El Reino de Galicia tiene su origen en el reparto dinástico de los territorios bajo soberanía de Alfonso III el Magno entre sus tres hijos, correspondiéndole a Ordoño el Reino de Galicia. Sin embargo, al morir su hermano García I de León sin descendientes en el 914, Ordoño ocupa el trono del Reino de León, con el nombre de Ordoño II, con lo que se produce la unión de ambos reinos. Aunque el reino reapareció esporádicamente más tarde, Galicia nunca tuvo reyes privativos sino monarcas subordinados al rey leonés.[1] Fue gobernado formando parte del Reino de León (hasta 1230), después de la Corona de Castilla y finalmente de España, constituyendo así un título agregado a la Corona castellana, cuyos reyes fueron también, por lo tanto, reyes de Galicia.
Oficialmente, Galicia se mantuvo como reino hasta el año 1833, año en que fue dividida en sus actuales cuatro provincias.
Autoproclamado rey de León y coronado como tal en Santiago, en oposición a Ramiro III. Gobernó de forma efectiva en Galicia y Portugal hasta 985 y desde entonces hasta su muerte (999) sobre todo el reino de León
Desde 985 hasta 1065, Galicia se reintegra en León
Es coronado rey de Galicia en 1111 en vida de su madre Urraca, de quien heredará todos sus reinos en 1126
En 1126 el título de rey de Galicia pasó definitivamente a formar parte del patrimonio de los reyes de León. El territorio continuó denominándose Reino de Galicia hasta la división territorial de 1833 por la que el país se dividía en provincias y desaparecían las antiguas denominaciones de "reinos". El título de rey de Galicia es usado por los reyes de España como herederos de los monarcas leoneses.