Diferencia entre revisiones de «Átomo hidrogenoide»

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Los orbitales de los átomos hidrogenoides se identifican mediante tres [[número cuántico|números cuánticos]]: [[Número cuántico principal|''n'']], [[Número cuántico orbital|''l'']], y [[Número cuántico magnético|''m<sub>l</sub>'']]. Las reglas que restringen los valores de los números cuánticos y sus energías (ver más abajo) explican la configuración electrónica de los átomos y la conformación de la [[tabla periódica]].
Los orbitales de los átomos hidrogenoides se identifican mediante tres [[número cuántico|números cuánticos]]: [[Número cuántico principal|''n'']], [[Número cuántico orbital|''l'']], y [[Número cuántico magnético|''m<sub>l</sub>'']]. Las reglas que restringen los valores de los números cuánticos y sus energías (ver más abajo) explican la configuración electrónica de los átomos y la conformación de la [[tabla periódica]].
El principito

El principito (en francés: Le Petit Prince), publicado en 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos.

Puede parecer un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.
Sinopsis [editar]

En esta novela, un aviador -Saint-Exupèry lo fue- se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.

El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.[1]

El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.

Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.

El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo al aviador que, ya habíamos comentado, estaba perdido en el desierto.

Obra como metáfora [editar]

Este libro es una metáfora que hay que entender, es más, está lleno de pequeñas metáforas que si no se develan cuesta entender el significado de la obra. De esta forma también podemos encontrar que una misma cosa es interpretada por distintas personas de formas diferentes. Cada opinión es una verdad, desde su punto de vista, no habiendo una única forma de ver e interpretar las "insinuaciones" que hace el autor, ni nadie que puede decir qué es lo correcto o cómo se tiene que interpretar tal o cual cosa.

La historia comienza con una crítica sarcástica a las cosas importantes de la vida y a los adultos, a cómo se condiciona a los niños y se los conduce por el camino "correcto". Una de las frases que ejemplifican esta crítica es: "La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche".

Estas críticas a las cosas "importantes" y al mundo de los adultos van salpicando el libro a lo largo de la narración.
Personajes principales

* El Principito: Personaje principal del libro, toda la historia esta basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño planeta que podríamos identificar, no como un planeta sino, como su propia vida, así el resto de planetas que visita son en realidad las vidas de otras personas que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que tiene mucho por vivir y aprender.[2]

* El narrador: Coprotagonista, es un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que lo ha perdido pero intenta recuperarlo. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos critica con frases como: "Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil francos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"" Por sus características, podemos identificar al narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.[3]

* El cordero: Personaje aparentemente irrelevante pero de gran significado. Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas que pueda tener o surgirle, pero como todos los amigos sin querer, algún día, pueden volverse en tu contra y hacernos daño.[4]

* La caja: En un achaque de ira por no saber dibujar el cordero, el autor dibuja una caja y dice: "Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro". Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusion a la imaginación que los adultos ya no suelen usar.[5]

* Los baobabs: Son los problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: "¡Niños, atención a los baobabs!" Los niños somos nosotros. Hay que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.[6]

* Los volcanes: Tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.[7]

* La Rosa: Personaje que nos pone de manifiesto el amor del principito, la Rosa no es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su "planeta", ha habido otras, pero ésta es la que ha "florecido" y perdura, es la metafora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones, es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, es vanidosa, egoísta y mentirosa. Aun así es su flor, única entre otras. Pone de manifiesto la inocencia del principito, su inexperiencia. Responsable de la huída del principito por crearle una gran confusión con su forma de hacer y/o decir las cosas.[8]

* El fanal o globo: La proteccion, los celos y/o los mimos y cuidados que hay que tener para que la "rosa" se sienta protegida y querida aunque realmente no los necesita.[9]

Viaje por los planetas y sus habitantes [editar]

Cuando el principito se "cansa" de su relación con la "rosa", comienza un viaje que le lleva a conocer una serie de "mundos" y personajes.

* El rey: Es sinónimo de autoridad, pero lo que nos quiere decir, la experiencia del encuentro con este personaje, es que no tienes porque hacer caso a nadie, no hay porque cumplir lo que te ordenan, nadie tiene autoridad sobre ti por muy rey que sea, la última voluntad de hacer o no hacer algo es cosa de uno mismo. La autoridad de alguien dura lo que aguanta la sumisión de otros. También puede representar la "Ambición de Poder", pero de alguna manera es un Poder Racional, ya que ordena hacer cosas que obviamente se harían de cualquier modo.[10]

* El vanidoso: Representa la vanidad y el egoísmo del hombre, encarna el deseo de reconocimiento y admiración social. Este personaje nos recuerda que la apariencia no es lo importante, no sirve para nada, no es realmente importante si estás solo, la vanidad es un defecto que todos tenemos, queremos ser más y sentir que somos mejores, y como dice el principito: ¿para qué te sirve?. Decididamente, las personas grandes son muy extrañas.[11]

* El borracho: Simboliza la falta de fuerza de voluntad y superación humana. El borracho bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber... El círculo cerrado en el que se encuentra este personaje es una ventana a cómo un problema nos puede llevar a un callejón sin salida si no ponemos suficiente empeño en superarlo.[12]

* El hombre de negocios: Representa la avaricia y la ambición económica que poseemos, el personaje se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que piensa poseer; planea utilizarlas para comprar más estrellas. Sin tiempo para si ni para nadie, esclavo del trabajo que le hace rico y libre, no disfruta de las cosas de la vida, no vive.[13]

* El farolero: Este personaje que hace lo que debe, encender un farol cuando empieza la noche y apagarlo cuando comienza el día, se gana el respeto y la amistad del principito precisamente por eso, pero la realidad es que su compromiso y lealtad lo llevan a una situación absurda en la que enciende y apaga el farol cada minuto, que es lo que dura un día en su planeta. Sin tiempo para nada más, su "mundo" es muy pequeño precisamente por esto. En realidad este adulto no difiere de los demás, y nos muestra como hacer lo que uno debe nos puede quitar la posibilidad de hacer lo que uno realmente quiere. También podría decirse que representa la lealtad y la responsabilidad, es el único personaje de alma positiva que conoce el principito en su viaje.[14]

* El geógrafo: Personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su mundo es mayor que el de los otros, por una vida más plena dedicada al conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que puede ofrecerle esto. Este personaje le aporta al Principito la idea de que puede que su "Rosa" ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero" trastoca a nuestro personaje. También representaría la pasión laboral que lo aisla del mundo. Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena reputación.[15]

Una vez en la Tierra, el principito encuentra toda una hilera de rosales y se deprime, porque pensaba que su rosa era única en todo el universo.

En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.
Antoine de Saint-Exupéry. El principito, pág. 83.

Cuando el principito conoce al narrador le pide que dibuje un cordero. Al no saber cómo, el narrador dibuja lo que sabe, una boa con el estómago hinchado, un dibujo que otras personas siempre habían interpretado como un sombrero. El principito, sin embargo, interpreta el dibujo de inmediato y exclama que no quiere una boa con un elefante dentro, sino un cordero. El narrador intenta dibujar algunos corderos, pero el principito las rechaza. Finalmente dibuja una caja y explica al principito que el cordero se encuentra dentro. El principito, quien puede ver el cordero dentro de la caja con tanta facilidad como ve el elefante dentro de la boa, lo acepta.

En el desierto, el principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta. Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja que la serpiente lo muerda. El principito queda blanco como la nieve y, cuando el narrador busca su cuerpo al día siguiente, éste ya no está ya que al morir vuelve a su planeta.

Referencias [editar]

1. ↑ Antoine de Saint-Exupéry. El Principito (El aniversario). Traductor Bonifacio del Carril. Barcelona: Salamandra, 2000. ISBN 978-84-7888-628-9.
2. ↑ Pág. 4.
3. ↑ Pág. 1.
4. ↑ Pág. 6.
5. ↑ Pág. 7.
6. ↑ Pág. 18.
7. ↑ Pág. 29.
8. ↑ Pág. 24.
9. ↑ Pág. 31.
10. ↑ Pág. 32.
11. ↑ Pág. 38.
12. ↑ Pág. 40.
13. ↑ Pág. 42.
14. ↑ Pág. 46.
15. ↑ Pág. 50.

Enlaces externos [editar]

Commons

* Colabora en Commons. Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre El principito.

Wikiquote

* Colabora en Wikiquote Wikiquote alberga frases célebres de El principito.

Wikisource

* Colabora en Wikisource. Wikisource contiene obras originales de o sobre El principito.
* El principito, la mayor colección en todos los idiomas
* Antoine de Saint Exupéry: «El Principito»
* Texto completo de El principito (on line)
* El principito en 100 lenguas con ejemplos auditivos
* El principito — colección en 160 lenguas
* El principito
* El principito, traducción por Gaston Ringuelet
El principito

El principito (en francés: Le Petit Prince), publicado en 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos.

Puede parecer un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.
Sinopsis [editar]

En esta novela, un aviador -Saint-Exupèry lo fue- se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.

El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.[1]

El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.

Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.

El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo al aviador que, ya habíamos comentado, estaba perdido en el desierto.

Obra como metáfora [editar]

Este libro es una metáfora que hay que entender, es más, está lleno de pequeñas metáforas que si no se develan cuesta entender el significado de la obra. De esta forma también podemos encontrar que una misma cosa es interpretada por distintas personas de formas diferentes. Cada opinión es una verdad, desde su punto de vista, no habiendo una única forma de ver e interpretar las "insinuaciones" que hace el autor, ni nadie que puede decir qué es lo correcto o cómo se tiene que interpretar tal o cual cosa.

La historia comienza con una crítica sarcástica a las cosas importantes de la vida y a los adultos, a cómo se condiciona a los niños y se los conduce por el camino "correcto". Una de las frases que ejemplifican esta crítica es: "La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche".

Estas críticas a las cosas "importantes" y al mundo de los adultos van salpicando el libro a lo largo de la narración.
Personajes principales

* El Principito: Personaje principal del libro, toda la historia esta basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño planeta que podríamos identificar, no como un planeta sino, como su propia vida, así el resto de planetas que visita son en realidad las vidas de otras personas que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que tiene mucho por vivir y aprender.[2]

* El narrador: Coprotagonista, es un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que lo ha perdido pero intenta recuperarlo. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos critica con frases como: "Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil francos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"" Por sus características, podemos identificar al narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.[3]

* El cordero: Personaje aparentemente irrelevante pero de gran significado. Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas que pueda tener o surgirle, pero como todos los amigos sin querer, algún día, pueden volverse en tu contra y hacernos daño.[4]

* La caja: En un achaque de ira por no saber dibujar el cordero, el autor dibuja una caja y dice: "Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro". Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusion a la imaginación que los adultos ya no suelen usar.[5]

* Los baobabs: Son los problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: "¡Niños, atención a los baobabs!" Los niños somos nosotros. Hay que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.[6]

* Los volcanes: Tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.[7]

* La Rosa: Personaje que nos pone de manifiesto el amor del principito, la Rosa no es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su "planeta", ha habido otras, pero ésta es la que ha "florecido" y perdura, es la metafora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones, es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, es vanidosa, egoísta y mentirosa. Aun así es su flor, única entre otras. Pone de manifiesto la inocencia del principito, su inexperiencia. Responsable de la huída del principito por crearle una gran confusión con su forma de hacer y/o decir las cosas.[8]

* El fanal o globo: La proteccion, los celos y/o los mimos y cuidados que hay que tener para que la "rosa" se sienta protegida y querida aunque realmente no los necesita.[9]

Viaje por los planetas y sus habitantes [editar]

Cuando el principito se "cansa" de su relación con la "rosa", comienza un viaje que le lleva a conocer una serie de "mundos" y personajes.

* El rey: Es sinónimo de autoridad, pero lo que nos quiere decir, la experiencia del encuentro con este personaje, es que no tienes porque hacer caso a nadie, no hay porque cumplir lo que te ordenan, nadie tiene autoridad sobre ti por muy rey que sea, la última voluntad de hacer o no hacer algo es cosa de uno mismo. La autoridad de alguien dura lo que aguanta la sumisión de otros. También puede representar la "Ambición de Poder", pero de alguna manera es un Poder Racional, ya que ordena hacer cosas que obviamente se harían de cualquier modo.[10]

* El vanidoso: Representa la vanidad y el egoísmo del hombre, encarna el deseo de reconocimiento y admiración social. Este personaje nos recuerda que la apariencia no es lo importante, no sirve para nada, no es realmente importante si estás solo, la vanidad es un defecto que todos tenemos, queremos ser más y sentir que somos mejores, y como dice el principito: ¿para qué te sirve?. Decididamente, las personas grandes son muy extrañas.[11]

* El borracho: Simboliza la falta de fuerza de voluntad y superación humana. El borracho bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber... El círculo cerrado en el que se encuentra este personaje es una ventana a cómo un problema nos puede llevar a un callejón sin salida si no ponemos suficiente empeño en superarlo.[12]

* El hombre de negocios: Representa la avaricia y la ambición económica que poseemos, el personaje se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que piensa poseer; planea utilizarlas para comprar más estrellas. Sin tiempo para si ni para nadie, esclavo del trabajo que le hace rico y libre, no disfruta de las cosas de la vida, no vive.[13]

* El farolero: Este personaje que hace lo que debe, encender un farol cuando empieza la noche y apagarlo cuando comienza el día, se gana el respeto y la amistad del principito precisamente por eso, pero la realidad es que su compromiso y lealtad lo llevan a una situación absurda en la que enciende y apaga el farol cada minuto, que es lo que dura un día en su planeta. Sin tiempo para nada más, su "mundo" es muy pequeño precisamente por esto. En realidad este adulto no difiere de los demás, y nos muestra como hacer lo que uno debe nos puede quitar la posibilidad de hacer lo que uno realmente quiere. También podría decirse que representa la lealtad y la responsabilidad, es el único personaje de alma positiva que conoce el principito en su viaje.[14]

* El geógrafo: Personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su mundo es mayor que el de los otros, por una vida más plena dedicada al conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que puede ofrecerle esto. Este personaje le aporta al Principito la idea de que puede que su "Rosa" ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero" trastoca a nuestro personaje. También representaría la pasión laboral que lo aisla del mundo. Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena reputación.[15]

Una vez en la Tierra, el principito encuentra toda una hilera de rosales y se deprime, porque pensaba que su rosa era única en todo el universo.

En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.
Antoine de Saint-Exupéry. El principito, pág. 83.

Cuando el principito conoce al narrador le pide que dibuje un cordero. Al no saber cómo, el narrador dibuja lo que sabe, una boa con el estómago hinchado, un dibujo que otras personas siempre habían interpretado como un sombrero. El principito, sin embargo, interpreta el dibujo de inmediato y exclama que no quiere una boa con un elefante dentro, sino un cordero. El narrador intenta dibujar algunos corderos, pero el principito las rechaza. Finalmente dibuja una caja y explica al principito que el cordero se encuentra dentro. El principito, quien puede ver el cordero dentro de la caja con tanta facilidad como ve el elefante dentro de la boa, lo acepta.

En el desierto, el principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta. Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja que la serpiente lo muerda. El principito queda blanco como la nieve y, cuando el narrador busca su cuerpo al día siguiente, éste ya no está ya que al morir vuelve a su planeta.

Referencias [editar]

1. ↑ Antoine de Saint-Exupéry. El Principito (El aniversario). Traductor Bonifacio del Carril. Barcelona: Salamandra, 2000. ISBN 978-84-7888-628-9.
2. ↑ Pág. 4.
3. ↑ Pág. 1.
4. ↑ Pág. 6.
5. ↑ Pág. 7.
6. ↑ Pág. 18.
7. ↑ Pág. 29.
8. ↑ Pág. 24.
9. ↑ Pág. 31.
10. ↑ Pág. 32.
11. ↑ Pág. 38.
12. ↑ Pág. 40.
13. ↑ Pág. 42.
14. ↑ Pág. 46.
15. ↑ Pág. 50.

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* Antoine de Saint Exupéry: «El Principito»
* Texto completo de El principito (on line)
* El principito en 100 lenguas con ejemplos auditivos
* El principito — colección en 160 lenguas
* El principito
* El principito, traducción por Gaston Ringuelet
El principito

El principito (en francés: Le Petit Prince), publicado en 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos.

Puede parecer un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.
Sinopsis [editar]

En esta novela, un aviador -Saint-Exupèry lo fue- se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.

El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.[1]

El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.

Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.

El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo al aviador que, ya habíamos comentado, estaba perdido en el desierto.

Obra como metáfora [editar]

Este libro es una metáfora que hay que entender, es más, está lleno de pequeñas metáforas que si no se develan cuesta entender el significado de la obra. De esta forma también podemos encontrar que una misma cosa es interpretada por distintas personas de formas diferentes. Cada opinión es una verdad, desde su punto de vista, no habiendo una única forma de ver e interpretar las "insinuaciones" que hace el autor, ni nadie que puede decir qué es lo correcto o cómo se tiene que interpretar tal o cual cosa.

La historia comienza con una crítica sarcástica a las cosas importantes de la vida y a los adultos, a cómo se condiciona a los niños y se los conduce por el camino "correcto". Una de las frases que ejemplifican esta crítica es: "La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche".

Estas críticas a las cosas "importantes" y al mundo de los adultos van salpicando el libro a lo largo de la narración.
Personajes principales

* El Principito: Personaje principal del libro, toda la historia esta basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño planeta que podríamos identificar, no como un planeta sino, como su propia vida, así el resto de planetas que visita son en realidad las vidas de otras personas que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que tiene mucho por vivir y aprender.[2]

* El narrador: Coprotagonista, es un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que lo ha perdido pero intenta recuperarlo. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos critica con frases como: "Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil francos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"" Por sus características, podemos identificar al narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.[3]

* El cordero: Personaje aparentemente irrelevante pero de gran significado. Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas que pueda tener o surgirle, pero como todos los amigos sin querer, algún día, pueden volverse en tu contra y hacernos daño.[4]

* La caja: En un achaque de ira por no saber dibujar el cordero, el autor dibuja una caja y dice: "Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro". Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusion a la imaginación que los adultos ya no suelen usar.[5]

* Los baobabs: Son los problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: "¡Niños, atención a los baobabs!" Los niños somos nosotros. Hay que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.[6]

* Los volcanes: Tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.[7]

* La Rosa: Personaje que nos pone de manifiesto el amor del principito, la Rosa no es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su "planeta", ha habido otras, pero ésta es la que ha "florecido" y perdura, es la metafora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones, es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, es vanidosa, egoísta y mentirosa. Aun así es su flor, única entre otras. Pone de manifiesto la inocencia del principito, su inexperiencia. Responsable de la huída del principito por crearle una gran confusión con su forma de hacer y/o decir las cosas.[8]

* El fanal o globo: La proteccion, los celos y/o los mimos y cuidados que hay que tener para que la "rosa" se sienta protegida y querida aunque realmente no los necesita.[9]

Viaje por los planetas y sus habitantes [editar]

Cuando el principito se "cansa" de su relación con la "rosa", comienza un viaje que le lleva a conocer una serie de "mundos" y personajes.

* El rey: Es sinónimo de autoridad, pero lo que nos quiere decir, la experiencia del encuentro con este personaje, es que no tienes porque hacer caso a nadie, no hay porque cumplir lo que te ordenan, nadie tiene autoridad sobre ti por muy rey que sea, la última voluntad de hacer o no hacer algo es cosa de uno mismo. La autoridad de alguien dura lo que aguanta la sumisión de otros. También puede representar la "Ambición de Poder", pero de alguna manera es un Poder Racional, ya que ordena hacer cosas que obviamente se harían de cualquier modo.[10]

* El vanidoso: Representa la vanidad y el egoísmo del hombre, encarna el deseo de reconocimiento y admiración social. Este personaje nos recuerda que la apariencia no es lo importante, no sirve para nada, no es realmente importante si estás solo, la vanidad es un defecto que todos tenemos, queremos ser más y sentir que somos mejores, y como dice el principito: ¿para qué te sirve?. Decididamente, las personas grandes son muy extrañas.[11]

* El borracho: Simboliza la falta de fuerza de voluntad y superación humana. El borracho bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber... El círculo cerrado en el que se encuentra este personaje es una ventana a cómo un problema nos puede llevar a un callejón sin salida si no ponemos suficiente empeño en superarlo.[12]

* El hombre de negocios: Representa la avaricia y la ambición económica que poseemos, el personaje se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que piensa poseer; planea utilizarlas para comprar más estrellas. Sin tiempo para si ni para nadie, esclavo del trabajo que le hace rico y libre, no disfruta de las cosas de la vida, no vive.[13]

* El farolero: Este personaje que hace lo que debe, encender un farol cuando empieza la noche y apagarlo cuando comienza el día, se gana el respeto y la amistad del principito precisamente por eso, pero la realidad es que su compromiso y lealtad lo llevan a una situación absurda en la que enciende y apaga el farol cada minuto, que es lo que dura un día en su planeta. Sin tiempo para nada más, su "mundo" es muy pequeño precisamente por esto. En realidad este adulto no difiere de los demás, y nos muestra como hacer lo que uno debe nos puede quitar la posibilidad de hacer lo que uno realmente quiere. También podría decirse que representa la lealtad y la responsabilidad, es el único personaje de alma positiva que conoce el principito en su viaje.[14]

* El geógrafo: Personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su mundo es mayor que el de los otros, por una vida más plena dedicada al conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que puede ofrecerle esto. Este personaje le aporta al Principito la idea de que puede que su "Rosa" ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero" trastoca a nuestro personaje. También representaría la pasión laboral que lo aisla del mundo. Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena reputación.[15]

Una vez en la Tierra, el principito encuentra toda una hilera de rosales y se deprime, porque pensaba que su rosa era única en todo el universo.

En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.
Antoine de Saint-Exupéry. El principito, pág. 83.

Cuando el principito conoce al narrador le pide que dibuje un cordero. Al no saber cómo, el narrador dibuja lo que sabe, una boa con el estómago hinchado, un dibujo que otras personas siempre habían interpretado como un sombrero. El principito, sin embargo, interpreta el dibujo de inmediato y exclama que no quiere una boa con un elefante dentro, sino un cordero. El narrador intenta dibujar algunos corderos, pero el principito las rechaza. Finalmente dibuja una caja y explica al principito que el cordero se encuentra dentro. El principito, quien puede ver el cordero dentro de la caja con tanta facilidad como ve el elefante dentro de la boa, lo acepta.

En el desierto, el principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta. Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja que la serpiente lo muerda. El principito queda blanco como la nieve y, cuando el narrador busca su cuerpo al día siguiente, éste ya no está ya que al morir vuelve a su planeta.

Referencias [editar]

1. ↑ Antoine de Saint-Exupéry. El Principito (El aniversario). Traductor Bonifacio del Carril. Barcelona: Salamandra, 2000. ISBN 978-84-7888-628-9.
2. ↑ Pág. 4.
3. ↑ Pág. 1.
4. ↑ Pág. 6.
5. ↑ Pág. 7.
6. ↑ Pág. 18.
7. ↑ Pág. 29.
8. ↑ Pág. 24.
9. ↑ Pág. 31.
10. ↑ Pág. 32.
11. ↑ Pág. 38.
12. ↑ Pág. 40.
13. ↑ Pág. 42.
14. ↑ Pág. 46.
15. ↑ Pág. 50.

Enlaces externos [editar]

Commons

* Colabora en Commons. Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre El principito.

Wikiquote

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Wikisource

* Colabora en Wikisource. Wikisource contiene obras originales de o sobre El principito.
* El principito, la mayor colección en todos los idiomas
* Antoine de Saint Exupéry: «El Principito»
* Texto completo de El principito (on line)
* El principito en 100 lenguas con ejemplos auditivos
* El principito — colección en 160 lenguas
* El principito
* El principito, traducción por Gaston Ringuelet
El principito

El principito (en francés: Le Petit Prince), publicado en 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos.

Puede parecer un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.
Sinopsis [editar]

En esta novela, un aviador -Saint-Exupèry lo fue- se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.

El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.[1]

El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.

Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.

El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo al aviador que, ya habíamos comentado, estaba perdido en el desierto.

Obra como metáfora [editar]

Este libro es una metáfora que hay que entender, es más, está lleno de pequeñas metáforas que si no se develan cuesta entender el significado de la obra. De esta forma también podemos encontrar que una misma cosa es interpretada por distintas personas de formas diferentes. Cada opinión es una verdad, desde su punto de vista, no habiendo una única forma de ver e interpretar las "insinuaciones" que hace el autor, ni nadie que puede decir qué es lo correcto o cómo se tiene que interpretar tal o cual cosa.

La historia comienza con una crítica sarcástica a las cosas importantes de la vida y a los adultos, a cómo se condiciona a los niños y se los conduce por el camino "correcto". Una de las frases que ejemplifican esta crítica es: "La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche".

Estas críticas a las cosas "importantes" y al mundo de los adultos van salpicando el libro a lo largo de la narración.
Personajes principales

* El Principito: Personaje principal del libro, toda la historia esta basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño planeta que podríamos identificar, no como un planeta sino, como su propia vida, así el resto de planetas que visita son en realidad las vidas de otras personas que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que tiene mucho por vivir y aprender.[2]

* El narrador: Coprotagonista, es un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que lo ha perdido pero intenta recuperarlo. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos critica con frases como: "Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil francos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"" Por sus características, podemos identificar al narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.[3]

* El cordero: Personaje aparentemente irrelevante pero de gran significado. Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas que pueda tener o surgirle, pero como todos los amigos sin querer, algún día, pueden volverse en tu contra y hacernos daño.[4]

* La caja: En un achaque de ira por no saber dibujar el cordero, el autor dibuja una caja y dice: "Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro". Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusion a la imaginación que los adultos ya no suelen usar.[5]

* Los baobabs: Son los problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: "¡Niños, atención a los baobabs!" Los niños somos nosotros. Hay que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.[6]

* Los volcanes: Tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.[7]

* La Rosa: Personaje que nos pone de manifiesto el amor del principito, la Rosa no es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su "planeta", ha habido otras, pero ésta es la que ha "florecido" y perdura, es la metafora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones, es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, es vanidosa, egoísta y mentirosa. Aun así es su flor, única entre otras. Pone de manifiesto la inocencia del principito, su inexperiencia. Responsable de la huída del principito por crearle una gran confusión con su forma de hacer y/o decir las cosas.[8]

* El fanal o globo: La proteccion, los celos y/o los mimos y cuidados que hay que tener para que la "rosa" se sienta protegida y querida aunque realmente no los necesita.[9]

Viaje por los planetas y sus habitantes [editar]

Cuando el principito se "cansa" de su relación con la "rosa", comienza un viaje que le lleva a conocer una serie de "mundos" y personajes.

* El rey: Es sinónimo de autoridad, pero lo que nos quiere decir, la experiencia del encuentro con este personaje, es que no tienes porque hacer caso a nadie, no hay porque cumplir lo que te ordenan, nadie tiene autoridad sobre ti por muy rey que sea, la última voluntad de hacer o no hacer algo es cosa de uno mismo. La autoridad de alguien dura lo que aguanta la sumisión de otros. También puede representar la "Ambición de Poder", pero de alguna manera es un Poder Racional, ya que ordena hacer cosas que obviamente se harían de cualquier modo.[10]

* El vanidoso: Representa la vanidad y el egoísmo del hombre, encarna el deseo de reconocimiento y admiración social. Este personaje nos recuerda que la apariencia no es lo importante, no sirve para nada, no es realmente importante si estás solo, la vanidad es un defecto que todos tenemos, queremos ser más y sentir que somos mejores, y como dice el principito: ¿para qué te sirve?. Decididamente, las personas grandes son muy extrañas.[11]

* El borracho: Simboliza la falta de fuerza de voluntad y superación humana. El borracho bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber... El círculo cerrado en el que se encuentra este personaje es una ventana a cómo un problema nos puede llevar a un callejón sin salida si no ponemos suficiente empeño en superarlo.[12]

* El hombre de negocios: Representa la avaricia y la ambición económica que poseemos, el personaje se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que piensa poseer; planea utilizarlas para comprar más estrellas. Sin tiempo para si ni para nadie, esclavo del trabajo que le hace rico y libre, no disfruta de las cosas de la vida, no vive.[13]

* El farolero: Este personaje que hace lo que debe, encender un farol cuando empieza la noche y apagarlo cuando comienza el día, se gana el respeto y la amistad del principito precisamente por eso, pero la realidad es que su compromiso y lealtad lo llevan a una situación absurda en la que enciende y apaga el farol cada minuto, que es lo que dura un día en su planeta. Sin tiempo para nada más, su "mundo" es muy pequeño precisamente por esto. En realidad este adulto no difiere de los demás, y nos muestra como hacer lo que uno debe nos puede quitar la posibilidad de hacer lo que uno realmente quiere. También podría decirse que representa la lealtad y la responsabilidad, es el único personaje de alma positiva que conoce el principito en su viaje.[14]

* El geógrafo: Personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su mundo es mayor que el de los otros, por una vida más plena dedicada al conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que puede ofrecerle esto. Este personaje le aporta al Principito la idea de que puede que su "Rosa" ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero" trastoca a nuestro personaje. También representaría la pasión laboral que lo aisla del mundo. Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena reputación.[15]

Una vez en la Tierra, el principito encuentra toda una hilera de rosales y se deprime, porque pensaba que su rosa era única en todo el universo.

En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.
Antoine de Saint-Exupéry. El principito, pág. 83.

Cuando el principito conoce al narrador le pide que dibuje un cordero. Al no saber cómo, el narrador dibuja lo que sabe, una boa con el estómago hinchado, un dibujo que otras personas siempre habían interpretado como un sombrero. El principito, sin embargo, interpreta el dibujo de inmediato y exclama que no quiere una boa con un elefante dentro, sino un cordero. El narrador intenta dibujar algunos corderos, pero el principito las rechaza. Finalmente dibuja una caja y explica al principito que el cordero se encuentra dentro. El principito, quien puede ver el cordero dentro de la caja con tanta facilidad como ve el elefante dentro de la boa, lo acepta.

En el desierto, el principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta. Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja que la serpiente lo muerda. El principito queda blanco como la nieve y, cuando el narrador busca su cuerpo al día siguiente, éste ya no está ya que al morir vuelve a su planeta.

Referencias [editar]

1. ↑ Antoine de Saint-Exupéry. El Principito (El aniversario). Traductor Bonifacio del Carril. Barcelona: Salamandra, 2000. ISBN 978-84-7888-628-9.
2. ↑ Pág. 4.
3. ↑ Pág. 1.
4. ↑ Pág. 6.
5. ↑ Pág. 7.
6. ↑ Pág. 18.
7. ↑ Pág. 29.
8. ↑ Pág. 24.
9. ↑ Pág. 31.
10. ↑ Pág. 32.
11. ↑ Pág. 38.
12. ↑ Pág. 40.
13. ↑ Pág. 42.
14. ↑ Pág. 46.
15. ↑ Pág. 50.

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* Antoine de Saint Exupéry: «El Principito»
* Texto completo de El principito (on line)
* El principito en 100 lenguas con ejemplos auditivos
* El principito — colección en 160 lenguas
* El principito
* El principito, traducción por Gaston Ringuelet
El principito

El principito (en francés: Le Petit Prince), publicado en 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos.

Puede parecer un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.
Sinopsis [editar]

En esta novela, un aviador -Saint-Exupèry lo fue- se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.

El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.[1]

El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.

Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.

El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo al aviador que, ya habíamos comentado, estaba perdido en el desierto.

Obra como metáfora [editar]

Este libro es una metáfora que hay que entender, es más, está lleno de pequeñas metáforas que si no se develan cuesta entender el significado de la obra. De esta forma también podemos encontrar que una misma cosa es interpretada por distintas personas de formas diferentes. Cada opinión es una verdad, desde su punto de vista, no habiendo una única forma de ver e interpretar las "insinuaciones" que hace el autor, ni nadie que puede decir qué es lo correcto o cómo se tiene que interpretar tal o cual cosa.

La historia comienza con una crítica sarcástica a las cosas importantes de la vida y a los adultos, a cómo se condiciona a los niños y se los conduce por el camino "correcto". Una de las frases que ejemplifican esta crítica es: "La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche".

Estas críticas a las cosas "importantes" y al mundo de los adultos van salpicando el libro a lo largo de la narración.
Personajes principales

* El Principito: Personaje principal del libro, toda la historia esta basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño planeta que podríamos identificar, no como un planeta sino, como su propia vida, así el resto de planetas que visita son en realidad las vidas de otras personas que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que tiene mucho por vivir y aprender.[2]

* El narrador: Coprotagonista, es un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que lo ha perdido pero intenta recuperarlo. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos critica con frases como: "Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil francos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"" Por sus características, podemos identificar al narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.[3]

* El cordero: Personaje aparentemente irrelevante pero de gran significado. Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas que pueda tener o surgirle, pero como todos los amigos sin querer, algún día, pueden volverse en tu contra y hacernos daño.[4]

* La caja: En un achaque de ira por no saber dibujar el cordero, el autor dibuja una caja y dice: "Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro". Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusion a la imaginación que los adultos ya no suelen usar.[5]

* Los baobabs: Son los problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: "¡Niños, atención a los baobabs!" Los niños somos nosotros. Hay que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.[6]

* Los volcanes: Tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.[7]

* La Rosa: Personaje que nos pone de manifiesto el amor del principito, la Rosa no es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su "planeta", ha habido otras, pero ésta es la que ha "florecido" y perdura, es la metafora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones, es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, es vanidosa, egoísta y mentirosa. Aun así es su flor, única entre otras. Pone de manifiesto la inocencia del principito, su inexperiencia. Responsable de la huída del principito por crearle una gran confusión con su forma de hacer y/o decir las cosas.[8]

* El fanal o globo: La proteccion, los celos y/o los mimos y cuidados que hay que tener para que la "rosa" se sienta protegida y querida aunque realmente no los necesita.[9]

Viaje por los planetas y sus habitantes [editar]

Cuando el principito se "cansa" de su relación con la "rosa", comienza un viaje que le lleva a conocer una serie de "mundos" y personajes.

* El rey: Es sinónimo de autoridad, pero lo que nos quiere decir, la experiencia del encuentro con este personaje, es que no tienes porque hacer caso a nadie, no hay porque cumplir lo que te ordenan, nadie tiene autoridad sobre ti por muy rey que sea, la última voluntad de hacer o no hacer algo es cosa de uno mismo. La autoridad de alguien dura lo que aguanta la sumisión de otros. También puede representar la "Ambición de Poder", pero de alguna manera es un Poder Racional, ya que ordena hacer cosas que obviamente se harían de cualquier modo.[10]

* El vanidoso: Representa la vanidad y el egoísmo del hombre, encarna el deseo de reconocimiento y admiración social. Este personaje nos recuerda que la apariencia no es lo importante, no sirve para nada, no es realmente importante si estás solo, la vanidad es un defecto que todos tenemos, queremos ser más y sentir que somos mejores, y como dice el principito: ¿para qué te sirve?. Decididamente, las personas grandes son muy extrañas.[11]

* El borracho: Simboliza la falta de fuerza de voluntad y superación humana. El borracho bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber... El círculo cerrado en el que se encuentra este personaje es una ventana a cómo un problema nos puede llevar a un callejón sin salida si no ponemos suficiente empeño en superarlo.[12]

* El hombre de negocios: Representa la avaricia y la ambición económica que poseemos, el personaje se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que piensa poseer; planea utilizarlas para comprar más estrellas. Sin tiempo para si ni para nadie, esclavo del trabajo que le hace rico y libre, no disfruta de las cosas de la vida, no vive.[13]

* El farolero: Este personaje que hace lo que debe, encender un farol cuando empieza la noche y apagarlo cuando comienza el día, se gana el respeto y la amistad del principito precisamente por eso, pero la realidad es que su compromiso y lealtad lo llevan a una situación absurda en la que enciende y apaga el farol cada minuto, que es lo que dura un día en su planeta. Sin tiempo para nada más, su "mundo" es muy pequeño precisamente por esto. En realidad este adulto no difiere de los demás, y nos muestra como hacer lo que uno debe nos puede quitar la posibilidad de hacer lo que uno realmente quiere. También podría decirse que representa la lealtad y la responsabilidad, es el único personaje de alma positiva que conoce el principito en su viaje.[14]

* El geógrafo: Personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su mundo es mayor que el de los otros, por una vida más plena dedicada al conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que puede ofrecerle esto. Este personaje le aporta al Principito la idea de que puede que su "Rosa" ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero" trastoca a nuestro personaje. También representaría la pasión laboral que lo aisla del mundo. Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena reputación.[15]

Una vez en la Tierra, el principito encuentra toda una hilera de rosales y se deprime, porque pensaba que su rosa era única en todo el universo.

En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.
Antoine de Saint-Exupéry. El principito, pág. 83.

Cuando el principito conoce al narrador le pide que dibuje un cordero. Al no saber cómo, el narrador dibuja lo que sabe, una boa con el estómago hinchado, un dibujo que otras personas siempre habían interpretado como un sombrero. El principito, sin embargo, interpreta el dibujo de inmediato y exclama que no quiere una boa con un elefante dentro, sino un cordero. El narrador intenta dibujar algunos corderos, pero el principito las rechaza. Finalmente dibuja una caja y explica al principito que el cordero se encuentra dentro. El principito, quien puede ver el cordero dentro de la caja con tanta facilidad como ve el elefante dentro de la boa, lo acepta.

En el desierto, el principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta. Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja que la serpiente lo muerda. El principito queda blanco como la nieve y, cuando el narrador busca su cuerpo al día siguiente, éste ya no está ya que al morir vuelve a su planeta.

Referencias [editar]

1. ↑ Antoine de Saint-Exupéry. El Principito (El aniversario). Traductor Bonifacio del Carril. Barcelona: Salamandra, 2000. ISBN 978-84-7888-628-9.
2. ↑ Pág. 4.
3. ↑ Pág. 1.
4. ↑ Pág. 6.
5. ↑ Pág. 7.
6. ↑ Pág. 18.
7. ↑ Pág. 29.
8. ↑ Pág. 24.
9. ↑ Pág. 31.
10. ↑ Pág. 32.
11. ↑ Pág. 38.
12. ↑ Pág. 40.
13. ↑ Pág. 42.
14. ↑ Pág. 46.
15. ↑ Pág. 50.

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* Texto completo de El principito (on line)
* El principito en 100 lenguas con ejemplos auditivos
* El principito — colección en 160 lenguas
* El principito
* El principito, traducción por Gaston Ringuelet
El principito

El principito (en francés: Le Petit Prince), publicado en 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos.

Puede parecer un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.
Sinopsis [editar]

En esta novela, un aviador -Saint-Exupèry lo fue- se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.

El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.[1]

El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.

Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.

El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo al aviador que, ya habíamos comentado, estaba perdido en el desierto.

Obra como metáfora [editar]

Este libro es una metáfora que hay que entender, es más, está lleno de pequeñas metáforas que si no se develan cuesta entender el significado de la obra. De esta forma también podemos encontrar que una misma cosa es interpretada por distintas personas de formas diferentes. Cada opinión es una verdad, desde su punto de vista, no habiendo una única forma de ver e interpretar las "insinuaciones" que hace el autor, ni nadie que puede decir qué es lo correcto o cómo se tiene que interpretar tal o cual cosa.

La historia comienza con una crítica sarcástica a las cosas importantes de la vida y a los adultos, a cómo se condiciona a los niños y se los conduce por el camino "correcto". Una de las frases que ejemplifican esta crítica es: "La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche".

Estas críticas a las cosas "importantes" y al mundo de los adultos van salpicando el libro a lo largo de la narración.
Personajes principales

* El Principito: Personaje principal del libro, toda la historia esta basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño planeta que podríamos identificar, no como un planeta sino, como su propia vida, así el resto de planetas que visita son en realidad las vidas de otras personas que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que tiene mucho por vivir y aprender.[2]

* El narrador: Coprotagonista, es un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que lo ha perdido pero intenta recuperarlo. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos critica con frases como: "Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil francos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"" Por sus características, podemos identificar al narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.[3]

* El cordero: Personaje aparentemente irrelevante pero de gran significado. Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas que pueda tener o surgirle, pero como todos los amigos sin querer, algún día, pueden volverse en tu contra y hacernos daño.[4]

* La caja: En un achaque de ira por no saber dibujar el cordero, el autor dibuja una caja y dice: "Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro". Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusion a la imaginación que los adultos ya no suelen usar.[5]

* Los baobabs: Son los problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: "¡Niños, atención a los baobabs!" Los niños somos nosotros. Hay que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.[6]

* Los volcanes: Tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.[7]

* La Rosa: Personaje que nos pone de manifiesto el amor del principito, la Rosa no es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su "planeta", ha habido otras, pero ésta es la que ha "florecido" y perdura, es la metafora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones, es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, es vanidosa, egoísta y mentirosa. Aun así es su flor, única entre otras. Pone de manifiesto la inocencia del principito, su inexperiencia. Responsable de la huída del principito por crearle una gran confusión con su forma de hacer y/o decir las cosas.[8]

* El fanal o globo: La proteccion, los celos y/o los mimos y cuidados que hay que tener para que la "rosa" se sienta protegida y querida aunque realmente no los necesita.[9]

Viaje por los planetas y sus habitantes [editar]

Cuando el principito se "cansa" de su relación con la "rosa", comienza un viaje que le lleva a conocer una serie de "mundos" y personajes.

* El rey: Es sinónimo de autoridad, pero lo que nos quiere decir, la experiencia del encuentro con este personaje, es que no tienes porque hacer caso a nadie, no hay porque cumplir lo que te ordenan, nadie tiene autoridad sobre ti por muy rey que sea, la última voluntad de hacer o no hacer algo es cosa de uno mismo. La autoridad de alguien dura lo que aguanta la sumisión de otros. También puede representar la "Ambición de Poder", pero de alguna manera es un Poder Racional, ya que ordena hacer cosas que obviamente se harían de cualquier modo.[10]

* El vanidoso: Representa la vanidad y el egoísmo del hombre, encarna el deseo de reconocimiento y admiración social. Este personaje nos recuerda que la apariencia no es lo importante, no sirve para nada, no es realmente importante si estás solo, la vanidad es un defecto que todos tenemos, queremos ser más y sentir que somos mejores, y como dice el principito: ¿para qué te sirve?. Decididamente, las personas grandes son muy extrañas.[11]

* El borracho: Simboliza la falta de fuerza de voluntad y superación humana. El borracho bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber... El círculo cerrado en el que se encuentra este personaje es una ventana a cómo un problema nos puede llevar a un callejón sin salida si no ponemos suficiente empeño en superarlo.[12]

* El hombre de negocios: Representa la avaricia y la ambición económica que poseemos, el personaje se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que piensa poseer; planea utilizarlas para comprar más estrellas. Sin tiempo para si ni para nadie, esclavo del trabajo que le hace rico y libre, no disfruta de las cosas de la vida, no vive.[13]

* El farolero: Este personaje que hace lo que debe, encender un farol cuando empieza la noche y apagarlo cuando comienza el día, se gana el respeto y la amistad del principito precisamente por eso, pero la realidad es que su compromiso y lealtad lo llevan a una situación absurda en la que enciende y apaga el farol cada minuto, que es lo que dura un día en su planeta. Sin tiempo para nada más, su "mundo" es muy pequeño precisamente por esto. En realidad este adulto no difiere de los demás, y nos muestra como hacer lo que uno debe nos puede quitar la posibilidad de hacer lo que uno realmente quiere. También podría decirse que representa la lealtad y la responsabilidad, es el único personaje de alma positiva que conoce el principito en su viaje.[14]

* El geógrafo: Personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su mundo es mayor que el de los otros, por una vida más plena dedicada al conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que puede ofrecerle esto. Este personaje le aporta al Principito la idea de que puede que su "Rosa" ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero" trastoca a nuestro personaje. También representaría la pasión laboral que lo aisla del mundo. Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena reputación.[15]

Una vez en la Tierra, el principito encuentra toda una hilera de rosales y se deprime, porque pensaba que su rosa era única en todo el universo.

En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.
Antoine de Saint-Exupéry. El principito, pág. 83.

Cuando el principito conoce al narrador le pide que dibuje un cordero. Al no saber cómo, el narrador dibuja lo que sabe, una boa con el estómago hinchado, un dibujo que otras personas siempre habían interpretado como un sombrero. El principito, sin embargo, interpreta el dibujo de inmediato y exclama que no quiere una boa con un elefante dentro, sino un cordero. El narrador intenta dibujar algunos corderos, pero el principito las rechaza. Finalmente dibuja una caja y explica al principito que el cordero se encuentra dentro. El principito, quien puede ver el cordero dentro de la caja con tanta facilidad como ve el elefante dentro de la boa, lo acepta.

En el desierto, el principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta. Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja que la serpiente lo muerda. El principito queda blanco como la nieve y, cuando el narrador busca su cuerpo al día siguiente, éste ya no está ya que al morir vuelve a su planeta.

Referencias [editar]

1. ↑ Antoine de Saint-Exupéry. El Principito (El aniversario). Traductor Bonifacio del Carril. Barcelona: Salamandra, 2000. ISBN 978-84-7888-628-9.
2. ↑ Pág. 4.
3. ↑ Pág. 1.
4. ↑ Pág. 6.
5. ↑ Pág. 7.
6. ↑ Pág. 18.
7. ↑ Pág. 29.
8. ↑ Pág. 24.
9. ↑ Pág. 31.
10. ↑ Pág. 32.
11. ↑ Pág. 38.
12. ↑ Pág. 40.
13. ↑ Pág. 42.
14. ↑ Pág. 46.
15. ↑ Pág. 50.

Enlaces externos [editar]

Commons

* Colabora en Commons. Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre El principito.

Wikiquote

* Colabora en Wikiquote Wikiquote alberga frases célebres de El principito.

Wikisource

* Colabora en Wikisource. Wikisource contiene obras originales de o sobre El principito.
* El principito, la mayor colección en todos los idiomas
* Antoine de Saint Exupéry: «El Principito»
* Texto completo de El principito (on line)
* El principito en 100 lenguas con ejemplos auditivos
* El principito — colección en 160 lenguas
* El principito
* El principito, traducción por Gaston Ringuelet
El principito

El principito (en francés: Le Petit Prince), publicado en 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos.

Puede parecer un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.
Sinopsis [editar]

En esta novela, un aviador -Saint-Exupèry lo fue- se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.

El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.[1]

El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.

Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.

El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo al aviador que, ya habíamos comentado, estaba perdido en el desierto.

Obra como metáfora [editar]

Este libro es una metáfora que hay que entender, es más, está lleno de pequeñas metáforas que si no se develan cuesta entender el significado de la obra. De esta forma también podemos encontrar que una misma cosa es interpretada por distintas personas de formas diferentes. Cada opinión es una verdad, desde su punto de vista, no habiendo una única forma de ver e interpretar las "insinuaciones" que hace el autor, ni nadie que puede decir qué es lo correcto o cómo se tiene que interpretar tal o cual cosa.

La historia comienza con una crítica sarcástica a las cosas importantes de la vida y a los adultos, a cómo se condiciona a los niños y se los conduce por el camino "correcto". Una de las frases que ejemplifican esta crítica es: "La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche".

Estas críticas a las cosas "importantes" y al mundo de los adultos van salpicando el libro a lo largo de la narración.
Personajes principales

* El Principito: Personaje principal del libro, toda la historia esta basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño planeta que podríamos identificar, no como un planeta sino, como su propia vida, así el resto de planetas que visita son en realidad las vidas de otras personas que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que tiene mucho por vivir y aprender.[2]

* El narrador: Coprotagonista, es un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que lo ha perdido pero intenta recuperarlo. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos critica con frases como: "Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil francos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"" Por sus características, podemos identificar al narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.[3]

* El cordero: Personaje aparentemente irrelevante pero de gran significado. Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas que pueda tener o surgirle, pero como todos los amigos sin querer, algún día, pueden volverse en tu contra y hacernos daño.[4]

* La caja: En un achaque de ira por no saber dibujar el cordero, el autor dibuja una caja y dice: "Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro". Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusion a la imaginación que los adultos ya no suelen usar.[5]

* Los baobabs: Son los problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: "¡Niños, atención a los baobabs!" Los niños somos nosotros. Hay que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.[6]

* Los volcanes: Tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.[7]

* La Rosa: Personaje que nos pone de manifiesto el amor del principito, la Rosa no es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su "planeta", ha habido otras, pero ésta es la que ha "florecido" y perdura, es la metafora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones, es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, es vanidosa, egoísta y mentirosa. Aun así es su flor, única entre otras. Pone de manifiesto la inocencia del principito, su inexperiencia. Responsable de la huída del principito por crearle una gran confusión con su forma de hacer y/o decir las cosas.[8]

* El fanal o globo: La proteccion, los celos y/o los mimos y cuidados que hay que tener para que la "rosa" se sienta protegida y querida aunque realmente no los necesita.[9]

Viaje por los planetas y sus habitantes [editar]

Cuando el principito se "cansa" de su relación con la "rosa", comienza un viaje que le lleva a conocer una serie de "mundos" y personajes.

* El rey: Es sinónimo de autoridad, pero lo que nos quiere decir, la experiencia del encuentro con este personaje, es que no tienes porque hacer caso a nadie, no hay porque cumplir lo que te ordenan, nadie tiene autoridad sobre ti por muy rey que sea, la última voluntad de hacer o no hacer algo es cosa de uno mismo. La autoridad de alguien dura lo que aguanta la sumisión de otros. También puede representar la "Ambición de Poder", pero de alguna manera es un Poder Racional, ya que ordena hacer cosas que obviamente se harían de cualquier modo.[10]

* El vanidoso: Representa la vanidad y el egoísmo del hombre, encarna el deseo de reconocimiento y admiración social. Este personaje nos recuerda que la apariencia no es lo importante, no sirve para nada, no es realmente importante si estás solo, la vanidad es un defecto que todos tenemos, queremos ser más y sentir que somos mejores, y como dice el principito: ¿para qué te sirve?. Decididamente, las personas grandes son muy extrañas.[11]

* El borracho: Simboliza la falta de fuerza de voluntad y superación humana. El borracho bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber... El círculo cerrado en el que se encuentra este personaje es una ventana a cómo un problema nos puede llevar a un callejón sin salida si no ponemos suficiente empeño en superarlo.[12]

* El hombre de negocios: Representa la avaricia y la ambición económica que poseemos, el personaje se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que piensa poseer; planea utilizarlas para comprar más estrellas. Sin tiempo para si ni para nadie, esclavo del trabajo que le hace rico y libre, no disfruta de las cosas de la vida, no vive.[13]

* El farolero: Este personaje que hace lo que debe, encender un farol cuando empieza la noche y apagarlo cuando comienza el día, se gana el respeto y la amistad del principito precisamente por eso, pero la realidad es que su compromiso y lealtad lo llevan a una situación absurda en la que enciende y apaga el farol cada minuto, que es lo que dura un día en su planeta. Sin tiempo para nada más, su "mundo" es muy pequeño precisamente por esto. En realidad este adulto no difiere de los demás, y nos muestra como hacer lo que uno debe nos puede quitar la posibilidad de hacer lo que uno realmente quiere. También podría decirse que representa la lealtad y la responsabilidad, es el único personaje de alma positiva que conoce el principito en su viaje.[14]

* El geógrafo: Personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su mundo es mayor que el de los otros, por una vida más plena dedicada al conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que puede ofrecerle esto. Este personaje le aporta al Principito la idea de que puede que su "Rosa" ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero" trastoca a nuestro personaje. También representaría la pasión laboral que lo aisla del mundo. Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena reputación.[15]

Una vez en la Tierra, el principito encuentra toda una hilera de rosales y se deprime, porque pensaba que su rosa era única en todo el universo.

En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.
Antoine de Saint-Exupéry. El principito, pág. 83.

Cuando el principito conoce al narrador le pide que dibuje un cordero. Al no saber cómo, el narrador dibuja lo que sabe, una boa con el estómago hinchado, un dibujo que otras personas siempre habían interpretado como un sombrero. El principito, sin embargo, interpreta el dibujo de inmediato y exclama que no quiere una boa con un elefante dentro, sino un cordero. El narrador intenta dibujar algunos corderos, pero el principito las rechaza. Finalmente dibuja una caja y explica al principito que el cordero se encuentra dentro. El principito, quien puede ver el cordero dentro de la caja con tanta facilidad como ve el elefante dentro de la boa, lo acepta.

En el desierto, el principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta. Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja que la serpiente lo muerda. El principito queda blanco como la nieve y, cuando el narrador busca su cuerpo al día siguiente, éste ya no está ya que al morir vuelve a su planeta.

Referencias [editar]

1. ↑ Antoine de Saint-Exupéry. El Principito (El aniversario). Traductor Bonifacio del Carril. Barcelona: Salamandra, 2000. ISBN 978-84-7888-628-9.
2. ↑ Pág. 4.
3. ↑ Pág. 1.
4. ↑ Pág. 6.
5. ↑ Pág. 7.
6. ↑ Pág. 18.
7. ↑ Pág. 29.
8. ↑ Pág. 24.
9. ↑ Pág. 31.
10. ↑ Pág. 32.
11. ↑ Pág. 38.
12. ↑ Pág. 40.
13. ↑ Pág. 42.
14. ↑ Pág. 46.
15. ↑ Pág. 50.

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* El principito, la mayor colección en todos los idiomas
* Antoine de Saint Exupéry: «El Principito»
* Texto completo de El principito (on line)
* El principito en 100 lenguas con ejemplos auditivos
* El principito — colección en 160 lenguas
* El principito
* El principito, traducción por Gaston Ringuelet
El principito

El principito (en francés: Le Petit Prince), publicado en 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos.

Puede parecer un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.
Sinopsis [editar]

En esta novela, un aviador -Saint-Exupèry lo fue- se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.

El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.[1]

El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.

Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.

El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo al aviador que, ya habíamos comentado, estaba perdido en el desierto.

Obra como metáfora [editar]

Este libro es una metáfora que hay que entender, es más, está lleno de pequeñas metáforas que si no se develan cuesta entender el significado de la obra. De esta forma también podemos encontrar que una misma cosa es interpretada por distintas personas de formas diferentes. Cada opinión es una verdad, desde su punto de vista, no habiendo una única forma de ver e interpretar las "insinuaciones" que hace el autor, ni nadie que puede decir qué es lo correcto o cómo se tiene que interpretar tal o cual cosa.

La historia comienza con una crítica sarcástica a las cosas importantes de la vida y a los adultos, a cómo se condiciona a los niños y se los conduce por el camino "correcto". Una de las frases que ejemplifican esta crítica es: "La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche".

Estas críticas a las cosas "importantes" y al mundo de los adultos van salpicando el libro a lo largo de la narración.
Personajes principales

* El Principito: Personaje principal del libro, toda la historia esta basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño planeta que podríamos identificar, no como un planeta sino, como su propia vida, así el resto de planetas que visita son en realidad las vidas de otras personas que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que tiene mucho por vivir y aprender.[2]

* El narrador: Coprotagonista, es un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que lo ha perdido pero intenta recuperarlo. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos critica con frases como: "Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil francos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"" Por sus características, podemos identificar al narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.[3]

* El cordero: Personaje aparentemente irrelevante pero de gran significado. Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas que pueda tener o surgirle, pero como todos los amigos sin querer, algún día, pueden volverse en tu contra y hacernos daño.[4]

* La caja: En un achaque de ira por no saber dibujar el cordero, el autor dibuja una caja y dice: "Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro". Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusion a la imaginación que los adultos ya no suelen usar.[5]

* Los baobabs: Son los problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: "¡Niños, atención a los baobabs!" Los niños somos nosotros. Hay que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.[6]

* Los volcanes: Tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.[7]

* La Rosa: Personaje que nos pone de manifiesto el amor del principito, la Rosa no es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su "planeta", ha habido otras, pero ésta es la que ha "florecido" y perdura, es la metafora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones, es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, es vanidosa, egoísta y mentirosa. Aun así es su flor, única entre otras. Pone de manifiesto la inocencia del principito, su inexperiencia. Responsable de la huída del principito por crearle una gran confusión con su forma de hacer y/o decir las cosas.[8]

* El fanal o globo: La proteccion, los celos y/o los mimos y cuidados que hay que tener para que la "rosa" se sienta protegida y querida aunque realmente no los necesita.[9]

Viaje por los planetas y sus habitantes [editar]

Cuando el principito se "cansa" de su relación con la "rosa", comienza un viaje que le lleva a conocer una serie de "mundos" y personajes.

* El rey: Es sinónimo de autoridad, pero lo que nos quiere decir, la experiencia del encuentro con este personaje, es que no tienes porque hacer caso a nadie, no hay porque cumplir lo que te ordenan, nadie tiene autoridad sobre ti por muy rey que sea, la última voluntad de hacer o no hacer algo es cosa de uno mismo. La autoridad de alguien dura lo que aguanta la sumisión de otros. También puede representar la "Ambición de Poder", pero de alguna manera es un Poder Racional, ya que ordena hacer cosas que obviamente se harían de cualquier modo.[10]

* El vanidoso: Representa la vanidad y el egoísmo del hombre, encarna el deseo de reconocimiento y admiración social. Este personaje nos recuerda que la apariencia no es lo importante, no sirve para nada, no es realmente importante si estás solo, la vanidad es un defecto que todos tenemos, queremos ser más y sentir que somos mejores, y como dice el principito: ¿para qué te sirve?. Decididamente, las personas grandes son muy extrañas.[11]

* El borracho: Simboliza la falta de fuerza de voluntad y superación humana. El borracho bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber... El círculo cerrado en el que se encuentra este personaje es una ventana a cómo un problema nos puede llevar a un callejón sin salida si no ponemos suficiente empeño en superarlo.[12]

* El hombre de negocios: Representa la avaricia y la ambición económica que poseemos, el personaje se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que piensa poseer; planea utilizarlas para comprar más estrellas. Sin tiempo para si ni para nadie, esclavo del trabajo que le hace rico y libre, no disfruta de las cosas de la vida, no vive.[13]

* El farolero: Este personaje que hace lo que debe, encender un farol cuando empieza la noche y apagarlo cuando comienza el día, se gana el respeto y la amistad del principito precisamente por eso, pero la realidad es que su compromiso y lealtad lo llevan a una situación absurda en la que enciende y apaga el farol cada minuto, que es lo que dura un día en su planeta. Sin tiempo para nada más, su "mundo" es muy pequeño precisamente por esto. En realidad este adulto no difiere de los demás, y nos muestra como hacer lo que uno debe nos puede quitar la posibilidad de hacer lo que uno realmente quiere. También podría decirse que representa la lealtad y la responsabilidad, es el único personaje de alma positiva que conoce el principito en su viaje.[14]

* El geógrafo: Personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su mundo es mayor que el de los otros, por una vida más plena dedicada al conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que puede ofrecerle esto. Este personaje le aporta al Principito la idea de que puede que su "Rosa" ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero" trastoca a nuestro personaje. También representaría la pasión laboral que lo aisla del mundo. Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena reputación.[15]

Una vez en la Tierra, el principito encuentra toda una hilera de rosales y se deprime, porque pensaba que su rosa era única en todo el universo.

En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.
Antoine de Saint-Exupéry. El principito, pág. 83.

Cuando el principito conoce al narrador le pide que dibuje un cordero. Al no saber cómo, el narrador dibuja lo que sabe, una boa con el estómago hinchado, un dibujo que otras personas siempre habían interpretado como un sombrero. El principito, sin embargo, interpreta el dibujo de inmediato y exclama que no quiere una boa con un elefante dentro, sino un cordero. El narrador intenta dibujar algunos corderos, pero el principito las rechaza. Finalmente dibuja una caja y explica al principito que el cordero se encuentra dentro. El principito, quien puede ver el cordero dentro de la caja con tanta facilidad como ve el elefante dentro de la boa, lo acepta.

En el desierto, el principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta. Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja que la serpiente lo muerda. El principito queda blanco como la nieve y, cuando el narrador busca su cuerpo al día siguiente, éste ya no está ya que al morir vuelve a su planeta.

Referencias [editar]

1. ↑ Antoine de Saint-Exupéry. El Principito (El aniversario). Traductor Bonifacio del Carril. Barcelona: Salamandra, 2000. ISBN 978-84-7888-628-9.
2. ↑ Pág. 4.
3. ↑ Pág. 1.
4. ↑ Pág. 6.
5. ↑ Pág. 7.
6. ↑ Pág. 18.
7. ↑ Pág. 29.
8. ↑ Pág. 24.
9. ↑ Pág. 31.
10. ↑ Pág. 32.
11. ↑ Pág. 38.
12. ↑ Pág. 40.
13. ↑ Pág. 42.
14. ↑ Pág. 46.
15. ↑ Pág. 50.

Enlaces externos [editar]

Commons

* Colabora en Commons. Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre El principito.

Wikiquote

* Colabora en Wikiquote Wikiquote alberga frases célebres de El principito.

Wikisource

* Colabora en Wikisource. Wikisource contiene obras originales de o sobre El principito.
* El principito, la mayor colección en todos los idiomas
* Antoine de Saint Exupéry: «El Principito»
* Texto completo de El principito (on line)
* El principito en 100 lenguas con ejemplos auditivos
* El principito — colección en 160 lenguas
* El principito
* El principito, traducción por Gaston Ringuelet
El principito

El principito (en francés: Le Petit Prince), publicado en 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos.

Puede parecer un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.
Sinopsis [editar]

En esta novela, un aviador -Saint-Exupèry lo fue- se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.

El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.[1]

El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.

Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.

El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo al aviador que, ya habíamos comentado, estaba perdido en el desierto.

Obra como metáfora [editar]

Este libro es una metáfora que hay que entender, es más, está lleno de pequeñas metáforas que si no se develan cuesta entender el significado de la obra. De esta forma también podemos encontrar que una misma cosa es interpretada por distintas personas de formas diferentes. Cada opinión es una verdad, desde su punto de vista, no habiendo una única forma de ver e interpretar las "insinuaciones" que hace el autor, ni nadie que puede decir qué es lo correcto o cómo se tiene que interpretar tal o cual cosa.

La historia comienza con una crítica sarcástica a las cosas importantes de la vida y a los adultos, a cómo se condiciona a los niños y se los conduce por el camino "correcto". Una de las frases que ejemplifican esta crítica es: "La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche".

Estas críticas a las cosas "importantes" y al mundo de los adultos van salpicando el libro a lo largo de la narración.
Personajes principales

* El Principito: Personaje principal del libro, toda la historia esta basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño planeta que podríamos identificar, no como un planeta sino, como su propia vida, así el resto de planetas que visita son en realidad las vidas de otras personas que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que tiene mucho por vivir y aprender.[2]

* El narrador: Coprotagonista, es un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que lo ha perdido pero intenta recuperarlo. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos critica con frases como: "Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil francos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"" Por sus características, podemos identificar al narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.[3]

* El cordero: Personaje aparentemente irrelevante pero de gran significado. Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas que pueda tener o surgirle, pero como todos los amigos sin querer, algún día, pueden volverse en tu contra y hacernos daño.[4]

* La caja: En un achaque de ira por no saber dibujar el cordero, el autor dibuja una caja y dice: "Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro". Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusion a la imaginación que los adultos ya no suelen usar.[5]

* Los baobabs: Son los problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: "¡Niños, atención a los baobabs!" Los niños somos nosotros. Hay que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.[6]

* Los volcanes: Tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.[7]

* La Rosa: Personaje que nos pone de manifiesto el amor del principito, la Rosa no es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su "planeta", ha habido otras, pero ésta es la que ha "florecido" y perdura, es la metafora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones, es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, es vanidosa, egoísta y mentirosa. Aun así es su flor, única entre otras. Pone de manifiesto la inocencia del principito, su inexperiencia. Responsable de la huída del principito por crearle una gran confusión con su forma de hacer y/o decir las cosas.[8]

* El fanal o globo: La proteccion, los celos y/o los mimos y cuidados que hay que tener para que la "rosa" se sienta protegida y querida aunque realmente no los necesita.[9]

Viaje por los planetas y sus habitantes [editar]

Cuando el principito se "cansa" de su relación con la "rosa", comienza un viaje que le lleva a conocer una serie de "mundos" y personajes.

* El rey: Es sinónimo de autoridad, pero lo que nos quiere decir, la experiencia del encuentro con este personaje, es que no tienes porque hacer caso a nadie, no hay porque cumplir lo que te ordenan, nadie tiene autoridad sobre ti por muy rey que sea, la última voluntad de hacer o no hacer algo es cosa de uno mismo. La autoridad de alguien dura lo que aguanta la sumisión de otros. También puede representar la "Ambición de Poder", pero de alguna manera es un Poder Racional, ya que ordena hacer cosas que obviamente se harían de cualquier modo.[10]

* El vanidoso: Representa la vanidad y el egoísmo del hombre, encarna el deseo de reconocimiento y admiración social. Este personaje nos recuerda que la apariencia no es lo importante, no sirve para nada, no es realmente importante si estás solo, la vanidad es un defecto que todos tenemos, queremos ser más y sentir que somos mejores, y como dice el principito: ¿para qué te sirve?. Decididamente, las personas grandes son muy extrañas.[11]

* El borracho: Simboliza la falta de fuerza de voluntad y superación humana. El borracho bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber... El círculo cerrado en el que se encuentra este personaje es una ventana a cómo un problema nos puede llevar a un callejón sin salida si no ponemos suficiente empeño en superarlo.[12]

* El hombre de negocios: Representa la avaricia y la ambición económica que poseemos, el personaje se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que piensa poseer; planea utilizarlas para comprar más estrellas. Sin tiempo para si ni para nadie, esclavo del trabajo que le hace rico y libre, no disfruta de las cosas de la vida, no vive.[13]

* El farolero: Este personaje que hace lo que debe, encender un farol cuando empieza la noche y apagarlo cuando comienza el día, se gana el respeto y la amistad del principito precisamente por eso, pero la realidad es que su compromiso y lealtad lo llevan a una situación absurda en la que enciende y apaga el farol cada minuto, que es lo que dura un día en su planeta. Sin tiempo para nada más, su "mundo" es muy pequeño precisamente por esto. En realidad este adulto no difiere de los demás, y nos muestra como hacer lo que uno debe nos puede quitar la posibilidad de hacer lo que uno realmente quiere. También podría decirse que representa la lealtad y la responsabilidad, es el único personaje de alma positiva que conoce el principito en su viaje.[14]

* El geógrafo: Personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su mundo es mayor que el de los otros, por una vida más plena dedicada al conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que puede ofrecerle esto. Este personaje le aporta al Principito la idea de que puede que su "Rosa" ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero" trastoca a nuestro personaje. También representaría la pasión laboral que lo aisla del mundo. Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena reputación.[15]

Una vez en la Tierra, el principito encuentra toda una hilera de rosales y se deprime, porque pensaba que su rosa era única en todo el universo.

En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.
Antoine de Saint-Exupéry. El principito, pág. 83.

Cuando el principito conoce al narrador le pide que dibuje un cordero. Al no saber cómo, el narrador dibuja lo que sabe, una boa con el estómago hinchado, un dibujo que otras personas siempre habían interpretado como un sombrero. El principito, sin embargo, interpreta el dibujo de inmediato y exclama que no quiere una boa con un elefante dentro, sino un cordero. El narrador intenta dibujar algunos corderos, pero el principito las rechaza. Finalmente dibuja una caja y explica al principito que el cordero se encuentra dentro. El principito, quien puede ver el cordero dentro de la caja con tanta facilidad como ve el elefante dentro de la boa, lo acepta.

En el desierto, el principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta. Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja que la serpiente lo muerda. El principito queda blanco como la nieve y, cuando el narrador busca su cuerpo al día siguiente, éste ya no está ya que al morir vuelve a su planeta.

Referencias [editar]

1. ↑ Antoine de Saint-Exupéry. El Principito (El aniversario). Traductor Bonifacio del Carril. Barcelona: Salamandra, 2000. ISBN 978-84-7888-628-9.
2. ↑ Pág. 4.
3. ↑ Pág. 1.
4. ↑ Pág. 6.
5. ↑ Pág. 7.
6. ↑ Pág. 18.
7. ↑ Pág. 29.
8. ↑ Pág. 24.
9. ↑ Pág. 31.
10. ↑ Pág. 32.
11. ↑ Pág. 38.
12. ↑ Pág. 40.
13. ↑ Pág. 42.
14. ↑ Pág. 46.
15. ↑ Pág. 50.

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* Antoine de Saint Exupéry: «El Principito»
* Texto completo de El principito (on line)
* El principito en 100 lenguas con ejemplos auditivos
* El principito — colección en 160 lenguas
* El principito
* El principito, traducción por Gaston Ringuelet
El principito

El principito (en francés: Le Petit Prince), publicado en 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos.

Puede parecer un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.
Sinopsis [editar]

En esta novela, un aviador -Saint-Exupèry lo fue- se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.

El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.[1]

El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.

Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.

El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo al aviador que, ya habíamos comentado, estaba perdido en el desierto.

Obra como metáfora [editar]

Este libro es una metáfora que hay que entender, es más, está lleno de pequeñas metáforas que si no se develan cuesta entender el significado de la obra. De esta forma también podemos encontrar que una misma cosa es interpretada por distintas personas de formas diferentes. Cada opinión es una verdad, desde su punto de vista, no habiendo una única forma de ver e interpretar las "insinuaciones" que hace el autor, ni nadie que puede decir qué es lo correcto o cómo se tiene que interpretar tal o cual cosa.

La historia comienza con una crítica sarcástica a las cosas importantes de la vida y a los adultos, a cómo se condiciona a los niños y se los conduce por el camino "correcto". Una de las frases que ejemplifican esta crítica es: "La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche".

Estas críticas a las cosas "importantes" y al mundo de los adultos van salpicando el libro a lo largo de la narración.
Personajes principales

* El Principito: Personaje principal del libro, toda la historia esta basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño planeta que podríamos identificar, no como un planeta sino, como su propia vida, así el resto de planetas que visita son en realidad las vidas de otras personas que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que tiene mucho por vivir y aprender.[2]

* El narrador: Coprotagonista, es un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que lo ha perdido pero intenta recuperarlo. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos critica con frases como: "Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil francos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"" Por sus características, podemos identificar al narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.[3]

* El cordero: Personaje aparentemente irrelevante pero de gran significado. Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas que pueda tener o surgirle, pero como todos los amigos sin querer, algún día, pueden volverse en tu contra y hacernos daño.[4]

* La caja: En un achaque de ira por no saber dibujar el cordero, el autor dibuja una caja y dice: "Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro". Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusion a la imaginación que los adultos ya no suelen usar.[5]

* Los baobabs: Son los problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: "¡Niños, atención a los baobabs!" Los niños somos nosotros. Hay que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.[6]

* Los volcanes: Tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.[7]

* La Rosa: Personaje que nos pone de manifiesto el amor del principito, la Rosa no es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su "planeta", ha habido otras, pero ésta es la que ha "florecido" y perdura, es la metafora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones, es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, es vanidosa, egoísta y mentirosa. Aun así es su flor, única entre otras. Pone de manifiesto la inocencia del principito, su inexperiencia. Responsable de la huída del principito por crearle una gran confusión con su forma de hacer y/o decir las cosas.[8]

* El fanal o globo: La proteccion, los celos y/o los mimos y cuidados que hay que tener para que la "rosa" se sienta protegida y querida aunque realmente no los necesita.[9]

Viaje por los planetas y sus habitantes [editar]

Cuando el principito se "cansa" de su relación con la "rosa", comienza un viaje que le lleva a conocer una serie de "mundos" y personajes.

* El rey: Es sinónimo de autoridad, pero lo que nos quiere decir, la experiencia del encuentro con este personaje, es que no tienes porque hacer caso a nadie, no hay porque cumplir lo que te ordenan, nadie tiene autoridad sobre ti por muy rey que sea, la última voluntad de hacer o no hacer algo es cosa de uno mismo. La autoridad de alguien dura lo que aguanta la sumisión de otros. También puede representar la "Ambición de Poder", pero de alguna manera es un Poder Racional, ya que ordena hacer cosas que obviamente se harían de cualquier modo.[10]

* El vanidoso: Representa la vanidad y el egoísmo del hombre, encarna el deseo de reconocimiento y admiración social. Este personaje nos recuerda que la apariencia no es lo importante, no sirve para nada, no es realmente importante si estás solo, la vanidad es un defecto que todos tenemos, queremos ser más y sentir que somos mejores, y como dice el principito: ¿para qué te sirve?. Decididamente, las personas grandes son muy extrañas.[11]

* El borracho: Simboliza la falta de fuerza de voluntad y superación humana. El borracho bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber... El círculo cerrado en el que se encuentra este personaje es una ventana a cómo un problema nos puede llevar a un callejón sin salida si no ponemos suficiente empeño en superarlo.[12]

* El hombre de negocios: Representa la avaricia y la ambición económica que poseemos, el personaje se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que piensa poseer; planea utilizarlas para comprar más estrellas. Sin tiempo para si ni para nadie, esclavo del trabajo que le hace rico y libre, no disfruta de las cosas de la vida, no vive.[13]

* El farolero: Este personaje que hace lo que debe, encender un farol cuando empieza la noche y apagarlo cuando comienza el día, se gana el respeto y la amistad del principito precisamente por eso, pero la realidad es que su compromiso y lealtad lo llevan a una situación absurda en la que enciende y apaga el farol cada minuto, que es lo que dura un día en su planeta. Sin tiempo para nada más, su "mundo" es muy pequeño precisamente por esto. En realidad este adulto no difiere de los demás, y nos muestra como hacer lo que uno debe nos puede quitar la posibilidad de hacer lo que uno realmente quiere. También podría decirse que representa la lealtad y la responsabilidad, es el único personaje de alma positiva que conoce el principito en su viaje.[14]

* El geógrafo: Personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su mundo es mayor que el de los otros, por una vida más plena dedicada al conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que puede ofrecerle esto. Este personaje le aporta al Principito la idea de que puede que su "Rosa" ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero" trastoca a nuestro personaje. También representaría la pasión laboral que lo aisla del mundo. Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena reputación.[15]

Una vez en la Tierra, el principito encuentra toda una hilera de rosales y se deprime, porque pensaba que su rosa era única en todo el universo.

En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.
Antoine de Saint-Exupéry. El principito, pág. 83.

Cuando el principito conoce al narrador le pide que dibuje un cordero. Al no saber cómo, el narrador dibuja lo que sabe, una boa con el estómago hinchado, un dibujo que otras personas siempre habían interpretado como un sombrero. El principito, sin embargo, interpreta el dibujo de inmediato y exclama que no quiere una boa con un elefante dentro, sino un cordero. El narrador intenta dibujar algunos corderos, pero el principito las rechaza. Finalmente dibuja una caja y explica al principito que el cordero se encuentra dentro. El principito, quien puede ver el cordero dentro de la caja con tanta facilidad como ve el elefante dentro de la boa, lo acepta.

En el desierto, el principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta. Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja que la serpiente lo muerda. El principito queda blanco como la nieve y, cuando el narrador busca su cuerpo al día siguiente, éste ya no está ya que al morir vuelve a su planeta.

Referencias [editar]

1. ↑ Antoine de Saint-Exupéry. El Principito (El aniversario). Traductor Bonifacio del Carril. Barcelona: Salamandra, 2000. ISBN 978-84-7888-628-9.
2. ↑ Pág. 4.
3. ↑ Pág. 1.
4. ↑ Pág. 6.
5. ↑ Pág. 7.
6. ↑ Pág. 18.
7. ↑ Pág. 29.
8. ↑ Pág. 24.
9. ↑ Pág. 31.
10. ↑ Pág. 32.
11. ↑ Pág. 38.
12. ↑ Pág. 40.
13. ↑ Pág. 42.
14. ↑ Pág. 46.
15. ↑ Pág. 50.

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* Antoine de Saint Exupéry: «El Principito»
* Texto completo de El principito (on line)
* El principito en 100 lenguas con ejemplos auditivos
* El principito — colección en 160 lenguas
* El principito
* El principito, traducción por Gaston Ringuelet
El principito

El principito (en francés: Le Petit Prince), publicado en 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos.

Puede parecer un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.
Sinopsis [editar]

En esta novela, un aviador -Saint-Exupèry lo fue- se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.

El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.[1]

El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.

Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.

El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo al aviador que, ya habíamos comentado, estaba perdido en el desierto.

Obra como metáfora [editar]

Este libro es una metáfora que hay que entender, es más, está lleno de pequeñas metáforas que si no se develan cuesta entender el significado de la obra. De esta forma también podemos encontrar que una misma cosa es interpretada por distintas personas de formas diferentes. Cada opinión es una verdad, desde su punto de vista, no habiendo una única forma de ver e interpretar las "insinuaciones" que hace el autor, ni nadie que puede decir qué es lo correcto o cómo se tiene que interpretar tal o cual cosa.

La historia comienza con una crítica sarcástica a las cosas importantes de la vida y a los adultos, a cómo se condiciona a los niños y se los conduce por el camino "correcto". Una de las frases que ejemplifican esta crítica es: "La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche".

Estas críticas a las cosas "importantes" y al mundo de los adultos van salpicando el libro a lo largo de la narración.
Personajes principales

* El Principito: Personaje principal del libro, toda la historia esta basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño planeta que podríamos identificar, no como un planeta sino, como su propia vida, así el resto de planetas que visita son en realidad las vidas de otras personas que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que tiene mucho por vivir y aprender.[2]

* El narrador: Coprotagonista, es un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que lo ha perdido pero intenta recuperarlo. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos critica con frases como: "Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil francos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"" Por sus características, podemos identificar al narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.[3]

* El cordero: Personaje aparentemente irrelevante pero de gran significado. Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas que pueda tener o surgirle, pero como todos los amigos sin querer, algún día, pueden volverse en tu contra y hacernos daño.[4]

* La caja: En un achaque de ira por no saber dibujar el cordero, el autor dibuja una caja y dice: "Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro". Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusion a la imaginación que los adultos ya no suelen usar.[5]

* Los baobabs: Son los problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: "¡Niños, atención a los baobabs!" Los niños somos nosotros. Hay que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.[6]

* Los volcanes: Tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.[7]

* La Rosa: Personaje que nos pone de manifiesto el amor del principito, la Rosa no es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su "planeta", ha habido otras, pero ésta es la que ha "florecido" y perdura, es la metafora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones, es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, es vanidosa, egoísta y mentirosa. Aun así es su flor, única entre otras. Pone de manifiesto la inocencia del principito, su inexperiencia. Responsable de la huída del principito por crearle una gran confusión con su forma de hacer y/o decir las cosas.[8]

* El fanal o globo: La proteccion, los celos y/o los mimos y cuidados que hay que tener para que la "rosa" se sienta protegida y querida aunque realmente no los necesita.[9]

Viaje por los planetas y sus habitantes [editar]

Cuando el principito se "cansa" de su relación con la "rosa", comienza un viaje que le lleva a conocer una serie de "mundos" y personajes.

* El rey: Es sinónimo de autoridad, pero lo que nos quiere decir, la experiencia del encuentro con este personaje, es que no tienes porque hacer caso a nadie, no hay porque cumplir lo que te ordenan, nadie tiene autoridad sobre ti por muy rey que sea, la última voluntad de hacer o no hacer algo es cosa de uno mismo. La autoridad de alguien dura lo que aguanta la sumisión de otros. También puede representar la "Ambición de Poder", pero de alguna manera es un Poder Racional, ya que ordena hacer cosas que obviamente se harían de cualquier modo.[10]

* El vanidoso: Representa la vanidad y el egoísmo del hombre, encarna el deseo de reconocimiento y admiración social. Este personaje nos recuerda que la apariencia no es lo importante, no sirve para nada, no es realmente importante si estás solo, la vanidad es un defecto que todos tenemos, queremos ser más y sentir que somos mejores, y como dice el principito: ¿para qué te sirve?. Decididamente, las personas grandes son muy extrañas.[11]

* El borracho: Simboliza la falta de fuerza de voluntad y superación humana. El borracho bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber... El círculo cerrado en el que se encuentra este personaje es una ventana a cómo un problema nos puede llevar a un callejón sin salida si no ponemos suficiente empeño en superarlo.[12]

* El hombre de negocios: Representa la avaricia y la ambición económica que poseemos, el personaje se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que piensa poseer; planea utilizarlas para comprar más estrellas. Sin tiempo para si ni para nadie, esclavo del trabajo que le hace rico y libre, no disfruta de las cosas de la vida, no vive.[13]

* El farolero: Este personaje que hace lo que debe, encender un farol cuando empieza la noche y apagarlo cuando comienza el día, se gana el respeto y la amistad del principito precisamente por eso, pero la realidad es que su compromiso y lealtad lo llevan a una situación absurda en la que enciende y apaga el farol cada minuto, que es lo que dura un día en su planeta. Sin tiempo para nada más, su "mundo" es muy pequeño precisamente por esto. En realidad este adulto no difiere de los demás, y nos muestra como hacer lo que uno debe nos puede quitar la posibilidad de hacer lo que uno realmente quiere. También podría decirse que representa la lealtad y la responsabilidad, es el único personaje de alma positiva que conoce el principito en su viaje.[14]

* El geógrafo: Personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su mundo es mayor que el de los otros, por una vida más plena dedicada al conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que puede ofrecerle esto. Este personaje le aporta al Principito la idea de que puede que su "Rosa" ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero" trastoca a nuestro personaje. También representaría la pasión laboral que lo aisla del mundo. Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena reputación.[15]

Una vez en la Tierra, el principito encuentra toda una hilera de rosales y se deprime, porque pensaba que su rosa era única en todo el universo.

En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.
Antoine de Saint-Exupéry. El principito, pág. 83.

Cuando el principito conoce al narrador le pide que dibuje un cordero. Al no saber cómo, el narrador dibuja lo que sabe, una boa con el estómago hinchado, un dibujo que otras personas siempre habían interpretado como un sombrero. El principito, sin embargo, interpreta el dibujo de inmediato y exclama que no quiere una boa con un elefante dentro, sino un cordero. El narrador intenta dibujar algunos corderos, pero el principito las rechaza. Finalmente dibuja una caja y explica al principito que el cordero se encuentra dentro. El principito, quien puede ver el cordero dentro de la caja con tanta facilidad como ve el elefante dentro de la boa, lo acepta.

En el desierto, el principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta. Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja que la serpiente lo muerda. El principito queda blanco como la nieve y, cuando el narrador busca su cuerpo al día siguiente, éste ya no está ya que al morir vuelve a su planeta.

Referencias [editar]

1. ↑ Antoine de Saint-Exupéry. El Principito (El aniversario). Traductor Bonifacio del Carril. Barcelona: Salamandra, 2000. ISBN 978-84-7888-628-9.
2. ↑ Pág. 4.
3. ↑ Pág. 1.
4. ↑ Pág. 6.
5. ↑ Pág. 7.
6. ↑ Pág. 18.
7. ↑ Pág. 29.
8. ↑ Pág. 24.
9. ↑ Pág. 31.
10. ↑ Pág. 32.
11. ↑ Pág. 38.
12. ↑ Pág. 40.
13. ↑ Pág. 42.
14. ↑ Pág. 46.
15. ↑ Pág. 50.

Enlaces externos [editar]

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* Colabora en Wikisource. Wikisource contiene obras originales de o sobre El principito.
* El principito, la mayor colección en todos los idiomas
* Antoine de Saint Exupéry: «El Principito»
* Texto completo de El principito (on line)
* El principito en 100 lenguas con ejemplos auditivos
* El principito — colección en 160 lenguasEl principito

El principito (en francés: Le Petit Prince), publicado en 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos.

Puede parecer un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.
Sinopsis [editar]

En esta novela, un aviador -Saint-Exupèry lo fue- se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.

El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.[1]

El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.

Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.

El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo al aviador que, ya habíamos comentado, estaba perdido en el desierto.

Obra como metáfora [editar]

Este libro es una metáfora que hay que entender, es más, está lleno de pequeñas metáforas que si no se develan cuesta entender el significado de la obra. De esta forma también podemos encontrar que una misma cosa es interpretada por distintas personas de formas diferentes. Cada opinión es una verdad, desde su punto de vista, no habiendo una única forma de ver e interpretar las "insinuaciones" que hace el autor, ni nadie que puede decir qué es lo correcto o cómo se tiene que interpretar tal o cual cosa.

La historia comienza con una crítica sarcástica a las cosas importantes de la vida y a los adultos, a cómo se condiciona a los niños y se los conduce por el camino "correcto". Una de las frases que ejemplifican esta crítica es: "La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche".

Estas críticas a las cosas "importantes" y al mundo de los adultos van salpicando el libro a lo largo de la narración.
Personajes principales

* El Principito: Personaje principal del libro, toda la historia esta basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño planeta que podríamos identificar, no como un planeta sino, como su propia vida, así el resto de planetas que visita son en realidad las vidas de otras personas que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que tiene mucho por vivir y aprender.[2]

* El narrador: Coprotagonista, es un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que lo ha perdido pero intenta recuperarlo. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos critica con frases como: "Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil francos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"" Por sus características, podemos identificar al narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.[3]

* El cordero: Personaje aparentemente irrelevante pero de gran significado. Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas que pueda tener o surgirle, pero como todos los amigos sin querer, algún día, pueden volverse en tu contra y hacernos daño.[4]

* La caja: En un achaque de ira por no saber dibujar el cordero, el autor dibuja una caja y dice: "Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro". Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusion a la imaginación que los adultos ya no suelen usar.[5]

* Los baobabs: Son los problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: "¡Niños, atención a los baobabs!" Los niños somos nosotros. Hay que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.[6]

* Los volcanes: Tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.[7]

* La Rosa: Personaje que nos pone de manifiesto el amor del principito, la Rosa no es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su "planeta", ha habido otras, pero ésta es la que ha "florecido" y perdura, es la metafora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones, es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, es vanidosa, egoísta y mentirosa. Aun así es su flor, única entre otras. Pone de manifiesto la inocencia del principito, su inexperiencia. Responsable de la huída del principito por crearle una gran confusión con su forma de hacer y/o decir las cosas.[8]

* El fanal o globo: La proteccion, los celos y/o los mimos y cuidados que hay que tener para que la "rosa" se sienta protegida y querida aunque realmente no los necesita.[9]

Viaje por los planetas y sus habitantes [editar]

Cuando el principito se "cansa" de su relación con la "rosa", comienza un viaje que le lleva a conocer una serie de "mundos" y personajes.

* El rey: Es sinónimo de autoridad, pero lo que nos quiere decir, la experiencia del encuentro con este personaje, es que no tienes porque hacer caso a nadie, no hay porque cumplir lo que te ordenan, nadie tiene autoridad sobre ti por muy rey que sea, la última voluntad de hacer o no hacer algo es cosa de uno mismo. La autoridad de alguien dura lo que aguanta la sumisión de otros. También puede representar la "Ambición de Poder", pero de alguna manera es un Poder Racional, ya que ordena hacer cosas que obviamente se harían de cualquier modo.[10]

* El vanidoso: Representa la vanidad y el egoísmo del hombre, encarna el deseo de reconocimiento y admiración social. Este personaje nos recuerda que la apariencia no es lo importante, no sirve para nada, no es realmente importante si estás solo, la vanidad es un defecto que todos tenemos, queremos ser más y sentir que somos mejores, y como dice el principito: ¿para qué te sirve?. Decididamente, las personas grandes son muy extrañas.[11]

* El borracho: Simboliza la falta de fuerza de voluntad y superación humana. El borracho bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber... El círculo cerrado en el que se encuentra este personaje es una ventana a cómo un problema nos puede llevar a un callejón sin salida si no ponemos suficiente empeño en superarlo.[12]

* El hombre de negocios: Representa la avaricia y la ambición económica que poseemos, el personaje se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que piensa poseer; planea utilizarlas para comprar más estrellas. Sin tiempo para si ni para nadie, esclavo del trabajo que le hace rico y libre, no disfruta de las cosas de la vida, no vive.[13]

* El farolero: Este personaje que hace lo que debe, encender un farol cuando empieza la noche y apagarlo cuando comienza el día, se gana el respeto y la amistad del principito precisamente por eso, pero la realidad es que su compromiso y lealtad lo llevan a una situación absurda en la que enciende y apaga el farol cada minuto, que es lo que dura un día en su planeta. Sin tiempo para nada más, su "mundo" es muy pequeño precisamente por esto. En realidad este adulto no difiere de los demás, y nos muestra como hacer lo que uno debe nos puede quitar la posibilidad de hacer lo que uno realmente quiere. También podría decirse que representa la lealtad y la responsabilidad, es el único personaje de alma positiva que conoce el principito en su viaje.[14]

* El geógrafo: Personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su mundo es mayor que el de los otros, por una vida más plena dedicada al conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que puede ofrecerle esto. Este personaje le aporta al Principito la idea de que puede que su "Rosa" ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero" trastoca a nuestro personaje. También representaría la pasión laboral que lo aisla del mundo. Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena reputación.[15]

Una vez en la Tierra, el principito encuentra toda una hilera de rosales y se deprime, porque pensaba que su rosa era única en todo el universo.

En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.
Antoine de Saint-Exupéry. El principito, pág. 83.

Cuando el principito conoce al narrador le pide que dibuje un cordero. Al no saber cómo, el narrador dibuja lo que sabe, una boa con el estómago hinchado, un dibujo que otras personas siempre habían interpretado como un sombrero. El principito, sin embargo, interpreta el dibujo de inmediato y exclama que no quiere una boa con un elefante dentro, sino un cordero. El narrador intenta dibujar algunos corderos, pero el principito las rechaza. Finalmente dibuja una caja y explica al principito que el cordero se encuentra dentro. El principito, quien puede ver el cordero dentro de la caja con tanta facilidad como ve el elefante dentro de la boa, lo acepta.

En el desierto, el principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta. Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja que la serpiente lo muerda. El principito queda blanco como la nieve y, cuando el narrador busca su cuerpo al día siguiente, éste ya no está ya que al morir vuelve a su planeta.

Referencias [editar]

1. ↑ Antoine de Saint-Exupéry. El Principito (El aniversario). Traductor Bonifacio del Carril. Barcelona: Salamandra, 2000. ISBN 978-84-7888-628-9.
2. ↑ Pág. 4.
3. ↑ Pág. 1.
4. ↑ Pág. 6.
5. ↑ Pág. 7.
6. ↑ Pág. 18.
7. ↑ Pág. 29.
8. ↑ Pág. 24.
9. ↑ Pág. 31.
10. ↑ Pág. 32.
11. ↑ Pág. 38.
12. ↑ Pág. 40.
13. ↑ Pág. 42.
14. ↑ Pág. 46.
15. ↑ Pág. 50.

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* El principito, la mayor p
El principito

El principito (en francés: Le Petit Prince), publicado en 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos.

Puede parecer un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.
Sinopsis [editar]

En esta novela, un aviador -Saint-Exupèry lo fue- se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.

El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.[1]

El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.

Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.

El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo al aviador que, ya habíamos comentado, estaba perdido en el desierto.

Obra como metáfora [editar]

Este libro es una metáfora que hay que entender, es más, está lleno de pequeñas metáforas que si no se develan cuesta entender el significado de la obra. De esta forma también podemos encontrar que una misma cosa es interpretada por distintas personas de formas diferentes. Cada opinión es una verdad, desde su punto de vista, no habiendo una única forma de ver e interpretar las "insinuaciones" que hace el autor, ni nadie que puede decir qué es lo correcto o cómo se tiene que interpretar tal o cual cosa.

La historia comienza con una crítica sarcástica a las cosas importantes de la vida y a los adultos, a cómo se condiciona a los niños y se los conduce por el camino "correcto". Una de las frases que ejemplifican esta crítica es: "La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche".

Estas críticas a las cosas "importantes" y al mundo de los adultos van salpicando el libro a lo largo de la narración.
Personajes principales

* El Principito: Personaje principal del libro, toda la historia esta basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño planeta que podríamos identificar, no como un planeta sino, como su propia vida, así el resto de planetas que visita son en realidad las vidas de otras personas que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que tiene mucho por vivir y aprender.[2]

* El narrador: Coprotagonista, es un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que lo ha perdido pero intenta recuperarlo. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos critica con frases como: "Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil francos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"" Por sus características, podemos identificar al narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.[3]

* El cordero: Personaje aparentemente irrelevante pero de gran significado. Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas que pueda tener o surgirle, pero como todos los amigos sin querer, algún día, pueden volverse en tu contra y hacernos daño.[4]

* La caja: En un achaque de ira por no saber dibujar el cordero, el autor dibuja una caja y dice: "Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro". Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusion a la imaginación que los adultos ya no suelen usar.[5]

* Los baobabs: Son los problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: "¡Niños, atención a los baobabs!" Los niños somos nosotros. Hay que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.[6]

* Los volcanes: Tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.[7]

* La Rosa: Personaje que nos pone de manifiesto el amor del principito, la Rosa no es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su "planeta", ha habido otras, pero ésta es la que ha "florecido" y perdura, es la metafora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones, es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, es vanidosa, egoísta y mentirosa. Aun así es su flor, única entre otras. Pone de manifiesto la inocencia del principito, su inexperiencia. Responsable de la huída del principito por crearle una gran confusión con su forma de hacer y/o decir las cosas.[8]

* El fanal o globo: La proteccion, los celos y/o los mimos y cuidados que hay que tener para que la "rosa" se sienta protegida y querida aunque realmente no los necesita.[9]

Viaje por los planetas y sus habitantes [editar]

Cuando el principito se "cansa" de su relación con la "rosa", comienza un viaje que le lleva a conocer una serie de "mundos" y personajes.

* El rey: Es sinónimo de autoridad, pero lo que nos quiere decir, la experiencia del encuentro con este personaje, es que no tienes porque hacer caso a nadie, no hay porque cumplir lo que te ordenan, nadie tiene autoridad sobre ti por muy rey que sea, la última voluntad de hacer o no hacer algo es cosa de uno mismo. La autoridad de alguien dura lo que aguanta la sumisión de otros. También puede representar la "Ambición de Poder", pero de alguna manera es un Poder Racional, ya que ordena hacer cosas que obviamente se harían de cualquier modo.[10]

* El vanidoso: Representa la vanidad y el egoísmo del hombre, encarna el deseo de reconocimiento y admiración social. Este personaje nos recuerda que la apariencia no es lo importante, no sirve para nada, no es realmente importante si estás solo, la vanidad es un defecto que todos tenemos, queremos ser más y sentir que somos mejores, y como dice el principito: ¿para qué te sirve?. Decididamente, las personas grandes son muy extrañas.[11]

* El borracho: Simboliza la falta de fuerza de voluntad y superación humana. El borracho bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber... El círculo cerrado en el que se encuentra este personaje es una ventana a cómo un problema nos puede llevar a un callejón sin salida si no ponemos suficiente empeño en superarlo.[12]

* El hombre de negocios: Representa la avaricia y la ambición económica que poseemos, el personaje se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que piensa poseer; planea utilizarlas para comprar más estrellas. Sin tiempo para si ni para nadie, esclavo del trabajo que le hace rico y libre, no disfruta de las cosas de la vida, no vive.[13]

* El farolero: Este personaje que hace lo que debe, encender un farol cuando empieza la noche y apagarlo cuando comienza el día, se gana el respeto y la amistad del principito precisamente por eso, pero la realidad es que su compromiso y lealtad lo llevan a una situación absurda en la que enciende y apaga el farol cada minuto, que es lo que dura un día en su planeta. Sin tiempo para nada más, su "mundo" es muy pequeño precisamente por esto. En realidad este adulto no difiere de los demás, y nos muestra como hacer lo que uno debe nos puede quitar la posibilidad de hacer lo que uno realmente quiere. También podría decirse que representa la lealtad y la responsabilidad, es el único personaje de alma positiva que conoce el principito en su viaje.[14]

* El geógrafo: Personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su mundo es mayor que el de los otros, por una vida más plena dedicada al conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que puede ofrecerle esto. Este personaje le aporta al Principito la idea de que puede que su "Rosa" ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero" trastoca a nuestro personaje. También representaría la pasión laboral que lo aisla del mundo. Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena reputación.[15]

Una vez en la Tierra, el principito encuentra toda una hilera de rosales y se deprime, porque pensaba que su rosa era única en todo el universo.

En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.
Antoine de Saint-Exupéry. El principito, pág. 83.

Cuando el principito conoce al narrador le pide que dibuje un cordero. Al no saber cómo, el narrador dibuja lo que sabe, una boa con el estómago hinchado, un dibujo que otras personas siempre habían interpretado como un sombrero. El principito, sin embargo, interpreta el dibujo de inmediato y exclama que no quiere una boa con un elefante dentro, sino un cordero. El narrador intenta dibujar algunos corderos, pero el principito las rechaza. Finalmente dibuja una caja y explica al principito que el cordero se encuentra dentro. El principito, quien puede ver el cordero dentro de la caja con tanta facilidad como ve el elefante dentro de la boa, lo acepta.

En el desierto, el principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta. Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja que la serpiente lo muerda. El principito queda blanco como la nieve y, cuando el narrador busca su cuerpo al día siguiente, éste ya no está ya que al morir vuelve a su planeta.

Referencias [editar]

1. ↑ Antoine de Saint-Exupéry. El Principito (El aniversario). Traductor Bonifacio del Carril. Barcelona: Salamandra, 2000. ISBN 978-84-7888-628-9.
2. ↑ Pág. 4.
3. ↑ Pág. 1.
4. ↑ Pág. 6.
5. ↑ Pág. 7.
6. ↑ Pág. 18.
7. ↑ Pág. 29.
8. ↑ Pág. 24.
9. ↑ Pág. 31.
10. ↑ Pág. 32.
11. ↑ Pág. 38.
12. ↑ Pág. 40.
13. ↑ Pág. 42.
14. ↑ Pág. 46.
15. ↑ Pág. 50.

Enlaces externos [editar]

Commons

* Colabora en Commons. Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre El principito.

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Wikisource

* Colabora en Wikisource. Wikisource contiene obras originales de o sobre El principito.
* El principito, la mayor cp
El principito

El principito (en francés: Le Petit Prince), publicado en 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos.

Puede parecer un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.
Sinopsis [editar]

En esta novela, un aviador -Saint-Exupèry lo fue- se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.

El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.[1]

El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.

Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.

El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo al aviador que, ya habíamos comentado, estaba perdido en el desierto.

Obra como metáfora [editar]

Este libro es una metáfora que hay que entender, es más, está lleno de pequeñas metáforas que si no se develan cuesta entender el significado de la obra. De esta forma también podemos encontrar que una misma cosa es interpretada por distintas personas de formas diferentes. Cada opinión es una verdad, desde su punto de vista, no habiendo una única forma de ver e interpretar las "insinuaciones" que hace el autor, ni nadie que puede decir qué es lo correcto o cómo se tiene que interpretar tal o cual cosa.

La historia comienza con una crítica sarcástica a las cosas importantes de la vida y a los adultos, a cómo se condiciona a los niños y se los conduce por el camino "correcto". Una de las frases que ejemplifican esta crítica es: "La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche".

Estas críticas a las cosas "importantes" y al mundo de los adultos van salpicando el libro a lo largo de la narración.
Personajes principales

* El Principito: Personaje principal del libro, toda la historia esta basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño planeta que podríamos identificar, no como un planeta sino, como su propia vida, así el resto de planetas que visita son en realidad las vidas de otras personas que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que tiene mucho por vivir y aprender.[2]

* El narrador: Coprotagonista, es un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que lo ha perdido pero intenta recuperarlo. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos critica con frases como: "Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil francos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"" Por sus características, podemos identificar al narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.[3]

* El cordero: Personaje aparentemente irrelevante pero de gran significado. Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas que pueda tener o surgirle, pero como todos los amigos sin querer, algún día, pueden volverse en tu contra y hacernos daño.[4]

* La caja: En un achaque de ira por no saber dibujar el cordero, el autor dibuja una caja y dice: "Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro". Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusion a la imaginación que los adultos ya no suelen usar.[5]

* Los baobabs: Son los problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: "¡Niños, atención a los baobabs!" Los niños somos nosotros. Hay que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.[6]

* Los volcanes: Tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.[7]

* La Rosa: Personaje que nos pone de manifiesto el amor del principito, la Rosa no es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su "planeta", ha habido otras, pero ésta es la que ha "florecido" y perdura, es la metafora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones, es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, es vanidosa, egoísta y mentirosa. Aun así es su flor, única entre otras. Pone de manifiesto la inocencia del principito, su inexperiencia. Responsable de la huída del principito por crearle una gran confusión con su forma de hacer y/o decir las cosas.[8]

* El fanal o globo: La proteccion, los celos y/o los mimos y cuidados que hay que tener para que la "rosa" se sienta protegida y querida aunque realmente no los necesita.[9]

Viaje por los planetas y sus habitantes [editar]

Cuando el principito se "cansa" de su relación con la "rosa", comienza un viaje que le lleva a conocer una serie de "mundos" y personajes.

* El rey: Es sinónimo de autoridad, pero lo que nos quiere decir, la experiencia del encuentro con este personaje, es que no tienes porque hacer caso a nadie, no hay porque cumplir lo que te ordenan, nadie tiene autoridad sobre ti por muy rey que sea, la última voluntad de hacer o no hacer algo es cosa de uno mismo. La autoridad de alguien dura lo que aguanta la sumisión de otros. También puede representar la "Ambición de Poder", pero de alguna manera es un Poder Racional, ya que ordena hacer cosas que obviamente se harían de cualquier modo.[10]

* El vanidoso: Representa la vanidad y el egoísmo del hombre, encarna el deseo de reconocimiento y admiración social. Este personaje nos recuerda que la apariencia no es lo importante, no sirve para nada, no es realmente importante si estás solo, la vanidad es un defecto que todos tenemos, queremos ser más y sentir que somos mejores, y como dice el principito: ¿para qué te sirve?. Decididamente, las personas grandes son muy extrañas.[11]

* El borracho: Simboliza la falta de fuerza de voluntad y superación humana. El borracho bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber... El círculo cerrado en el que se encuentra este personaje es una ventana a cómo un problema nos puede llevar a un callejón sin salida si no ponemos suficiente empeño en superarlo.[12]

* El hombre de negocios: Representa la avaricia y la ambición económica que poseemos, el personaje se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que piensa poseer; planea utilizarlas para comprar más estrellas. Sin tiempo para si ni para nadie, esclavo del trabajo que le hace rico y libre, no disfruta de las cosas de la vida, no vive.[13]

* El farolero: Este personaje que hace lo que debe, encender un farol cuando empieza la noche y apagarlo cuando comienza el día, se gana el respeto y la amistad del principito precisamente por eso, pero la realidad es que su compromiso y lealtad lo llevan a una situación absurda en la que enciende y apaga el farol cada minuto, que es lo que dura un día en su planeta. Sin tiempo para nada más, su "mundo" es muy pequeño precisamente por esto. En realidad este adulto no difiere de los demás, y nos muestra como hacer lo que uno debe nos puede quitar la posibilidad de hacer lo que uno realmente quiere. También podría decirse que representa la lealtad y la responsabilidad, es el único personaje de alma positiva que conoce el principito en su viaje.[14]

* El geógrafo: Personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su mundo es mayor que el de los otros, por una vida más plena dedicada al conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que puede ofrecerle esto. Este personaje le aporta al Principito la idea de que puede que su "Rosa" ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero" trastoca a nuestro personaje. También representaría la pasión laboral que lo aisla del mundo. Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena reputación.[15]

Una vez en la Tierra, el principito encuentra toda una hilera de rosales y se deprime, porque pensaba que su rosa era única en todo el universo.

En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.
Antoine de Saint-Exupéry. El principito, pág. 83.

Cuando el principito conoce al narrador le pide que dibuje un cordero. Al no saber cómo, el narrador dibuja lo que sabe, una boa con el estómago hinchado, un dibujo que otras personas siempre habían interpretado como un sombrero. El principito, sin embargo, interpreta el dibujo de inmediato y exclama que no quiere una boa con un elefante dentro, sino un cordero. El narrador intenta dibujar algunos corderos, pero el principito las rechaza. Finalmente dibuja una caja y explica al principito que el cordero se encuentra dentro. El principito, quien puede ver el cordero dentro de la caja con tanta facilidad como ve el elefante dentro de la boa, lo acepta.

En el desierto, el principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta. Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja que la serpiente lo muerda. El principito queda blanco como la nieve y, cuando el narrador busca su cuerpo al día siguiente, éste ya no está ya que al morir vuelve a su planeta.

Referencias [editar]

1. ↑ Antoine de Saint-Exupéry. El Principito (El aniversario). Traductor Bonifacio del Carril. Barcelona: Salamandra, 2000. ISBN 978-84-7888-628-9.
2. ↑ Pág. 4.
3. ↑ Pág. 1.
4. ↑ Pág. 6.
5. ↑ Pág. 7.
6. ↑ Pág. 18.
7. ↑ Pág. 29.
8. ↑ Pág. 24.
9. ↑ Pág. 31.
10. ↑ Pág. 32.
11. ↑ Pág. 38.
12. ↑ Pág. 40.
13. ↑ Pág. 42.
14. ↑ Pág. 46.
15. ↑ Pág. 50.

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* El principito, la mayor colección en todos los idiomas
* Antoine de Saint Exupéry: «El Principito»
* Texto completo de El principito (on line)
* El principito en 100 lenguas con ejemplos auditivos
* El principito — colección en 160 lenguas
* El principito
* El principito, traducción por Gaston Ringuelet
El principito

El principito (en francés: Le Petit Prince), publicado en 1943, es el relato corto más conocido del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. Lo escribió mientras se hospedaba en un hotel en Nueva York y fue publicado por primera vez en los Estados Unidos. Ha sido traducido a ciento ochenta lenguas y dialectos.

Puede parecer un libro infantil por la forma en la que está escrito y por la historia en un principio simple, pero en realidad el libro es una metáfora en el que se tratan temas tan profundos como el sentido de la vida, la amistad y el amor.
Sinopsis [editar]

En esta novela, un aviador -Saint-Exupèry lo fue- se encuentra perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en su avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el narrador revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos.

El relato viene acompañado por ilustraciones dibujadas por el autor.[1]

El principito vive en un pequeño planeta, el asteroide B612, en el que hay tres volcanes (dos de ellos activos y uno no) y una rosa. Pasa sus días cuidando de su planeta, y quitando los árboles baobab que constantemente intentan echar raíces allí. De permitirles crecer, los árboles partirían su planeta en pedazos.

Un día decide abandonar su planeta, quizás cansado de los reproches y reclamos de la rosa, para explorar otros mundos. Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje y recorrer el universo; es así como visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.

El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo al aviador que, ya habíamos comentado, estaba perdido en el desierto.

Obra como metáfora [editar]

Este libro es una metáfora que hay que entender, es más, está lleno de pequeñas metáforas que si no se develan cuesta entender el significado de la obra. De esta forma también podemos encontrar que una misma cosa es interpretada por distintas personas de formas diferentes. Cada opinión es una verdad, desde su punto de vista, no habiendo una única forma de ver e interpretar las "insinuaciones" que hace el autor, ni nadie que puede decir qué es lo correcto o cómo se tiene que interpretar tal o cual cosa.

La historia comienza con una crítica sarcástica a las cosas importantes de la vida y a los adultos, a cómo se condiciona a los niños y se los conduce por el camino "correcto". Una de las frases que ejemplifican esta crítica es: "La geografía, en efecto, me ha servido de mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche".

Estas críticas a las cosas "importantes" y al mundo de los adultos van salpicando el libro a lo largo de la narración.
Personajes principales

* El Principito: Personaje principal del libro, toda la historia esta basada en él. Es un niño que viaja de planeta en planeta haciendo preguntas que se dan por hechas, y que no interesan a nadie. Vive en un pequeño planeta que podríamos identificar, no como un planeta sino, como su propia vida, así el resto de planetas que visita son en realidad las vidas de otras personas que conoce. El hecho de que su planeta sea tan pequeño viene a decirnos que tiene mucho por vivir y aprender.[2]

* El narrador: Coprotagonista, es un adulto que intenta razonar y actuar como un niño, pero sabe que en realidad no lo es, que lo ha perdido pero intenta recuperarlo. Es nuestra propia imagen, nuestro reflejo en la historia, el personaje que nos identifica dentro de la novela y que nos hace ver cómo deberíamos ver las cosas y cómo en realidad las vemos, cuando nos critica con frases como: "Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil francos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!"" Por sus características, podemos identificar al narrador con el propio autor que nos va guiando a lo largo de la historia.[3]

* El cordero: Personaje aparentemente irrelevante pero de gran significado. Es un amigo que lo ayudará a librarse de los problemas que pueda tener o surgirle, pero como todos los amigos sin querer, algún día, pueden volverse en tu contra y hacernos daño.[4]

* La caja: En un achaque de ira por no saber dibujar el cordero, el autor dibuja una caja y dice: "Esta es la caja. El cordero que quieres está dentro". Imaginación es lo que se necesita para ver lo que hay dentro, la caja es una alusion a la imaginación que los adultos ya no suelen usar.[5]

* Los baobabs: Son los problemas, hay que solucionarlos antes que sean demasiado complicados, es la moraleja que nos deja el autor, cuando nos alerta: "¡Niños, atención a los baobabs!" Los niños somos nosotros. Hay que tener disciplina, cuidado, estar atento siempre para diferenciar lo bueno de lo malo y actuar en consecuencia.[6]

* Los volcanes: Tareas comunes del día a día, no son un problema como los baobabs, son simplemente cosas que hay que hacer para que todo vaya bien, y hay que hacerlo aunque no nos guste, aquí se vuelve a hacer hincapié en la disciplina.[7]

* La Rosa: Personaje que nos pone de manifiesto el amor del principito, la Rosa no es una flor cualquiera, es su amor, es espléndida, es magnífica entre otras muchas, es única en su "planeta", ha habido otras, pero ésta es la que ha "florecido" y perdura, es la metafora de la mujer que ama, que se ha quedado para siempre en su corazón. Bonita, huele bien, perfecta y, al mismo tiempo, llena de imperfecciones, es frágil, hay que cuidarla, mimarla, estar siempre atento; además es orgullosa, es vanidosa, egoísta y mentirosa. Aun así es su flor, única entre otras. Pone de manifiesto la inocencia del principito, su inexperiencia. Responsable de la huída del principito por crearle una gran confusión con su forma de hacer y/o decir las cosas.[8]

* El fanal o globo: La proteccion, los celos y/o los mimos y cuidados que hay que tener para que la "rosa" se sienta protegida y querida aunque realmente no los necesita.[9]

Viaje por los planetas y sus habitantes [editar]

Cuando el principito se "cansa" de su relación con la "rosa", comienza un viaje que le lleva a conocer una serie de "mundos" y personajes.

* El rey: Es sinónimo de autoridad, pero lo que nos quiere decir, la experiencia del encuentro con este personaje, es que no tienes porque hacer caso a nadie, no hay porque cumplir lo que te ordenan, nadie tiene autoridad sobre ti por muy rey que sea, la última voluntad de hacer o no hacer algo es cosa de uno mismo. La autoridad de alguien dura lo que aguanta la sumisión de otros. También puede representar la "Ambición de Poder", pero de alguna manera es un Poder Racional, ya que ordena hacer cosas que obviamente se harían de cualquier modo.[10]

* El vanidoso: Representa la vanidad y el egoísmo del hombre, encarna el deseo de reconocimiento y admiración social. Este personaje nos recuerda que la apariencia no es lo importante, no sirve para nada, no es realmente importante si estás solo, la vanidad es un defecto que todos tenemos, queremos ser más y sentir que somos mejores, y como dice el principito: ¿para qué te sirve?. Decididamente, las personas grandes son muy extrañas.[11]

* El borracho: Simboliza la falta de fuerza de voluntad y superación humana. El borracho bebe para olvidar que tiene vergüenza de beber... El círculo cerrado en el que se encuentra este personaje es una ventana a cómo un problema nos puede llevar a un callejón sin salida si no ponemos suficiente empeño en superarlo.[12]

* El hombre de negocios: Representa la avaricia y la ambición económica que poseemos, el personaje se encuentra siempre ocupado contando las estrellas que piensa poseer; planea utilizarlas para comprar más estrellas. Sin tiempo para si ni para nadie, esclavo del trabajo que le hace rico y libre, no disfruta de las cosas de la vida, no vive.[13]

* El farolero: Este personaje que hace lo que debe, encender un farol cuando empieza la noche y apagarlo cuando comienza el día, se gana el respeto y la amistad del principito precisamente por eso, pero la realidad es que su compromiso y lealtad lo llevan a una situación absurda en la que enciende y apaga el farol cada minuto, que es lo que dura un día en su planeta. Sin tiempo para nada más, su "mundo" es muy pequeño precisamente por esto. En realidad este adulto no difiere de los demás, y nos muestra como hacer lo que uno debe nos puede quitar la posibilidad de hacer lo que uno realmente quiere. También podría decirse que representa la lealtad y la responsabilidad, es el único personaje de alma positiva que conoce el principito en su viaje.[14]

* El geógrafo: Personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su mundo es mayor que el de los otros, por una vida más plena dedicada al conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que puede ofrecerle esto. Este personaje le aporta al Principito la idea de que puede que su "Rosa" ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero" trastoca a nuestro personaje. También representaría la pasión laboral que lo aisla del mundo. Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena reputación.[15]

Una vez en la Tierra, el principito encuentra toda una hilera de rosales y se deprime, porque pensaba que su rosa era única en todo el universo.

En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:
Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos.
Antoine de Saint-Exupéry. El principito, pág. 83.

Cuando el principito conoce al narrador le pide que dibuje un cordero. Al no saber cómo, el narrador dibuja lo que sabe, una boa con el estómago hinchado, un dibujo que otras personas siempre habían interpretado como un sombrero. El principito, sin embargo, interpreta el dibujo de inmediato y exclama que no quiere una boa con un elefante dentro, sino un cordero. El narrador intenta dibujar algunos corderos, pero el principito las rechaza. Finalmente dibuja una caja y explica al principito que el cordero se encuentra dentro. El principito, quien puede ver el cordero dentro de la caja con tanta facilidad como ve el elefante dentro de la boa, lo acepta.

En el desierto, el principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta. Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja que la serpiente lo muerda. El principito queda blanco como la nieve y, cuando el narrador busca su cuerpo al día siguiente, éste ya no está ya que al morir vuelve a su planeta.

Referencias [editar]

1. ↑ Antoine de Saint-Exupéry. El Principito (El aniversario). Traductor Bonifacio del Carril. Barcelona: Salamandra, 2000. ISBN 978-84-7888-628-9.
2. ↑ Pág. 4.
3. ↑ Pág. 1.
4. ↑ Pág. 6.
5. ↑ Pág. 7.
6. ↑ Pág. 18.
7. ↑ Pág. 29.
8. ↑ Pág. 24.
9. ↑ Pág. 31.
10. ↑ Pág. 32.
11. ↑ Pág. 38.
12. ↑ Pág. 40.
13. ↑ Pág. 42.
14. ↑ Pág. 46.
15. ↑ Pág. 50.

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* El principito
* El principito, traducción por Gaston Ringuelet
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* El principito, traducción por Gaston Ringuelet

* El principito
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Los estados estacionarios ([[estado cuántico|estados cuánticos]]) de los átomos hidrogenoides son sus orbitales atómicos. A pesar de todo, en general, el comportamiento de un electrón no está plenamente descrito por un orbital simple. Los estados electrónicos se representan mejor como "mezclas" dependientes del tiempo ([[combinación lineal|combinaciones lineales]]) de varios orbitales. Ver [[Orbitales moleculares por combinación lineal de orbitales atómicos]].
Los estados estacionarios ([[estado cuántico|estados cuánticos]]) de los átomos hidrogenoides son sus orbitales atómicos. A pesar de todo, en general, el comportamiento de un electrón no está plenamente descrito por un orbital simple. Los estados electrónicos se representan mejor como "mezclas" dependientes del tiempo ([[combinación lineal|combinaciones lineales]]) de varios orbitales. Ver [[Orbitales moleculares por combinación lineal de orbitales atómicos]].

Revisión del 21:38 22 jul 2009

Los átomos hidrogenoides son átomos formados por un núcleo y un solo electrón. Se llaman así porque son isoelectrónicos con el átomo de hidrógeno y, por tanto, tendrán un comportamiento químico similar. Evidentemente, cualquiera de los isótopos del hidrógeno es hidrogenoide. Un caso típico de átomo hidrogenoide es también el de un átomo de cualquier elemento que se ha ionizado hasta perder todos los electrones menos uno (por ejemplo, He+, Li2+, Be3+ y B4+). Existen además multitud de átomos exóticos que también tienen un comportamiento hidrogenoide por motivos diversos.

Introducción

Como en el caso del átomo de hidrógeno los átomos hidrogenoides son uno de los pocos problemas mecánico cuánticos que se pueden resolver de forma exacta. Los átomos o iones cuya capa de valencia está constituida por un único electrón (por ejemplo en los metales alcalinos) tienen propiedades espectroscópicas y de enlace semejantes a las de los átomos hidrogenoides.

La configuración electrónica más simple posible es la de un único electrón. La resolución analítica del átomo de hidrógeno neutro que posee la misma cantidad de electrones, es decir uno, es en esencia la misma para los átomos hidrogenoides. Así pues la forma de los orbitales y los niveles de energía serán semejantes.

Por el contrario, para átomos con dos o más electrones la resolución de las ecuaciones solo se puede hacer mediante métodos aproximativos. Los orbitales de átomos multielectrónicos son cualitativamente similares a los orbitales del hidrógeno y, en los modelos atómicos más simples, se considera que tienen la misma forma. Pero si se pretende realizar un cálculo riguroso y preciso se tendrá que recurrir a aproximaciones numéricas.

Los orbitales de los átomos hidrogenoides se identifican mediante tres números cuánticos: n, l, y ml. Las reglas que restringen los valores de los números cuánticos y sus energías (ver más abajo) explican la configuración electrónica de los átomos y la conformación de la tabla periódica.

Los estados estacionarios (estados cuánticos) de los átomos hidrogenoides son sus orbitales atómicos. A pesar de todo, en general, el comportamiento de un electrón no está plenamente descrito por un orbital simple. Los estados electrónicos se representan mejor como "mezclas" dependientes del tiempo (combinaciones lineales) de varios orbitales. Ver Orbitales moleculares por combinación lineal de orbitales atómicos.

El número cuántico n apareció por primera vez en el modelo atómico de Bohr. Determina, entre otras cosas, la distancia de los electrones con respecto al núcleo. Todos los electrones con el mismo valor de n forman un nivel o capa. Los electrones con idéntico número n pero diferente l componen los llamados subniveles o subcapas. El modelo atómico de Sommerfeld que incorporaba un refinamiento relativista del electrón probó que la energía dependía también de los otros números cuánticos tal como se aprecia en la solución relativista mediante la ecuación de Dirac.

Caracterización matemática

La caracterización de los átomos hidrogenoides se realiza en el marco de la mecánica cuántica, ya que debido a las dimensiones de dichos sistemas físicos ni la mecánica clásica que describe adecuadamente el movimiento de partículas macroscópicas a velocidades moderadas, ni el electromagnetismo clásico son aplicables a escalas tan pequeñas. Dentro de la mecánica cuántica una primera aproximación se obtiene mediante la ecuación de Schrödinger que predice cualitativamente todas las características importantes de los estados estacionarios de los átomos hidrogenoides y perimte obtener valores cuantitativos muy precisos para casi todas las magnitudes. Un refinamiento de este tratamiento es el análisis relativista mediante la ecuación de Dirac que predice pequeñas correcciones a las soluciones obtenidas del análisis no-relativista mediante la ecuación de Schrödinger.


Potencial electrostático

Los orbitales atómicos de los átomos hidrogenoides son las soluciones de la ecuación de Schrödinger para el caso de un potencial de simetría esférica. En este caso, el término de potencial es el potencial de la ley de Coulomb:

donde

Función de onda no relativista

Debido a que el potencial tiene simetría esférica es posible separar el movimiento del centro de masas del movimiento relativo entre electrón y núcleo. Así, el movimiento relativo se puede tratar como el movimiento de una partícula cuya masa es la masa reducida, , del sistema. De esta manera, la función de onda es una función de sólo tres variables espaciales. Tras eliminar la dependencia temporal, la ecuación de Schrödinger es una ecuación en derivadas parciales de tres variables. Debido a que el potencial tiene simetría esférica es conveniente utilizar las coordenadas esféricas para obtener las soluciones, aplicando para ello el método de separación de variables. De esta forma cualquier autofunción ψ puede escribirse como un producto de tres funciones que suelen escribirse de la forma siguiente:

donde θ representa el ángulo polar (colatitud) y el ángulo azimutal.

De acuerdo con la interpretación probabilística de la función de onda, ésta deberá estar normalizada a 1, por lo que se añadirá una constante de normalización. El resto de la ecuación se separa entre la parte radial representada por la función de onda radial que incorporará la constante de normalización y la angular representada por los armónicos esféricos. Todas estas funciones serán dependientes de los tres números cuánticos antes citados, n, l y m. Así, se tiene lo siguiente:

Los números cuánticos no son independientes unos de otros por lo que el número de combinaciones posibles de estas funciones está limitado. Las restricciones son las siguientes:

La función radial ya normalizada se representa como:

Siendo las funciones asociadas de Laguerre y . Nótese que es aproximadamente igual al radio de Bohr, . Si la masa del núcleo es infinita entonces y .

Sin embargo, es más habitual encontrar las autonfunciones expresadas en función de la función radial reducida:

Así pues la función de onda queda como sigue:

Niveles de energía no relativista

En el caso de los átomos hidrogenoides al no haber interacciones entre electrones, pues solo hay uno, la energía de los orbitales atómicos puede ser calculada analíticamente de forma exacta. Los valores de energía permitidos son

.

Habitualmente se considera , por lo que los valores de energía se expresan como:

donde es la unidad atómica de energía o Hartree. Como se puede ver, la fórmula solo depende del número cuántico principal. Esto confiere a los diferentes estados de energía lo que se denomina degeneración accidental. Por ejemplo para n=2 existen cuatro estados posibles, 200, 210, 21+1 y 21-1, con la misma energía para que para . Pero dado que la función de energía solo depende de n y no de l, todos ellos tendrán, en principio, la misma energía (la degeneración en m es consecuencia de la invariancia bajo rotaciones de todos los potenciales centrales). Esta aproximación en la medida de los niveles de energía recibe el nombre de estructura gruesa. Sin embargo, el hecho de que la degeneración sea accidental es debido a que no aparece para otros potenciales centrales, sino justo para un potencial que decaiga exactamente como el de Coulomb, o sea, exactamente con el inverso de la distancia. Clásicamente esta dependencia con la distancia en la energía potencial hace que se pueda construir una cantidad vectorial (el vector de Runge-Lenz) que permanece constante en el movimiento. Cuánticamente, las componentes del operador vectorial que representan al observable de Runge-Lenz no conmutan con el momento angular orbital al cuadrado, lo cual garantiza que tengamos estados linealmente independientes con el mismo autovalor de la energía y diferente autovalor del momento angular orbital al cuadrado: o sea, lo que hemos llamado degeneración accidental. En realidad, existen tres correcciones distintas que hacen variar sensiblemente el valor de la energía de dichos niveles rompiendo esa degeneración. Es la denominada estructura fina del átomo de hidrógeno o hidrogenoide. En los átomos multielectrónicos en la aproximación de campo central, el potencial "apantallado" que sienten los electrones y que tiene en cuenta en parte la repulsión interelectrónica ya no es Coulomb (no decae con el inverso de la distancia al núcleo) y no hay degeneración accidental.

Función de onda relativista

La ecuación de Schrödinger aplicada a electrones es sólo una aproximación no relativista a la ecuación de Dirac que da cuenta tanto del efecto del spin del electrón. En el tratamiendo de Dirac de los electrones de hecho la función de onda debe substituirse por un espinor de cuatro componentes:

Donde las funciones F y G se expresan en términos de funciones hipergeométricas:

A modo de comparación con el caso no relativista se dan a continuación la forma explícita del espinor de funciones de onda del estado fundamental:

El límite no relativista se obtiene haciendo tender , es decir, haciendo tender la constante de estructura fina a cero.

Niveles de energía relativista

El tratamiento de los electrones mediante la ecuación de Dirac sólo supone pequeñas correcciones a los niveles dados por la ecuación de Schrödinger. Tal vez el efecto más interesante es la desaparición de la degeneración de los niveles, por el efecto de la interacción espín-órbita consistente en que los electrones con valores diferentes del tercer número cuántico m (número cuántico magnético) tienen diferentes energía debido al efecto sobre ellos del momento magnético del núcleo atómico. De hecho los niveles energéticos vienen dados por:[1]

Donde:

, es la masa del electrón.
, son la velocidad de la luz y la constante de estructura fina.
, son el número de protones del núcleo, el número cuántico principal y el número cuántico magnético.

Si se prescinde de la energía asociada a la masa en reposo del electrón estos niveles pueden resultan cercanos a los predichos por la ecuación de Schrödinger, especialmente en el caso m = 0:

Referencia

Notas

Bibliografía

Véase también