KOI-5123.01

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KOI-5123.01
Descubrimiento
Fecha 2012
Método de detección Tránsito astronómico
Categoría Exoplaneta
Estado Falso positivo (5 tránsitos)
Estrella madre
Orbita a KOI-5123
Constelación Lyra
Ascensión recta (α) 19 h 18 m 8,97 s
Declinación (δ) +40°12′47,9″
Distancia estelar 1873,9 años luz, (574,54 pc)
Tipo espectral G
Magnitud aparente 14,242
Radio 0,827 ± 0,48  R
Temperatura 5786 ± 210 K
Metalicidad −0,82 ± 0,4 (Fe/H)
Elementos orbitales
Inclinación 89,83 ± 5,6º
Semieje mayor 0.768 UA
Excentricidad 0
Elementos orbitales derivados
Período orbital sideral 288,93 ± <0,01 días
Características físicas
Masa 1,16 MTierra
Radio 1,09 RTierra (asumiendo que sea un planeta rocoso y con agua)
Características atmosféricas
Temperatura 25 °C (298 K) (asumiendo una atmósfera igual que en la Tierra)

KOI-5123.01 fue el exoplaneta encontrado más parecido a la Tierra. Su existencia fue descartada en el mes de diciembre de 2014, después de que el telescopio Kepler hubiese registrado cinco tránsitos. Actualmente, el planeta ha sido catalogado como falso positivo.[1]

Descripción[editar]

KOI-5123.01 fue detectado en 2012 por el satélite espacial Kepler. La estrella anfitriona se ubica a una distancia de 1873,9 años luz.[2]​ Su tamaño estimado era de los más similares a la Tierra de cuantos habían sido encontrados hasta ese momento, aunque ligeramente mayor, con un radio 1,09 veces superior al terrestre[3]​ y una masa levemente superior, 1,16 veces la de la Tierra,[2]​ por lo que su gravedad hubiese sido algo mayor, pero muy parecida. Se estimaba que el exoplaneta se encontraba en la zona de habitabilidad de su estrella, por lo que la probabilidad de la presencia de agua líquida en su superficie era muy alta. Su temperatura media estimada era de -8,15 °C sin efectos atmosféricos. Suponiendo una atmósfera como la de la Tierra, habría sido de unos 25 °C (17 °C más caliente).[4]​ Su índice de similitud con la Tierra era de un 93-94 %. Recientemente, se halló un nuevo candidato con un IST del 98 %, KOI-4878.01, pendiente de confirmación tras haberse detectado tres tránsitos hasta la fecha.[2]​ La estrella en la que fue detectado es similar al Sol (tipo G), y se le atribuía un período orbital de 288,9 días.[2]

Posibilidades de vida[editar]

El telescopio espacial Kepler permite la detección de planetas mediante tránsitos estelares, como en el caso de KOI-5123.01.

De haberse confirmardo su existencia, el potencial de habitabilidad de KOI-5123.01 habría sido muy elevado. Considerando la abundancia del hidrógeno y el oxígeno en la galaxia, las probabilidades de que hubiese tenido agua sobre su superficie habrían sido altas.[5]​ Con la temperatura de equilibrio calculada para un planeta como KOI-5123.01, su atmósfera tendría que ser extremadamente ligera o densa para que esta no se encontrase en su mayor parte en estado líquido. A diferencia de exoplanetas que orbitan a una enana roja, la zona habitable de la estrella en la que se encontró se encuentra muy alejada de la misma, siendo muy improbable que un cuerpo celeste situado en esos límites estuviese anclado por marea, por lo que debería registrar ciclos día-noche como la Tierra. Esta hipótesis se refuerza mediante la comparación con la velocidad de rotación de los cuerpos planetarios del Sistema Solar, cuya única excepción (Venus) parece ser una anomalía fruto de la colisión con un protoplaneta en sus orígenes.[6]

Considerando sus características conocidas, KOI-5123.01 probablemente se habría tratado de un exoplaneta de dimensiones similares a la Tierra, algo más cálido y con una atmósfera ligeramente más densa fruto de una fuerza de gravedad levemente superior. De cara a su potencial para la vida, las tres mayores incógnitas habrían sido su composición atmosférica, la presencia o no de un campo magnético significativo que protegiese al planeta del viento estelar y la cantidad de agua sobre su superficie. Los componentes de la atmósfera terrestre, así como del agua en sí misma, son comunes en el universo y es probable que hubiera contado con ellos (más aún si el planeta hubiese tenido una tectónica de placas que renovase los materiales sobre su superficie y que evitase un vulcanismo masivo como el venusiano, que provocase una concentración excesiva de CO2). Por otro lado, teniendo en cuenta que todos los grandes planetas del Sistema Solar poseen campos gravitatorios (con excepción en Venus, posiblemente por su lenta rotación), es probable que hubiera contado con uno. Algunas de éstas cuestiones podrían haber sido resueltas mediante el uso de nuevas herramientas, como el Proyecto Espacial Darwin, el Terrestrial Planet Finder, el E-ELT, el GMT, etc.

El clima de KOI-5123.01 podría haber sido más cálido y húmedo que el terrestre, como en las zonas tropicales de la Tierra. En la imagen, manglar en Camboya.

Idoneidad para la vegetación[editar]

El exoplaneta KOI-5123.01 era uno de los candidatos a planetas con mejores condiciones para la habitabilidad primaria común. Este baremo, que mide la idoneidad de un exoplaneta para formas de vida vegetales, depende directamente de la temperatura superficial y de la humedad relativa (si se conoce). Frente al valor 1.00 asignado a KOI-5123.01, la Tierra registra 0.72 por su menor densidad atmosférica y mayor lejanía respecto a su estrella.[7]

Vida inteligente[editar]

Según la ecuación de Drake, podrían haber millones de civilizaciones tan sólo en la Vía Láctea.[8]​ Esta cifra, ampliamente discutida, se ha visto reducida notoriamente con nuevas investigaciones que han insertado en la ecuación los parámetros observados en la galaxia con los medios actuales. El valor real es desconocido, y cualquier cambio registrado en nuevas observaciones, podría traducirse en cifras muy distintas a las actuales. Sí parece haber cierto consenso en que podrían existir otras civilizaciones en la galaxia, aunque su número sería muy inferior al estimado por Drake.[9][10][11]​ Así pues, parece improbable que hubiesen existido formas de vida inteligentes sobre KOI-5123.01, aunque sí podrían haberse dado formas de vida simples e incluso, complejas.

Cualquier civilización que pudiese haber existido en KOI-5123.01, habría tardado 1873,9 años en poder enviar o recibir mensajes de la Tierra. Considerando que las primeras señales de radio que fueron emitidas desde la Tierra apenas han podido recorrer unos 200 años-luz, esta hipotética civilización aún habría tardado casi 1700 años en saber de nuestra existencia (y otros 1873,9 en poder enviar una respuesta).[12]

Referencias[editar]

  1. «NASA Exoplanet Archive». NASA Exoplanet Science Institute (en inglés). 2 de septiembre de 2014. Consultado el 2 de septiembre de 2014. 
  2. a b c d «phl.upr.edu». Archivado desde el original el 1 de junio de 2012. Consultado el 20 de mayo de 2014. 
  3. «NASA Exoplanet Archive». NASA Exoplanet Science Institute (en inglés). 10 de junio de 2014. Archivado desde el original el 26 de febrero de 2014. Consultado el 19 de junio de 2014. 
  4. Williams, Matt (18 de agosto de 2015). «What is the Earth’s Average Temperature?». Universe Today (en inglés). Consultado el 19 de agosto de 2015. 
  5. Croswell, Ken (febrero de 1996). Alchemy of the Heavens. Anchor. ISBN 0-385-47214-5. 
  6. Cain, Fraser (15 de mayo de 2008). «Retrograde Rotation of Venus» (en inglés). Universe Today. Consultado el 2 de septiembre de 2014. 
  7. «PHL's Exoplanets Catalog». Planetary Habitability Laboratory. Archivado desde el original el 27 de abril de 2021. Consultado el 28 de julio de 2014. 
  8. Peter Schenkel (2006). «SETI Requires a Skeptical Reappraisal» (en inglés). Consultado el 12 de agosto de 2011. 
  9. Más estrellas que granos de arena BBC Mundo Ciencia, Martes, 22 de julio de 2003]
  10. «Milky Way Churns Out Seven New Stars Per Year, Scientists Say». Goddard Space Flight Center, NASA. Consultado el 8 de mayo de 2008. 
  11. LeDrew, G.; The Real Starry Sky, Journal of the Royal Astronomical Society of Canada, Vol. 95, No. 1 (whole No. 686, February 2001), pp. 32–33. Note: Table 2 has an error and so this article will use 824 as the assumed correct total of main sequence stars
  12. «¿Podemos calcular en dónde se encuentra situada la primera señal de radio enviada al espacio?». Circuito Aleph. Consultado el 2 de septiembre de 2014.