Usuario:Virum Mundi/Taller/Benedicto XVI y los judíos

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Benedicto XVI durante su visita a Auschwitz en 2006.

Las relaciones entre Benedicto XVI (265.º papa de la Iglesia católica) y el judaísmo abarcan la mayor parte de la trayectoria eclesiástica pública de Joseph Ratzinger, sobre todo desde su período de cardenal, e incluyen tanto a sus acciones como representante de la Iglesia como sus interpretaciones teológicas con relevancia en cuanto al judaísmo y a los judíos. Se han considerado especialmente sensibles dada su nacionalidad y la discordancia existente en ciertos círculos con respecto a la actuación de la Iglesia católica durante el nazismo.

Al igual que todos los últimos pontífices, estas relaciones se podrían definir generalmente como buenas, aunque en un principio no se le consideraba un papa que veía en la reconciliación judeo-cristiana un tema prioritario —en todo caso no como su antecesor, Juan Pablo II, o su sucesor, Francisco—, debido, en buena parte, a la influencia política del tradicionalismo católico en la Santa Sede durante su papado. Estas opiniones mejoraron en gran medida durante su tiempo como papa emérito (2013-2022), como se puede apreciar en las diferencias entre artículos publicados en medios judíos después de su elección como papa, y artículos más tardíos, incluidos los publicados en las horas y días posteriores a su fallecimiento. Por lo general, la gran mayoría de analistas y figuras judías de relevancia han considerado positiva su trayectoria en este aspecto, que sin embargo fue marcada por algunas polémicas. Cabe destacar que la mayoría de sus acciones en esta materia fueron refrendadas por el papa Francisco, aunque algunas fueron rechazadas o revertidas.

Crónica[editar]

La sombra del nacionalsocialismo[editar]

Desde un principio, la elección de un papa alemán (el primero de la historia moderna), en general, y quien de joven fue miembro del partido nacionalsocialista, en particular, vaticinaba posibles tensiones con el judaísmo internacional. Este punto de partida, potencialmente delicado, propició unas tempranas pronunciaciones por parte de líderes y organizaciones judías inmediatamente tras salir elegido papa en el cónclave de 2005, para aplacar la posible polémica que podría darse por estos antecedentes.

Ratzinger se afilió al partido nazi en la Alta Baviera a los 14 años; hasta el día de hoy los historiadores discrepan sobre si su afiliación fue un acto voluntario, obligado o una mezcla de ambos. Esta cuestión acaparaba en su día la mayor parte del debate en torno a su pasado nacionalsocialista, obviando de cierto modo otros hechos posteriores, como su entrada voluntaria a los 16 años en una unidad de combate antiaéreo y, a los 21 años, en la infantería de la Wehrmacht; dos hechos que según algunos analistas son más trascendentales pues podrían proporcionar indicios sobre sus convicciones en esta época.

Si bien, en una de sus muy escasas menciones de este período, Ratzinger, en una entrevista con su biógrafo, se refirió a su servicio militar como «relativamente inofensivo» ya que nunca fue enviado al frente, y de hecho «nunca efectuó ni un disparo». Por otra parte, su reticencia a hablar sobre el tema a lo largo de sus años al frente de la Iglesia católica desconcertaba a algunos críticos. Es más, ya como Benedicto XVI, se abstenía de hacer menciones del nazismo y del Holocausto, limitando sus intervenciones en esta materia al mínimo posible (como durante las apariciones en el Día Internacional del Holocausto o en pocas cartas escritas con motivo de la Jornada de Reflexión Judeocristiana); todo ello al contrario de su predecesor Juan Pablo II, quien durante su pontificado hablaba a menudo de la ocupación alemana de su país natal (Polonia) y, de paso, del Holocausto.

No obstante, esta diferencia de actitud podría considerarse explicable y hasta lógica, dadas las nacionalidades y antecedentes concretos de ambos pontífices. Para Juan Pablo fue relativamente fácil dar comienzo a la reciente tradición de la visita papal al campo de concentración Auschwitz, teniendo en cuenta que se ubica en territorio polaco; y esta tradición fue seguida por Ratzinger sin titubeos. El juez Anthony J. Sciolino, decano de la diócesis católica de Rochester, explica en su libro de 2014 lo que significa, en términos de memoria histórica, ser papa procedente de un país invadido durante la guerra (y, más aún, el que más padeció la ocupación alemana), siendo sucedido directamente por un papa oriundo del país agresor, habiendo ambos vivido en sus respectivos países durante de la guerra.[1]​ Según él, es posible que si hubiera habido otro papa entre los dos, se hubieran arraigado algunas decisiones y dogmas asentados por Juan Pablo II, y por ende retomados con más facilidad por Benecito, limitando la influencia de los tradicionalistas en algunos temas dogmáticos (véase a continuación).


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Cardenalato[editar]

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e convictions long before he became pope. In a 1987 interview with the Italian newspaper Il Sabato, then-Cardinal Ratzinger stated an early version of the same view that the only way Jews could be true to their heritage was to convert to Christianity. He alluded to Edith Stein, a German Jewish philosopher who became a Carmelite nun.

Stein is canonized as a martyr and saint of the Catholic Church after being murdered at Auschwitz concentration camp in 1942. For Benedict, by “finding faith in Christ, [Stein] entered into the full inheritance of Abraham … She turned in her Jewish heritage to have a new and diverse heritage. But in entering into unity with Christ, she entered into the very heart of Judaism.”

Although pro forma denials and claims of misquotations ensued, Rabbi Wolfe Kelman, the Austrian-born leader of U.S. Conservative Judaism, observed that as a native German speaker, it was clear to him that then-Cardinal Ratzinger’s message was that the “ideal for Jews is to become Christians.”

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Perhaps the problem was, as religious historian Karma Ben-Johanan explained, “unlike John Paul II, Ratzinger did not have a special personal relation with Jews.” Nor did his views on Judaism essentially change after he became pope, although Ben-Johanan added, “his different hats often required, however, that he discuss the matter in different ways.”

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Benedict did the same for years as John Paul II’s head of the Vatican Congregation for the Doctrine of the Faith (CDF). This body sanctioned American nuns and other Catholics who opposed ultraconservative church doctrine.

During these CDF years, the international press began calling then-Cardinal Ratzinger by unflattering nicknames like “God’s Rottweiler” and “The German Shepherd.” Although mild-mannered in personal meetings, which may have inspired optimism among Jewish leaders who encountered him, Benedict proved exceedingly determined in his reactionary agenda. He accelerated the process of canonization for Pope Pius, regardless of protests.

Papado[editar]

Benedicto XVI durante su visita a Auschwitz en 2006.

Cuando Ratzinger fue elegido papa en el cónclave de 2005, su elección fue encomiada por la Liga Antidifamación, que manifestó su «gran sensibilidad hacia la historia judía y el Holocausto». Algunos líderes de las comunidades judías, sin embargo, se mostraban algo menos entusiasmados. El influyente gran rabino del Reino Unido, Jonathan Sacks (fallecido a finales de 2020), deseaba en su discurso de bienvenida que Benedicto «se pusiera del lado de Juan XXIII y Juan Pablo II en su labor de fortalecimiento de las relaciones con el pueblo judío y el Estado de Israel».[3]​ Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Israel, en su comunicado, expresó su anhelo que «este papa, teniendo en cuenta su experiencia histórica, esté especialmente comprometido con la lucha intransigente contra el antisemitismo».[3]

Poco después de ocupar el trono de San Pedro, Benedicto hizo su primera intervención papal en este respecto con motivo de la Jornada de Reflexión Judeocristiana, considerada uno de los eventos clave en las relaciones entre ambos credos. Ese año se conmemoraba el cuadragésimo aniversario de la Nostra aetate, declaración aprobada en 1965 durante el Concilio Vaticano II (CVII, 1962-1965), que estableció una mejora dogmática importante en las relaciones entre católicos y judíos, entre otros. Los representantes judíos —el Comité Internacional Judío sobre Consultas Interreligiosas— recibió una dedicación personal de Benedicto, en la que manifestó el compromiso de la Iglesia en su catequesis con esa posición. [4]​ Esta primera intervención mencionaba además temas compartidos entre las dos religiones, como la justicia y la caridad.[4]

Dos meses después, Benedicto visitó la sinagoga de Colonia durante el Día Internacional del Holocausto, donde leyó un discurso en alemán en el que llamó «demenciales» e «inconcebibles» los crímenes alemanes que «acabaron con las vidas de 11 000 judíos coloneses, y seguramente más».[5]​ En su intervención, la primera como papa en esta materia, el recién nombrado pontífice achacó el racismo alemán al neopaganismo y la renuncia a Dios. Este discurso le valió los elogios de la comunidad judía alemana, si bien al igual que en futuros eventos de este tipo, tuvo cuidado de mencionar el nazismo, del Estado alemán o de la Iglesia católica. Por su parte, las instituciones israelíes le criticaron por no haber hecho mención del «hogar del pueblo judío» y las amenazas a las que está expuesto.

El argumento del neopaganismo fue un motivo recurrente en los alegatos de Benedicto con respecto al Holocausto, que así vinculaba las religiones judía y cristiana (compartiendo el monoteísmo y una historia bíblica común, cosa positiva desde el punto de vista religioso); aunque por otra parte, de este modo pudo dejar a la Iglesia fuera del debate sobre su actuación durante el nazismo, y sobre todo a Pío XII, criticado a lo largo de los años por autores judíos y no judíos, pero firmemente defendido por Benedicto, quien lo declaró venerable en 2009. El proceso de canonización de quien era papa durante la Segunda Guerra Mundial suscita hasta hoy controversias entre quienes consideran laxa su actuación en la guerra.

Visita a Auschwitz[editar]

En 2006, Benedicto XVI visitó el campo de concentración Auschwitz, siguiendo los pasos de su antecesor en el cargo, donde hizo hincapié en la conexión histórica vital del cristianismo al judaísmo.[6]​ De nuevo recalcó la «nueva fe inventada» por el nazismo (con alusión al neopaganismo) y su objetivo final de destruir la fe cristiana a través de la destrucción del pueblo de Israel. [7]​ Esta visita y las palabras pronunciadas (más tarde publicadas en la web del vaticano en varios idiomas)[6]​ recibió el apoyo de la comunidad judía local y en general.

Controversia del Motu Proprio Summorum Pontificum[editar]

En julio de 2007, Benedicto resolvió restaurar la última versión del Misal romano anterior al Concilio Vaticano II, que mantenía algunas disposiciones tradicionalistas antijudías. Se trata de una versión autorizada en 1962 por Juan XXIII, aunque el mismo apoyaría su derogación en el marco de la elaboración de la Nostra aetate, promulgada ya por Pablo VI. La restitución de la versión de 1962 por Benedicto fue considerada un triunfo de los tradicionalistas en la Santa Sede y suscitó una prudente crítica por parte de las corrientes más moderadas, como el cardenal Walter Kasper,[8]​ y, como es natural, con más contundencia entre la comunidad judía. Algunos hasta lo calificaban como «un paso de vuelta a los oscuros días del antisemitismo europeo».[2]

Como consecuencia, en febrero de 2008 Benedicto procedió a limitar el uso de la liturgia tradicionalista «solo a aquellas comunidades que celebran esa forma del rito latino».[9]​ Además, eliminó del texto palabras como ‘oscuridad’ o ‘ceguera’ de los judíos ante su insistencia de no asimilar la fe cristiana.[10]​ Sin embargo, el texto seguía en la línea anterior, hablando de «iluminar sus corazones» o «que alcancen el conocimiento de la verdad», y eliminando por completo el enfoque de pueblo de Dios (el cual solo sería devuelto por decisión del papa Francisco).

El uso del texto provocó que en noviembre de 2008 la Asamblea Rabínica Italiana suspendiera su participación en la Jornada de Reflexión Judeocristiana prevista para el 17 de enero de 2009.[11]​ Fue la primera vez que esta jornada no fuera a ser atendida por una de las partes constituyentes. Un representante de la Comisión de Relaciones Religiosas con los Judíos de la Santa Sede (CRRJ)[12]​ expresó su «tristeza» por la noticia, lo mismo que el entonces presidente de la Comisión para el Ecumenismo y el Diálogo de la Conferencia Episcopal Italiana, el obispo Vincenzo Paglia, quien la consideró «una decisión que nos ha dolido», manifestando que las relaciones judeocristianas debían intensificarse debido a los «focos de antisemitismo que aún existen».[13]​ Al tiempo que el presidente de la Asamblea Rabínica Italiana, Giuseppe Laras, anunciaba la celebración de una alternativa «Jornada del Judaísmo», el prelado católico volvió a insistir en la celebración de la Jornada de Reflexión también en ausencia de los judíos, lamentando los «malentendidos» causados.

Por su parte, los representantes del tradicionalismo, encabezados por Atanasio Schneider, celebraron la decisión de Benedicto en 2007 de recuperar la liturgia anterior al Concilio Vaticano II. Schneider seguía afirmando años tras la abdicación de Benedicto que esta acción fue la más significativa de su papado, y que su elección como papa ya valía la pena solo por la recuperación de la liturgia tradicionalista.[14]​ Ha criticado duramente a Francisco por volver a la liturgia conciliadora apoyada por papas como Juan Pablo II. Según algunos analistas, Schneider, quien compartía lengua materna con Ratzinger y llegó a ser su mano derecha, resultó un escollo en el camino del diálogo interreligioso.

Sin embargo, cabe matizar que Benedicto nunca fue contrario al CVII y es considerado —al igual que sus predecesores y sucesor— como un «papa inválido» o «católico excomulgado» por corrientes radicales como los sedevacantistas y los palmarianos, en parte precisamente por su apuesta a favor del diálogo interreligioso, que los tradicionalistas más radicales consideran anticatólico.

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https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/es/motu_proprio/documents/hf_ben-xvi_motu-proprio_20070707_summorum-pontificum.html

https://es.zenit.org/2008/11/20/los-judios-italianos-no-celebraran-la-jornada-del-dialogo-con-los-catolicos/

https://es.zenit.org/2008/02/07/el-papa-modifica-la-oracion-por-los-judios-del-viernes-santo-de-antes-del-concilio/

https://infovaticana.com/2023/01/04/monsenor-schneider-el-pontificado-de-benedicto-xvi-valio-la-pena-por-la-sola-razon-de-haber-emitido-el-motu-proprio-summorum-pontificum/

https://es.zenit.org/2005/10/27/benedicto-xvi-busca-profundizar-los-lazos-de-amistad-entre-judios-y-catolicos/

https://www.notredamedesion.org/archived/www.notredamedesion.org/fr/dialogue_docsc828.html?a=2&id=272&categoria=cattolici

https://www.bibliothecasefarad.com/listado-de-libros/catolicismo-y-judaismo-el-dialogo-entre-judios-y-cristianos-40-anos-de-nostra-aetate-textos-de-juan-pablo-ii-y-benedicto-xvi/

https://www.jcrelations.net/es/article/cincuenta-anos-de-dialogo-entre-judios-y-catolicos.pdf

http://www.camino-neocatecumenal.org/relacion.html

https://www.aciprensa.com/noticias/benedicto-xvi-modifica-oracion-de-viernes-santo-en-la-que-se-pide-por-los-judios

https://es.euronews.com/2021/09/10/papa-judios

https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2020-08/papa-francisco-nuevo-misal-cei-en-linea-concilio.html


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FSSPX

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Holocaust-Legnung

https://www.npr.org/2009/02/10/100534823/vatican-roiled-by-outrage-over-holocaust-denier

https://www.reuters.com/article/us-pope-jews-germany-idUSTRE5124E320090203

https://www.reuters.com/article/papst-holocaust-zf-20090128-idDEBEE50R0BZ20090128

https://edition.cnn.com/2009/WORLD/europe/01/26/pope.holocaust.denial/index.html

https://abcnews.go.com/International/pope-benedict-dogged-nazi-past-achievements-jewish-relations/story?id=18469350

https://www.spiegel.de/panorama/holocaust-vergleich-ratzinger-nimmt-den-papst-in-schutz-a-343308.html


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In 2009, Pope Benedict lifted the excommunications of four bishops of the Society of Saint Pius X (SSPX), a group that rejected all inter-religious dialogue with Judaism, maintaining that Jews had killed Jesus and were trying to take over the world.

One of these pardoned bishops, Richard Williamson of Buckinghamshire, England, opined during a Swedish TV broadcast that fewer than 300,000 Jews had died in the Holocaust and Nazis never used gas chambers, which caused a German court to convict him of Holocaust denial. The Vatican responded that Pope Benedict had been “unaware” of Williamson’s views when he lifted the excommunication as a gesture of “outreach” to foster dialogue and goodwill.

The London Times reported on more dialogue from Bishop Williamson in 2009, when he implied that Jews were emotional liars about the Holocaust. The evidence of this might be seen in the film The Sound of Music, which Williamson deemed “soul-rotting slush” because it puts “friendliness and fun in the place of authority and rules” and thereby “invites disorder between parents and children.”

Setting the evilness of Rodgers & Hammerstein aside, the theologian Ambrose Mong suggested that Benedict cherished more serious beliefs expressed in his 1999 book Many Religions, One Covenant: Israel, the Church and the World — that Christianity “fulfills” Judaism and Jews can fulfill their heritage solely “by becoming Christians.”

Only in his 2011 book, Jesus of Nazareth, was Benedict’s viewpoint somewhat reformulated. While still certain that Judaism is fulfilled in, and overshadowed by, Christianity, Benedict felt that energy should not be expended in trying to convert Jews; it was better to accept Judaism and Christianity as complementary faiths.

It took Benedict until 2011 to arrive at these conclusions. This extremely deliberate progress, if progress it was, as well as some of the positions he still advocated, continue to trouble some Jewish observers. His biographer John L. Allen noted that Benedict’s theological stance, “that for Christians, Jewish history and scripture reach fulfillment only in Christ — is deeply offensive to some Jews and has been branded a form of ‘theological antisemitism’ by some scholars.”

Benedict expressed thes

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Yad Vashem[editar]

El 11 de mayo de 2009, el papa visitó durante su viaje a Tierra Santa el centro mundial de conmemoración del Holocausto Yad Vashem, una visita no libre de críticas.

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Even during a 2009 visit to Yad Vashem, Israel’s official memorial to Holocaust victims, Benedict’s comments were vague and perfunctory, omitting any autobiography or even mention of Germans and Nazis, let alone church collaboration in the Holocaust or the annihilation of European Jewry.

Worse, Benedict refused to set foot in the Yad Vashem museum, because he was informed that it contained an exhibit critical of his predecessor Pope Pius XII’s actions — and inactions — during the Holocaust. While historians continue to debate Pius’s response to the annihilation of Europe’s Jews, Benedict adamantly advocated Vatican policy to lionize Pius.

Papado emérito[editar]

Pope Benedict visiting Auschwitz in 2006.

Artículo en Communio[editar]

A finales de 2018, Benedicto publicó en Communio (revista teológica de la que fue cofundador) una interpretación exhaustiva de un documento de 2015 de la CRRJ, redactado con motivo del 50.º aniversario de la Nostra aetate,[7]​ titulado Los dones y la llamada de Dios son irrevocables: una reflexión sobre las cuestiones teológicas que atañen a las relaciones católico-judías.[5]​ En septiembre de ese año, el teólogo y también alemán Michael Böhnke publicó en la revista mensual Herder Korrespondenz una crítica al texto de Benedicto, argumentando que el papa emérito, al referirse a la misión y los judíos (uno de los temas principales del documento), había demostrado una problemática percepción del judaísmo e ignorado el sufrimiento infligido a los judíos por los cristianos en el pasado.

Como respuesta, Benedicto publicó dos meses después un comentario en la misma revista, calificando de «grotesco disparate» y «falsas» las insinuaciones del teólogo. En su comentario, describió al judaísmo y al cristianismo como dos maneras de interpretar las sagradas escrituras, explicando que los judíos están llamados a un diálogo y no son objeto de la misión, es decir, que la Iglesia no debe predicar las Buenas Nuevas de Cristo a los judíos, cosa «ni prevista ni necesaria», ya que, aunque el mandato de la misión es universal, «los judíos y solo ellos son conocedores de Dios desde su origen». Por lo tanto, para los hijos de Israel lo que se busca es el diálogo en torno a la naturaleza de Jesús de Nazaret, bien como Logos, bien —lo que es para el cristianismo— como hijo de Dios. El comentario se publicó firmado por «Joseph Ratzinger-Benedicto XVI».

Sin embargo, comentaristas como Benjamin Ivry siguen opinando que Benedicto siempre defendía la misión y la conversión con respecto a los judíos, y que su comentario en el Herder Korrespondenz fue la primera vez que opinase claramente en contra de esta idea. La propia recuperación de la versión tradicionalista del Motu Proprio Summorum Pontificum es, según ellos, un claro indicio de ello. Otros consideran que tras dos mil años de debate en torno a la divinidad de Jesús (que produjeron, más allá de las persecuciones, importantes enfrentamientos teológicos como la Disputa de Barcelona), también el constante llamamiento a un diálogo en torno a su figura —siempre defendido desde el Vaticano, y con más celo durante el papado de Benedicto— es una suerte de intento de «concienciar» a los judíos, aunque el judaísmo ha dejado claro a lo largo de la historia que según su propio dogma, este no reunía las condiciones para ser considerado el mesías.



Auschwitz[editar]

First 100 days[editar]

According to rabbi Gary Bretton-Granatoor, the "first 100 days" in the papacy of Benedict XVI were good for the Jews. Rabbi Bretton-Granatoor wrote that the facts on the ground are all that's needed to show that the improvement of relations between the Roman Catholic Church and the Jews—begun 40 years ago with the Second Vatican Council and a major legacy of Pope John Paul II—would continue during the tenure of the new pontiff.[15]

Scholarly relationship with Jacob Neusner[editar]

Rabbi Jacob Neusner has written a number of works exploring the relationship of Judaism to other religions. His A Rabbi Talks with Jesus (Philadelphia, 1993; translated into German, Italian, and Swedish) attempts to establish a religiously sound framework for Judaic-Christian interchange. Neusner has earned the praise of Pope Benedict XVI and the nickname of "Pope's Favorite Rabbi".[16]​ In his book Jesus of Nazareth, Benedict refers to it as "by far the most important book for the Jewish-Christian dialogue in the last decade."

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catqeuismo

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https://www.abc.net.au/religion/the-pope-and-the-jews-assessing-benedicts-legacy/101822392

https://religionnews.com/2022/12/31/how-pope-benedict-xvi-helped-normalize-relations-between-catholics-and-jews/

https://www.vaticannews.va/en/church/news/2018-11/pope-emeritus-benedict-dialogue-with-the-jews-not-mission.html

https://www.jpost.com/opinion/article-726550

https://catholicreview.org/pope-benedict-saw-jews-muslims-as-allies-in-defending-belief-in-god/

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Referencias[editar]

  1. Sciolino, Anthony J. (7 de abril de 2014). The Holocaust, the Church, and the Law of Unintended Consequences: How Christian Anti-Judaism Spawned Nazi Anti-Semitism, a Judge’S Verdict (en inglés). iUniverse. ISBN 978-1-938908-63-7. Consultado el 16 de julio de 2023. 
  2. a b c d e ALanger (4 de enero de 2023). «So, how was Pope Benedict's record on Jews anyway?». The Forward (en inglés). Consultado el 8 de enero de 2023. 
  3. a b «In quotes: Reaction to Pope election» (en inglés británico). 20 de abril de 2005. Consultado el 8 de enero de 2023. 
  4. a b «Departamento de Religión». gecoas.com. Consultado el 30 de enero de 2023. 
  5. a b Holocaust-Gedenktag: Benedikt XVI. in der Kölner Synagoge, consultado el 8 de enero de 2023 .
  6. a b «Apostolische Reise nach Polen: Gedenken an die Opfer des Konzentrationslagers Auschwitz-Birkenau (28. Mai 2006) | BENEDIKT XVI.». www.vatican.va. Consultado el 8 de enero de 2023. 
  7. a b Holocaust Memorial Day : Benedict XVI in Auschwitz, consultado el 8 de enero de 2023 .
  8. «La Liturgia de La Iglesia - Walter Kasper - Free Download PDF». kupdf.net (en inglés). Consultado el 7 de febrero de 2023. 
  9. NULL (7 de febrero de 2008). «El Papa modifica la oración por los judíos del Viernes Santo de antes del Concilio». ZENIT - Espanol. Consultado el 28 de enero de 2023. 
  10. hmong.wiki. «Oración del Viernes Santo por los judíos ContenidoyCatolicismo romano [ editar ]». hmong.es (en tailandés). Consultado el 28 de enero de 2023. 
  11. NULL (20 de noviembre de 2008). «Los judíos italianos no celebrarán la Jornada del diálogo con los católicos». ZENIT - Espanol. Consultado el 15 de enero de 2023. 
  12. «Commission for Religious Relations with the Jews (CRRJ)». www.christianunity.va. Consultado el 28 de enero de 2023. 
  13. NULL (20 de noviembre de 2008). «Los judíos italianos no celebrarán la Jornada del diálogo con los católicos». ZENIT - Espanol. Consultado el 28 de enero de 2023. 
  14. redaccioninfovaticana (4 de enero de 2023). «Monseñor Schneider: "El pontificado de Benedicto XVI valió la pena por la sola razón de haber emitido el Motu Proprio Summorum Pontificum"». InfoVaticana. Consultado el 28 de enero de 2023. 
  15. «After 100 Days, It's Clear That New Pope Is A Friend of the Jews». Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2008. Consultado el 20 de abril de 2009.  Parámetro desconocido |url-status= ignorado (ayuda)
  16. "The Pope's Favorite Rabbi"

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