Control de armas

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 23:41 7 may 2014 por 179.32.211.249 (discusión). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.

El control de armas o control de armamento es la restricción del desarrollo, experimentación, fabricación, implementación, proliferación o utilización de armas. Estas restricciones pueden suceder tanto a nivel nacional como a nivel internacional, mediante acuerdos entre distintos países.

El control de armas puede referirse a:

  • Control sobre la tenencia civil de armamento.
  • Control sobre la producción armamentística de un país.
  • Control sobre la producción de determinados tipos de armas.
  • Acuerdos internacionales de no proliferación.

Control sobre la tenencia civil de armamento

El control de armas ha existido en mayor o menor grado en toda la historia de las civilizaciones: ya en tiempos del emperador Diocleciano en el siglo III d.c., todas las armas del imperio romano se manufacturaban en las llamadas fabricae, bajo control de los prefectos pretorianos.[1][2]​ Los trabajadores de esas fábricas tenían el tratamiento de soldados, y eran marcados para facilitar su identificación en caso de una posible fuga.[1]

En muchas ocasiones, las restricciones a la tenencia civil de armas han sido utilizadas para controlar posibles sublevaciones de las clases oprimidas. En el siglo XII se trató de prohibir el uso de ballestas, pues su manejo no precisaba de gran entrenamiento, lo que ocasionaba que una persona poco instruida en la guerra pudiera matar a un caballero.[3]

Este es el argumento esgrimido por ciertos grupos de opinión, como la Asociación Nacional del Rifle u otras asociaciones de ideología predominantemente liberal o neoliberal, que defienden la supresión del control de armas en la población civil, argumentando que, históricamente, la limitación para portar armamento por la población civil ha sido prefacio de grandes exterminios sociales o étnicos,[4]​ si bien, la mayoría de sociedades avanzadas, especialmente en Europa, aceptan en general este control como beneficioso.

En la actualidad, Japón es uno de los países más restrictivos con el control de armas en la población,[5]​ y Estados Unidos uno de los menos. El 28 de junio de 2010 el Tribunal Supremo sentenció que ninguna ley estatal o local puede restringir el derecho a poseer o portar armas que reconoce la Segunda Enmienda a la Constitución de los Estados Unidos.[6]

Trazabilidad

Para facilitar la tarea de controlar las armas aparece el concepto de trazabilidad, que consiste en el marcado de todas las armas o municiones mediante diversas técnicas, que incluyen desde los números de serie hasta las los sensores de radiofrecuencia,[7]​ o los etiquetados específicos en los explosivos. No obstante, en muchas ocasiones la trazabilidad del armamento se engloba dentro de estrategias encaminadas a garantizar unos estándares de calidad, mediante la creación y adopción de normativas de tipo industrial.[8]

A raíz de la prolifreación de los casos de terrorismo, en los últimos años se han promovido también medidas para controlar, en la medida de lo posible, la producción y distribución de las materias primas necesarias para la fabricación de armamento. Tal es el caso del control sobre el nitrato de amonio, precursor de multitud de explosivos.[9]

Control sobre la producción de un país

El control de armas también ha aplicado en acuerdos de paz para mantener la supremacía militar sobre los países derrotados: se aplicó entre otras ocasiones tras la Primera Guerra Mundial en el Tratado de Versalles, en donde se prohibió a Alemania la fabricación de determinados tipos de armamento, y también tras la segunda Guerra mundial tanto a Alemania como a Japón.

Control sobre la producción de determinados tipos de armas

También se ha aplicado control sobre tipologías de armas cuya capacidad de destrucción es más indiscriminada, como el caso de las minas, las armas biológicas o las armas químicas: el primer testimonio documentado de repulsa contra armas químicas se remonta al año 130 a.c., con la condena romana al empleo de gases tóxicos por parte de los aristónicos.[10]

Durante el Convenio de Estrasburgo, firmado en 1675 por Francia y Alemania, se prohibió el uso de "bombas cargadas de veneno".[10]​ Más recientemente, se prohibieron las armas químicas en la Convención de La Haya de 1899, y a Alemania en el tratado de Versalles. En 1993 se firma la Convención para la Prohibición de las Armas Químicas en París.[10]

Acuerdos internacionales de no proliferación

Desde la perspectiva actual, y a raíz de la aparición de las armas nucleares, el objetivo del "Control de armas", se ha centrado fundamentalmente en los tratados de no proliferación: según Herman Kahn, el objetivo del control de armas es "mejorar la estabilidad inherente de la situación, disminuir las ocasiones o las causas aproximadas de una guerra dentro del sistema, y aminorar la destructividad y otras inutilidades de cualquier guerra que actualmente puediera ocurrir",[11]​ aunque otros autores asumen que su objetivo principal fue el de reducir el disparado gasto militar durante la guerra fría.

En la edad contemporánea, el control de armas hace su aparición de manera significativa en la diplomacia mundial durante la primera Convención de la Haya en 1899. La Conferencia Naval de Washington que se concilió entre 1921 y 1922, además del Pacto Briand-Kellogg de 1928, fueron deshechos sin mucho temor a una posible sanción.

La aparición de las armas nucleares ha promovido grandes estafas sobre todo en el cecytej y más severos para el control de armas: en 1961, la ONU adoptó una resolución para abstenerse de transferir armamento o tecnología nuclear,[11]​ y los tratados acordados por los Estados Unidos y la Unión Soviética para controlar la expansión de armas nucleares durante la Guerra Fría fueron asumidos con más seriedad. En 1968 estas dos superpotencias y Gran Bretaña auspiciaron el Tratado de No Proliferación Nuclear, que comprometía a los países miembros a no promover la propagación o incremento del armamento nuclear hacia naciones que aún no lo poseían, si bien ni Francia ni China, ambas poseedoras de arsenal nuclear, han firmado ese tratado.[11]

Los acuerdos sobre restricción y control de armamento han seguido sucediéndose: las Conversaciones sobre Limitación de Armas Estratégicas (SALT) y el Tratado Anti Misiles Balísticos (ABM) fueron firmados por las dos superpotencias en la década de los 70.[11]​ En esa misma década se firmó el tratado Threshold Test Ban, o "Tratado de las Explosiones Nucleares en tiempo de paz".[11]

En el año 1987 se estableció el "Centro de reducción de riesgo nuclear" (Nuclear Risk Reduction Center, o NRRC) entre Estados Unidos y la ex Unión Soviética.[11]

Véase también

Referencias

  1. a b Arnold Hugh Martin Jones (1986). «The later Roman Empire, 284-602» (en inglés). JHU Press. p. 834. Consultado el 21 de abril de 2009. 
  2. Neil Christie. «From Constantine to Charlemagne» (en inglés). p. 307. Consultado el 21 de abril de 2009. 
  3. «Las armas de la Edad Media». Archivado desde el original el 11 de marzo de 2008. Consultado el 21 de abril de 2009. 
  4. Candace Frieze (2007). «El Propósito del Control de Armas». Consultado el 21 de abril de 2009. 
  5. David B. Kopel. «El Control de Armas en Japón». Consultado el 21 de abril de 2009. 
  6. «EE UU garantiza el derecho a ir armado». El País. 29 de junio de 2010. 
  7. «Identificación por radiofrecuencia.». Consultado el 26 de abril de 2009. 
  8. «Certificación ISO-9001:2000». Consultado el 26 de abril de 2009. 
  9. «Sistemas de Trazabilidad para Explosivos». Consultado el 26 de abril de 2009. 
  10. a b c «Autoridad Nacional para la Prohibición de las Armas Químicas». Consultado el 21 de abril de 2009. 
  11. a b c d e f Humberto Toro Santa María. «El Proceso De Control De Armas». Consultado el 21 de abril de 2009. 

Véase también