Ir al contenido

Cuatro venezolano

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 18:50 24 oct 2014 por 93.135.198.102 (discusión). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
Cuatro Venezolano
Características
Clasificación Cordófono (de cuerda pulsada)
Instrumentos relacionados Guitarra, laúd, Bandola, ukelele, charango, cavaquinho, timple, banjo, dinarra, cítara, balalaica, tiple, dobro
Músicos Cuatristas
Fabricantes
Agrupación de música de Joropo con cuatro, arpa y maracas.

El cuatro venezolano, también denominado cuatro llanero, cuatro tradicional, cuatro criollo o simplemente cuatro, es un instrumento de cuerda pulsada que posee cuatro órdenes afinadas a razón de: la1, re2, fa#2 y si1. Pertenece a la familia de las antiguas guitarras y guitarrillas españolas. Es de tamaño reducido y debe su nombre al número de cuerdas que posee, a diferencia de por ejemplo del actual cuatro puertorriqueño, de cinco órdenes y diez cuerdas metálicas.

Es un instrumento típico y emblemático de la música venezolana la peculiar afinación no totalmente ascendente es un elemento bastante distintivo, como sucede con otros instrumentos de cuerda folklóricos. Se utiliza tanto en los campos como en las grandes ciudades, y puede ejecutarse como solista o como instrumento acompañante. Sus cuerdas de nylon producen un bello sonido, melancólico pero sobrio.

Aunque es un instrumento típico y emblemático de la música de Venezuela, , como en el joropo de los Llanos o "joropo llanero",. En Venezuela, se lo llama no injustamente cuatro venezolano puesto que se ejecuta casi en la totalidad de los géneros musicales folklóricos venezolanos: la gaita zuliana, el calipso de El Callao, los villancicos, los aguinaldos y la parranda, el galerón, el polo, la jota, la malagueña, el vals, el merengue, la música cañonera, la música campesina, el paso doble, la fulía, la tonada, la polca, el ritmo orquídea, el emblemático joropo de arpa, cuatro y maracas, entre otros.

Afinación

La afinación canónica (mirando al intérprete) es:

la - 4ª octava
re - 3ª octava
fa# - 2ª octava
si - 1ª octava

El cuatro venezolano es uno más de los instrumentos de cuerda que no guarda una afinación totalmente ascendente o descendente al púlsar sus cuerdas de arriba hacia abajo o de abajo hacia arriba. Algunas de las afinaciones normales antiguas del cuatro son la1-re2-fa#2-si2 y sol1-do2-mi2-la2 en formas ascendentes. Las cuerdas que usaba el cuatrista popular venezolano eran de dudosa calidad, construidas de tripas de animales, las cuales no soportaban la tensión de la cuerda más aguda si2 afinada en la segunda octava, solucionó bajando ese si2 a si1 en la primera octava obteniendo de este modo, por un motivo mecánico-económico, la afinación característa del cuatro venezolano. Actualmente las cuerdas de los cuatros son de nylon.

Ejecución

Artista de calle cantando en las cercanías del Hotel Humbodlt

Actualmente existen dos técnicas. En primer lugar está la técnica tradicional, en la que el cuatro venezolano se toca rasgueado y charrasqueado, percutivamente. En la segunda mitad del siglo XX, se dio un gran desarrollo de la técnica cuatrística, luego que se estandarizara la afinación y construcción del instrumento a partir del trabajo del maestro venezolano Freddy Reyna surgieron una serie de nuevos intérpretes, entre los que destacó por Hernán Gamboa, quien experimento con una técnica que mezcla punteo, rasgueado, con chasquidos, charrasqueados, etc.. y con cualquier recurso técnico generalmente empleado con las manos llamado: "Rasgapunteo" en la cual el ejecutante dibuja melodías y ritmos al mismo tiempo a través de movimientos muy independientes de la muñeca y los cinco dedos de la mano derecha, mientras la mano izquierda hace un uso amplio de las variaciones e inversiones armónicas. A medida que ésta técnica se desarrolló, se le fueron agregando más elementos, incluyendo pequeños golpes, patrones rítimicos "callando" las cuerdas, entre otros.

Uso

Solista

Por uso solista entendemos la preponderancia musical e interpretativa de la ejecución de uno o varios instrumentos constituyendo el sujeto principal de transmisión. Este sujeto puede tener función utilitaria, girando en mayor o menor grado alrededor de un nudo o centro cultural. Es el caso de la ejecución solística de un himno religioso o una capacidad musical entendida como propicia a la meditación, la oración, etc..., como ocurre en muchas culturas orientales y precolombinas. Al respecto, tenemos el ejemplo que al hablar acerca de la música de Irán nos explican Nelly Caron y Dariouche Safvate:

"Se ha dicho que la música iraní está más hecha para ser tocada, que para ser escuchada. Esto es porque ella es antes que todo un medio de favorecer y de manifestar un estado interior - que no excluye el estado de gozo." Igualmente, no es una <<música>> en el sentido en que se acostumbra utilizar este vocablo en Occidente, y no se debe escuchar como se escucharía una obra sinfónica o un brillante concierto. Es música de intimidad, de <<movimientos de alma>> de una interioridad y un refinamiento extremos. Ella requiere un auditorio restringido y receptivo mucho más que una asamblea numerosa y desigualmente atenta. (Caron y Safvate.p.21)

Por otra parte tenemos la forma de solismo desarrollada en Europa sobre la base del goce estético de la producción musical por sí misma. En ambas la relación del instrumentista y la música que produce con respecto al hecho interpretado o sugerido, no está en función de un tercer elemento, es una relación concéntrica en primer nivel.

Acompañante

El uso acompañante, a diferencia del solista, constituye un sujeto complementario de transmisión. Este sujeto contribuye a la transmisión del nudo o centro cultural por una vía más indirecta o abstracta. Así podemos observar que una melodía cantada o ejecutada y su acompañamiento constituyen dos densidades distintas de concreción dentro del mismo lenguaje, mientras que una danza acompañada musicalmente constituye dos lenguajes con diferentes grados de concreción cada uno. En estos casos el lenguaje más concreto se convierte en el sujeto principal de transmisión y el menos concreto se constituye en su periferia, adornándolo, resaltándolo...acompañándolo. La relación del acompañamiento con el centro pasa por un tercer elemento, es una relación concéntrica en segundo nivel.

Variantes

El cuatro tradicional posee variantes basadas fundamentalmente en el número de cuerdas y afinación.

Cuatro y medio

Es un cuatro con una cuerda complementaria que se sujeta por una clavija en la parte inferior del mango. Al no poseer pisada produce una entonación fija y cumple el papel de resonador. Actualmente está en desuso.

Cinco

Se caracteriza por ser un poco más grande que el cuatro, y recibe su nombre debido al número de órdenes o afinaciones. La técnica de ejecución es igual a la del cuatro. Se utiliza en los estados andinos de Venezuela (Mérida, Táchira y Trujillo) y en Lara, Carabobo y Falcón.

Cinco y medio

De la misma manera que el cuatro y medio, agrega al cinco una cuerda denominada tiple, la cual aporta una resonancia permanente, y es importante destacar que quedan bien si la tocas.

Seis

Es ligeramente mayor que el cinco, con seis cuerdas, pero cinco órdenes. Es conocido en la región centrooccidental, especialmente en los estados Lara y Falcón. Se emparenta con la jarana mexicana en su diseño y afinación.

Octavo

Presenta ocho cuerdas dispuestas en cuatro órdenes dobles. Es prácticamente una guitarra renancentista en desuso.

Cuatro Monterol

Es un tipo Cuatro de caja pequeña, con cinco cuerdas; se emplea en el estado Lara para la ejecusión de Sones de Negro o tamunangue. Monterol, fue un Luthier que vivió a principios del siglo 20 en El Tocuyo, Estado Lara y que perfeccionó este instrumento para el tamunangue y que alcazó la fama como fabricante por la sonoridad de sus instrumentos. Se dice que cuando los finalizaba procedía a tocarlos y si el sonido no era el que esperaba los despedazaba. El Cuatro Monterol es hecho de Cedro Amargo ya que es la madera que le da el sonido característico conocido como "ladino" o más agudo que el Cuatro Tradicional. Una caracteística particular del cuatro Monterol, es el perfecto equilibrio que mantiene si es sostenido entre la unión del mango y la caja. Adicionalmente, su caja está realizada en 6 partes (2 delanteras, 2 traseras y 2 laterales. lo que le provee la sonoridad particular, ya que las uniones eran reforzadas para incrementar la sonoridad.

La Tradición de la Fabricación del Cuatro Monterol fue tomado en los años 50, 60 y 70 por el Señor Mateo Goyo en la población de San José de Quibor, al morir, la tradición de este tipo de cuatro la tomó el Lutier Tocuyano, Julio Torrealba junto a su hijo Carlos Torrealba.

Origen

El cuatro es un instrumento musical típicamente venezolano, de origen llanero, que consta, como lo indica su nombre, de cuatro cuerdas, las cuales pueden ser de tripa o de nylon, y que se denominan de izquierda a derecha: cuarta, segunda, primera y tercera, pero que, musicalmente, le corresponden los nombres de: LA, RE, FA# y SI.

Tiene sus orígenes muy remotos. Aparece en grabados iraníes y cretenses en forma ovoidal y cuadrado. Hay quienes afirman que existía para el año 3.000 a. J.C., porque se han encontrado instrumentos similares en Egipto, que a su vez son derivados de instrumentos caldeo-asirios. Se le ve aparecer en España a comienzos del siglo XIV con cuatro órdenes. Posteriormente el Maestro Salinas -Maestro de capilla de los Reyes Católicos - le añade la quinta cuerda y Vicente Espinel -quien estableció la forma estrófica actual de la décima- le agrega la sexta cuerda a comienzos del siglo XVII (conocida como bordón o espinela) dando origen a la guitarra actual.

La música de la época era contrapuntística, por lo tanto se desdeñaba la forma de tocar rasgueando. Fue Carlos Amat, a fines del siglo XVI, quien enseñaba a tañer el cuatro de la manera típica en que ahora se hace. El cuatro llega a Venezuela con la conquista española, y entra por la ciudad de Coro, ya que en el siglo XVI era la ciudad más desarrollada del país, donde existía la primera diócesis, arzobispado y música en la Catedral. De Coro pasa a El Tocuyo, Carora, Barquisimeto, Portuguesa y Barinas. En crónicas de El Tocuyo y Carora se citan tocadores de guitarra o cuatro. Cumaná era la segunda ciudad en importancia y es probable que por vía marítimo-fluvial se expandiera desde allí por toda la orinoquia. El misionero jesuita Miguel Alejo Shabel llegó a Barinas entrando por Borburata y el 9 de abril de 1705 escribe a Miguel Angel Tamborino sus observaciones de 15 días de fiestas en homenaje a Santa Lucía e Inmaculada Concepción. Los cantos se acompañaban con cajas, tamborines, arpas y guitarras.

Bibliografía general

Véase también

Enlaces externos