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Diferencia entre revisiones de «Bebida alcohólica»

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El [[etanol]] es un líquido incoloro, volátil y de olor suave que se puede obtener a partir de la [[fermentación]] de azúcares. A escala industrial es más habitual su obtención a partir de la hidratación del [[etileno]] (una reacción del etileno con el agua en presencia de [[ácido fosfórico]]). El etanol es el [[depresor]] más utilizado en el mundo, y así lleva siendolo desde hace milenios; su consumo es adictivo y puede conducir al [[alcoholismo]].
El [[etanol]] es un líquido incoloro, volátil y de olor suave que se puede obtener a partir de la [[fermentación]] de azúcares. A escala industrial es más habitual su obtención a partir de la hidratación del [[etileno]] (una reacción del etileno con el agua en presencia de [[ácido fosfórico]]). El etanol es el [[depresor]] más utilizado en el mundo, y así lleva siendolo desde hace milenios; su consumo es adictivo y puede conducir al [[alcoholismo]].


El etanol presente en las bebidas alcohólicas ha sido consumido por los humanos desde tiempos prehistórico por una serie de razones higiénicas, dietéticas, medicinales, religiosas y recreativas. El consumo de grandes dosis de etanol causa [[embriaguez]] (intoxicación alcohólica), que puede provocar [[resaca]] una vez se han terminado los efectos. Según la dosis y la frecuencia con que se consuma, el etanol puede causar [[coma etílico]], pérdida de conocimiento, una parálisis respiratoria aguda o incluso la muerte. Como el etanol perjudica las [[Cognitivismo|habilidades cognitivas]], puede incitar a comportamientos temerarios o irresponsables.
El etanol presente en las bebidas alcohólicas ha sido consumido por los humanos desde tiempos prehistórico por una serie de razones higiénicas, dietéticas, medicinales, religiosas y recreativas. El consumo de grandes dosis de etanol causa [[embriaguez]] (intoxicación alcohólica), que puede provocar [[resaca]] una vez se han terminado los efectos. Según la dosis y la frecuencia con que se consuma, el etanol puede causar [[coma etílico]], pérdida de conocimiento, una parálisis respiratoria aguda o incluso la muerte. Como el etanol perjudica las [[Cognitivismo|habilidades cognitivas]], puede incitar a comportamientos temerarios o irresponsables. La toxicidad del etanol es causada en gran medida por su principal metabolito, el [[acetaldehído]]<ref>{{Cita web|url=http://www.ceri.com/alcohol.htm|título=Living with Alcohol|fechaacceso=1 de octubre de 2016|autor=Steven Wm. Fowkes|enlaceautor=|fecha=|idioma=inglés|sitioweb=CERI|editorial=The Cognitive Enhancement Research Institute}}</ref> y su [[metabolito secundario]], el [[ácido acético]].<ref>{{Cita publicación|url=https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/21209842|título=Acetate causes alcohol hangover headache in rats|apellidos=Maxwell|nombre=Christina R.|apellidos2=Spangenberg|nombre2=Rebecca Jay|fecha=2010|publicación=PloS One|volumen=5|número=12|páginas=e15963|fechaacceso=1 de octubre de 2016|issn=1932-6203|doi=10.1371/journal.pone.0015963|pmid=21209842|apellidos3=Hoek|nombre3=Jan B.|apellidos4=Silberstein|nombre4=Stephen D.|apellidos5=Oshinsky|nombre5=Michael L.}}</ref>


La [[dosis letal mediana]] (DL<sub>50</sub>) del etanol en ratas es de 10.300 mg/kg.<ref>{{Cita publicación|url=http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/j.1360-0443.2004.00744.x/abstract|título=Comparison of acute lethal toxicity of commonly abused psychoactive substances|apellidos=Gable|nombre=Robert S.|fecha=junio de 2004|publicación=Addiction|volumen=99|número=6|páginas=686–696|fechaacceso=|idioma=en|issn=1360-0443|doi=10.1111/j.1360-0443.2004.00744.x|pmid=}}</ref> Otros alcoholes son significativamente más tóxicos que el etanol, en parte porque tardan mucho más en ser metabolizados y en parte porque su metabolización produce sustancias ([[Metabolito|metabolitos]]) que son aún más tóxicas. El [[metanol]] (alcohol de madera), por ejemplo, es oxidado en el [[hígado]], con lo que se forma la sustancia venenosa [[formaldehído]] por la [[Alcohol deshidrogenasa|enzima alcohol deshidrogenasa]]; esto puede provocar ceguera o la muerte.<ref>{{Cita web|url=http://www.anl.gov/education/learning-center/classroom-resources|título=Connecting Argonne science to the classroom|fechaacceso=1 de octubre de 2016|autor=Argonne National Laboratory|enlaceautor=|fecha=|idioma=inglés|sitioweb=anl.gov|editorial=}}</ref> Un tratamiento eficaz para evitar la intoxicación por formaldehído tras ingerir metanol es administrar etanol. La enzima alcohol deshidrogenasa tiene una mayor afinidad por el etanol, evitando así que el metanol se una y sirva de sustrato. De esta forma, el resto de metanol tendrá tiempo de ser excretado por los riñones. El formaldehído que quede será convertido en ácido fórmico y después excretado.<ref>{{Cita publicación|url=https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/10097201|título=Ethylene glycol and methanol poisoning: diagnosis and treatment|apellidos=Zimmerman|nombre=H. E.|apellidos2=Burkhart|nombre2=K. K.|fecha=abril de 1999|publicación=Journal of emergency nursing: JEN: official publication of the Emergency Department Nurses Association|volumen=25|número=2|páginas=116–120|fechaacceso=|issn=0099-1767|doi=|pmid=10097201|apellidos3=Donovan|nombre3=J. W.}}</ref><ref>{{Cita publicación|url=https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11878258|título=Ethanol, isopropanol, methanol, and ethylene glycol poisoning|apellidos=Lobert|nombre=S.|fecha=1 de diciembre de 2000|publicación=Critical Care Nurse|volumen=20|número=6|páginas=41–47|fechaacceso=2016-10-01|issn=0279-5442|doi=|pmid=11878258}}</ref>
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Revisión del 19:17 1 oct 2016

Vino tinto.

Las bebidas alcohólicas son aquellas bebidas que contienen etanol (alcohol etílico) en su composición. Atendiendo a la elaboración se pueden distinguir entre las bebidas producidas simplemente por fermentación alcohólica (vino, cerveza, sidra, hidromiel, sake) en las que el contenido en alcohol no suele superar los 15 grados, y las producidas por destilación, generalmente a partir de un producto de fermentación previo. Entre estas últimas se encuentran los diferentes tipos de aguardientes (como el brandy, el whisky, el tequila, el ron, el vodka, la cachaça, el pisco, la ginebra, etc.) y los licores, entre otras.[1]

La cantidad de alcohol de un licor u otra bebida alcohólica se mide bien por el volumen de alcohol que contenga o bien por su grado de alcohol.

El alcohol es una droga legal en la mayor parte del mundo, con la excepción de los estados islámicos, y causa millones de muertes al año por alcoholismo.[2]

Bebidas destiladas

Destiladores de Tequila

Las bebidas destiladas son el resultado del proceso de separación de agua y alcohol de un líquido previamente fermentado cuya materia prima puede ser un cereal (como la cebada, maíz o centeno), un tubérculo (como la papa) o desechos de frutas (como el caso de la grappa que se elabora con los hollejos de la uva).

El método de destilación puede ser industrial o artesanal, dependiendo del volumen de producción y de la calidad deseada para el producto final. En cualquier caso, su objetivo es el de obtener una bebida de alcohol puro con un nivel superior a los 40º.

La destilación puede estar secundada por un proceso de infusión a través del cual se añaden aromas al producto final, como en el caso del gin cuyo componente principal y distintivo es el enebro.[3]

Se llama bebida blanca a las bebidas transparentes que tienen menos congéneres (componentes biológicamente activos) y por lo tanto son menos dañinas.[4][5]

Entre las principales bebidas de este tipo existen:

Consecuencias del consumo de bebidas alcohólicas

Los más significativos efectos del alcohol en el cuerpo, tanto positivos como negativos y dependiendo del consumo. Además, en mujeres embarazadas puede causar el Síndrome alcohólico fetal.

El etanol es un líquido incoloro, volátil y de olor suave que se puede obtener a partir de la fermentación de azúcares. A escala industrial es más habitual su obtención a partir de la hidratación del etileno (una reacción del etileno con el agua en presencia de ácido fosfórico). El etanol es el depresor más utilizado en el mundo, y así lleva siendolo desde hace milenios; su consumo es adictivo y puede conducir al alcoholismo.

El etanol presente en las bebidas alcohólicas ha sido consumido por los humanos desde tiempos prehistórico por una serie de razones higiénicas, dietéticas, medicinales, religiosas y recreativas. El consumo de grandes dosis de etanol causa embriaguez (intoxicación alcohólica), que puede provocar resaca una vez se han terminado los efectos. Según la dosis y la frecuencia con que se consuma, el etanol puede causar coma etílico, pérdida de conocimiento, una parálisis respiratoria aguda o incluso la muerte. Como el etanol perjudica las habilidades cognitivas, puede incitar a comportamientos temerarios o irresponsables. La toxicidad del etanol es causada en gran medida por su principal metabolito, el acetaldehído[6]​ y su metabolito secundario, el ácido acético.[7]

La dosis letal mediana (DL50) del etanol en ratas es de 10.300 mg/kg.[8]​ Otros alcoholes son significativamente más tóxicos que el etanol, en parte porque tardan mucho más en ser metabolizados y en parte porque su metabolización produce sustancias (metabolitos) que son aún más tóxicas. El metanol (alcohol de madera), por ejemplo, es oxidado en el hígado, con lo que se forma la sustancia venenosa formaldehído por la enzima alcohol deshidrogenasa; esto puede provocar ceguera o la muerte.[9]​ Un tratamiento eficaz para evitar la intoxicación por formaldehído tras ingerir metanol es administrar etanol. La enzima alcohol deshidrogenasa tiene una mayor afinidad por el etanol, evitando así que el metanol se una y sirva de sustrato. De esta forma, el resto de metanol tendrá tiempo de ser excretado por los riñones. El formaldehído que quede será convertido en ácido fórmico y después excretado.[10][11]

El metanol en sí, a pesar de ser venenoso, tiene un efecto sedante mucho menos potente que el etanol. Algunos alcoholes de cadena larga como por ejemplo el n-propanol, el isopropanol, el n-butanol, el t-butanol y el 2-metil-2-butanol sí tienen efectos sedantes más potentes, aunque también son más tóxicos que el etanol.[12][13]​Estos alcoholes de cadena larga se encuentran como contaminantes en algunas bebidas alcohólicas y son conocidos como alcoholes de fusel,[14][15]​ y tienen la reputación de causar una resaca grave, aunque no está claro si los alcoholes de fusel son la auténtica causa.[16]​ Muchos alcoholes de cadena larga son utilizados por la industria como disolventes,[17]​ y a veces están detrás de una variedad de problemas de salud asociados al alcoholismo.[18]​ Aunque el mecanismo no está claro, un meta análisis de 572 estudios han demostrado un aumento del riesgo de cáncer asociado al consumo de alcohol.[19]

Véase también

Notas y referencias

  1. Ortiz, Francisco García; Muela, Mario Gil; Ortiz, Pedro Pablo García (2003-01). Bebidas. Editorial Paraninfo. ISBN 9788497322003. Consultado el 10 de junio de 2015. 
  2. Organización Mundial de la salul (who) (febrero de 2011). «Alcohol Nota Descriptiva N°349». 
  3. «Bebidas Espirituosas». Federación Española de Bebidas Espirituosas [http://www.febe.es/. 
  4. Xatacaciencia (19 de enero de 2011). [«Es verdad que las bebidas alcohólicas más oscuras producen peores resacas». 
  5. Dr Gustavo Castillo R. «¿Que es la Resaca o Cruda?». 
  6. Steven Wm. Fowkes. «Living with Alcohol». CERI (en inglés). The Cognitive Enhancement Research Institute. Consultado el 1 de octubre de 2016. 
  7. Maxwell, Christina R.; Spangenberg, Rebecca Jay; Hoek, Jan B.; Silberstein, Stephen D.; Oshinsky, Michael L. (2010). «Acetate causes alcohol hangover headache in rats». PloS One 5 (12): e15963. ISSN 1932-6203. PMID 21209842. doi:10.1371/journal.pone.0015963. Consultado el 1 de octubre de 2016. 
  8. Gable, Robert S. (junio de 2004). «Comparison of acute lethal toxicity of commonly abused psychoactive substances». Addiction (en inglés) 99 (6): 686-696. ISSN 1360-0443. doi:10.1111/j.1360-0443.2004.00744.x. 
  9. Argonne National Laboratory. «Connecting Argonne science to the classroom». anl.gov (en inglés). Consultado el 1 de octubre de 2016. 
  10. Zimmerman, H. E.; Burkhart, K. K.; Donovan, J. W. (abril de 1999). «Ethylene glycol and methanol poisoning: diagnosis and treatment». Journal of emergency nursing: JEN: official publication of the Emergency Department Nurses Association 25 (2): 116-120. ISSN 0099-1767. PMID 10097201. 
  11. Lobert, S. (1 de diciembre de 2000). «Ethanol, isopropanol, methanol, and ethylene glycol poisoning». Critical Care Nurse 20 (6): 41-47. ISSN 0279-5442. PMID 11878258. Consultado el 1 de octubre de 2016. 
  12. McKee, Martin; Suzcs, Sándor; Sárváry, Attila; Adany, Roza; Kiryanov, Nikolay; Saburova, Ludmila; Tomkins, Susannah; Andreev, Evgeny et al. (octubre de 2005). «The composition of surrogate alcohols consumed in Russia». Alcoholism, Clinical and Experimental Research 29 (10): 1884-1888. ISSN 0145-6008. PMID 16269919. 
  13. Bunc, M.; Pezdir, T.; Mozina, H.; Mozina, M.; Brvar, M. (abril de 2006). «Butanol ingestion in an airport hangar». Human & Experimental Toxicology 25 (4): 195-197. ISSN 0960-3271. PMID 16696295. 
  14. Woo, Kang-Lyung. «Determination of low molecular weight alcohols including fusel oil in various samples by diethyl ether extraction and capillary gas chromatography». Journal of AOAC International 88 (5): 1419-1427. ISSN 1060-3271. PMID 16385992. 
  15. Lachenmeier, Dirk W.; Haupt, Simone; Schulz, Katja (abril de 2008). «Defining maximum levels of higher alcohols in alcoholic beverages and surrogate alcohol products». Regulatory toxicology and pharmacology: RTP 50 (3): 313-321. ISSN 0273-2300. PMID 18295386. doi:10.1016/j.yrtph.2007.12.008. 
  16. Hori, Hisako; Fujii, Wataru; Hatanaka, Yutaka; Suwa, Yoshihide (agosto de 2003). «Effects of fusel oil on animal hangover models». Alcoholism, Clinical and Experimental Research 27 (8 Suppl): 37S-41S. ISSN 0145-6008. PMID 12960505. doi:10.1097/01.ALC.0000078828.49740.48. 
  17. Mańkowski, W.; Klimaszyk, D.; Krupiński, B. (2000). «[How to differentiate acute isopropanol poisoning from ethanol intoxication? -- a case report]». Przegla̧d Lekarski 57 (10): 588-590. ISSN 0033-2240. PMID 11199895. 
  18. Bogomolova, I. N.; Bukeshov, M. K.; Bogomolov, D. V. «[The forensic medical diagnosis of intoxication of alcohol surrogates by morphological findings]». Sudebno-Meditsinskaia Ekspertiza 47 (5): 22-25. ISSN 0039-4521. PMID 15523882. Consultado el 1 de octubre de 2016. 
  19. Bagnardi, V.; Rota, M.; Botteri, E.; Tramacere, I.; Islami, F.; Fedirko, V.; Scotti, L.; Jenab, M. et al. (3 de febrero de 2015). «Alcohol consumption and site-specific cancer risk: a comprehensive dose–response meta-analysis». British Journal of Cancer (en inglés) 112 (3): 580-593. ISSN 0007-0920. doi:10.1038/bjc.2014.579. 

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