Diferencia entre revisiones de «Concejo de la Mesta»

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Alfonso X el Sabio
Pastos de montaña en Villafranca de la Sierra (Ávila, España). Se observa el paso de las cañadas, un corral para la recogida del ganado y un chozo de piedra donde se refugiaban los pastores de los rigores del tiempo.
Este artículo es sobre la organización ganadera de la Corona de Castilla. Para otros significados, véase mesta (desambiguación).

El Honrado Concejo de la Mesta de Pastores fue creado en 1273 por Alfonso X el Sabio, reuniendo a todos los pastores de León y de Castilla en una asociación nacional y otorgándoles importantes prerrogativas y privilegios tales como eximirles del servicio militar, de testificar en los juicios, derechos de paso y pastoreo, etc.

Con anterioridad ya los ganaderos se reunían en asambleas o concejos llamados "mestas" (la palabra mesta proviene de mixta que significa mezclada) en diversas localidades dos o tres veces al año con el fin de tratar de los negocios concernientes a sus ganados o gobierno económico, y para distinguir y separar los mestencos (animales sin dueño conocido) que se hubiesen mezclado.

Durante la Edad Media y con el paso del tiempo a la Mesta, como pasará a ser conocida, se le añade nuevos privilegios reales y una fiscalización especial para protegerla de los agricultores, lo que provocó largos e incontables pleitos hasta el año 1836 en que es abolida.

La Mesta es considerada como una de las agrupaciones corporativas o gremio, más importantes de Europa de la Edad Media y el primer gremio ganadero, aunque existieron corporaciones locales de ganaderos anteriores en Aragón (Casa de Ganaderos de Zaragoza).

Pastores contra labradores

En la España medieval, durante la Reconquista, los reinos cristianos y musulmanes estaban separados por una franja de territorio que podía llegar a tener hasta 100 km de anchura, casi despoblados, pues era tierra de nadie sometida a continuas incursiones bélicas de los dos bandos. En estas tierras no valía la pena labrar, porque las campañas bélicas se organizaban durante el buen tiempo, en la época de las cosechas, de modo que lo más probable es que, por unos o por otros, acabaran dadas al fuego o al saqueo.

Este territorio lo aprovechaban los pastores, cuyo ganado podía moverse de un lugar a otro, practicando la trashumancia, de modo que lo recorrían durante el otoño y el invierno (temporadas frías) y, en la temporada de campañas (primavera y verano), se refugiaban en las montañas del norte, más húmedas y que conservaban sus pastos durante el tiempo cálido, consiguiendo formar una ganadería muy importante. La base principal de la importancia económica de estos rebaños era la oveja merina, cuya lana, de gran calidad, era apreciada (y todavía lo es) en toda Europa, así como la oveja churra, para carne. La lana tenía como mercados importantes Medina del Campo y Burgos. Conforme avanza la Reconquista, estas tierras se van repoblando y labrando, mientras se establece otra franja de tierra de nadie más hacia el sur.

Cuando el rey Fernando III dio un gran impulso a la Reconquista (siglo XIII), incorporando a sus reinos gran cantidad de territorio y haciendo tributarios a los reinos "moros" que quedaban, la tierra de nadie se convierte en segura y los labradores roturan los pastos, prohibiendo el paso de los ganados que se comían las plantas verdes. Teniendo en cuenta que otra gran riqueza de Castilla es el trigo, los reyes (empezando por el sucesor de Fernando III, Alfonso X) se ven en la necesidad de promulgar leyes para defender a unos y a otros, estableciendo caminos para el ganado entre las tierras cultivadas (cañadas, cuerdas, cordeles...) para facilitar la trashumancia y el paso entre unos pastos y otros, generalmente situados en zonas de difícil roturación.

Historia de la Mesta

Las agrupaciones de pastores y ganaderos se fusionaron en la "Real sociedad de ganaderos de la Mesta", según el privilegio de Alfonso X el Sabio, en 1273, aunque su denominación y reglamentación es de 1347, reinando Alfonso XI.[1]​ Como se ha dicho, con su creación, se intentaba evitar posibles conflictos entre agricultores y ganaderos, ya que estos últimos, debían atravesar las tierras de los agricultores con sus rebaños dos veces al año, produciendo daños en sus cultivos. Esto se subsanó, construyendo unos itinerarios concretos; los de mayor anchura se llamaban cañadas, y las más importantes de entre ellas se llamaban cañadas reales, dando testimonio de su creación por el rey.

En las cortes de Toledo de 1480, se decreta dejar libre el paso de rebaños entre Aragón y Castilla, manifestándose el papel preponderante que los Reyes Católicos darían a la Mesta.[1]​ El mismo año otro decreto otorgaba libertad absoluta para el tránsito de ganados en ambos reinos.[1]​ Con esto no solo pretendían proteger esta actividad, sino también incrementar los ingresos de la corona mediante el arrendamiento y la venta de derechos de pastos.[1]​ A partir de entonces, el presidente de la Mesta, sería el miembro más antiguo del Consejo Real.

Desde el año 1500, la Mesta se organizaba celebrando 2 asambleas al año, una en el sur de la península entre enero y febrero, y la otra en el norte, entre los meses de septiembre y octubre.[2]​ La labor de estas asambleas era principalmente asuntos de carácter interno como la organización de las trashumancias próximas, orden de paso, y la elección de los cargos que debían dirigir la Mesta.

El cargo principal era el de Presidente, los 4 alcaldes de cuadrilla que le ayudaban en sus tareas y los alcaldes mayores. También tenían relevante importancia los jueces de comisión, encargados de juzgar y multar a los que no cumplieran la extensa normativa de la Mesta.

Existe un gran desconocimiento sobre el funcionamiento a nivel institucional de la Mesta, lo que ha provocado todo tipo de especulaciones al respecto y ha creado “la leyenda negra” que decía que desde los Reyes Católicos, la Mesta era una máquina perfecta por su organización, atribuciones y actuaciones.

Fue una organización muy poderosa debido a los privilegios que los reyes le concedían ya que la lana era un importante producto entre los que exportaba Castilla a Europa, por lo que se debía fomentar la producción de lana, a veces en detrimento de la agricultura.

La Mesta, fue una de las causantes de la deforestación sufrida en la península a lo largo de la historia, ya que la gran cantidad de ganado, necesitaba mucho pasto para alimentarse[cita requerida].

Su decadencia y posterior desaparición en el año 1836, tuvo varios motivos:

  • Elevados precios que hacen que las exportaciones de la lana empiecen a ser menos competitivas.
  • Continuos conflictos entre ganaderos y la industria que poco a poco van tomando poder y les van limando ciertos privilegios.
  • Las guerras con Portugal que hacen que muchas cañadas no puedan ser utilizadas.
  • La corona necesita tanta cantidad de dinero que les daba lo mismo de donde viniese por eso la mesta va perdiendo privilegios.

Cañadas reales

Principales Cañadas Reales de Castilla y sus equivalentes en los otros reinos españoles

Las principales cañadas reales por las que circulaba el ganado de la mesta fueron:

Cuando llegaban cerca de sus destinos, había toda una serie de caminos menores, con diversos nombres según su importancia: cuerdas, cordeles..., para repartir el ganado por las zonas de pastos.

Referencias

  1. a b c d Gómez Urdáñez, José Luis (1983). «La economía en la sierra. La Mesta.». Historia de La Rioja. Edad Moderna - Edad Contemporanea. Caja de Ahorros de La Rioja. pp. 15 a 18. ISBN 84.7231-903-2. 
  2. Matías Brieva: Coleccion de Leyes, Reales Decretos y órdenes, acuerdos y circulares pertenecientes al ramo de la Mesta, da una relación de todas las juntas celebradas desde 1500.

Enlaces externos

Bibliografía

(edición fascímil) ISBN 84-7557-636-2