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The Turn of the Screw

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Otra vuelta de tuerca
de Henry James

Página inicial de la primera publicación de The Turn of the Screw en el libro The Two Magics, 1898
Género Novela, novela gótica
Subgénero Literatura fantástica, ficción gótica, cuento de fantasmas y terror Ver y modificar los datos en Wikidata
Ambientada en Essex Ver y modificar los datos en Wikidata
Edición original en inglés
Título original The Turn of the Screw
Publicado en William Heinemann (Londres)
The Macmillan Company (Nueva York)
Tipo de publicación Impresión (encuadernación y tapa blanda)
Editorial Macmillan Publishers Ver y modificar los datos en Wikidata
País Estados Unidos
Reino Unido
Fecha de publicación 13 de octubre de 1898
Páginas 310 pág. (Estados Unidos)
390 pág (Reino Unido)
Texto original The Turn of the Screw en Wikisource
Edición traducida al español
Adaptación Un libro de suspense
País Reino Unido

The Turn of the Screw, traducida al español como Otra vuelta de tuerca, y también como La vuelta de tuerca, Vuelta de tuerca o La vuelta del tornillo[1]​, es una novela de Henry James. Se publicó en 1898.

Argumento

Una joven institutriz acude al cuidado de dos niños huérfanos en una vetusta mansión victoriana; lo que en principio parece un cometido agradable derivará en una situación de pesadilla. Los niños viven impactados por un pasado inmediato en el que la anterior institutriz, la señorita Jessel, y Peter Quint, el criado y ayuda de cámara del patrón (el tío de los niños), mantenían una turbia relación. Se podría suponer que se dieron ciertos abusos. La vida junto a la anterior institutriz y su muerte posterior han dejado en ellos una huella indeleble. Al tratar de ayudarlos, la protagonista de la historia comienza a escuchar voces, canciones, y a ver la imagen de la anterior institutriz, muerta en extrañas circunstancias, y la del criado, en lo que, aparentemente, serían apariciones de fantasmas. La historia está fuertemente sexualizada por lo que serían las relaciones ilegítimas entre los criados y entre el criado y el niño. La protagonista, una mujer soltera con una educación muy represiva, queda muy impresionada y preocupada por esas supuestas historias de promiscuidad. Sin embargo, entiende la situación y decide formar parte de una legítima relación con un niño.

Posibles interpretaciones

El aspecto que distingue a "Otra vuelta de tuerca", y la convierte en la historia de fantasmas que marca un antes y un después en dicho género, es la posibilidad de la doble lectura y la forma ambivalente en que fue ideada y escrita. La posibilidad de la existencia en sí de fantasmas en la historia, puede ser interpretada de, por lo menos, dos formas diferentes.

El elemento que brinda esta ambivalencia de lecturas es la institutriz (traducido como "la que manda", "preceptora") quien precisamente "nos conduce" hacia y dentro de la historia. Es menester comprender que la historia no sería posible de no ser por la institutriz, única voz narradora (a excepción del inicio de la novela) mediante la cual podemos conocer los hechos desde su único punto de vista e interpretación. Es la institutriz la que narra los hechos, la que nos convence (o no) de las apariciones y, de alguna manera, la que las crea de la nada. Se trata, pues, de un narrador poco fiable o sospechoso.

Llegados a este punto, los fantasmas ¿existen, se manifiestan, existen dentro o fuera de la cabeza de la institutriz, no existen? La respuesta sería afirmativa y negativa a la vez.

Todo el relato son los vericuetos mentales de la institutriz, todo lo que ella experimenta, siente y reflexiona. Si nos guiamos por el relato de la protagonista, los fantasmas aparecen y desaparecen en la casa. Guiándonos por la única voz narrativa que tenemos (la de la institutriz), concluiríamos, a simple vista, que los fantasmas existen de cualquier manera, dentro y fuera de ella. La institutriz ve las apariciones, y no duda en suponer y afirmar que el resto de los personajes (los niños y el ama de llaves) también están al tanto de las apariciones pero, por represiones y trastornos emocionales, intentan disimular su angustia interna. La institutriz, en resumen, supone que los niños saben de los fantasmas, los ven, pero quieren convencerla a ella de que no ven nada.

Paralelamente a esto, y realizando "otra vuelta de tuerca", podemos decir que los fantasmas no existen fuera, sino que existen solamente dentro de la cabeza atormentada de la institutriz. Serían, según esta forma de lectura, un mero producto de la imaginación de la mujer. Esta supone, equivocadamente (según esta posible interpretación), que los niños ven y saben de los fantasmas, pero hacen lo posible por exteriorizar lo contrario. Sin embargo, los niños no ven ni saben nada de los fantasmas y todo sería, al final, una creación, una trama de suposiciones y paranoia de la institutriz que, en cierto modo, termina siendo la única que efectivamente experimenta y visualiza las apariciones fantasmales (podría decirse que ella sufre serias perturbaciones mentales). Existirían cinco argumentos para defender esta tesis:

  1. La institutriz muestra ciertas tensiones incluso antes de llegar a la mansión de Bly, a causa de la diferencia social.
  2. El hecho de que ella había quedado realmente impresionada -se podría decir enamorada- del patrón (tío de los niños). Sin embargo, este le dijo contundentemente que no lo podía molestar por ningún motivo (es como un hacha cortante).
  3. En la historia menciona que ella era hija de un clérigo anglicano. Ya nos imaginamos cómo ha de haber sido cuidada en su infancia. Debe haber sufrido cierta presión, porque en esa época no se esperaba nada desagradable de una familia así.
  4. Está preocupada por si se llevará bien con las personas de la casa.
  5. El hecho de que ella, unos días después de llegar a la mansión, reciba una carta del director del colegio del niño para el patrón. Sin embargo, el patrón se la vuelve a dar a ella y le recalca que no le pida ayuda, ni le consulte nada. Esta carta contenía información sobre Miles, el niño, mencionando que era una afrenta para los demás y por esto había sido expulsado.

En cierto modo, la capacidad interminable de "Otra vuelta de tuerca", hace posible interpretar, reinterpretar y acomodar todo de acuerdo a cada forma de ver.

Personajes

  • Institutriz: la persona contratada para cuidar a los niños. Una joven soltera de veinte años, la hija menor de un clérigo pobre, que sale por primera vez de su casa familiar en el campo para entrevistarse en Londres aspirando al puesto de institutriz. Allí queda prendada del tío de los pequeños y quiere ganar su afecto teniendo éxito en su trabajo.
  • Miles: un niño de diez años que ya se comporta como un excelente pequeño caballero. Fue expulsado del colegio porque contaba historias de terror a sus compañeros y, de ese modo, llegaron hasta los profesores.
  • Flora: la hermana de Miles. Tiene ocho años y aún no va al colegio.
  • Señorita Jessel: la fallecida institutriz que mantenía amistad con Flora. Al igual que su sucesora, era joven y bonita. Vivió en la mansión un turbio romance con Quint. Se marcha de vacaciones y muere en extrañas circunstancias, tal vez se suicidó embarazada.
  • Quint: el fallecido hombre de confianza y ayudante personal del señor. Fue enviado al campo por presuntos problemas de salud, murió una noche al resbalar borracho en el hielo. Era un hombre apuesto, promiscuo y violento, el prototipo de rufián seductor de la época.
  • Señora Grose: el ama de llaves de la casa, cómplice y amiga de la institutriz. Una señora de mediana edad, analfabeta y que teme perder su empleo si molesta al señor.
  • Douglas: el hombre que recibió el manuscrito de la institutriz.[2]

Adaptaciones al cine

Otra vuelta de tuerca ha sido llevada en muchas ocasiones al cine y a la televisión:

Además, influyó sobre cineastas como Alejandro Amenábar (Los otros), Carlos Enrique Taboada (El libro de piedra) o Narciso Ibáñez Serrador (el capítulo El muñeco de las Historias para no dormir).

Un caso especial es la película The Nightcomers , dirigida por Michael Winner en 1972. Esta película es una suerte de precuela (o protosecuela) de Una vuelta de tuerca donde se narran los hechos acontecidos antes de la novela (y que se van conociendo a lo largo de esta).

En 1997, el programa de radioteatro Historias de Radio Nacional de España, debutó con una adaptación en seis episodios de Otra vuelta de tuerca protagonizada por Lourdes Guerras como la institutriz, Natalia García como la Sra. Grose, Blanca Gala como Flora, y Maribel Sánchez de Aro como Miles. Tal adaptación sería repuesta en 2002, en el quinto aniversario del programa. En el 2020, este libro será adaptado para ser la segunda temporada de la serie de Netflix The Haunting of Hill House.

Ópera

Referencias

  1. Jorge Luis Borges en el artículo The Haunted Omnibus, en Textos Cautivos, Obras Completas, tomo 4, pagina 320
  2. «Otra vuelta de tuerca. Análisis completo de la obra». 

Enlaces externos