Calidón (ciudad)
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Calidón o Calidonia (en griego Καλυδών, Kaludôn), era una ciudad situada al norte del Golfo de Corinto, en la región de Etolia, en Grecia Occidental. Su fundador epónimo, según la mitología griega, fue Calidón, hijo de Etolo y Prónoe. La ciudad está situada en la entrada del Golfo de Corinto. Se puede encontrar después de Patras pasando por Antírio y tomando la dirección de Missolonghi o de Agrinión. Los vestigios se hallan cerca de la población de Evinochoro, justo después del puente del río Eveno. Poseía una importante fortificación de tres kilómetros de perímetro.
Leyendas
Entre los antiguos gobernantes de Calidón se encuentran Eneo y Diomedes. El rey Eneo olvidó citar a la diosa Artemisa en los rituales de ofrendas del final de la cosecha y ésta, para vengarse, envió a la ciudad un jabalí que devastó el país.[1] Meleagro, hijo del rey, logró acabar con él, con la ayuda de Atalanta y otros héroes.
Historia
La ciudad albergaba en la acrópolis un importante templo, conocido como Lafria, en honor de Apolo y Artemisa.[2]
Era vecina de la ciudad de Pleurón, capital de los curetes. No estaba en la costa sino unos kilómetros hacia el interior, en la llanura del Eveno. La Ilíada menciona las luchas entre curetes y calidonios: los primeros luchaban para expulsar a los segundos de sus tierras y los segundos para quedarse allí. Los calidonios participaron en la Guerra de Troya con un ejército dirigido por su rey Toante, hijo de Eneo.
En 391 a. C. estaba en posesión de los aqueos, pero se ignora con certeza desde cuándo. Se sabe, no obstante, que al final de la Guerra del Peloponeso, Naupacto pertenecía a Acaya, por lo tanto, es posible que entonces Calidón formara parte de dicha ciudad. Por otra pare, Pausanias menciona que «los mesenios que recibieron Naupacto de manos de los atenienses, como entonces vivían muy cerca de Etolia, la recibieron de Calidón».[3] En ese mismo año de 391 a. C., Calidón fue atacada por los acarnanios, y los aqueos pidieron ayuda a Esparta. El rey espartano Agesilao II fue enviado con un ejército contra los acarnanios y la ciudad se salvó.[4]
Después de la Batalla de Leuctra, en 371 a. C., el beotarca tebano, Epaminondas, la devolvió a Etolia. Fue una ciudad importante aunque jugó poco papel en la historia.
En el año 31 a. C., Augusto trasladó a casi todos los calidonios a la ciudad de Nicópolis, fundada para conmemorar su victoria en la batalla de Accio. Los romanos se llevaron los tesoros de la ciudad a Patras. Entre éstos, la estatua de la diosa Artemisa Lafria y la del dios Dioniso.[5]