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Diferencia entre revisiones de «Sultanato mameluco de Egipto»

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Revisión del 06:57 24 sep 2017

سلطنة المماليك
Sulṭanat Misr al-Mamālīk
ed-Devletü't-Türkiyye[1]
Entidad desaparecida
1250-1517



Bandera

Escudo


El sultanato mameluco de Egipto en 1279.
Coordenadas 30°05′00″N 31°22′00″E / 30.0833, 31.3667
Capital El Cairo
Entidad Sultanato, Región histórica y Estado desaparecido
Religión Islam Sunita
Período histórico Mundo Árabe, Edad Media
 • 1250 Muerte de Turanshah
 • 1517 Batalla de Ridaniya
Forma de gobierno Monarquía absoluta
Precedido por
Sucedido por
Dinastía ayubí
Reino de Jerusalén
Eyalato de Egipto

El sultanato mameluco de Egipto (en turco: Memlük Sultanlığı) fue un régimen compuesto por mamelucos que gobernaron Egipto desde 1250 hasta 1517, cuando fue ocupado por el Imperio otomano. Su capital fue El Cairo.

Mamelucos bajo la Dinastía Ayubí

Bajo el sultán Saladino y sus sucesores de la dinastía ayubí de Egipto, el poder de los mamelucos de origen turco iría en aumentó paulatinamente. Para el año 1200, el hermano de Saladino, al-Adil I, consiguió controlar todo el sultanato derrotando y matando o encarcelando a sus hermanos y sobrinos. Con cada victoria al-Adil I incorporó el séquito de mamelucos derrotado al suyo propio. Este proceso se repitió a la muerte del sultán al-Adil I, en 1218, y a la muerte de su hijo y sucesor, al-Kamil en 1238. Los ayubíes se encontraron cada vez más acorralados por el creciente poder de los emires mamelucos, que actuaban de manera semi-autónoma como atabegs regionales, y pronto se los involucró en el interior de la corte del propio sultanato.

En 1240, el sultán as-Salih (hijo de al-Kamil), tras deponer a su hermano al-Adil II, se dispuso a utilizar masivamente mamelucos de origen turco provenientes del mar Negro, tras fracasar utilizando como mercenarios al exiliado ejército del Imperio corasmio, y ante la amenaza latente de los cruzados cristianos y de los mongoles. En junio de 1249, la Séptima Cruzada encabezada por Luis IX de Francia desembarcó en Egipto y tomó Damietta, mientras as-Salih estaba combatiendo a sus primos en Siria. Las tropas egipcias al principio se retiraron, motivando al sultán a colgar más de cincuenta emires como desertores.

Cuando el sultán egipcio as-Salih Ayyub murió en Mansura en noviembre de 1249, el poder pasó a su hijo, al-Muazzam Ghayath-al-Din Turan Shah (que se encontraba en el norte de Siria por orden de su padre) y, como regente en Egipto (hasta la llegada de su hijo), a su esposa favorita, la armenia Shajar al-Durr. Esta tomó el control del sultanato y, con el apoyo mameluco, lanzó un contraataque contra los cruzados. Las tropas de los emires mamelucos bahríes Saif-ad-Din Qutuz, Fajr-al-Din Yusuf, Rukn-al-Din Baibars al-Bunduqdari y Faris-al-Din Aqtai al-Jemdar derrotaron a las tropas de Luis IX. El rey francés retrasó su retiro demasiado tiempo y fue capturado (junto a sus hombres) por los mamelucos en marzo de 1250. Finalmente, Luis IX accedió a un rescate de 400 000 livres tournois (150 000 de los cuales nunca fueron pagados) y se retiró a su país.

Historia del sultanato

Periodo Bahri (1250-1389)

Con el asesinato del sultán Turan Shah (1250), llegó al poder, la instigadora del crimen, la viuda de Al-Salih, Shajar al-Durr con el apoyo de los generales mamelucos, entre ellos Aqtai, Qutuz y Baibars. Poco después, la presión política de un líder masculino hizo que Shajar se casara con uno de dichos jefes, el emir Izz-al-Din Aybak, y, luego, resignó el mando en su marido. De esta manera, Aybak se proclamó primer sultán mameluco de Egipto y fundó la dinastía Bahrí. Para legitimar su poder frente a los ayubíes de Siria, el sultán Aybak envió al emir Aqtai, que derrotó al ejército del sultán ayubí de Siria An-Nasir Yusuf en Gaza en octubre de 1250 y, como general de Aybak, desempeñó un papel crucial en la derrota final de An-Nasir Yusuf en la batalla de Kora. En 1253, a través de la mediación de algunos emires, se llegó a un acuerdo entre Aybak y an-Nasir Yusuf, que dio a los egipcios el control sobre Gaza, Jerusalén, Naplusa y la costa de al-Sham. En 1254, otro cambio de poder ocurrió en Egipto, cuando Aybak mató al emir Faris-ad-Din Aqtai, el líder natural de los mamelucos bahríes. Algunos de estos mamelucos, entre ellos Baibars al-Bunduqdari y Saif-al-Din Qalawun al-Alfi, huyeron hacia Siria con an-Nasir Yusuf, persuadiéndolo a romper el acuerdo e invadir Egipto. Aybak escribió a an-Nasir Yusuf advirtiéndole del peligro de estos mamelucos que se refugiaron en Siria, y accedió a concederle dominios territoriales en la costa, pero an-Nasir Yusuf se negó a expulsarlos y les devolvió los dominios que Aybak le había concedido. Más tarde, en 1257, Aybak fue asesinado, por instigación de Shajar al-Durr, y en la lucha por el poder que siguió, el emir viceregente Qutuz depuso al hijo y sucesor de Aybak, Alí, ejecutó a Shajar al-Durr y asumió el poder.

En esos momentos, se cernía un gran peligro sobre Oriente Medio: un gran ejército mongol fue enviado por el Gran Kan Möngke (a la sazón en guerra contra la China Song), al mando de su hermano menor Hulagu, con la misión de destruir la secta de los nizaríes; luego la subyugación de los luros, un pueblo del sur de Irán; la sumisión o aniquilación del Califato abasí; el sometimiento o destrucción de los Estados de la dinastía ayubí en Siria; y, finalmente, la sumisión o eliminación de los mamelucos de Egipto. En 1256 aniquiló a los nizaríes, refugiados en fortalezas montañosas y sometió a los luros. A fines de 1257, Hulagu invadió Irak para someter el califato abasí. Al llegar a Bagdad solicitó que la ciudad se rindiera, pero el califa al-Musta'sim se negó. Entonces Hulagu asedió la ciudad, que se rindió el 10 de febrero de 1258, dando lugar a una masacre que duró una semana. Al-Musta'sim, por orden de Hulagu, fue ejecutado con la mayor parte de sus parientes. Luego de su victoria en Bagdad, en 1260, los mongoles unieron sus fuerzas con la de sus vasallos cristianos en la región, como el reino armenio de Cilicia y los francos liderados por Bohemundo VI de Antioquía. Juntos conquistaron Siria, hasta entonces dominio de la dinastía ayubí; tomaron Alepo y, el 1 de marzo de 1260, acaudillados por el general Kitbuqa (lugarteniente de Hulagu), Damasco, que, al igual que Bagdad, fue un baño de sangre. Esta invasión definitivamente destruyó la dinastía ayubí, que fue incapaz de detener la acometida mongol. El último gobernante ayubí, An-Nasir Yusuf, murió a manos de Hulagu en 1260. La muerte de Möngke obligó a Hulagu y a la mayoría de su ejército a retirarse hacia Mongolia, dejando apenas 10.000 jinetes mongoles en Siria bajo el mando de Kitbuqa para ocupar el territorio conquistado que llegaba hasta la fortaleza de Ajlun, al oriente del río Jordán. Los mongoles realizaron nuevas incursiones hacia el sur, rumbo a Egipto, llegando a lugares tan lejanos como Ascalón y Jerusalén, y se estableció una guarnición mongola de cerca de mil soldados en Gaza. También se estableció otra en Nablus. Como Bagdad y Damasco habían sido capturadas, el centro del poder islámico se transfirió a los mamelucos egipcios de El Cairo.

El tercer sultán mameluco Qutuz, apoyado por los emires Baibars y Qalawun (que habían regresado a Egipto), tendría que enfrentarse a la invasión mongola en Palestina, derrotando a Kitbuqa, en la decisiva batalla de Ain Jalut el 3 de septiembre de 1260. Los mamelucos conquistaron Siria y llevaron la frontera mameluco-mongol hasta el Eufrates. Una vez más los mamelucos logran salvar al islam. Baibars se hizo con el título de sultán después del asesinato del sultán Qutuz en el camino de regreso.

En 1261, después de que Baibars se convirtiera en sultán, estableció un califa abasí marioneta en El Cairo (Al-Mustansir II, que había escapado de la masacre de su familia en Bagdad), y luchó contra los remanentes de los estados cruzados en Siria y Palestina hasta que finalmente capturaron Acre en 1291. También estableció una alianza estratégica con el kanato de la Horda de Oro. Ya que su cuarto kan, Berke, convertido al Islam, le declaró la guerra a Hulagu.

Muchos tártaros se establecieron en Egipto y fueron empleados por Baibars. En 1261 este sultán derrotó a los mongoles del Ilkanato (estado creado por Hulagu en 1260) en la batalla de Elbistan y envió al califa abasí al-Mustansir II con sólo 250 hombres a intentar retomar Bagdad, pero no tuvo éxito, pues este fue emboscado y muerto por los mongoles. En 1266 él devastó la Cilicia Armenia y en 1268 se arrebató a los cruzados el Principado de Antioquía. Además, Baibars luchó contra los turcos selyúcidas (vasallos del Ilkanato), y los Hashshashin; también extendió el poder musulmán en Nubia, por primera vez, antes de su muerte en 1277.

El sultán Qalawun reprimió una rebelión en Siria, que fue dirigida por Sunqur al-Ashqar en 1280, y también derrotó otra invasión de los mongoles en 1281 que fue dirigida por el Ilkan Abaqa fuera de Homs. Después de que la amenaza de los mongoles pasó recapturaron Trípoli de los cruzados en 1289. Su hijo y sucesor Khalil capturó Acre, la última ciudad de los cruzados, en 1291.

Los mongoles del ilkan Ghazan (convertido al Islam) renovaron su invasión en 1299, pero fueron derrotados nuevamente en 1303 por el sultán an-Nasir Muhammad, hijo de Qalawun. Los sultanes mamelucos entraron en relaciones con la Horda de Oro del kan Öz-Beg que se convirtió al Islam y establecieron un pacto de paz con los mongoles en 1322. Como el Islam prohibía explícitamente que un musulmán tome a otro musulmán como esclavo; el caso fue que la población túrquica kipckak de la Horda de Oro abandonó su paganismo tengrianista convirtiéndose al Islam y los mamelucos, así, perderían su lucrativa fuente de esclavos. La Horda de Oro supliría esta carencia de esclavos para los mamelucos, echando mano de las poblaciones de Circasia (cherqueses, adigueses, cabardinos, etc.), región montañosa del norte del Cáucaso, todavía paganas.

El sultán an-Nasir Muhammad se casó con una princesa mongola en 1319. Sus relaciones diplomáticas fueron más amplias que los de cualquier sultán anterior, e incluyó a búlgaros, indios, y abisinios potentados, así como al papa, el rey de Aragón y el rey de Francia. Al-Nasir Muhammad organizó la re-excavación de un canal en 1311 que uniera Alejandría con el Nilo. Murió en 1341.

Los constantes cambios de los sultanes que siguieron llevaron a un gran desorden en las provincias. Mientras tanto, en 1349 en Egipto y el Levante, en general, se extendió la peste negra, que se dice se cobró las vidas de muchos de los habitantes de la región. Los mamelucos de origen circasiano comenzaron a tener una gran importancia política.

En 1382 el último sultán bahri, Hajji II, fue destronado y el emir mameluco circasiano Barquq asumió el sultanato. Fue expulsado en 1389, pero regresó al poder en 1390 y estableció la Dinastía burji, que sustituyó a la bahri.

Periodo Burji (1389-1517)

Desde 1250 Egipto había sido gobernado por la dinastía mameluca kipchak de los Bahri. En 1377 estalló una revuelta en Siria que se extendió a Egipto, y del gobierno se hicieron cargo los emires circasianos Baraqah y Barquq. Finalmente, Barquq se proclamó sultán en 1382, poniendo fin a la dinastía de los bahri. Fue expulsado en 1389, pero recuperó El Cairo en 1390. Al principio, la rebelión zahiri amenazó con derrocar a Barquq aunque la conspiración fue descubierta antes de que los agitadores pudieran movilizarse. Así quedó permanentemente en el poder, y fundó la dinastía burji.

Frente al poderoso emir Timur de Transoxiana, conquistador turco-mongol, Barquq se unió, frente al enemigo común, con el sultán otomano Bayezid I y el kan Toqtamish de la Horda de Oro en una resistencia combinada ejecutando a los enviados de paz de Timur. En cuestión de meses, sin embargo, Timur se dedicó a Georgia, ya que no pudo responder a las acciones de Barquq, mientras este moría en 1399. En 1401, Timur, finalmente, invadió Siria y saqueó Alepo y Damasco. Siria fue recuperada por el sultán Nasir al-Din Faradj, hijo y sucesor de Barquq, después que Timur murió en 1405, pero Faradj enfrentaba continuamente rebeliones de los emires allí y él mismo se vio obligado a abdicar en 1412 y poco después fue asesinado.

En 1421 Egipto fue atacado por el Reino de Chipre, y aunque los egipcios no pudieron capturar luego la isla se obligó a los chipriotas a reconocer la soberanía del sultán egipcio Barsbay. Durante el reinado de Barsbay la población de Egipto se redujo en gran medida de lo que había sido un par de siglos antes, y sólo 1/5 del número de ciudades. Con frecuencia allanó Asia Menor, pero murió en 1438.

Durante el reinado de Sayf-ad-Din Jaqmaq un intento de conquistar Rodas en 1444 a partir de los Caballeros de San Juan fue repelido.

Sayf al-Din Inal llegó al poder en 1453 y tuvo relaciones amistosas con el sultán otomano Mehmed II, quien capturó Constantinopla más tarde ese mismo año, causando grandes regocijos en Egipto. Sin embargo, bajo el reinado de Khoshkadam, quien tomó el poder en 1463, Egipto comenzó las luchas contra el sultanato otomano que finalmente condujeron a la incorporación de Egipto en el Imperio otomano. Tanto Khoshkadam y Mehmed II apoyaron diferentes candidatos al emirato de Karaman; luego en 1467 el sultán Qaitbey ofendió al sultán otomano Beyazid II (hijo y sucesor de Mehmed II), cuyo hermano fue envenenado mientras se entretenía con Qaitbey. Beyazid II se apoderó de Adana, Tarso y otros lugares dentro del territorio egipcio, pero fue finalmente derrotado por Qaitbey. Qaitbey también trató de ayudar a los musulmanes en España, amenazando a los cristianos en Siria, pero sin efecto. Murió en 1496, dejando cientos de miles de deudas en ducados a las grandes familias comerciantes venecianas.

En 1497, el navegante portugués Vasco da Gama, descubrió para su reino una nueva ruta marítima hacia la India navegando alrededor del cabo de Buena Esperanza, abriéndose paso a través del océano Índico hasta las costas de Malabar y Kozhikode, atacando las flotas que llevaban cargas y peregrinos musulmanes de la India al mar Rojo y sembrando el terror entre los potentados portuarios. Varios compromisos tuvieron lugar. El sultán mameluco, Qansuh, se vio ofendido por los ataques al mar Rojo, la pérdida de derechos de peajes y de tráfico, los ultrajes a los que sometió a La Meca y a su puerto y sobre todo el destino de uno de sus barcos. Prometió venganza sobre Portugal, enviando por primera vez a monjes de la Iglesia del Santo Sepulcro como enviados a Roma, amenazando al papa Julio II que si no amonestaba a Manuel I de Portugal en sus depredaciones en el Océano Índico, destruiría todos los santos lugares cristianos. Los gobernantes de Gujarat y Yemen también se dirigieron a solicitar ayuda al sultán mameluco de Egipto. Su principal preocupación era la instalación de una flota en el mar Rojo que podría proteger sus rutas marítimas de los ataques portugueses. Jeddah pronto se fortificó como un puerto de resguardo para Arabia y el mar Rojo también fue protegido, pero las flotas en el Océano Índico estaban a merced del enemigo. El sultán mameluco Qansuh Al-Ghawri finalmente preparó una flota de 50 buques. Como los mamelucos tenían poca experiencia en la guerra naval, la empresa naval se llevó a cabo con ayuda otomana. En 1508, en la batalla de Chaul, la flota mameluca superó al hijo del virrey portugués, Lourenço de Almeida, pero al año siguiente los portugueses ganaron la batalla de Diu en la que la ciudad portuaria de Diu le fue arrebatada al sultanato de Gujarat. Algunos años después, Afonso de Albuquerque atacó Adén, mientras las tropas egipcias sufrían un desastre en Yemen. Qansuh Al-Ghawri montó una nueva flota para castigar al enemigo y proteger el comercio indio; pero antes de que sus resultados fueran conocidos, Egipto había perdido su soberanía, y el mar Rojo con La Meca y todos sus intereses árabes habían pasado a manos del Imperio Otomano.

En 1515, estalló la guerra final contra el sultán otomano Selim I (hijo y sucesor de Beyazid II) que llevó a la incorporación de Egipto y sus dependencias al Imperio Otomano. El sultán mameluco Qansuh fue acusado por Selim de ceder el paso a los enviados del sha Ismail I del imperio persa safávida (enemigo jurado de los otomanos) a través de Siria en su camino a Venecia para formar una confederación contra los turcos y también que albergará varios refugiados.

Después de la batalla de Chaldiran en 1514 (en la que Selim aplastó al sha Ismail), Selim atacó al emirato de Dulkadir. Su emir, Alaüddevle Bozkurt Bey, era vasallo de Egipto y se había mantenido neutral en la contienda turco-persa. Selim envió la cabeza de Bozkurt a Qansuh. En junio de 1516, con la seguridad de haber neutralizado a Persia y tener asegurada la Anatolia oriental, Selim, formó un gran ejército para la conquista de Egipto, pero dejó correr el rumor de que esta campaña sería una nueva intentona de atacar a Persia.

No pasó mucho tiempo para que se aclarasen las intenciones del sultán otomano. En julio cruzó el Eufrates y se dirigió hacia el sur. El ejército mameluco, con su sultán a la cabeza, salió a cerrarle el paso a los turcos. En la batalla de Marj Dabiq el 24 de agosto de 1515, Qansuh fue asesinado en una pelea en la que la caballería mameluca no fue capaz de hacer nada frente a la artillería turca y los jenízaros. Siria luego pasó a manos otomanas, esto fue celebrado por los locales, que veían a los otomanos como libertadores de la regla de los mamelucos.

En 1517, los turcos otomanos, dirigidos por Selim I, avanzaron a través de Palestina y del Sinaí y derrotaron definitivamente a los mamelucos en la batalla de Ridaniya, capturando El Cairo el 20 de enero. El último sultán, Tumanbay II, acabó ejecutado por orden de Selim I.

El régimen mameluco alimentaba las intrigas y los complots, ya que cada sultán que llegaba al poder lo hacía ayudado por su clan. Cuando asumían el poder, apartaban de todos los cargos importantes a los hombres de confianza de su predecesor, los cuales por su parte no pensaban en otra cosa que en vengarse. De los cuarenta y cinco sultanes del período mameluco, veintidós accedieron al poder por métodos violentos.

Su papel fue crucial a la hora de proteger Siria (que reconquistaron), Egipto y Palestina del Imperio mongol, así como de expulsar a los cruzados cristianos. Mantuvieron la custodia de las ciudades santas de La Meca y Medina y se instalaron en El Cairo. No persiguieron a las iglesias coptas ni a las comunidades judías, aunque fueron guardianes del Islam en el conjunto social. El final de la dinastía llegó con la derrota en 1517 ante Selim I, sultán del Imperio otomano, pero ya con anterioridad la pérdida del control del tráfico comercial con Asia —como consecuencia de las nuevas rutas establecidas por Portugal a través del Cabo de Buena Esperanza— habían mermado su capacidad económica. Los mamelucos quedaron relegados al puesto de beys como gobernadores o en segundos niveles de la administración, aunque nuevamente irían recuperando su importancia hasta que, oficiosamente, controlaban Egipto en el momento de la conquista por Napoleón en 1798.

Los mamelucos bajo dominio otomano

El centro de poder en la región se trasladó a Constantinopla. Sin embargo, los otomanos mantuvieron a los mamelucos como la élite egipcia, y la familia de los burji logra mantener gran parte de su influencia, pero siempre como vasallos de los otomanos.

La administración de Egipto como provincia otamana fue establecida por una ley promulgada por Solimán I en 1525. A la cabeza del gobierno estaba el gobernador (valí), encargado de los poderes ejecutivo y judicial. Como consejo consultivo disponía de un Diwan. Desde los tiempos de Selim I habían seis regimientos de jenízaros, los ucaq, dejados para mantener la ley y el orden. El poder del valí era limitado; un ejemplo de ellos era que los seis ucaq eran totalmente independientes de su autoridad, ya que cada uno de ellos estaba bajo el mando de su propio agha, que recibía órdenes directas de Constantinopla.

Cuando el ejército otomano derrotó a los mamelucos y ocupo Egipto, lo hizo con la colaboración de una facción mameluca burji encabezada por Jair Bey, el cual fue recompensado con el nombramiento de primer gobernador otomano (valí). Durante casi dos siglos, los mamelucos ocuparon cargos administrativos y adquirieron gradualmente el derecho de alcanzar altos puestos de estado. Estos cargos se convirtieron en catalizador para la toma de poder por los mamelucos, que establecieron otra vez su hegemonía con la restauración de su independencia a mediados del siglo XVIII. Hasta esa época los jenízaros constituían la fuerza militar más poderosa de Egipto; pero con el tiempo les llegó su decadencia y en 1711 perdieron ante una facción mameluca. Desde entonces los jenízaros perdieron su supremacía frente a los beys mamelucos.

La independencia de los mamelucos de los otomanos

En 1768, el sultán Ali Bey Al-Kabir declaró la independencia de los otomanos. Sin embargo, estos aplastaron el movimiento y mantuvieron su posición dominante después de derrotarlo y asesinarlo. En ese momento, se trajeron nuevos esclavos desde el Cáucaso, especialmente de Georgia y Circasia.

Invasión de Napoleón

En 1798, el Directorio de la República de Francia autorizó una campaña en l'Orient para proteger los intereses comerciales franceses y socavar el acceso de Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda a la India. Con este fin, el general Napoleón Bonaparte dirigió el Armée d'Orient (Ejército de Oriente) hacia Egipto.

Napoleón derrotó a las tropas de los mamelucos en la batalla de las Pirámides, durante la invasión de Egipto en 1798, y los expulsó al Alto Egipto. Los mamelucos seguían utilizando sus clásicas cargas de caballería, a las que habían unido el uso de mosquetes. A pesar de múltiples victorias y una expedición inicialmente acertada hacia Siria, el conflicto creciente en Europa y la anterior derrota de la flota de apoyo francesa por la Marina Real británica en la batalla del Nilo decidieron el regreso.

El 14 de septiembre de 1799, el general Jean Baptiste Kléber estableció una compañía montada de auxiliares mamelucos y jenízaros sirios de las tropas turcas capturadas en el sitio de Acre. Jacques-François Menou reorganizó la compañía el 7 de julio de 1800, formando 3 compañías de 100 hombres cada una y cambiando su nombre a Mamelucos de la República. En 1801 el general Jean Rapp fue enviado a Marsella para organizar un escuadrón de 250 mamelucos. El 7 de enero de 1802 la orden anterior fue cancelada y la escuadra reducida a 150 hombres. La lista de efectivos del 21 de abril de 1802 revistó 3 oficiales y otras 155 de otros rangos. Por decreto del 25 de diciembre de 1803 los mamelucos fueron organizados en una compañía unida a los Chasseurs-à-Cheval de la Guardia Imperial (ver Mamelucos de la Guardia Imperial).

Napoleón regresó a Francia con su guardia personal a fines de 1799. Su sucesor en Egipto, el general Jean Baptiste Kléber, fue asesinado el 14 de junio de 1800. El comando del ejército en Egipto recayó en manos de Jacques-François Menou. Aislado y fuera de los suministros, Menou se rindió a los británicos en 1801.

Retirada francesa y llegada de Mehmet Alí

Después de la salida de la región de las tropas francesas en 1801, los mamelucos continuaron su lucha por la independencia, esta vez contra el Imperio otomano y Gran Bretaña. En 1803, los dirigentes mamelucos Ibrahim Bey y Usman Bey escribieron una carta al cónsul general de Rusia y le pidieron que intercediese ante el sultán para que pudiesen firmar un alto el fuego y regresar a su tierra natal de Georgia. El embajador ruso en Estambul se negó categóricamente a mediar, ya que el Gobierno ruso tenía miedo de permitir que los mamelucos regresasen a Georgia, donde había surgido un fuerte movimiento de liberación nacional que podría haber sido alentado por el retorno de los mamelucos. En 1805, la población de El Cairo se rebeló. Esta fue una excelente oportunidad para que los mamelucos tomasen el poder, pero la tensión interna y la traición les impidieron aprovechar esta oportunidad. En 1806, los mamelucos derrotaron a las fuerzas turcas en varias ocasiones, y en junio las partes enfrentadas concluyeron un tratado de paz por el que el general otomano de origen albanés Mehmet Alí, que había sido designado como gobernador de Egipto el 26 de marzo de 1806, debía ser eliminado y la autoridad estatal en Egipto sería devuelta a los mamelucos. Sin embargo, fueron de nuevo incapaces de capitalizar la oportunidad debido a conflictos entre los clanes y Mehmet Alí mantuvo su autoridad.

El final de los mamelucos egipcios

Cuando Mehmet Alí tomó el control de Egipto en 1806, descubrió el enorme problema que representaban los antiguos príncipes esclavos. Decidió librarse de ellos invitando a los principales príncipes mamelucos a su residencia, con ocasión de la investidura de su hijo Tussum como general de las tropas de Arabia el 1 de marzo de 1811.

Veinticuatro príncipes vestidos con uniforme de gala respondieron a la invitación, en compañía de unos cuatrocientos hombres. Todos ellos fueron asesinados, aunque según las leyendas, un príncipe mameluco logró escapar.

Lista de los sultanes mamelucos de Egipto

Dinastía Bahrí (turcos kipchak)

Los Bahríes fueron la primera dinastía mameluca que gobernó Egipto, desde 1250 hasta 1382. Su nombre proviene de bahr (que significa río) por tener sus cuarteles en una isla del Nilo.

Dinastía Burŷí (caucasianos-circasianos)

Rama circasiana de los mamelucos que gobernó Egipto desde 1382 hasta 1517. Su nombre proviene de bury (que significa torre), pues tenían sus cuarteles en la fortaleza de El Cairo.

Véase también

Referencias

  1. "Linda Northrup:From slave to sultan (1998 Stuttgart),sf 38"

Enlaces externos