Chamaeleonidae

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Camaleones

Camaleón de Jackson (Chamaeleo jacksonii)
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Sauropsida
Orden: Squamata
Suborden: Lacertilia
Infraorden: Iguania
Familia: Chamaeleonidae
Gray, 1825
Géneros

Los camaleones son una familia de pequeños saurópsidos (reptiles) escamosos. Existen cerca de 161 especies de camaleones, la mayor parte de ellas en África al sur del Sáhara. En América se llama a menudo camaleones a lagartos de la familia de los anoles, que no guardan ningún parentesco especial con los verdaderos camaleones.

Son famosos por su habilidad de cambiar de color según las circunstancias, por su lengua rápida y alargada, y por sus ojos, que pueden ser movidos independientemente el uno del otro.

El grupo es bastante antiguo, ya que se conocen fósiles de camaleón procedentes del Paleoceno. La familia está emparentada con la de los agámidos.

Clasificación

Familia Chamaeleonidae

Etimología

El término «camaleón» deriva del latín chamaeleo, préstamo del griego χαμαιλέων (khamailéōn), a su vez compuesto de χαμαί (khamaí) «en tierra» y λέων (léōn) «león». La palabra griega es un calco del acadio nēš qaqqari, «león terrestre».[1]

Características físicas

Furcifer pardalis

Los camaleones varían grandemente en tamaño, desde los pequeños camaleones de la familia Brookesia los cuales tienen desde 2,9 cm de largo Brookesia micra hasta los grandes de 80 cm Calumna parsonii. La especie más pequeña vive en la isla de Nosy-bé en Madagascar es Brookesia minima y en su fase adulta difícilmente supera el centímetro y medio. Muchos de ellos tienen adornos en la cabeza o en la cara como protuberancias nasales e incluso cuernos como en el caso de Chamaeleo jacksonii o largas crestas en la parte superior de la cabeza como Chamaeleo calyptratus. Muchas especies presentan dimorfismo sexual y los machos suelen estar más adornados que sus pares femeninas.

Las características principales que son compartidas por toda la familia son la estructura de sus patas, los ojos, la falta de oído y la lengua. Aunque no tengan oído externo son capaces de detectar vibraciones y sonidos de baja frecuencia, de unos 200Hz.

La familia tiene cada pata dividida en dos "dedos" principales con un suave recubrimiento al centro. Estos dedos están equipados con fuertes garras que le dan tracción para trepar en troncos y ramas. Algo interesante en los camaleones es que ellos tienen dos garras en la parte exterior y tres en la parte interior en las patas delanteras. En cambio, en las patas traseras la disposición de los dedos es contraria a la de las patas delanteras.

Estructura de la lengua.

Los ojos es lo que más los distingue entre los reptiles. Cada ojo está recubierto por un párpado que deja libre sólo una pequeña área circular en el centro, la correspondiente al iris y la pupila. Pueden mover sus ojos, grandes y globosos, independientemente, lo cual les brinda una visión de casi 360°, con un pequeño punto ciego tras la cabeza. Cuando la presa es localizada ambos ojos pueden enfocarse en la misma dirección dándoles una visión estereoscópica y una percepción de profundidad.

Se mueven con extrema lentitud. Para atrapar a su presa utilizan la lengua, la cual puede ser extremadamente larga y que muchas veces supera en longitud a su propio cuerpo. Consiguen lanzar su larguísima lengua como un proyectil, con una velocidad y distancia sorprendentes, hasta casi un metro en algunas especies. Con su punta pegajosa atrapan los pequeños animales, principalmente insectos, de los que se alimentan, ingiriéndolos inmediatamente enteros, como es común en los reptiles. Sólo con la ayuda de la fotografías de alta velocidad es posible observar ese proceso en detalle.

Su piel es rica en queratina, lo que presenta una serie de ventajas (en especial, la resistencia), pero que, lo mismo que en otros reptiles, exige mudas periódicas como única forma de restaurarla.

Reproducción

Bradypodion tavetanum durmiendo.

La mayoría de camaleones son ovíparos, pero existen también especies ovovivíparas. Una vez que la hembra está lista para colocar los huevos(3-6 semanas después de la fecundación), desciende hacia el suelo y comienza a excavar un hueco de 5 a 30 centímetros dependiendo la especie. Luego, entierra los huevos y deja el lugar. La cantidad de huevos depositados varía de especie en especie desde el Brookesia con 2 a 4 huevos hasta el Chamaeleo calyptratus ponen de 30 a 60 huevos de media. Los huevos tardan en incubar de 6 a 8 meses, a excepción de Calumma parsonii, en esta especie la incubación actualmente dura 18 meses. Los camaleones alcanzan la madurez sexual entre 4/5 meses y 8/10 meses (dependiendo de la especie), por ejemplo en Calumma Parsonii llegan a su madurez sexual entre los dos y tres años, dependiendo del ejemplar. Pueden vivir entre 4 ó 5 años, si bien algunas especies de gran tamaño como los Chamaeleo melleri y los Calumma parsonii pueden llegar hasta los 15 años.

Algunas especies ovovivíparos como Chamaeleo jacksonii , Chamaeleo Fuelleborni , Chamaeleo Trioceros Rudis , Chamaeleo Hoehnelii, dan a luz crías vivas. El tiempo de gestación puede variar de 5 a 9 meses dependiendo la especie.

Hábitat y distribución

Camaleón común trepando por un árbol.

La mayor parte de los camaleones habitan en África y en Madagascar, aunque algunas especies también se encuentran en partes del sur de Europa, Sri Lanka, India y Asia Menor. Diferentes especies habitan diferentes ambientes, como montañas, junglas, sabanas y a veces desiertos y estepas. Se cree que los individuos que viven en los sectores mediterráneos europeos derivan de ejemplares introducidos por el hombre en épocas remotas.

Los camaleones viven, en su mayor parte, en ambientes forestales, pero también se hallan algunos en matorrales, y algunas especies viven en el suelo, debajo de las hojas. Pueden pasar de un árbol a otro gracias a la habilidad prensil de su cola y de sus patas.

Además de la característica propia de cambiar de color, los camaleones también cambian de piel como las serpientes, dos veces al año.

En Europa

En la península ibérica y en Europa sólo vive el camaleón común (Chamaeleo chamaeleon) y el camaleón mediterráneo, que actualmente se encuentra en peligro de extinción, y que se encuentra en puntos muy concretos de la geografía española, como en Andalucía por la Costa de Almería o la Región de Murcia y en Portugal, concretamente en el Algarve; también hay poblaciones en Italia y Creta.

Comportamiento

Camaleón verde en el zoo de Munich.

Todos los camaleones son animales diurnos. Su periodo de mayor actividad es la mañana y el crepúsculo. Los camaleones no son cazadores activos. En vez de eso, prefieren sentarse, quedándose horas inmóviles, esperando que una presa pase por allí. Se alimentan básicamente de artrópodos y de pequeños vertebrados. En cautividad, también comen frutas como papayas, plátanos, y hasta crías de roedores. Pero esa dieta sólo es válida para animales adultos: las crías son casi exclusivamente insectívoras.

Los camaleones viven la mayor parte de sus vidas en solitario, y son bastante agresivos contra otros miembros de su misma especie. El hábito solitario sólo es abandonado en la época de apareamiento, cuando el macho desciende de los árboles en busca de hembras.

Los camaleones muerden cuando se les provoca, pero el mordisco no es muy doloroso y en caso de que se produzca una herida es conveniente desinfectarla.

Cambio de color o camuflaje

Furcifer pardalis estresado.

Algunas especies de camaleón son capaces de cambiar de color, lo que es su característica más famosa.

Al contrario de lo que algunos creen, no son incoloros, ni mudan de color solo de acuerdo con el del ambiente; en realidad, el cambio de su color básico expresa más a menudo una condición fisiológica (relacionada con la temperatura o la hora del día) o una condición psicológica (provocada por la proximidad de un eventual adversario o pareja).

El cambio de color también tiene un papel importante en la comunicación durante las luchas entre camaleones: los colores indican si el oponente está asustado o furioso.

Accidentalmente, el cambio de color puede ayudar a la ocultación del animal, aunque esta no es una ocurrencia frecuente, y sí ocasional.

Los camaleones tienen células pigmentarias especializadas en varias capas de la dermis, bajo su epidermis externa y transparente. Las células de la capa superior, llamadas cromatóforos, contienen pigmentos amarillos y rojos. Bajo la de los cromatóforos hay otra capa cuyas células pigmentarias, los guanóforos, contienen una sustancia cristalina e incolora, la guanina. Los guanóforos reflejan, entre otras cosas, el color azul de la luz incidente. Cuando la capa superior con sus cromatóforos determina un color amarillo, la luz azul reflejada por los guanóforos se tiñe de verde (azul + amarillo). Aún más abajo se encuentra una capa rica en melanóforos, cargados del pigmento oscuro llamado eumelanina que también tiñe la piel humana. Estos melanóforos regulan el brillo, es decir la cantidad de luz reflejada. Todas estas células pigmentarias pueden regular la distribución de los pigmentos que contienen, ampliándola o contrayéndola, lo que da lugar su vez a las diferencias de brillo, tonalidad y dibujo que distinguen a los camaleones.

En América existen algunas especies de lagartos de la familia Polychrotidae que pueden cambiar su color. Por esta característica se les ha denominado "falsos camaleones" o simplemente "camaleones". Pero no están emparentados con esta familia

Mitología

Los antiguos atribuían a este animal varias propiedades fabulosas. Decían que:

  • la lengua del camaleón arrancada estando vivo servía para ganar un pleito al que la poseía
  • hacía tronar y llover si quemaban su cabeza y su tragadero con leña de roble o bien si se asaba su hígado en una teja roja
  • arrancado el ojo derecho del animal aún vivo y puesto en un vaso con leche de cabra, aclaraba la vista
  • su lengua atada a la cintura de una mujer estando encinta le facilitaba el parto
  • su quijada derecha, llevada habitualmente, alejaba todo temor
  • su cola detenía el curso de los ríos

Plinio refiere que Demócrito escribió un libro entero de ellas.[2]

Los camaleones en la cultura y el arte

En todo Occidente, el término "camaleón" se usa en el lenguaje coloquial como sinónimo de una persona voluble, que adapta su comportamiento y características a las circunstancias. No siempre el término tiene connotación negativa (de falsedad), pudiendo significar también "flexibilidad". También es bastante utilizado para adjetivar a buenos actores.

En la simbología de algunas tribus africanas, el camaleón es un animal sagrado, visto como el creador de la raza humana. Nunca muere, y cuando se encuentran alguno en el camino, lo apartan con precaución, con miedo a las maldiciones.

Los camaleones son personajes frecuentes de fábulas, donde generalmente representan bichos lentos, astutos y poco confiables. Uno de los camaleones que se comercializan en tiendas de animales es el camaleón del Yemen. también llamado camaleón velado (Chamaeleo calyptratus). Por sus características es de los más resistentes para tener en cautividad.

El camaleón en cautiverio

Chamaeleo calyptratus.

Existen especies de camaleón en el mercado de mascotas. Chamaleo jacksonii y Chamaleo calyptratus son de lejos los más comunes y se los encuentra frecuentemente criados en cautiverio. También podemos encontrar a Furcifer pardalis, Furcifer lateralis, Calumma parsonii, Chamaeleo quadricornis y Chamaeleo melleri. La mayoría de las especies está listada en el CITES, lo cual indica que su exportación está prohibida o sujeta a estrictas cuotas de exportación en sus países nativos. Sin embargo, la falta de órganos de control en los países nativos hace que esta lista pierda efectividad.

Referencias

Bibliografía

  • Böhme, Wolfgang y Charles J. J. Klaver: Das Tierreich - Part 112: Chamaeleonidae. Berlín y Nueva York: Gruyter, 1997.
  • Glaw, Frank; y Miguel Vences: A Field Guide to Amphibians and Reptiles of Madagascar 2nd edition. Colonia (Alemania): M. Vences & F. Glaw Verlags, 1994. ISBN 3-929449-01-3.
  • Klaver, C. y W. Böhme: Phylogeny and classification of the Chamaeleonidae (Sauria) with special reference to hemipenis morphology. Bonner Zool. Monogr. 22: 5-60, 1986

Enlaces externos