Diferencia entre revisiones de «Leyenda urbana»

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== Bibliografía ==
== Bibliografía ==

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Las leyendas urbanas son relatos pertenecientes al folclore contemporáneo que, pese a contener elementos sobrenaturales o inverosímiles, se presentan como crónica de hechos reales sucedidos en la actualidad. Algunos parten de una base más o menos real, pero acaban exageradas o distorsionadas, con datos inconsistentes o contradictorios. Circulan a través del boca a boca, correo electrónico o medios de comunicación como prensa, radio, televisión o Internet. Suelen tener como trasfondo una "moraleja".

Una misma leyenda urbana puede llegar a tener infinidad de versiones, situadas generalmente en el entorno de aquellos que las narran y reciben. Por su adecuación a la sociedad industrial y al mundo moderno reciben el calificativo de "urbanas", que las opone a aquellas leyendas que, habiendo sido objeto de creencia en el pasado, han perdido su vigencia y se identifican con épocas pasadas. A menudo, el narrador presenta a los protagonistas de una leyenda urbana como conocidos o parientes de alguna persona cercana (por lo que se las conoce también como "historias que le pasó a un amigo").

Origen

El término fue acuñado por el folclorista estadounidense Richard Dorson, quien definía leyenda urbana como una historia moderna "que nunca ha sucedido, contada como si fuera cierta".[1]​ Las historias en cuestión reciben diversas denominaciones por parte de quienes las usan y difunden: en Cuba, por ejemplo, se les conoce como bolas o cuentos de camino. En Colombia se les llama simplemente cuentos. Entre los mismos estudiosos, no falta quien prefiere catalogarlas como leyendas a secas, considerando que su función sigue siendo la propia de este género.

Características

De Catalina II de Rusia se dice que murió al ser penetrada por un caballo. Según varios autores, la imagen promiscua de Catalina fue divulgada por parte de aquellos que envidiaban que una mujer en aquella época concentrara tanto poder acompañado de una brillante gestión.

El rasgo más importante de las leyendas urbanas es su carácter internacional: la historia del submarinista que es recogido accidentalmente por una avioneta contra incendios y la cual lo deja caer sobre el fuego causando su muerte, se cuenta con mínimas variaciones en su estructura en distintos lugares de América del Norte, Europa y Australia, por citar sólo algunos sitios por donde circula esta leyenda.

Pero no cualquier historia se convierte en una leyenda urbana. Esto sucede hasta que su difusión, con sus tintes respectivos, se generaliza en sitios -cuantos más mejor- alejados entre sí, y se torna una fuente de información para prever o evitar futuros hechos.

La leyenda urbana puede inspirarse en cualquier fuente, pero incluye siempre un elemento de misterio o incomprensibilidad, detalle importante en el suceso en sí que luego alcanza proporciones gigantescas y exageradas, casi fantásticas, pero que no dejan de ser improbablemente posibles, que se siente amenazador y que, por lo tanto, suscita la necesidad de invocar la protección del conocimiento colectivo. De allí que se transmitan fácilmente y se incorporen al acervo cultural como un signo de identidad grupal.

En cuanto al origen preciso de una leyenda urbana es prácticamente imposible de puntualizar, pues en algún sentido, aquel que cuenta que le contaron un "suceso extraño" pasa a convertirse en el primero que lo cuenta, como si se apropiase de la historia y la hiciera suya, cuando en realidad quizá ya haya tomado forma de creencia popular y tenga tiempo de haber sido divulgada. A lo mucho se especula sobre su aparición. Muchas de estas leyendas tienen nacimiento en distintos puntos de la geografía mundial, y pueden encontrarse bajo un nombre diferente o una versión de los hechos un poco distinta, dependiendo de las creencias del lugar en que se ubiquen, pero en resumen y en esencia seguirá siendo la misma. Esto tiene sus mejores ejemplos en la mitología del licántropo o de los vampiros, cuando "una" de las posibles explicaciones del primer caso pueda darse de la manera más sencilla y lógica, ahora con los adelantos médicos: el Síndrome del Hombre Lobo, conocido científicamente como Hipertricosis Universal Congénita, es una muy rara enfermedad que ocasiona el crecimiento desmesurado y continuo del cabello en el hombre en todo el cuerpo. Si pensamos que desde la Edad Media y es posible que desde mucho antes, sólo se tienen registrados aproximadamente 50 casos de esta anomalía, pues no resulta descabellado concluir que para un aldeano de aquellos tiempo descubrir una persona con esa condición le parecíera un lobo, es decir, un hombre lobo, el cual a través de cientos de años ha terminado por ser un ícono de la mercadotecnia. Sin hacer a un lado los horrores y prejuicios a los que habrán sometido a este tipo de persona, a veces la realidad supera con creces a la ficción. Una leyenda más actual sería la del Chupacabras, animal nocturno casi demoniaco que succionaba la sangre de animales de granja, mismo que se desprende de la leyenda clásica de los vampiros, y el cual no sería de sorprender que tuviera su origen en un simple gato montés o un chacal, o incluso haya sido creado en la mente de un muy ingenioso publicista.

Pero concretamente, en los ambientes urbanos las leyendas pueden poseer un origen más oscuro: el hombre que antes repartía caramelos envenenados a la puerta del colegio, hoy ofrece droga. Tienen una estructura más compleja (planteamiento, nudo y desenlace) que el chisme o cotilleo, además de que no tienen como fin, como aquellos, desacreditar a una persona en concreto, sea famosa o no, sino que abordan una "problemática" que afecta a un número más amplio de personas. Los chismes son frecuentemente hechos inventados con el fin de desmeritar o dañar el prestigio de determinada persona o sociedad, mismos que se dan a conocer en las comidas, discursos públicos o entrevistas de personajes eminentes, a través de situaciones embarazosas.

Por lo común, y a diferencia de los rumores y bulos, las leyendas urbanas se apoyan en una trama urdida meticulosamente en función del desenlace, que se condensa en una viñeta violentamente gráfica, a veces redondeada por un pequeño epílogo.

La leyenda urbana suele contarse como si fuera un suceso verdadero o, en su defecto, como noticia ambigua, que muy bien podrían haber ocurrido alguna vez. Ello exige que los personajes sean meros arquetipos anónimos, "un hombre", "una mujer", "una pareja" o "un conocido de un amigo", el cual el narrador de la leyenda urbana no conoce personalmente, aunque situados siempre en escenarios concretos (una determinada ciudad, calle, país) para reforzar el realismo de un argumento que depende íntegramente del grado de verosimilitud de los detalles.

La acción contada por la historia generalmente se sitúa en un pasado impreciso pero inmediato, y el narrador suele aludir a fuentes de información "fiables" para conferir una aparente solidez a los puntos débiles de su historia. La más socorrida de dichas fuentes es el quimérico "amigo de un amigo", inevitable protagonista de la historia y último eslabón de una cadena sin fin.

Aunque algunas de las leyendas urbanas tienen su principal fundamento en creencias religiosas, mitológicas o paranormales, la mayoría de ellas nacen puramente de hechos cotidianos y actuales. Aunque se conocen desde el siglo XIX, en los dos últimos ha tomado un gran impulso su difusión y creación, gracias al llamado fenómeno del Netlore (Net- de Internet. -Lore de Folclore). Un fenómeno que los medios de comunicación actuales crean con el rápido esparcimiento de las leyendas.

Los restos humanos de Walt Disney están guardados en un nicho junto con los de su familia. Jamás fue criogenizado o, cómo se suele decir, "congelado". Esta afirmación es una de las leyendas urbanas que más persiste en el inconsciente colectivo.

Una leyenda urbana puede ser cierta, es decir, estar fundada en un hecho que tuvo lugar, pero adquiere su condición por los acontecimientos poco usuales que le rodean y que suelen ser ficticios: Walt Disney temía a los ratones. Pero también puede contener falsos datos nacidos a partir de hechos inventados: Walt Disney World estaría construido sobre un cementerio indígena, o que Walt Disney habría sido congelado,[2]​ o exagerados debido a alguna característica peculiar: El nombre de la droga L.S.D. habría inspirado el título de una canción de The Beatles, "Lucy in the Sky with Diamonds".[3]

En muchas leyendas urbanas es difícil demostrar su veracidad: Sigmund Freud abusaba de la marihuana y temía a los helechos.[cita requerida]

El mecanismo para que una leyenda urbana sea creíble es el mismo que cualquier noticia; de hecho, no hay diferencias sustanciales. Los sucesos se narran lo suficientemente bien, de modo que la leyenda tenga acción, ritmo, suspenso y sea cómplice. Si además se le añaden elementos violentos, como accidentes, con consecuencias mortales o físicos, la leyenda urbana impresiona más, creando a través de ella un aire de superstición, temor infundado y recelo contra los protagonistas de la historia.

Algunas leyendas urbanas

Dos de las leyendas urbanas más extendidas son las de Verónica y la autoestopista fantasma, las cuales están extendidas por todo el mundo, y se han ido modernizado con el paso del tiempo. Por ejemplo, en las primeras versiones de la leyenda de Verónica no aparecía su imagen dentro de un espejo, sino que aparecía reflejada sobre la superficie del agua de un barril. En la leyenda de la autoestopista fantasma en su origen la chica no se subía a un coche sino que paraba a los jinetes y se montaba en la grupa de sus caballos. También son bastante populares las que tratan sobre asustadores de niños como El hombre del saco o El Coco. Los adultos recurren a estos personajes infundir miedo entre los niños con el propósito de obligarles a cumplir determinadas rutinas o mantenerles alejados de lugares, personas y acciones que se consideran peligrosos para ellos.

Después de estas leyendas urbanas que se podrían llamar originarias han surgido otras que paulatinamente han adquirido tanta fama como las anteriores. Estas leyendas originariamente aparecieron en un lugar específico y se consideraban como parte del folclore, pero con el paso del tiempo se han extendido por diferentes países cambiando algunos datos. Es el caso de la leyenda de la Santa Compaña española, cuyo origen no es claro pero también se encuentra presente en todo el mundo.

Están muy extendidas las leyendas urbanas relacionadas con el tráfico de órganos. La mayoría tratan de personas que han sido secuestradas con el único fin de extirparles un riñón después de asistir a una fiesta o de consumir alguna droga, generalmente en un lugar poco recomendable. La posible moraleja de esta leyenda urbana es que uno no debe fiarse de los desconocidos.

Otra leyenda urbana muy conocida en españa es la del extraño incidente del progama televisivo "Sorpresa, Sorpresa" en los 90. Se decía que El cantante Ricky Martin se llevó una desagradable sorpresa al encontrar a la niña que iba a sorprender jugando con su perro y con un bote de mermelada.

Existen decenas de leyendas urbanas acerca de esta famosa bebida.

Existen numerosas leyendas acerca de la Coca-Cola y sus propiedades. De este producto se ha dicho que su fórmula es secreta, que es capaz de descomponer trozos de carne, que desatasca las tuberías, que sirve para aflojar los tornillos, que límpia las manchas de grasa en la ropa.[4]​ Se ha demostrado que todo esto forma parte de la leyenda urbana. También mucha gente cree que en Estados Unidos se realizó una prueba en un cine para comercializar la bebida. El supuesto experimento fue realizado por James Vicary en 1957 y consistía en incluir uno o dos fotogramas por minuto con la marca. En 1962 Vicary fue entrevistado por la revista Advertising Age y declaró que el experimento en realidad era una mentira que se llevó a cabo debido a que su empresa pasaba por dificultades económicas. Por lo tanto no se puede afirmar con certeza ni la realización de la prueba ni sus resultados.[5]

Existen bastantes leyendas urbanas sobre celebridades, suelen estar destinadas a perjudicar su imagen pública. Se habla también de la presunta muerte de Paul McCartney (ex bajista de The Beatles) en un accidente de tránsito en 1966 y del doble que lo sustituyó a partir de entonces. Los fans decían haber encontrado pruebas del hecho en los discos posteriores a aquel año... Se ha dicho que Josh Saviano, actor que apareció en la serie Los Años Maravillosos (1988-1993), era en realidad el cantante Marilyn Manson.[6]​ Otra leyenda muy conocida es aquella que dice que el rey Juan Carlos I recoge autoestopistas en su moto y se los lleva de clubs de alterne.

Las leyendas urbanas más actuales que han surgido se han incorporado a las nuevas tecnologías y a los tiempos actuales. Es el caso de la leyendas urbanas como "la pandilla sangre" y otras relacionadas con el campo de las computadoras, la informática e Internet. Al igual que otras leyendas urbanas, se han extendido y tienen diversas versiones. Por ejemplo, la de un viajero del tiempo, John Titor, que se comunicó por MSN Messenger y reveló acontecimientos del futuro.

Otras leyendas urbanas son que los taiwaneses comen fetos de bebés, que en los restaurante chinos se sirve carne de perro, que en las alcantarillas de Nueva York viven cocodrilos, que los cienciólogos comen bebés o los supuestos usos criminales de la escopolamina.

Explicaciones científicas

Desde la antigüedad existen esfuerzos por racionalizar los cuentos urbanos. Probablemente el primero fue Evémero de Mesene, creador de la tendencia exegética o hermenéutica conocida como evemerismo, que interpreta científicamente la existencia de dioses como fruto de un proceso de acumulación legendario, en torno a determinadas personas mortales reales como forma de agradecimiento a la labor heroica o beneficiosa de éstas.

Psicológicamente puede servir como medio de aceptación entre un grupo de personas, necesidad de reconocimiento o sobresalir entre otros individuos de similar educación o entrenamiento, diversión, creación de canales alternativos de comunicación, rebeldía frente a fuentes oficiales o públicas, alarmar o infundar un temor absurdo. Poseen un interés social también las leyendas urbanas que documentan temores a las minorías o al poder establecido, al que se hace responsable de todos los males habidos y por haber.

Algunos argumentos para desmontar leyendas urbanas son:

  • Las supersticiones sobre la enfermedad de la rabia dieron lugar a la leyenda del vampiro (sus síntomas son la hidrofobia o miedo al agua, y el temor a los reflejos del vidrio; el contagio por medio de la mordedura; la fotofobia o miedo a la luz del sol y la preferencia por los ambientes nocturnos; las mordeduras, la asociación con los murciélagos que transmiten dicha enfermedad, y la facultad de poderse transformar en fieros animales asociada a las convulsiones de la enfermedad y a las fuentes de contagio, etc.). Las perturbaciones causadas en el sistema nervioso y en el nervio óptico por las emisiones inaudibles de sonido de una cierta baja frecuencia causadas por corrientes de agua o aire o por vibraciones de aparatos eléctricos dan lugar a alucinaciones monocromas -de un solo color- en la visión periférica y a la creencia en fantasmas que se explican alternativamente como apariciones sobrenaturales.
  • La hipoxia cerebral y un bajo riego sanguíneo provocan alucinaciones autoscópicas cuyo origen se ha determinado en un punto concreto de la corteza cerebral; así como, según la hipótesis formulada por Carl Sagan, a la revisión de los primeros recuerdos del nacimiento (salir de un estrecho y oscuro túnel a una luz brillante (alucinación autoscópica), encontrarse a gente conocida -en realidad unas figuras paternas-, sentirse a gusto con las endorfinas de la leche materna, etc.) en una serie de alucinaciones que la mente adulta interpreta en forma mística, cual "experiencias religiosas" en el umbral de la muerte, cuando en realidad poseen una explicación científica más sencilla y realista. Por otra parte, muchas de las supersticiones urbanas ocultan algún tabú moral, ético, social o psíquico de difícil verbalización.
  • Los rayos esféricos provocados en las altas capas de la atmósfera, los globos meteorológicos o los ensayos secretos de vehículos a reacción de despegue vertical dan lugar a la creencia de ovnis, así como han sido vistos siempre históricamente en la forma de las aeronaves de su tiempo. Cuando los hermanos Montgolfier construyeron globos empezaron a avistarse extraños objetos circulares volando por toda Francia. Cuando los dirigibles empezaron a volar empezaron a verse cilindros con ventanas o cigarros alargados. Las pruebas de nuevos aviones, el estreno de series y películas de ciencia ficción como Ultimátum a la Tierra, el uso de drogas psicodélicas así como la paranoia de la Guerra fría, la posesión de misiles y de bombas atómicas y los avances de la genética suscitaron el avistamiento de platillos volantes, los contactos con alienígenas y las religiones extravagantes.

Véase también

Bibliografía

  • Ortí, A., Sampere, J., 2006 Leyendas Urbanas (Martínez Roca), Madrid.
  • Harold Brunvand, J., 2006 Tened miedo... mucho miedo: El libro de las leyendas urbanas de terror (Random House Mondadori), Barcelona.
  • Granados Martínez, Alberto, 2007 Leyendas Urbanas. Entre la realidad y la superstición (Aguilar), Madrid.
  • Cardeñosa Chao, Bruno, 2008 Mentiras populares. Leyendas urbanas y otro engaños (Espejo de tinta), ISBN 84-96280-24-8

Referencias

Enlaces externos