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Idioma mexicanero

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Mexicanero
Mexikan, kaxkan
Hablado en México México
Región Mezquital (Durango), Acaponeta (Nayarit) y Escuinapa (Sinaloa)
Hablantes ±4700 (INEGI, 2020)[1][2]
Familia Uto-azteca
  Uto-azteca meridional
    Corachol-aztecano
      Nahua-pochuteco
        Náhuatl occidental
          Mexicanero
Dialectos Occidental y oriental.
Escritura Alfabeto latino
Códigos
ISO 639-2 nah
ISO 639-3 Varios
azn – Mexikan del occidente
azd – Mexicanero del este

Distribución actual del náhuatl en rojo. Distribución histórica en verde.

El mexicanero (autoglotónimo: mexikan), náhuatl de Durango o mexicano del noroeste[3]​ es la variedad de dialectos del idioma náhuatl o mexicano hablada por el grupo étnico nahua mexicanero en los estados mexicanos de Durango y Nayarit. Antiguamente, también era hablado en Zacatecas,[4]​ el sur de Sinaloa, Aguascalientes y los Altos de Jalisco.[5]

La clasificación lingüística que hace el INALI lo divide en dos dialectos, considerando que el hablado en 46 localidades del municipio de Mezquital en Durango, que propiamente es el llamado mexicano del noroeste, es diferente al hablado en el estado de Nayarit en 22 localidades del municipio de Acaponeta y en 4 del municipio de Del Nayar y en Sinaloa en el municipio de Escuinapa y al cual denomina mexicano alto de occidente.

Por su parte, Ethnologue no concuerda con la visión del INALI, aunque también considera que son dos dialectos; esta institución pone énfasis en las comunidades donde los mexicaneros son mayoría étnica, por lo que considera una variante a la hablada en cuatro poblados de Durango, San Pedro de Xícora, Agua Caliente, Agua Fría y La Tinaja, a la cual se le asigna el código ISO 639-3 azd. La otra variante del mexicanero abarca las localidades duranguenses de San Agustín de Buenaventura, Curachitos de Buena Vista, Los Alacranes, San Diego, Tepalcates, Berenjén; además de los poblados nayaritas de Santa Cruz, El Duraznito, La Laguna, Mesa de las Arpas, a los que se les asigna el código azn.

Es de notar que los hablantes no hacen esta división del idioma y que mantienen una comunicación entre sus comunidades, donde actualmente se están haciendo esfuerzos por preservarla produciendo material didáctico que es entendible en cualquier localidad y usado en sus escuelas.[6]​ Son alrededor de 1300 personas quienes hablan el mexicanero y residen principalmente en tres comunidades rurales: San Pedro Xícora, San Agustín Buenaventura y en Santa Cruz, donde coexisten con otros pueblos indígenas, como los tepehuanes, huicholes y coras.

Historia

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El origen de los mexicaneros y su antigüedad en la región que hoy ocupan es todavía incierto. Hay varias hipótesis acerca de su trayectoria histórica, algunas de ellas son:

  • Son nahuas que vinieron en la peregrinación desde Aztlán hacia el centro de México y se quedaron en el área.[7]
  • Son nahuas que siempre han habitado la región, pero pasaron desapercibidos durante la época de la conquista.
  • Son indígenas cazcanes, tecuales o hablantes de alguna otra lengua que adoptaton el náhuatl.[8][9][10]
  • Son indígenas hablantes de una lengua nahua de Michoacán o Jalisco que fueron llevados por los conquistadores españoles.

También es posible que algunas de ellas sean simultáneamente ciertas, por ejemplo, que los mexicaneros sean descendientes de indígenas llevados por los conquistadores y que estos indígenas fueran cazcanes.[8]​ La historia de esta región es difícil de rastrear debido a la falta de registros históricos, los múltiples movimientos que ha habido en la zona durante la época colonial y el hecho de que el área donde residen actualmente se encontrara en la frontera entre las administraciones de Nueva Galicia y Nueva Vizcaya, lo cual generaba confusión tanto en los registros como en la misma administración.

Dos gramáticas coloniales dan noticia de las variantes occidentales, entre las que se cuentan el náhuatl de Jalisco y el mexicanero. Lo que llama la atención es el registro desde 1692 del desplazamiento lingüístico y uso de hispanismos señalado por fray Juan Guerra (como el verbo almorzaroa); comentario similar hace Cortés y Zedeño en 1765 (con el verbo floreceroa). Muchas de las características gramaticales particulares señaladas hace más de 250 años se preservan en el mexicanero actual.

Con el desarrollo de la lingüística y la etnología a finales del siglo XIX surge la escuela alemana de americanistas; uno de sus miembros es Konrad Theodor Preuss quien es conocedor de la existencia de comunidades aisladas en la Sierra Madre Occidental, decide demostrar que esos grupos humanos a pesar de no usar un sistema de escritura poseen un acervo literario. Lo que encuentra en su expedición en 1907 sobrepasa todas sus expectativas, su recopilación es la colección de textos más extensa en lengua náhuatl después de la obra de Sahagún, 1200 páginas[11]​ que no son únicamente los 178 relatos mítico-literarios sino además como etnólogo, registra costumbres, fiestas, rituales, vestimenta y alimentación, todo en náhuatl mexicanero.[12]​ Además, toma decenas de fotografías e incluso hace grabaciones sonoras.

Todo el material de Preuss estuvo a punto de perderse por la devastación que sufrió Berlín durante la Segunda Guerra Mundial que, de hecho, solo sobrevivió una tercera parte, hacia finales de los años cincuenta es encontrado el material siendo Elsa Ziehm la encargada de estudiar y prepararlo para su publicación, el cual se imprime en tres tomos durante 1968, 1971 y 1976.

Descripción lingüística

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Fonología

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El primer intento por transcribir los sonidos del mexicanero fue realizado por Preuss, a pesar de su esfuerzo y aplicar las nociones lingüísticas de su tiempo, se acerca a la fonología con el siguiente alfabeto:

a, b, d, e, ĕ, f, g, h (sonido /j/), i, k, l, m, n, ñ, o, p, r, s, t, ts, u, w, x (sonido /sh/), y.

Llama la atención como Preuss se enfrenta a la necesidad de acentuar las palabras para mostrar una mayor claridad de su pronunciación. También es el único caso de marcar constantemente el sonido de una "e" corta (ĕ) que autores posteriores ya no lo hacen; otra curiosidad que también llama la atención es que usa /x/ tanto para los sonidos /sh/ y /ch/ marcados como diferentes por otros investigadores.

Durante los años setenta Leopoldo Valiñas visita varias comunidades haciendo un registro con el sistema AFA teniendo un mejor acercamiento a su verdadera fonología. Una Canger amplía la descripción en el año 2001 y nos proporciona el siguiente inventario consonántico del mexicanero:[13]

Bilabial Coronal Palatal Velar Labiovelar Glotal
Oclusiva sorda p t k
Oclusiva sonora b d g
Africada t͡s t͡ʃ
Fricativa f s ʃ x h
Aproximante l, r, ɾ j w
Nasal m n    

El desplazamiento lingüístico ha ampliado el sistema consonántico agregando aquellos sonidos provenientes del español e inexistentes en la mayoría de las variantes nahuas; la /b/, la /f/, la /g/, la /r/.

A diferencia del náhuatl clásico y otras variantes del idioma, en mexicanero han desaparecido las oposiciones de cantidad vocálica y además ha desarrollado una oposición /o/-/u/:

  anteriores centrales posteriores
alta i u
media e o
baja   a

El enfoque gramatical desarrollado por Margarita Castro (2012) proporciona especificaciones más detalladas, no solo a partir de una forma de escribir estandarizada que vemos en las publicaciones de la Secretaría de Educación, sino también de un inventario fonológico con el sistema AFI.

Gramática

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Hay una estructuración bastante diferenciada del náhuatl central. Mientras el náhuatl central se caracteriza como un habla de dulces chasquidos (debido al sonido de la "tl"), el de la Sierra Madre Occidental es una sucesión rítmica de oclusiones de glotis.

Una de las mayores diferencias es el acento prosódico que en algunos casos participa en el sistema morfológico,[14]​ por lo que es diferente:

  • kitása - lo avienta
  • kitasá - lo aventó

Los investigadores están de acuerdo en no acentuar las palabras graves al igual que en las otras variantes donde suele ser bastante regular la pronunciación grave, por lo que en mexicanero solo consideran marcar cuando se pronuncia aguda. En su mayoría estas formas provienen de los verbos en pasado que tienen una raíz bastante reducida. Esto mismo provoca el surgimiento de alófonos cuando un verbo es expresado en tiempo pasado, siendo lo usual primero la pérdida de la vocal final, para que luego se produzca el cambio alofónico de las letras /p/, /t/, /k/ y /w/ por /h/:[15]

  • mukueh - regresó (kuepa)
  • amo nihmáh - no lo sé (mati)
  • nihkáh - lo oí (kaki)
  • kikahtih - lo está dejando (kawa)

También se produce el cambio alofónico de /ch/ a /x/, lo que suele ser difícilmente detectado y esto tal vez sea la causa de la notación de Preuss. Otro cambio se da de /ts/ a /s/:

  • ukinos - lo llamó (notsa)

El plural de los sustantivos en algunos casos presenta características especiales no siendo del todo regular, suele usarse la duplicación de sílaba inicial siendo más notorio en los préstamos del español:

  • chapaɍo - chaparro // chahchapaɍo - chaparros[16]

En Nayarit en el plural usual de las palabras, -me, también suele producirse ensordecimiento:[17]

  • cacalom - cuervos
  • tacam - hombres
  • piltontim - niños

Otra curiosidad de la lengua es el uso del diminutivo castellano "-ito" para expresar el reverencial.

La forma del plural de los verbos en presente también contrasta con el náhuatl clásico, donde en mexicanero es el sufijo -l(o); el cual dependiendo del hablante puede ensordecerse la vocal final hasta casi desaparecer, por lo que encontramos por ejemplo en Canger el uso generalizado de -l.[18]

  • temól - (ellos) bajan
  • kitekíl - (ellos) lo cortan
  • takwál - (ellos) lo comen
  • mapawál - crecen

Acerca de la sintaxis podemos brevemente citar a Canger quien considera que el orden en las oraciones simples es VSO, aunque aclarando: "el orden no marcado de los constituyentes parece ser extremadamente libre, y depende sutilmente de la semántica y de factores contextuales".[19]

Por último, es necesario hablar del ensordecimiento consonántico al final de palabra, aunque los investigadores prefieren escribirlo de forma estandarizada por asociación a la estructura clásica; ejemplo:

Se pronuncia miah, prefieren escribirlo miaꞌk o incluso miak. De igual manera el absolutivo de los sustantivos es ambiguamente -t o -h.

Vocabulario

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Es la parte más evidente del desplazamiento lingüístico, donde vemos que afecta incluso las palabras más básicas provocando que la lista de Swadesh resulte inútil, debido a que no muestra una evolución natural de los sonidos que sigue las reglas de la filología.

Tomando como primer ejemplo el campo numérico, donde solo usan en mexicanero del uno al cuatro y todos los demás números son préstamos del español, siendo también común que en vez del natural eyi usen la palabra "tres". Se, ome, tres, nawi, sinko, seis, syete, etc.[20]

Cuerpo humano

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  • Barba
  • Baɍiga = barriga
  • Kana = cana
  • Korasón = corazón
  • Kwerpo = cuerpo
  • Dedo
  • Lomo = espalda
  • Ɍodiya = rodilla
  • Pyerna = pierna
  • Ígado = hígado
  • Weso = hueso
  • Intestino = tripas

Animales

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  • Ágila = Águila
  • Ala
  • Animal
  • Armadiyo = Armadillo
  • Kola = Cola
  • Lechusa = Lechuza
  • Tigri = Tigre

Mundo natural y otras cosas

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  • Alegre
  • Blanko = blanco
  • Monte = bosque
  • Kama = cama
  • Seɍo = cerro
  • Syelo = cielo
  • Korto = corto

Literatura

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Como muestra de la creación literaria tenemos el siguiente fragmento del “Relato del Diluvio”, recogido por Preuss en 1907[21]​ y analizado por Leopoldo Valiñas:[22]

Mostatik uksep yayas kuahmilos tiotak musewis kuakin mukuepas ases kil kitas

mostatik uallas uksep amuten yes

kuakin umpa ukika yaui umpek

yel kil uallatiual

kuakin kil ui umpa ukias...

ya nos kil ui ukitxiu

iua yel in wiejo ual

ya kil ui

kuakin ual

ualmukuep yas kuakin kilkili...
Al día siguiente ya irá a tumbar en la tarde descansará entonces regresará y llegará allá y verá

al día siguiente vendrá al monte otra vez nada habrá

entonces allá se quedó. Fue para allá a espiar

él viene viniendo el viejo

entonces fue allá, llegó allá el hombre...

ya fue el hombre a hacerla el arca

y el viejo vino al arca

ya se fue el viejo

entonces vino la garza al arca

volvió, llegó allá al arca y entonces le dice...
Valiñas Coalla, Leopoldo. “Notas Lingüísticas sobre el Diluvio y la creación", p. 465, 1989.

Vida y costumbres

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Los contrastes que presenta el pueblo mexicanero son extraordinarios. Viven en el municipio más pobre del Estado de Durango y en el 185 de toda la república mexicana,[23]​ sus ingresos son inferiores para cubrir la canasta básica por lo que están inmersos en sistemas de producción de sobrevivencia a pesar de que son beneficiarios de programas gubernamentales como el SEDESOL; carecen de la infraestructura básica, la mayoría sin agua potable o sistemas de drenaje, muy pocos cuentan con servicios de luz.

Por el otro lado su aislamiento produjo que la evangelización fuera casi nula, sobreviviendo un sistema religioso étnico mesoamericano que practican el 87% de los mexicaneros, siendo exclusivamente católicos el resto. A la vez sobreviven aspectos culturales que desaparecieron en las comunidades establecidas en el resto del país, buena parte de esas tradiciones y cosmovisión es compartida con tepehuanes, coras y huicholes con lo que el estudio de todos ellos nos muestra una visión más clara. La convivencia con las otras etnias ha generado también que muchos mexicaneros sean bilingües o incluso trilingües.[24]

Viven de manera aislada y sus asentamientos son rancherías, con alrededor de entre 10 y 50 habitantes en promedio, muy pocas localidades superan el centenar de personas.[23]​ Es bastante común que no radiquen en una sola población, ya que la necesidad hace que pasen largas temporadas en el monte.

Presenta una división social marcada por las funciones comunales o religiosas realizadas, siendo en su mayoría transitorias pues son elegidos en consejo y en consenso anualmente, como el Gobernador, el comandante, los alguaciles, los topiles, los mayordomos.[25]

Mitología

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Esta gira en torno a los mitos de la creación, en donde tienen preponderancia las acciones de Tepusilam como la madre creadora y el héroe cultural Piltonte, a veces hijo y a veces consorte de Tepusilam, quien se transforma en la "Estrella de la mañana" y mata a la devoradora antropófaga que resulta ser su madre para así formar con su cuerpo el mundo actual.[26]​ Los relatos del diluvio también son prolijos y enseñan sus creencias altamente vinculadas con los mitos del centro de México en la época prehispánica.

El Costumbre

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A la celebración de las fiestas anuales le llaman Costumbre. Estas son de dos tipos, las comunales y las de linaje.[27]​ La parte medular de las ceremonias es el Xurawet que es la danza alrededor del fuego junto con los cantos y peticiones.

Las fiestas son clasificadas por la división del calendario el cual de manera precisa separa en dos estaciones el año, la de secas (Tonalko) y la de lluvias (Xopanta).[28]​ Las fechas más relevantes son el día de la Candelaria (2 de febrero), Semana Santa cuando realizan el ritual de las "Pachitas", cuando llegan las fiestas patronales de San Pedro (29 de junio) y de Santiago (25 de julio), el fin de la cosecha, llamada elot y celebrada entre septiembre y noviembre.

Véase también

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Referencias

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  1. [1] Ethologue, 18° edición, 2015
  2. [2] Ethologue, 18° edición, 2015
  3. Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (14 de enero de 2008). «Catálogo de Lenguas Indígenas Nacionales». Diario Oficial de la Federación: 30. Consultado el 11 de octubre de 2015. 
  4. Ocampo, Daisy (2019). Spiritual Geographies of Indigenous Sovereignty: Connections of Caxcan with Tlachialoyantepec and Chemehuevi with Mamapukaib (en inglés). UC Riverside. Consultado el 12 de agosto de 2024. 
  5. «El náhuatl actual en Jalisco». 
  6. Obras como las coordinadas por la doctora Margarita Castro Medina y publicadas por la SEP, Atenko wan teti, In popot wan Lorenza, véase bibliografía.
  7. Castro Medina, Margarita (1995). Un estudio sobre la trayectoria histórico-lingüística del mexicanero de San Pedro Jícora Durango. Escuela Nacional de Antropología e Historia. Tesis de maestría. p. iii. 
  8. a b Valiñas Coalla, Leopoldo (1981). El nahuatl de la periferia occidental y la costa del Pacífico. Escuela Nacional de Antropología e Historia. Tesis de licenciatura. p. 44. 
  9. Jáuregui y Magriñá, Jesús y Laura (2002). «Estudio etnohistórico acerca del origen de los mexicaneros (hablantes del náhuatl) de la sierra Madre Occidental». Dimensión Antropológica, vol. 26: 27- 81. 
  10. Canger, Una (2020). «La primera escición básica dialectal de la lengua nawatl otra vez.». Lenguas yutoaztecas: historia, estructuras y contacto lingüístico. 
  11. Alcocer, 2005:155
  12. Alcocer, 2005:151
  13. Una Canger, 2001, p. 26. Para transcribirlo utiliza también el Alfabeto fonético americanista donde se maneja ¢ para el sonido /tz/, č para la /ch/ y š para la /sh/, pero sobre todo resalta el uso de "x" para la fricativa velar sorda /j/ como letra diferente de la aspiración glotal /h/. Además Canger usa el signo r para la vibrante alveolar múltiple en oposición a la vibrante alveolar simple que actualmente usa [ɾ].
  14. Canger, 2001: 29.
  15. Canger, 2001: 29-30.
  16. Canger, 2001: 63.
  17. SEP "In popot wan Lorenza", 2012: 50.
  18. Canger, 2001: 165.
  19. Canger, 2001: 12.
  20. Tomado del que aparece en Canger, 2001.
  21. [3] Interviews with German Anthropologists
  22. La ortografía presentada por Valiñas es diferente a la que registró Preuss.
  23. a b «Sedesol. Catálogo de localidades». Archivado desde el original el 7 de julio de 2018. Consultado el 6 de julio de 2018. 
  24. Alvarado, 2007:6.
  25. Alvarado, 2007:22.
  26. Preuss, 1982: 11.
  27. Alvarado,  2007: 31.
  28. Alvarado, 2007: 27

Bibliografía

[editar]
Esta lengua tiene su propia Wikipedia. Puedes visitarla y contribuir en Wikipedia en náhuatl o mexicano.
  • Alcocer, Paulina. "Elsa Ziehm y la edición de los textos nahuas de San Pedro Jícora registrados por Konrad Th. Preuss", en Dimensión Antropológica, vol. 34, 2005. pp. 147-166
  • Alvarado Solís, Neyra Patricia. Mexicaneros. Colección Pueblos Indígenas del México Contemporáneo. CDI, México, 2007. ISBN 978-970-753-083-6
  • Benítez, Fernando. Los indios de México. Tomo V. Ediciones Era, México, 1980. ISBN 968-411-058-8
  • Canger, Una. “Náhuatl en Durango-Nayarit”. En Estrada Fernández, Zarina et al. (eds.), IV Encuentro Internacional de Lingüística en el Noroeste, Vol. I: Lenguas Indígenas. Hermosillo, Sonora: Unison. 1998. pp. 129-150.
  • Canger, Una. (2001): Mexicanero de la Sierra Madre occidental, Archivo de lenguas indígenas de México núm. 24, Colegio de México, ISBN 968-12-1041-7.
  • Castro Medina, Margarita. Un estudio sobre la trayectoria histórico-lingüística del mexicanero de San Pedro Jícora Durango. (Tesis de Maestría). México: ENAH. 1995.
  • Castro Medina, Margarita María. Descripción morfológica del sistema verbal del mexicanero de San Pedro Jícora. (Variante dialectal en Durango, México.) Disertación Doctoral, Universidad de Colonia, Alemania. 2000.
  • Cortés y Zedeño, GerónimoThomás de Aquino. Arte, Vocabulario, y Confessionario en Idioma mexicano, como se usa en el Obispado de Guadalaxara. Edición facsimilar de la de 1765 por Edmundo Aviña Levy, Guadalajara, Jalisco. 1967.
  • Guerra, Fr. Juan. Arte de la lengua mexicana. Que fue usual entre los indios del obispado de Guadalajara y de parte de los de Durango y Michoacán (1692). Prólogo por Alberto Santoscoy, Guadalajara, Jalisco. 1900.
  • Jáuregui, Jesús y Laura Magriñá, “Estudio etnohistórico acerca del origen de los mexicaneros (hablantes del náhuatl) de la sierra Madre Occidental”, en Dimensión Antropológica, vol. 26, septiembre-diciembre, 2002, pp. 27- 81. Disponible en:
  • Lumholtz, Carl. El México desconocido. (Edición facsimilar de la de 1902) 2 tomos, CIESAS-SEP, México, 1981.
  • Secretaria de Educación Pública. Atenko wan teti. El río y la piedra. Lengua mexicanera de los estados de Durango y Nayarit. Asesor lingüístico Margarita M. Castro Medina. SEP, 2012.
  • Secretaria de Educación Pública. In popot wan Lorenza. La escoba y Lorenza. Lengua mexicanera de los estados de Durango y Nayarit. Asesor lingüístico Margarita M. Castro Medina. SEP, 2012.
  • Preuss, Konrad Th. y Elsa Ziehm, Nahua-Texte aus San Pedro Jícora in Durango. Erster Teil: Mythen und Sagen. Aufgezeichnet von Konrad Theodor Preuss, Aus dem Nachlass übersetzt und herausgegeben von Elsa Ziehm. Miteinem Geleitwort von Gerdt Kutscher, Quellenwerke zur Alten Geschichte Amerikas aufgezeichnet in den Sprachen der Eingeborenen, 9, Ibero- Amerikanisches Institut Berlin Preussischer Kulturbesitz, Berlín, Gebrüder Mann Verlag, 1968.
  • ____________, Nahua-Texte aus San Pedro Jícora in Durango. Zweiter Teil: Märchen und Schwänke. Aufgezeichnet von Konrad Theodor Preuss. aus dem Nachlass übersetzt und herausgegeben von Elsa Ziehm, Quellenwerke zur Al ten Geschichte Amerikas aufgezeichnet in den Sprachen der Ein geborenen, 10, Ibero-Amerikanisches Institut Berlin Preussischer Kulturbesitz, Berlín, Gebrüder Mann Verlag, 1971.
  • ____________, Nahua-Texte aus San Pedro Jícora in Durango. Dritter Teil: Gebete und Gesänge. Aufgezeichnet von Konrad Theodor Preuss. Aus dem Nachlass übersetzt und herausgegeben von Elsa Ziehm. Mit einem kapitel über die Musik der drei von Preuss besuchten Stämme, Quellenwerke zur Alten Geschichte Amerikas aufgezeichnet in den Sprachen der Eingeborenen, 11, Ibero-Amerikanisches Institut Berlin Preussischer Kulturbesitz, Berlín, Gebrüder Mann Verlag, 1976.
  • ____________, Mitos y cuentos nahuas de la Sierra Madre Occidental, México, INI (Clásicos de la antropología, 14) 1982.
  • Valiñas Coalla, Leopoldo. “Los mexicaneros de Durango no son de Tlaxcala”. En Primeras jornadas de etnohistoria. Memorias 1988. México, INAH 1991, pp. 7-22.
  • Valiñas Coalla, Leopoldo. “Notas Lingüísticas sobre el Diluvio y la creación (Dos relatos mexicaneros)”, en Tlalocan, Vol. XI, México, 1989, pp. 445-468.
  • Valiñas Coalla, Leopoldo. El nahuatl de la periferia occidental y la costa del Pacífico. Tesis para optar el título de licenciado en antropología con especialidad en lingüística. México: Escuela Nacional de Antropología e Historia. 1981.
  • Ziehm, Elsa. “Grammatik und Vokabular der Nahua-Sprache von San Pedro Jicora in Durango”, American Philosophical Society, s.f., [1984-1986], mecanografiado.

Enlaces externos

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