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Dado que aún vivía durante el reinado de Ciro (que comienza en Babilionia en [[539 a. C.]].) es posible que alcanzara una edad centenaria. Su muerte se sitúa, entonces, entre el tercer año del soberano persa, es decir hacia [[536 a. C.]] y el [[530 a.C.]] cuando muere el propio Ciro, ya que no se menciona su presencia en tiempos de [[Cambises]]. Es muy probable que tuviera lugar en Babilonia pero, dado que su tumba se veneraba en [[Susa]], algunos autores se inclinan por esta última ciudad.
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==Tumba de Daniel==
==Tumba de Daniel==

Revisión del 13:31 14 jul 2010

Este artículo se refiere al profeta judío. Para el artículo sobre el libro bíblico de Daniel, véase Libro de Daniel.
Daniel (דָּנִיֵּאל)
Profeta
Información personal
Nacimiento siglo VII a.C.
probablemente Jerusalén
Fallecimiento siglo VI a.C.
Babilonia
Representación de Daniel en la fosa de los leones
Pintura de Peter Paul Rubens.

Daniel (hebreo|דָּנִיֵּאל|Daniyyel|Dāniyyêl ; siríaco: ܕܢܝܐܝܠ, Daniyel; árabe: دانيال,persa: دانيال, Dâniyal o Danial,también Dani, داني ; Danyal; griego: Δανιήλ, Dhanil; irlandés Dainéal o Domhnall; turco: Danyal) es el protagonista central, y supuesto autor, del Libro de Daniel que forma parte de la Biblia. En el libro de Ezequiel se nombra a un tal Daniel, como una persona de excepcional sabiduría y rectitud (Ez. 14: 14, 20 y 28: 3)). También aparecen mencionados otros dos personajes con el mismo nombre, a saber; Daniel, hijo de David (1 Cr 3:1 y 2 Sam 3:3) y Daniel hijo de Itamar, de familia sacerdotal, uno de los exiliados que retornaron con Esdras en 458 a.C. ((Esd 8:2).

Significado del nombre

El nombre consta de dos partes: el primer segmento proviene del verbo דין (din) 'juzgar', 'contender' o 'alegar y la porción final es אל (El), abreviatura de 'Elohim'; 'Dios', 'divinidad. La partícula י (i) ha sido interpretada tanto como un hiriq, denotando pertenencia, o como un yod posesivo de primera persona (como en el hebreo moderno).[1]​ Por lo tanto Daniel suele traducirse como 'Dios es mi Juez' o 'Juicio de Dios'. La Enciclopedia Judaica lo interpreta, a la luz de Gén 30,6, como 'Dios es el defensor de mi derecho'.[2]

En el judaísmo Daniel es considerado el autor del libro homónimo, el cual es parte de los Ketuvim , pero no un profeta. Los cristianos, en cambio, lo incluyen entre los Profetas Mayores. En las Iglesias Católica y Ortodoxa también es venerado como santo (ver más abajo conmemoración litúrgica). En la tradición islámica, aunque no sea mencionado por el Corán, se le considera igualmente un profeta.

Vida de Daniel

Las únicas referencias a Daniel se encuentran en el libro bíblico que lleva su nombre las cuales pueden complementarse con los datos suministrados por Flavio Josefo cuya fuente última se ignora. Según estas tradiciones; Daniel pertenecía a una familia noble del Reino de Judá, tal vez emparentada con la realeza.[3]

La casta Susana

En su juventud, según se infiere de las secciones deuterocanónicas de su libro tendría unos catorce años,[4]​ fue conducido cautivo a Babilonia tras la caída de Jerusalén en 587 a. C.. Siendo todavía un adolescente tuvo una intervención decisiva en el proceso contra Susana. Esta mujer, joven y bella, había sido acusada injustamente de adulterio por dos de los ancianos de la comunidad de los desterrados; Daniel no sólo defendió su inocencia sino que probó, por medio de un hábil interrogatorio, que los propios denunciantes eran quienes habían acosado a la mujer, calumniándola al no haber cedido a sus deseos.[5]

Formación

Nabucodonosor II, según el relato bíblico, ordenó escoger un grupo de jóvenes hebreos para ocupar puestos en la corte. Los elegidos fueron Daniel y tres jóvenes de su misma tribu: Hananías, Misael y Azarías quienes fueron confiados al cuidado de Aspenaz[6]​ jefe de los eunucos.

Los jóvenes fueron introducidos en la cultura mesopotámica, aprendiendo su lengua, su escritura y su tradición literaria motivo por el cual recibieron nombres en lengua acadia tardía, el texto bíblico los transcribe como Beltsasar o Baltasar (Balâtsu-usur, 'Bel protege al rey'), para Daniel, y Sadrac, Mesac y Abednego[7]​ respectivamente. Fueron alojados en el palacio real, hoy identificado con la zona arqueológica de Kasr, en la margen occidental del Eúfrates. La tradición judía asegura que estos jóvenes también fueron convertidos en eunucos, pero tal conclusión no es la única posible.

Daniel y sus compañeros, no obstante residir en la corte, mantuvieron sus prácticas kosher de alimentación revelándose, siempre según el relato de su libro, que este régimen los hacía más saludables que los demás jóvenes que vivían en el palacio. Después de una formación de tres años, Daniel y sus tres compañeros, fueron presentados ante Nabucodonosor quien, dice el texto: los halló diez veces mejores que todos los magos y astrólogos que había en todo su reino.[8]

En la corte de Babilonia

En el segundo año del reinado de Nabucodonosor (así señala el texto pero, dada la contradicción algunos autores corrigen la fecha como duodécimo año) éste tuvo un sueño que lo dejó hondamente angustiado por lo cual convocó a los expertos en artes adivinatorias para que lo interpretasen, sin embargo, había una dificultad; el rey había olvidado el sueño.

Ante la impotencia de sus sabios, el rey se irritó y ordenó los ejecutasen. Daniel, que no había estado presente en la entrevista, fue también arrestado pero, al conocer el problema, habló con Arioc, jefe de la guardia, solicitando un plazo para responder al soberano. La petición fue concedida; entonces Daniel y sus compañeros oraron a Yahveh pidiendo les revelase el misterio. Esa noche, en una visión, le fue revelado el sueño del monarca y al día siguiente se presentó en la corte con el relato del mismo y su interpretación.[9]​ Este hecho marcó el engrandecimiento de Daniel quien fue nombrado gobernador de la provincia de Babilonia y jefe de los sabios; del mismo modo los tres jóvenes judíos recibieron importantes cargos en la administración imperial. Estos hechos, no obstante, sólo cuentan con el testimonio del mismo libro bíblico, pues no existen referencias en la documentación babilónica que ha sobrevivido, ni en ninguna otra fuente externa.

Daniel permaneció en la corte real durante todo el reinado de Nabucodonosor y continuó ligado a ella cuando Belsasar le sucedió en el trono. El libro de Daniel ignora u omite la existencia de Evilmerodac, Neriglisar, Labashi-Marduk y Nabonido y considera, erróneamente, a Belsasar como hijo de Nabucodonosor.

En esos años los relatos mencionan un episodio, el ídolo de oro,[10]​ en el cual los tres jóvenes son arrojados a un horno ardiente y otro que, presentado como un testimonio del propio rey, narra la transformación de Nabucodonosor en bestia,[11][12]​ hecho que pudiera ser un recuerdo deformado del traslado de Nabonido al oasis de Taima.

El banquete de Belsasar

El siguiente episodio de la vida de Daniel registrado en el libro de su nombre es el banquete de Belsasar. En esa ocasión el nuevo soberano de Babilonia celebraba un festín en compañía de sus nobles cuando tuvo la ocurrencia de beber en los vasos sagrados substraídos del Templo de Jerusalén. De inmediato una misteriosa escritura apareció en la pared, trazada por una mano espectral, la cual ninguno de los sabios fue capaz de interpretar. Llamado Daniel, por sugerencia de la reina quien recordaba su desempeño de otrora, éste censuró al rey y, sin aceptar sus promesas de obsequios, descifró la escritura. El texto anunciaba, en arameo, la caída de Babilonia en manos de los persas.

Belsasar cumplió lo prometido y nombró a Daniel tercer señor del reino, pero esa misma noche la ciudad fue tomada y el rey, muerto.

En el foso de los leones

A tenor de lo narrado por el libro de Daniel, el conquistador de Babilonia y sucesor de Belsasar, fue Darío, el medo, personaje desconocido por la historia y, probablemente, inexistente.[13]​ Bajo el reinado de este soberano tiene lugar el complot de los sátrapas contra Daniel que derivó en su encierro en el pozo de los leones; esta intriga se valió de la religiosidad del protagonista pues, un edicto caprichoso sugerido al rey por aquellos prohibía cualquier petición, fuera a un dios o a un hombre excepto el soberano, durante treinta días. Daniel, como era su costumbre, oraba cada día y fue denunciado.

Arrojado al foso, el profeta no recibió daño alguno. A la mañana siguiente, cuando Darío comprobó el portento, ordenó liberar a Daniel y echar al foso a sus acusadores que perecieron devorados por las bestias. Un relato paralelo, que existe en las partes deuterocanónicas, atribuye la condena de Daniel al hecho de haber matado a cierto dragón sagrado que los babilonios adoraban y menciona que el profeta Habacuc fue llevado a Babilonia por un ángel, quien lo tomó por sus cabellos, para entregar su propia comida a Daniel.[14]

En esas mismas secciones se menciona la sucesión de Astiages, la entronización de Ciro II el Grande y el episodio por el cual Daniel revela el fraude de los sacerdotes de Bel que habían convencido al rey de que el dios comía las ofrendas, siendo que eran ellos quienes lo hacían.[15]

El profeta

Durante gran parte de su vida, cuenta el libro homónimo, Daniel recibió diversas visiones apocalípticas que anunciaban, por medio de símbolos y claves numéricas, la instauración del Reino de Dios sobre la tierra.

Muerte de Daniel

Acerca de la muerte de Daniel no existen testimonios bíblicos y las tradiciones posteriores no aclaran si regresó al territorio de Judea o permaneció en Mesopotamia, pero esto último parece lo más seguro.

Tumba de Daniel en Susa.

Dado que aún vivía durante el reinado de Ciro (que comienza en Babilionia en 539 a. C..) es posible que alcanzara una edad centenaria. Su muerte se sitúa, entonces, entre el tercer año del soberano persa, es decir hacia 536 a. C. y el 530 a.C. cuando muere el propio Ciro, ya que no se menciona su presencia en tiempos de Cambises. Es muy probable que tuviera lugar en Babilonia pero, dado que su tumba se veneraba en Susa, algunos autores se inclinan por esta última ciudad.

Tumba de Daniel

Existen al menos seis lugares diferentes que pretenden poseer la tumba de Daniel, a saber:

Babilonia, en el actual Irak.

Este emplazamiento se basa en el Martyrologium Romanum que dedica el día 21 de julio para conmemorarlo y declara que fue enterrado en aquella ciudad, en una cripta real.

Susa, Irán

Según una antigua tradición local, compartida por judíos y musulmanes, el profeta fue enterrado en esa ciudad. Testimonios de escritores árabes, sirios y persas desde el siglo VII relatan la historia de ese sepulcro y Benjamín de Tudela (1160) cuenta como era reclamado por los moradores de ambas riberas del río Coaspes (hoy Karkheh, el Ulai de la Biblia) hasta que el shah Shanjar (quizás Sharvaraz ) ordenó colocar el féretro en el centro de un puente que lo cruzaba.[16]​ En la actualidad el lugar de la misma es un popular santuario.[17]​ El mausoleo data de la segunda mitad del siglo XIX, caracterizado por su torre cónica de yeso blanco que corona la obra y los dos pequeños minaretes. Este tipo de torres es típico del suroeste de Irán y de las zonas vecinas de Irak.[18]

Kirkuk, Kurdistán iraquí.

En la ciudadela de Kirkuk se encuentra también una tumba atribuida a Daniel. El sitio fue originalmente un edificio religioso judío, más tarde una iglesia cristiana y por último una mezquita musulmana. En la misma, actualmente, se encuentran cuatro tumbas que, se dice, pertenecen a Daniel y los cuatro jóvenes.[19]

Samarcanda, Uzbekistán.

En lasa afueras de Samarcanda existe otra tumba de Daniel. Según una leyenda local, Tamerlán, intentaba conquistar Siria o, según otras versiones La Meca, sin éxito hasta que uno de sus consejeros le aseguró que sus derrotas se debían a la presencia, en ese territorio, de la tumba del profeta. En una acción militar, el conquistador logró apoderarse del cuerpo, al cual hizo trasladar hasta sus dominios del Asia Central. De esta tumba mana una fuente de agua a la que se atribuyen propiedades curativas.[20][21][22][23]

Muqdadiyah, Irak.

En el año 2007, después de un bombardeo en el pueblo de Al Wajihiya, cerca de Muqdadiyah algunas fuentes mencionaron la presencia de la tumba de Daniel como un objetivo de los grupos insurgentes locales. La tumba, situada en el Gobierno de Diyala, fue atacada y dañada, incluyendo su domo de color verde.[24][25]

Mala Amir, Kurdistán iraní.

La Enciclopedia Judía señala otra tumba de Daniel a cinco días de marcha de Dizful, cerca de Mala Amir.[19]

Profecías y visiones

Para más información sobre este tema véase: Libro de Daniel Daniel recibió dos visiones durante el primer y el tercer año de Belsasar. Diferentes animales representaron en estas visiones a las potencias mundiales que se irían sucediendo hasta el tiempo en que serían destruidas y se daría la gobernación celestial a alguien como un hijo del hombre. (Da 7:11-14.). Quizás la más célebre profecía atribuida a Daniel sea la de las Setenta Semanas. La narración bíblica dice que en el primer año del mencionado rey Darío, Daniel discernió en los escritos de Jeremías que se aproximaba el fin de los setenta años de desolación de Jerusalén. Recibió entonces, según el hagiógrafo, una revelación transmitida por medio de Gabriel donde se anunciaba la reconstrucción de la ciudad, la muerte de un Ungido (Mesías) y el cumplimiento de todas las profecías. La predicción fijaba los plazos para estos eventos por medio de semanas que, según todos los comentaristas, corresponden a períodos de siete años.

Más tarde, siempre a tenor del libro bíblico, cuando corría el tercer año de Ciro (536), Daniel recibió nuevas visiones apocalípticas donde se le muestra a los ángeles protectores de Persia, Javán (Grecia) e Israel contendiendo en favor de sus respectivas naciones. También se le anuncian invasiones y guerras en la tierra de Israel, protagonizadas por personajes enigmáticos designados como el rey del norte y el rey del sur, posiblemente algunos de los soberanos helenísticos.

Daniel como personaje histórico

No hay evidencias de su existencia, excepto por las menciones bíblicas. El pasaje de Ezequiel, no obstante, se considera relacionado más bien con Danel, un mítico héroe fenicio, que con el profeta judío. [26]​ Numerosos comentaristas bíblicos sostienen que el propio libro de Daniel no pretende ser otra cosa que un relato popular (’aggadot) destinado a subrayar algunos temas importantes para la nación judía en los años previos a la persecución de Antíoco Epífanes.[27]​ El lenguaje del libro, las menciones erróneas a personajes de la época neobabilónica y la minuciosidad de las descripciones, pretendidamente proféticas, de Antíoco y sus rivales apoyan estas conclusiones que son aceptadas también por estudiosos católicos y evangélicos[28]

Esta postura implica que Daniel no fue el profeta mencionado sino un personaje folclórico y que el autor del libro (un visionario judío del Siglo II a. C.) lo escribió usando ese popular seudónimo y ambientando su historia en la época del Exilio babilónico. Los estudiosos fundamentalistas, desechando estas especulaciones con argumentos ad hoc, aseguran que la vida y obra de Daniel, un personaje real, transcurrió en lo esencial tal como lo describe el libro homónimo.[29][30]

Conmemoración litúrgica

La Iglesia Ortodoxa Oriental celebra la fiesta de San Daniel, el Profeta junto con la de Los Tres Jóvenes el Domingo de los Santos Patriarcas que suele caer entre el 11 y el 17 de diciembre, es decir el último domingo antes de la Navidad. La profecía del capítulo 2 de su libro (Dn. 2:34-35), sobre la piedra que destruyó al ídolo de los pies de barro, suele ser usada en la himnología como una metáfora de la Encarnación. Así la "piedra" es Cristo y el que haya sido "no cortada por mano humana" se refiere al nacimiento virginal, siendo la Virgen María, o la Theotokos, la "montaña no cortada".[31]

En la Iglesia Católica, la fiesta de Daniel cae el 21 de julio.[32]

También es conmemorado en el Calendario de los Santos de la Iglesia Luterana de Missouri junto con los Tres Jóvenes el 17 de diciembre, concidiendo con la celebración ortodoxa.[33]

La Iglesia Copta, por su parte, lo celebra el 23 de Baramhat, equivalente al 3 de abril en el año 2010.[34]

En la literatura rabínica

Daniel en el Islam

Daniel en la tradición occidental

El profeta Daniel, fresco de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina
(Antes y después de la restauración)

Referencias

  1. http://www.abarim-publications.com/Meaning/Daniel.html
  2. http://www.jewishencyclopedia.com/view.jsp?artid=31&letter=D
  3. Daniel I, 3; y Josefo, Antigüedades Judías, X, 10, § 1
  4. Enciclopedia Católica s.v. http://ec.aciprensa.com/d/daniel.htm Acceso 18/03/2010
  5. Dn. 13
  6. Dn. 1:3
  7. http://en.wikipedia.org/wiki/Shadrach,_Meshach,_and_Abednego
  8. Dn. 1:20 Traducción Reina Valera Revisada 1960
  9. Dn. 2
  10. Daniel Capítulo 3
  11. Daniel Capítulo 4
  12. Eusebio Eusebio Praep, Evang. IX, xl
  13. El tema se discute con bastante precisión en http://en.wikipedia.org/wiki/Book_of_Daniel#Was_there_a_.22Darius_the_Mede.22.3F
  14. Dn. 14: 23-42
  15. Dn. 14:1-22
  16. http://www.jewishencyclopedia.com/view.jsp?letter=D&artid=32
  17. Rosenmuller, E.F.C. (1836). "Appendix to Chapter VI". The Biblical Geography Of Central Asia. Edinburgh: Thomas Clark. pp. 318.
  18. http://www2.irna.ir/occasion/turismo-en-iran/ostan/Juzestan/Juzestan_Atractivos.htm
  19. a b http://www.jewishencyclopedia.com/view.jsp?artid=32&letter=D
  20. http://www.camaraviajera.com/2008/07/mausoleo-de-daniel-samarcanda.html
  21. http://www.sacredsites.com/asia/uzbekistan/samarkand.htm
  22. http://en.wikipedia.org/wiki/Tomb_of_Daniel
  23. http://www.abandonthecube.com/blog/daniel%E2%80%99s-tomb-and-ulugh-beg%E2%80%99s-observatory/
  24. http://www.iraqupdates.com/p_articles.php/article/20059.Acceso 10/05/2010
  25. http://www.listin.com.do/las-mundiales/2007/7/29/22457/Destruyen-la-tumba-del-profeta-Daniel-en-Irak. Acceso 10/05/2010
  26. Eerdmans dictionary of the Bible By David Noel Freedman, Allen C. Myers, Astrid B. Beck, p. 311
  27. http://www.claiweb.org/ribla/ribla35-36/brillan%20los%20entendidos.html. Acceso 10/05/2010
  28. Véase para la postura católica que acepta las conclusiones de la crítica: Brown, Raymond et al. "Comentario Bíblico San Jerónimo" Tomo II, Ediciones Cristiandad; 26. Louis F. HARTMAN, Daniel. Una interpretación similar, pero evangélica, en H. de Wit, Libro de Daniel. Una relectura desde América Latina. Santiago de Chile, Rehue, 1990.
  29. La postura católica conservadora, vigente hasta los años 1960, puede leerse en http://ec.aciprensa.com/l/librodani.htm. Acceso 10/05/2010
  30. La posición de los exégetas fundamentalistas y sus respuestas a la crítica pueden verse en: http://www.editoriallapaz.org/daniel_varon_extraordinario.htm. Acceso 10/05/2010
  31. Sergei Bulgakov, Manual for Church Servers, 2nd ed. (Kharkov, 1900) pp. 453-5. December 11-17:
  32. Francis E. Gigot (1889). "Daniel". Catholic Encyclopedia on CD-ROM. New Advent. http://www.newadvent.org/cathen/04620a.htm.
  33. http://chi.lcms.org/history/tih1217.htm
  34. http://www.copticchurch.net/classes/synex.php?sa=1&month=7&day=23&btn=View
  • P. Grelot, El libro de Daniel (Cuadernos bíblicos, 79), Verbo Divino, Estella 1993.
  • A. LaCocque, Daniel. Introducción y comentario, en "Comentario Bíblico Internacional", Verbo Divino, Estella 1999, pp. 990–1010.
  • A.A. di Lella, El libro de Daniel, Ciudad Nueva, Madrid 1999.
  • Ph. Monod, La intervención salvadora de Dios en el libro de Daniel. La originalidad en el contexto de la Apocalíptica, en "Excerpta e dissertationibus in Sacra Theologia", t. XIX, Pamplona 1991, pp. 9–64.

Véase también

Enlaces externos