Diferencia entre revisiones de «Ferrocarril en México»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
BenjaBot (discusión · contribs.)
m (Bot) Normalización de fechas
Línea 68: Línea 68:
* Ciudad de México, Distrito Federal - a Toluca, Estado de México.- En construcción.
* Ciudad de México, Distrito Federal - a Toluca, Estado de México.- En construcción.


=== Trenes de Lejanías ===
=== Trenes Interurbanos(O de Lejanias) ===
[[File:Passenger trains 2020 project for Mexican Republic.png|thumb|right|300px|Propuesta ciudadana en pro de una red nacional de transporte ferroviario de pasajeros, basada en líneas existentes de mediana velocidad (<100Km/h)]]
[[File:Passenger trains 2020 project for Mexican Republic.png|thumb|right|300px|Propuesta ciudadana en pro de una red nacional de transporte ferroviario de pasajeros, basada en líneas existentes de mediana velocidad (<100Km/h)]]
* [[Ferrocarril Chihuahua al Pacífico|Chepe]].- Actualmente en servicio, es el único remanente de los trenes de lejanías; Ferromex no pudo cancelarlo ya que representa el único medio económico de transporte para los residentes aledaños a la ''Línea Q'' (en color negro, en el mapa) sobre la cual corre el Chepe, asimismo, es un tren turístico pensado mayormente en visitantes estadounidenses y canadienses.
* [[Ferrocarril Chihuahua al Pacífico|Chepe]].- Actualmente en servicio, es el único remanente de los trenes de lejanías; Ferromex no pudo cancelarlo ya que representa el único medio económico de transporte para los residentes aledaños a la ''Línea Q'' (en color negro, en el mapa) sobre la cual corre el Chepe, asimismo, es un tren turístico pensado mayormente en visitantes estadounidenses y canadienses.

Revisión del 06:20 20 ene 2018

Mapa del Sistema Ferroviario de México.
Mapa derechos de paso v2

La República Mexicana posee una red ferroviaria que actualmente operan concesionarios del sector privado de la economía nacional, principalmente para el transporte de carga multimodal, y cuya extensión es mayor a los 26 mil kilómetros[1]​ conectando los principales centros industriales con los puertos marítimos y conexiones fronterizas al extranjero.

Mapa de México con la primera línea de ferrocarril entre Veracruz y Ciudad de México.
José Rendón Peniche, quien trabajó en la construcción y luego tuvo a su cargo la dirección general del primer ferrocarril en Yucatán (ruta Mérida-Progreso).
Archivo:5 pesos de México de 1950 (anverso y reverso).jpg
Moneda de cinco pesos conmemorativa a la inauguración del ferrocarril del sureste.


Construcción

La historia del ferrocarril en México comenzó en 1837, por el decreto del presidente en curso, Anastasio Bustamante otorgó la primera concesión a Francisco de Arrillaga para la construcción de la línea férrea de Veracruz a la Ciudad de México (denominándose posteriormente Ferrocarril Mexicano hasta el año de 1848) estableciéndose los siguientes artículos: 1) Un término de protección de unos treinta años a partir de la obra. 2) Plazo máximo de 12 años de construcción. 3) Quedaban exentos de pago de impuestos las máquinas y los renglones exentos en el nuevo arancel. 4) A partir del año de construcción la empresa constructora debía de pagar 50 mil pesos hasta completar un millón. 5) Las tarifas de transporte no podrían variarse ni siquiera pasando los 3 años del privilegio. 6) Mientras existiese el ferrocarril, la empresa quedaba obligada a conducir gratuitamente la correspondencia. 7) El camino de hierro entre Veracruz y la capital tendría caminos dobles. 8) La empresa tendría siempre la propiedad de las líneas.[2]

El ferrocarril que iba a construirse debía de conectar el puerto de Veracruz con el Golfo de México y la Ciudad de México. Sin embargo, el ferrocarril no se construyó debido a la muerte del comerciante Arrillaga tres años después. Por medio del decreto de Antonio López de Santa Anna el 31 de mayo de 1842, impuso a los acreedores de la construcción de la carretera de Perote a Veracruz, la obligación de construir un ferrocarril que partiera de la ciudad de Veracruz hasta el río de San Juan,[3]​ los trabajos no se avanzaron, quedando tan solo la construcción de 7 kilómetros en casi 6 años. Después de la invasión norteamericana sufrida en el año de 1848, a mediados del este año se reanudaron los trabajos de la construcción del ferrocarril rumbo al río San Juan, concluidos solamente hasta El Molino, con una extensión de 6.6 kilómetros, inaugurado el 16 de septiembre de 1850 con la distancia de 13.6 kilómetros. También en este mismo año Santa Anna otorgó otra concesión a favor de Laurie Rickards para complementar su sueño de la línea del ferrocarril de Veracruz a la Ciudad de México, quedando de nueva cuenta frustrado. Cinco años después Santa Anna decretó otra concesión ahora a los Hermanos Masso para la construcción del Ferrocarril de San Juan Veracruz hacia Acapulco pasando por la Ciudad de México, empezando la construcción en el año de 1856 de México hacia el rumbo de Veracruz, además de la creación de un fondo consolidado de $8. 000, 000.00.[4]​ En el año de 1857 los Hermanos Masso decidieron vender su concesión a Manuel Escandón y Antonio Escandón. los Escandón obtuvieron la ayuda de Ignacio Comonfort ofreciéndoles un subsidió por varios millones de pesos a cabo de que cumplieran con el plazo estimado para la terminación de la vía férrea (10 años), no vender la empresa al capital extranjero, la construcción de penitenciarías y casa para inválidos.[5]​ En el año de 1857 se realizó un proyecto de una ruta de Orizaba hacía Maltrata explorado y propuesto por los ingenieros Andres H. Talcott y Pascual Almazán, iniciando la construcción hasta el año de 1864. Para el año de 1861 estando como presidente Benito Juárez otorgó otra concesión a los Hermanos Escandón para una Línea de Veracruz al Pacífico con un ramal a Puebla, ese año marcó el principio de la construcción el tramo del ferrocarril de Veracruz a Paso del Macho subsidiado por dos compañías de los hermanos Escandón ubicados en los estados de Veracruz y Orizaba donde los trabajos de la Tejería a La Soledad comenzaron a realizarse. Con la invasión francesa se destruyeron parte de las vías férreas, quedando como opción la realización de un pacto con los soldados franceses (suministrados económicamente por el gobierno de Napoleón III) y las dos empresas de los Hermanos Escandón, las reglas fueron que el ejército francés subsidió a las compañías la cantidad de 120 000 francos mensualmente para las obras, mientras que las compañías debía de establecer el servicio público de Veracruz a la Soledad para el mes de mayo, quedando concluido hasta el 15 de agosto de 1862, quedando en operación 41 kilómetros de vías, para el año de 1858 llegó hasta la estación de Camarón, contando con una longitud de 62 kilómetros que fue puesto oficialmente en servicio el 16 de octubre de 1864,[6]​ dos años después llegó a Paso del Macho siendo un total de 76 kilómetros.

Mapa de 1897 del proyectado ferrocarril interoceánico

Maximiliano I de México contrató al ingeniero M Lyons para la construcción del ferrocarril de La Soledad al Monte del Chiquihuite, anexándose posteriormente a la Línea de Veracruz a Paso del Macho.[4]​ Asimismo Antonio Escandón traspasó su empresa ferrocarrilera a la Compañía de Ferrocarril Imperial Mexicano teniendo todo el apoyo tanto de Maximiliano I de México como del ejército francés. Concluido el periodo del Segundo Imperio, el 27 de noviembre de 1867 de nueva cuenta Benito Juárez volvió a conceder el privilegio del ferrocarril Veracruz-México vía Orizaba para los hermanos Escandón, quedando concluida a finales del año de 1872 e inaugurado el 1 de enero de 1873 por Sebastián Lerdo de Tejada y el gobernador del estado de Veracruz Francisco Hernández. el Ferrocarril Mexicano fue la primera vía férrea que corrió en el país, se realizaron festejos en las estaciones de Orizaba y Veracruz por tres días.[3]​ La Estaciones que quedaron como principias de la línea del Ferrocarril Mexicano fueron Veracruz, Tejería, La Soledad, Camarón, La Purga (a partir de 1900 dejó de ser estación), Paso del Macho, Córdoba, Orizaba, Maltrata. Durante el periodo de Díaz se empezaron a construir nuevas estaciones ampliando más la vía férrea, las estaciones que se iniciaron a construir después de 1880 fueron las de Potrero, Fortín, Río Blanco, Nogales y Santa Rosa.

El Presidente Lerdo, y aún más su sucesor, Porfirio Díaz, alentaron el desarrollo ferroviario con concesiones generosas que incluían subvenciones públicas para la construcción de las líneas. Al comenzar la presidencia de Díaz existían un total de 416 millas de ferrovía en servicio en México. Al final de su segundo mandato en 1910, México contaba con más de 15.360 millas de ferrovía en servicio, en su mayoría construidas por inversionistas estadounidenses, británicos y franceses.[7]

El nacionalismo creciente en México llevó a la administración de Díaz a poner la mayor parte de los ferrocarriles de la nación bajo control nacional a través de un plan elaborado por su secretario de Hacienda, José Yves Limantour. El plan, ejecutado en 1909, creó una nueva corporación paraestatal, Ferrocarriles Nacionales de México (FNM), para ejercer control sobre las líneas de ferrocarril principales a través de mayorías accionistas en las empresas.

Nacionalización

Nacionalización de ferrocarriles extranjeros por el presidente Cárdenas en 1937

El sistema ferroviario sufrió gran deterioro durante el período de la Revolución mexicana, a causa de su abandono y falta de mantenimiento. Tras concluir notoriamente las hostilidades entre los líderes revolucionarios, antagónicos entre sí, el sistema ferroviario estadounidense en México empezó a ser expropiado en 1929 y hasta 1937 cuando el presidente Cárdenas decretó la nacionalización de la Red Ferroviaria[8]​. En 1987, el presidente De la Madrid fusionó las cinco empresas ferroviarias regionales -entre ellas, Ferrocarril del Pacífico- junto con Ferrocarriles Nacionales de México. Durante los años posteriores a la época de nacionalización de los ferrocarriles en México habrían surgido ciertas dificultades financieras, principalmente a causa de la corrupción y el desvío de fondos por parte de directivos a cargo de Ferronales; presumiblemente desde 1946[9]​ durante la presidencia de Miguel Alemán Valdés. La paraestatal Ferronales habría acumulado un déficit operativo de $552 millones de dólares (37 % de su presupuesto de funcionamiento) hacia 1991; no obstante, el presidente Salinas fue el último en apoyar a la paratestatal mediante la construcción desde 1989 del Tren Eléctrico de Pasajeros México-Querétaro y hasta su puesta en servicio durante el último año de presidencia salinista (1994). La competencia con otros modos de transporte de carga, tales como los camiones por carretera y los buques por mar, disminuyó la cuota de transporte ferroviario, principalmente de carga pesada, en alrededor del 9 % aproximadamente la mitad de la cuota que tenía la paraestatal una década antes.

Privatización

Habiendo finalizado la segunda guerra mundial, hubo importantes inversiones en compra de locomotoras y carros así como en expansión de la red nacional de ferrovías; el tráfico de carga incrementó junto con enormes subsidios y endeudamiento público. En 1995, el presidente Zedillo reforma el párrafo IV en el Artículo 28 de la Constitución Mexicana y, continuando el proceso de privatización masiva de para-estatales iniciada por sus antecesores en el cargo, privatizó Ferronales no sin antes cancelar en 1996 el Tren México-Querétaro (inaugurado por Salinas poco menos de dos años atrás) y haber vendido su parque vehicular hacia el extranjero[10]​. Con dicha modificación constitucional, el transporte ferroviario dejó de ser área estratégica del Estado, para permitir la participación social y privada en dicha actividad.

Tras anunciar alternativas de apertura al sector privado, la SCT tomó la decisión de adoptar el modelo de segmentación regional de la red, para ser operada por empresas privadas integradas verticalmente. Las concesiones se otorgaron en primera instancia a Grupo México, consorcio minero propietario de Ferromex, S.A. y después a "empresas públicas regionales" en las que se subdividió Ferronales, para luego vender las acciones representativas de las mismas al sector privado. El patrimonio a licitar estuvo formado por el título de concesión para prestar servicio público de transporte ferroviario, y las locomotoras, equipo de arrastre y bienes necesarios para la operación. De acuerdo a la Ley Reglamentaria del Servicio Ferroviario, el Estado debe mantener en todo momento el dominio sobre las vías generales de comunicación. Por esa razón la infraestructura y el derecho de vía se reintegraran a la Nación en buen estado operativo al término de las concesiones (aproximadamente 50 años a partir de 1998).

Algunas ventajas de la privatización han sido, por ejemplo, la renovación de ferrovías y expansión de la red nacional; pasando de 20 mil kilómetros en 1998, a más de 26 mil kilómetros en 2007. Entre 1995 y 2010 el volumen movilizado prácticamente se duplicó al pasar de 37,600 millones de toneladas-kilómetro a 78,800 millones de toneladas-kilómetro, incrementándose al 5.1% anual en promedio. El transporte ferroviario de mercancías creció en ese lapso en mayor proporción que la economía en su conjunto y que el transporte carretero de carga. Después de más de cincuenta años de ir en declive, la participación del ferrocarril en el mercado de transporte terrestre, a partir de su privatización, registró una notable recuperación, al pasar del 19% en 1995, al 25% en 2010.[11]

Transporte Ferroviario de Carga y Multimodal

Kansas City Southern de México, antes Ferrocarril del Noreste

En 1996, Kansas City Southern (KCS), junto con Transportes Marítimos Mexicanos (TMM), compraron la concesión del Ferrocarril del Noreste que unía al Puerto de Cárdenas con la Ciudad de México y hacia el cruce fronterizo en Laredo pasando por Monterrey (Línea B). La empresa conjunta se llamó inicialmente Transportación Ferroviaria Mexicana (TFM) en 1998, pero en 2005 pasó a denominarse KCS de México cuando KCSL compró los intereses de TMM. KCSM ha sido el primero en tener Vías Clase 5 (hasta 145 km/h) con promedio de velocidad de 111 km/h y picos de hasta 119 km/h. Actualmente más del 70% de sus durmientes son de concreto y desean obtener casi el 100% de vía soldada (eliminar planchuelas).

Ferrocarril Mexicano, S.A.

La concesión del Ferrocarril del Noroeste, que conecta la ciudad de México y Ciudad Juárez (Línea A), junto con el ramal de Irapuato hacia el Puerto de Manzanillo vía Guadalajara (Línea I) y otros ramales hacia diversos cruces fronterizos con Estados Unidos (Líneas T y Q), fue vendida a una empresa conjunta entre el Grupo México y Union Pacific Railroad en 1998; la empresa opera como FXE Railway (Ferromex).

Ferrocarril del Sureste

Hubo dos concesiones en la región sur, que se fusionaron en 2000 para formar Ferrosur, la cual opera la Línea S y ramales entre la Ciudad de México y el Puerto de Veracuz en el Golfo de México. En 2005, Ferrosur fue adquirido por Grupo México; aunque KCSM litigó para detener tal adquisición, y la fusión no recibió aprobación del gobierno.

Transporte Ferroviario de Pasajeros

Tren del Ferrocarril Suburbano de la Cd. de México en la Estación Buenavista.

Entre los años 1997 y 2008, tras la extinción de Ferronales y suspensión del servicio de transporte ferroviario de pasajeros durante esos 12 años, fue inaugurada la línea de Tren Suburbano del Valle de México, que junto con el Tren Interurbano México-Toluca (actualmente en construcción) forman parte de la concesión de Ferrovalle, empresa operada conjuntamente por Ferromex, KCSM y Ferrosur.

Las ferrovías para trenes de pasajeros requieren inspección de geometría diaria, pulido del riel cada 100 h, y reapriete de uniones semanal. Pasar carga por una vía de clase 6 en adelante, comienza a ser desgastante y económicamente inviable puesto que los riesgos incrementan a mayores velocidades; los concesionarios del sector privado no ven con buenos ojos el permitir trenes de pasajeros a través de las líneas que se les ha concesionado para el transporte de carga. Sin embargo, rehabilitar ciertos trenes de pasajeros es técnicamente posible; ya que los trenes de cercanías corren a una velocidad promedio de 80Km/h y están diseñados para compartir derecho de paso con los trenes de carga, asimismo, la construcción de ferrovías exclusivas para "trenes bala" -como los que operan en países mucho más desarrollados- representa un costo exageradamente alto para el gobierno.

Trenes Turísticos

  • Tequila Express.- Inicialmente operado por la Cámara de Comercio en Guadalajara (2001), y actualmente dividido en Tequila Herradura Express y José Cuervo Express.

Trenes de Cercanías

  • Ciudad de México (Estación Buenavista) a Cuautitlán, Estado de México.- En servicio.
  • Ciudad de México, Distrito Federal - a Toluca, Estado de México.- En construcción.

Trenes Interurbanos(O de Lejanias)

Propuesta ciudadana en pro de una red nacional de transporte ferroviario de pasajeros, basada en líneas existentes de mediana velocidad (<100Km/h)
  • Chepe.- Actualmente en servicio, es el único remanente de los trenes de lejanías; Ferromex no pudo cancelarlo ya que representa el único medio económico de transporte para los residentes aledaños a la Línea Q (en color negro, en el mapa) sobre la cual corre el Chepe, asimismo, es un tren turístico pensado mayormente en visitantes estadounidenses y canadienses.
  • FCP.- Cancelado en 1996, fue un tren predominantemente diurno que corría sobre la Línea T (Guadalajara-Nogales)[12]​. Una petición ciudadana propone rehabilitar en su lugar un tren nocturno que recorra en 18 horas la distancia entre Guadalajara y Hermosillo; capitales de Jalisco y Sonora respectivamente (línea verde, en el mapa).
  • Pullman.- Cancelado en 1996, fue un tren nocturno que corría entre Ciudad de México y Guadalajara sobre la Línea A (Buenavista-Irapuato) y sobre la Línea I (Irapuato-Guadalajara)[13]​. Una alternativa de rehabilitación contempla la construcción de ferrovía nueva para conectar al Tren Interurbano México-Toluca con Zitácuaro y Morelia hasta la estación en La Piedad de la Línea I (línea rosa, en el mapa); a fin de permitir la fluidez en el transporte ferroviario de carga entre Irapuato y la Ciudad de México sobre la Línea A.
  • Regiomontano.- Cancelado en 1994 para ceder al Tren Eléctrico México-Querétaro, fue un "tren de lujo" -al igual que el Pullman- pero que cubría la ruta Ciudad de México a Monterrey vía Saltillo[14]​ (Línea B de color rojo, en el mapa). De rehabilitarse, correría sobre la Línea AQ (Buenavista-Querétaro) para continuar por la Línea BD (Querétaro-Guanajuato-SLP) y por la Línea B hasta Monterrey.
  • Ferrovía CDMX-Yucatán.- Tiene como antecedente al más antigüo de los trenes de pasajeros en la República Mexicana: el Tren México-Veracruz, que se remonta hasta 1837[15]​. Sobre el tramo México-Tlaxcala corría, de hecho, la primera línea de tren electrificado. Una petición ciudadana propone rehabilitarlo como tren para transporte masivo de larga distancia y no sólo un "tren turístico México-Veracruz" como el que se tiene previsto para 2019; su trayecto sería hacia Coatzacoalcos a través de las líneas AQ, H, SH, S, G y Z (color violeta, en el mapa) conesionadas a Ferrosur, para continuar hacia Valladolid a través de la Línea FA.

Controversia

Tras la privatización iniciada entre 1995 y 1997, se denunciaron anomalías en el proceso de liquidación a los trabajadores de Ferronales por parte de ex-funcionarios de la extinta paraestatal.[16]​ Dicho ilícito se habría cometido entre 2003 y 2005 cuando los servidores públicos convocaron a licitaciones para vender chatarra obsoleta e inservible, aunque no entregaron el material, lo cual generó un adeudo de unos 10.3 millones de pesos con las empresas adjudicadas.[17][18]

"Para saldar la deuda, se vendieron más de 52 mil toneladas de vías férreas, rieles, durmientes, clavos y planchuelas propiedad de la Federación con un valor superior a mil 800 millones de pesos. Dicha cantidad de material equivale a tres veces la red del Metro de la ciudad de México o siete veces el acero de la Torre Eiffel. También se entregaron a las cuatro empresas 590 kilómetros de vías férreas útiles que lejos de ser chatarra es acero de alta calidad. Los cinco tramos de vías entregados ilegalmente estaban instalados en Durango, Michoacán, Jalisco, Chihuahua y Puebla" (JOA)[19]

Los funcionarios involucrados son el delegado fiduciario especial de Banobras y encargado de la liquidación, Enrique Alejandro Rivas; el subdirector general jurídico, Efrén Alejandro del Pozo; el subgerente de servicios especiales, Antonio Paredes; el jefe de área de la subdirección general jurídica, Saúl Román Tiburcio y el jefe de área "C" de la subgerencia de servicios especiales, Pedro Rodolfo Muriel.[20]

Concesiones Ferroviarias

Los ferrocarriles principales (de clase I) en México incluyen:

Líneas de ferrocarriles de corto trayecto:

Enlaces ferroviarios con los países limítrofes

(de Norte a Sur)

  • Bandera de Estados Unidos EE.UU. .- Sí - mismo ancho 1435mm
  • Bandera de Guatemala Guatemala .- Sí - cambio de ancho 1435mm/914mm (actualmente inactivas y sin uso)
  • Bandera de Belice Belice - No existe red férrea en Belice a la cual conectar
  • Plantilla:Geodatos World Red FERISTSA, proyecto que conectará a Panamá con México - 1435mm ancho.[21]

Referencias

  1. Capasso Gamboa, Alvaro Gianfranco (30 de marzo de 2007). «Infraestructura Ferroviaria en México (capítulo de tesis)». Universidad de las Américas (Puebla). p. 18. Consultado el 14 de noviembre de 2017. 
  2. D`Estrabau, Gilberto, El ferrocarril, México,1988
  3. a b Ferrocarriles Nacionales de México, México, 1987
  4. a b Fuentes Díaz, Vicente, El problema ferrocarrilero de México, México, 1951
  5. Kuntz Ficker, Sandra y Ruguzzi Paolo (coordinadores), Ferrocarriles y vida económica en México, 1850-1950: del surgimiento caído al decaimiento precoz,México, 1996
  6. Chapman, John Gresham, La construcción del Ferrocarril Mexicano,1985
  7. Fred Wilbur Powell, los ferrocarriles de México, 1921
  8. «Nacionalización de los ferrocarriles». Monterrey, Nuevo León: ITESM. Consultado el 14 de noviembre de 2017. 
  9. John M. Ackerman (4 de agosto de 2014). «El PRI de siempre». La Jornada. Ciudad de México. Consultado el 14 de noviembre de 2017. 
  10. Diego Cevallos (6 de diciembre de 1996). «Ferrocarriles, la primera gran privatización de Zedillo». InterPress Service. Ciudad de México. Consultado el 14 de noviembre de 2017. 
  11. Renacimiento de los ferrocarriles mexicanos de carga. Francisco Javier Gorostiza, Asociación Mexicana de Ferrocarriles, 2011
  12. Rosario Oropeza (14 de abril de 2015). «Tren de pasajeros, el recuerdo queda :'(». El Debate. Culiacán, Sinaloa. Consultado el 15 de noviembre de 2017. 
  13. Alberto Gómez Barbosa (2 de agosto de 2017). «Los Ferrocarriles: Aquella Perla». PressReader. Consultado el 15 de noviembre de 2017. 
  14. Esperanza Dávila Sota (15 de enero de 2017). «El Regiomontano». Vanguardia. Consultado el 15 de noviembre de 2017. 
  15. P., Martín (12 de octubre de 2017). «En 2019 se podrá viajar en tren de la Ciudad de México a Veracruz con la ‘Ruta de Cortés’». Xataca.Com. Consultado el 15 de noviembre de 2017. 
  16. Patricia Muñoz Ríos (14 de junio de 2005). «Enfrenta más de 14 mil litigios el organismo liquidador de Ferronales». La Jornada. Ciudad de México. Consultado el 16 de noviembre de 2017. 
  17. Redacción (19 de febrero de 2006). «Gángas de Ferronales». Revista PROCESO. Ciudad de México. Consultado el 16 de noviembre de 2017. 
  18. Senado de la República (México) (8 de noviembre de 2015). «Pide PT que SCT y SAE informen sobre probable desvío de recursos en Ferronales» (digital). Coordinación de Comunicación Social. Ciudad de México. Consultado el 16 de noviembre de 2017. 
  19. Joaquín Ortega Arenas (16 de junio de 2012). «Columna de opinión». BlogSpot. Consultado el 16 de noviembre de 2017. 
  20. Redacción (8 de junio de 2010). «Megafraude en FERRONALES: cinco ex-funcionarios y cuatro empresas, implicados.». Revista PROCESO. Ciudad de México. Consultado el 16 de noviembre de 2017. 
  21. «FERISTSA (query)» [Búsqueda sobre FERISTSA]. Dictionary.com, LLC. (en inglés). EE.UU. Consultado el 16 de noviembre de 2017. 

Enlaces externos