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Sanfermines
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La Casa Consistorial minutos antes del chupinazo.
Localización
País Bandera de España España
Localidad Bandera de España Pamplona, España
Coordenadas 42°49′00″N 1°39′00″O / 42.816666666667, -1.65
Datos generales
Tipo Religiosa y popular
Sede Pamplona
Comienzo 6 de julio 12:00h
Finalización 14 de julio 24:00h
Duración 8,5 días
Fecha 7 de julio
Motivo Festividad de San Fermín de Amiens, 7 de julio
sanfermin.pamplona.es

Oier S G

Las Fiestas de San Fermín, popularmente conocidas como sanfermines (en euskera: Sanferminak),[1]​ son una celebración en honor a San Fermín de Amiens que tiene lugar anualmente en la ciudad española de Pamplona, capital de Navarra.

Los festejos comienzan con el lanzamiento del chupinazo desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona, a las 12 del mediodía del 6 de julio y terminan a las 24 horas del 14 de julio con el Pobre de mí..., una canción de despedida.

Una de las actividades más famosas de los sanfermines es el encierro, que consiste en un recorrido de 849 metros delante de los toros y que culmina en la plaza de toros. Los encierros tienen lugar todos los días entre el 7 y el 14 de julio y comienzan a las ocho de la mañana, con una duración media de entre dos y tres minutos.

Los sanfermines tienen un origen que se remonta varios siglos, aunque su fama mundial es un fenómeno reciente, vinculada también a la difusión que les dio Ernest Hemingway. Se trata de unas fiestas singulares y, sin duda, el acontecimiento por el que más se conoce a Pamplona en el mundo. Su fisonomía actual, cosmopolita y multitudinaria, es el resultado de una lenta evolución histórica cuyos orígenes se remontan a la Edad Media.

Tres celebraciones independientes están en su origen: los actos religiosos en honor a San Fermín, desde antes del siglo XII, las ferias comerciales y las corridas de toros, documentadas ambas desde el siglo XIV. La Iglesia celebraba el 10 de octubre la festividad de San Fermín, patrono de Navarra. Cansados de las inclemencias climatológicas del otoño, el Ayuntamiento de Pamplona solicita al obispo en 1591 trasladar la celebración al 7 de julio, a lo que el prelado accedió. En aquella fecha se celebraban ferias en Pamplona con corridas de toros. De esta forma, se produjo la coincidencia entre la celebración religiosa y el bullicio ferial, en el que los toros jugaban un papel esencial. Durante mucho tiempo se ha creído que la festividad de San Fermín se celebraba el 24 de septiembre.[2]​ El patrón de la ciudad, San Saturnino, se mantiene con una celebración mucho más modesta en el 29 de noviembre. Para muchos de los visitantes, este hecho causa la confusión de pensar que es San Fermín el patrono de la ciudad.

Otra creencia equivocada es pensar que San Fermín es patrono de Pamplona, cuando lo es de toda Navarra. Honor que comparte con San Francisco de Javier. El patrono de Pamplona es San Saturnino o San Cernin, obispo de Toulouse y mártir.

El escritor estadounidense Ernest Hemingway fue uno de los que contribuyeron a propagarlos mediante su libro Fiesta. La población de Pamplona durante esta semana de fiestas pasa de 190.000 habitantes a más de 1.000.000 de personas.

Orígenes

Los sanfermines nacieron en la época medieval como feria comercial y fiesta secular, usando para ello las fechas de fiestas religiosas cristianas, que a su vez usaban fechas festivas de orígenes más anteriores, como la del paganismo vasco y latino. A comienzos del siglo XIII se celebraban unas ferias comerciales tras la noche de San Juan, entre el día 23 y el 24 de junio, coincidiendo el comienzo del verano, y posteriormente se pasaron a celebrar a partir de la festividad de San Pedro, el 29 de junio. Como las ferias eran lugares de encuentro de mercaderes, ganaderos y aldeanos, eran también pretexto para festejar y comenzaron a organizarse corridas de toros como parte de la tradición. Hay otra fecha emparentada al final del verano, el 10 de octubre, en que se organizaba una feria en Pamplona, de siete días de duración, desde el año 1324, por privilegio del rey Carlos I de Navarra y IV de Francia. En 1381 por privilegio del rey Carlos II de Navarra, pasó a ser feria franca, coincidiendo también entonces con festividades religiosas. Estas dos ferias y fiestas, al inicio y al final del verano, se unificaron en 1592 para aprovechar el mejor tiempo, comenzando el día séptimo del séptimo mes: el 7 de julio. Aunque todavía en la actualidad, a finales del verano, se celebran "San Fermín txikito" (pequeños sanfermines) sólo celebrado por los propios navarros.

Consta que el Regimiento (Ayuntamiento de entonces) celebró una fiesta ya en las nuevas fechas, el 7 de julio de 1591, con el siguiente programa:

  • Pregón de Fiestas, muy ceremonial.
  • Torneo con lanzas en la actual Plaza del Castillo.
  • Teatro: "Comedia y Tragedia del Bienaventurado San Fermín".
  • Danzas, procesión por las calles, etc.

El día siguiente, se celebró una corrida de toros.

Fueron pasando los siglos, sin grandes cambios en los sanfermines. Pero desde 1950 aproximadamente, los cambios han sido acelerados. En primer lugar, por el incremento del nivel de vida. El pueblo (Pamplona tendría unos veinte mil habitantes) se juntaba en la Plaza Consistorial para recoger al Ayuntamiento y acompañarlo a la iglesia de San Lorenzo, donde en la capilla de San Fermín se celebraban, las Vísperas, en la tarde del 6 de julio. Tras la misa, pueblo y autoridades regresaban de la iglesia al Ayuntamiento, igualmente por la calle Mayor.

Desde 1950, aproximadamente, los sanfermines vienen evolucionando tanto como la sociedad. Han perdido mucho de su componente religioso, aunque la procesión sigue siendo multitudinaria y presenta algunos "momenticos" especialmente entrañables, como la jota que se canta al santo en la Plazuela del Consejo o el Agur jaunak interpretado en su honor en el lugar, frente a la iglesia de San Cernin en que se dice que fue bautizado. El "riau-riau", con el que el pueblo acompañaba, a los sones del "Vals de Astráin", al Ayuntamiento en cuerpo de ciudad, retardando lo más posible su marcha desde la Casa Consistorial hasta la iglesia de San Lorenzo, para celebrar aquí las Vísperas del Santo, ha tenido que suspenderse porque en los últimos años había sido ocasión de protestas y disturbios. Ahora bien, recientemente se está volviendo a festejar -originalmente, por iniciativa de clubs de jubilados-, aunque sin la corporación municipal.

El chupinazo

Fachada del Ayuntamiento de Pamplona, engalanada para las fiestas de San Fermín

El chupinazo es el cohete que se lanza el día 6 de julio de cada año a las doce del mediodía desde el balcón de la casa consistorial de Pamplona para señalar el inicio de las fiestas de san Fermín o sanfermines. Congrega gran número de público y se retransmite en directo por televisión. Es el chupinazo más famoso del mundo.

El origen de esta tradición se halla a principios del siglo XX. El Ayuntamiento de Pamplona contrataba una empresa de pirotecnia que disparaba una serie de cohetes el día 6 de julio, víspera de la fiesta de san Fermín, para señalar el inicio de las fiestas. Los cohetes se disparaban desde la Plaza del Castillo por un empleado de la empresa, sin mayores ceremonias. En la década de los años treinta empezó a congregarse una buena cantidad de público en el momento del lanzamiento de los cohetes, y algunos pamploneses solicitaban del operario que les permitiese prender la mecha, en particular Juan Echepare Aramendía disparó el primer cohete entre 1931 y 1936.

Ambiente previo al "chupinazo" de 2007. En la abarrotada plaza consistorial, la muchedumbre extiende los pañuelos rojos característicos del atuendo de las fiestas.[3]

En 1939 fue un concejal del ayuntamiento, Joaquín Ilundain, el que solicitó para sí el honor de disparar el primer cohete, y a raíz de ello y junto con el periodista José Mª Pérez Salazar promovió la idea de que el lanzamiento de ese primer chupinazo se hiciera con mayor solemnidad. En 1941 por primera vez el disparo se hizo desde el balcón principal de la Casa Consistorial, siendo encargado de prender la mecha el propio Joaquín Ilundain. En los años siguientes se adoptó la costumbre de que el concejal encargado de disparar el chupinazo fuera el presidente de la comisión municipal de fiestas. Esta costumbre sólo se rompió en 1964 cuando se cedió el honor a Manuel Fraga, Ministro de Información y Turismo, que se hallaba de visita en la ciudad. Es también tradicional que quien dispara el chupinazo previamente vitoree a san Fermín.

Tras la instauración de la democracia y la elección del primer ayuntamiento democrático en 1979 se adoptó el criterio de que el lanzamiento del chupinazo se hiciera rotatorio, primero entre los miembros de la comisión de fiestas y, a partir de 1983, entre los diversos grupos políticos de mayor a menor. Este criterio sólo se ha roto en los años 2000, 2001 y 2010 en que se otorgó la distinción del lanzamiento al Club Atlético Osasuna, en la persona de su capitán César Palacios, por el ascenso conseguido ese año 2000 a Primera División, al Portland San Antonio, en la persona de su presidente Fermín Tajadura por su victoria en la máxima competición continental, la Copa de Europa de Balonmano, y a la Comparsa de Gigantes, en la persona de su presidente Mari Ganuza, como reconocimiento a los 150 años de historia celebraba ese año.

Desde el 6 de julio de 1941, a pesar de que algunas personas encargadas de lanzar el cohete han hecho algunos cambios en el tradicional grito, la fórmula que mayoritariamente se ha pronunciado ha sido la siguiente:

'"Pamploneses, Pamplonesas, ¡Viva san Fermín! Gora san Fermin!"'

Encargados en lanzar el chupinazo

Las 12, hora del chupinazo

El primer chupinazo disparado desde la Casa Consistorial fue en 1941, entre 1901 y 1940 se hacía desde la plaza del Castillo. En 1979, el primer alcalde de la democracia en Pamplona, el socialista Julián Balduz estableció que el encargado de lanzar el chupinazo se eligiese entre los concejales del ayuntamiento pamplonés, y de mayor a menor representación. Balduz ha sido el único alcalde de Pamplona que no ha lanzado el chupinazo, ya que lo cedió a una edil de UCD en 1981 y a una compañera de partido en 1983.

  • 1941: Joaquín Ilundain
  • 1942: Joaquín Ilundain
  • 1943: Jaime del Burgo
  • 1944: Jaime del Burgo
  • 1945: Miguel Troncoso
  • 1946: Miguel Troncoso
  • 1947: Joaquín Ilundain
  • 1948: Joaquín Ilundain
  • 1949: José Mª Martinicorena
  • 1950: José Mª Martinicorena
  • 1951: José Mª Martinicorena
  • 1952: Nicolás Ibarra
  • 1953: Nicolás Ibarra
  • 1954: Nicolás Ibarra
  • 1955: Adrián Endériz
  • 1956: Adrián Endériz
  • 1957: Adrián Endériz
  • 1958: César Fonseca
  • 1959: César Fonseca
  • 1960: Juan Miguel Arrieta
  • 1961: Juan Miguel Arrieta
  • 1962: Juan Miguel Arrieta
  • 1963: Juan Miguel Arrieta
  • 1964: Manuel Fraga (Ministro de Información y Turismo)
  • 1965: Lorenzo Martirinorena
  • 1966: Lorenzo Martiricorena
  • 1967: Agustín Latorre
  • 1968: Agustín Latorre
  • 1969: Agustín Latorre
  • 1970: Agustín Latorre
  • 1971: Joaquín Rouzaut
  • 1972: Joaquín Sáenz
  • 1973: Manuel Huici
  • 1974: Joaquín Rouzaut
  • 1975: Francisco Javier Iraburu
  • 1976: Joaquín Sáez
  • 1977: Joaquín Sáez
  • 1978: Juan Frommnekcht

Época democrática:

(*) No son concejales.

El Riau-Riau

Este acto tradicional que, sin embargo, nunca tuvo consideración de oficial[cita requerida] y no se incluye en el programa de fiestas, consiste en que miles de personas ocupen la plaza del Ayuntamiento y luego la calle Mayor, cantando y bailando el "Riau Riau", vals de Miguel Astráin que con el nombre de "La Alegría por San Fermín" fue compuesto a mediados del siglo XIX.

De esta forma se impedía el paso de la Corporación Municipal, en "cuerpo de ciudad" que salía de la Casa Consistorial para participar en la misa de Vísperas, en la iglesia de San Lorenzo. La avalancha de cantantes y danzantes del "Riau Riau" hace que un recorrido de poco más de 400 metros tarde en completarse varias horas.

El Riau-Riau se celebró por primera vez en 1914, y el inicio de esta tradición se atribuye a Ignacio Baleztena, un carlista que coreando el Vals de Astráin quiso interponerse en el avance de un Ayuntamiento políticamente contrario. El festejo cuajó rápidamente, hecho que fue corroborado porque en la década de los años veinte hubo dos intentos de prohibición por parte de la Alcaldía.

El Riau-Riau, antes de la década de los noventa, sólo tuvo un parón, el acaecido entre 1932 y 1936 (II República) debido a que la Corporación no participó en los actos religiosos.

En 1972, el Riau-Riau fue suspendido por primera vez tras 45 minutos en los que la Corporación apenas pudo avanzar unos metros. A partir de esta fecha se sucedieron una serie de Riau-Riaus en los que la tónica general fue el poco avance de la Corporación y la cada vez más multitudinaria asistencia al acto. Así, en numerosas ocasiones el acto tuvo que ser suspendido sin que la comitiva pudiera llegar a San Lorenzo. El último Riau-Riau que consiguió este objetivo fue el de 1985, con una duración de tres horas y media, durante las cuales se interpretó, cantó y bailó el "Vals de Astrain" unas 180 veces.

En 1991, y debido a altercados políticos, el Riau-Riau tuvo que ser suspendido y no se volvió a celebrar hasta 1996, en el que por los mismos motivos tampoco pudo realizarse. Desde este año, el Riau-Riau ha estado ausente de las fiestas de San Fermín, aunque cada año es uno de los temas candentes a la hora de planificarse el programa festivo.

Desde 1997, la Peña Mutilzarra se encarga de que no se pierda esta costumbre típica de san Fermín y organiza un Riau-Riau alternativo, sin políticos pero sí con la gente de Pamplona que quiere conservar la tradición de acudir a Vísperas recorriendo el trayecto entre el ayuntamiento y la iglesia de San Lorenzo al son del Vals de Astrain.

El año 2012 marcó un hito al incluirse el acto en el programa de fiestas. No obstante, tuvo que ser suspendido nuevamente ante la imposibilidad física de salir del Ayuntamiento.

El encierro

Encierro a su paso por la plaza del ayuntamiento.

Consiste en acompañar (más bien conducir) a la manada de toros y cabestros hasta la plaza de toros que a las ocho de la mañana salen desde los corrales de Santo Domingo, donde han pasado la noche, unos 849 metros.

El primer encierro de las fiestas es el del día 7 de julio y el último el del día 14.

Orígenes

Los encierros de San Fermín tienen un origen medieval en la "entrada": los pastores navarros traían a los toros de lidia desde las dehesas de la Ribera de Navarra hasta la plaza Mayor, que servía de coso taurino al no existir una plaza de toros. La noche anterior a la corrida la pasaban acampados cerca de la ciudad y, al amanecer, entraban a la carrera arropados por los toros mansos (cabestros) y acompañados de gente que, a caballo o a pie, ayudaba con palos y gritos a encerrarlos en los corrales. En 1717 y 1731 se producen bandos que prohíben correr el encierro. En 1776 se construye el primer vallado hasta la plaza de toros, que estaba en la actual plaza del Castillo.[8]​ Con el tiempo, a finales del siglo XIX, se pasó de correr detrás de ellos para ayudar a encerrarlos, a correr delante; así se convirtió en una costumbre popular. Ya en 1856 pasa a denominarse encierro (antes era entrada) y se corren por primera vez por la calle Estafeta.[8]​ Dicen las crónicas que los primeros en desafiar las prohibiciones que impedían correr delante de los astados fueron los carniceros del Mercado de Santo Domingo, situado junto a la cuesta del mismo nombre. En 1867 el consistorio dicta un bando para reglamentar la carrera, y se documenta el primer "montón" en 1878.[8]

Los cánticos

Hornacina del Santo situada en la cuesta de Santo Domingo, donde los mozos le piden ayuda a San Fermín.

Antes de correr el encierro, los participantes piden ayuda a San Fermín mediante unos cánticos que se entonan en la cuesta de Santo Domingo (al inicio del recorrido) 5, 3 y 1 minutos antes del encierro; es decir, a las 07:55, 07:57 y 07:59. Desde el año 2009 los cánticos se interpretan tanto en castellano como en euskera.

A San Fermín pedimos por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro dándonos su bendición.

Entzun, arren, San Fermin zu zaitugu patroi, zuzendu gure oinak entzierro hontan otoi. ¡Viva San Fermín! ¡Viva! Gora San Fermin! Gora!

La versión en castellano de este cántico dedicado al santo era y es parte del himno de una de las peñas de mozos más antiguas de la ciudad, La Única (fundada en 1903). La estrofa en cuestión fue añadida por un miembro de los Iruñako a la composición del maestro Turrillas para esta peña.

Recorrido

Cuesta de Santo Domingo, primer tramo del encierro

El recorrido se realiza a lo largo de las calles de la Parte Vieja de Pamplona. Da comienzo en los corralillos de la cuesta de Santo Domingo, subiendo hasta la plaza Consistorial (plaza del Ayuntamiento) y girando por la calle Mercaderes, para acceder a la calle Estafeta que conduce finalmente por el tramo de Telefónica hasta el callejón que entra a la plaza de toros. El itinerario original terminaba en la plaza del Castillo, y ha variado a lo largo de la historia, siendo en 1856 la primera vez que discurrió por la calle Estafeta. La esquina entre Mercaderes y Estafeta es un lugar muy solicitado por los fotógrafos, y es en esta última calle donde se puede ver el tramo recto más largo de los encierros.

La manada traza el recorrido completo en unos cuatro minutos de media, a unos 25 km/h. La manada está compuesta por seis toros y ocho cabestros, seguidos de unos mozos que hacen de pastores en caso de que los toros o los cabestros se queden rezagados. Los pastores van identificados con un brazalete, actualmente de color verde, y recientemente han adoptado una indumentaria de ese mismo color para diferenciarse claramente del resto de participantes en la carrera. La ganadería de los toros cambia cada día, participando por tanto 8 ganaderías a lo largo de los sanfermines.

Durante el encierro

El encierro se puede observar en los vallados de madera que se instalan a lo largo de las calles (aunque habrá que situarse en los lugares adecuados cerca de dos horas antes del comienzo), desde algún balcón privado a precios bastante caros, o bien en la propia plaza de toros, donde habrá que pagar un módico precio los días festivos y fines de semana, siendo el resto de días gratuita la entrada.

Hay ciertas normas de seguridad para correr el encierro que todos los mozos deberían conocer. Estas incluyen no levantarse inmediatamente en caso de caída y cubrirse la cabeza con los brazos en posición fetal, bajo riesgo de cornada grave por parte de los toros. También es importante tomar por el interior la curva de Mercaderes con Estafeta, ya que si los toros vienen muy rápidos o está el suelo resbaladizo, suelen golpear con toda su masa contra el vallado protector del exterior de la curva. Está igualmente prohibido correr el encierro con mochilas o cámara de fotos o vídeo.

Desde los registros oficiales, en 1924, se contabiliza la muerte de 15 personas. La última víctima mortal ha sido un joven de 27 años de Alcalá de Henares, que fue empitonado en el cuello por el toro "Capuchino", de la ganadería de Jandilla, en el tramo de Telefónica en el cuarto encierro de los sanfermines de 2009 (10 de julio de 2009).[9]

Plaza de toros después del encierro, esperando a que se suelten las vaquillas.

Al finalizar

Cuando todos los toros se encuentran ya en los corrales de la plaza, los corredores esperan en el ruedo a que se suelten reses bravas. Es habitual que la gente se coloque sentada frente a la puerta de salida, para que la vaquilla pase por encima. Muchas personas son arrolladas por la vaquilla, en parte debido a que con tanta gente participando de la actividad es difícil saber en que dirección se mueve el animal. Es de suma importancia resaltar que, a diferencia de lo que ocurre en buena parte de cosos en que se celebra suelta de vaquillas, en Pamplona está prohibido terminantemente maltratar a los animales, propinar patadas, subirse encima, cogerlas del rabo o similar. El trasgresor de esta norma suele ser reprendido de forma contundente por la multitud y además se arriesga a una fuerte multa.

Anécdotas

  • En los días previos a las fiestas, se disputa una carrera atlética denominada carrera del encierro.

Las zonas de la fiesta

Burgo de San Cernin

Abarca varias calles: San Lorenzo, Jarauta, la plaza de Virgen de la O, la plaza de Recoletas e incluso la calle Eslava.

En estas calles destacan porque en ellas están la mayoría de los locales de las peñas.

La Navarrería

En la misma zona se pueden incluir, las calles del Carmen, Calderería, San Agustín, Tejería, Navarrería, y la zona de la catedral.

Población de San Nicolás

Lo que se suele denominar San Nicolás es una zona que abarca desde la calle Ciudadela, pasando por San Gregorio, hasta la propia San Nicolás, y las que le rodean, que son la calle Comedias, Lindachiquía y el rincón de San Nicolás, a medio camino entre la plaza de San Nicolás y el paseo de Sarasate.

Plaza del Castillo, Labrit y Estafeta

Esta es la zona donde más turistas extranjeros se pueden encontrar a lo largo de las fiestas, y donde son frecuentes las terrazas de los establecimientos hosteleros.

Alrededores de la plaza de toros (calles Olite, Roncesvalles y Arrieta)

Entre las 16:00 y las 23:00, especialmente, en las horas previas y posteriores a la corrida de toros diaria (que dura entre las 18:30 y las 20:30 aproximadamente) se sitúa la zona de fiesta de la gente que va a la corrida o quiere ver el ambiente previo y posterior a ésta, como son la entrada y salida de peñas. Los bares se sitúan en las zonas más próximas a la plaza de toros de las calles Roncesvalles, Olite y Arrieta.

Otras actividades festivas

Imagen nocturna de la plaza del Castillo, en Pamplona, durante las fiestas.

Aunque el encierro es el elemento más conocido de los sanfermines, son muchas las actividades previstas en estos días: la procesión del día 7, solemnidad de San Fermín, es un acto que convoca a mucha gente de la ciudad, lo mismo que las vísperas en la tarde del día 6. Todos los días sale la comparsa de gigantes y cabezudos (tradición nacida en Pamplona que se ha extendido a otros puntos de España[cita requerida]), junto con los kilikis, que atraen a numerosas familias con niños. Por la tarde, es vistoso es desfile de "caballeros en plaza": los alguacilillos y las mulillas van a la plaza de toros desde la plaza del Castillo. Las corridas de toros tienen un carácter especial: prima el toro, con un certamen entre ganaderías. El ambiente es festivo, a veces irrespetuoso y sólo impresionable ante actuaciones especialmente valientes. Los puristas no aprecian esta plaza; otros destacan el ambiente inmejorable. La salida de las peñas forma parte del ritual. Por la noche, la multitud prefiere los fuegos artificiales (en un bien dotado concurso patrocinado por el Ayuntamiento), lanzados a partir de las 23 horas desde el interior de la Ciudadela, mientras que los románticos se quedan con el "encierrillo": la llevada de los toros que serán lidiados al día siguiente (y antes correrán el encierro) desde los corrales del Gas, donde han estado desde su llegada a Pamplona, hasta los de la cuesta de Santo Domingo, desde donde da inicio el encierro. Se hace en penumbra, acompañados los toros sólo por los cabestros y los pastores, bordeando las murallas.

La música juega un papel importante en los sanfermines: desde las dianas de "La Pamplonesa" hasta los pasodobles en las corridas de toros, el ambiente musical es dominante. Además de la actividad de la banda municipal, entre la música más popular de las charangas (o "txarangas", según se prefiera una ortografía u otra) y los conciertos organizados por el Ayuntamiento se abre un amplio abanico, en el que no falta un tradicional concierto de la Coral de Cámara de Pamplona en el Teatro Gayarre. En música sanferminera merece ser recordado el Maestro Turrillas.

Junto a esto, son muchas otras las actividades: a última hora de la mañana, el apartado de los toros que se han de lidiar por la tarde se ha convertido en un acto social, mientras que las cuadrillas prefieren disponer unas mesas para el almuerzo en alguna de las calles de la parte vieja de la ciudad.

Los gigantes, kilikis y zaldikos

El rey Europeo, que junto con la reina, convenció al ayuntamiento para crear los Gigantes de Pamplona para los Sanfermines de 1860.

Los Gigantes de Pamplona, con sus 164 años de historia,[10]​ son uno de los símbolos más emblemáticos de la fiesta. Son unas figuras de madera, cartón y tela con porte altivo que van con su cohorte de kilikis, cabezudos y zaldikos. Juntos forman la Comparsa, comitiva que no falta una sola mañana a su cita sanferminera y que, por otro lado, sale a la calle para otras grandes ocasiones puntuales. Detrás de cada pareja de gigantes están los comparseros, gaiteros y txistularis que marcan su paso.

Los gigantes actuales fueron realizados por Tadeo Amorena, tras propuesta de él mismo en marzo de 1860, y que tras el éxito de la primera pareja tuvo el encargo del Ayuntamiento de Pamplona de realizar las otras tres parejas para los sanfermines de ese mismo año. Cuatro parejas que representaban a las razas del mundo y a los continentes, aunque no hay pareja que represente a Oceanía: la blanca, la pareja de reyes de Europa, la amarilla la pareja de reyes de Asia, la mora-negro-africana, la pareja de reyes de África (caracterizados por tez morena, pero no negra) y la indio-americana, la pareja de reyes de América (estos últimos son los caracterizados como negros). Su peso oscila entre los 59 kilos de la reina europea y los 66,5 del rey africano, y la altura alcanza los 3,9 metros. Sin embargo, la presencia de gigantes en las fiestas está documentada en la segunda década del siglo XVI por José María Corera, y según la novela de Arturo Campión Don García Almoravid podían preceder a la procesión de San Fermín nada menos que en 1276, aunque no hay constancia de su rigor histórico.[10]

La comparsa está compuesta por los ocho gigantes, seis zaldikos (caballos), cinco cabezudos con los nombres de "Alcalde", "Concejal", "Japonés", "Japonesa" y "Abuela", y seis kilikis (cabezudos con verga blanda que usan para golpear a niños y mayores) que se llaman: "Verrugas", "Napoleón", "Barbas", "Coletas", "Patata", "Caravinagre".

La comparsa ha viajado a Barcelona, la Expo de Sevilla, Nueva York, Dax, San Juan de Luz, San Sebastián, Yamaguchi, Pau... De todas las visitas la más renombrada fue la de Nueva York con motivo de la Feria Internacional de 1965 que se celebraba bajo el lema "La paz por la Comprensión". La composición de la comparsa es cosmopolita, ya que sus figuras representan cuatro continentes (Oceanía no tiene reyes) con una pareja de reyes asiáticos, otra de africanos y otra de americanos negros incluidas, que no pudo viajar a Nueva York por razones de oportunidad política.

Los fuegos artificiales

A las 23 horas, todas las noches, los visitantes se preparan para presenciar la quema de la correspondiente colección pirotécnica, de entre un cuarto de hora y 25 minutos de duración. Como casi todos los actos de las fiestas son gratis, aunque al Ayuntamiento le cuestan pasados los 24000 € la contrata de unas colecciones que además compiten por los premios en un concurso que está adquiriendo nivel y se presentan las mejores casas de Valencia, Zaragoza, Italia...

Su historia se remonta al siglo XVI y casi corre pareja a los precedentes de los gigantes. El fuego siempre ha sido un elemento sustancial en las celebraciones y ritos de esta tierra. Los chinos introdujeron más tarde la pólvora y Pamplona acoge desde 1595 quemas de fuegos artificiales en San Fermines. Primero fueron modestos cohetes y bombas japonesas en la Plaza del Castillo y hoy son majestuosas colecciones pirotécnicas lanzadas desde al Ciudadela a las 23 horas.

Actualmente, el lanzamiento pirotécnico durante esos días es un concurso internacional.

Fuegos artificiales en el Pobre de mí.

Proyecto del Museo de los Sanfermines y Museo del Encierro

En la primera década del siglo XXI se realizó un proyecto para la construcción de un museo de los sanfermines y centro temático del encierro, con la pretensión de recoger todo aquello relacionado con los sanfermines.[11]​ Este proyecto se paralizó tanto por el pleno del ayuntamiento de Pamplona, como por el Parlamento de Navarra, dada la situación de crisis económica.[12]

Hemingway, Pamplona y los Sanfermines

Ernest Hemingway vio por primera vez los Sanfermines de Pamplona con sólo 24 años en 1923 acompañado de su primera mujer, Hadley Richardson. Esa estancia inspiraría varias de sus novelas y sería la primera de una serie de visitas que se prolongarían durante muchos años. Su última visita se produjo en 1959. Hemingway fue un gran admirador de las ferias taurinas, no se perdía una corrida. En 1926 publicó la novela que lo convertiría en un escritor de éxito, Fiesta (The sun also rises), que contribuiría a dar a conocer los Sanfermines a todo el mundo. El que sería premio Nobel de literatura en el año 1954 relata en Fiesta diversas escenas inspiradas en lo que pudo ver en los Sanfermines. Por ejemplo, narra uno de los hechos que más le impresionó en una de sus visitas, la muerte de un mozo por asta de toro. Seguramente esta muerte ficticia estuvo inspirada en la muerte real de Esteban Domeño en 1924, el primer muerto oficial de los Sanfermines. Hemingway utiliza datos ficticios para narrar de la siguiente forma la muerte del mozo: «Más tarde supimos que el hombre muerto por el toro se llamaba Vicente Girones y que venía de cerca de Tafalla. Al día siguiente en el periódico leímos que tenía 28 años y que tenía una granja, una esposa y dos hijos. Después de casarse había seguido viniendo a las fiestas cada año». A partir de entonces los Sanfermines dejarían de ser una fiesta de carácter eminentemente local para recibir año tras año una importante cantidad de visitantes extranjeros. A partir de la publicación de su novela, un alto número de norteamericanos decidieron visitar Pamplona en San Fermín. Entre ellos, destacan David Balck (40 visitas); Matt Carney; Alice Hall; Joe Disler; Ray Morton; el dramaturgo Arthur Miller y su mujer, entre otras celebridades norteamericanas.

No obstante ser la más conocida, Fiesta no es la única novela, ni siquiera la primera, que describe los sanfermines. Existe una extensa literatura sanferminera escrita por autores de diversas nacionalidades, y en muy diversos géneros.[13]

Seguridad

Para las corridas de 2009, el Ayuntamiento de Pamplona dentro de las acciones de coordinación dentro del Plan de Protección Civil para las fiestas contara con el apoyo de 2.500 personas realizando tareas que van desde seguridad ciudadana, asistencia sanitaria, prevención y control de accesos y labores relacionadas con los encierros y limpieza. Se dedicaran 1.380 personas en el ámbito de la Seguridad Ciudadana: de los cuales 430 serán policías municipales, 350 forales y 250 guardias civiles, cuya presencia estará en los fuegos artificiales, la feria de ganado o en controles de tráfico en la periferia, según ha informado el Ayuntamiento. 685 personas trabajarán en labores de sanidad: 315 en la Cruz Roja y 350 en la DYA, además de 20 personas del equipo de Atención Primaria del Gobierno de Navarra y su personal ordinario. Asimismo se planea emplear a 200 auxiliares de protección civil en labores de prevención y control de accesos, 75 personas en trabajos de carpintería en el vallado del encierro y 15 pastores y dobladores. 150 personas por encima del personal ordinario trabajarán en labores concernientes a labores de limpieza, y 20 personas en el bienestar social y coordinación. Además, la Junta de Protección Civil informó que se aplicará un antideslizante en el recorrido del encierro el próximo miércoles, 1 de julio.[14]

Desde la existencia de registros oficiales, en 1924, se contabiliza la muerte de 15 personas en los encierros. Un estadounidense de 22 años, durante una corrida en 1995 fue la antepenúltima víctima mortal por una cornada. El 10 de julio de 2009 se produjo el último accidente mortal, Daniel Jimeno Romero, un joven español de 27 años, natural de Alcalá de Henares.[15][16]

Entre 1997 y 2009 6 personas han fallecido por caídas desde las murallas de la ciudad durante los Sanfermines[17]

Véase también

Otros usos

Referencias

  1. «San Fermín: claves para una buena redacción». Fundéu BBVA. 3 de julio de 2015. Consultado el 3 de julio de 2015. 
  2. La Asociación de la Prensa explica así el surgimiento de la fiesta: "Documentos históricos atestiguan que el culto a san Fermín en Navarra data del siglo XII. En ellos se relata que el obispo Pedro de París, también llamado Pedro de Artajona, elevó la categoría litúrgica de las misas en honor al santo. Éste fue posiblemente el origen de la procesión. El obispo de Pamplona consiguió para la ciudad la primera reliquia: un hueso de la cabeza del mártir. Después se trajeron más reliquias: otro hueso del cráneo, que se instaló en el pecho de la imagen de san Fermín en la iglesia San Lorenzo en 1572, y la mitad superior del fémur derecho que, en 1941, se guardó en una arqueta gótica de la Catedral de Pamplona. En aquellos tiempos, el calendario litúrgico fijó la fecha de la fiesta religiosa el 10 de octubre en recuerdo de la entrada de san Fermín en Amiens. La celebración se limitaba a la función de Vísperas en la iglesia de San Lorenzo, la Procesión, la Octava y la denominada "Comida de los pobres". Era un ágape de berza, carne de vaca asada, pan y vino, que el Ayuntamiento organizaba en el Hospital de los Labradores, en la Plaza de la Virgen de la O. Debido a las inclemencias climatológicas del mes de octubre, el Ayuntamiento solicitó al obispo trasladar la fiesta de san Fermín. Fue en 1591 la primera vez que se celebró la festividad el 7 de julio. La fiesta religiosa se fue completando con otros actos populares". VII Oficina Internacional de Prensa San Fermín: Dossier de Prensa 2007
  3. viajar24h.com
  4. Diario de Navarra: Javier Aranegui y Chantal Estrada, emocionados tras lanzar el Chupinazo.
  5. Diario de Navarra: El veterano pamplonés 'El Tuli' lanzará el chupinazo de San Fermín 2016.
  6. Diario de Navarra: DYA Navarra lanzará el Chupinazo de los Sanfermines.
  7. Diario de Noticias: Dos mujeres de la DYA prenderán la mecha del chupinazo del 6 de julio.
  8. a b c Mariví Salvo (1998). El Libro de oro del encierro. Huarte-Pamplona: Zeroa Multimedia, SA. Dep legal B-16757-1998. .
  9. Un joven madrileño muere corneado en el cuarto encierro de Sanfermines - El País, 10 de julio de 2009
  10. a b El libro de oro de las fiestas y tradiciones de Navarra. Diario de Noticias. 1999. Dep legal: B-12.375-1999
  11. Noticia aparecida en Diario de Navarra
  12. UPN publicita en las vallas su Museo de Sanfermines, paralizado por el Pleno. Diario de Noticias. 31 de marzo de 2011.
  13. "Literatura sanferminera", revista Príncipe de Viana nº 265, 2016
  14. 2.500 Personas trabajarán en San Fermín para garantizar la seguridad en las fiesta
  15. Iniciaron los festejos de San Fermín: un muerto y 86 heridos
  16. El fallecido en San Fermín es Daniel Jimeno Romero, español de 27 años
  17. Los peligros de las murallas de Pamplona, Diario de Navarra, 7 de enero 2009

Enlaces externos