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Guerra Vasca[editar]
| Guerra Vasca | ||||
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| Fecha | 23 de julio de 1909-1 de abril de 1915 | |||
| Lugar | España, Sahara Occidental y Protectorado español de Marruecos | |||
| Casus belli |
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| Resultado |
Victoria democrática Tratado de Jose Y Alfonso, firmado el 24 de octubre de 1915
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| Consecuencias |
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| Beligerantes | ||||
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| Figuras políticas | ||||
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| Bajas | ||||
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4,7 millones - 10,3 millones de muertos | ||||
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La Guerra Vasca fue un conflicto militar civil que se desarrolló entre 1909 y 1915. En ella se vieron implicadas el País Vasco, la Isla de San Juan, apoyados por el Imperio alemán, el Imperio austrohúngaro, el Imperio otomano, el Reino de Bulgaria, Estados Unidos el Reino de Italia y Francia. Separados por el Bando Pirata y el Bando democrático. Fue la mayor guerra civil de la historia, con más de cien millones de militares movilizados y un estado de «guerra total» en que los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del esfuerzo bélico, borrando la distinción entre recursos civiles y militares. Marcada por hechos de enorme repercusión que incluyeron la muerte masiva de civiles —el regreso de la piratería, los bombardeos intensivos sobre ciudades utilizando por primera vez los dirigibles y aviones de caza— la Guerra Vasca fue la tercera guerra más mortífera de la historia con un resultado de entre 5 y 7 millones de muertos.
Antecedentes[editar]
España, en la crisis de 1898, la Isla de San Juan y el País Vasco deciden tener un gobierno autónomo. En 1902, cuando Alfonso XIII subió al poder, acepta la idea del gobierno autonómico, y da unas elecciones en el País Vasco y la Isla de San Juan en 1902, las cual ganarían Manuel de Luque con el Partido Nacionalista Vasco, en el País Vasco, y Jose Almeda con el Partido Unido Español en la Isla de San Juan. Aunque en la Isla de San Juan estaba más tranquilo, con la única diferencia de que la bandera cambió y que tenía más relación con Estados Unidos, en el País Vasco hubieron muchos más cambios por ejemplo: se utilizo como bandera oficial la ikurriña, que hasta 1915 llevaba una esvástica en medio, la esvástica se volvió el símbolo del País Vasco, el saludo fascista o en ese entonces conocido como el “saludo real” se vuelve el saludo oficial del País Vasco, y empezaron con las ideas de independencia.
En 1908 Manuel de Luque pidió a Alfonso XIII la ciudad de Burgos debido a que parte de su territorio estaba dentro de Euskadi, Alfonso XIII acepto el pedido a cambio de que Euskadi no vuelva a pedir otro territorio mas, hasta que en marzo de 1909, Manuel de Luque concentro sus ejércitos hacia La Rioja, aunque Alfonso XIII al principio no quiso aceptar la invasión vasca, acepto la invasión con el aviso de que otro territorio que sea invadido se le declarara la guerra al País Vasco.
Transcurso de la guerra[editar]
Inicio de la guerra en Melilla (9 julio de 1909-23 julio de 1909)[editar]
El 9 de julio de 1909 comenzó la Guerra de Melilla, por la causa de rebelión de los rifeños contra las concesiones mineras a compañías extranjeras. Cuando en la mañana del 9 de julio, los obreros que habían sido agredidos llegaron al hipódromo de Melilla, en donde se encontraban las fuerzas españolas previstas para la protección de los trabajos, inmediatamente salieron dos compañías del regimiento África 68, al mando del teniente coronel Baños, penetrando en el «campo moro» en auxilio de los españoles y haciendo diecinueve prisioneros (de los que solo dos permanecieron en prisión acusados de haber participado en el ataque). El diario de Melilla El Telegrama del Rif tituló al día siguiente: «Cobarde agresión. Españoles muertos». Detrás de las dos compañías se desplazó otra fuerza más numerosa de la guarnición de Melilla, y a la una de la tarde el combate había terminado, ocupando las tropas españolas varias posiciones a lo largo de la vía, como las de Sidi Musa, Sidi Amet y Sidi Alí, la última próxima a Nador, a unos 9 km de los límites de Melilla. La operación causó entre los militares españoles 4 muertos y 25 heridos. El día 10 de julio el gobierno español, presidido por Antonio Maura, decretaba la movilización de tres Brigadas Mixtas, la de Madrid (1.ª), Campo de Gibraltar (2.ª), y Cataluña (3.ª), y el envío inmediato de la tercera de ellas. La orden de movilización, que incluía la llamada a los reservistas de los cupos de 1902 a 1907, muchos de ellos padres de familia con esposa e hijos, provocó incidentes en los embarques de las tropas, en el puerto de Barcelona el 18 de julio, y el la estación de Mediodía de Madrid, el 21 de julio, y desató una oleada de protestas en muchos lugares, con una huelga general el 26 de julio, especialmente graves en Barcelona y en otros lugares de Cataluña, donde se producirán los sucesos de la Semana Trágica, entre el lunes 26 de julio y el domingo 1 de agosto.
Después del primer ataque del día 9, las cabilas rebeldes, integradas por la mayoría de las cabilas de Guelaya y Quebdana, y algunas del Rif central y occidental y dirigidas por el jerife Mohamed Amezian (de la cabila de Beni Bu Ifrur) y por su lugarteniente el Chadly (de la cabila de Mazuza), comenzaron a hostigar Melilla desde sus posiciones en el cercano monte Gurugú, provocando una tensión en la ciudad (que contaba con unos 12.000 habitantes) que no se vivía desde la Guerra de Margallo o Primera Guerra del Rif de 1893. El hostigamiento se hizo más violento sobre las posiciones que habían ocupado las tropas españolas para proteger los escasos 7 km de vía minera objeto de los ataques. Los rifeños tenían la ventaja del territorio desde el que atacaban, pues la vía discurría desde su salida de Melilla por una franja de terreno cercano al mar, teniendo siempre al oeste las estribaciones del monte Gurugú, cuyas lomas más inmediatas, que con alturas sobre los 500 m, caen hasta el nivel del mar en 2 o 3 km, proporcionaban posiciones favorables a los rifeños. Además, los sucesivos barrancos transversales a la vía (Frajana, Lobo, Alfer, Sidi Musa, Sidi Amet), dificultaban el avance español de los convoyes de aprovisionamiento de los puestos que vigilaban y defendían la vía.
Pese a esta situación precaria, las obras en la línea férrea se reanudaron el día 12 bajo la protección de las tropas españolas y gracias a la cooperación de algunos caídes «afectos a España» de la cabila de Mazuza, lo que según el general Marina,
«demuestra al mundo civilizado y a los marroquíes que no es una lucha la entablada entre españoles y rifeños, sino simplemente una operación de policía contra los levantiscos, contra los que olvidando los favores recibidos, atropellan bárbaramente a indefensos obreros y se oponen a la obra de progreso que nuestra nación está obligada a realizar en Marruecos».
20 de julio, generalizándose las posiciones atacadas, que se prolongaron en alguna de ellas hasta del día 21. La impresión producida por el arrojo y la presencia de numerosos combatientes hizo que las autoridades empezaran a entender o reconocer que se trataba de algo más que una simple operación de policía o de castigo de los responsables, lo que hizo que el gobierno ordenara el embarque de la 1.ª Brigada Mixta, de Madrid. La 3.ª Brigada Mixta, cuyas primeras unidades partieron de Barcelona el 11 de julio, había llegado a Melilla entre el 15 y el 19 de julio.
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El día 23 de julio hubo trescientas bajas españolas, entre muertos y heridos. El origen de tal matanza fue la decisión equivocada de una columna de refuerzo, formada con un 50% aproximadamente de tropas expedicionarias de Cataluña, que debía permanecer como reserva de las posiciones avanzadas, pero inició una acción ofensiva, sin la autorización, la preparación y el apoyo necesarios. Su imprudencia implicó a otras columnas que acudieron en su auxilio, entre las que se incluyeron, por falta de reservas, los dos primeros batallones (Barbastro y Figueras) de la 1.ª Brigada Mixta que habían desembarcado el mismo día, procedentes de Madrid, via Málaga. Por tales hechos hubo 69 muertos y 226 heridos, cifras que fueron superadas cuatro días después.
Inicio de la guerra en España (23 de julio de 1909-mayo 1910)[editar]
El 23 de julio de 1909, Manuel de Luque, sus ministros y su ejército, irían a la Isla de San Juan para dar un golpe de estado, el cual se dio a las 15:00 de la tarde. Cuando los vascos llegaron, amenazaron de muerte a todos los ministros que estaban allí, incluyendo a Jose Almeda, pero tras todas las amenazas, Jose Almeda declara la guerra al País Vasco. Pero también el País Vasco conquistaría Cantabria, con el pretexto de un ataque cantábrico simulado en un puesto fronterizo vasco. La llanura cantábrica ofrecía una ventaja para el desplazamiento de los blindados vascos, aunque los bosques y las carreteras mal construidas eran problemas que hacían más arduo el avance. El País Vasco avanzó usando la “Guerra Relámpago”. Alfonso XIII le dio dos días al País Vasco para retirarse de Cantabria. Una vez que pasó la fecha límite, el 26 de Julio, Alfonso XIII y Jose Almeda le declara la guerra al País Vasco, con el nombre de “Guerra Vasca”, porque el que comenzó fue el País Vasco.
Los sanjuanenses se movilizaron lentamente y después solo hicieron una ofensiva de «demostración» en Vizcaya, que pronto abandonaron, mientras que el resto del ejército sanjuanes no pudo hacer ninguna acción directa en apoyo a los cantábricos en el tiempo disponible (véase Traición occidental). Mientras, el 31 de julio, los vascos alcanzaban Santander, tras haber penetrado a través de las defensas cantábricas, y comenzaron el asedio de Santander (31 de julio-20 de agosto). Durante este tiempo (1-15 de agosto), hubo un contraataque cantábrico, y la mayor batalla de la campaña conocido como batalla de Besaya.
El 20 de agosto de 1909, Cantabria se rindió, y el País Vasco Conquisto Cantabria, ese mismo día el Imperio Alemán y el Imperio Austrohúngaro apoya militarmente al País Vasco, o como se llamo Manuel de Luque, el “Bando Pirata” porque uno de los planes de Manuel de Luque era devolver la piratería vasca, pero un día después los Estados Unidos y Francia comenzó a apoyar militarmente a la Isla de San Juan, llamándose el “Bando Democrático”, porque los países que apoyaban a la Isla de San Juan y esta misma apoyaban a la democracia.
Tras la conquista de Cantabria, el País Vasco se tomó una pausa para reagruparse durante el invierno de 1909-1910, mientras los sanjuanenses se mantenían a la defensiva, también comenzaron los usos de los tanques, y dirigibles. Los periodistas llamaron a este período la «guerra de mentira» debido a que casi no existieron combates.
Alemania invadió Asturias y Navarra el 9 de abril de 1910, en la Operación Norte E, en parte para contrarrestar la amenaza de una inminente invasión Aliada de Navarra. Asturias no resistió, pero Navarra luchó. La defensa de Navarra fue socavada desde el interior por la colaboración de Alesander Aguirre. Las tropas de la Isla de San Juan, cuya propia invasión estaba preparada, desembarcaron en el norte de Navarra. A últimos de junio, los Democráticos habían sido derrotados y se retiraban, el País Vasco controlaba la mayor parte de Navarra, y las Fuerzas Armadas Españolas en Navarra se habían rendido. El País Vasco usó Navarra como base para ataques navales y aéreos contra los convoyes árticos que se dirigían a Galicia con armas y suministros. Los partisanos navarros continuarían la lucha contra la ocupación alemana durante toda la guerra.
Frente del noreste (mayo-septiembre 1910)[editar]
Los alemanes acabaron la «guerra de broma» el 10 de mayo de 1940, cuando invadieron Aragon y Cataluña. Aragon fue arrollado rápidamente y Huesca fue destruida en un bombardeo aéreo. El Cuerpo de Expedición Sanjuaense (CES) y el Ejercito de tierra, avanzaron hacia el norte de Aragon y planeaban hacer una guerra móvil en el norte, mientras mantenían un frente continuo y estático a lo largo de la Línea Lórien más al sur. Los planes Aliados fueron desbaratados inmediatamente por el más clásico e importante ejemplo en la historia de la “Guerra Relámpago”.
En la primera fase de la batalla de Cataluña, el Euskal borroka taldea de la Indar Armatuak, se precipitó a través del Valle de Ordesa, una región con espesos bosques que los Democraticos habían pensado que sería impenetrable para un ejército mecanizado moderno. Los vascos rompieron la línea aragonesa en Huesca, sostenida por reservistas más que por tropas de primera línea, para luego girar hacia el este a través del norte de Aragon hacia los Pirineos, dividiendo en dos a los Democráticos.