Salina
Una salina es un lugar donde se deja evaporar agua salada, para dejar solo la sal, poder secarla y recogerla para su venta. Se distinguen dos tipos de salinas, las costeras, situadas en la costa para utilizar el agua de mar, y las de interior, en las que se utilizan manantiales de agua salada debidos a que el agua atraviesa depósitos de sal subterráneos. En algunos casos, debido al escaso caudal de los manantiales también se utiliza el bombeo de agua al interior de la tierra desde unas balsas o estanques, aumentando así la producción de sal.
El agua salada se conduce a unas extensiones horizontales denominadas granjas y en las que el agua se reparte en parcelas o eras.
En las salinas costeras se suele aprovechar terrenos llanos a nivel del mar, normalmente marismas, de forma que las eras se construyen mediante pequeños muros de tierra que separan unas de otras y de los canales por los que llega el agua de mar, dejando que las eras se inunden simplemente abriendo su compuerta durante una marea alta.
En las salinas de interior no siempre existe un terreno llano disponible para construir las eras, por lo que estas pueden estar dispuestas en varios niveles (en terrazas), o incluso, pueden estar construidas sobre plataformas horizontales artificiales. Hay que conducir el agua del manantial hasta las eras, normalmente por su propia gravedad mediante acueductos sobre el terreno o construidos con madera o piedra.
La evaporación natural del agua salada en las eras deja lista la sal para su recolección en unos depósitos protegidos de la lluvia o terrazos, donde debe terminarse de secar antes de su empaquetamiento y distribución.
Historia
Las salinas vienen siendo explotadas desde antes de los romanos, pero estos extendieron el uso de la salazón y establecieron grandes factorías para ella, por lo que se requería la explotación generalizada e intensiva de todas las salinas existentes. Este uso dio valor estratégico a la sal y desde entonces la propiedad de las salinas fue un bien preciado, justificando conflictos y generando riqueza en su entorno. Como muestra de la importancia histórica de la sal, de ella proviene el término salario, ya que se utilizaba profusamente en el trueque y como forma de pago por trabajos.
En el siglo XX, con la aparición de otros métodos de conservación, el uso de la sal se reduce drásticamente y las explotaciones salineras se reducen proporcionalmente. Este impacto lo sufren en mayor medida las salinas de interior, ya que la explotación se concentra más en las grandes salinas costeras, cuyos costes de producción son menores y tienen recursos para incorporar maquinarias y otros sistemas industriales. Así, las salinas de interior que se mantienen lo hacen con medios artesanales y normalmente para el mercado local o comarcal, para uso en ganadería, salazón de jamón o para deshacer el hielo de las carreteras en invierno. También en la última mitad del siglo XX los medios de transporte se han abaratado y roto el relativo aislamiento de muchas zonas de interior, favoreciendo el uso de la sal de grandes factorías costeras, con lo que en la actualidad las salinas de interior están en proceso de desaparición. No obstante algunas salinas de interior están siendo reconstruidas o mantenidas por sus respectivos ayuntamientos por su valor etnográfico e histórico.
Explotaciones salinas
En Argentina
- Salinas Grandes, Provincia de Jujuy y de Salta
- Salinas del Bebedero, provincia de San Luis
- Salinas del Gualicho, provincia de Río Negro.
En Chile
En España
- Activas:
- Salinas de la Mata y Torrevieja en Torrevieja (Provincia de Alicante).
- Salinas de Santa Pola en la ciudad homónima (Alicante).
- Salinas de San Pedro del Pinatar (Región de Murcia).
- Salinas del Cabezo de la Rosa en Jumilla (Región de Murcia).
- Salina de Valcargado (37°5′49″N 5°46′2″O / 37.09694, -5.76722), en Utrera (Sevilla).
- Salina de Chíllar en Hinojares (Jaén).
- Salina de Los Vélez cerca de la ciudad de Jaén.
- Salina del Gosque en Martín de la Jara (Sevilla).
- Castellón.
- Salinas de la Trinidad (San Carlos de la Rápita, Delta del Ebro).
- Salinas de Isla Cristina (Huelva).
- Salinas de la Bahía de Cádiz en el Parque Natural de la Bahía de Cádiz (San Fernando, Puerto Real, Puerto de Santa María y Chiclana de la Frontera).
- Salinas de Sanlúcar de Barrameda.
- Salinas de Janubio (Lanzarote).
- Salinas de Fuencaliente (La Palma).
- Salinas de Añana (Álava) (42°47′58″N 2°59′3″O / 42.79944, -2.98417). Un Plan Director ha puesto en marcha la restauración y la producción de sal: Valle salado de Salinas de Añana.
- Salinas de Ibiza
- Inactivas:
- Salinas de Calpe (provincia de Alicante)
- En el norte de la provincia de Guadalajara, entre Sigüenza y Atienza, hay una concentración de una docena de antiguas salinas, como las de Imón, La Olmeda de Jadraque, Bujalcayado, Riba de Santiuste, Santamera o las de Saelices de la Sal. Durante varios siglos, fueron propiedad del Obispado de Sigüenza, de tal manera que la catedral en gran medida fue costeada por los ingresos generados por el negocio de la sal.
- Poza de la Sal (Burgos). Inactivas en reconstrucción para uso turístico.
- Salinas de Ojos Negros, en la provincia de Teruel.
- Salinas de Léniz (Guipúzcoa): convertidas en museo.
- Salinas de Formentera
En Francia
En México
En Venezuela
Véase también
Bibliografía
- Alberto Plata Montero, El ciclo productivo de la sal y las salinas reales a mediados del siglo XIX, Vitoria, 2006 (Ver índice de la obra así como: [1])
Enlaces externos
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