Islas Rica de Oro y Rica de Plata

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Las Islas Rica de Oro y Rica de Plata son dos islas míticas que situaban en algún lugar al norte del Océano Pacífico, próximas a la costa del Japón. También aparecen en la literatura como Islas de Oro y Plata, o Roca de Oro y Roca de Plata.

En la segunda mitad del siglo XVI existía un tráfico marítimo regular entre Acapulco en el Virreinato de Nueva España y la Capitanía General de Filipinas y su capital Manila. Los galeones españoles transportaron plata desde Centroamérica a Filipinas y regresaron a México con valiosos bienes comerciales, como seda y porcelana de China. La ruta de regreso o tornaviaje de estos galeones anuales, era desde Manila vía Guam hasta la costa de California y más abajo por la costa oeste de Nueva España hasta Acapulco.

Dado que este viaje era peligroso debido a las difíciles condiciones climáticas y a los ataques de piratas, los capitanes querían una escala que pudieran utilizar en caso de emergencia. El Japón aislado no era una opción porque los shogunes solo permitían desembarcar a barcos portugueses seleccionados (ver →Comercio de Nanban). Los únicos puertos posibles eran las islas de Rica de Oro y Rica de Plata, que, según las leyendas que circulaban en Manila, se suponía que estaban al este de Japón.

Origen de la leyenda[editar]

El origen de este rumor no se puede rastrear con precisión; puede provenir del capitán y cartógrafo español Francisco Gali (1539 en Sevilla – † 1591 en Manila). Gali cruzó el Pacífico tres veces: en 1583 de Acapulco a Manila, en 1584 de Macao a Acapulco y nuevamente en 1585 de Acapulco a Manila, donde murió en 1591. Este pudo oír las historias sobre las islas de navegantes Portugueses en Macao, sobre Armenicao y un barco portugués que se perdió hacia el este del Japón.[1]


Pero la leyenda de las islas de oro y plata ya existía en la antigüedad. En su Historia Natural (Libro 6, Capítulo 23), Plinio el Viejo menciona la leyenda de dos islas llamadas Chryse y Árgire, no lejos de la desembocadura del Indo frente a la India, cuyo suelo se dice que está compuesto de oro y plata. Sin embargo, Plinio se mantuvo escéptico:

“Pero antes están otras islas: Pátala, de la que dimos razón en las mismas gargantas del Indo, con forma triangular y doscientos veinte mil pasos de anchura; y, fuera de la desembocadura del Indo, Crise y Árgire, ricas en metales, según creo; en cuanto a lo que algunos autores han afirmado, que su suelo es de oro y de plata, difícilmente podría creerlo”.

Isidoro de Sevilla (ca. 560 a 636) retoma la historia de la riqueza de oro y plata de las islas en sus Etymologiae u Originum sive etymologiarum libri viginti Libro XIV "DE TERRA ET PARTIBVS" Capítulo VI. "DE INSVLIS".:

La Mer des histoires. - Paris: Pierre Le Rouge, 1488

“Chryse et Argyre insulae in Indico Oceano sitae, adeo fecundae copia metallorum ut plerique eas auream superficiem et argenteam habere prodiderint; unde et vocabula sortitae sunt. Las islas de Chryse y Argyre, situadas en el Océano Índico, son tan ricas en metales que se dice que la mayoría de ellas tienen una superficie de oro y plata; de donde vienen sus nombres”.

Maris Pacifici(quod vulgo mar del Zur): cum regionibus circumiacentibus, insulisque in eodem passim sparsis, novissima descriptio Abrahamus Ortelius 1595

"Speculum historiale" de Vicente de Beauvais 1190-1264 la sitúa en el índico.[2]​ Lo mismo que el incunable de Pierre y Guillame Le Rouge "La Mer des Histories" de 1488 que también las cita en su diccionario geográfico, situándolas también en el índico.

El mapa del Pacífico de Abraham Ortelius de 1589 con el título: Maris Pacifici, quod vulgo Mar del Zur, cum regionibus circumiacentibus, insulisque in eodem passim sparsis, novissima descriptio, muestra una isla de gran tamaño como Rica de Plata al norte de Japón, inmediatamente frente a la Costa de China, con el añadido: “Argyra hec forte antiquorum” (quizás la Argyra [o Argyre] de los antiguos).

Búsqueda de los españoles[editar]

En 1583 los frailes agustinos Andrés de Urdaneta y Andrés de Aguirre crean el mito en un informe al Virrey de España Pedro Moya en el que informaban de unas islas cerca de Japón descubiertas por los portugueses quienes las nombraron como “las islas del Armenio, Rica de Oro y Rica de Plata” con base en una carta portuguesa de 1548 de acuerdo a Dahlgren.

Año 1583 "Carta de Fray Andrés De Aguirre al Ilustrísimo Señor Arzobispo de México Gobernador y Capitán General De Nueva España, dando noticias del descubrimiento de las Islas Nombradas de Armenio, en la costa del Sur"

Ilustrísimo Señor.—El Espíritu Santo more siempre en la ánima de Vuestra Señoría Ilustrísima. El descubrimiento que Vuestra Señoría manda hacer, así para entender la disposición de la costa, puertos y calidades de la tierra y gen te della que hasta agora está descubierta al Poniente desta Nueva España en la mar del Sur, como para proseguir el descubrimiento de aquella costa y tierra, desde cuarenta y un grados de latitud adelante, es de mucha importancia y muy necesario, assí para la vuelta de las naos de las islas Filipinas y de todas las partes del Poniente, como para entender y saber la disposición y calidad de la fierra y gente de ella, y islas, que se entiende hay de mucha importancia, cercanas á aquella costa; aunque las naos, que vienen del Poniente cada año al puerto de Acapulco, no conocen aquella costa, y á vista della navegan mas de quinientas leguas, no se sabe hasta ahora qué puerto ó reparos tiene, é importa mucho saberse, para que las naos que vienen necesitadas de reparar, por haber navegado hasta aquella costa mas de dos mil leguas sin hacer escala en tierra alguna, puedan reparar y proveer sus necesidades. No es de menos importancia proseguirse el descubrimiento de aquella costa, de los cuarenta y un grados de latitud adelante, para entender los secretos della, porque se tiene por cierto ques continente con la costa de la China, sino las divide un angosto estrecho que llaman de Anian; según se tiene noticia, está en lo último descubierto de la costa de la China, en cinqüenta y dos grados de latitud. En aquel parage y en el que hay de las islas de Japón hasta lo último descubierto de nuestra costa, según el P. Fray Andrés de Urdaneta tuvo relación de un capitán portugués, hay islas muy ricas, muy pobladas de gente, de mucha policía, la cual relación yo vi y leí, y yendo él y yo á España á dar cuenta á Su Magestad del suceso de la primera jornada que por su mandado hicimos, en la cual se descubrieron y poblaron las islas Filipinas y se descubrió la navegación y vuelta dellas á esta Nueva España; y el dicho Padre dió esta relación á Su Magestad y yo tomé copia della y la guardé, hasta que, partiendo de España en esta flota, se perdió la nao en que yo venia y en ella se me perdió la relación y todo lo que traia y Su Magestad me habla hecho merced y limosna, lo que, en resolución, contenia lo siguiente:

Una nao portuguesa salió de Malaca para las islas de Japón, y cargó en la ciudad de Canton de mercaderías de China, y llegando á vista de Japón, le dió un temporal poniente, tan recio, que no pudo tomar aquellas islas. Y corrió con poca vela ocho dias, el tiempo muy cerrado, sin haber reconocido tierra alguna. Al noveno dia abonanzó el tiempo y aclaró, y tuvieron vista de dos islas grandes; arribaron á una dellas, en un buen puerto, poblado con una gran ciudad cercada de buen muro de piedra. Estaban en el puerto muchos navios grandes y medianos. Luego que entraron en el puerto, acudió á la nao mucha gente de la tierra, bien vestidos y tratados. Y mostrando á los de la nao mucho amor, y sabiendo que lieran mercaderes, envió el señor de aquella isla y ciudad á decir al capitán de la nao que saliese y los que quisiese de su gente en tierra, y sin recelo alguno de que se le hiciese agravio, antes le ofrecía todo buen acogimiento, y llevase memoria de las mercaderías que traían en su nao, porque se las tomarían y rescatarían, á su contento.

El capitán comunicó con su gente esto, y se determinó inviar á la ciudad al escribano de la nao, con la memoría de las mercaderías y dos mercaderes, uno portugués y otro armenio, vecinos de Malaca. El señor de la tierra los recivió en su casa, que era grande y bien edificada, y los trató con mucho amor y regalo. Y entendiéndose por señas, (1) y que la tierra era muy abundante y rica de plata y otras cosas, seda y ropa, bolvieron descub...... (2) mercader portugués á la nao, para sacar las mercaderías en una casa que les dieron para ello, Y el armenio quedó con el señor de la tierra, y fue tratado con mucho regalo, hasta que, sacadas las mercaderías en tierra y acudiendo gran número de gente á rescatar con plata en gran cantidad; en treinta y tantos dias vendieron todas sus mercaderías, haciendo grande y rica ganancia, con qué quedaron todos muy ricos y cargaron su nao de plata el tiempo que en esta isla estuvieron; y entendieron que señor della lo era de la otra que estaba á la vista cuatro leguas y de otra que cerca della había, todas ellas ricas de plata y muy pobladas, la gente blanca y bien dispuesta, bien tratada y vestida de sedas y ropa fina de algodón, gente amorosa y muy afable, la lengua diferente de los chinos y japones, y fácil de tomar, puesto que en menos de cuarenta dias, que los portugueses se estuvieron en aquella isla, se entendían con los naturales. Son aquellas islas abundantes de buenos mantenimientos: arroz, que es el pan que usan, aves como las nuestras en gran abundancia, patos mansos y muchos puercos, cabras, búfanos y mucha caza de venados y jabalíes, en gran abundancia de diversas hechuras y bolatería y muchos pescados y buenos y gran abundancia de frutos de muchas diferencias. El temple de la tierra muy bueno y sano: están aquellas islas de treinta y cinco grados á cuarenta de latitud; no se pudo entender la longitud del Japón á ellas, por haber corrido con tormenta y el tiempo muy cerrado y escuro. Corrieron de Japón á Levante, y hecho sn rescate, volvieron á Malaca. Pusieron por nombre á estas islas, por respecto del mercader armenio, que ent.' e la gente de la nao era muy respetado. Islas de Armenio. Esto es lo quede la relación tengo de memoria, así para descubrir estas islas como otras en aquel parage y golfo, como para lo demas de aquella costa. Es de mucha importancia hacerse este descubrimiento; para lo hacer, serán muy acomodadas las dos azabras del porte y fábrica que D. Joan de Guzman dixiere, como quien también lo entiende, en lo cual y en todo lo demas tocante á esa jornada, puede Vuestra Reverendísima Ilustrísima seguir su parecer: suplico á Nuestro Señor sea para gran servicio suyo y de Su Magestad.— Ilustrísimo Señor: de Vuestra Señoría Ilustrísima menor capellán.—Fray Andrés de Aguirre.

(1) Parece que falta: «les dijeron,» ú otra frase semejante.

(2) Blanco en la copia.[3]

En 1587, Pedro de Unamuno zarpó de Manila en el galeón Nuestra Señora de la Esperanza para explorar una ruta rentable para cruzar el Pacífico y encontrar las islas de Rica de Oro y Rica de Plata y Las Islas del Armenio (también Islas míticas). Aunque llegó a la costa de California, no encontró las islas que buscaba y concluyó que no existían.[4]

De las islas [de Sin Provecho] nos alejamos esa misma noche [28 de julio] para la Isla de Oro... en dirección este-oeste un cuarto al norte rumbo este-suroeste. Su parte sur está en 29° y su parte norte en escasos 32 y1/2°, según su posición mostrada en algunas cartas. Nos encontramos en esta latitud el miércoles 19 de agosto y busqué la isla de este a oeste y en todos los demás dirección requerida. Como hicimos todo lo posible y pudimos Si no lo encontramos, se puede concluir que no existe. Desde esta latitud de 31° nos alejamos en dirección este-noreste, rumbo a otra isla, mostrada en algunas cartas, llamada Rica de Plata, distante sesenta leguas del que se llama Rica de Oro y su latitud. Navegamos al este-noreste de acuerdo con su posición en las listas, que es en lat. 33° a 34° desde su parte sur a su parte norte. Aquí nos encontramos el sábado, 22 de agosto, y aunque buscamos de este a oeste, haciendo con todos los esfuerzos posibles no pudimos encontrar la isla. Sin duda no existe, pero alguien, de oídas, ordenó que se dibujara en su carta.

El problema para los exploradores era que no sabían exactamente dónde estaban las islas legendarias porque nunca nadie había puesto un pie en ellas. Según la creencia popular, las islas deberían estar ubicadas entre los 34° y 35° de latitud norte, al este o noreste del archipiélago japonés . El geógrafo, matemático y astrónomo español Hernando de los Ríos Coronel (* 1559; † 1621) la situó a 150 leguas (unos 800 km) al este de Japón, entre los 29° y 33° de latitud norte. Afirmó haber visto las islas él mismo en un viaje de Manila a Nueva España y afirmó que la isla de Rica de Plata tenía 100 leguas (unos 550 km) de circunferencia y estaba habitada porque había visto signos de asentamiento.

Atlas of João Teixeira Albernaz, 1643 - North Pacific Ocean.

En 1589 el portugués João da Gama hace un tornaviaje contraviniendo los acuerdos de Tordesillas, aunque en ese momento las coronas estaban unidas, el tratado seguía vigente. Su viaje se dirige en una ruta más al norte pudiendo llegar a las Islas Kuriles, pero no avistando estas islas ni las del Armenio.

En mayo de 1607 Juan de Mendoza y Luna, Marqués de Montesclaros 10° virrey de la Nueva España, escribe[5]​ a S. M. Felipe III sobre la conveniencia de encontrar dichas islas , que indica están casi en el mismo paralelo que Monterrey pero a gran distancia de ella.

El 29 de agosto de 1607 Luis de Velasco y Castilla 11.º virrey de la Nueva España, informa del descubrimiento de las islas[6]​nuevamente el 4 de mayo de 1609 informa del descubrimiento.[7]

En 1609 Luis de Velasco en un conjunto de cartas informa la organización para el descubrimiento de las islas, y adjunta dos memoriales sobre las mismas.[8]

Memorial de Sebastián Vizcaíno, vecino de México, encargado del descubrimiento de las Islas Rica de Oro y Rica de Plata, pidiendo orden para hacer el viaje y población de dichas islas y los títulos correspondientes o al menos el de capitán general de la carrera de Filipinas en propiedad por seis años y si fuese otra persona, llevar él la segunda embajada y si no cualquier merced de gobierno de las Indias. Sin fecha. Carta de Sabastián Vizcaíno anunciando su próxima partida en un navío con sesenta hombres, al descubrimiento de las Islas Rica de Oro y Rica de Plata, pidiendo que si las topare, se le encargue su poblamiento con el título adecuado o bien se le haga capitán general de la carrera de Filipinas, o embajador en un segundo viaje o se le de alguna merced de gobierno en Indias. Acapulco, 21 de marzo de 1611

El explorador Sebastián Vizcaíno viajó a Japón en 1611 como enviado del Virrey de Nueva España . Desde allí, en 1612 intentó encontrar las islas de Rica de Oro y Rica de Plata al este de Japón. Navegó con su barco San Francisco durante más de un mes en la zona marítima que Hernando de los Ríos Coronel había señalado como ubicación de las islas legendarias. Vio aves marinas y tortugas marinas, lo que interpretó como signos de la proximidad de la tierra. El mal tiempo y un motín de la tripulación le obligaron finalmente a regresar a Japón, aunque creía que si hubiera navegado unas pocas leguas más al sur habría encontrado las islas.   Antonio de Morga en 1609 en sus "Sucesos de las islas Philipinas dirigidos a Don Christoval Gomez de Sandoval y Rojas Duque de Cea" escrito para el valido de Felipe III indica la derrota de los galeones en su tornaviaje

A cuatrocientas leguas de las islas, se ven volcanes, y restingas de las islas de los Ladrones, que corren al norte hasta veinticuatro grados, que entre ellas suele haber grandes tormentas y huracanes, y a 34º queda el cabo de Sestos, cabeza del Japón, a la parte norte, seicientas leguas de las Filipinas. Pasase por entre otras islas, que pocas veces se ven, a 38º con los mismos riesgos y temporales, a temple frio, en paraje de islas, rica de oro, y rica de plata, que pocas veces se reconocen; y pasado dellas, es el mar y golfo grande, donde la nao puede correr largo con cualquier tiempo ...[9]

Nuevamente en 1619 el capitán Gaspar de Coquero vecino de Triana, piloto examinado de la carrera de Indias, solicitando que se le dé un navío para ir al descubrimiento de la Isla del Oro, que está en la ruta a Filipinas, y las instrucciones pertinentes.[10]

En 1697 el explorador italinao Gemelli Carreri embarcado en el galeón de Manila de regreso de Manila a Acapulco indica lo siguiente en su capítulo VI de Viaje alrededor del Mundo:

Carta náutica donde se sitúan las islas Palaos, así como las Molucas, parte de las Filipinas, Marianas, Rica de Oro, Rica de Plata. Diario de la expedición a las Islas Palaos al mando de Miguel de Elorriaga, realizado por Juan Luis de Acosta 1709

Sunday 30th the lat was 31 deg 58 min so that we thought our selves about the lat of an Imaginary Island reputed to be rich in Gold and placed in the Sea Carts in 32 deg wanting some few min whereas it is certain nobody ever saw any such Island Till now we Sail d NE and by E the Wind being S E then follow d a Calm till Mid night after which the Wind came up at SS E and we stood NE That Night the Master began his nine days Devotion treating the Company and Dancing

Monday the first of October the Wind continuing at E.S.E we feer’d N.E. and by N the lat 32 deg 28 min Afterwards the Wind came to SE abundance of Cachorretas and Albacoras being taken by reason the Ship made swift way and at Night blew fo hard at S that the Pilot was forced to lower his Top Sails and Main Yard great Storm blowing on Tuesday 2d S and the Sea beating hard upon us we were forced to lie by the Foresail back d and the Waves beat fo furiously on the Rudder that the Whipstaff broke the lat 33 deg 20 min The Wind came about to NW but the Storm nothing abated but rather increasing the Ship was tofs d upon vaft Mountains Water and then again feem d to fink to the Abyss the Waves breaking over it No fire could be lighted and so all eat cold Meat and there was no Chocolate to be made the Author was very dainty to expect Chocolate at all times and there was no standing or fitting in a place but we were tofs d from fide to fide About Midnight I had like fide to fide About Midnight I had to be knock d in the Head by two Linstocks of the Guns falling upon my Bed Wednesday 3d the fame Wind the Storm was nothing abated we steer d NE and by E All this we had feen Sea Fouls but this day Ducks flew by us Besides a catch d a little Bird like a Canary Bird which being carry d away by the Wind found no place to stay itself but Rigging The Captain endeavour d to keep it in a Cage but being quite spent with hunger and weariness it dy d fame day and there was Sand found in its Belly This little Creature fet the Pilot his Mate and the Passengers upon arguing whence it could come and they concluded it certainly came from Rica de Plata an Island 30 Leagues distant Southward being carry d away the Wind the lat was 34 deg 7 min The Pilots suppose the Islands Rica de Oro and Rica Plata with others about them to be the Islands of Salomon but am of Opinion these are imaginary I because as long as this Voyage has us d they have never been seen.[11]

El 30 de Julio1694 el capitán Andrés de Arriola deja Manila con la intención de llevar las noticias de la pérdida de varios galeones, a bordo de un pequeño buque de solo 80 tn el San José con 40 hombres, tras pasar las Marianas, los víveres se habían agotado y comenzaron la búsqueda de las míticas islas, en vez de esta encuentran la isla de Sebastián López, otros la identifican como Marcus (Minami Torishima); en la que gracias a la abundancia de pájaros y agua, son capaces de reaprovisionarse y reemprender viaje a Nueva España. No fueron capaces de establecer la latitud de esta isla, la cual es redenombrada en el siglo XIX; de haberla posicionado, habría hecho más fácil el tornaviaje para muchos galeones.[12]​La isla de Sebastián López se nombra en honor del capitán Sebastián López que se distinguió en la defensa de Manila contra los holandeses en 1646.[13]

En el diario de la expedición a las islas de Palaos al mando de Miguel de Elorriaga, realizado por Juan Luis de Acosta, piloto del patache Santísima Trinidad, Nuestra Señora de los Dolores y San Francisco Javier (2 de abril a 11 de octubre de 1709) recoge ambas Islas al Este de Japón entre los paralelos 30 y 35.º

También en 1730 el piloto Enrique Herman, propone retomar la salida de Manila por la derrota de Ríos Coronel navegando más al norte alcanzando Rica de Plata para luego dirigirse a Acapulco.

En 1735 se escribe por Fernando Valdés Tamón gobernador de Filipinas sobre las diligencias para el descubrimiento de las mismas[14]​ con dos cartas más de 1740[15]​ y 1743[16]​.

En 1801 en uno de los últimos tornaviajes del Galeon de Manila, del navío "Rey Carlos", alias el Montañés; acompañado por las fragatas de guerra Fama y Lucía; el piloto de la expedición alférez Francisco Sánchez Crespo, descubre la que cree Isla Rica de Plata. Sus notas se recogen en diferentes documentos como el de 1809 de José Espinosa y Tello

El día 15 de Octubre de 1801, navegando para Acapulco en la nao de Filipinas nombrada El Rey Cárlos, el primer Piloto de la Armada Don Francisco Sánchez Crespo avisto después de salido el Sol una isla por el N. 36º O. corregido á distancia de 8 á* 10 leguas. La latitud observada al medio día, y la longitud también observada (que se cree fuese por distancias lunares que les refirió), la colocan por latitud de 32º 46' N., y longitud de 45º 55' E. de San Bernardino, o 176º 27' E. de Cádiz. Crespo juzga que esta isla sea la que ponen los planos de la carrera de Acapulco, medio grado mas al N., y 6" mas al O. y á que dan el nombre de Rica de Plata. A ser así, y suponiendo igual error en longitud á la otra isla que se halla en los mismos planos con el nombre de Rica de Oro, será la posición de esta por latitud de de 29º 51' N, y longitud de 172º 00' al E, de Cádiz.[17]

Posteriormente sus notas se copian varias veces, apareciendo recogidas en las "Noticias hidrográficas sobre diversos puntos del Pacífico, ... y notas de la de Sánchez Crespo (1801)[18]​", y copiadas por José Bolate y Rafael Maestre

Búsqueda de los Holandeses[editar]

Antonio Van Diemen

En la primera mitad del siglo XVII, el imperio comercial holandés se expandió hacia el Pacífico en busca de especias. Antonio van Diemen, el gobernador general de la VOC, estaba convencido de la existencia de las islas de Rica de Oro y Rica de Plata, porque el comerciante Willem Verstegen había hecho correr la voz de que en Japón se hablaba de las islas de oro y plata. Rica de Plata, la más grande de ellas, es montañosa y está habitada por nativos de piel clara y muy hospitalarios. El oro y la plata eran metales tan comunes allí que se podían recoger en la playa, y los isleños cocinaban su comida en ollas y sartenes de oro y plata[19]

A principios de 1639 , van Diemen envió a los capitanes de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (VOC), Abel Tasman y Matthys Hendrickszoon Quast, para localizar a Rica de Oro y Rica de Plata. Las instrucciones detalladas dadas a los capitanes ordenaban: "navegar a lo largo de la costa este de Japón hasta 34½ N. , en cuyo paralelo se encontraban las minas de oro supuestamente ubicadas a una distancia de 400 millas geográficas al este de Japón y las Islas de la Plata".

La expedición zarpa en junio de 1639 desde Batavia bajo el mando de Mathijs Hendrikszoon Quast con los barcos "De Engel" and "De Gracht" [20]​La expedición se dirigió al norte de las Filipinas, para posteriormente tomar ruta hacia Japón llegando a la altura de la isla de Honsu; para luego dirigirse al este durante un mes, hasta alcanzar el paralelo 177, navegando entre los paralelos 37 y 38.º El 2 de octubre deciden regresar debido al empeoramiento de las condiciones a bordo. Navegan hacia el norte a unos 40.º del altitud, encontrando solo a un monstruo marino de 7 pies de ancho y 5 de largo, que resultó ser un pez luna o Mola. Regresarían a Formosa en noviembre de 1639[21]​En este viaje, descubrieron las islas Bonin, que también están marcadas como "Quast Eylanden" en mapas más antiguos.

Los holandeses enviaron otra expedición en 1643 al mando de Maarten Gerritsz Vries con el barco Castricum y Hendrick Cornelisz Schaep con el Breskens. Aunque descubrieron las islas Daitō , a las que llamaron “Breskens-Eylant”, y finalmente llegaron a Sajalín. El Breskens se dirige al este no encontrando las islas de Oro y Plata.

El explorador alemán Engelbert Kaempfer, que trabajó como médico para el VOC en Dejima de 1690 a 1692, informó haber oído hablar de dos islas llamadas Kinsima (Isla Dorada) y Ginsima (Isla Plata), ubicadas aproximadamente a 150 millas al este o noreste de Honshū. Los japoneses eran muy conscientes de los esfuerzos españoles por encontrar las islas, por lo que los rumores difundidos en Japón y registrados por Kaempfer pueden haber sido una representación inexacta de las leyendas de las Islas de Oro y Plata que circulaban entre los marineros.

Búsqueda de los Franceses[editar]

El capitán y geógrafo francés Jean-François de La Pérouse zarpó en junio de 1785 con las dos fragatas La Boussole y L'Astrolabe por orden del rey Luis XVI para navegar alrededor del mundo. La Pérouse había recibido instrucciones detalladas para su viaje del Almirantazgo francés; tras dos años de viaje escribe desde Petropávlovsk en Kamchatka, al secretario de estado de la marina, Charles Eugène Gabriel de La Croix de Castries en septiembre de 1787 sobre sus próximas intenciones

"Navegaré para explorar el norte de las Kuriles, hasta el estrecho de Boussole, desde donde bajaré a los 37º para buscar las tierras que los españoles reclaman haber descubierto en 1610, desde el paralelo 37º navegaré por el archipiélago hasta el norte del las Mariana y seguiré esta línea hasta Guam"

Atlas du Voyage de La Pérouse / L. Aubert scripsit 1785-1788

Antes de salir de Kamchatka, recibe cartas del secretario de estado de Marina, y de su amigo y organizador de la expedición Claret de Fleurieu de que se dirija a la mayor brevedad al Estrecho de Torres y de allí a la costa este australiana a reconocer el sur-este de la costa, por lo que no queda claro el por qué sigue navegando al este para encontrar estas islas, cuando el mismo indica en su correspondencia que su existencia es dudosa. Este retraso supone que los ingleses, al mando del gobernador Arthur Phillip del HSM Supply, cuando el Laperouse llega a la bahía de Botany, llevaban ya un mes asentados para el establecimiento de una colonia Penal en Australia. [22]​ La Perouse alcanzó la latitud especificada el 14 de septiembre de 1787, los barcos navegaron con tiempo despejado. Los vigías de ambos barcos estaban avisados y se había prometido a la tripulación una recompensa por el primer marinero que informara sobre las islas. Pero no se pudo avistar tierra, aunque se vieron varios cormoranes, que “casi nunca se alejan de la orilla”, como escribió La Perouse. Después de cuatro días, finalizó su búsqueda el 18 de septiembre de 1787. Extraemos de una de las traducciones al inglés de 1807

VOYAGE AROUND THE WORLD, PERFORMED

In the Years 1785, 1786, 1787, and 1788,

BY THE BOUSSOLE AND ASTROLABE, UNDER THE COMMAND OFJ. F. G. DE LA PÉROUSE

CHAPTER XXIII.

Summary..., in the Parallel of 37° 30', in quest of Land, said to have been discovered by the Spaniards in 1620

I did not attempt to contend with these obstacles, as it was of little importance to explore those islands ; but shaped my course so as to get into the latitude of 37° 30' , in the longitude of 165°. In this parallel some geographers have placed a large island, rich and populous, said to have been discovered by the Spaniards in 1620. To search for it was part ofthe instructions of captain Vries ; and a memoir, containing some particulars respecting it is to be found in the fourth volume of the Collection Académique, in the foreign part. Among the different researches, which were rather hinted at than enjoined by my instructions, I considered this as deserving preference.

It was not till the 14th, at midnight, that we reached the parallel of 37° 30'. The same day five or six small land birds, of the linnet kind, had settled on our rigging ; and in the evening we saw two flights of ducks or cormorants, birds that seldom fly far from the shore. The weather was very clear ; and men were kept constantly looking out at the mast-head on board each of our ships. A handsome reward was offered to him, who should first discover land : but this incentive was little necessary, as every sailor was eager for the honour of making a discovery, which I had promised should bear his name. Notwithstanding the certain indications of the vicinity ofland, we saw nothing, however ; though our horizon was very extensive. I imagined, that this island must be to the south ; and that the hard gales,

which had lately blown from that quarter, had driven towards the north the small birds, that settled on our rigging. Accordingly, I steered south till midnight : when, being precisely in the latitude of 37° 30', as I have already observed, I directed my course to the eastward under a very easy sail, waiting for day with the utmost impatience. At length it came, and we saw two more small birds. Continuing my course east, a large turtle passed alongside the same evening. The next day, still pursuing the same parallel, a bird less than our wren pitched on the main-topsail yard-arm, and we saw a third flight of ducks, Thus every instant cherished our hopes, though we never hadthe happiness to see them realised.

Islas Rica de Oro y de Plata en mapas japoneses[editar]

"Mapa de las mil naciones" (萬國総圖, Bankoku Sozu)

Mapa japonés diseñado para colgar verticalmente con el Este en la parte superior, junto con una colección de grabados etnográficos de los pueblos del mundo tal como los entienden los japoneses. Principalmente después de Kunyu Wanguo Quantu de 1602 de Matteo Ricci, que fue rápidamente adaptado y reimpreso en Japón con la adición de las islas fantasmas de Kinshima (金嶋, "Isla de Oro") y Ginshima (銀嶋, "Isla de Plata")

Isla de Crespo y Julio Verne[editar]

Como se ha referido anteriormente Francisco Sánchez Crespo en el año de 1801 identifica esta isla en su derrota de Manila a Acapulco.

En muchos mapas posteriores a 1810 y hasta 1900 a esta Isla comenzó a llamársele Isla de Crespo, apareciendo en muchas como una isla diferente de las de Oro y Plata, y más al Este.


Este descubrimiento lo que utiliza Julio Verne en su obra 20.000 Leguas de Viaje Submarino:

https://fr.wikisource.org/wiki/Page:Verne_-_Vingt_mille_lieues_sous_les_mers.djvu/124

https://es.wikisource.org/wiki/Veinte_mil_leguas_de_viaje_submarino:_Primera_parte:_Cap%C3%ADtulo_XV

Ya me había hecho a la idea de no verle más cuando, el 16 de noviembre, al regresar a mi camarote con Ned y Conseil, hallé sobre la mesa una carta. La abrí con impaciencia. Escrita con una letra clara, un poco gótica, la carta decía lo siguiente:

«Señor profesor Aronnax.

A bordo del Nautilus, a 16 de noviembre de 1867.

El capitán Nemo tiene el honor de invitar al profesor Aronnax a una partida de caza que tendrá lugar mañana por la mañana en sus bosques de la isla Crespo. Espera que nada impida al señor profesor participar en la expedición, a la que se invita también a sus compañeros.

El comandante del Nautilus

Capitán NEMO.»

-¡Una cacería! -exclamó Ned.

-Y en sus bosques de la isla Crespo -añadió Conseil.

-Así que va, pues, a tierra, este hombre -dijo Ned Land.

-Así parece indicarlo claramente la carta -dije, releyéndola.

-Pues bien, hay que aceptar la invitación -dijo el canadiense-. Una vez en tierra firme, veremos qué podemos hacer. Por otra parte, no nos vendrá mal comer un poco de carne fresca.

Sin pararme a pensar en la contradicción existente entre el horror manifiesto del capitán Nemo por los continentes y las islas, y su invitación a una cacería en un bosque, dije a mis compañeros: -Veamos ante todo dónde está y cómo es esa isla Crespo.

Consulté el planisferio y a los 32º 40' de latitud Norte y 167º 50'de longitud Oeste hallé un islote que fue descubierto en 1801 por el capitán Crespo y al que los antiguos mapas españoles denominaban como Roca de la Plata. Nos hallábamos, pues, a unas mil ochocientas millas de nuestro punto de partida. La dirección del Nautilus, ligeramente modificada, le llevaba hacia el Sudeste.

Cartografía posterior a 1800[editar]

Bibliografía[editar]

"Between Cipango and Quivira: The Legends of Rica de Oro, Rica de Plata and Las Islas del Armenio" JAMES R. MORIARTY III and WILLIAM R. ROBERTS Southern California Quarterly Vol. 57, No. 3 (Fall 1975), pp. 223-242 (20 pages) Published By: University of California Press

"Rica de oro et Rica de plata" Edmond Chassigneux T'oung Pao, Second Series, Vol. 30, No. 1/2 (1933), pp. 37-84 (48 pages)

WHAT KEPT YOU SO LONG? THE ISLANDS THAT SIDETRACKED LAPEROUSE Margaret Cameron-Ash

A QUARTER CENTURY OF TRANS-PACIFIC DIPLOMACY: NEW SPAIN AND JAPAN, 1592-1617 W. MICHAEL MATHES Journal of Asian History , 1990, Vol. 24, No. 1 (1990), pp. 1-29

El Lago Español. Oskar Hermann Khristian Spate

Mitos y utopías del Descubrimiento. 2. El Pacífico. Juan Gil Fernández 1989

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Véase también[editar]

Notas[editar]

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  2. «Speculum historiale. Vincent de Beauvais, ca. 1190-1264; Liechtenstein, Hermannus». 
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  13. Fajardo, Diego (25 de octubre de 1949). «Petición de Sebastián López de licencia para venir a España». Archivo General de Indias. Consultado el 05-11-2023. 
  14. «Carta de Fernando Valdés Tamón, gobernador de Filipinas, dando cuenta de las diligencias que precedieron para el descubrimiento de las islas Rica de Oro y Rica de Plata, las condiciones que puso Pedro González del Rivero Quijano y la contradicción del fiscal. Manila, 10 de junio de 1734. Acompaña: - Testimonio de las diligencias sobre la población de las islas Rica de Plata y Rica de Oro. Manila, 16 de junio de 1734. El fiscal del consejo detecta errores en el testimonio que indican que faltan folios». 
  15. «Carta de Gaspar de la Torre sobre islas Rica de Oro y Rica de Plata». 
  16. «Carta de Gaspar de la Torre sobre descubrimiento de las islas Rica de Oro y Rica de plata». 
  17. Espinosa y Tello, Joseph (1809). MEMORIAS SOBRE LAS OBSERVACIONES ASTRONÓMICAS, HECHAS POR LOS NAVEGANTES ESPAÑOLES EN DISTINTOS LUGARES DEL GLOBO; LAS QUALES HAN SERVIDO DE FUNDAMENTO PARA LA FORMACIÓN DE LAS CARTAS BE MAREAR PUBLICADAS POR LA DIRECCIÓN DE TRABAJOS HIDROGRÁFICOS DE MADRID. Tomo II. Imprenta Real. pp. 10-11. 
  18. «Noticias hidrográficas sobre diversos puntos del Pacífico». 
  19. «ABEL JANSZOON TASMAN'S JOURNAL». 
  20. «"Verthooningh ofte aenwijsinghe der coursen, landen, eijlanden ende droochten beoosten Japan beseijlt door den E.Commandeur Mathijs Quast ende Abel Jansen Tasman gelijk in dese platte caerten can worden beöoght."». 
  21. «Atlas of Mutual Heritage "Search for the Gold and Silver Islands by Quast and Tasman" 1639». 
  22. Cameron-Ash, Margaret (2021). «WHAT KEPT YOU SO LONG? THE ISLANDS THAT SIDETRACKED LAPEROUSE». The Globe, Number 90.