Protésico dental

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Protésico dental posando.

El Protésico dental, es el profesional sanitario encargado de diseñar, elaborar y fabricar las prótesis dentales, así como los aparatos de ortodoncia removible, las férulas dentales, las cubetas de impresión individuales, y otros. Del mismo modo que elabora, también se encargará de reparar lo anteriormente citado en caso de rotura o desgaste por el paso del tiempo.[1]

Sanidad y arte

El profesional, no solo es un sanitario, sino que además puede considerarse un artesano e incluso un artista, por ello, para desempeñar la profesión no se requieren únicamente conocimientos técnicos y sanitarios (conocimiento de las propiedades químicas y físicas de los materiales que usa, conocimiento de técnicas de trabajo y uso de maquinaria e instrumental, conocimiento de anatomía oral e incluso facial, etc.) ya que además, el protésico dental precisa ser habilidoso con sus manos, y necesita perfeccionarse como profesional mientras desempeña su labor con el paso del tiempo, para adquirir una requerida experiencia. Cada caso clínico requiere una prótesis o dispositivo determinado, y cada dispositivo que fabrica el protésico dental es una obra única y personalizada, que ha de cumplir todos los requisitos necesarios, tanto funcionales como estéticos.

Protésico dental trabajando con cera.

Especialización

Tras adquirir el título, el protésico dental ha finalizado sus estudios, pero no su formación, puesto que cuando se introduce en el mundo laboral carece de la experiencia necesaria para ejercer correctamente su profesión.

Según el puesto que ocupe el protésico dental, este puede recibir diversos nombres ("ceramista", "resinero", "ortodoncista", etc.) de hecho, debido a la complejidad que ostenta el trabajo a realizar por el protésico dental, por lo general el profesional se especializa en un determinado campo de las prótesis dentales, pues la gama de dispositivos a realizar es muy amplia y sería imposible poder fabricar todos ellos con la misma pericia, ya que además, dominar completamente cualquier técnica puede llegar a requerir incluso años de experiencia.

Por lo general, el primer paso en la profesión es dominar "la escayola", es decir, ocupar el puesto del laboratorio donde se realiza el positivado de las impresiones dentales, recortado de modelos, montaje en articulador, etc., pero el profesional puede llegar a adquirir la capacidad de realizar diversas y dispares funciones en el laboratorio, pudiendo incluso realizar la mayoría de las fases en la elaboración de los distintos dispositivos, ya sean removibles de metal, completas y parciales de resina, dispositivos de ortodoncia, etc., no obstante, como ya es citado anteriormente, el protésico dental precisa de especialización, de hecho asimismo existen multitud de laboratorios dentales específicos para un único y determinado tipo de prótesis.

Para especializarse, el protésico puede incluso realizar cursos adicionales de formación y también masters.

Ceramista montando la cerámica de un puente fijo.

Ceramista

El protésico dental ceramista, es el profesional que se ha especializado en la fase final dentro de la elaboración de prótesis fijas, que consiste en el montaje de cerámica sobre las diferentes estructuras de estas prótesis, ya sean puentes, coronas, prótesis sobre implantes o prótesis con atache. Esta técnica presenta complejidad y precisa de dotes artísticas, tanto es así, que el profesional puede lograr diferentes niveles de perfección desarrollando en mayor o menor medida su creatividad para dar la mayor naturalidad posible a los dientes que modela y crea, por lo que los ceramistas suelen ser profesionales valorados.

Protésico ortodoncista

Muy común es también hacer diferenciación con el protésico que trabaja la ortodoncia removible, pues es normal encontrar profesionales especializados en este campo. La aparatología removible cuenta con multitud de dispositivos diferentes y todos ellos con nomenclaturas y características específicas. El protésico ortodoncista deberá ser ágil con el manejo de los diferentes alicates y la manipulación de los alambres con los mismos, pues deberá de darles diferentes formas con gran precisión.

"Resinero"

El protésico dental que se dedica al montaje de dientes ya sea en prótesis removible de resina o en los esqueléticos, modelando cuellos, cargando la resina, etc., puede o suele ser llamado "resinero" dentro de su profesión. No así, este profesional (como cualquiera especializado en otro campo) puede también realizar otros tipos de dispositivos, o participar en otras fases del proceso de elaboración de otras prótesis dentales.

"Metalero"

Puede o suele llamarse "metalero" al protésico que se encarga de colar los cilindros, es decir, fundir el metal y obtener las estructuras metálicas de las prótesis fijas, así como las de los esqueléticos, siendo éste también quien se encarga de procesar y repasar dicho metal. Este profesional puede ser también el encargado de diseñar los patrones de cera de los esqueléticos, así como las cofias de las coronas y puentes fijos, pero, entre otras cosas, esto depende del profesional y del laboratorio en sí.

Lugar de trabajo

El protésico realiza su trabajo en un laboratorio de prótesis dental, que contará con el equipo y las máquinas necesarias, y que deberá cumplir las exigencias solicitadas desde las administraciones sanitarias. Este profesional podrá montar su propio laboratorio autónomo acorde a la legislación vigente de su país, o bien trabajar como empleado en uno ajeno. Además, el protésico también puede ser propietario o bien empleado de un depósito dental.

Ejemplo de bata blanca.

Uniforme

El protésico dental no tiene un uniforme específico, no obstante, por lo general se usan batas blancas, ya sean de verano o invierno. No así, también suelen usarse filipinas verdes de sanitario. El objetivo es protegerse de cualquier daño que puedan hacer las sustancias químicas a la ropa de calle, así como evitar todo tipo de manchas o estropicios que puedan causarse.

En cuanto al calzado, pueden usarse unos suecos anatómicos, o bien cualquier otro tipo de calzado cómodo que proteja el pie.

Otros complementos son las mascarillas y gafas protectoras.

Formación y título

El hecho es que un protésico dental precisa de una amplia formación, y la realidad es que cada país a lo largo del mundo lo regula de una determinada forma. Por ejemplo en los Estados Unidos, los protésicos dentales son universitarios, de hecho, para convertirse en protésico dental, se requiere primero el título de odontología, y posteriormente 3 años adicionales de formación especializada.[2]​ No así, en algunos países, el protésico dental ni tan siquiera llega a cursar estudios. Donde sí se hace, los contenidos formativos suelen ser similares, anatomía bucodental, patología bucodental, etc., formación específica de las distintas prótesis, materiales, elaboración, diseño, etc.

Anverso y reverso de tarjeta identificativa de protésico dental por la Junta de Andalucía.

Formación y título en España

En España los estudios que cursa el protésico dental constituyen un Ciclo formativo de grado superior de la familia profesional Sanidad, más específicamente, del área profesional Salud bucodental, y otorga el título de Técnico Superior en Prótesis Dentales. El ciclo consta de una duración de 2000 horas repartidas en dos cursos y 11 módulos profesionales.[3]

Contenido formativo

La formación del protésico será tanto teórica como práctica.

Dentro del contenido formativo se presentan unos conocimientos básicos para la anatomía y fisiología bucodental, donde entran los diferentes huesos y músculos del cráneo, las diferentes caras de un diente, distribución de las distintas piezas dentarias en su ubicación correcta, la morfología externa de los diferentes tipos de dientes, reconocimiento en modelos y en placas radiográficas las distintas patologías y malformaciones de la cavidad bucodental determinando posibles maloclusiones y alteraciones morfológicas y agenesias. Anatomía del cráneo y de la cara. Osteología y artrología del cráneo y de la cara. Articulación temporomandibular. Vascularización e inervación bucodental. Músculos de la masticación. Músculos de la cara y de los labios. Morfología dental y morfología eruptiva. Nomenclatura dental. Oclusión dental. Morfología de los tejidos de soporte, etc.

También se formará en las técnicas de organización y de gestión de un laboratorio de prótesis dental.

Y por supuesto, se formará teórica y profundamente en el diseño de prótesis y aparatos de ortodoncia, en todo en cuanto respecta a las prótesis removibles de resina, prótesis parcial removible metálica, prótesis fija, ortodoncia, prótesis mixtas, quirúrgicas e implantosoportadas. En todas las fases de trabajo, así como en los materiales y las propiedades de los mismos, instrumental, maquinaria, etc. La formación teórica será completada con la formación práctica correspondiente.[4]

Marco legal en España

Aunque la profesión de protésico dental cuenta con una dilatada historia, su ejercicio profesional no se regula hasta 1986 con la promulgación de la Ley 10/1986, de 17 de Marzo, sobre Odontólogos, Protésicos e Higienistas dentales y por el Real Decreto 1594/1994, en el que se desarrollan algunos aspectos relacionados con la citada ley.[5][6]

El protésico dental es el único sanitario que puede fabricar prótesis dentales, y para ejercer su profesión tiene que estar debidamente colegiado, además, lógicamente, de estar en posesión del título. El protésico debe colegiarse en el colegio profesional de la comunidad autónoma donde ejerza la profesión.[7]

Además, los protésicos titulados en alguno de los países que han firmado el Tratado Constitutivo de las Comunidades Europeas, es decir, Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Islandia, Italia, Liechtenstein, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal, Reino Unido y Suecia, pueden ejercer su profesión en cualquiera de estos países firmantes, dado que mediante el mismo tratado se reconocen una serie de títulos, certificados y diplomas, como es el caso del de protésico dental, reconocido mediante la Directiva 92/51/CEE para el sector sanitario.[8][9]

En España la profesión de protésico dental está ampliamente regulada y específicamente legislada, contando además con una Ordenanza laboral para laboratorios de Prótesis Dental donde se indica su ámbito de aplicación, organización del trabajo, clasificación del personal, aprendizaje, jornadas, horario, seguridad e higiene, retribuciones, etc...[10]

Riesgos laborales

Los riesgos que corre el protésico dental durante la realización de su trabajo son variados, dependiendo también de la actividad que esté realizando o de qué máquina o instrumento esté utilizando.

En España, la seguridad e higiene en el trabajo, se legisla mediante la ORDEN de 28 de diciembre de 1978 por la que se aprueba la Ordenanza Laboral para el personal que presta sus servicios en los Laboratorios de Prótesis Dental, en el Capitulo X Artículo 45, siendo de obligada aplicación para las empresas, con la participación del comité de seguridad e higiene o representantes sindicales.[10]

Daño en manos

Las manos son quizás el blanco fácil de heridas, arañazos, cortes, golpes, pellizcos y quemaduras, dependiendo de lo que el profesional esté manipulando en cada momento.

Especial atención deberá prestar el protésico cuando use un bisturí, un lecrón, el mechero Bunsen, etc., pero sobre todo, deberá ser extremadamente cuidadoso durante el uso de ciertas máquinas como la recortadora o la segueteadora de muñones, la atención debe ser constante para evitar accidentes de alta gravedad.

Durante el uso del micromotor, con las diferentes fresas y discos, también pueden producirse cortes y heridas más o menos serias.

Muy peligroso puede ser el uso del soplete y el horno para cilindros si la concentración no es la adecuada. El protésico debe usar guantes protectores, evitando así quemaduras.

Daño en ojos

Cuando se trabaja con micromotores, las fresas producen y lanzan partículas del material sobre el que se está trabajando (ya sea metal o resina), por ello es necesario protegerse los ojos con el uso de gafas protectoras que evitan que los ojos, tan sensibles, sufran cualquier daño ya sea mínimo o máximo.

También durante el proceso de colado, siempre que sea manual y con soplete, podemos sufrir daños en la vista, debido a que el metal (al que debemos mirar fijamente) al fundirse desprende una luz demasiado intensa y fuerte. Para protegerse de este hecho, el protésico usa unas gafas especiales con cristales ahumados.

Además, debido a que en ciertas fases de trabajo es necesario fijar la vista durante un periodo de tiempo prolongado, es necesario el uso de flexos, o cualquier foco de luz adecuado para dicho trabajo.

Daño en los pulmones

Durante el calentamiento de los cilindros de revestimiento en el horno, se produce humo y gases que deben ser expulsados por medio de un extractor. Si el sistema de extracción no es el adecuado o tiene fallos, este humo puede ser gravemente perjudicial para los pulmones.

Los laboratorios dentales deben contar con un sistema de aspiración que funcione correctamente en cada puesto de trabajo, ya que durante el uso del micromotor, las fresas, discos, gomas, etc., producen partículas del material sobre el cual se actúa (metal, resina...) siendo perjudiciales para los pulmones si son respiradas. Por ello también suelen usarse mascarillas protectoras.

Durante el pulido de la resina con piedra pomez, es también aconsejable usar mascarilla.

Algunos productos desinfectantes, los de limpieza, los líquidos de las resinas, etc., también son tóxicos.

Una fuga de los gases combustibles que se usan en los laboratorios, no sólo resultaría tóxico, sino que además podría ser aún más peligroso al provocar explosiones.

Ruido

Ciertas máquinas del laboratorio (recortadora, compresor, sistema de aspiración, micromotores, etc.) producen ruidos molestos de mayor o menor intensidad, y estar sometidos a ellos durante un periodo de tiempo prolongado puede producir estrés o migraña

Riesgo de incendio

En lugares donde se usa el fuego o hay hornos y diferentes máquinas, el riesgo de incendio es un hecho que debe tenerse en cuenta. Es el caso de los laboratorios de prótesis dentales, por ello, entre otras cosas, estos laboratorios deben estar equipados de extintores correctamente señalizados.

Ergonomía de trabajo

Lo primero que debe buscarse en cualquier puesto de trabajo es un diseño ergonómico, básicamente para lograr satisfacción y seguridad en el trabajo, además de optimizar el rendimiento del trabajador.

El protésico dental desempeña un trabajo muy manual, por lo que deberá encontrar sus posturas de trabajo, siempre cómodas y saludables.

Los aspectos a tener en cuenta para un protésico van, desde posicionar adecuadamente la silla conrespecto a la mesa (altura, proximidad...), coger o sujetar adecuadamente cada instrumento que usa, hasta buscar puntos de apoyo en brazos y manos, todo para lograr un buen pulso, siempre en posición relajada.

Trabajar sin puntos de apoyo es un error que nunca se debe cometer. En ocasiones, las dos manos interactúan, y los dedos de una con la otra entran en contacto mientras se realiza un determinado trabajo; todos estos aspectos ergonómicos del protésico son claves, pues constituyen la forma correcta de trabajo.

Véase también

Referencias

Enlaces externos