Tomás de Torquemada

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Tomás de Torquemada


Inquisidor general de España
1483-1498
Predecesor (Nuevo Cargo)
Sucesor Diego de Deza

Inquisidor general de Castilla
1478-1498
Predecesor (Nuevo Cargo)
Sucesor Diego de Deza

Inquisidor general de Aragón
1485-1498
Predecesor Pedro de Arbués
Sucesor Diego de Deza

Información personal
Nacimiento 14 de octubre de 1420jul. Ver y modificar los datos en Wikidata
Torquemada (Reino de Castilla, Corona de Castilla) o Valladolid (Reino de Castilla, Corona de Castilla) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 16 de septiembre de 1498jul. Ver y modificar los datos en Wikidata (77 años)
Ávila (Reino de Castilla, Corona de Castilla) Ver y modificar los datos en Wikidata
Sepultura Ávila Ver y modificar los datos en Wikidata
Religión Iglesia católica Ver y modificar los datos en Wikidata
Educación
Educado en Universidad de Salamanca
Información profesional
Ocupación Inquisidor y político Ver y modificar los datos en Wikidata
Orden religiosa Orden de Predicadores

Tomás de Torquemada, O.P., (Torquemada, 1420 - Ávila, 16 de septiembre de 1498) fue un presbítero dominico castellano, confesor de la reina Isabel la Católica y primer inquisidor general de Castilla y Aragón en el siglo XV. Torquemada inició una persecución a judeoconversos, entre 1480 y 1530.[1]

Biografía

Se desconoce la localidad natal de fray Tomás de Torquemada, aunque los historiadores han propuesto dos: el pueblo de Torquemada (Palencia) y Valladolid.[2][3]​ Con seguridad, creció en la ciudad de Valladolid y, al igual que su tío Juan de Torquemada, devino fraile dominico en el Convento de San Pablo de Valladolid. Es comúnmente aceptado que tenía ascendientes judíos.[4]Hernando del Pulgar, al escribir sobre Juan de Torquemada en su libro Claros varones de Castilla,[5]​ recuerda que:

sus abuelos fueron de linaje de los Judios convertidos á nuestra Santa Fé Católica.

Parece ser que realizó algún tipo de estudios superiores en la Universidad de Salamanca, donde coincidió con Lope de Barrientos. Era aún joven cuando en 1452 fue destinado como prior al convento de Santa Cruz la Real de Segovia, donde comenzó a destacar por su celo organizativo. Coronada reina Isabel I de Castilla en 1474, Torquemada fue nombrado uno de los tres confesores personales que atendían las necesidades espirituales de los Reyes Católicos, en premio por sus destacados servicios como monje y erudito.

Creación de la Inquisición

Compilación de las instrucciones del oficio de la Santa Inquisición hechas por dicho Torquemada, 1667.

Durante la estancia de la reina Isabel I de Castilla en Sevilla entre 1477 y 1478, el dominico sevillano Alonso de Ojeda, prior del convento de San Pablo, la convenció de la existencia de prácticas judaizantes entre los conversos andaluces. Un informe, remitido a instancias de los soberanos por el cardenal Mendoza, arzobispo de Sevilla, y por Tomás de Torquemada, vino a corroborar las sospechas. Para descubrir y acabar con todos los falsos conversos, en 1478, los reyes solicitaron bula papal para la creación del Tribunal de la Inquisición del Santo Oficio, como dependencia directa de la Corona. El 1 de noviembre de 1478 el papa Sixto IV promulgó la bula Exigit sincerae devotionis affectus, por la cual quedaba constituida la Inquisición para la Corona de Castilla.

En un principio, la actividad inquisitorial se limitó a las diócesis de Sevilla y Córdoba, donde se sospechaba que habría detectado el foco de conversos judaizantes. El primer auto de fe se celebró en Sevilla el 6 de febrero de 1481, donde fueron quemados vivos seis detenidos acusados de judeoconversos. El sermón lo pronunció el propio Alonso de Ojeda, bajo cuyos atentos desvelos había resurgido la Inquisición. Tras diversos problemas en la organización y aplicación de los nuevos poderes inquisitoriales, el papa Sixto IV nombró a Tomás de Torquemada para el cargo de inquisidor general en 1483 a instancias de la reina Isabel.

Al poco tiempo, el 17 de octubre de 1483, Torquemada fue nombrado por el papa Inocencio VIII «Inquisidor General del Principado de Cataluña, de la ciudad y del obispado de Barcelona». Pero encontró una gran repulsa entre la población, negándose los concellers a prestar el juramento que les pedía el inquisidor. En 1484 Torquemada redactó el reglamento común que debía guiar las acciones de los inquisidores. La posterior extensión de su poder efectivo sobre la Corona de Aragón fue facilitada por el asesinato del inquisidor Pedro de Arbués en 1485 en Zaragoza, atribuido por las autoridades a una comunidad de herejes y judíos. Tras la gran repercusión social de este asesinato, la población comenzó a colaborar con el papado.

Pocos años después, el supuesto asesinato ritual del llamado Santo Niño de La Guardia en 1491, igualmente atribuido sin pruebas a un colectivo de judíos, pudo influir en la proclamación del Edicto de Granada, que ordenó la proscripción de todos los judíos de España para el 2 de agosto de 1492, y del que se le considera más que probable autor.

En 1493 se retiró al convento de Santo Tomás de Ávila, donde en 1498, a la edad de 77 o 78 años, acaeció su muerte.

Valoraciones

Fachada gótica del convento de Santa Cruz la Real de Segovia.

Existe muy poca información sobre la vida personal de Torquemada, razón por la cual ha sido objeto de diversas apreciaciones. Se han destacado sus dotes de eficiente administrador,[6]​ así como su integridad, su capacidad de trabajo y su insobornabilidad.[7]

Por una parte, se dice que era piadoso y austero: no quiso ser arzobispo de Sevilla, no comía carne, vestía con sencillez, no usaba lino como ropa de cama y ayudó a su hermana a ingresar en un convento de beatas dominicas en lugar de concederle dote para el matrimonio. Por otra parte, vivía en lujosos palacios atendido por numerosos criados, viajaba protegido por un séquito de cincuenta caballeros y doscientos cincuenta infantes, y acumuló una gran fortuna, procedente en parte de bienes confiscados a los herejes perseguidos, que gastó en ampliar el monasterio de Santa Cruz de Segovia y en erigir en Ávila el magnífico monasterio de Santo Tomás de Aquino.[8][9]

Al mismo tiempo, el nombre de Torquemada, como parte de la leyenda negra de la Inquisición española, se ha convertido en un apodo para supuesta la crueldad y el fanatismo al servicio del Catolicismo fundada en tal leyenda. El cronista coetáneo Sebastián de Olmedo lo describió como:

el martillo de los herejes, el relámpago de España, el protector de su país, el honor de su orden.

Para evitar la propagación de las herejías, Torquemada, al igual que se hacía en toda Europa, promovió la quema de literatura no católica, en particular bibliotecas judías y árabes.

Juan Antonio Llorente, primer historiador del Santo Oficio, asegura que durante su mandato fueron quemadas más de diez mil personas y un número superior a otras cien mil sufrieron penas infamantes.[10]​ Sin embargo, Kamen considera que, hasta 1530, el número de personas ejecutadas por la Inquisición fue alrededor a dos mil.[11]

Al parecer, aparece retratado detrás del rey Fernando en la tabla de la Virgen de los Reyes Católicos.[12]

Jugó un papel importante en la lucha contra la superstición, tan común en otros países de Europa, y la brujería: sus ordenanzas del siglo XV ni siquiera hacen alusión al Diablo.

Véase también

Notas y referencias

  1. «Tomás de Torquemada el sangriento inquisidor que tenía orígenes judíos». Consultado el 27 de enero de 2015. 
  2. Martínez Peñas, Leandro (2007). El confesor del rey en el antiguo régimen. Madrid: Editorial complutense. p. 166. ISBN 978-84-7491-851-9. OCLC 191760636. Consultado el 26 de abril de 2013. 
  3. Walsh, William Thomas (1963). Personajes de la Inquisición. Traducido por Isabel de Ambía (3.ª edición). Madrid: Espasa-Calpe. p. 160. «Fray Tomás de Torquemada nació en o cerca de Valladolid [...]». 
  4. Lynch, John (2009). Los Austrias. Serie Mayor (4ª edición). Barcelona: Crítica. p. 31. ISBN 978-84-8432-960-2. Consultado el 13 de febrero de 2012. 
  5. Claros varones de Castilla. G. Ortega. 1789. Consultado el 20 de noviembre de 2012. 
  6. Longhurst, John Edward (1962). The age of Torquemada (en inglés). Sandoval, EE.UU.: Coronado Press. p. 90. «As an honest interpreter and efficient administrator of the popular will, Torquemada was superb. In the fifteen years of his reign the Spanish Inquisition grew from the single tribunal at Seville to a network of two dozen Holy Offices». 
  7. Walsh, William Thomas (2004). Isabel de España. Madrid: Palabra. p. 368. ISBN 84-8239-837-7. Consultado el 26 de abril de 2013. 
  8. Pérez, Joseph (2002). Crónica de la Inquisición en España. Barcelona: Martínez Roca. p. 90. ISBN 84-270-2773-7. 
  9. Lea, Henry Charles (1922) [1906]. A History of the Inquisition in Spain. Volume I. Nueva York: MacMillan. p. 174. 
  10. Llorente, Juan Antonio (1980). Historia crítica de la Inquisición en España 1. Madrid: Hiperión. p. 164.  No obstante, numerosos historiadores posteriores han puesto en tela de juicio los números ofrecidos por Llorente en su monografía.
  11. Kamen, Henry (2004). La Inquisición española: una revisión histórica (2.ª edición). Barcelona: Crítica. p. 63. ISBN 84-8432-586-5. OCLC 638765818. Consultado el 18 de mayo de 2012. 
  12. «Virgen de los Reyes Católicos». Galería online. España: Museo Nacional del Prado. Consultado el 1 de septiembre de 2012. 

Enlaces externos