a Roma a finales de los años [[90 a. C.|90&nbsp;a.&nbsp;C.]] Bajo la tutela del famoso orador, [[Lucio Licinio Craso Orator]], accedieron a un nivel superior en su proceso educativo, en el que la [[retórica]] y la [[filosofía]] ejercían un papel primordial, lo que significa que entraron en contacto con maestros especialmente cualificados, probablemente griegos.<ref>Pina Polo, Francisco:"''Marco Tulio Cicerón''" (2005) p.37</ref>

A través de Craso, Cicerón conoció a Arquias, poeta procedente de [[Antioquia]]. De él aprendió lo fundamental sobre la literatura griega y el gusto por la poesía.<ref>''Pro Archia'' 1</ref> Bajo esta influencia escribió su primera poesía ''Pontius Glaucus'' (''[[Glauco]] Marino''), que se ha perdido completamente. Posiblemente la compuso en el 92&nbsp;a.&nbsp;C., cuando contaba con 14 años, lo que confirmaría la afirmación de [[Plutarco]] de ser un alumno sobresaliente y precoz.<ref>Plutarco, ''Cicerón '' II</ref>

Muy probablemente al año siguiente, el 91&nbsp;a.&nbsp;C., Cicerón dejo de usar la ''[[toga praetexta]]'', símbolo de la adolescencia, y empezó a usar la ''[[toga viril]]is'' , lo que significaba el comienzo de su vida adulta y asunción de sus derechos y obligaciones como ciudadano. Este momento fue aprovechado por su padre para que aprendiera las bases del [[derecho romano]], eligiendo a uno de los hombres públicos más prestigiosos del momento, [[Quinto Mucio Escévola]], para que le enseñase.

Entre los pupilos de Escévola se encontraban Gaius Marius Minor ([[Cayo Mario el joven]]; hijo de [[Cayo Mario]], el siete veces cónsul de Roma), Servius Sulpicius Rufus ([[Servio Sulpicio Rufo]]) y Titus Pomponius Aticus ([[Tito Pomponio Ático]]). Estos dos últimos serían amigos durante toda la vida de Cicerón, especialmente Pomponius (llamado ''Ático'' por su larga estancia en [[Atenas]]), y que se convertiría en el más allegado y confidente de Cicerón hasta su temprana muerte.

A finales de los años 90&nbsp;a.&nbsp;C. y principios de los 80&nbsp;a.&nbsp;C., Cicerón descubrió su amor por la [[filosofía]], disciplina que tendría un gran papel en su vida: eventualmente seria el responsable de la introducción de la filosofía griega entre los romanos. El primer filósofo con el que tuvo contacto fue el [[epicúreo]] Fedro, cuando éste visitó Roma en el [[91 a. C.|91&nbsp;a.&nbsp;C.]]: su amigo Ático se convertiría en un epicúreo para el resto de su vida, pero a Cicerón no le convenció de igual forma.

El [[87 a. C.|87&nbsp;a.&nbsp;C.]], [[Filón de Larisa]], jefe de la Academia Platónica de [[Atenas]], visitó Roma. Cicerón le escuchó entusiastamente y se empapó de toda la filosofía platónica. Lo que más admiraba en Platón era su seriedad moral y política, pero también la amplitud de su intelecto. Aun así, la Teoría Platónica de las Ideas fue algo que Cicerón nunca pudo aceptar{{sin referencias}}.

En los años en que Cicerón perfeccionaba sus estudios, estalló la [[Guerra Social]] o Guerra de los Aliados entre Roma y algunos de sus aliados itálicos. Puesto que en la Roma tardorrepublicana los jóvenes aspirantes a una carrera política habían de servir durante algunos años en la [[legión]] (generalmente ocupando alguno de los puestos de [[tribuno]]), a Cicerón no le quedó más remedio que incorporarse, el año [[89 a. C.|89&nbsp;a.&nbsp;C.]], al [[cuerpo de ejército]] que luchaba en el frente septentrional bajo el mando del [[cónsul]] [[Cneo Pompeyo Estrabón]].<ref>Pina Polo, Francisco:"''Marco Tulio Cicerón''" (2005) p.41-42.</ref> Como tribuno, Cicerón era miembro de pleno derecho del estado mayor del cónsul, pero sus aportaciones militares debieron de ser pequeñas: él mismo dice que fue a la guerra para no renunciar a la anhelada gloria como orador a la que aspiraba, ya que no tenía mayores aptitudes castrenses, pues en esa época era extremadamente delgado y débil.<ref>''Brutus'' 313 314</ref>

Cicerón empezó su carrera pública como abogado el año [[81 a. C.|81&nbsp;a.&nbsp;C.]] Era un pleito civil en el que Publio Quincio, su cliente, reclamaba que se le entregara una [[herencia]] que retenía como propia un tal Nervo, aunque no conocemos el desenlace del caso.

Pero no fue sino hasta el siguiente año, el [[80 a. C.|80&nbsp;a.&nbsp;C.]], cuando Cicerón obtuvo su primera oportunidad de intervenir en un juicio de alto interés público, al ejercer la defensa de Sexto Roscio por [[parricidio]]. La importancia del caso venía dada porque lo que estaba en juego eran las propiedades del difunto, pues dos de sus parientes y Crisógono, liberto próximo a [[Sila]], habían logrado incluir al ya fallecido padre de Roscio en la lista de proscritos, y al acusar de parricidio al hijo le impedirían tomar la herencia.

Para enfrentar este caso, que tenía notorias implicaciones a pesar de que [[Lucio Cornelio Sila]] ya había renunciado a la [[dictadura]], Cicerón dividió su argumentación en tres partes: en la primera, defendía a Roscio, demostrando que él no cometió el crimen; en segundo lugar, atacó a los presuntos culpables del delito -uno de ellos pariente de Roscio-, argumentando acerca de cómo el delito era culpa de ellos y no de su defendido; por último, atacó a Crisógono, declarando que el padre de Roscio fue asesinado para obtener sus propiedades a un bajo precio, remarcando al mismo tiempo que exoneraba de cualquier responsabilidad a Sila.<ref>''Pro Sex. Roscio Ameriae''</ref> La estrategia tuvo éxito, transformándose inmediatamente en un célebre abogado y orador.

A pesar de la victoria, y por seguridad ante eventuales represalias políticas (aunque posiblemente también por deseos de perfeccionarse en los estudios), Cicerón realizó el [[79 a. C.|79&nbsp;a.&nbsp;C.]] un largo viaje por el [[Mediterráneo]] oriental donde fue discípulo de [[Fedro el Epicúreo]], de [[Filón de Larisa|Filón el Académico]], de [[Diodoto]], de [[Antíoco de Ascalón]], de [[Zenón]] y de [[Posidonio]]. Esta multiplicidad de maestros hizo que Cicerón aplicara distintas concepciones a los problemas filosóficos. Sus planteamientos relativos a la moral estaban cercanos al [[estoicismo]], mientras que en [[gnoseología]] defendía un [[escepticismo]] moderado; todas estas influencias y lecturas darán al cabo en el [[eclecticismo]] y en él sintetizará la tradición griega reescribiéndola en latín.<ref>^ Haskell, H.J.: "''This was Cicero''" (1940) p.83</ref>

=== Carrera política ===
De vuelta a Roma en [[77 a. C.|77&nbsp;a.&nbsp;C.]], retomó su profesión de abogado, lo que le ayudó en su promoción política, hasta que en [[74 a. C.|74&nbsp;a.&nbsp;C.]] se incorporó al [[Senado romano|Senado]] tras su elección como [[cuestor]], con destino en la Provincia de [[Sicilia]], que desempeñó con la eficacia que siempre le caracterizó.

Acabado su mandato como cuestor, regresó a Roma, donde continuó ejerciendo de abogado y destacó en diversos procesos, de los cuales quizá el que mayor fama le dio fue el sostenido contra [[Gayo Verres|Verres]].

En el año [[70 a. C.|70&nbsp;a.&nbsp;C.]], los habitantes de [[Sicilia]], probablemente recordando su etapa como cuestor en la isla, rogaron a Cicerón que se hiciera cargo del proceso contra Verres, el corrupto gobernador de la provincia que había saqueado la misma a placer en su propio beneficio, cometiendo numerosos abusos de poder. Cicerón corrió un gran riesgo, ya que Verres pertenecía a los [[patricios]] y a los optimates y tenía amigos poderosos. No obstante, llevó el caso con tal brillantez que el abogado de Verres, [[Quinto Hortensio Hórtalo]] (uno de los más eminentes abogados de la época), recomendó a su cliente autoexiliarse en la ciudad de [[Marsella]] incluso antes de que el proceso hubiera concluido, a fin de evitar una más que probable condena. Cicerón, que contaba entonces con treinta y seis años, se convirtió en el abogado más reputado de Roma, paso esencial para ascender en la carrera política para un "''homo novus''".

Elegido [[Pretor]] a los 39 años, en el sorteo que se celebraba entre los 8 pretores nombrados no obtuvo el cargo de [[pretor urbano]] (el más codiciado), que fue a caer a manos de Antonio Hybrida, sino el menos importante y lucido de presidente del tribunal de extorsiones, que tan bien conocía por haber defendido en él numerosos casos, como el citado de Verres. Ese era el escalón necesario para que en el año [[64 a. C.|64&nbsp;a.&nbsp;C.]] presentara oficialmente su candidatura a cónsul.

Cicerón fue elegido cónsul el [[63 a. C.|63&nbsp;a.&nbsp;C.]], junto con [[Cayo Antonio Hybrida]]; en las mismas elecciones sería elegido como pretor [[Cayo Julio César]]. Si bien las simpatías de Cicerón se dirigían hacia el partido de la nobleza senatorial (los ''[[optimates]]''), no dejaba de ser un ''[[homo novus]]'', atacado por ello desde uno y otro bando: unos, por envidia y otros por desdén. Quizá para ganarse la confianza de los optimates y de su líder [[Cneo Pompeyo Magno|Pompeyo]], se enfrentó a los seguidores del partido popular, representado, entre otros, por el propio César.

Durante su mandato denunció y reprimió la conjura del que había sido candidato a cónsul por los populares, [[Lucio Sergio Catilina]], contra quien compuso sus famosas ''Catilinarias'', discursos en que denunciaba la conspiración que éste encabezaba, y que fueron pronunciados ante el Senado. Aunque trató de que la responsabilidad de la pena de muerte dictada contra los conspiradores fuera compartida por el Senado, desde ciertos sectores (cercanos a César) se le achacó demasiada dureza en la represión de los sublevados.

Se opuso públicamente a la alianza de [[Julio César|César]], [[Cneo Pompeyo Magno|Pompeyo]] y [[Marco Licinio Craso|Craso]] (conocida como [[Primer Triunvirato]]), lo que le valió que éstos apoyaran la investidura de su antiguo rival, [[Publio Clodio Pulcro|Publio Clodio Pulcher]], como tribuno de la plebe para conseguir exiliarle ([[58 a. C.|58&nbsp;a.&nbsp;C.]]) Tras un año emigrado en [[Región histórica de Macedonia|Macedonia]], [[Cneo Pompeyo Magno|Pompeyo]] le perdonó y pudo regresar, debido principalmente a los desmanes de [[Publio Clodio Pulcro|Clodio]], quien llegó a atacar con sus bandas callejeras al propio Pompeyo.

En el año [[51 a. C.]] aceptó el cargo de [[procónsul]] de la provincia romana de [[Cilicia]], regresando a Roma en el [[50 a. C.]] Apoyó a Pompeyo contra [[Julio César|César]] en [[Segunda Guerra Civil de la República de Roma|la guerra civil]], al parecer porque le creía más cercano a las ideas republicanas. Sin embargo, al vencer César finalmente en el [[48 a. C.|48&nbsp;a.&nbsp;C.]], Cicerón comprendió que era inútil toda oposición, y César le perdonó, quizá debido a su gran prestigio como escritor y pensador o quizá porque César gustaba de mostrar su magnificencia perdonando a sus enemigos señalados.

Comprendiendo su delicada situación, Cicerón declinó toda actividad política y se dedicó a escribir. Soportó a duras penas la política cesariana, ya que era un republicano convencido; sin embargo, al ser asesinado César el [[44 a. C.|44&nbsp;a.&nbsp;C.]], volvió a la política y se opuso con todas sus fuerzas al discípulo del dictador, [[Marco Antonio]], escribiendo contra él sus famosas [[Filípicas]] e incluso brindando su apoyo al hijo adoptivo de César, Cayo Julio César Octaviano ([[Octavio Augusto]]), quien finalmente lo engañaría aliándose con Antonio e incluyéndole en las listas de proscritos. Consiguió huir de Roma, pero los cazarrecompensas consiguieron dar con él y lo asesinaron ([[43 a. C.|43&nbsp;a.&nbsp;C.]]), cortándole las manos y la cabeza, trofeos que fueron expuestos en el foro después de que Fulvia, la esposa de Marco Antonio, atravesara la lengua de Cicerón con un alfiler para el pelo.

== Obra ==
Escribió distintos [[diálogo]]s sobre varios temas:

''Laelius, sive De Amicitia'', "Lelio, o Sobre la amistad" diserta sobre este tema afirmando que la única amistad posible es entre iguales y pondera la importancia de la misma para la felicidad humana, elevando su principio a lo más digno de la naturaleza humana.

En el diálogo, ''Cato maior, sive De Senectute'', "[[Catón el Viejo]], o Sobre la vejez" manifiesta los beneficios que proporciona una vejez sana y las ventajas que reporta en experiencia y sabiduría.

Conocido es también ''De officiis'' ''Sobre las obligaciones'', obra que consta de tres libros, escritos en género epistolar. Estaban dirigidos a un "tú", que era su hijo Marco. El último libro es el más original y contiene un serio ataque contra los gobiernos dictatoriales; fue escrito cuando se hallaba huido de la persecución de [[Marco Antonio]], poco antes de su muerte.

Como jurista Cicerón fue el mayor y más influyente de los abogados romanos de su época, usando de sus aptitudes en retórica y oratoria para sentar numerosos precedentes que fueron largamente usados. Como escritor, aportó al latín un léxico abstracto del que carecía, transvasó y tradujo numerosos términos del griego y contribuyó al idioma latín, transformándolo definitivamente en una lengua culta, apta para la expresión del pensamiento más profundo. Escribió numerosos ''Discursos'', a veces agrupados por ciclos temáticos (las tres ''Catilinarias'', las ''Verrinas'', las catorce ''Filípicas'' contra Marco Antonio...) y bastantes tratados sobre [[Retórica]] y [[Oratoria]], como el ''De oratore''.

En el siglo IV de nuestra era, la lectura del ''De Hortensius'' de Cicerón (obra actualmente perdida) despertó en la mente de [[Agustín de Hipona|San Agustín]] el espíritu de especulación. Durante el [[Renacimiento]] Cicerón fue uno de los modelos de la prosa y se leyeron ávidamente sus cuatro colecciones de cartas, conservadas y editadas por su secretario personal [[Marco Tulio Tirón|Tirón]] (al que se atribuye el perfeccionamiento de la [[taquigrafía]]), entre las cuales destacan las ''Epístolas Ad Familiaris (Cartas a los familiares)'', donde se perciben sus veleidades políticas, sus gustos filosóficos y literarios, y la vida cotidiana de su casa y de la Roma de su tiempo.

Casi toda su obra manifiesta una gran preocupación sobre cuál debe ser la formación del orador, que estima que ha de ser integral y emprenderse desde la cuna, en lo que tuvo por mayor seguidor en fechas muy posteriores a [[Marco Fabio Quintiliano]].

Como moralista, defendió la existencia de una comunidad humana universal más allá de las diferencias étnicas ([[Humanismo]]) y la supremacía del [[derecho natural]] en su obra maestra, el ''De officiis'' o "Sobre las obligaciones" y se manifestó contra la crueldad y la tortura.

Como filósofo no le satisfizo ninguna escuela griega y prefirió adoptar el pensamiento del [[Eclecticismo]], tomando lo mejor de unos y de otros. Contrario al [[escepticismo]] radical, sostenía la necesidad de conceptos innatos e inmutables necesarios para la cohesión social y los vínculos relacionales de los individuos. Sus ideas sobre religión, expresadas en ''De natura deorum'', (Sobre la naturaleza de los dioses), revelan sus creencias y su apoyo al libre albedrío. Casi todos sus trabajos filosóficos deben mucho a fuentes griegas, que trata con familiaridad y enriquece con su propio juicio; fue, pues, un gran divulgador y preservador de la filosofía helénica.

En política fue un republicano convencido, absolutamente enemigo de la [[tiranía]], y se le deben obras dialogadas como el ''De re publica'' y ''De legibus'' ("Sobre la república" y "Sobre las leyes"). Compuso además un tratado ''De gloria'' que no se ha conservado y cuyo rastro se pierde en las manos del humanista [[Francesco Petrarca]], que alcanzó a leerlo en la Edad Media.

=== Listado de obras ===
* Los 16 libros de las ''Epistulæ ad familiares'' (escritas entre el 62 y el 43&nbsp;a.&nbsp;C.) se agrupan por destinatarios.
* ''Epistulæ ad Atticum'', igualmente en 16 libros (escritas entre el 68 y el 43&nbsp;a.&nbsp;C.), dispuestos en su mayor parte por orden cronológico.
* ''Epistulæ ad Quintum fratrem'', en 3 libros (escritas entre el 60 y el 54&nbsp;a.&nbsp;C.), recogen las escritas entre Cicerón y su hermano Quinto.
* ''Epistolæ ad Marcum Brutum'', originalmente recogidas en 9 libros.
* ''De oratore'' (acerca de la formación del orador).
* ''Orator'' (retrato del orador ideal).
* ''Brutus'', historia de la elocuencia griega y romana.
* ''De optimo genere oratorum'', que versa sobre el mejor tipo de elocuencia.
* ''Partitiones oratoriae'' se refiere a las divisiones de los discursos.
* ''Topica'', sobre los lugares comunes de los discursos.
* Discursos judiciales de defensa (''Pro Archia poeta'', ''Pro Roscio Amerino'', ''Pro Murena'', ''Pro Milone''...).
* Discursos judiciales de acusación (''In Verrem'', o ''Verrinas'' etc).
* ''De re publica'', que propone como mejor sistema político el resultante de la fusión de la «monarquía», la «oligarquía» y la «democracia». El Libro VI incluye el «Sueño de Escipión», comentado por [[Macrobio]].
* ''De legibus'', sobre el [[derecho natural]], las leyes sagradas y el orden estatal, así como sobre las funciones propias de los magistrados.
* ''Consolatio'' de la muerte de su hija Tulia, donde defiende la inmortalidad del alma.
* ''De finibus bonorum et malorum'' (Sobre el sumo bien y el sumo mal, contraposición de las teorías epicúreas, estoicas, platónicas y peripatéticas).
* ''De officiis'' (Sobre los deberes, quizá la obra maestra de Cicerón; el último de sus tres libros es el más personal, escrito en parte bajo su aversión contra la tiranía de Marco Antonio).
* ''Cato Maior De senectute'' (Sobre la vejez).
* ''Laelius De amicitia'' (Sobre la amistad).
* ''De natura deorum'' (Sobre la naturaleza de los dioses).
* ''[[De divinatione]]'' (Sobre la adivinación).
* ''De fato'' (Sobre el destino).
* '' [[Catilinarias]] y Filípicas''.
* ''De inventione'' (Sobre la invención retórica).
* ''De lege Manilia o De imperio Cnaei Pomepei'' (Sobre la ley Manilia).

== Algunas Frases Célebres ==

Como hombre culto e inteligente, Cicerón produjo numerosas citas que se han usado habitualmente, sobre todo en los campos de la política y el derecho. Podemos señalar, de entre las más conocidas las siguientes:

* '''''[[Cedant arma togae]]''''': "que se rindan las armas a la toga", para expresar la preponderancia que debe tener el poder civil sobre el militar.

* '''''El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretenda hacerse superior a las leyes'''''.

* '''''Quo usque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?''''': "¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?", usada para quejarse de que algo está reclamando una paciencia infinita y que ésta está a punto de terminarse.

* '''''La fuerza es el derecho de las bestias'''''.

* '''''O tempora, o mores!''''': "¡Oh tiempos, oh costumbres!". Usada como queja para señalar que se han perdido las buenas costumbres de nuestros antepasados.

== Véase también ==
* [[Plutarco]]

== Referencias ==
{{listaref}}

== Bibliografía ==
<div class="references-small" style="-moz-column-count:2; column-count:2;">
=== Obra propia ===
[[Editorial Gredos]] ha editado gran parte de su obra:
* ''Catilinarias''. {ISBN 84-249-3395-8/ISBN 84-249-3419-9}; véase también ''Catilinarias y Filípicas''. Editorial Planeta, S.A. {ISBN 84-08-01178-2}
* ''De amicitia''. {ISBN 84-249-3396-6/ISBN 84-249-3475-X}
* ''De senectute''. {ISBN 84-249-3397-4}
* ''Defensa del Ligario. Defensa del poeta Arquías''. {ISBN 84-249-3398-2/ISBN 84-249-1401-5}
* ''Sobre la república''. {ISBN 84-249-0964-X}; véase también ''Sobre la República; Sobre las leyes''. Editorial Tecnos. {ISBN 84-309-1291-6}
* ''Del supremo bien y del supremo mal''. {ISBN 84-249-1092-3}
* ''Discursos I. Verrinas: Discurso contra Q. Cecilio. Primera sesión. Segunda sesión (discursos I y II)''. {ISBN 84-249-1419-8}
* ''Discursos II. Verrinas: segunda sesión (discursos III-V)''. {ISBN 84-249-1420-1}
* ''Discursos III''. {ISBN 84-249-1445-7}
* ''Discursos IV''. {ISBN 84-249-1649-2}
* ''Discursos V''. {ISBN 84-249-1784-7}
* ''Discursos VI. Filípicas''. {ISBN 84-249-2792-3}; véase también ''Catilinarias y Filípicas''. Editorial Planeta, S.A. {ISBN 84-08-01178-2}
* ''Cartas I. Cartas a Ático (1-161D)''. {ISBN 84-249-1811-8}
* ''Cartas II. Cartas a Ático (162-426)''. {ISBN 84-249-1812-6}
* ''Cartas III. Cartas a los familiares, I (1-173)''. {ISBN 978-84-249-0010-6}
* ''Cartas IV. Cartas a los familiares, II (174-435)''. {ISBN 978-84-249-3583-2}
* ''Las leyes''. {ISBN 978-84-249-3611-2}
* ''La invención retórica''. {ISBN 84-249-1878-9}
* ''Sobre la naturaleza de los dioses''. {ISBN 84-249-1997-1}; véase también Ed. Alpha, S.A. {ISBN 84-7225-410-0}
* ''Sobre la adivinación. Sobre el destino. Timeo''. {ISBN 84-249-2249-2}
* ''Sobre el orador''. {ISBN 84-249-2334-0}
* ''Disputaciones tusculanas''. {ISBN 84-249-2751-6}
* Salustio/ Pseudo Salustio/ Pseudo Cicerón. ''Conjuración de catilina. Guerra de Jugurta. Fragmentos de las «Historias»/ Cartas a César. Invectiva contra Cicerón/ Invectiva contra Salustio''. {ISBN 84-249-1879-7}

=== Sobre Cicerón ===
* Everitt, Anthony (2001). ''Cicero: the life and times of Rome's greatest politician''. Random House, hardback, 359 pages. ISBN 0-375-50746-9
* Harris, Robert (2006). ''Imperium''. Arrow Books Ltd (UK), hardback, 352 Pags. ISBN 978-0-09-180095-6. Hay traducción al castellano, mismo título, Ed. Grijalbo (2007) ISBN 978-950-28-0445-3.
* Haskell, H. J. (1946). ''This was Cicero''. Fawcett publications, Inc. Greenwich, Conn. USA
* Pina Polo, Francisco (2005). ''Marco Tulio Cicerón''. Barcelona, Ariel. ISBN 8334467712
* [[Plutarco]]. ''[[Vidas paralelas]]'': [[Demóstenes]] & Cicerón.
* Rawson, Elizabeth (1975). ''Cicero, A portrait''. Allen Lane, London. ISBN 0-7139-0864-5
* Taylor Caldwell (1965). ''A pillar of iron''. Maeva, 829 Pags. ISBN 84-96231-08-9
* Taylor, H. (1918). ''Cicero: A sketch of his life and works''. Chicago: A. C. McClurg & Co.
</div>

== Enlaces externos ==
{{commons|Cicero}}
{{wikisource|Cicerón}}
{{wikisource|idioma=la|Scriptor:Marcus Tullius Cicero|Cicerón|preposición=de}}
{{wikiquote|Cicerón}}
* [http://www.qfrases.com/marco_tulio_ciceroon.php Frases con enseñanzas de Cicerón sobre oratoria]
* [http://upasika.com/estoicismo.htm Textos de Cicerón y la escuela de los estoicos]
* [http://clasicas.usal.es/textos.htm#cicenesp Fuentes de Cicerón en español] — Universidad de Salamanca
* [http://ddd.uab.es/pub/faventia/02107570v26n2p91.pdf Cicerón y los cistóforos (Cic. Att. 2, 6, 2; 16, 4 y 11, 1, 2). En la correspondencia de Cicerón se menciona por tres veces los cistóforos, la moneda de la provincia romana de Asia. Breve estudio de las citas en las que aparece mencionado este numerario]

{| class="wikitable" border=1 align="center" width=95%
|-
|width="30%" align="center"|Precedido por:<br />'''[[Lucio Julio César]] y [[Cayo Marcio Fígulo]]'''
|width="40%" align="center"|'''Cónsul de la República Romana'''<br />[[63 a. C.|63&nbsp;a.&nbsp;C.]] junto a [[Cayo Antonio Hybrida]]
|width="30%" align="center"|Sucedido por:<br />'''[[Décimo Junio Silano]] y [[Lucio Licinio Murena (cónsul 62 a. C.)|Lucio Licinio Murena]]'''
|-
|}
{{ORDENAR:Ciceron, Marco Tulio}}

[[Categoría:Abogados de la Antigua Roma|Cicerón]]
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[[uk:Цицерон]]
[[zh:西塞罗]]

Revisión del 23:34 27 abr 2010

Plantilla:Ficha de filósofo

Marco Tulio Cicerón (en latín Marcus Tullius Cicero, pronunciado ['mar.kʊs 'tul.liʊs 'ki.ke.ro:]; Arpino, 3 de enero del 106 a. C. - Formia, 7 de diciembre del 43 a. C.) fue un jurista, político, filósofo, escritor y orador romano. Es considerado uno de los más grandes retóricos y estilistas de la prosa en latín de la República romana.[1][2]

Reconocido como uno de los más importantes autores de la historia romana, es responsable de la introducción de las más célebres escuelas filosóficas helenas en la literatura republicana, así como de la creación de un vocabulario filosófico en latín. Gran orador y reputado letrado, Cicerón centró toda su atención en su carrera política. Hoy en día es recordado por sus escritos de carácter humanista,[3]​ filosófico y político. Sus cartas, la mayoría enviadas a Ático, alcanzaron un enorme reconocimiento por la introducción de un depurado estilo espistolar en la literatura europea. Cornelio Nepote destacó la riqueza ornamental de estas cartas, escritas «acerca de las inclinaciones de los líderes, los vicios de los comandantes y las revoluciones estatales», que transportaban al lector a esa época.[4]

Constituido en uno de los máximos defensores del sistema republicano tradicional, combatió como pudo la dictadura de César. No obstante, durante su propia carrera no dudó en cambiar de postura dependiendo del clima político. Esta indecisión es achacable a su carácter sensible e impresionable, pues era propenso a reaccionar de manera excesiva ante los cambios. El escritor Asinio escribió de él:

¡Ojalá hubiera sido capaz de soportar la prosperidad con mayor autocontrol y la adversidad con mayor fortaleza![5][6]

Biografía

Formación

Fresco de Vincenzo Foppa de Brescia, datado en 1464 que representa a Cicerón leyendo.

Cicerón nace el 3 de enero de 106 a. C. en Arpinum (Arpino) - un municipio localizado a 110 kilómetros de la capital - en el seno de una familia plebeya elevada al ordo equester. El origen de su cognomen - Cicerón, que quiere decir «garbanzo» - no es claro, aunque se cree que provenía de un ancestro suyo cuya nariz tenía esa forma, o que comerciaba con este producto.

Cuando era un niño le enviaron a Roma para estudiar derecho con los más importantes letrados del momento, como Escévola. Además de derecho, maestros como Filón de Larisa o Diódoto le brindaron una sólida formación filosófica.[7]​ Como todos los ciudadanos romanos, a los diecisiete años inició el servicio militar a las órdenes de Pompeyo Estrabón - padre de Pompeyo - durante la Guerra Social. Cuando terminó el conflicto (81 a. C.) retomó los estudios.

Haría su estreno como letrado ese mismo año con el Pro Quinctio - un problema sucesorio. En 79 a. C. pronunció el Pro Roscio Amerino, en el que había un ataque implícito al dictador Sila.[8]​ La increíble actuación del orador, que posibilitó que Roscio resultara libre, le llevó a determinar que lo más prudente era mantenerse apartado de la ira de Sila durante un tiempo, por lo que marchó a Grecia (79 - 77 a. C.)

El primer año recibió las enseñanzas de Antíoco de Ascalón - académico ecléctico y sucesor de Filón de Larisa, muy marcado por la doctrina aristotélica y estoica - Zenón y Fedro - epicúreos - en Atenas; y entre 78 y 77 a. C del estoico Posidonio de Apamea y del retórico Apolonio Molon en Rodas.[7]​ En Atenas trabó amistad con Ático, con quien mantendrá el contacto por correspondencia durante el resto de su vida.

Finalizado el periodo de formación retórico y filosófico retornó a la capital y se casó con Terencia. Fruto de este matrimonio nacieron Tulia - esposa de Cornelio Dolabela - y Marco.[9]

Inicios de su carrera política

Inició su carrera política en 75 a. C., cuando alcanzó el cuestorado - primer paso del cursus honorum - en Lilibea (Sicilia). No obstante en 70 a. C. es cuando comienza a ser reconocido a raíz del proceso contra Verres; Cicerón representó a los sicilianos que acusaron a éste, ex-administrador de la provincia, de estar implicado en múltiples casos de corrupción y en el robo de obras de arte. El discurso de Cicerón resultó tan contundente que Verres, aunque estaba representado por el más célebre orador de la época - Hortensio - se exilió voluntariamente en Massilia (Marsella) inmediatamente después de esta primera intervención - la llamada actio prima.

En 69 a. C. obtuvo el edilato y en 66 a. C. el pretorado. Ese mismo año defendió el proyecto de ley del tribuno de la plebe Manilio, que proponía conceder a Pompeyo el mando de la lucha contra Mitrídates; el discurso que pronunció - De Lege Manilia - le distanció de los conservadores (optimates) que se opusieron al proyecto. En ese momento Cicerón decidió liderar una «tercera vía», la de los «hombres buenos» - boni viri - entre el conservadurismo de los optimates y el «reformismo» radical de los populares; como consecuencia, la aparición en escena de populares como César o Catilina le llevó a acercarse nuevamente a los conservadores.

El año 63 a. C.

Cuando más próximo estaba a los optimates obtuvo el consulado imponiéndose en las elecciones a Catilina (63 a. C.) con la ayuda de su hermano Quinto.[10]​ Con ello se convertía en el primer cónsul homo novus en treinta años, lo que irritó a ciertos aristócratas:

...porque hasta entonces lo más de la nobleza no le podía ni oir nombrar; y juzgaba que sería como degradar el consulado, si un hombre de su esfera, aunque tan insigne, llegase a conseguirle.[11]

Como cónsul se opuso a un proyecto del tribuno radicar Rulo, en virtud del cual debía constituirse una comisión de diez miembros con amplios poderes que sería responsable de dividir el ager publicus. Obtuvo la neutralidad del otro cónsul - Híbrida - muy vinculado con Catilina, al prometerle el procónsulado de la provincia de Macedonia para el próximo año.[12]​ Su discurso De lege agraria contra Rullum supuso el rechazo de la proposición.

Cicéron desenmascara a Catilina, obra de Cesare Maccari (1840-1919)
«ninguno de los senadores quiso tomar asiento con él, sino que se mudaron de aquel escaño»[13]

Catilina, derrotado nuevamente en las elecciones consulares de octubre de 63 a. C., decidió encabezar un golpe de Estado del que Cicerón sería informado.[14]​ El 8 de noviembre denunció a Catilina en el Senado; iniciaría su discurso - la primera Catilinaria - diciendo:

Quo usque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? [¿Hasta cuando, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?]

Ese mismo discurso contuvo una conocida sentencia del orador, célebre incluso en nuestros días:

O tempora, o mores! [¡Oh tiempos, oh costumbres!].

Consciente de que era cuestión de tiempo que le detuvieran, Catilina optó por marcharse a Etruria y encabezar desde allí a los insurrectos; en la capital quedaron númerosos cómplices del rebelde, a los que encomendó llevar a cabo el levantamiento en la ciudad.

El 9 de noviembre Cicerón publicó una nueva Catilinaria y declaró que no tomarían represalias contra los sediciosos que se entregaran en el acto. Ese mismo día los senadores aprobaron el «senatus consultum de re publica defendenda», décreto adoptado en los tiempos de crisis que autorizaba a los líderes del Estado a reclutar tropas, combatir, contar con los recursos necesarios, y convertirse en la máxima autoridad civil y militar.[15]

La crisis se acentuó cuando Sulpicio y Catón acusaron a Licinio Murena - cónsul electo para 62 a. C. - de comprar votos. Era inviable cancelar el resultado de las elecciones y llevar a cabo otra nuevas, por lo que Cicerón decidio actuar como letrado de Murena - Pro Murena - durante el proceso, en el que ironizó acerca del inflexible estoicismo de Catón en situaciones extremas:

Si todas las faltas son iguales, todo delito es un crimen; estrangular a un padre no es más que ser culpable de la muerte de una gallina...[16]

Los conspiradores aprovecharon el proceso para comenzar el reclutamiento de hombres. Contactaron con los alóbroges con la promesa de concederles beneficios fiscales si iniciaban una revuelta en la Galia Narbonense, pero estos decidieron alertar a los senadores. Cicerón les ordenó que solicitaran a los traidores una copia escrita con las reformas a las que se comprometían, a lo que éstos accedieron. Con estas pruebas tan evidentes el cónsul denunció públicamente a los cinco conspiradores,[17]​ entre los que se encontraba el ex-cónsul y pretor Léntulo Sura.

En uno de los debates los senadores - inspirados por la cuarta catilinaria - ordenaron la muerte de los rebeldes, privándoles del derecho a un proceso. César propuso la cadena perpetua,[18]​ pero la opinión de Cicerón, al que apoyó Catón, prevaleció. Catilina moriría poco después en Pistoia.

En adelante Cicerón quiso ser reconocido como el salvador del Estado - Catón le llamó pater patriae («padre de la patria») - e intentó que los romanos no olvidaran nunca el modo en que actuó durante su consulado.[19]

Crisis

En 62 a. C., muerto ya Catilina, decidió retirarse momentaneamente de la política, dominada entonces por radicales ambiciosos; este retiro acabó en 60 a. C., cuando declaró su oposición al triunvirato que constituyeron César, Pompeyo y Craso. En 59 a. C., año del consulado de César y Bíbulo, éste intentó neutralizar al orador nombrándole comisario responsable del reparto de las tierras de Campania entre los veteranos que combatieron contra Mitrídates. No obstante, Cicerón consideró que lo más prudente era rechazar el puesto.[20]

En marzo de 58 a. C. sus adversarios políticos encabezados por Pisón y Clodio - con el que se enemistó durante el escándalo de la Bona Dea (62 a. C.) - le acusaron de asesinar ciudadanos romano ilícitamente durante su consulado y coaccionaron a los senadores para que decretaran su exilio en Dirraquio (Durazzo).[21]

En 56 a. C. Milón impulsó el retorno del orador, que inmediatamente reanudó su actividad como letrado en los procesos contra Publio Sestio - Pro Sestio - y Celio - Pro Caelio - implicados en los disturbios provocados por las bandas de Clodio y Milón. Cicerón se obstinó en reconstruir su casa[22]​ - e incluso los senadores le indemnizaron con dos millones de sestercios - pero recuperar los terrenos iba a resultar problemático después de que Clodio erigiera un templo allí; cuando presionó para que se eliminara el carácter sacrosanto del edificio Clodio - que en ese momento era edil - le acusó de sacrilegio ante los ciudadanos y ordenó a sus hombres que impidieran el desarrollo de las obras e incendiaran la vivienda de su hermano. Finalmente Pompeyo decidió intervenir para restablecer el orden.

Cicerón correspondió el auxilio de los triunviros con un discurso en el que apoyaba la ampliación de cinco años del proconsulado de César en la Galia que propuso Trebonio - la Lex Trebonia.

Pompeyo el Grande.

La lucha política se trasladó a la calle, donde simpatizantes de uno y otro lado - optimates y populares - provocaron violentos disturbios que empañaron el desempeño ordinario de las elecciones.

En 52 a. C. Clodio murió asesinado en uno de estos altercados; Cicerón aceptó el caso como letrado de Milón, acusado de ordenar la muerte de su adversario. No obstante, el clima político era tan tenso que no pudo desempeñarse correctamente durante el proceso y perdió.[23]​ Milón evitó la condena autoexiliandose en Massilia. Ciceron publicará años más tarde el Pro Milone, uno de los discursos más célebres del orador.

En 51 a. C. le nombraron procónsul de Cilicia, una pequeña provincia romana ubicada en Asia que administró sin entusiasmo[24]​ pero con rectitud.[25]

Guerra civil y dictadura

En 50 a. C., a su regreso a la capital, una grave crisis política enfrentaba a César y a los conservadores liderados por Pompeyo. Cicerón se alineó con el picentino intentando sin éxito no distanciarse en exceso de César.[26]

Cuando César comenzó la invasión de Italia (49 a. C.) Cicerón huyó de Roma como la mayoría de los senadores, escondiéndose en una de sus mansiones campestres. Su correspondencia con Ático expresa el desconcierto y las dudas que le atormentaron. Consideró el estallido del conflicto un desastre, independientemente de quien saliera vencedor.

César, que pretendía reunir a los senadores moderados, le escribió y le visitó en su mansión, donde le pidio que volviera a la capital en calidad de mediador. Cicerón rechazó la propuesta declarándose leal partidario de Pompeyo, con el que acabó reuniéndose en Epiro.[27]

Plutarco escribe que Catón le recomendó permanecer en Italia, donde sería más útil para la República; el orador, consciente de que estas palabras evidenciaban su escasa importancia, decidió no intervenir directamente en los combates, [28]​ y, después de Farsalia (48 a. C.), volvió a la capital y se reconcilió con César. En una carta a Varrón escrita el 20 de abril de 46 a. C. explica su papel durante la dictadura:

Si nadie se sirve de nosotros, escribiremos y leeremos sobre la constitución del Estado, y si no pudiéramos en la Curia y el Foro trataremos de servir a la patria con nuestros escritos y en nuestros libros.[29]

Cicerón se recluyó en su residencia de Tusculum, donde se dedicó a escribir prosa y poesía, y a traducir las obras de los sabios helenos.[30]​ En 46 a. C. se divorció de Terencia para poco después contraer matrimonio con Publilia. La muerte de Tulia (45 a. C.) le causó una enorme pena que plasma en las Tusculanas, un tratado sobre el dolor. Se divorció de nuevo cuando vio que Publilia recibió con regocijo la noticia del fallecimiento.[31]

Su relación con César se tornó cada vez más distante. El dictador no era el modelo de líder ilustrado del que Cicerón escribe en De Republica, pero tampoco el cruel tirano que temía el orador; independientemente, ahora era el dueño absoluto de la República y nada parecía poder hacerse.

Dedicó un panegírico a Catón, al que llama «el último republicano», con lo que intentó desmarcarse políticamente de la administración. César le respondió mediante la publicación del Anticatón, una colección de acusaciones al pretor. Cicerón alabó la calidad literaria del escrito concluyendo un «duelo entre iguales» en palabras del orador.[32]

En diciembre de 45 a. C.[33]​ César y su séquito cenaron en la villa que Cicerón tenía en Pozzuoli. Para consuelo del orador César quería una reunión distendida con una conversación culta e interesante en la que únicamente se tocaron temas literarios.

En los idus de marzo de ese mismo año acaeció el asesinato de César en el que no intervendría Cicerón, ya que, aunque era conocida su oposición al dictator, los tiranicidas decidieron no contar con él por su célebre cautela.[34]​ Fallecido César, estalló una enorme crisis política en la que lideró a un Senado que propuso amnistiar a los conspiradores para disminuir la tensión[35]​ hasta que Antonio, cónsul y responsable del testamento del dictador, tomó de nuevo el poder.

En abril, cuando el heredero de César - Octavio - retornó a Italia, Cicerón intentó sin éxito usarle contra Antonio. Cinco meses después publicó varios discursos en los que atacaba violentamente al cónsul, las Filípicas. [36]

Cicerón describe su posición en una carta a Casio, escrita ese mismo mes:

No obstante, la situación política no era la misma que en 63 a. C., y sus Filípicas no tendrían el mismo resultado que sus Catilinarias. El Senado, diezmado a causa de las luchas civiles y constituido por numerosos antonianos, rechazó declarar enemigo público al cónsul. Un año después Octavio y Antonio se reconciliaron en Módena y constituyeron un nuevo triunvirato - que recibió plenos poderes - con Lépido.

Los triunviros no tardaron en acabar con sus adversarios políticos. Octavio abandonó a su aliado y permitió que Antonio proscribiera a Cicerón. El 7 de diciembre de 43 a. C. el cónsul ordenó su asesinato, así como que su cabeza y sus manos se expusieran en la rostra. También serían eliminados su hermano - Quinto - y su sobrino, siendo su heredero el único que pudo escapar.

Primeros años

Marco Tulio Cicerón nació el 3 de enero de 106 a. C. en Arpinum (la actual Arpino), ciudad ubicada a unos 100 km. al sudeste de Roma. En la ciudad, de origen volsco pero conquistada por Roma en el 305 a. C., sus habitantes habían recibido la ciudadanía romana en el 188 a. C., por lo que adoptaron el latín como lengua (idioma del que Cicerón llegaría a ser maestro). Al extenderse la ciudadanía romana a todos los aliados de Italia, aunque no hubieran nacido en Roma, Cicerón era cives romanus de pleno derecho, y como tal, pertenecía a efectos legales y electorales a la gens Cornelia.[37]

La familia de Cicerón pertenecía a la pequeña nobleza local, domi nobiles, pero no tenía ninguna relación con la clase senatorial romana. El padre de Cicerón, llamado J. C. Marco Tulio Cicerón, era un acomodado caballero (eques), cuya riqueza y, por lo tanto, su estatus, se basaba principalmente en la propiedad de tierras, dedicadas a la actividad agropecuaria. A pesar de estar semi-incapacitado para ejercer cargos políticos[cita requerida], compensó esta circunstancia realizando exhaustivos estudios. La madre de Cicerón se llamaba Helvia, pero poco más se sabe acerca de ella; según una carta del hermano de Cicerón, Quinto Tulio Cicerón, se la puede considerar como una ama de casa proveniente de buena familia, la típica matrona romana.[38]

En este periodo de la historia romana, todas las personas cultas eran bilingües, hablando tanto latín como griego. La élite romana prefería el griego, debido a que se consideraba como una lengua más desarrollada y más rica en matices que el latín. Afortunadamente para la carrera de Cicerón, la enseñanza del griego se desarrollaba inclusive en las escuelas primarias de Arpino.[39]​ Años más tarde, al desarrollar sus estudios retóricos, Cicerón usó el idioma griego, pues la mayoría de los grandes maestros retóricos de este periodo provenían de la Hélade.

Tras su aprendizaje en la escuela primaria, Cicerón y su hermano Quinto marcharon a Roma a finales de los años 90 a. C. Bajo la tutela del famoso orador, Lucio Licinio Craso Orator, accedieron a un nivel superior en su proceso educativo, en el que la retórica y la filosofía ejercían un papel primordial, lo que significa que entraron en contacto con maestros especialmente cualificados, probablemente griegos.[40]

A través de Craso, Cicerón conoció a Arquias, poeta procedente de Antioquia. De él aprendió lo fundamental sobre la literatura griega y el gusto por la poesía.[41]​ Bajo esta influencia escribió su primera poesía Pontius Glaucus (Glauco Marino), que se ha perdido completamente. Posiblemente la compuso en el 92 a. C., cuando contaba con 14 años, lo que confirmaría la afirmación de Plutarco de ser un alumno sobresaliente y precoz.[42]

Muy probablemente al año siguiente, el 91 a. C., Cicerón dejo de usar la toga praetexta, símbolo de la adolescencia, y empezó a usar la toga virilis , lo que significaba el comienzo de su vida adulta y asunción de sus derechos y obligaciones como ciudadano. Este momento fue aprovechado por su padre para que aprendiera las bases del derecho romano, eligiendo a uno de los hombres públicos más prestigiosos del momento, Quinto Mucio Escévola, para que le enseñase.

Entre los pupilos de Escévola se encontraban Gaius Marius Minor (Cayo Mario el joven; hijo de Cayo Mario, el siete veces cónsul de Roma), Servius Sulpicius Rufus (Servio Sulpicio Rufo) y Titus Pomponius Aticus (Tito Pomponio Ático). Estos dos últimos serían amigos durante toda la vida de Cicerón, especialmente Pomponius (llamado Ático por su larga estancia en Atenas), y que se convertiría en el más allegado y confidente de Cicerón hasta su temprana muerte.

A finales de los años 90 a. C. y principios de los 80 a. C., Cicerón descubrió su amor por la filosofía, disciplina que tendría un gran papel en su vida: eventualmente seria el responsable de la introducción de la filosofía griega entre los romanos. El primer filósofo con el que tuvo contacto fue el epicúreo Fedro, cuando éste visitó Roma en el 91 a. C.: su amigo Ático se convertiría en un epicúreo para el resto de su vida, pero a Cicerón no le convenció de igual forma.

El 87 a. C., Filón de Larisa, jefe de la Academia Platónica de Atenas, visitó Roma. Cicerón le escuchó entusiastamente y se empapó de toda la filosofía platónica. Lo que más admiraba en Platón era su seriedad moral y política, pero también la amplitud de su intelecto. Aun así, la Teoría Platónica de las Ideas fue algo que Cicerón nunca pudo aceptar[cita requerida].

En los años en que Cicerón perfeccionaba sus estudios, estalló la Guerra Social o Guerra de los Aliados entre Roma y algunos de sus aliados itálicos. Puesto que en la Roma tardorrepublicana los jóvenes aspirantes a una carrera política habían de servir durante algunos años en la legión (generalmente ocupando alguno de los puestos de tribuno), a Cicerón no le quedó más remedio que incorporarse, el año 89 a. C., al cuerpo de ejército que luchaba en el frente septentrional bajo el mando del cónsul Cneo Pompeyo Estrabón.[43]​ Como tribuno, Cicerón era miembro de pleno derecho del estado mayor del cónsul, pero sus aportaciones militares debieron de ser pequeñas: él mismo dice que fue a la guerra para no renunciar a la anhelada gloria como orador a la que aspiraba, ya que no tenía mayores aptitudes castrenses, pues en esa época era extremadamente delgado y débil.[44]

Cicerón empezó su carrera pública como abogado el año 81 a. C. Era un pleito civil en el que Publio Quincio, su cliente, reclamaba que se le entregara una herencia que retenía como propia un tal Nervo, aunque no conocemos el desenlace del caso.

Pero no fue sino hasta el siguiente año, el 80 a. C., cuando Cicerón obtuvo su primera oportunidad de intervenir en un juicio de alto interés público, al ejercer la defensa de Sexto Roscio por parricidio. La importancia del caso venía dada porque lo que estaba en juego eran las propiedades del difunto, pues dos de sus parientes y Crisógono, liberto próximo a Sila, habían logrado incluir al ya fallecido padre de Roscio en la lista de proscritos, y al acusar de parricidio al hijo le impedirían tomar la herencia.

Para enfrentar este caso, que tenía notorias implicaciones a pesar de que Lucio Cornelio Sila ya había renunciado a la dictadura, Cicerón dividió su argumentación en tres partes: en la primera, defendía a Roscio, demostrando que él no cometió el crimen; en segundo lugar, atacó a los presuntos culpables del delito -uno de ellos pariente de Roscio-, argumentando acerca de cómo el delito era culpa de ellos y no de su defendido; por último, atacó a Crisógono, declarando que el padre de Roscio fue asesinado para obtener sus propiedades a un bajo precio, remarcando al mismo tiempo que exoneraba de cualquier responsabilidad a Sila.[45]​ La estrategia tuvo éxito, transformándose inmediatamente en un célebre abogado y orador.

A pesar de la victoria, y por seguridad ante eventuales represalias políticas (aunque posiblemente también por deseos de perfeccionarse en los estudios), Cicerón realizó el 79 a. C. un largo viaje por el Mediterráneo oriental donde fue discípulo de Fedro el Epicúreo, de Filón el Académico, de Diodoto, de Antíoco de Ascalón, de Zenón y de Posidonio. Esta multiplicidad de maestros hizo que Cicerón aplicara distintas concepciones a los problemas filosóficos. Sus planteamientos relativos a la moral estaban cercanos al estoicismo, mientras que en gnoseología defendía un escepticismo moderado; todas estas influencias y lecturas darán al cabo en el eclecticismo y en él sintetizará la tradición griega reescribiéndola en latín.[46]

Carrera política

De vuelta a Roma en 77 a. C., retomó su profesión de abogado, lo que le ayudó en su promoción política, hasta que en 74 a. C. se incorporó al Senado tras su elección como cuestor, con destino en la Provincia de Sicilia, que desempeñó con la eficacia que siempre le caracterizó.

Acabado su mandato como cuestor, regresó a Roma, donde continuó ejerciendo de abogado y destacó en diversos procesos, de los cuales quizá el que mayor fama le dio fue el sostenido contra Verres.

En el año 70 a. C., los habitantes de Sicilia, probablemente recordando su etapa como cuestor en la isla, rogaron a Cicerón que se hiciera cargo del proceso contra Verres, el corrupto gobernador de la provincia que había saqueado la misma a placer en su propio beneficio, cometiendo numerosos abusos de poder. Cicerón corrió un gran riesgo, ya que Verres pertenecía a los patricios y a los optimates y tenía amigos poderosos. No obstante, llevó el caso con tal brillantez que el abogado de Verres, Quinto Hortensio Hórtalo (uno de los más eminentes abogados de la época), recomendó a su cliente autoexiliarse en la ciudad de Marsella incluso antes de que el proceso hubiera concluido, a fin de evitar una más que probable condena. Cicerón, que contaba entonces con treinta y seis años, se convirtió en el abogado más reputado de Roma, paso esencial para ascender en la carrera política para un "homo novus".

Elegido Pretor a los 39 años, en el sorteo que se celebraba entre los 8 pretores nombrados no obtuvo el cargo de pretor urbano (el más codiciado), que fue a caer a manos de Antonio Hybrida, sino el menos importante y lucido de presidente del tribunal de extorsiones, que tan bien conocía por haber defendido en él numerosos casos, como el citado de Verres. Ese era el escalón necesario para que en el año 64 a. C. presentara oficialmente su candidatura a cónsul.

Cicerón fue elegido cónsul el 63 a. C., junto con Cayo Antonio Hybrida; en las mismas elecciones sería elegido como pretor Cayo Julio César. Si bien las simpatías de Cicerón se dirigían hacia el partido de la nobleza senatorial (los optimates), no dejaba de ser un homo novus, atacado por ello desde uno y otro bando: unos, por envidia y otros por desdén. Quizá para ganarse la confianza de los optimates y de su líder Pompeyo, se enfrentó a los seguidores del partido popular, representado, entre otros, por el propio César.

Durante su mandato denunció y reprimió la conjura del que había sido candidato a cónsul por los populares, Lucio Sergio Catilina, contra quien compuso sus famosas Catilinarias, discursos en que denunciaba la conspiración que éste encabezaba, y que fueron pronunciados ante el Senado. Aunque trató de que la responsabilidad de la pena de muerte dictada contra los conspiradores fuera compartida por el Senado, desde ciertos sectores (cercanos a César) se le achacó demasiada dureza en la represión de los sublevados.

Se opuso públicamente a la alianza de César, Pompeyo y Craso (conocida como Primer Triunvirato), lo que le valió que éstos apoyaran la investidura de su antiguo rival, Publio Clodio Pulcher, como tribuno de la plebe para conseguir exiliarle (58 a. C.) Tras un año emigrado en Macedonia, Pompeyo le perdonó y pudo regresar, debido principalmente a los desmanes de Clodio, quien llegó a atacar con sus bandas callejeras al propio Pompeyo.

En el año 51 a. C. aceptó el cargo de procónsul de la provincia romana de Cilicia, regresando a Roma en el 50 a. C. Apoyó a Pompeyo contra César en la guerra civil, al parecer porque le creía más cercano a las ideas republicanas. Sin embargo, al vencer César finalmente en el 48 a. C., Cicerón comprendió que era inútil toda oposición, y César le perdonó, quizá debido a su gran prestigio como escritor y pensador o quizá porque César gustaba de mostrar su magnificencia perdonando a sus enemigos señalados.

Comprendiendo su delicada situación, Cicerón declinó toda actividad política y se dedicó a escribir. Soportó a duras penas la política cesariana, ya que era un republicano convencido; sin embargo, al ser asesinado César el 44 a. C., volvió a la política y se opuso con todas sus fuerzas al discípulo del dictador, Marco Antonio, escribiendo contra él sus famosas Filípicas e incluso brindando su apoyo al hijo adoptivo de César, Cayo Julio César Octaviano (Octavio Augusto), quien finalmente lo engañaría aliándose con Antonio e incluyéndole en las listas de proscritos. Consiguió huir de Roma, pero los cazarrecompensas consiguieron dar con él y lo asesinaron (43 a. C.), cortándole las manos y la cabeza, trofeos que fueron expuestos en el foro después de que Fulvia, la esposa de Marco Antonio, atravesara la lengua de Cicerón con un alfiler para el pelo.

Obra

Escribió distintos diálogos sobre varios temas:

Laelius, sive De Amicitia, "Lelio, o Sobre la amistad" diserta sobre este tema afirmando que la única amistad posible es entre iguales y pondera la importancia de la misma para la felicidad humana, elevando su principio a lo más digno de la naturaleza humana.

En el diálogo, Cato maior, sive De Senectute, "Catón el Viejo, o Sobre la vejez" manifiesta los beneficios que proporciona una vejez sana y las ventajas que reporta en experiencia y sabiduría.

Conocido es también De officiis Sobre las obligaciones, obra que consta de tres libros, escritos en género epistolar. Estaban dirigidos a un "tú", que era su hijo Marco. El último libro es el más original y contiene un serio ataque contra los gobiernos dictatoriales; fue escrito cuando se hallaba huido de la persecución de Marco Antonio, poco antes de su muerte.

Como jurista Cicerón fue el mayor y más influyente de los abogados romanos de su época, usando de sus aptitudes en retórica y oratoria para sentar numerosos precedentes que fueron largamente usados. Como escritor, aportó al latín un léxico abstracto del que carecía, transvasó y tradujo numerosos términos del griego y contribuyó al idioma latín, transformándolo definitivamente en una lengua culta, apta para la expresión del pensamiento más profundo. Escribió numerosos Discursos, a veces agrupados por ciclos temáticos (las tres Catilinarias, las Verrinas, las catorce Filípicas contra Marco Antonio...) y bastantes tratados sobre Retórica y Oratoria, como el De oratore.

En el siglo IV de nuestra era, la lectura del De Hortensius de Cicerón (obra actualmente perdida) despertó en la mente de San Agustín el espíritu de especulación. Durante el Renacimiento Cicerón fue uno de los modelos de la prosa y se leyeron ávidamente sus cuatro colecciones de cartas, conservadas y editadas por su secretario personal Tirón (al que se atribuye el perfeccionamiento de la taquigrafía), entre las cuales destacan las Epístolas Ad Familiaris (Cartas a los familiares), donde se perciben sus veleidades políticas, sus gustos filosóficos y literarios, y la vida cotidiana de su casa y de la Roma de su tiempo.

Casi toda su obra manifiesta una gran preocupación sobre cuál debe ser la formación del orador, que estima que ha de ser integral y emprenderse desde la cuna, en lo que tuvo por mayor seguidor en fechas muy posteriores a Marco Fabio Quintiliano.

Como moralista, defendió la existencia de una comunidad humana universal más allá de las diferencias étnicas (Humanismo) y la supremacía del derecho natural en su obra maestra, el De officiis o "Sobre las obligaciones" y se manifestó contra la crueldad y la tortura.

Como filósofo no le satisfizo ninguna escuela griega y prefirió adoptar el pensamiento del Eclecticismo, tomando lo mejor de unos y de otros. Contrario al escepticismo radical, sostenía la necesidad de conceptos innatos e inmutables necesarios para la cohesión social y los vínculos relacionales de los individuos. Sus ideas sobre religión, expresadas en De natura deorum, (Sobre la naturaleza de los dioses), revelan sus creencias y su apoyo al libre albedrío. Casi todos sus trabajos filosóficos deben mucho a fuentes griegas, que trata con familiaridad y enriquece con su propio juicio; fue, pues, un gran divulgador y preservador de la filosofía helénica.

En política fue un republicano convencido, absolutamente enemigo de la tiranía, y se le deben obras dialogadas como el De re publica y De legibus ("Sobre la república" y "Sobre las leyes"). Compuso además un tratado De gloria que no se ha conservado y cuyo rastro se pierde en las manos del humanista Francesco Petrarca, que alcanzó a leerlo en la Edad Media.

Listado de obras

  • Los 16 libros de las Epistulæ ad familiares (escritas entre el 62 y el 43 a. C.) se agrupan por destinatarios.
  • Epistulæ ad Atticum, igualmente en 16 libros (escritas entre el 68 y el 43 a. C.), dispuestos en su mayor parte por orden cronológico.
  • Epistulæ ad Quintum fratrem, en 3 libros (escritas entre el 60 y el 54 a. C.), recogen las escritas entre Cicerón y su hermano Quinto.
  • Epistolæ ad Marcum Brutum, originalmente recogidas en 9 libros.
  • De oratore (acerca de la formación del orador).
  • Orator (retrato del orador ideal).
  • Brutus, historia de la elocuencia griega y romana.
  • De optimo genere oratorum, que versa sobre el mejor tipo de elocuencia.
  • Partitiones oratoriae se refiere a las divisiones de los discursos.
  • Topica, sobre los lugares comunes de los discursos.
  • Discursos judiciales de defensa (Pro Archia poeta, Pro Roscio Amerino, Pro Murena, Pro Milone...).
  • Discursos judiciales de acusación (In Verrem, o Verrinas etc).
  • De re publica, que propone como mejor sistema político el resultante de la fusión de la «monarquía», la «oligarquía» y la «democracia». El Libro VI incluye el «Sueño de Escipión», comentado por Macrobio.
  • De legibus, sobre el derecho natural, las leyes sagradas y el orden estatal, así como sobre las funciones propias de los magistrados.
  • Consolatio de la muerte de su hija Tulia, donde defiende la inmortalidad del alma.
  • De finibus bonorum et malorum (Sobre el sumo bien y el sumo mal, contraposición de las teorías epicúreas, estoicas, platónicas y peripatéticas).
  • De officiis (Sobre los deberes, quizá la obra maestra de Cicerón; el último de sus tres libros es el más personal, escrito en parte bajo su aversión contra la tiranía de Marco Antonio).
  • Cato Maior De senectute (Sobre la vejez).
  • Laelius De amicitia (Sobre la amistad).
  • De natura deorum (Sobre la naturaleza de los dioses).
  • De divinatione (Sobre la adivinación).
  • De fato (Sobre el destino).
  • Catilinarias y Filípicas.
  • De inventione (Sobre la invención retórica).
  • De lege Manilia o De imperio Cnaei Pomepei (Sobre la ley Manilia).

Algunas Frases Célebres

Como hombre culto e inteligente, Cicerón produjo numerosas citas que se han usado habitualmente, sobre todo en los campos de la política y el derecho. Podemos señalar, de entre las más conocidas las siguientes:

  • Cedant arma togae: "que se rindan las armas a la toga", para expresar la preponderancia que debe tener el poder civil sobre el militar.
  • El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretenda hacerse superior a las leyes.
  • Quo usque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?: "¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?", usada para quejarse de que algo está reclamando una paciencia infinita y que ésta está a punto de terminarse.
  • La fuerza es el derecho de las bestias.
  • O tempora, o mores!: "¡Oh tiempos, oh costumbres!". Usada como queja para señalar que se han perdido las buenas costumbres de nuestros antepasados.

Véase también

Referencias

  1. Rawson, E.: Cicero, a portrait (1975) p.303
  2. Haskell, H.J.: This was Cicero (1964)p.300-301
  3. A. Ortega Carmona El humanismo europeo y otros ensayos
  4. Cornelio Nepote, Atticus trad. John Selby Watson.
  5. Haskell, H.J.:"This was Cicero" (1964) p.296
  6. Castren and Pietilä-Castren: "Antiikin käsikirja" /"Handbook of antiquity" (2000) p.237
  7. a b Pierre Grimal, La littérature latine, Que sais-je, n°327.
  8. El caso se inició después de la muerte del caballero Sexto Roscio, que el liberto Crisógono aprovechó para apoderarse de los bienes de éste a un precio ridículo. Sexto Roscio Amerino no estaba dispuesto a que le arrebataran de ese modo las propiedades de su padre por lo que alzó la voz contra estas acciones. Irritado, Sila ordenó al liberto que le acusara de parricidio.
  9. Cicerón evocaría a Marco en las Catilinarias IV, 2.
  10. Tradicionalmente se ha atribuido a Quinto la redacción para su hermano de una serie de notas acerca de las técnicas que debía emplear durante la campaña electoral - Commentariolum Petitionis.
  11. Salustio Conjuración de Catilina.
  12. Plutarco Vidas Paralelas; Vida de Cicerón XII.
  13. Plutarco; Vidas Paralelas; Vida de Cicerón XVI
  14. El proceso es detallado por Salustio en su obra La Conspiración de Catilina.
  15. Salustio Conspiración de Catilina XXIX, 3.
  16. Cicerón Pro Roscio XXIX.
  17. Cicerón, Catilinarias 3.
  18. Plutarco Vida de César VII.]
  19. Plutarco Vida de Cicerón, XXIII, XXIV
  20. Veleyo Patérculo Historia Romana L.II, 45.
  21. Plutarco Vida de Cicerón XXXII.
  22. Curiosamente Plutarco omite este episodio, pasando del retorno de Cicerón (XLV) a la muerte de Milón (XLVI).
  23. Florence Dupont L'affaire Milon. Novela histórica muy bien documentada.
  24. Revue Belge de Philosophie et d'Histoire 86, 2008, p. 23-45
  25. Plutarco, Vida de Cicerón XXVI.
  26. Veleyo Patérculo, Historia Romana, libro II, 68
  27. Joël Schmidt, Jules César, Folio, Gallimard, 2005, pp244-249
  28. Plutarco, Vida de Cicerón, 38.
  29. Cicerón. Ad Fam, IX, 2.5.
  30. Plutarco, Vida de Cicerón, 40.
  31. Plutarco, Vida de Cicerón, 41.
  32. Cicerón, Ad Atticum, 13, 50, 1.
  33. Joël Schmidt, Jules César, Folio, Gallimard, 2005, p 313.
  34. Plutarco, Vida de Bruto, 12.
  35. Veleyo Patérculo, Historia romana, libro II, 58.
  36. Cicerón, muy admirador de Demóstenes, empleó el título de los discursos que este orador pronunció contra Filipo de Macedonia. Plutarco Vida de Cicerón XXIV.
  37. Pina Polo, Francisco:"Marco Tulio Cicerón" (2005) p.35.
  38. Ad Familiares XVI 26
  39. Rawson, Elizabeth :"Cicero, a portrait" (1975) p.7.
  40. Pina Polo, Francisco:"Marco Tulio Cicerón" (2005) p.37
  41. Pro Archia 1
  42. Plutarco, Cicerón II
  43. Pina Polo, Francisco:"Marco Tulio Cicerón" (2005) p.41-42.
  44. Brutus 313 314
  45. Pro Sex. Roscio Ameriae
  46. ^ Haskell, H.J.: "This was Cicero" (1940) p.83

Bibliografía

Obra propia

Editorial Gredos ha editado gran parte de su obra:

Sobre Cicerón

  • Everitt, Anthony (2001). Cicero: the life and times of Rome's greatest politician. Random House, hardback, 359 pages. ISBN 0-375-50746-9
  • Harris, Robert (2006). Imperium. Arrow Books Ltd (UK), hardback, 352 Pags. ISBN 978-0-09-180095-6. Hay traducción al castellano, mismo título, Ed. Grijalbo (2007) ISBN 978-950-28-0445-3.
  • Haskell, H. J. (1946). This was Cicero. Fawcett publications, Inc. Greenwich, Conn. USA
  • Pina Polo, Francisco (2005). Marco Tulio Cicerón. Barcelona, Ariel. ISBN 8334467712
  • Plutarco. Vidas paralelas: Demóstenes & Cicerón.
  • Rawson, Elizabeth (1975). Cicero, A portrait. Allen Lane, London. ISBN 0-7139-0864-5
  • Taylor Caldwell (1965). A pillar of iron. Maeva, 829 Pags. ISBN 84-96231-08-9
  • Taylor, H. (1918). Cicero: A sketch of his life and works. Chicago: A. C. McClurg & Co.

Enlaces externos

Precedido por:
Lucio Julio César y Cayo Marcio Fígulo
Cónsul de la República Romana
63 a. C. junto a Cayo Antonio Hybrida
Sucedido por:
Décimo Junio Silano y Lucio Licinio Murena