Sierra de Híjar

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Sierra de Híjar

La Sierra de Híjar, desde el Valdecebollas. Meseta de Peñalabra, y puntas Tres Mares y Cuchillón. Al fondo, los Picos de Europa. En segundo término, los escarpes calizos de la Peña de las agujas y la Cueva del Cobre.
Ubicación geográfica
Cordillera Cordillera Cantábrica
Coordenadas 43°01′40″N 4°23′22″O / 43.027782, -4.389437
Ubicación administrativa
País EspañaBandera de España España
División Cantabria
provincia de Palencia
Características
Tipo Orogénesis
Subsistemas Valdecebollas
Orientación ONO - ESE
Cota máxima Cuchillón (2.179 msnm)- 2.222 msnm
Cumbres Cuchillón, Pico Tres Mares, Peña Labra.
Piedemonte 900 msnm
Longitud 24 km
Superficie 23.000 Ha
Situación de la Sierra de Híjar.
El pico Tres Mares es una de las cumbres más célebres de la Cordillera Cantábrica.
Imagen de Peña Labra, una de las principales prominencias del sistema, y que ha propiciado que diversos cartógrafos hayan denominado a la Sierra de Híjar como Sierra de Peña Labra.[1]
La Sierra de Híjar desde Reinosa. Destaca el Cuchillón como cumbre más alta.
Vacas en las brañas del Sestil.
Brañosera desde el macizo de Valdecebollas, con la meseta castellana al fondo.
El Cuchillón, desde Abiada.
Tres Mares, Peñalabra y Picos de Europa, desde el Portillo de los Asnos.

La sierra de Híjar es una cadena montañosa entre las provincias españolas de Cantabria y Palencia. Su cordal tiene una longitud de 18 kilómetros de dirección NO-ESE, desde el Tres Mares hasta el Collado de Somahoz, sector en el que se concentran sus mayores alturas. A partir de este punto, la altura de la sierra empieza a declinar continuamente hasta llegar a los 24 kilómetros en Hoyos. Su anchura máxima es de 5.200 metros, entre Peñaguda y el Sel de la Fuente, o de 9.000 metros si incluimos el macizo de Valdecebollas. Su máxima elevación se encuentra en el pico Cuchillón, Canchal de la Muela, o Peña del Pando, aunque su altitud exacta difiere según autores: 2.174 msnm según la cartografía del Instituto Geográfico Nacional de España, o 2.222 según Hernández-Pacheco [2]​ y otras publicaciones del mismo Instituto Geográfico Nacional de España [3]

Este sistema marca el límite entre la comarca cántabra de Campoo y la palentina de La Pernía, en Castilla y León, siendo una de las estribaciones más meridionales de la Cordillera Cantábrica, y la última hacia el E que supera los 2.000 msnm.

Principales alturas

Sus principales elevaciones son, de noroeste a sureste, Peña Labra (2.018 m), el pico Tres Mares (2 171 m), Las Hoyas (2 106 m), Cuchillón (máxima altura de la sierra, 2 174 m o 2 222 m), Cotomañinos (2 144 m), Cueto Mañín (2 122 m), Sestil (2 065 m), Cuesta Labra (1.951 m) y Peña Rubia (1 931 m).[4]

Es el único sistema, dentro de la península ibérica, en el que nacen ríos que vierten sus aguas a más de dos mares.[5]

Toponimia

Desde la publicación de las últimas series cartográficas del Instituto Geográfico Nacional de España y de obras como la de Manuel de Terán, a esta sierra también se la conoce como sierra de Peña Labra[1]​ especialmente en su vertiente sur, quizá porque desde esta perspectiva, la cima de Peña Labra (vértice del ángulo formado entre la sierra de Híjar y la Sierra del Cordel, al norte), es la más característica del sistema, aunque no sea la más alta. Sin embargo, hay que señalar que en toda la cartografía existente anterior a la indicada, incluyendo las primeras series del mismo IGN, o las de Francisco Coello y Quesada y Pascual Madoz de 1860, se refiere a esta sierra como "sierra de Híjar". Ya en el siglo IX, la Crónica albeldense se refiere a estas montañas como "monte Iggero" [6]​. Para Hernández Pacheco, gran conocedor y estudioso de esta tierra, y que tuvo la oportunidad de conocer de primera mano la toponimia más remota, la Sierra de Peñalabra no sería más que la alineación secundaria que desde el Tres Mares parte hacia el O para culminar en Peña Labra, y en realidad, la continuación orogáfica natural de la Sierra del Cordel [7]​ .

Etimología

La etimología de híjar es incierta, a pesar de que encontramos este topónimo en otros lugares de Teruel, Granada y Albacete a los que Julián Aydillo y Madoz atribuyen un étimo arábigo con significado de "altura rocosa"[8]​. Pero la escasa penetración musulmana en estos valles hace poco probable esta explicación. Otros autores le dan a esta palabra un origen indoeuropeo arcaico, una voz con la que referirse a las corrientes fluviales o a alguna de sus características[9]​; pero no encontramos esta raíz en ningún otro río de la región (salvo quizá, el Izarilla). Otra posibilidad la encontramos en la palabra guijar, o lugar donde abundan los guijos o "piedras afiladas", del latín petra aquilea, piedra aguda, derivado de aquileus, aguijón.[10]​ Lo cierto es que en el transcurso del río y en la sierra misma de la que baja hay gran abundancia de "piedras agudas", especialmente en su nacimiento al pie del Cuchillón (el Canchal de la Muela), y en su tramo superior hasta Riaño, pegado a los precipicios de Peña Aguda. Existen además otros topónimos en la zona que parecen confirmar esta opción, como el Cueto Hiján, pico de aspecto afilado, o el cueto de la Aijada (una aijada es una vara de avellano, muy abundante en esta sierra, con la punta terminada en un aguijón con la que se conduce a las vacas). Parecido origen parece tener el nombre de "Cabeza Lijar", en la Sierra de Guadarrama (cabeza del hijar - guijar)[11]​.

Geología e hidrología

La vertiente septentrional presenta un buzamiento (inclinación) menos abrupto que los precipicios que forman la falla inversa de la divisoria hacia el S. El material más abundante y casi exclusivo de esta sierra está formado por los conglomerados triásicos, que recubren las capas de areniscas, pizarras y calizas del Carbonífero, que afloran en puntos concretos, como en el Sel de la Fuente, en la Peña de las Agujas, o en la Guariza, donde se sume la mayor parte del Río Híjar.

Uno de los fenómenos más característicos de este macizo es el desarrollo de un notable glaciarismo durante el periodo cuaternario. En estas sierras encontramos más de una decena de cuencas glaciares formadas entre los 70.000 y 18.000 años A.P. Son glaciares de tipo alpino, con el característico circo de acumulación y la lengua de transporte de los materiales arrancados por la erosión (en alguno de ellos esta lengua de arrastre es inexistente). La toponimia es bastante expresiva en este aspecto: Cuenca Vitor, Cuenca Bucer, Cuenca de Aviones, Cuenca Pepe, Hoyo Sacro... El circo del Gulatrapa, en la vertiente N es una de las más interesantes, pues en él se concentran además de las mencionadas cuencas de Aviones y Cuencapepe, la cuenca de Guarabedul y el Hoyo. Bucer y Vitor son dos pequeños circos, los últimos de la Sierra hacia el E, perfectamente identificables desde los pueblos que baña el Río Híjar, mientras que las cuencas Peñalrostro, Hoyo Sacro y Pidruecos quedan al O, ocultas de la parte baja del valle por la loma central de El Brañizo-Juan Fría-Peña Aguda. En la vertiente S, y apoyado en el contrafuerte del Valdecebollas encontramos un complejo glaciar de gran interés, formado por las cuencas de Covarrés, Sel de la Fuente, Valdecebollas, Canalejas y Honcamesa, entre otras de menor tamaño.

Esta sierra posee además un eminente interés hidrológico e hidrogeológico: en las faldas y estribaciones del pico Tres Mares nacen tres corrientes fluviales, y cada una desagua por una cuenca distinta, llegando sus cauces a tres mares diferentes.[12]​ De ahí el nombre de la montaña. Estos ríos, y a la vista de la cartografía del Instituto Geográfico Nacional son:

No menos interesante resulta el estudio de las fuentes de dos de estos ríos -dos de los ríos más importantes de España- como ejemplos de fenómenos kársticos: El Pisuerga tiene su origen en el circo glaciar del Sel de la Fuente, y tras un breve recorrido se sume en una sima caliza para reaparecer algunos kilómetros más abajo en la Cueva del Cobre. Por otra parte, en el circo de Pidruecos nace el Río Híjar, que al llegar a Paracuelles se filtra en el terreno para reaparecer en Fontibre con el nombre de Ebro.

Clima

Esta sierra marca la zona de transición entre las regiones biogeográficas mediterránea y atlántica. Al norte queda la "España Húmeda", mientras que en el S comienza el clima mesetario castellano. La temperatura media durante el verano en los valles de ambas vertientes apenas llega a los 18ºC, siendo la media invernal de 3ºC para los valles septentrionales y de 4,5ºC para los meridionales. Tiene un régimen pluviométrico elevado, con un número de días de lluvia al año que ronda los 140. Así mismo la media anual de días de nieve se acerca a los 32, aunque esta cifra ha disminuido algo en las últimas décadas del siglo XX. Los temporales de nieve más fuertes se producen entre febrero y marzo. En la divisoria el clima es mucho más riguroso, y la nieve caída en el invierno permanece en neveros hasta muy entrada la primavera.

Flora y fauna

La Sierra de Híjar acoge a especies en peligro crítico de extinción, como el oso pardo europeo (Ursus arctos arctos), con una exigua población que marca el límite oriental de su distribución peninsular; [13]​ el urogallo (Tetrao urogallus), a pesar de que hace ya años desde que no se publica ninguna cita;[14]​ o la prímula cantábrica (Androsace cantabrica)[15]​, endemismo de esta sierra del que quedan ya muy pocos individuos.

La vegetación corresponde en su mayor parte a la propia del piso montano cántabro (800 - 1600 msnm), en zona de transición entre el clima oceánico (bosque eurosiberiano) y el continental. En el circo de Tres Mares o de Calgosa, y desde los 1500 msnm, la vegetación predominante es el pastizal y matorral alpino, con especies herbáceas como Festuca burnatii, Helianthemum urrielense, Genista legionensis, té de monte (Sideritis hyssopifolia), y la genciana (Gentiana lutea), además de especies leñosas como el enebro rastrero (Juniperus communis subsp. nana), la brecina (Calluna vulgaris), el brezo de montaña (Erica vagans), el tojo (Ulex cantabricus) y la escoba (Genista florida). En este piso podemos encontrar la mencionada Androsace cantabrica. Por debajo de la mencionada cota se forman grandes bosques caducifolios donde las especies dominantes son las hayas (Fagus sylvatica) y los robles, con manchas bien conservadas de abedules (Betula alba) y acebos (Ilex aquifolium), y tejos (Taxus baccata) dispersos. Acercándose a los 1000 msnm aparecen las primeras choperas y salcedas (Salix breviserrata), acompañadas del roble común o cajiga (Quercus robur), el fresno (Fraxinus angustifolia), el arce (Acer campestre), y el avellano (Corylus avellana). [16]


Entre los invertebrados cabe mencionar a las frigáneas, efímeras, escorpiones de agua y otros insectos propios de aguas frías. El cangrejo autóctono (Austropotamobius pallipes, antes frecuente en algunos arroyos, ha desaparecido a causa de la peste del cangrejo (afanomicosis) introducida por la suelta de cangrejo americano (Procambarus clarkii) en la cuenca del Ebro a mediados del siglo XX.

En los cursos fluviales que bajan de la sierra, encontramos la trucha común (Salmo trutta) y el piscardo (Phoxinus phoxinus), y los reptiles y anfibios se extienden desde las riberas bajas hasta las cumbres: lución, eslizón ibérico, lagarto verdinegro, lagartija roquera y lagartija ibérica, culebra de collar, y víbora cantábrica. Tritón alpino, tritón palmeado, tritón jaspeado, salamandra común (Salamandra salamandra), y sapo común (Bufo bufo).

Destaca entre las aves, la presencia de águila real (Aquila chrysaetos), del halcón peregrino (Falco peregrinus), del azor (Accipiter gentilis), del ratonero (Buteo buteo), del alimoche (Neophron percnopterus), del buitre leonado (Gyps fulvus), del búho real (Bubo bubo), del cárabo (Strix aluco), del mirlo acuático (Cinclus cinclus), y del martín pescador (Alcedo atthis) entre otras muchas epecies. En peligro crítico de extinción, o ya extinto en la zona, está el citado urogallo cantábrico.[17]

En el grupo de los mamíferos encontramos, entre otros, al desmán ibérico (Galemys pyrenaicus), al musgaño de Cabrera (Neomys anomalus) y al musgaño patiblanco (Neomys fodiens), al murciélago rabudo (Tadarida teniotis) y murciélago ribereño (Myotis daubentonii), a la nutria (Lutra lutra), a la marta (Martes martes), a la comadreja (Mustela nivalis), y al armiño (Mustela erminea). Los valles de la Sierra de Híjar marcan el límite de levante del ya mencionado oso pardo, cuya población es la más amenazada de Europa. El lobo ibérico (Canis lupus signatus), abundante en esta sierra hasta la mitad del siglo XXI, tiene una población flotante escasísima, debido a la persecución implacable de los ganaderos. Son abundantes los corzos, y la población de rebeco cantábrico (Rupicapra pyrenaica parva), reintroducido en la última década del siglo XX parece estabilizada [18]​. Los ciervos (Cervus elaphus) son ahora muy abundantes, aunque eran prácticamente inexistentes a principio del siglo XX.[19]​ Esta sierra forma parte de las Zonas de Especial Protección para las Aves ES0000250 y ES4140011, [20]​ y está catalogada como Lugar de Importancia Comunitaria ES4140011, ES1300021 y ES1300014.[21]

Estribaciones

Desde la altura aproximada del Sestil, con dirección S y separado de la sierra por el collado del Sel de la Fuente, se extiende el contrafuerte del macizo de Valdecebollas, o nudo orográfico de La Cebollera. La altura máxima de este macizo es el pico Valdecebollas (2.143), y entre el mismo y la sierra de Híjar se encuentra el complejo de cuencas glaciares de Valdecebollas-Sel de la Fuente-Covarrés. De este circo procede el agua que tras sumirse en el Sel y reaparecer en la Cueva del Cobre, forma el Río Pisuerga.

Historia

Ilustración de la Crónica albeldense.

Los primeros pobladores de la zona debieron ser grupos nómadas que seguían a los grandes herbívoros. Tenemos conocimiento del paso del hombre por estas tierras desde tiempos remotos. Los restos más antiguos de su presencia han sido encontrados en Riaño de Campoo: picos, bifaces y raederas del Paleolítico inferior (120.000 años A.P.)[22]

Posteriores a esta época pudieran ser la pinturas rupestres de la Cueva de los Burros, en Camasobres, pero aunque algunos aseguran su factura prehistórica, no disponemos de datos más precisos de su origen o datación.

Pero quizá la herencia prehistórica más interesantes y abundante encontrada en esta sierra es el megalitismo Neolítico, entre cuyas manifestaciones destacan el cromlech de la Población de Suso, los menhires en Valdeolea, y especialmente, el conjunto megalítico de Los Lagos. Este se compone hasta la fecha de tres cámaras funerarias, un cubículo, tres menhires, y otros objetos diversos. Se estima que estos restos arqueológicos datan de unos 6.000 años A.P.[23]

Muy poco o nada conocemos de las tribus cántabras que posteriormente habitaron esta sierra, antes de ser sometidos por los romanos. Quizá fuesen los vellicos, como mantiene el profesor José María Solana Sáinz [24]​ quienes (en opinión del citado) tendrían un importante castro en esta sierra (sitúa aquí a Bergida, rechazando la existencia de una ciudad llamada Vellica, por considerar a esta voz como un etnónimo). Se han encontrado restos de un castro en la vertiente sur de la sierra, cerca de Mata de Hoz [25]​, que González de Riancho identifica con la civitatem antiquam a la que alude la Carta Puebla, y la toponimia (Peña Castrillo y Peña Castillejo) de las alturas inmediatas a este punto parece sugerir que en efecto, existió aquí un antiguo poblado que buscó en las alturas la resistencia a la presión romana.

Los romanos dejaron aquí su huella en la strata via, o calzada que atravesaba el Collado de Somahoz y comunicaba Herrera de Pisuerga con San Vicente de la Barquera [26]​. La villa romana excavada en Camesa Rebolledo, bien pudiera ser una mansio de esta calzada. Como se verá más adelante, en este paso de montaña se desarrolló un episodio fundamental de la historia de España. De la presencia visigoda, sólo se han encontrado unos restos hallados en la cueva de Suano (un broche de cinturón, una cucharita de bronce, una cacilla de bronce, y una patena).[27]

Archivo:Libro de la monteria title page.jpg
El Libro de la Montería del rey Alfonso X dice de esta sierra que es abundante en oso.

El sometimiento de la antigua Cantabria fue llevado a cabo por Leovigildo, según refiere el padre Berganza citando la Crónica albeldense, donde señala a esta sierra como el nacimiento del Ebro y patria de los cántabros [28]​:

Leovigildus Rex Cantabriam ingressus pro invasores interficit, Amayam occupat, opes eorum pervadit, et provinciam in suam revocat ditionem, Cantabria sita est in monte Iggero, iuxta fons Iberi.

Otros autores transcriben el monte como Iggeto, identificándolo con el Monte Hijedo, aunque esta zona se encuentra a más de 30 kilómetros de las fuentes del Ebro

No parece -o no se tiene constancia- de que llegase aquí la dominación musulmana, y los valles debieron quedar despoblados, al buscar los cristianos el amparo del Escudo de Cabuérniga:

"Entre los godos que no perecieron por la espada o de hambre, la mayoría se refugió en esta patria de los asturianos."

Lo que sí ha quedado constatado es que por el Collado de Somahoz pasaron los primeros repobladores de Castilla, los foramontanos, como queda referido en el Fuero de Brañosera, otorgado por Munio Núñez en el siglo IX.

Tras su llegada a España en 1517 procedente de Flandes, el emperador Carlos V atravesó esta sierra, y volvió a hacerlo en 1522, pernoctando en Brañosera cuando volvía de su viaje a Alemania e Inglaterra [29]

Mucho más tarde, y durante la Guerra Civil, en la sierra de Hijar se estableció el frente denominado sector alpino, fortificado con pequeños baluartes, casamatas y trincheras por el ejército republicano. En agosto de 1937 comienza la batalla de Santander, con la ofensiva de la 1ª Brigada de Navarra, que rompe el frente por los portillos de Sel de la Fuente, Somahoz y Suano, embolsando a 6.000 soldados republicanos[30]

Economía

Pareja de vacas tudancas uncidas al carro. Estos animales han sido durante muchísimo tiempo, la principal fuente de ingresos para los campurrianos, pues de él obtenían fuerza motriz, carne y leche.
Estación invernal de Alto Campoo.
Trajes típicos campurrianos.

La principal actividad económica desarrollada en esta sierra tradicionalmente ha sido la explotación de sus pastos para la ganadería, y de sus bosques para la obtención de madera. El aprovechamiento de los ricos pastos ha sido motivo de disputa entre los vecinos de las diferentes localidades serranas. Hay documentación del siglo XIV en la que queda registrado este pleito en la vertiente S, entre los vecinos del Valle de los Redondos y Brañosera, y que es conocido como La Mojonera[31]​, y que en la actualidad es rememorado con una popular romería. Los pastos han sido aprovechados mayoritariamente por ganado vacuno y caballar, sujeto a una trashumancia parcial. Estos montes han sido también lugar de destino tradicional para las borregas, o los rebaños de ovejas procedentes de Extremadura y otras regiones meridionales, que con la trashumancia venían a buscar los frescos pastos estivales.

La vertiente sur ha sido explotada por la industria minera de extracción carbonífera desde que el párroco de Salcedillo encontró carbón cerca de Barruelo de Santullánen 1.830. Fue esta zona de Barruelo,ya en el extremo sur de las estribaciones de Híjar, la que más rendimiento sacó, y la última en cerrar; el pozo hullero de Peragido, estuvo activo hasta 2005, y el pozo María del Carmen, cerca de Santa María de Redondo, estuvo extrayendo antracita hasta el año 2.004. Las minas hulleras de Barruelo han sido consideradas como las más peligrosas de España, [32]​ circunstancia que unida a la dificultad y altos costes de extracción, explica el declive de este sector industrial. Hay que mencionar por último, el grave impacto ambiental que producen estas explotaciones, contaminando ríos y acuíferos [33]​.

En las estribaciones palentinas de esta sierra se ha desarrollado desde finales del siglo XX una importante industria de obtención eléctrica mediante aerogeneradores. En el año 2.010 ya había 30 molinos que generaban 20 megavatios. Pero estas instalaciones son un fuerte impacto medioambiental en una zona de incalculable valor paisajístico y con una biodiversidad tan sensible a la alteración del medio que producen estos artefactos.[34]

Las fiestas tradicionales de los pueblos congregan a una multitud de visitantes de toda España. Entre ellas, las más populares son la de los Campanos (Abiada, el primer domingo de septiembre, en la que se celebra la bajada del ganado desde los puertos de verano, y la de la Virgen de Labra, en Naveda, patrona de la Hermandad de Campoo de Suso.

Desde mediados del siglo XX la industria turística y hotelera se ha desarrollado notablemente, siendo uno de sus máximos exponentes la red de albergues rurales de las poblaciones serranas, así como la estación invernal de Alto Campoo. Esta industria ha crecido junto al incremento de demanda de servicios para el ocio y el deporte, especialmente para el montañismo en todas sus modalidades.

Accesos y distancias

El punto de internamiento a esta sierra más frecuentado está en Alto Campoo, a donde se puede llegar por la carretera CA-183 que sale de Reinosa, a 23 kilómetros de distancia. En la vertiente palentina, la mejor aproximación puede hacerse desde el Golobar, a donde se llega por una pista de 6 kilómetros que parte de la carretera CL-810 a 2 kilómetros de Brañosera. Brañosera está a 80 kilómetros por carretera de Santander, a 115 de Palencia, a 190 de Bilbao, a 362 de Madrid, a 735 de Barcelona, y a 780 de Sevilla.

Reinosa está a 64 kilómetros por carretera de Santander, a 125 de Palencia, a 165 de Bilbao, a 380 de Madrid, a 753 de Barcelona, y a 760 de Sevilla.

La estación de ferrocarril más cercana es la de Reinosa, y el aeropuerto, el de Santander

Referencias

  1. a b Manuel de Terán. Geografía de la Península Ibérica,edición 1ª. Barcelona, 1949 Montaner y Simón
  2. Hernández Pacheco, Francisco (1934). Fisiografía, geología y glaciarismo cuaternario de las montañas de Reinosa. Memorias de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid. Tomo X. pg. 44: Real Academia de CienciasExactas, Físicas y Naturales de Madrid. p. 220. 
  3. Instituto Geográfico Nacional de España (2008). «Temario básico y bibliografía recomendada para la preparación de la Oposición al Cuerpo de Ingenieros Geógrafos.Conocimientos avanzados en Geografía y Cartografía». Consultado el 30 - 8 - 2012. 
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  5. Zubieta Irún, José Luis (2009). Geografía histórica de la Diócesis de Santander. Ed. Universidad de Cantabria. p. 43. ISBN 9788481025231. 
  6. de Berganza y Arce, Francisco (1721). Francisco del Hierro, ed. Antiguedades de España, propugnadas en las noticias de sus reyes, en la Coronica del Real Monasterio de San Pedro de Cardeña, en Historias, cronicones, y otros instrumentos manuscritos, que hasta aora no han visto la luz publica. Madrid. p. 554 |página= y |páginas= redundantes (ayuda). 
  7. Hernández Pacheco, Francisco (1934). Fisiografía, geología y glaciarismo cuaternario de las montañas de Reinosa. Memorias de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid. Tomo X. pg. 21: Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de Madrid. p. 220. 
  8. Aydillo San Martín, Julián (2006). Pueblos y Apellidos de España: Diccionario Etimológico. Alicante: Club Universitario. p. 153 |página= y |páginas= redundantes (ayuda). ISBN 9788484544869. 
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  10. Real Academia Española. «Diccionario de la lengua española». Consultado el 7 de septiembre de 2012. 
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  12. Walker, Robin (2003). Walking in the Cordillera Cantábrica. Cicerone Press Lmited. p. 319. ISBN 978-1-85284-363-2. 
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