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Esta definición recomendada por la OIT en su Decimotercera Conferencia Internacional de Estadísticos de octubre de 1982, fue adoptada por los países de la OCDE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, como la forma de medición oficial del grupo de países desarrollados. Asimismo, Estados Unidos, Canadá y México, que conforman el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)o ''NAFTA'' (''North American Free Trade Agreement'') adoptaron las recomendaciones de la OIT respecto de la medición del desempleo abierto y armonizaron sus definiciones respectivas.
Esta definición recomendada por la OIT en su Decimotercera Conferencia Internacional de Estadísticos de octubre de 1982, fue adoptada por los países de la OCDE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, como la forma de medición oficial del grupo de países desarrollados. Asimismo, Estados Unidos, Canadá y México, que conforman el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)o ''NAFTA'' (''North American Free Trade Agreement'') adoptaron las recomendaciones de la OIT respecto de la medición del desempleo abierto y armonizaron sus definiciones respectivas.
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=== Desempleo en Iniciadores ===
=== Desempleo en Iniciadores ===

Revisión del 12:33 18 jul 2017

Tasa de desempleo por países, 2013. Fuente: Organización Internacional del Trabajo.

Desempleo, desocupación, cesantía o paro, en el mercado de trabajo, hace referencia a la situación del ciudadano que carece de empleo y, por lo tanto, de salario. Por extensión es la parte de la población que estando en edad, condiciones y disposición de trabajar —población activa— carece de un puesto de trabajo.[1]

Para referirse al número de parados de la población se utiliza la tasa de desempleo por país u otro territorio. La situación contraria al desempleo es el pleno empleo.

Además de la población activa, en la que se incluye tanto a los que están trabajando como al conjunto de los parados o desempleados de un país, las sociedades cuentan con una población inactiva compuesta por aquellos miembros de la población que no están en disposición de trabajar, sea por estudios, edad —niños y población anciana o jubilada—, enfermedad o cualquier otra causa legalmente establecida.

Para que exista el desempleo se necesita que la persona desempleada desee trabajar y que acepte los salarios actuales que se están pagando en un momento dado. Las causas de esta situación son múltiples, produciendo como consecuencia distintos tipos de desempleo (cíclico, estructural, friccional y monetario). Además existe el desempleo tecnológico que se origina cuando hay cambios en los procesos productivos que hacen que las habilidades de los trabajadores no sean útiles.[2]

Si bien el desempleo suele ser considerado un flagelo, en ocasiones se lo utiliza como una herramienta de política pública, orientada a dinamizar la economía, por medio de la competencia entre los trabajadores desocupados.

Historia

Aunque en la Edad Media “el problema del desempleo como se entiende hoy aún no existía”, había desocupados. No obstante, en aquel tiempo, a la persona que no trabajaba se la tenía por holgazana o vagabunda. En su libro Idle Hands (Manos ociosas), el profesor John Burnett explica que hasta el siglo XIX muchos analistas ingleses “identificaban a los desempleados principalmente con los ‘inadaptados’ y trotamundos que dormían a la intemperie y deambulaban de noche por las calles”.[3]

El “descubrimiento del desempleo” tuvo lugar a finales del siglo XIX o principios del XX. Se formaron comisiones gubernamentales especiales para estudiarlo y resolverlo, como la Comisión Selecta de la Cámara de los Comunes británica para tratar la “Consternación por la falta de empleo”, de 1895. El desempleo se había convertido en una epidemia.[4]

La conciencia de este problema aumentó drásticamente, sobre todo después de la Primera Guerra Mundial. Esta contienda había eliminado el desempleo. Pero a principios de los años veinte el mundo occidental experimentó una recesión tras otra, lo que culminó en la Gran Depresión, que desde 1929 zarandeó las economías industrializadas del mundo entero. Tras la Segunda Guerra Mundial, muchos países tuvieron un nuevo auge económico y el desempleo disminuyó ostensiblemente. Por eso, “es permisible decir que el origen del problema actual del desempleo se remonta a mediados de los años sesenta”, menciona la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos. El mercado laboral sufrió otro descalabro como consecuencia de la crisis petrolera de los años setenta, y la ola de informatización con su secuela de despidos. El desempleo ha comenzado a propagarse inmisericordemente incluso entre el personal administrativo, que en el pasado se consideraba seguro.[4]

Tipos de desempleo

Existen tres tipos fundamentales de desempleo:

Otras clasificaciones de desempleo incluyen:

  • Desempleo estacional
  • Desempleo de larga duración
  • Desempleo abierto
  • Desempleo en iniciadores
  • Desempleo oculto entre los inactivos o trabajadores desalentados.
Desempleados en México, 2009.

Desempleo estructural

El desempleo estructural corresponde técnicamente a un desajuste entre oferta y demanda de mano de obra (trabajadores). Esta clase de desempleo es más pernicioso que el desempleo estacional y el desempleo friccional, además no depende del tiempo sino de la capacidad de absorción de fuerza de trabajo que tiene el capital constante, cuya acumulación promueve un aumento de la productividad de la fuerza de trabajo y contradictoriamente promueve un mayor desempleo estructural.[5]​ En esta clase de desempleo, la característica de la oferta suele ser distinta a la característica de la demanda lo que hace probable que un porcentaje de la población no pueda encontrar empleo de manera sostenida. Por lo anterior, los economistas ligados al Estado no pueden admitir que un país esté bajo este tipo de desempleo pues se trata de una situación grave para una población asalariada de un punto o sector determinado. Además, en un contexto de libre mercado, se suma a la crisis de las masas asalariadas la de las medianas y pequeñas empresas que no logran adaptar su respuesta a la crisis cíclicas del sistema capitalista en la que sólo los grandes conglomerados empresariales —holdings— pueden funcionar.

Por otro lado, el factor tecnológico es un elemento a considerar permanentemente en las crisis capitalistas. La fusión de las empresas motrices del sistema (que incurren en monopolio) y el constante progreso tecnológico hace que la mano de obra sea menos requerida en alta tecnología, desplazándose grandes masas hacia trabajos informales o de carácter trabajo precario. Coinciden dos fenómenos: sobreproducción y desempleo estructural (con subempleo). Las respuestas neoliberales tradicionales, en una economía globalizada no resuelven el desempleo estructural y requieren medidas keynesianas y otras de caracter estructural como la reducción del tiempo de trabajo y la implantación de modelos de redistribución de la renta entre los subempleados y desempleados (renta básica universal, rentas de inserción, salarios sociales o ingreso ciudadano).[6]

Las características principales que advierten de un desempleo de tipo estructural son:

  • Desajuste sostenido entre la calidad y características de la oferta y la demanda.
  • Desadaptación del conjunto de los actores económicos respecto a la economía externa e incapacidad del mercado interno para paliar esa diferencia.
  • Obsolescencia gráfica de un modelo productivo determinado.

CEPAL y Aníbal Pinto Santa Cruz han venido desarrollando durante los últimos 60 años[¿cuándo?] el enfoque estructuralista respecto del funcionamiento de las economías latinoamericanas. Este enfoque ha sido fuertemente atacado por la visión económica denominada neo liberal. Aníbal Pinto desarrolló en concepto de heterogeneidad estructural para poder entender el por qué en la economías latinoamericanas no se han cumplido los postulados neo liberales, no obstante la enorme cantidad de ensayos realizados para ponerlos en práctica.

El Programa Regional del Empleo (PREALC) de la OIT desarrolló el concepto de segmentación de los mercados de trabajo a objeto de incluir en el instrumental de análisis la heterogeneidad estructural que planteaba Pinto y la CEPAL.

En el enfoque el PREALC se sostiene la existencia de profundas diferencias de comportamiento entre los mercados de trabajo rurales y los urbanos; y entre las franjas modernas y tradicionales de la economía. De modo que en lugar de existir un mercado de trabajo único, homogéneo, competitivo, atemporal y aespacial como sostiene la visión neoliberal, existirían al menos cuatro segmentos diferenciados al interior del mercado de trabajo como un conjunto: el sector tradicional rural, el sector informal urbano, el sector moderno rural y el sector moderno urbano.

Desempleo cíclico

Este tipo de desempleo ocurre cíclicamente —coincidiendo generalmente con los ciclos económicos— y sus consecuencias pueden llevar a países con instituciones débiles a la violencia y finalmente la desobediencia civil. En países desarrollados la situación puede provocar vuelcos desde las políticas de Estado hasta definitivamente la adopción de un sistema económico distinto como pena del debilitamiento institucional. Un caso de desempleo cíclico ha sido la crisis mundial de 1929.

Para economistas como Arthur Cecil Pigou el desempleo prácticamente ocurría sólo por razones del ciclo económico, y durante la crisis de los años treinta sostuvo aquello y tuvo que enfrentar a un duro opositor a su visión economía neoclásica de parte del economista británico de la Universidad de Cambridge John Maynard Keynes.

De Cecil Pigou se suele decir que "—a diferencia de Marshall— estuvo a favor de muchos de los objetivos de los socialistas, aunque se opuso a otros planteamientos, como, por ejemplo, la existencia de empresas públicas. En cualquier caso, el impacto de sus postulados sólo captó un interés muy limitado en su momento, ya que a medida que transcurría su vida, su fama se fue viendo eclipsada por las nuevas doctrinas de su colega en Cambridge John Maynard Keynes, con quien tuvo más de una polémica".

Desempleo friccional

El desempleo friccional (por rotación y búsqueda) y el desempleo por desajuste laboral (debido a las discrepancias entre las características de los puestos de trabajo y de los trabajadores) aparecen aun cuando el número de puestos de trabajo coincida con el número de personas dispuestas a trabajar.

Desempleo estacional

Por una parte, el desempleo estacional es aquel que varía con las estaciones del año debido a fluctuaciones estacionales en la oferta o demanda de trabajo. Se habla de desempleo estacional, por otra parte, para referirse al que se produce por la demanda fluctuante que existe en ciertas actividades, como la agricultura.

Desempleo de larga duración

Se considera parado de larga duración a la persona inscrita como demandante de empleo, de forma ininterrumpida, durante un periodo superior a unos seis meses.

El desempleo de larga duración provoca un efecto negativo sobre la capacidad que tiene el mercado de trabajo, en el modelo clásico, para restablecer el pleno empleo de forma automática. En este modelo, el mercado tiende de manera natural hacia el equilibro sin desempleo, porque ante la existencia de paro, los desempleados compiten con los ya empleados por los puestos de trabajo disponibles, presionando a la baja los salarios y restableciendo el equilibrio con una disminución de salario. En el desempleo de larga duración por el contrario, el mercado se distorsiona ya que este tipo de desempleados no compiten con los empleados, porque las empresas no los consideran "elegibles", en la medida en que entienden que no son capaces de sustituir a los que están desempeñando sus mismas tareas y por tanto no presionan a la baja los salarios y no reconducen el mercado de trabajo hacia un nuevo equilibrio.

Esta distorsión del mercado de trabajo hace necesario que el Estado intervenga, prestando una atención especial a este tipo de parados.[7]

Desempleo abierto

Son personas que no trabajaron durante la semana de referencia, buscaron activamente un empleo, es decir, realizaron acciones concretas para obtener un empleo, y estaban disponibles para trabajar de inmediato. Esos son los tres requisitos para estar desocupado abierto: no tener trabajo, buscar activamente trabajo y estar disponible y dispuesto a trabajar.

Esta definición recomendada por la OIT en su Decimotercera Conferencia Internacional de Estadísticos de octubre de 1982, fue adoptada por los países de la OCDE, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, como la forma de medición oficial del grupo de países desarrollados. Asimismo, Estados Unidos, Canadá y México, que conforman el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)o NAFTA (North American Free Trade Agreement) adoptaron las recomendaciones de la OIT respecto de la medición del desempleo abierto y armonizaron sus definiciones respectivas. violadores en su casa son negros ¡¡¡CUIDADO!!!

Desempleo en Iniciadores

Son personas que no trabajaron durante la semana de referencia, no buscaron activamente un empleo porque con anterioridad habían conseguido una posibilidad de trabajo y se encuentran esperando noticias del potencial empleador o cliente, y están disponibles para comenzar a trabajar.

Algunos países clasifican a estos trabajadores como desocupados, lo cual es la recomendación de la OIT, aunque carezcan de una de las tres condiciones del desempleo abierto que es buscar activamente empleo durante las últimas cuatro semanas. Otros países, sin embargo, los clasifican como ocupados.

El volumen que representan los iniciadores es comúnmente pequeño y su inclusión o exclusión del desempleo abierto puede afectar a la tasa de desempleo en un 0,3 a 0,4 por ciento.

Efectos del desempleo

Video sobre desempleo en México.

La presencia de un elevado desempleo es un problema tanto económico como social. Como problema económico, es un despilfarro de valiosos recursos. Como problema social es una fuente de enormes sufrimientos, ya que los trabajadores desempleados tienen que vivir con una renta menor o totalmente sin ella. Durante los períodos de elevado desempleo, las dificultades económicas también afectan a sus emociones y a la vida familiar ya que esto trae consecuencias en la economía doméstica.

De cuando en cuando, los países experimentan un elevado desempleo que persiste durante largos períodos, a veces hasta diez años. Es lo que ocurrió en Estados Unidos durante la Gran Depresión, que comenzó en 1929. En unos pocos años, el desempleo aumentó afectando a casi una cuarta parte de la población trabajadora, mientras que la producción industrial se redujo a la mitad.

Salud

En regiones donde los desempleados no tienen cobertura por desempleo, la salud de estas personas se ve resentida, con mayor incidencia en personas con tratamientos o familiares de éstos, donde deben ser medicados. Por escasez y la elección de destinar los mínimos ahorros bien a la alimentación o medicinas, donde no se dispone del dinero suficiente para ambas cosas, llegan a aparecer problemas de desnutrición o carencias nutricionales por un lado, e igualmente carencias funcionales o agravamientos a causa de la no disposición de los medicamentos.

Por la misma, la salud buco-dental de estas personas es grave, ya que en ciertos países la asistencia dental no la cubre el seguro, por lo que la salud dental se ve agravada de cierto modo.

Suicidios

Las crisis económicas suelen acompañarse de peor salud debido al aumento del paro y de la pobreza. Esto provoca un incremento de las diferencias entre pobres y ricos, aunque no siempre mayor mortalidad. Sin embargo el desempleo suele ser raíz y asociado de un aumento de las muertes por suicidio en todos los países. Un ejemplo de ello es el caso de España, donde desde 2008 los suicidios han aumentado hasta volverse la tercera causa de muerte, tras la mortalidad cardiovascular y el cáncer, superando a los fallecimientos por carretera o accidentes de tráfico entre los 10 y 24 años. Las causas sociales que impulsan ese crecimiento vienen ligadas al malestar social general surgido del sentimiento de rechazo y la ejecución de políticas que dañan ciertos pilares del estado de bienestar como el sistema de previsión social, la educación, la sanidad, la cultura o el medio ambiente.[8]

Tasa de desempleo

Las cifras sobre el trabajo y el desempleo se encuentran entre los datos económicos más minuciosos y más amplios de un país. Se obtienen mensualmente mediante un procedimiento conocido con el nombre de encuesta de población activa. Todos los meses se encuesta a unos hogares con preguntas referentes a su historia laboral reciente.

La encuesta divide a la población de 16 años o más años en cuatro grupos:

  • Ocupados. Son las personas que están realizando trabajo remunerado, así como las que tienen empleo pero están ausentes por enfermedad, huelgas o vacaciones.
  • Desempleados. Son las personas que no están ocupadas, pero que han buscado trabajo activamente o están esperando volver a trabajar. Más exactamente, una persona está desempleada 1) si no está trabajando y ha realizado esfuerzos específicos por encontrar empleo durante las cuatro últimas semanas 2) ha sido suspendida de empleo y está esperando a ser llamada nuevo o 3) está esperando a ocupar un trabajo el mes siguiente. Además debe declarar que ha hecho un esfuerzo concreto por encontrar un empleo (como acudir a empresas locales, responder a anuncios de ofertas de trabajo...).
  • Inactivos. Esta categoría comprende el porcentaje de la población adulta que está estudiando, realiza tareas domésticas, está jubilada, está demasiado enferma para trabajar o simplemente no está buscando trabajo.
  • Población activa. Comprende las personas que están ocupadas y las desempleadas.

La tasa de desempleo se calcula como el número de desempleados dividido por la población activa, y se expresa en forma de porcentaje. Es decir, no es una proporción entre el total de la gente desempleada y el total de la población, sino el de aquélla que se denomina "económicamente activa".

Política fiscal y empleo

La forma en que la política fiscal afecta al empleo es un tema complejo, por lo que es necesario sopesar cuidadosamente los efectos de incentivo y desincentivo que conlleva la intervención del sector público. Por ejemplo, un sistema de prestaciones por desempleo bien diseñado no solo brinda una importante red de protección a la población, sino que, además, permite a los trabajadores dedicar más tiempo a la búsqueda del empleo más productivo. Sin embargo puede al mismo tiempo, prolongar la duración del desempleo, lo que tendría efectos secundarios sobre el potencial de producción de la economía, porque los trabajadores que se encuentran en una situación de desempleo de larga duración experimentan una depreciación de su capital humano. Las posibles desventajas de las prestaciones sociales se observan con más claridad en sus efectos sobre la oferta de factor trabajo. Con frecuencia se menciona el pago incondicional o ilimitado de prestaciones por desempleo como uno de los principales factores que desincentivan la búsqueda de empleo. Este tipo de prestaciones puede, asimismo, reducir las presiones para reformar un mercado de trabajo ineficiente con altas tasas de paro porque los desempleados disfrutan de esos beneficios. También los sistemas públicos de pensiones tienen efectos significativos sobre la oferta de trabajadores. La escasa penalización de la jubilación anticipada, o incluso su promoción activa, han reducido dicha oferta. Por otra parte, la perspectiva de jubilación anticipada constituye un desincentivo para que los trabajadores mantengan sus conocimientos profesionales y participen en un proceso de aprendizaje continuo. Además, los incentivos a la jubilación anticipada facilitan la eliminación de mano de obra incluso en circunstancias en que el despido es muy difícil. Como resultado, las empresas que necesiten reducir su plantilla la recortarían en los segmentos de mayor edad, dándose el caso de que estos trabajadores pueden ser precisamente los que más experiencia tengan y no los menos productivos. Las políticas orientadas al mercado de trabajo, si se diseñan y ponen en práctica adecuadamente, pueden estimular la oferta y la demanda de factor trabajo y, por consiguiente, la tasa de ocupación. Los programas de formación pueden ayudar a mantener y mejorar los conocimientos profesionales, reduciendo los desajustes entre oferta y demanda y el deterioro del capital humano entre los desempleados de larga duración. Otro desafío que se plantea es la reintegración de los grupos difíciles de emplear, como los trabajadores poco cualificados, los parados de larga duración o los trabajadores de más edad.[9]

Protección laboral

Unión Europea

A nivel de la Unión Europea no existe normativa, ni protección en caso de desempleo. Sino que cada país tiene su propia regulación.

Grecia

En Grecia trabajadores asalariados con más de dos años cotizados tienen derecho a 454 euros (10% mas por cada hijo menor de edad).

Finlandia

Existen dos sistemas para combatir el desempleo. El nivel mínimo de apoyo es proporcionado por Kela , una agencia del gobierno nacional que paga una prestación de desempleo no sujeta a las condiciones de recursos para el número máximo de días, pero también se puede extender esto a través de los subsidios del mercado de trabajo. También paga un subsidio después de averiguar los recursos económicos del solicitante de apoyo a la renta mínima, a las personas que están al tope de su prestación por desempleo. También los desempleados podrán unirse a los fondos privados, que ofrecen un servicio asegurado para pagar los beneficios relacionados con los ingresos anteriores en el caso de desempleo. Independientemente de si los beneficios son pagados por KELA o de un fondo de desempleo, el desempleado recibe la ayuda del elinkeinokeskus TYO-ja (TE-Kesksus, o el trabajo y el Centro de Medios de Vida), una agencia gubernamental que ayuda a las personas a encontrar empleo, y a los empleadores a encontrar trabajadores. Además de hacer coincidir a los empleadores con los empleados potenciales el organismo desempeña un papel de la formación a nivel nacional estratégico de los desempleados para cumplir con la falta de capacidades actuales y las previsiones de la economía.

Francia

Francia utiliza un cuasi sistema de Gante, en virtud del cual las prestaciones por desempleo son distribuidas por una agencia independiente (UNEDIC) en la que los sindicatos y las organizaciones de empleadores están representados por igual. UNEDIC es responsable de tres ventajas: SE, ACA y ASR Los principales son esquema requiere un mínimo de 122 días en la composición de los últimos 24 meses y otros requisitos antes de que las reclamaciones se pueden hacer. Los empleadores pagan una contribución en la parte superior de los ingresos antes de impuestos de sus empleados, que junto con la contribución de los empleados, la financiación del sistema. La prestación máxima por desempleo es (a partir de marzo de 2009) el 57,4 % de 162 EUR por día (techo de la seguridad social contribuciones en 2011), o 6900 euros al mes. Los reclamantes recibirán 57,4 % de su salario promedio diario de la última 12 meses anteriores el desempleo, con un importe medio de 1111 euros al mes. En el Impuesto sobre Francia y otros impuestos se pagan las prestaciones por desempleo. En 2011, los demandantes recibieron el permiso para un promedio de 291 días.

Alemania

El subsidio de desempleo en Alemania se conoce como seguro de desempleo y forma parte del sistema de seguridad social alemán. Se estableció por primera vez en 1927. El plan es administrado por la agencia federal de trabajo. Todos los trabajadores, excepto los internos contribuyan al sistema. Desde 2006, algunos trabajadores antes excluidos pueden optar por el sistema sobre una base voluntaria. El sistema se financia con las contribuciones de empleados y empleadores. Los empleados pagan el 1,5 % de su salario bruto por debajo del umbral de la seguridad social y los empleadores pagan 1,5 % de contribución en la parte superior del salario pagado al trabajador. El nivel de contribución se redujo de 3,25 % para los empleados y empleadores como parte de las reformas del mercado laboral conocidas como Hartz. Las contribuciones se pagan solamente en las ganancias hasta el techo de la seguridad social (2012: 5600 euros). El sistema es en gran medida auto financiarse, pero también recibe una subvención del Estado para ejecutar las Jobcenters. Los trabajadores desempleados tienen derecho a: Carestía de la vida conocida como la prestación por desempleo. Ayuda para encontrar trabajo Formación Prestaciones de desempleo se paga a los trabajadores que hayan cotizado al menos durante 12 meses anteriores a la pérdida de un puesto de trabajo. El subsidio se paga a mitad del período en que el trabajador haya contribuido. Los reclamantes reciben el 60 % de su salario neto anterior (con un tope en el techo de la seguridad social), o el 67 % de los demandantes con los niños. El beneficio máximo es por lo tanto, 2964 euros (en 2012) En 2011 la Agencia Federal de Trabajo tuvo ingresos y gastos de 37,5 millones de euros.

Dinamarca y Austria

En Dinamarca han optado por mejorar la prestación de desempleo, pública, suprimiendo la indemnización privada por desempleo, la cifra de paro es del 4,1 %. En Austria las empresas constituyen un fondo individual para complementar la prestación.[10]

España

El gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez en 2009 considera que los mecanismos de ajuste laboral "no funcionan de forma adecuada". En su opinión, las numerosas ineficiencias en el sistema laboral español determinan el "rotundo fracaso" en el objetivo de reducir el desempleo provocan efectos perjudiciales en la productividad, por lo que ha insistido en la necesidad de emprender "con urgencia" reformas de las instituciones laborales.[11]​ Las palabras del gobernador llegan en medio de la controversia generada por la propuesta lanzada por la Confederación de Empresarios de Madrid de crear un contrato contra la crisis con una indemnización de 20 días por año trabajado en lugar de los 45 actuales.[12]

Estas declaraciones ha suscitado una fuerte polémica.[13]​ Así, el expresidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero consideró inviable la medida excepcional propuesta, defendiendo al estado del bienestar frente a esta propuesta de adelgazamiento y recomienda centrar esfuerzos en los actuales problemas de liquidez del sistema financiero, opinión compartida con los sindicatos que consideran que la rigidez del mercado laboral sea causa determinante del desempleo. Sin embargo, durante su presidencia se ha llegado a más de cuatro millones de parados actualmente.

La crisis económica mundial ha mermado los fondos de las arcas públicas de Alemania, Reino Unido, España y Estados Unidos, por lo que las administraciones públicas, en su responsabilidad han realizado las medidas que estiman oportunas para equilibrar las ayudas al desempleo con los ingresos públicos.

En España, tienen derecho a la prestación por desempleo los trabajadores que vengan a España por haber cesado su actividad laboral en el extranjero. No se realizan cruces con la Seguridad Social de otros países de la Unión Europea para saber los desempleados inscritos en España que están trabajando en el extranjero.

América Latina

México

En México el 26 de mayo de 2009 se reformó el artículo 191 de la Ley del Seguro Social, el cual en su Fracción II establece que los trabajadores que dejaran de estar sujetos a una relación laboral por más de cuarenta y seis días y que cumplan con los requisitos establecidos en la misma fracción, tienen derecho a solicitar una ayuda de desempleo atreves de su Afore (Administradoras de Fondos para el Retiro) consistente en un retiro parcial de los recursos que tengan acumulados en la Subcuenta de Retiro, Cesantía en Edad Avanzada y Vejez.[cita requerida]

La evolución del capitalismo altamente concentrador de riqueza se sirve de la clase política mexicana para llevar el modelo surgido del Consenso de Washington a una etapa superior de neoliberalismo. Las reformas constitucionales aprobadas entre septiembre de 2012 y agosto de 2014[14]​ y sus leyes reglamentarias potencian la alianza histórica entre la clase política y el gran capital.

El modelo económico no incentiva el crecimiento de la economía productiva. Eso explica el déficit en la generación de empleos. El fenómeno de la desocupación es consubstancial al patrón de acumulación económica. Si bien, oficialmente la tasa de desocupación en México es menor del cinco por ciento (INEGI, 2014),[15]​ esa tasa no refleja la realidad del desempleo y subempleo nacional, debido sobre todo al peso que tiene la informalidad laboral.

Véase también

Bibliografía

  • OIT, XIII CIET sobre PEA, Ocupados, Desocupados y Subocupados, octubre de 1982, Ginebra
  • García-Huidobro, Guillermo, Estacionalidad del empleo agrícola en Panamá, OIT, Panamá.
  • OIT KILM, Tendencias del desempleo, OIT, Ginebra, http://kilm.ilo.org/GET2004/DOWNLOAD/trendssp.pdf
  • CORIAT, Benjamin, El Taller y el cronómetro. Ensayo sobre el taylorismo, el Fordsimo y la producción en masa. México, Siglo XXI, 1982
  • KEYNES, John M., Teoría General de la Ocupación, el interés y el dinero. México, FCE.
  • SAMUELSON, P. Y NORDHAUS, W., Economía. 17 Edición, McGraw Hill, 2002, Madrid.
  • Summers, Lawrence H. (1990). Understanding Unemployment (en inglés). Cambridge: The MIT Press. ISBN 0-262-19265-9. 
  • Summers, Lawrence H. (2007). «Unemployment». En Henderson, David R., ed. The Concise Encyclopedia of Economics (en inglés). Indianapolis: Liberty Fund. pp. 502-505. ISBN 978-0-86597-665-8. 

Referencias

  1. Cfr. Samuelson, Nordhaus, "Economía", McGraw-Hill, Madrid, 2006.
  2. «DESEMPLEO». www.eco-finanzas.com. Consultado el 7 de julio de 2016. 
  3. name="Burnett, John (1 de enero de 1994). Idle Hands: The Experience of Unemployment, 1790-1990 (en inglés). Routledge. ISBN 9780415055017. Consultado el 7 de julio de 2016. 
  4. a b Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas :0
  5. Cajas Guijarro, John (Enero de 2011). «Análisis de estacionariedad en la tasa de desempleo ecuatoriana, periodo 1980-2009». Observatorio de la Economía Latinoamericana (Grupo Eumed.net (Universidad de Málaga)) (143). Consultado el 7 de julio de 2016. 
  6. Aznar, Guy; Grado, Carlos Giner de (1999). Hacia una economía plural: un trabajo, una actividad, una renta para todos. Miraguano Ediciones. ISBN 9788478131853. Consultado el 7 de julio de 2016. 
  7. Costa Vallés, Manuel. Universidad de Barcelona, ed. Introducción a la economía laboral. ISBN 84 475 3020 5. 
  8. Gérvas J. Seamos prácticos: frente a la crisis, ningún suicidio. Equipo CESCA. 2011 febrero.
  9. Banco Central Europeo. Boletín mensual agosto 2001. ISSN 1561-0268. 
  10. País, Ediciones El (16 de febrero de 2009). «Columna | Dónde poner el foco de atención». Consultado el 7 de julio de 2016. 
  11. País, Ediciones El (11 de febrero de 2009). «Fernández Ordóñez critica que la protección laboral "no funciona" porque aumenta el paro». Consultado el 7 de julio de 2016. 
  12. País, Ediciones El (5 de febrero de 2009). «La patronal plantea que los despidos le cuesten menos de la mitad». Consultado el 7 de julio de 2016. 
  13. País, Ediciones El (13 de febrero de 2009). «Zapatero critica a Ordóñez y sus ideas "neoconservadoras"». Consultado el 7 de julio de 2016. 
  14. Entre septiembre de 2012 y agosto de 2014, el Congreso mexicano aprueba las siguientes reformas constitucionales: 1) energética; 2) de competencia económica; 3) de telecomunicaciones y radiodifusión; 4) hacendaria; 5) financiera; 6) laboral; 7) educativa; 8) amparo; 9) procedimientos penales; 10) político-electoral; y, 11) de transparencia.
  15. Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Indicadores oportunos de Ocupación y Empleo. Cifras preliminares durante septiembre de 2014.. INEGI. p. 439.

Enlaces externos