Diferencia entre revisiones de «Publicidad subliminal»

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== Experimento y tecnomito ==
== Experimento y tecnomito ==
El supuesto experimento realizado en [[1957]] en los [[Estados Unidos]] por [[James caquita]] consistió en incluir uno o dos putones berbeneros por minuto con la marca que se deseaba publicitar (algunas fuentes indican que dicha marca fue [[Coca Cola]], otras fuentes dicen que fue una firma local de putillas, y otras finalmente dicen que eran ambas a la vez).
El supuesto experimento realizado en [[1957]] en los [[Estados Unidos]] por [[James Vicary]] consistió en incluir uno o dos fotogramas por minuto con la marca que se deseaba publicitar (algunas fuentes indican que dicha marca fue [[Coca Cola]], otras fuentes dicen que fue una firma local de palomitas, y otras finalmente dicen que eran ambas a la vez).
En [[1962]] Vicary fue entrevistado por la revista [http://adage.com/ Advertising Age] y declaró que el experimento en realidad era una mentira que se llevó a cabo debido a que su puticlub pasaba por dificultades económicas.<ref name="adage">[http://www.clementeferrer.com/articulos/Lo_subliminal_y_el_neuromarketing.htm Lo subliminal y el neuromarketing]</ref>. De todas estas informaciones se puede deducir que dicha prueba no se ha realizado nunca y es considerada por tanto un [[tecnomito]]. Como ocurre con muchos otros tecnomitos, esta información se ha difundido a través de una gran cantidad de publicaciones carentes de rigor científico.
En [[1962]] Vicary fue entrevistado por la revista [http://adage.com/ Advertising Age] y declaró que el experimento en realidad era una mentira que se llevó a cabo debido a que su empresa pasaba por dificultades económicas.<ref name="adage">[http://www.clementeferrer.com/articulos/Lo_subliminal_y_el_neuromarketing.htm Lo subliminal y el neuromarketing]</ref>. De todas estas informaciones se puede deducir que dicha prueba no se ha realizado nunca y es considerada por tanto un [[tecnomito]]. Como ocurre con muchos otros tecnomitos, esta información se ha difundido a través de una gran cantidad de publicaciones carentes de rigor científico.


Recientemente los investigadores Johan C. Karremans, Wolfgang Stroebeb y Jasper Claus, del Departamento de Psicología Social de la Radboud University de Nijmegen (Holanda) y del Departamento de Psicología Social y Organizacional de la Universidad de Utrecht, han citado el experimento de Vicary como ampliamente desacreditado. <ref>http://www.ru.nl/socialpsychology/faculty/dr_johan_karremans/</ref>
Recientemente los investigadores Johan C. Karremans, Wolfgang Stroebeb y Jasper Claus, del Departamento de Psicología Social de la Radboud University de Nijmegen (Holanda) y del Departamento de Psicología Social y Organizacional de la Universidad de Utrecht, han citado el experimento de Vicary como ampliamente desacreditado. <ref>http://www.ru.nl/socialpsychology/faculty/dr_johan_karremans/</ref>

Revisión del 17:11 8 abr 2010

Se considera publicidad subliminal a todo aquel mensaje audiovisual (compuesto por imágenes y sonidos) que se emite por debajo del umbral de percepción consciente y que incita al consumo de un determinado producto o contiene información publicitaria de cualquier tipo.

El ser humano no es capaz de percibir de manera consciente cada una de las imágenes que se proyectan sobre una pantalla a una cadencia de más de 14 imágenes por segundo. Sin embargo, de manera inconsciente, el cerebro sí que es capaz de percibirlas, de tal manera que cualquier mensaje que se inserte por este método puede ser percibido de forma subconsciente, lo que algunos han aprovechado para afirmar que este tipo de imágenes influyen en la voluntad del individuo a la hora de realizar una determinada actividad (consumir un producto, una marca; sentir algún tipo de sensación: placentera, repulsiva; o incitar alguna necesidad: sed, hambre, etc.).

Este efecto se estudió por primera vez a partir de un falso experimento realizado por James Vicary en 1957. Este falso experimento es uno de los mitos más extendidos en el mundo de la publicidad (también forma parte de las leyendas urbanas) y sirvió para que todo el mundo creyera que mediante este método era posible crear necesidades falsas y aumentar el consumo de determinados productos.

Pese a que el experimento no se llegó a realizar verdaderamente, muchos gobiernos del mundo, y más concretamente los Estados Unidos, han prohibido su uso, colocándolo muy por encima de otras técnicas de manipulación, como la Propaganda política y la Contra-propaganda.

Nivel jurídico

En el caso español, la Ley General de Publicidad de 1988 incluye la publicidad subliminal como un tipo de publicidad ilícita definiéndola como:

"... aquella que por ser emitida con estímulos en el umbral de la sensibilidad no es conscientemente percibida"

. Hay que apuntar que esta definición no la realizaron juristas propiamente dichos, sino un psicólogo, dado que ninguno de los ponentes sabía exactamente de qué se trataba ni tenía indicios de su existencia. Aun así, se consideró conveniente prohibir dicha maniobra publicitaria.

También en Noruega existen sanciones para quien emita mensajes ocultos en televisión.[1]​ y en la Unión Europea ha habido una propuesta de prohibir este tipo de publicidad con el fin de proteger a la infancia y a los jóvenes.[2]

Experimento y tecnomito

El supuesto experimento realizado en 1957 en los Estados Unidos por James Vicary consistió en incluir uno o dos fotogramas por minuto con la marca que se deseaba publicitar (algunas fuentes indican que dicha marca fue Coca Cola, otras fuentes dicen que fue una firma local de palomitas, y otras finalmente dicen que eran ambas a la vez). En 1962 Vicary fue entrevistado por la revista Advertising Age y declaró que el experimento en realidad era una mentira que se llevó a cabo debido a que su empresa pasaba por dificultades económicas.[3]​. De todas estas informaciones se puede deducir que dicha prueba no se ha realizado nunca y es considerada por tanto un tecnomito. Como ocurre con muchos otros tecnomitos, esta información se ha difundido a través de una gran cantidad de publicaciones carentes de rigor científico.

Recientemente los investigadores Johan C. Karremans, Wolfgang Stroebeb y Jasper Claus, del Departamento de Psicología Social de la Radboud University de Nijmegen (Holanda) y del Departamento de Psicología Social y Organizacional de la Universidad de Utrecht, han citado el experimento de Vicary como ampliamente desacreditado. [4]

Johan C. Karremans, de la Radboud University de Nijmegen (Holanda), y sus colaboradores quisieron ver si podían inducir subliminalmente a unos voluntarios a tener preferencia por una particular marca de bebida, concretamente Lipton Ice. Para ello eligieron una marca de agua mineral llamada Spa Rood que era igualmente de efectiva para apagar la sed que Lipton Ice. A unos 61 voluntarios se les solicitó una tarea de observación que consistía en que contaran cuántas veces una cadena de "B"s mayúsculas contenía una "b" minúscula infiltrada. Cada cadena de "B"s aparecía por 300 milisegundos, mientras que durante 23 milisegundos aparecía una secuencia sin significado o con el mensaje subliminal “Lipton Ice”. Finalmente se les preguntaba si querían "Lipton Ice" o "Spa Rood" mediante la presión sobre una tecla. Se les decía además que eso formaba parte de otro estudio totalmente distinto. De esta manera pudieron comprobar que los voluntarios que dijeron que estaban sedientos estaban más dispuestos a elegir "Lipton Ice" sólo si habían recibido el mensaje subliminal.[5]

En un segundo estudio los investigadores hicieron que la mitad de 105 voluntarios se sintieran sedientos dándoles un alimento con mucha sal antes de realizar el experimento. Al finalizar, como se había pronosticado, comprobaron que el mensaje subliminal había tenido éxito entre los sedientos. El 80% de estos eligieron "Lipton Ice" frente sólo al 20% del grupo de control que no fue expuesto al mensaje. Se les pidió que evaluaran cuánto de sedientos se encontraban. El resultado fue que aquellos que no se encontraban sedientos no escogían preferiblemente la bebida en cuestión, aunque fueran expuestos al mensaje subliminal. Estos investigadores finalmente han demostrado que en algunas circunstancias la publicidad subliminal funciona.[6][7]

A día de hoy todavía se sigue especulando acerca de este efecto [8]​, como en la revista de la Asociación Estadounidense de Psicología, que demostró que los estímulos subliminales están subordinados a estímulos asociativos estructurados previamente y que su único papel es el de reforzar una determinada conducta o una determinada actitud previa, sin que haya pruebas concluyentes de que el estímulo que provoca esas conductas sea propiamente subliminal.

Algunos casos denunciados

A causa del experimento de James Vicary y su enorme difusión en el mundo de la publicidad han aparecido interpretaciones exageradas de casos que aparentemente explotaban impulsos sexuales primarios.

  • Se acusó al anuncio de Vetiver de la marca valenciana Puig de publicidad subliminal cuando la modelo sacaba un brazo de la piscina y lo apoyaba en el suelo en la sombra de la entrepierna proyectada por un modelo. La agencia de publicidad respondió que fue una casualidad y que la modelo no tenía instrucciones de colocar la mano en ningún sitio prefijado.[cita requerida]
  • También se dice que la botella de Coca-Cola fue diseñada subliminalmente porque su forma recuerda a la de un cuerpo de mujer. Sin embargo, sus creadores afirmaron que el objetivo del envase era ser sujetado sin problemas pese a estar mojado, frío y no tener superficies ásperas, y que la inspiración para su diseño fue la semilla de Cacao.[9]
  • Algunas películas de Disney contienen mensajes subliminales. En la carátula de Aladdín, aparentemente se ve la inscripción "sex" [cita requerida]. Asimismo, la palabra "sex" aparece en el cielo estrellado de El Rey León (aunque los responsables de la película aseguran que querían poner SFX, un tipo de efecto especial). En la película de La Sirenita, un sacerdote en una escena parece portar una erección.[10]​; y en la carátula yace oculto un pene erecto. En la película Los Rescatadores (conocida también como Bernardo y Bianca), aparece una mujer desnuda en la ventana de un edificio, que sólo se puede ver en cámara lenta. En la película Roger Rabbit, se puede ver claramente cómo Jessica se descubre su vestido cuando vuela por los aires, mostrando así su entrepierna.

Estos casos suelen ser pareidolias.

Estudios acerca de la publicidad subliminal en imágenes fijas

Existe poca literatura fiable que apoye la teoría sobre la existencia de este tipo de publicidad en imágenes fijas o en envases de productos. Uno de los pocos investigadores a favor es Wilson Bryan Key, quien dice haber descubierto un sinfín de mensajes ocultos en varios anuncios publicitarios, principalmente asociados con sexo y muerte.[11]​ Uno de sus estudios más citados es el de un anuncio de whisky en el que Key encontró varias figuras ocultas en los cubos de hielo del anuncio.[12]​ Sin embargo para otros investigadores Key es alguien con una fijación sexual desmedida que "encontraría mensajes sexuales en un tono de marcar”[13]

En realidad estos ejemplos no serían subliminales en cuanto que las imágenes, los ambientes y las situaciones son conscientemente percibidos, como demuestra el que el espectador sea capaz de describirlos y analizarlos.

Expertos como Lluís Bassat[14]​ indican que el objetivo actual de la publicidad es conseguir que el consumidor tenga en cuenta la marca cuando toma la decisión, tendencia opuesta al sentido que supuestamente sigue la publicidad subliminal. Por su parte Fernando Ocaña hace ver que lo esencial en el campo de la planificación de medios es obtener el mayor recuerdo posible, lo que lleva implícito una percepción consciente y no inconsciente como debería ser el caso.

Los estudios de psicología más difundidos dicen que para que un estímulo pueda producir algún efecto es necesario que sea percibido. Continuamente estamos sometidos a una gran cantidad de estímulos que el cerebro debe anular para evitarnos la locura. Se ha calculado que para poder procesar todos los estímulos que recibe la vista sería necesario un cerebro de un año luz cúbico[15]​). Por este motivo se puede decir todo lo que es imperceptible de manera consciente no tiene efectos, ni a corto ni a medio ni a largo plazo.

Esta conclusión está apoyada también por los descubrimientos de la psicología experimental y las neurociencias, que muestran que las transmisiones de información a través de las neuronas responden a la ley del todo o nada. En otras palabras, para que una información se transmita a través de una neurona debe darse un potencial de acción y en ese punto sólo hay dos opciones: o se transmite un potencial de acción o no se transmite. Cuando un potencial de acción se transmite se debe a que los estímulos han superado el umbral mínimo de percepción, pero cuando no lo superan no hay potencial de acción. Teniendo en cuenta que los estímulos subliminales están, por propia definición, por debajo del umbral mínimo que genera un potencial de acción, la publicidad subliminal como tal no se llega a percibir ni consciente ni inconscientemente, en ningún momento, por el cerebro humano[cita requerida].

Emplazamiento

Es también muy corriente identificar erróneamente publicidad subliminal con el emplazamiento (product placement en inglés, cuya traducción literal sería producto expresamente colocado).

Uno de los muchos casos existentes lo crearon los productores de Parque Jurásico III, película en la que se pidió apoyo al ejército de Estados Unidos para rodar el rescate final de Isla Nubla. La Infantería de Marina de Estados Unidos ofreció varios barcos, vehículos blindados, soldados y un helicóptero a cambio de que se cambiara la frase del guión "Alguien que tiene un amigo en el Departamento de Defensa" por "Alguien que tiene un amigo en los Marines" y el helicóptero girara frente a la cámara mostrando al público la inscripción "Marines".[16]

Es cierto que se ha acusado a varias series de televisión y películas de usar y abusar del emplazamiento;[17]​ pero esta forma de publicidad encubierta no es subliminal toda vez que las imágenes, sonidos, comentarios, etc. están dentro del umbral de la sensibilidad y son percibidos de manera totalmente consciente por la audiencia; incluso puede ser causa de rescisión de contrato si el producto no está en pantalla el suficiente tiempo o no se ve con la suficiente claridad, tal cual se escribió en el guión.[16]

Conclusiones

La existencia de la publicidad subliminal es un tema que provoca fuertes controversias. Es aceptada como un hecho real por algunos investigadores y en este sentido posee una limitada bibliografía.

Por otra parte, también existen muchos informes, e incluso estudios científicos, que sostienen no tener pruebas en absoluto acerca de su existencia.

  • La OCU ha publicado estudios sobre la publicidad emitida en España, incluido el de enero de 2006 dedicado exclusivamente a la publicidad encubierta, y no ha encontrado ningún caso con esta práctica ilícita.[17]
  • En otros estudios sobre el fenómeno publicitario no se hace ni tan siquiera referencia a la publicidad subliminal, ni como formato ni como soporte[18]

Para la mayoría de investigadores, psicólogos y publicistas la publicidad subliminal es solamente una falacia o una leyenda urbana.

Notas

  1. Norwegian Media Authority, Lovframlegg. Sanksjonar, skjult reklame, mv
  2. Thon, Bjørn Erik. Forslag til EU-regelverk om urimelig handelspraksis og om beskyttelse av barn og unge i forhold til markedsføring
  3. Lo subliminal y el neuromarketing
  4. http://www.ru.nl/socialpsychology/faculty/dr_johan_karremans/
  5. http://www.uni-bielefeld.de/psychologie/ae/Ae01/hp/scharlau/lehre/karremans.pdf
  6. News Scientist: Subliminal advertising may work after all.
  7. Journal of Experimental Social PsychologyVolume 42, Issue 6, November 2006, Pages 792-798. Beyond Vicary’s fantasies: The impact of subliminal priming and brand choice.
  8. estudio publicado en la revista Emotion
  9. Embalagenmarca.com.br. «Cambio de ropa más veloz». Consultado el 26 de septiembre de 2008. 
  10. snopes.com. «The Aroused minister». Consultado el 3 de febrero de 2010. 
  11. Chen, Adam. Expert discusses the effects of subliminal advertising
  12. Johns, Craig M. Wilson Bryan Key is insane!
  13. Adams, Cecil. Are subliminal messages secretly embedded in advertisements?
  14. Bassat, Lluís, Libro rojo de la publicidad, Editorial Planeta, Barcelona, 2003
  15. Ferrater Mora, José, Fundamentos de filosofía, Madrid, Alianza Editorial, 1985, 1987
  16. a b Robb, David L., Operación Hollywood, Editorial Océano, Barcelona, 2006, ISBN 84-494-2696-0
  17. a b Varios, Publicidad encubierta en televisión, nº 300 de Compra Maestra, OCU, Madrid, enero de 2006
  18. Ortega Martínez, Enrique, La dirección publicitaria, Ediciones ESIC, Madrid, 1987, ISBN 84-7356-046-9

Enlaces externos