Ir al contenido

Diferencia entre revisiones de «Lama glama»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
Línea 37: Línea 37:


== Su uso en el siglo XXI ==
== Su uso en el siglo XXI ==
La llama sigue siendo utilizada por los pobladores andinos por su lana, carne, y como transporte de mercancía. Su fibra se usa para tejer abrigos, sus intestinos para hacer cuerdas y tambores, su excremento como combustible, tambien puede adaptarse y vivir en granjas o campos Aún hoy, en el [[Perú]] y en las zonas andinas de [[Bolivia]] y del norte de [[Argentina]], su lana, de buena calidad, es producida y comercializada tanto como su carne.
La llama sigue siendo utilizada por los pobladores andinos por su lana, carne, y como transporte de mercancía. Su fibra se usa para tejer abrigos, sus intestinos para hacer cuerdas y tambores, su excremento como combustible, tambien puede adaptarse y vivir en granjas o campos. Aún hoy, en el [[Perú]] y en las zonas andinas de [[Bolivia]] y del norte de [[Argentina]], su lana, de buena calidad, es producida y comercializada tanto como su carne.


== La creación de la llama ==
== La creación de la llama ==

Revisión del 04:01 31 ago 2017

 
Llama
Estado de conservación
Domesticado
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Artiodactyla
Familia: Camelidae
Subfamilia: Camelinae
Tribu: Lamini
Género: Lama
Especie: L. glama
Linnaeus, 1758
Sinonimia

Lama peruana

Llamas cerca del Illimani.

La llama (Lama glama) es un mamífero artiodáctilo doméstico de la familia Camelidae, abundante en la Puna o Altiplano de los Andes de Perú, Bolivia, Chile, Ecuador y Argentina.[1]​ Fue creado por los pueblos andinos nativos mediante selección artificial a partir del guanaco salvaje que fue domesticado y del cual, por lo tanto, la llama deriva. Según recientes estudios de ADN,[cita requerida] esto ocurrió en principio de manera independiente en tiempo y espacio, en sectores del sur del Perú, norte de Chile, oeste de Bolivia y el noroeste de norte de Argentina.[2]​ Fue aprovechado al máximo por el imperio Inca: era utilizado como animal para sacrificios, se obtenía carne y lana de él, y era aprovechado como animal de carga (el único antes de la llegada de los españoles a América, si se exceptúan los perros de los trineos inuit o «esquimales»).

Taxonomía

La llama, taxonómicamente, es una subespecie del guanaco. La especie completa considera a los siguientes:[1]

Hibridación

La cama es un híbrido entre una llama y un dromedario, demostrando la cercanía genética entre ambas tribus en que está subdividida la subfamilia Camelinae.

La importancia económica de la llama

Llama como reclamo turístico.

Antes de la presencia española, las llamas fueron representadas en la cerámica Mochica (200-600 d. C.) y constituyeron los únicos animales ungulados domésticos del Imperio inca. Fueron apreciados no solamente como bestias de carga, sino también por su carne y las lanas. Hasta la llegada de los españoles, las llamas fueron utilizadas en lugar del caballo, del buey, de la cabra y de las ovejas, animales originarios del Viejo Mundo, pero su escasa eficiencia[3]​ hizo que fueran rápidamente desplazadas a un segundo plano por estas especies tras la conquista.[4]

Eran usadas por todos los pueblos andinos desde el sur de Colombia hasta el archipiélago de Chiloé, en el sur de Chile. Su población antes de la conquista se estima en treinta a cincuenta millones de animales;[5]​ eran el principal ganado de estas tribus y naciones, gozando de gran consideración —en cambio, había pocos guanacos y alpacas, y la caza de la vicuña estaba prohibida bajo pena de muerte por orden del mismo Sapa Inca—.[6]​ En comparación, Fernand Braudel estimaba que en la segunda mitad del siglo XVIII había en toda Europa sólo treinta y ocho millones de animales de labor, uno por cada cuatro habitantes.[7]

Después de la conquista su población se redujo marcadamente, al igual que la de los indígenas;[8]​ estos decayeron a un quinto de su población en un siglo y las llamas aún más, a apenas una décima parte.[4]​ A inicios del siglo XXI hay aproximadamente siete millones de llamas en Sudamérica, otras ciento cincuenta y ocho mil en Estados Unidos y Canadá.[9]

Su uso en el siglo XXI

La llama sigue siendo utilizada por los pobladores andinos por su lana, carne, y como transporte de mercancía. Su fibra se usa para tejer abrigos, sus intestinos para hacer cuerdas y tambores, su excremento como combustible, tambien puede adaptarse y vivir en granjas o campos. Aún hoy, en el Perú y en las zonas andinas de Bolivia y del norte de Argentina, su lana, de buena calidad, es producida y comercializada tanto como su carne.

La creación de la llama

Primera imagen vista en Europa de llamas (1553).
Botella mochica representando llamas. Museo Larco (Lima, Perú).
Llamas en el Zoológico Matecaña (Pereira)

«Los españoles estaban convencidos de que los incas debían ser una de las doce tribus perdidas de Israel que había llegado a América del Sur y que los animales debían haber migrado hasta allí después de desembarcar del Arca de Noé» (Dr. Javier García Gómez y Dra. Bibiana Vilá).

Sin embargo, el jesuita José de Acosta escribe un libro llamado La Historia Natural y Moral de las Indias donde intenta explicar el origen de los camélidos. En el capítulo titulado: «Como sea posible haber en Indias animales que no hay en otra parte del mundo» da una versión evolucionista revolucionaria para la época, en la cual plantea que el problema que resolver es saber si estos animales difieren específica y esencialmente del resto de los animales o si su diferencia es accidental. Dice de las llamas que «es el animal de mayores provechos y menores gastos de cuantos se conocen» y afirma que Dios unió en la misma especie ovejas y burros.

Para los integrantes del Imperio inca la creación de las llamas se explica mediante un mito muy especial: el hijo de Manco Cápac y Mama Ocllo (los fundadores míticos del imperio inca, en una de sus leyendas), se enamoró de una de sus hermanas menores que estaba destinada a ser una Virgen del Sol. Obviamente el emperador inca prohibió el matrimonio y los jóvenes desobedeciéndolo huyeron al campo, con lo que su padre los condenó a muerte. La madre pidió clemencia al dios Viracocha, quien se apiadó de ella convirtiéndolos en una pareja de llamas. Un día Manco Cápac oyó hablar de la existencia de dos animales que vagaban con una mirada humana en sus ojos y ordenó que los capturasen y llevasen al Cusco y cuando los tuvo delante, los reconoció y los mandó sacrificar. Los espíritus emprendieron viaje por la vía láctea a la morada de Viracocha. Se dice que cuando las llamas lleguen a su destino, recuperarán su forma humana y regresarán al mundo para un nuevo reino con armonía entre los hombres.

La llama y los escudos andinos

Escudo de armas de Bolivia.
Grabado del primer escudo del Perú.

La llama es el símbolo patrio boliviano que representa al reino animal o fauna autóctona de Bolivia y se encuentra representada en el Escudo de Bolivia desde el año 2004, al sustituir a la alpaca.[10]​ También aparecía en el primer escudo del Perú de 1820, si bien luego fue reemplazada por una vicuña. Cabe destacar que la llama también está presente en el escudo comunal de la ciudad chilena de Calama.

Véase también

Referencias

  1. a b Wilson, Don E.; Reeder, DeeAnn M., eds. (2005). «Species Lama glama». Mammal Species of the World (en inglés) (3ª edición). Baltimore: Johns Hopkins University Press, 2 vols. (2142 pp.). ISBN 978-0-8018-8221-0. 
  2. Franklin, W. L. (2011). «Family Camelidae (Camels)». in: Wilson, D. E. & Mittermeier, R. A. eds (2011). Handbook of the Mammals of the World (en inglés). Vol II. Hoofed Mammals. Barcelona: Lynx edicions. p. 648. ISBN 978-84-96553-77-4. 
  3. Romano, 2004: 55
  4. a b Renieri, 2008: 244
  5. Renieri, A.; E.N. Frank; A. Rosati y J.A. Macias Serrano (2008). “El concepto de raza en zootecnia y su aplicación en la llama y la alpaca”. En South American Camelids Research. Tomo II. Wageningen Academic Pub. Edición de Martina Gerken, Eduardo Frank y Carlo Renieri, pp. 233-252 (véase pp. 244). ISBN 9789086860203.
  6. Rosenblat, Ángel (1954). La población indígena y el mestizaje en América. Tomo I. Buenos Aires: Editorial Nova, pp. 310.
  7. Romano, Ruggiero (2004). Mecanismo y elementos del sistema económica colonial americano, siglos XVI-XVIII. México: El Colegio de México, Fideicomiso Historia de las Américas, pp. 55. ISBN 9789681671198.
  8. Rosenblat, 1954: 310. A mediados del siglo XIX Perú, Ecuador y Bolivia sumaban cinco millones de habitantes; según Rosenblat, el Imperio inca tendría al menos el doble de habitantes, diez o doce.
  9. South Central Llama Association
  10. «El nuevo escudo». 2011. Consultado el 29 de febrero de 2012. 

Enlaces externos