Usuario:SanchoPanzaXXI/Manet

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Édouard Manet (París, 23 de enero de 1832 - París, 30 de abril de 1883) fue un gran pintor francés de finales del siglo XIX. Fundador de la pintura moderna a la que liberó del academicismo, Edouard Manet está considerado erróneamente hoy como uno de los padres del impresionismo. De hecho, se distingue de él por una factura cuidadosa de la realidad que no utiliza, o apenas, las nuevas técnicas del color y el tratamiento particular de la luz. Se acerca a él, sin embargo, en algunos temas recurrentes, tales como retratos, paisajes marinos, la vida parisina o incluso las naturalezas muertas, pintando de una manera personal, en un primer período, «escenas de género» tales como temas españoles y odaliscas, por ejemplo.

Tras negarse a estudiar Derecho y fracasar en su intento de convertirse en oficial de marina, el joven Edouard Manet entró en 1850 en el estudio de Thomas Couture, donde comenzó su formación como pintor, y en 1860 presentó sus primeros lienzos, entre ellos Portrait de M. et Mme Auguste Manet.

Sus siguientes cuadros, Lola de Valence, L'Homme mort, Combat de taureau, Le Déjeuner sur l'herbe y Olympia, constituyeron un escándalo. Manet fue expulsado de las exposiciones oficiales y, desde ese momento, desempeñó un papel importante en la «bohemia elegante». En ella conoció a artistas que lo admiraron, como Henri Fantin-Latour y Degas, y a escritores como el poeta Charles Baudelaire y el novelista Émile Zola de quien pintó un retrato que se ha hecho famoso. Fue también en esa época cuando pintó Le Joueur de fifre (1866) y el tema histórico L'Exécution de Maximilien (1867) inspirado en el grabado de Francisco de Goya. Su obra también incluye marinas como Clair de lune sur le port de Boulogne (1869) o carreras de caballos como Les Courses à Longchamp, en 1864, que proporcionan al pintor una incipiente fama.

Después de la guerra franco-prusiana de 1870, en la que participó, Manet apoyó a los impresionistas, entre los que tenía amigos cercanos como Claude Monet, Auguste Renoir y Berthe Morisot, quien se convirtió en su cuñada y de quien hizo el famoso retrato Berthe Morisot au bouquet de violettes (1872). Tras conocerla, abandonó en parte la pintura de estudio por la pintura al aire libre en Gennevilliers y Argenteuil, donde poseía una casa, y su paleta se iluminó, como prueba Argenteuil, de 1874. No obstante, conservó su estilo personal basado en la composición cuidada y la preocupación por lo real, y siguió pintando muchos temas, especialmente los sitio de ocio, como Au Café (1878), La Serveuse de Bocks (1879) y su último gran lienzo, Au bar aux Folies Bergère (1881-1882), pero también el mundo de los humildes (Paveurs de la Rue Mosnier, 1878) y autorretratos (Autoportrait à la palette, 1879).

También pintaba naturalezas muertas. Aunque realizadas a menudo por motivos económicos (Manet conseguía venderlas con más facilidad que sus retratos), muestran también el gran arte del pintor, que conseguía representar flores, frutas y verduras con una puesta en escena verdaderamente dramática. Manet hizo también retratos de mujeres (Nana, de 1877, y Femme blonde avec seins nus, de 1878) o de sus familiares, como el poeta Stéphane Mallarmé, en 1876, y Georges Clemenceau, 1879-1880. Se hizo cada vez más famoso y recibió la Legión de Honor el 1 de enero de 1882. Sin embargo, víctima de la sífilis y el reuma, a partir de 1876 padeció de su pierna izquierda que tuvo que ser amputada.

Édouard Manet murió de gangrena a los 51 años en 1883, dejando más de cuatrocientos lienzos, pasteles, acuarelas y dibujos. Sus obras más importantes pueden verse hoy en museos de todo el mundo, en particular en el Museo de Orsay en París.

Biografía[editar]

Infancia[editar]

Manet, retratado por Fantin-Latour

Édouard Manet era el hijo primogénito de una ilustre familia de la burguesía parisina, instalada en el número 5 de la rue Bonaparte, en el barrio de Saint-Germain-des-Prés. Su padre Auguste era un alto funcionario del ministerio de Justicia de Francia, activista a favor de la ideología republicana, mientras que su madre era hija de un diplomático destinado en Estocolmo cuya amistad con el rey de Suecia era tan estrecha que éste la aceptó como ahijada. En contra de las austeras costumbres de la familia, Manet manifestó una temprana vocación artística, así como interés por la navegación gracias a la influencia de su tío, el excéntrico capitán Édouard Fournier, quien le llevaba con frecuencia a visitar las galerías pictóricas de los grandes maestros del Museo del Louvre,

Con 12 años, Édouard Manet entró en el collège Rollin, más adelante conocido como lycée Jacques-Decour), situado al pie del barrio de la colina de butte Montmartre . Allí impartía clases de Historia el jóven profesor Henri Wallon, autor más tarde de la llamada Enmienda Wallon que sirvió de fundamento político de la III República. Como alumno, Manet se mostraba poco aplicado, con frecuencia distraído, e incluso a veces insolente según el relato de su compañero de entonces y más tarde biógrafo, Antonin Proust. Proust menciona como anécdota el altercado con Wallon a propósito del comentario de texto de una obra de Diderot sobre la moda, en el curso del cual Manet llegó a exclamar :

« il faut être de son temps, faire ce que l’on voit sans s’inquiéter de la mode ».[1]

Manet en cambio adquirió cierta reputación entre sus camaradas gracias a su afición por el dibujo de caricaturas, expresión de su dominio temprano del lápiz con el que llenaba sus cuadernos de clase y en las que respresentaba a profesores y compañeros.

Viaje a Brasil[editar]

L'Évasion de Rochefort
1881 (143 x 114 cm)
Kunsthaus, Zurich

Los decepcionantes resultados escolares del jóven Manet pusieron a sus padres ante la evidencia de lo irrealizable de su pretensión para orientarle hacia la carrera jurídica, pero que en cambio, decidieron apoyarle entonces en un repentino interés manifestado por convertirse en marino profesional. En su primer intento, Manet no consiguió tampoco superar el examen de ingreso en la Escuela Naval, quedando por consiguiente obligando a formarse desde las escalas más baja de la profesión. A finales de 1848, mientras se apagan los ecos de la revolución de la II República, Manet que se mantiene en su empeño, es admitido con 16 años como simple aprendiz de piloto a bordo del buque-escuela Havre et Guadeloupe y zarpa en diciembre de ese año con destino Rio de Janeiro. El viaje y estancia en Brasil hará patente al joven Manet su falta de disposición marinera, pero alimentará en cambio su verdadera vocación artística, despertando su interés por el exotismo, la feminidad y confrontándole a la realidad del esclavismo, aspectos perceptibles en el estilo general de sus obras posteriores, y en particular en Olympia. Igualmente, la experiencia del mar, vivida de una manera espiritual, será a término beneficiosa para el desarrollo de su personalidad artística, manifestada a lo largo de su obra con numerosas marinas y paisajes, como en L'Évasion de Rochefort, en la que rinde homenaje a Henri Rochefort y su fuga de un penal de Nueva Caledonia.

Alumno de Thomas Couture[editar]

Portrait du Tintoret par lui-même, (Retrato de Tintoretto) copia del original cosnervado en el Louvre
1854 (61 x 51 cm)
Musée des Beaux-Arts de Dijon

A su regreso de América del Sur en junio de 1849, Manet se presenta de nuevo para el examen de acceso a la Escuela Naval que tampoco logra aprobar, pero lejos de afligirse, se siente confirmado en su vocación de artista y logra convencer a sus padres para ingresar, en el otoño de ese año, en el taller de pintura peintre del maestro Thomas Couture, donde permanecerá seis años. Couture es entonces un pintor de prestigio que acaba de ser reconocido en el Salon de París de 1847 por su obra maestra Romains de la décadence, destacando como figura representativa del art académique muy formal de la segunda mitad del siglo XIX, estilo distinguido por su temática de composición centrada en el mundo de la Antigüedad y por sus sujetos de rasgos graves. A pesar de ello, Couture es considerado como un artista progresista en comparación con otros pintores academiscistas de trazo mucho más apagado y cargado y por ello, la decisión de Manet se presenta como arriesgada.

Manet consacra lo esencial de sus seis años de formación con Couture al aprendizaje de las técnicas básicas de la pintura mediante el estudio y copia de las obras de los grandes maestros expuestas en el Louvre, como el Autoretrato de Tintoretto, el Jupiter y Antiope atribuido a Ticiano o el Helena Fourment y sus hijos, de Rubens. De Delacroix obtiene el permiso para la copia de La Barque de Dante, expuesta entonces en el Palacio de Luxemburgo, mostrando su interés por lo moderno de su tiempo. En aquella época, Manet realiza algunas obras propias que no llegan a complacerle y decide destruir.

Venus de Urbino, copia del cuadro conservado en la galeria de los Oficios de Florencia
1856 (24 x 37 cm) Coll. particulière

Manet completa su formación con numerosos viajes por Europa que aprovecha para el estudio de los grandes maestros pintores expuestos en diferentes museos. En julio de 1852, visita el Rijksmuseum de Amsterdam y en 1853 realiza el primero de sus dos viajes a Italia, en esta ocasión acompañado de su hermano Eugène, y en el que realiza una copia de la Venus de Urbino de Ticiano, presente en la galeria de los Oficios de Florencia, y que servirá de inspiración para su Olympia. En su segundo viaje, ya en 1857, Manet vuelve a visitar la ciudadela de los Médicis para realizar el cróquis de los frescos de Andrea del Sarto en el claustro de la Annunziata. También en 1853 viaje Alemania y Europa central, para la visita de los museos de Praga, Viena, Múnich y Dresde.

Mientras tanto, las divergencias de criterio entre alumno y maestro aumentaron su diferencias personales, redundando en su distanciamiento progresivo. El carácter independiente de Manet y su empeño en tomar por referencia temas sencillos y realistas, o a pintar modelos vestidos es criticado por Couture, prediciendo que a lo más que puede aspirar Manet es a ser el « Daumier de su tiempo»[2]​, un conocido caricaturista de estilo grosero. Finalmente, la ruptura se materializa y Manet abandona el taller en 1856, para instalarse en un local propio junto con su amigo Balleroy.

Primeras obras: periodo del realismo y de las “espagnolades”[editar]

El bebedor de ajejo
1858-1859 (180,5 x 105,6 cm)
Ny Carlsberg Glyptotek, Copenhague

Tras su separación del taller de Couture y varios años consagrados al estudio de grandes obras y el desarrollo de un estilo personal, Manet decidió presentarse al Salon de París de 1859 con la primera obra conocida de su catálogo: Le Buveur d'absinthe (El bebedor de ajenjo). La obra corresponde con el estilo realista y denota tanto la influencia de Gustave Courbet como también y particularmente, la del genial maestro sevillano, Diego de Velázquez, cuyo Menipo sirve de especial referencia para comprender este primer trabajo de Manet. Menipo, filósofo griego del siglo III aeV catalogado dentro de la escuela de los cínicos por su rechazo hacia las apariencias y distinciones sociales, es representado por Velázquez bajo la apariencia de un mendigo. En la obra de Manet, el personaje aparece dibujado con una falta de definición deliberada, particularmente en el trazo del pantalón y del rostro. Estas cualidades despertaron el interés de Eugène Delacroix, quien defendió la obra ante el jurado del concurso, y particularmente de Charles Baudelaire, el poeta que acababa de conocer y que le ayudaría a hacerse conocido de la sociedad parisina., pero en cambio, fueron consideradas como “defectos” por el jurado, y la obra finalmente no fue admitida por considerar también que presentaba una temática trivial, de un realismo casi naturalista.

Los homenajes y referencias directas a Velázquez constituyen en efecto una constante en la obra de Manet quien en 1865 confiesa consideralo su referente definitivo, el « pintor de los pintores »[3]​. Más adelante, el personaje del bebedor de ajenjo fue recuperado para la obra de Le Vieux Musicien, el cuadro de mayores dimensiones pintado por Manet, donde aparece con una connotación humorística, por su uso incongruente.

Lola de Valence
1862 (123 x 92 cm)
Musée d'Orsay
Portrait de M. et Mme Auguste Manet
1860 (111,5 x 91 cm) Museo de Orsay, París

En la etapa de su vida que siguió a su primera presentación en el Salón, Manet manifestó un interés y fascinación por los temas inspirados en los motivos del arte y folclore de origen español, que él denominará de « sujet espagnol », temática por la que se sentía ya atraído mucho antes de su primer viaje por España en 1865 y que en el París de mediados del siglo XIX, ya despertaron un gran interés público, influyendo en la moda textil y sirviendo de inspiración a diversos artistas, particularmente tras la creación de la « galerie espagnole » por mandato del rey Louis-Philippe.

Manet encontraba en esta temática una correspondencia con los estilos asociados al realismo, que consideraba más acordes con el espíritu moderno e innovador de su tiempo, en oposición al arte italianizante de los pintores academicistas, más formal y por tanto, desconectado del mundo que Manet quiere reflejar.

Le Chanteur espagnol
1860 (147,3 x 114,3 cm)
Metropolitan Museum of Art

En el contexto de ésta fuente de inspiración, surgió Lola de Valence y el retrato de un guitarrista romántico en Le Chanteur espagnol (El cantante español), obra que le permitió ser por primera vez aceptado en el Salon de París de 1861, donde expuso igualmente el Portrait de M. et Mme Auguste Manet. El Chanteur fue reconocido por el jurado con la calificación de « honorable » y celebrado tanto por Baudelaire como por Théophile Gautier, quien alabó su « color muy verdadero » y el « pincel vigoroso »[4]​. Sin embargo, este éxito quedó empañado con la desaprobación que aglutinaba para la crítica oficialista el retrato de la bailarina, Lola de Valencia, considerado excesivo en cuanto a sus vivos colores y sugerido erotismo, y preludio a la controversia más tarde despertada con 'Olympia.


L'Homme mort
1864-1865 (75,9 x 153,3 cm)
National Gallery of Art, Washington D.C.

Los temas españoles también siguieron con Jeune Homme en costume de majo (Joven con traje de majo) y Mlle V. en costume d'espada, que serían expuestos en el polémico Salon des Refusés de 1863, y con Homme mort, fechado en 1864 y considerado la última obra de « sujet espagnol ». El Hombre muerto aparece como una composición aislada y asimétrica, en la que aparece un cuerpo tendido resaltado de un diminuto toro en segundo plano, que de hecho proviene del recorte de una parte de una obra de mayores dimensiones titulada Épisode d’une course de taureaux, pero que Manet, disgustado por su resultado y las burlas del público hacia el diminuto astado, decidió descartar.

Primeras obras impresionistas y retratos de sociedad[editar]

La Musique aux Tuileries
1862 (76 x 118 cm) National Gallery, Londres

En 1862, Manet presenta Musique aux Tuileries, obra que será interpretada más adelante como símbolo de ruptura con su estilo personal precedente pero que en cambio se constituye en la primera manifestación reconocible del movimiento impresionista, estilo cuya paternidad es justamente atribuida, entre otros maestros, a Manet. Igualmente, la creación de ésta obra coincide con la introducción de Manet entre las élites parisinas, impulsado tanto por sus éxitos iniciales y la resonancia de sus primeras obras polémicas, como por su carácter decidido, social y afable. Es en los círculos de intelectuales donde traba amistad con algunos artistas que se declaran incondicionales a su causa, como Henri Fantin-Latour y Edgar Degas, también pintores, o el célebre poeta Charles Baudelaire con quien Manet frecuenta, a imagen de la aristocracia, el jardín de las Tullerias donde gusta de realizar bocetos al aire libre. Otro punto de encuentros asiduos con la llamada « bohème élégante » es el café Tortoni. Es la atmósfera de este universo encopetado y refinado al mismo tiempo, tan característico del París decimonónico, la que es transmitida en Musique aux Tuileries, donde Manet aprovecha el trasfondo de un concierto al aire libre en un jardín, para realizar el retrato de un número de personajes que le son próximos. Así, puede apreciarse la silueta difuminada de Baudelaire apenas por encima de la primera mujer vestida de blanco desde la izquierda, a cuyo lado se encuentra la esposa de Offenbach y la de Lejosne, en cuya casa Manet conoció precisamente a Baudelaire. Manet retrata también a su hermano, Eugène, que aparece inclinado hacia la izquierda, en conversación con una mujer, mientras que el mismo pintor surge en un auto-retrato como el hombre barbudo del extremo izquierdo de la composición.

Bal masqué à l'opéra
1873 (59 x 72,5 cm)
National Gallery of Art, Washington

La obra recibió una favorable acogida por la crítica en un momento en el que una parte se había decantado por la hostilidad, y llegado a describir el trabajo de Manet como el propio de un bocetista impreciso cuya pintura era capaz de « arañar los ojos tanto como la música de feria hace sangrar las orejas » [5]​.

Esta temática de retrato colectivo de las amistades de Manet vuelve ser retomado más adelante en la primavera de 1873, con la creación de Bal masqué à l'opéra,[6]​, donde el autor juega con el contraste de colores entre el color negro con el que visten los personajes masculinos, y la extravagancia de las mujeres.

Les Courses à Longchamp
1867 (43,9 x 84,5 cm)
The Art Institute, Chicago

Junto con los paseos por las Tullerías, las festivas carreras de caballos en el hipódromo de Longchamp, que se encuentran también entre las ocasiones y lugares de encuentro favorito de la sociedad parisiense de la época, sirven de inspiración en 1867 a Manet para su Les Courses à Longchamp, ya de marcado estilo impresionista y donde el pintor introduce la novedad de retratar los caballos de frente, en lugar de perfil, creando la sensación en el espectador de encontrarse el medio de la pista.

Notas y referencias[editar]

  1. 'A. Proust, Édouard Manet, Souvenirs, La Revue blanche, février-mai 1897
  2. J.-E. Blanche, Manet, París, 1924
  3. Lettre à Zacharie Astruc, septembre 1865
  4. in T. Gautier, Voyage en Espagne
  5. « écorcher les yeux comme la musique des foires fait saigner l’oreille »Cité dans F. Cachin, Manet - « J'ai fait ce que j'ai vu », Découvertes Gallimard, 1994
  6. Se da la coincidencia que el edificio de la ópera en cuestión, situado en la rue Le Peletier, en el IX arrondissement, quedaría destruido por un incendio ese mismo año.


Fuentes y bibliografía[editar]


Enlaces externos[editar]