Críticas al comunismo

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Vehículo de combate TAB-71 robado por civiles durante la revolución rumana de 1989. Estas revueltas presentaron un carácter fuertemente anticomunista y concluyeron con la derrocación y ejecución del dictador comunista Nicolae Ceaușescu.

Las críticas al comunismo, entendido generalmente como comunismo soviético o marxista-leninista, se refieren a un conjunto de posicionamientos hechos desde diversas ideologías políticas, todas ellas opuestas a la instauración de un Estado socialista, a su organización o a su gobierno, y a la teoría o la práctica del marxismo-leninismo que lo propone.

Los críticos del comunismo incluye a un abanico amplísimo de ideologías: conservadores de base religiosa (incluyendo a la Iglesia católica), liberales y anarquistas. Debe señalarse que no todos los críticos del comunismo tienen posturas procapitalistas: parte de los contrarios al comunismo son y han sido también anticapitalistas o al menos contrarios a alguno de sus aspectos (por ejemplo, el fascismo). Así tampoco ser opositor o contrario al comunismo necesariamente significa ser anticomunista en el sentido político, ya que este último término alude más a la erradicación y censura antes que a la confrontación ideológica.

El Comunismo[editar]

Las críticas al Comunismo son, en su mayor parte, una crítica a la principal escuela de esta doctrina, el marxismo-leninismo que, siendo la práctica política predominante en el comunismo del siglo XX, presenta en su programa de acción medidas que se describen de forma resumida a continuación:

Debe tenerse presente de todas maneras que han existido formas de comunismo democrático como el comunismo consejista que no abogaban por la instauración de regímenes dirigidos desde arriba, e incluso ideologías cercanas socialmente al comunismo como la teología de la liberación que eran cristianas y no ateas.

Argumentos[editar]

  • Según los economistas liberales una economía comunista no puede funcionar de modo eficiente en el sentido de Pareto con base en que, al no existir un mercado libre que regule los precios, no existe modo de alcanzar un Mercado Estable. (Ver: Óptimo de Pareto).
    • Sin embargo, algunos economistas teóricos marxistas como Oskar Lange y Abba Lerner propusieron que existían un conjunto de reglas de planificación que podían tener el mismo efecto que la solución de mercado.[1][2]​ Aunque también existen muchas pruebas de que no es posible mantener una planificación central.[cita requerida]
  • Otros críticos afirmaron que el comunismo se basaba en la existencia de leyes históricas, cuando éstas no existen, ya que según esta postura la historia se ve alterada por los avances científicos, que son, por su naturaleza, impredecibles.
    • Sin embargo, la existencia de tendencias históricas guiadas por las estructuras económicas sigue siendo un problema abierto. Dentro del pensamiento marxista, Antonio Gramsci, sostuvo que "Para el marxismo ni la estructura económica social, ni la materia son absolutas".
  • Según algunos autores, los dirigentes comunistas serían responsables de la muerte de 100 millones de personas en el mundo entero, cifra popularizada en El libro negro del comunismo, editado por el anticomunista francés Stéphane Courtois.
    • Sin embargo, dichos análisis generalmente incluyen muertes por hambrunas que no siempre son responsabilidad directa de los gobiernos, como el caso de la administración china de Mao Zedong. También cuenta entre los comunistas al nacionalista general Chiang Kai-shek[cita requerida] (conocido por ser férreo enemigo del comunismo) y a Pol Pot, dictador camboyano que tras ser derrocado por otros comunistas,[3]​ terminó financiado por Estados Unidos.[4]​ Por otra parte, el régimen de Pol Pot oficialmente renunció al comunismo.[5]​ Aun así los Jemeres rojos recibieron el apoyo del Partido Comunista de China y del propio Mao Zedong.[6]
    • Por otro lado el libro editado por Courtois, fue criticado hasta por algunos de sus principales colaboradores, tanto por comparar el comunismo con el nazismo como por inflar el número de víctimas, así como por la manipulación de las cifras y el recuento global de las mismas.[7][8]
  • Otra crítica recurrente contra el marxismo-leninismo son sus prácticas antirreligiosas y la postura oficial atea de los países guiados por el marxismo. Las relaciones entre Iglesia y Estado en países socialistas han sido tensas en la mayoría de los casos, llegando a la represión de la libertad religiosa. En la URSS, Stalin quiso eliminar a la Iglesia Ortodoxa Rusa, pero la invasión alemana del 22 de junio de 1941 lo obligó a cancelar la campaña ateizante y autorizar a los obispos y sacerdotes a bendecir, en ceremonias públicas, a los regimientos que partían al frente y servirles como capellanes, para así atraer al pueblo creyente a la lucha contra el nazismo. El 4 de septiembre de 1943 se efectuó una reunión, en el Kremlin de Moscú, entre Stalin y 3 metropolitas para elegir al Patriarca de Moscú (Jefe de la Iglesia). 5 días después se eligió al metropolita Sergei, dando inicio a una larga historia de tensas relaciones entre el PCUS y la Iglesia Ortodoxa Rusa.

Revoluciones de 1989[editar]

Las revoluciones democráticas contra los estados socialistas fueron una ola de rebeliones que se desarrollaron en Europa del Este (en Polonia, Alemania Oriental, Checoslovaquia, Hungría, Bulgaria y Rumania) y la China en 1989.

Declaración de Praga[editar]

Los participantes de la Conferencia de Praga: Conciencia Europea y Comunismo, celebrada en el parlamento de la República Checa, han suscrito el 3 de junio de 2008 la conocida como Declaración de Praga donde se condena al comunismo por crímenes contra la humanidad.[9]​ Como primer firmante figura el anfitrión Vaclav Havel, disidente y el último presidente de Checoslovaquia y el primer presidente de la República Checa.

El 18 de septiembre de 2008 el parlamento de Bulgaria suscribe la declaración.[10]​ El 2 de abril de 2009 el Parlamento Europeo, por 553 votos a favor, 44 en contra y 33 abstenciones asume la condena en su Resolución sobre la conciencia europea y el totalitarismo.[11]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. "O. Lange & F.M. Taylor (1936): "About the Economic Theory of Socialism", dentro de Review of Economic Studies.
  2. A. Lerner (1934):"Economic Theory and Socialist Economics", en Review of Economic Studies
  3. La justicia clama en Camboya.
  4. Pierre Claude Richard & H. Weston Burns, Human rights in the world community: issues and action
  5. «Kelvin Rowley, Second Life, Second Death: The Khmer Rouge After 1978» (PDF). Archivado desde el original el 16 de febrero de 2016. Consultado el 27 de julio de 2010. 
  6. «The Chinese Communist Party’s Relationship with the Khmer Rouge in the 1970s: An Ideological Victory and a Strategic Failure | Wilson Center». www.wilsoncenter.org (en inglés). Consultado el 24 de febrero de 2023. 
  7. «The Black Book of Communism — Stéphane Courtois, Nicolas Werth, Jean-Louis Panné, Andrzej Paczkowski, Karel Bartošek, Jean-Louis Margolin, Mark Kramer». www.hup.harvard.edu (en inglés). Consultado el 2 de marzo de 2022. 
  8. «Les divisions d'une équipe d'historiens du communisme». Le Monde.fr (en francés). 31 de octubre de 1997. Consultado el 2 de marzo de 2022. 
  9. Prague Declaration on European Conscience and Communism
  10. Prague Declaration - News
  11. Textos aprobados - Jueves 2 de abril de 2009 - Conciencia europea y totalitarismo - P6_TA(2009)0213