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Diferencia entre revisiones de «Octave Uzanne»

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{{caja de cita|alineación=izquierda|<!-- Parmi tous ces bijoux de l'ornementation féminine, l'Éventail devait la priorité, car, au pays de la grâce et de l'esprit, il brille encore au premiere rang. -->Entre las joyas de ornamentación femenina, el [[abanico]] es la prioridad, porque, en la tierra de gracia y espíritu, todavía brilla en la primera fila.|Octave Uzanne ({{harvnb|Hiner|2011|p=145}}). }} Su próximo libro, ''L'ombrelle, le gant, le Manchón'' (1883), también fue ilustrado en estilo rococó por Paul Avril.{{harvnp|Silverman|2004|p=262}} El tono de Uzanne continuó siendo broma erótica. «¡El [[manguito (ropa)|manguito]]! —exclamó— Solo con mencionar su nombre se nos viene en mente algo adorable, suave y voluptuoso». Lamentablemente nunca escribió su prometedor libro sobre [[zapato]]s y [[medias]], aunque más tarde publicó ''Les ornements de la femme'' (1892), que reproducía en un solo volumen los textos combinados de ''L'Éventail'' y ''L'ombrelle, le gant, le Manchón'' (ambos fueron traducidos al inglés y publicados en Londres).{{harvnp|Silverman|2008|p=43}}{{harvnp|Silverman|2008|p=261}} Su ''Monument esthématique du XIX<sup>e</sup> siècle: Les Modes de Paris'', publicada en 1898, fue traducida como ''Fashions in Paris'', ya que —de acuerdo con la reseña en el ''New York Times''— suponía «[...] la obra más completa y exhaustiva sobre el tema de las modas francesas que haya aparecido».{{harvnp|NYTimes|10.1898|texto=''The New York Times'', 22.10.1898}} Sin embargo quería volver a instaurar la cultura íntima y femenina del [[rococó]] —porque era un devoto seguidor del neorococó, que en el transcurso de su vida cambió por el Modernismo{{harvnp|Silverman|2004|p=243}}—,{{refn|group=lower-alpha|Buscaba mentores que también fueran bibliófilos como él, no unos eruditos (''érudits'') como sus compañeros del Arsenal, sino quienes abanderaban una curiosa mezcla de modernismo y reacción: los [[hermanos Goncourt]].{{harvnp|Silverman|2004|p=243}}{{harvnp|Silverman|2004|p=254}} }} ya que criticó la «severa forma de vestir» de la ''femme nouvelle''.{{harvnp|Silverman|1992|p=70}}
{{caja de cita|alineación=izquierda|<!-- Parmi tous ces bijoux de l'ornementation féminine, l'Éventail devait la priorité, car, au pays de la grâce et de l'esprit, il brille encore au premiere rang. -->Entre las joyas de ornamentación femenina, el [[abanico]] es la prioridad, porque, en la tierra de gracia y espíritu, todavía brilla en la primera fila.|Octave Uzanne ({{harvnb|Hiner|2011|p=145}}). }} Su próximo libro, ''L'ombrelle, le gant, le Manchón'' (1883), también fue ilustrado en estilo rococó por Paul Avril.{{harvnp|Silverman|2004|p=262}} El tono de Uzanne continuó siendo broma erótica. «¡El [[manguito (ropa)|manguito]]! —exclamó— Solo con mencionar su nombre se nos viene en mente algo adorable, suave y voluptuoso». Lamentablemente nunca escribió su prometedor libro sobre [[zapato]]s y [[medias]], aunque más tarde publicó ''Les ornements de la femme'' (1892), que reproducía en un solo volumen los textos combinados de ''L'Éventail'' y ''L'ombrelle, le gant, le Manchón'' (ambos fueron traducidos al inglés y publicados en Londres).{{harvnp|Silverman|2008|p=43}}{{harvnp|Silverman|2008|p=261}} Su ''Monument esthématique du XIX<sup>e</sup> siècle: Les Modes de Paris'', publicada en 1898, fue traducida como ''Fashions in Paris'', ya que —de acuerdo con la reseña en el ''New York Times''— suponía «[...] la obra más completa y exhaustiva sobre el tema de las modas francesas que haya aparecido».{{harvnp|NYTimes|10.1898|texto=''The New York Times'', 22.10.1898}} Sin embargo quería volver a instaurar la cultura íntima y femenina del [[rococó]] —porque era un devoto seguidor del neorococó, que en el transcurso de su vida cambió por el Modernismo{{harvnp|Silverman|2004|p=243}}—,{{refn|group=lower-alpha|Buscaba mentores que también fueran bibliófilos como él, no unos eruditos (''érudits'') como sus compañeros del Arsenal, sino quienes abanderaban una curiosa mezcla de modernismo y reacción: los [[hermanos Goncourt]].{{harvnp|Silverman|2004|p=243}}{{harvnp|Silverman|2004|p=254}} }} ya que criticó la «severa forma de vestir» de la ''femme nouvelle''.{{harvnp|Silverman|1992|p=70}}


Con ''La Française du siècle'' (1886), una serie de cuatro volúmenes, se enfocó en la Francia de principios del siglo {{versalita|xviii}}, antes de la [[Revolución francesa]];<ref name="Drusta">{{cita web|idioma=en|nombre=Emily|apellidos=Drumsta|título=Les Coquettes et leurs toilettes: Octave Uzanne's Discourse on Femininity and the "Death of Politeness" in Nineteenth Century Paris|url=http://library.brown.edu/cds/paris/Drumsta.html|editorial=[[Universidad Brown]]|ubicación=[[Providence (Rhode Island)|Providence]]}}</ref> se basó en una serie de memorias de la época para pintar una imagen dramática de los hechos.<ref name="Drusta" />{{harvnp|Tiersten|2001|p=20}} Por ejemplo, en el capítulo sobre la última etapa de la Revolución francesa, conocida como el [[Directorio (Francia)|Directorio]], incluyó descripciones de acontecimientos tales como el ''bal des victimes'' («bal de las víctimas»); los bals eran fiestas bailables formales donde asistían únicamente personas que tenían al menos un pariente que había sido [[guillotina]]do durante el reinado del [[El Terror|Terror]]. Las mujeres se cortaban el cabello, como si también iban a ser guillotinadas; algunas incluso llevaban una cinta roja alrededor del cuello.<ref name="Drusta" />
Con ''La Française du siècle'' (1886), una serie de cuatro volúmenes, se enfocó en la Francia de principios del siglo {{versalita|xviii}}, antes de la [[Revolución francesa]];<ref name="Drusta">{{cita web|idioma=en|nombre=Emily|apellidos=Drumsta|título=Les Coquettes et leurs toilettes: Octave Uzanne's Discourse on Femininity and the "Death of Politeness" in Nineteenth Century Paris|url=http://library.brown.edu/cds/paris/Drumsta.html|editorial=[[Universidad Brown]]|ubicación=[[Providence (Rhode Island)|Providence]]}}</ref> se basó en una serie de memorias de la época para pintar una imagen dramática de los hechos.<ref name="Drusta" />{{harvnp|Tiersten|2001|p=20}} Por ejemplo, en el capítulo sobre la última etapa de la Revolución francesa, conocida como el [[Directorio (Francia)|Directorio]], incluyó descripciones de acontecimientos tales como el ''bal des victimes'' («bal de las víctimas»).{{ refn|group=lower-alpha|Los bals eran fiestas bailables formales donde asistían únicamente personas que tenían al menos un pariente que había sido [[guillotina]]do durante el reinado del [[El Terror|Terror]].}} Escribió que las mujeres se cortaban el cabello, como si también iban a ser guillotinadas; algunas incluso llevaban una cinta roja alrededor del cuello.<ref name="Drusta" />


=== Últimos años ===
=== Últimos años ===

Revisión del 04:18 13 may 2015

Octave Uzanne

Retrato de 1894 por A. Brauer para el Album Mariani.[1]
Información personal
Nacimiento 14 de septiembre de 1851 Ver y modificar los datos en Wikidata
Auxerre (Francia) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 31 de octubre de 1931 Ver y modificar los datos en Wikidata (80 años)
Saint-Cloud (Francia) Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Crematorio y columbario del Père-Lachaise Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Francesa
Lengua materna Francés Ver y modificar los datos en Wikidata
Educación
Educado en Lycée Jacques-Amyot d'Auxerre Ver y modificar los datos en Wikidata
Información profesional
Ocupación Escritor, editor y periodista
Años activo Siglo XIX y siglo XX
Seudónimo Jehan Du Guet, Louis de Villotte y La Cagoule Ver y modificar los datos en Wikidata
Lengua literaria Francés
Obras notables Contes pour les bibliophiles
La Femme à Paris
Sitio web
Distinciones
  • Premio Sobrier-Arnould (1913) Ver y modificar los datos en Wikidata
Firma

Louis Octave Uzanne (Auxerre, 14 de septiembre de 1851 – Saint-Cloud, 21 de octubre de 1931),[2]​ conocido simplemente como Octave Uzanne, fue un periodista, editor y escritor francés de no ficción.[2][3]

Destacó por sus investigaciones bibliográficas en torno a los autores del siglo xviii.[a]​ Fundó la Societé des Bibliophiles Contemporaines, de la que fue presidente.[5]​ Su labor investigadora se materializó en una considerable producción literaria y en una permanente colaboración en periódicos como L'Écho[6]​ y Le Figaro[7]​ de París; parte de ese material, en la actualidad abandonado, ayudó a provocar la discusión de la moda y la feminidad en el fin-de-siècle francés.[8]

Biografía

Hijo de una familia burguesa, nació en Auxerre y fue enviado a París luego de la muerte de su padre.[9]​ Aunque sus estudios clásicos comenzaron en su pueblo natal, en su traslado a París entró al Collège Rollin de París, un internado para los hijos de la clase alta francesa,[9][2][b]​ pero durante la guerra franco-prusiana de 1870-1871 se incorporó a una escuela en Richmond (Inglaterra).[10]​ Dejó inconclusos sus estudios en Jurisprudencia, ya que abandonó esta carrera cuando obtuvo una herencia en 1872 (esto le permitió costear sus intereses literarios).[9]

El bibliófilo y periodista

Se convirtió en un asiduo visitante de la Biblioteca del Arsenal, donde formó parte de un grupo de seguidores del exbibliotecario Charles Nodier, junto con el periodista Charles Monselet, el escritor Loredan Larchey, y el bibliófilo Paul Lacroix (el curador de manuscrito del Arsenal).[11]​ También se unió a la Société des Amis des Livres (Sociedad de Amigos de los Libro), la primera asociación francesa de bibliófilos.[12]

Retrato de Uzanne por Félix Vallotton (1892).[13]

Después de abandonar la Société des Amis des Livres, que consideraba como demasiado conservadora y muy preocupada con la reedición de las obras antiguas, comenzó dos nuevas sociedades bibliográficas, la Societé des Bibliophiles Contemporaines (Sociedad de Bibliófilos Contemporáneos, 1889-1894) y la Societé des Bibliophiles Indépendants (Sociedad de Bibliófilos Independientes, 1896-1901).[2]​ La primera consistió de 160 personas, entre ellas los escritores Jules Claretie y Jean Richepin, los artistas Albert Robida y Paul Avril, y el periodista y crítico Francisque Sarcey.[12]​ Uzanne también editó dos revistas, Conseiller du bibliophile (1876-1877)[2]​ y Les Miscellanées Bibliographiques (1878-1880),[2]​ y luego administró dos publicaciones bibliófilas consecutivas: Le Livre: Bibliographie Moderne (1880–1889), Le Livre Moderne: Revue du Monde Littéraire et des Bibliophiles Contemporaines (1890–1891), y L'Art et l'Idée: Revue Contemporaine du Dilettantisme Littéraire et de la Curiosité (1892–1893).[14][15]​ A principios de la década de 1890, fue considerado como «[...] la mejor autoridad que los amantes del libro conocen sobre temas especialmente interesantes para los amantes de los libros».[16]

A diferencia de los bibliófilos comunes de su tiempo, estaba más interesado en la creación de nuevas obras bibliófilas de lujo[c]​ y colaborando estrechamente con las imprentas, encuadernadores, tipógrafos y artistas (especialmente los simbolistas y artistas del temprano Modernismo[18]​).[d]​ Uno de los principales artistas que colaboraron con Uzanne fue el belga Félicien Rops, quien ilustró algunos de sus libros y diseñó la portada de Le Livre Moderne, y quien llamó a Uzanne «el sueño del bibliófilo».[20]​ La calidad de los libros de Uzanne fue comentada en el New York Times en una revisión de su trabajo La Femme à Paris (1894): «El libro es un logro sumamente artístico en un sentido tipográfico [...] Este elemento artístico y el estilo de la autor [...] elevan la obra de su esfera de utilidad hacia el ámbito de la literatura pura. Seguirá siendo útil un siglo a partir de ahora a los estudiantes de nuestra civilización».[21][e]

Su colección de libros bibliófilos contemporáneos fue vendida en 1894 por Hôtel Drouot. Contenía algunos de los mejores ejemplos de finales de encuadernación francesa del siglo xix,[5]​ por encuadernadores como Charles Meunier, Lucien Magnin, Pétrus Ruban, Camille Martin, René Wiener y Victor Prouvé.[12][f]

También fue muy conocido en los círculos literarios de su época, como lo demuestra este poema del Vers de circonstance para Stéphane Mallarmé de principios de 1920:

Non comme pour étinceler

Aux immortels dos de basane

Tard avec mon laisser-aller

je vous salue, Octave Uzanne
No es como para resaltar

Volver a la piel de oveja inmortal

Más tarde por mi descuido

saludo a usted, Octave Uzanne
Octave Uzanne (Zwerling Sugano, 1992, p. 246).
Uzanne está interesado en todo, pero para entrar en materia, uno se da cuenta de que el arte es lo que domina sus diversas preocupaciones. Me acomodó los libros del cuarto de estudio, como el baño de una mujer. El libro y la mujer, se trataba de los primeros amantes de Uzanne, y yo no creo que él los haya repudiado porque la biblioteca siempre está llena de libros valiosos y raros, y el primer libro que quería editar y repetir para el público en general era, precisamente, una monografía de la Parisienne. [...][g]​ Uno pensaría en Sebastien Mercier y Restif de la Bretonne, y no es nada malo. Es entre estos dos grandes observadores de los modales franceses y el corazón humano es que tiene su lugar natural Octave Uzanne.
de Gourmont, 1927, pp. 130, 135.

Como periodista, y empleando en ocasiones el seudónimo de «la Cagoule»,[26]​ escribió para L'Écho de Paris y otros periódicos,[6]​ que incluyeron una colaboración con Édouard Drumont en su periódico antisemita La Libre Parole, y por otras revistas francesas y extranjeras como The Studio,[12][h]Magazine of Art[2]​ y Scribner's Magazine, para el que escribió en 1894 un artículo, “The End of Books”,[29][i]​ una profecía futurista donde argumentaba que los libros quedarían obsoletos con la reciente invención del fonógrafo,[30][31]​ y las predicciones sobre la aparición de la radio y la televisión.[32][j]​ (La actividad bibliófica de Uzanne a principios de la década de 1880 coincidió con el gradual abandono de los métodos manuales de impresión ilustrada y fotomecanizada, para reemplzarlos con la produción en masa.)[34]​ Estaba fascinado por la tecnología moderna y las posibilidades que ofrecía para la reproducción y difusión de palabras, sonidos e imágenes, que no solo puso de manifiesto en este artículo o en su pionera obra en la edición de libros, sino también en un artículo que escribió en 1893 para el diario francés Le Figaro, sobre una entrevista que hizo al presidente de los Estados Unidos Grover Cleveland y al inventor Thomas Alva Edison en la Exposición Universal de Chicago, donde fue testigo del quinetoscopio poco antes de su salida al mercado.[7][k]

Comentarista de moda

Otro de sus intereses fue la moda femenina, sobre la que escribió una serie de libros y artículos —que también llegaron a ser traducidos al inglés—,[36]​ y más concretamente la imagen de la Parisienne, las mujeres de París.[37]​ (Al igual que todos los que habían nacido en el momento de la desastrosa derrota francesa de 1870 ante Prusia, estuvo ansioso de ayudar a revivir el orgullo francés al promocionar una renovación de las artes decorativas.)[38]​ Según Uzanne, las mujeres burguesas casadas no solo debían decorar las paredes de sus casas, sino también cultivar el lujo y el arte en un adorno ignorado por sus predecesoras aristocráticas: sus prendas interiores.[39][l]​ Creía que el apogeo de la cultura erótica en el entretenimiento y la sociedad iba más allá: «Más moral, más burgués», decía.[41]​ Su primer, y quizás el más famoso, libro en el género de moda fue L'Éventail (1882), una encantadora historia ilustrada sobre los abanicos.[42]​ Admitió que su libro «no es de ninguna manera una obra de la poderosa sabiduría y erudición», sino simplemente la primera de una serie proyectada de «pequeños libros para el tocador».[43]​ Ignorando totalmente el uso del abanico por los hombres de Asia del Este, prefierió verlo como el accesorio femenino por excelencia, «el cetro de una mujer hermosa».[43]

Entre las joyas de ornamentación femenina, el abanico es la prioridad, porque, en la tierra de gracia y espíritu, todavía brilla en la primera fila.
—Octave Uzanne (Hiner, 2011, p. 145).

Su próximo libro, L'ombrelle, le gant, le Manchón (1883), también fue ilustrado en estilo rococó por Paul Avril.[42]​ El tono de Uzanne continuó siendo broma erótica. «¡El manguito! —exclamó— Solo con mencionar su nombre se nos viene en mente algo adorable, suave y voluptuoso». Lamentablemente nunca escribió su prometedor libro sobre zapatos y medias, aunque más tarde publicó Les ornements de la femme (1892), que reproducía en un solo volumen los textos combinados de L'Éventail y L'ombrelle, le gant, le Manchón (ambos fueron traducidos al inglés y publicados en Londres).[44][43]​ Su Monument esthématique du XIXe siècle: Les Modes de Paris, publicada en 1898, fue traducida como Fashions in Paris, ya que —de acuerdo con la reseña en el New York Times— suponía «[...] la obra más completa y exhaustiva sobre el tema de las modas francesas que haya aparecido».[45]​ Sin embargo quería volver a instaurar la cultura íntima y femenina del rococó —porque era un devoto seguidor del neorococó, que en el transcurso de su vida cambió por el Modernismo[4]​—,[m]​ ya que criticó la «severa forma de vestir» de la femme nouvelle.[22]

Con La Française du siècle (1886), una serie de cuatro volúmenes, se enfocó en la Francia de principios del siglo xviii, antes de la Revolución francesa;[47]​ se basó en una serie de memorias de la época para pintar una imagen dramática de los hechos.[47][48]​ Por ejemplo, en el capítulo sobre la última etapa de la Revolución francesa, conocida como el Directorio, incluyó descripciones de acontecimientos tales como el bal des victimes («bal de las víctimas»).[n]​ Escribió que las mujeres se cortaban el cabello, como si también iban a ser guillotinadas; algunas incluso llevaban una cinta roja alrededor del cuello.[47]

Últimos años

La vida teatral y nocturna de Francia también fue parte de sus críticas: poco antes de la Primera Guerra Mundial, escribió que «el público estaba acostumbrado a la vida irregular de una actriz ... y que cada espectador se daba el placer de imaginar un posible enlace con una de las reinas de las candilejas».[49]​ Su producción literaria a principios del siglo xx se redujo a las publicaciones pequeñas y ediciones baratas de sus libros;[50][42]​ por ejemplo, su libro L'art et les artifices de la beauté (1902) solo contenía ilustraciones en blanco y negro.

Nunca se casó, porque dedicó su vida al celibato, así como los poetas de la Antigüedad «exaltaban la ambrosía sin probar».[51]​ Falleció en Saint-Cloud, el 21 de octubre de 1931,[10]​ en su apartamento, rodeado de libros y escritos sin terminar, donde sus fieles seguidores «escuchaban a Octave Uzanne revolver las cenizas calientes del pasado todavía amaba».[52]​ Sus restos fueron incinerados en el crematorio y cementerio del Père-Lachaise.[53]

Obras

Portada de L'éventail (1882), escrito por Uzanne con ilustración de Paul Avril.
Portadilla de The Mirror of the World, edición inglesa.
  • 1875–1878: Poètes de ruelles au XVIIe siècle, 4 volúmenes editados por Uzanne, impresos por Damase Jouast: seguidos de Les Petits Conteurs du XVIIIe siècle, 12 volúmenes editados por Uzanne, y Documents sur les Moeurs du XVIIIe siècle, 4 volúmenes editados por Uzanne
  • 1878: Les Caprices d'un bibliophile, publicados por Édouard Rouveyre
  • 1879: Le bric-à-brac de l'amour, ilustrados por Adolphe Lalauze, con prólogo de Jules Amédée Barbey d'Aurevilly, publicados por Édouard Rouveyre
  • 1880: Le Calendrier de Vénus
  • 1881: Les Surprises du coeur, ilustrados por Paul Avril, publicados por Édouard Rouveyre
  • 1882: L'éventail: ilustrado por Paul Avril, publicado por Quantin; publicado en inglés como The Fan, traducido por John C. Nimmo en 1884
  • 1882: Les Surprises du Coeur
  • 1883: L'Ombrelle – Le Gant – Le Manchon, ilustrado por Paul Avril, publicado por Quantin; publicado en inglés como The sunshade, muff, and glove, traducido por John C. Nimmo en Londres en 1883
  • 1885: Son Altesse la Femme, publicado en París
  • 1886: La Française du siècle: modes, moeurs, usages, ilustrado por Albert Lynch, publicado por Quantin, republicado en 1893: publicado en inglés como The Frenchwoman of the Century, John C. Nimmo, Londres; también publicado por Routledge en 1887
  • 1886: Nos amis les livres. Causeries sur la littérature curieuse et la librairie, publicado por Quantin
  • 1887: La Reliure moderne artistique et fantaisiste
  • 1888: Les Zigzags d'un curieux. Causeries sur l'art des livres et la littérature d'art, publicado por Quantin
  • 1888: Le Miroir du Monde: notes et sensations de la vie pittoresque, ilustrado por Paul Avril, publicado por Quantin; publicado en inglés como The Mirror of the World, traducido por John C. Nimmo en 1889
  • 1890: Le Paroissien du Célibataire
  • 1892: la Femme et la mode
  • 1892: Les ornements de la femme: edición combinada de L'éventail y L'ombrelle – le gant – le manchon, publicado en París por Quantin
  • 1893: Vingt jours dans le Nouveau Monde, publicado por May et Motteroz
  • 1893: Bouquinistes et bouqineurs: physiologie des quais de Paris, du Pont-Royal au Pont Sully, publicado por May et Motteroz; traducido como The Bookhunter in Paris, por Elliot Stock, 1895
  • 1894: La Femme à Paris – nos contemporaines, ilustrado por Pierre Vidal, con portada de Léon Rudnicki, publicado por Quantin; publicado en inglés en 1894 por Heinemann
  • 1895: Contes pour les bibliophiles, en coautoría con Albert Robida,[54]​ tipografía por George Auriol
  • 1896: Badauderies parisiennes, Les rassemblements, Physiologies de la rue, ilustrado por Félix Vallotton, prefacio por Uzanne, publicado por Uzanne
  • 1896: Dictionnaire bibliosophique, typologique, iconophilesque, bibliopégique et bibliotechnique a l'usage des bibliognostes, des bibliomanes et des bibliophlistins, publicado por Uzanne
  • 1896: Contes de la Vingtième Année. Anthology of Bric à Brac de l'Amour, Calendrier de Vénus, and Surprises du Cæur, publicado por Floury.
  • 1897: La Nouvelle Bibliopolis: voyage d'un novateur au pays des néo-icono-bibliomanes, ilustrado por Félicien Rops, publicado por Floury
  • 1898: L'Art dans la décoration extérieure des livres en France et à l'etranger. Les Couvertures illustrées, les Cartonnages d'Editeurs, la Reliure d'Art, en coautoría con Louis Guingot
  • 1898: Monument esthématique du XIXe siècle: Les Modes de Paris, variations du goût et de l'esthétique de la femme, 1797–1897, ilustrado por François Courboin, publicado por L.-H. May; traducido al inglés como Fashion in Paris por Lady Mary Lloyd, publicado por Heinemann, Londre en 1898: republicado en 1901 en una edición más barata
  • 1900: L'art et les artifices de la beauté (quinta edición en 1902)
  • 1904: The French bookbinders of the eighteenth century, Chicago, Caxton Club, traducido por Mabel McIlvaine.
  • 1908: Drawings by Watteau, Londres, George Newnes
  • 1910: Etudes de sociologie féminine: Parisiennes de ce temps et leurs divers milieux, états et conditions, publicado por Mercure de France; traducido al inglés en 1912 como The Modern Parisienne por Heinemann, Londres, y por G. P. Putnam's Sons, Nueva York; traducido al alemán como Die Pariserin. Studien zur Geschichte der Frau der Gesellschaft der Französischen Galanterie und der Zeitgenössischen Sitten. en 1929 por Paul Aretz, Dresde.
  • 1911: Sottisier des moeurs, publicado por Émile Paul
  • 1912: La Locomotion à travers le temps, les moeurs et l'espace
  • 1914: Instantanés d'Angleterre, publicado por Payot

También contribuyó con artículos, prólogos o comentarios[55]​ en otros libros.

Fuentes consultadas

Notas

  1. Publicó trabajos inéditos, en base a registros biobibliográficos, de muchos autores, como Paradis de Moncrif y Benserade, Caylus y Besenval, el marqués de Sade y Baudelaire.[2][4]
  2. En París empezó a interesarse por la evolución e historia de los manuscritos y libros.[2]
  3. En su Les Zigzags d'un curieux comenta que hay dos clases bien definidas de coleccionistas de libros: uno mira al libro como un artículo de moda y lujo (un objet de mode et de luxe), y otro como una especie de acción de bolsa bursátil (valeur de Bourse), una cotización de mercado, cuyas fluctuaciones están disponibles mientras siga interesado el jugador.[17]
  4. En Caprice d'un Bibliophile (1878) defendía firmemente el simbolismo del coleccionista de libros.[19]
  5. En su obra La Femme à Paris – nos contemporaines indicó que la figura y los adornos femeninos eran esenciales en las artes decorativas francesas, algo que se iba perdiendo a principios del siglo siglo xx.[22]
  6. Las obras personales de Uzanne incluyen estudios bibliográficos, novelas y libros de fantasía, Surprises du Caur (1882).[2]
  7. Posiblemente amaba (o admiraba) a los libros y las mujeres de forma separada, porque no consideraba que las mujeres pudieran ser bibliófilas como él:[23]​ «[...] Pienso que no existe simpatía profunda e íntima entre la mujer y el libro.».[24]​ Tampoco daba la misma importancia a la capacidad intelectural de las mujeres como lo hacía con la belleza de ellas: «[...] La mujer con genio no existe y, cuando lo hace, es un hombre.».[25]
  8. En su reseña en The Studio, revista británica especializada en artes decorativas,[27]​ comenta: «[solo] el estilo decorativo ... puede dar testimonio completo, confiable y constante para una época, una progreso, y un país; esa es la razón por la que concedemos tanta importancia a la misma.».[28]
  9. Mandó a imprimir 100 copias en francés de su artículo, el cual estaba inspirado en un manuscrito descubierto en Londres tras una charla que tuvo con Victor Hugo en Guernsey; sin enbargo, tuvo que detener la impresión a solicitud de los representantes de Hugo. En su revista, L'Art et l'Idée, confesó que se había equivocado en la escritura a mano del manuscrito, la cual atribuyó a François Victor Hugo (el cuarto hijo de Victor Hugo) y los interlineados a otra persona —que suponía era del puño del propio Victor Hugo—. Se supo que la publicación fue escrita en 1852 por Adèle Hugo (quinta y última hija de Victor Hugo), entonces una niña, y los interlineados fueron hechos por Auguste Vacquerie. Afirmó que los expertos más astutos fueron engañados al igual que él, y, por lo tanto, añadió otro elemento al interminable catálogo de errores de los expertos.[14]
  10. El coste de la producción siempre ha preocupado a los editores de publicaciones, por lo que han tomado medidas para no aceptar aquellos manuscritos irrelevantes. Uzanne hizo críticas al sistema editorial de su país.[33]
  11. Como crítico de arte, hizo varias reseñas sobre aguafuertes, como en una crítica al pintor e ilustrador francés Félix Buhot (1847-1898): «Buhot es un visionario obsesionado con el pintoresquismo de la vida moderna; nervioso en exceso, y torturado por una multitud de impresiones fugaces e ideas extrañas, sufría de una cruel incapacidad para reproducirlos a su antojo. [...]».[35]
  12. Algunos historiadores han sugerido que la ostentosa filantropía del siglo xix fue precursora del consumo. En estas actividades sobresalieron mujeres involucradas que salía del ámbito doméstico hacia la ciudad moderna, por lo que Uzanne señalaba en La Femme à Paris que el uso de las grand magasin (compras por catálogo) debían ser moderadas.[40]
  13. Buscaba mentores que también fueran bibliófilos como él, no unos eruditos (érudits) como sus compañeros del Arsenal, sino quienes abanderaban una curiosa mezcla de modernismo y reacción: los hermanos Goncourt.[4][46]
  14. Los bals eran fiestas bailables formales donde asistían únicamente personas que tenían al menos un pariente que había sido guillotinado durante el reinado del Terror.

Referencias

  1. Silverman, 2004, p. 246.
  2. a b c d e f g h i j Curinier, 1914, pp. 66-67.
  3. Silverman, 2004, p. 239.
  4. a b c Silverman, 2004, p. 243.
  5. a b The New York Times, 23.4.1893.
  6. a b Silverman, 2004, p. 240.
  7. a b Convents, 2000, p. 39.
  8. Silverman, 2004, pp. 248, 249.
  9. a b c Silverman, 2004, p. 242.
  10. a b Juhel, 2004, p. 350
  11. Silverman, 2004, pp. 242-243.
  12. a b c d Silverman, 2008, p. 45
  13. Silverman, 2004, p. 271.
  14. a b The New York Times, 16.1.1893.
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Bibliografía

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