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Rafael Pi Belda (Valencia, 25th January 1929) is a Spanish sculptor. He studied beaux-arts in Valencia under the guidance of Enrique Pérez Comendador and José Ortells López. His works are mainly figurative.

Biography[editar]

Early years[editar]

Rafael Pi Belda was born in Valencia on 25th January 1929. He grew up in a working family. His father worked as a furniture restorer though his mother also played a key role in his initiation to Fine Arts. During his childhood years he lived in the historic district of Valencia where numerous artists' studios were devoted to the making of religious images in the vicinity of the Cathedral. The observation of their activity awakened his penchant for sculpture.

Education[editar]

From the age of sixteen, he attended the workshops of sculptor Carmelo Vicent, where he learnt the techniques of model-making, carving and relief as a preparation for the entrance examination to Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Between 1947 (aged 18) and 1952 he specialised in sculture at that school under the tuition of Octavio Vicent, Carmelo Vicent, Enrique Giner and Manuel Beltrán among others.

In 1952 he received a study grant from the regional government of Valencia that allowed him to pursue his education in Madrid and in Italy.

Caminante, Rafael Pi Belda (colección particular del artista).
Ahí queda eso, Rafael Pi Belda (colección particular).

Career, awards and main exhibitions[editar]

En 1962 obtuvo la medalla de oro en el III Salón de Marzo de Valencia.[1]

En 1976, logró el premio de escultura de la Universidad de Sevilla, en la XXV Exposición de Otoño. En 1977 obtuvo el premio de la Real Maestranza de Sevilla.

En el año 1980 realizó la escultura El caminante, escultura de 0’85 m realizada en bronce, que fue presentada en la Exposición de Arte en Murcia, en Madrid.[2]

En 1982 obtuvo el Premio Nacional de Escultura Numancia en la ciudad de Soria, por su obra titulada Torso Femenino.[3]

En 1983 fue propuesto por el Director del Museo Provincial de Bellas Artes de Murcia, José Antonio Melgares, para el premio Príncipe de Asturias de las Artes.[4]​ En el mismo año obtuvo el primer premio en el Concurso Internacional de Escultura de Mojácar, por su obra El Pastor.[5]

In 1983 he started a comenzó una etapa de esculturas de gran tamaño con el monumento Al moro y al cristiano en Caravaca de la Cruz (Murcia).

Until 1994 he desarrollo de su trabajo como profesor con su taller de escultura. Durante esta etapa recibió encargos de monumentos de gran tamaño, encargos de diferentes ayuntamientos, entidades religiosas y particulares.

Desde el año 1997 su dedicación al arte ha sido total, siendo ésta una etapa plagada de monumentos de gran tamaño. Desde entonces ha realizado numerosas exposiciones en diferentes provincias españolas. Cabe destacar la realizada en Bilbao, de temática taurina (representaciones de toreros, picadores y caballos) sobre la que Lorenzo Berenguer Palau escribió: «En cada una de sus figuras, se siente la tensión, el aplomo, el lenguaje de ritos y posturas, modelaciones de cera que pasarán a ser fundidas en bronce tras haber puesto el alma del escultor y la personalidad de representado».[6]

Comments on his work[editar]

Francisco Agramunt commented on his style and technique: «Rafael Pi Belda's sculpture has its grounds on continued work, radical honesty and great technical mastery. Among the sculptors of the second half of the 20th century, his case is that of an independent artist that has developped a distinctive technique, within which he has evolved smoothly but steadily, until reaching a style that could be defined as mediterranean impressionism of a great expressive maturity, not only because his art is imbued with a classicist character but also because the artist is emotionally deeply rooted in that coastal geography. «Rafael Pi Belda es un escultor que basa su obra en un trabajo continuado, una radical honestidad y una gran maestría técnica. Entre los escultores de la segunda mitad del siglo XX, su nombre es el de un independiente que ha desarrollado una técnica peculiar, dentro de la cual ha ido evolucionando, pausada pero regularmente, hasta conseguir un estilo impresionista mediterráneo de gran madurez expresiva, no sólo por estar imbuido su arte por la naturaleza clasicista, sino por su forma de ser y su arraigo sentimental y emotivo a esta geografía costera. Rafael se mueve dentro de una especie de impresionismo mediterráneo para elaborar unas esculturas que resaltan por el juego inteligente de los acoplamientos, sus volúmenes abiertos y armoniosos y su impresionante perfección técnica, y el dominio de la técnica le ha permitido abordar, con el mismo éxito, las composiciones, los retratos, los monumentos públicos y la imaginería religiosa. A través de la observación de sus esculturas, que atraen a los espectadores por su belleza, y que son a la vez cultas y populares, se puede advertir el amor que siente por las proporciones, el juego de los volúmenes, la armonía compositiva, y en fin, por el amor a la obra bien hecha».[7]

Para Cristina Gutiérrez-Cortínes «Rafael Pi mantiene un equilibrio entre la cultura artística tradicional y una apertura hacia la escultura moderna, insertada en el expresionismo mediterráneo actual. Los temas son personajes de la vida cotidiana, imbuidos en un tono nostálgico: Viejos, mendigos etc. aproximándose a ellos desde una actitud personal. El empleo de la cera le permite moldear la figura y las telas como si fuesen láminas blandas adaptables, que el artista horada, pliega o hace sobresalir en el aire como uno de los principales recursos, para amplificar y profundizar el sentimiento que encierra el bronce. Deforma la anatomía, adelgaza los miembros del cuerpo, rompe la carne y juega con las telas disponiéndolas de forma ampulosa. Su obra, incluso la de pequeña escala, está dotada de una especial monumentalidad, consecuencia de su manera peculiar de ensamblar la simplificación de las formas y los volúmenes compactos con elementos concretos, referencias y gestos, donde se concentra la fuerza expresiva».[8]

José Luis Melendreras Gimeno escribió: «Su estilo es figurativo, académico, naturalista-realista, de gran acabado, precisión y detalle, modelando sus figuras en barro y cera, para después fundirlas en bronce o tallarlas en madera. Con un lenguaje expresionista cultiva el retrato, la figura y los temas religiosos, sometiendo a las obras a distorsiones y plegamientos de marcada personalidad».[9]​ «Pi Belda es un escultor en el que predomina la elaboración del dibujo. Sus cánones son clásicos y muy bien acabados. Artista que confiere a sus obras un enorme realismo y una gran expresión….Los modelados de sus esculturas son soberbios, muy apurados en técnica y virtuosismo. Los ropajes de sus esculturas se adhieren al cuerpo, desplazándose por la acción de viento».[10]

Work[editar]

Al moro y al cristiano (detalle del moro), Rafael Pi Belda (Caravaca de la Cruz, Murcia).
A San Juan de la Cruz (detalle), Rafael Pi Belda (Caravaca de la Cruz, Murcia).
Cristo crucificado, Rafael Pi Belda (Parroquia de San Luis Obispo, Valencia).
  • Monumento Al alpargatero, 1987, Cehegín (Murcia). Bronce. 2’20 m. de altura. Muestra a un joven sentado, trabajando en la confección de alpargatas, oficio muy arraigado en la localidad de Cehegín y que fue decisivo para su desarrollo económico.[11]
  • Talía, 1990, Teatro Guerra, Lorca (Murcia). Bronze. 0’85m. de altura.
  • Esculturas de pequeño formato, entre las que destaca la serie de 30 esculturas de temas taurinos, 1993-1996.
  • Granerer de Torrent, 1999, Torrent (Valencia). Bronce. 2’20 m. de alto. Figura representativa de una actividad ya desaparecida (elaboración de escobas) del pueblo valenciano de Torrent.
  • A la nazarena, 1999, Cehegín (Murcia). Bronce. 2’30 m. de altura. Tributo a la incorporación de la mujer a las procesiones pasionales de Semana Santa.
  • Vía Crucis, 2000, Caravaca De La Cruz (Murcia). Bronce. 0 ’45 x 0’60 m (cada una de las catorce estaciones). Real Basílica Santuario de la Vera Cruz de Caravaca.
  • A los tamboristas, 2000, Mula (Murcia). Bronce. 2’30 m. de altura. Figuras en actitud de tocar, rivalizando, el tradicional tambor en la Semana Santa muleña.[12]
  • A las madres fundadoras de las HH. de Cristo Crucificado, 2001, Murcia (Santo Ángel). Bronze. 1’80 m.
  • Obra conmemorativa de la concesión de la Santa Sede de Año Jubilar perpetuo a la Basílica Santuario de la Vera Cruz de Caravaca, 2001, Caravaca de la Cruz (Murcia). Bronze.
  • Al tejero, 2003, Cehegín (Murcia). Bronze. 1’90 m. Tributo al trabajo artesano de la fabricación de teja moruna.
  • Pantocrátor, 2004, Gandía (Valencia). Altorrelieve en madera de caoba, de 5’00 x 3’00 m. para el Altar Mayor de la Parroquia de Cristo Rey. Pantocrátor de inspiración románica, encerrado en la típica mandorla, rodeada por los cuatro símbolos de los evangelistas.
  • Monumento A la Beata Juana Maria Condesa Lluch, 2005, Valencia. Bronce. 1’50 m. de altura. Casa Generalicia de las HH. Esclavas de María Inmaculada.
  • A los Caballos del Vino, 2007, Caravaca de la Cruz (Murcia). Bronce. 2’00 x 3’64 x 3’50 m. Monumento compuesto por un caballo acompañado por cuatro caballistas. Representa "La Carrera" (Fiesta de "Los Caballos del Vino", Caravaca de la Cruz), en el último tramo de la Cuesta del Castillo, junto a las murallas del Santuario de la Vera Cruz.[14]
  • Cristo Crucificado, 2009, Valencia. Tallado en madera de abedul, color natural, de 2’30 m. de alto, sobre una cruz de madera de ciprés de 4’50 m. para el Altar Mayor de la Parroquia de San Luis Obispo de Valencia.
  • San Luis Obispo, 2009, Valencia. Talla en madera de abedul, color natural, para la Parroquia de San Luis Obispo de Valencia. Joven Obispo en actitud de intercesión entre Cristo y los fieles. Situado a la derecha del Altar Mayor.

Gallery[editar]

References[editar]

  1. Patuel Chust, Pascual (1999). «Salones de Marzo 1960-1979». Salones Valencianos de Arte (1955-1990). Colección: Fundamentos (Formas Plásticas). Valencia: Diputación de Valencia-Institución Alfonso el Magnánimo. p. 66. ISBN 84-7822-265-0. 
  2. Gutiérrez-Cortines Corral, Cristina (1985). «Identidad regional y escultura». En Ayuntamiento de Madrid (Concejalía de Cultura) y Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (Consejería de Cultura), ed. Arte en Murcia (1862-1985). Museo Municipal Septiembre-Octubre 1985. Murcia. pp. 94 y XCVII. ISBN 84-5052131-9. 
  3. Juárez, Cecilio (1982). Périódico "La Verdad de Murcia" (14 de noviembre de 1982). 
  4. Périódico "La Verdad de Murcia" (2 de septiembre de 1983). 1983. 
  5. López Marín, J. (1983). Périódico "La Verdad de Murcia" (14 de noviembre de 1983). 
  6. Berenguer Palau, Lorenzo (2001). «Rafael Pi Belda». En Ayuntamiento de Valencia, Regidoría de Cultura, ed. Pintores y escultores taurinos. Valencia: Archival. p. 380. ISBN 84-95725-00-2. 
  7. Agramunt Lacruz, Francisco (2000). «Rafael Pi Belda o la recreación de la escultura mediterránea». Artistas Valencianos del siglo XX. Fondos del estudio fotografico Sanchís. Valencia: Publicacions Diputació de Valencia. pp. 98, 99. ISBN 84-7795-274-4. 
  8. Gutiérrez-Cortines Corral, Cristina (1985). «Identidad regional y escultura». En Ayuntamiento de Madrid (Concejalía de Cultura) y Comunidad Autónoma de la Región de Murcia (Consejería de Cultura), ed. Arte en Murcia (1862-1985). Museo Municipal Septiembre-Octubre 1985. Murcia. p. 172. ISBN 84-5052131-9. 
  9. Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura, tomo LXXXV, página 487, José Luis Melendreras Gimeno.
  10. Melendreras Gimeno, José Luis (2009). Depósito legal: CS-3-1958. Boletín de la Sociedad Castellonense de Cultura. Cuadernos I-II-III-IV (Tomo LXXXV; Enero-Diciembre 2009). ISSN 0210-1475. 
  11. «Escultura Del Alpargatero». Ayuntamiento de Cehegín, Concejalía de Turismo. Consultado el 25 de marzo de 2011. 
  12. María e Isaías, Carmen (19 de noviembre de 2009). Mi periódico digital, ed. «Tamborada de Mula». La Verdad Digital, S.L. Consultado el 28 de marzo de 2011. 
  13. Enoturismia, ed. (27 de enero de 2011). «Ruta del vino de Bullas». Consultado el 28 de marzo de 2011. 
  14. Fernández Robles, Juan (11/05/2006). «Monumento caballista». En laverdad.es, ed. Especial Fiestas de la Vera Cruz. La verdad digital S.L. Consultado el 23 de marzo de 2011. 
  15. Lloret, A. (11 de marzo de 2009). El Periódico Mediterráneo, ed. «Una escultura mostrará el oficio de "espardenyer"». Promociones y Ediciones Culturales S.A. Consultado el 25 de marzo de 2011. 

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