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Diferencia entre revisiones de «Dialectos italianos»

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Muchas regiones italianas ya tenían diferentes sustratos lingüísticos antes de que Italia fuera conquistada por los romanos: el norte de Italia, un sustrato [[lenguas celtas|celta]] (esta zona de Italia era conocida como la ''Gallia Cisalpina'', “Galia en esta parte de los Alpes”), un sustrato del [[idioma ligur]] y un sustrato del [[idioma véneto]]. El italiano central tiene un sustrato etrusca y el sur de Italia el itálico o griego, que se gestaron a partir de una diversificación entre las distintas maneras de hablar latín, el idioma oficial del imperio romano. Debido a la fragmentación y a la colonización de la península italiana por fuerzas externas (especialmente Francia, España y Austria-Hungría) entre la caída del imperio romano del oeste y la unificación de 1861, hubo una considerable diversificación lingüística.
Muchas regiones italianas ya tenían diferentes sustratos lingüísticos antes de que Italia fuera conquistada por los romanos: el norte de Italia, un sustrato [[lenguas celtas|celta]] (esta zona de Italia era conocida como la ''Gallia Cisalpina'', “Galia en esta parte de los Alpes”), un sustrato del [[idioma ligur]] y un sustrato del [[idioma véneto]]. El italiano central tiene un sustrato etrusca y el sur de Italia el itálico o griego, que se gestaron a partir de una diversificación entre las distintas maneras de hablar latín, el idioma oficial del imperio romano. Debido a la fragmentación y a la colonización de la península italiana por fuerzas externas (especialmente Francia, España y Austria-Hungría) entre la caída del imperio romano del oeste y la unificación de 1861, hubo una considerable diversificación lingüística.


Durante este periodo, la mayoría de los locales hablaban la lengua colonizadora, más que la lengua vernácula local, para realizar los negocios oficiales. Como resultado, apenas se desarrolló una estructura gramatical formal. Asimismo, mientras que los ciudadanos que sabían leer y escribir utilizaban la lengua vernácula en la escritura, el latín se utilizaba para expresarse públicamente.
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La síntesis de un lenguaje italiano que uniera varios dialectos fue el mayor propósito de [[Alessandro Manzoni]], quien abogó por construir una lengua nacional que derivara básicamente de la lengua vernácula de Florencia, lengua que hubo ganado prestigio gracias a que Dante Alighieri y Nicolás Machiavelo escribieran y publicaran sus obras en dicha lengua (la Divina Comedia y El Príncipe, respectivamente) durante el Renacimiento italiano.
La síntesis de un lenguaje italiano que uniera varios dialectos fue el mayor propósito de [[Alessandro Manzoni]], quien abogó por construir una lengua nacional que derivara básicamente de la lengua vernácula de Florencia, lengua que hubo ganado prestigio gracias a que Dante Alighieri y Nicolás Machiavelo escribieran y publicaran sus obras en dicha lengua (la Divina Comedia y El Príncipe, respectivamente) durante el Renacimiento italiano.

Revisión del 21:01 30 may 2017

Lenguas y dialectos de Italia
Mapa lingüístico de Italia

Los dialectos italianos (no se deben confundir con las lenguas de Italia) son variedades regionales del idioma italiano, nombradas más a menudo y de manera más precisa como italiano regional. Los dialectos tienen características (las más importantes son las fonológicas y las léxicas) que han sido heredadas de las lenguas sustratos. El toscano y el italiano central no se alejan mucho del italiano por lo que a sus características lingüísticas respecta, debido a la historia de Italia, pues derivan de una forma culta del florentino. Sin embargo, el habla tradicional de la Toscana se considera, y con razón, que forma parte del conjunto de dialectos de Italia. Varios de los dialectos deberían considerarse idiomas independientes y constituyen distintas ramas del árbol genealógico de la lengua romance.

Origen de los dialectos italianos

Muchas regiones italianas ya tenían diferentes sustratos lingüísticos antes de que Italia fuera conquistada por los romanos: el norte de Italia, un sustrato celta (esta zona de Italia era conocida como la Gallia Cisalpina, “Galia en esta parte de los Alpes”), un sustrato del idioma ligur y un sustrato del idioma véneto. El italiano central tiene un sustrato etrusca y el sur de Italia el itálico o griego, que se gestaron a partir de una diversificación entre las distintas maneras de hablar latín, el idioma oficial del imperio romano. Debido a la fragmentación y a la colonización de la península italiana por fuerzas externas (especialmente Francia, España y Austria-Hungría) entre la caída del imperio romano del oeste y la unificación de 1861, hubo una considerable diversificación lingüística.

Durante este periodo, la mayoría de los locales hablabacccccccccccdgggggggggggggg666666666666z7WEWEUYEWWWWWWWWWJ8KPUPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPPOUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO

n la lengua colonizadora, más que la lengua vernácula local, para realizar los negocios oficiales. Como resultado, apenas se desarrolló una estructura gramatical formal. Asimismo, mientras que los ciudadanos que sabían leer y escribir utilizaban la lengua vernácula en la escritura, el latín se utilizaba para expresarse públicamente.

La síntesis de un lenguaje italiano que uniera varios dialectos fue el mayor propósito de Alessandro Manzoni, quien abogó por construir una lengua nacional que derivara básicamente de la lengua vernácula de Florencia, lengua que hubo ganado prestigio gracias a que Dante Alighieri y Nicolás Machiavelo escribieran y publicaran sus obras en dicha lengua (la Divina Comedia y El Príncipe, respectivamente) durante el Renacimiento italiano. Varios dialectos fueron el único lenguaje común del pueblo hasta los años cincuenta, cuando el italiano estándar fue paulatinamente aceptado como el idioma nacional, gracias al aumento progresivo de la alfabetización: hasta la Segunda Guerra Mundial, mucha gente no se podía permitir la escolarización y además no precisaba del uso de la lengua nacional, de manera que continuaron utilizando en su día a día su propio dialecto.

Uso actual

La solución a la llamada “cuestión lingüística”, que también hubo interesado a Manzoni, se planteó a la nación en la segunda mitad del siglo veinte a través de la televisión. La adopción generalizada de este como un medio muy cotidiano fue el principal factor que ayudó a los italianos a aprender la lengua nacional común, independientemente de la clase social a la que pertenecieran.

Más o menos al mismo tiempo, muchos sureños se trasladaron al norte en busca de trabajo. Los sindicatos, poderosos en aquel entonces, hicieron una exitosa campaña en contra del uso de los dialectos con el fin de mantener a los trabajadores unidos. Esta emigración permitió a los sureños, cuyos dialectos eran ininteligibles con los del norte, asimilar el uso de italiano estándar. El gran número de matrimonios mixtos, especialmente en las grandes ciudades industriales, como Milán y Turín, gestó una generación que solo hablaba el italiano estándar y, por lo general, que entendía, solo en parte, los dialectos de sus padres. Como resultado de este fenómeno, el uso de los dialectos de Italia se mantuvo mayoritariamente donde hubo menos inmigración: en el sur y en el noreste del país, en las zonas rurales, donde ha habido menos mezcla regional y menos influencia de los sindicatos, y entre la gente mayor. No hablar italiano estándar acarrea aún un estigma, pues supone una barrera para redactar los documentos oficiales, llevar a cabo negocios, incluyendo los jurídicos, ya que el idioma dominante para su uso es el italiano estándar. Incluso las fuerzas políticas que se han mostrado muy a favor de los dialectos como la Lega Norte rara vez recurren a otra cosa que no sea el italiano estándar para pronunciarse públicamente.

Asimismo, el uso del dialecto prevalece predominantemente entre las clases con menos escolarización y entre la gente mayor que ha residido en la misma comunidad toda la vida, así como entre habitantes de pueblos pequeños y aldeas donde las comunidades son mucho más pequeñas y tienen poco contacto con las grandes ciudades. Sin embargo, en ningún caso puede el uso de los dialectos locales sustituir el italiano estándar en la operación de transacciones oficiales, tramitación de documentos o cualquier asunto legal.

Por otro lado, el uso de dialectos en la literatura es considerable. Las obras de Carlo Goldoni en veneciano son un buen ejemplo de ello. En la música, el dialecto napolitano es la base de la Canzone Napoletana. Los diversos dialectos de Italia también se hablan en otros lugares del mundo por una considerable población de inmigrantes italianos, como los citados anteriormente. También se utilizan palabras aisladas o frases muy breves provenientes los algunos de los dialectos más hablados, como el siciliano o el napolitano, incluso el romano o el milanés, pues están incorporadas en el habla del resto de Italia, incluso en regiones lejanas a su lugar de origen, a causa de la difusión que personalidades de la televisión o diálogos de películas hicieron de ellas.

Diáspora

Algunos dialectos italianos que casi se han extinguido en Italia se han conservado, sin embargo, en varias principales ciudades de Canadá y Estados Unidos entre las comunidades italianas que emigraron al norte de Estados Unidos. Ello se debe en gran parte a los inmigrantes de mayor edad, normalmente con una escolarización y educación escasas, que abandonaron Italia durante y después de la Segunda Guerra Mundial, de manera que mantuvieron poco contacto su país natal y con el estándar italiano. Un gran número de dialectos en peligro de extinción han sobrevivido, pasando de generación en generación, y han mantenido innumerables arcaísmos, así como han adoptado las características lingüísticas y los préstamos léxicos de inglés americano, el inglés canadiense, el francés canadiense o el español latinoamericano, dependiendo del lugar de residencia de los inmigrantes.

Algo similar sucede con otras comunidades italianas como las de Argentina, Brasil y otras mucho más pequeñas situadas en Oriente Medio, como en Egipto y el Líbano. La diáspora de italianos en Europa tienden a mantener mucho contacto con Italia y tienen un mayor acceso a los medios de comunicación italianos, cuyas emisiones son prácticamente en lengua estándar. En Argentina, con las migraciones italianas de finales del siglo XIX y principios del siglo XX, los dialectos italianos contribuyeron al lunfardo, una especie de argot primero usado por las clases de menores recursos y luego extendido a las clases altas principalmente en las ciudades portuarias de Rosario y Buenos Aires, aunque también en menor medida en la también portuaria Montevideo en el vecino país de Uruguay. Siendo el lunfardo (término que se cree proviene de "Lombardo") profusamente utilizado por los autores del tango; los dialectos itálicos por extensión se hallan presentes en muchas de estas obras.

Dialectos italianos y dialectos de Italia

Por razones históricas, culturales y políticas, la mayoría de los “dialectos italianos” no han recibido todavía el reconocimiento de lengua oficial; la legislación italiana solo reconoce como lenguas el franco-provenzal, el friulano, el ladino, el occitano, el sardo y el catalán.

La diferencia y confusión entre los “dialectos de Italia” y los “dialectos italianos” se ejemplifica con lo siguiente: la lengua veneciana, una lengua de Italia, tiene una gramática muy diferente a la lengua italiana. En veneciano, “estamos llegando” se traduciría por “sémo drio rivàr”, que es muy distinto del italiano, “stiamo arrivando”. En italiano veneciano (también llamado inflessione veneziana o italiano regionale del Veneto) sería “stémo rivando”. Lo mismo sucede entre muchos de los dialectos de Italia, pues son muy diferentes, incluso ininteligibles entre sí y con el italiano estándar, sobre todo en aspectos gramaticales, sintácticos y semánticos. Pese a ello, normalmente se considera que son dialectos y que derivan del italiano estándar.

Dentro del conjunto de dialectos de Italia se manifiestan variedades, especialmente en los dialectos del centro-sur, donde la fragmentación en diferentes zonas fue más pronunciada y donde hubo un fuerte aislamiento debido al terreno montañoso. Ejemplo de ello es el siciliano, donde al menos hay tres variedades lingüísticas diferentes e ininteligibles entre sí (incluyendo el siciliano occidental y el oriental), variedades que presentan de nuevo seis subvariedades más, con diferencias en la pronunciación, en la gramática y en el léxico, que varían de un pueblo a otro, sobre todo en el siciliano occidental. Sin embargo, el conjunto de variedades habladas en Sicilia se conoce convencionalmente como el siciliano.

Las estrechas relaciones que Malta ha mantenido con Italia han provocado que el maltés desempeñara un papel similar al de los dialectos italianos. Bajo el régimen fascista italiano se consideró un dialecto más, aunque esté basado en el árabe occidental y albergue mucho vocabulario siciliano.

Lista de lenguas de Italia

Áreas dialectales más cercanas a las características del italiano estándar:

  • dialecto toscano — base del italiano estándar moderno pese a haber muchas diferencias
  • corso — generalmente se considera que está relacionado con el italiano, concretamente con los dialectos del toscano[1][2][3][4]
  • gallurés y sasarés (norte de Cerdeña)
  • dialectos del italiano central (romanesco)

Variantes regionales de la lengua italiana infulidas por lenguas regionales:

Véase también

Referencias

  1. Harris, Martin; Nigel Vincent (2001). The Romance Languages (4th ed. edición). Routledge. ISBN 0-415-16417-6. 
  2. «"Italian Language", Encarta». Archivado desde el original el 31 de octubre de 2009. 
  3. Eurolang report on Corsican
  4. Encyclopædia Britannica

Bibliografía

  • Comrie, Bernard, Matthews, Stephen and Polinsky, Maria: The Atlas of Languages: The Origin and Development of Languages Throughout the World. Rev. ed., New York 2003.
  • Manlio Cortelazzo, Carla Marcato, Dizionario etimologico dei dialetti italiani, Torino: UTET libreria, 2005, ISBN 88-7750-039-5.
  • Giacomo Devoto and Gabriella Giacomelli, I Dialetti delle Regioni d'Italia, Florence: Sansoni Editore, 1971 (3rd edition, Tascabili Bompiani, 2002).
  • Grimes, Barbara F. (ed.): Ethnologue: Languages of the World. Vol. 1, 2000.
  • Hall, Robert A. Jr.: External History of the Romance Languages, New York 1974.
  • Maiden, Martin: A Linguistic History of Italian, London 1995.
  • Maiden, Martin and Parry, Mair: The Dialects of Italy, London 1997.
  • Andrea Rognoni, Grammatica dei dialetti della Lombardia, Oscar Mondadori, 2005.

Enlaces externos