Roystonea oleracea

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Chaguaramo, mapora[1][2]

Individuo juvenil de Roystonea oleracea en San Antonio de Los Altos, estado Miranda, Venezuela.
Estado de conservación
Vulnerable (#Estado de Conservación)[3]
Taxonomía
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Liliopsida
Orden: Arecales
Familia: Arecaceae
Subfamilia: Arecoideae
Tribu: Roystoneae[4]
Subtribu: Roystoneinae
Género: Roystonea
Especie: R. oleracea
(Jacq.)O.F.Cook
Variedades[5]

R. oleracea var. oleracea
R. oleracea var. jenmanii

Sinonimia
  • Areca oleracea Jacq. Select. stirp. amer. hist. 1:277, 1763.
  • R. caribaea (Spreng.) Wilson, Syst. veg 2: 140. 1825.
  • R. oleracea var excelsior L.H.Bailey Gentes Herb. 3: 369. 1935, nomen superfl.
  • R. venezuelana L.H.Bailey Gentes Herb. 8:124 1949.

El chaguaramo (nombre científico Roystonea oleracea (Jacq.) O.F.Cook), es una palmera del género Roystonea.[6]​ Tiene su origen en la región del mar Caribe. Es el árbol emblemático del estado venezolano Yaracuy.[7][8][9]​ Individuos de esta especie son los que tienen mayor altura y mayor diámetro caulinar del género.[6]​ Por tanto, es una planta de gran porte, de hasta 40 m de alto y muy apreciada por su gran valor ornamental.[6]

El epíteto oleracea significa vegetal o verdura, y es usado por el latín botánico para referirse a plantas cultivadas o alimenticias, como en Brassica oleracea (el repollo), Spinacia oleracea (la espinaca) y Portulaca oleracea (la verdolaga).

El basónimo (nombre científico original) de esta palmera es Areca oleracea Jacq., (1763).[10]

Descripción

Es una palmera esbelta, de 20 a 25 m de alto por 50 a 70 cm de diámetro. El tronco es de color gris, inerme (sin espinas), liso, erecto; en ocasiones llega a tener formas variadas: columnar, cónico, en forma de botella, con la base hinchada o con ensanchamientos a diferentes alturas del tallo.[8]​ Tiene anillos que son vestigios de hojas caídas. Muy a menudo está cubierto por un liquen grisáceo (Physia sp.) y frecuentemente se adhieren a él cantidades de bromelias, como por ejemplo Tillandsia recurvata (L.) L..

Las hojas, en número de 18 a 15, se agrupan a manera de corona o copete al final del tallo, son curvadas y sustentadas por una especie de capitel en forma de botella, de color verde brillante, formado por la vaina foliar (la base de las hojas). Son hojas compuestas, pinnadas, de color verde oscuro en la cara superior (haz) y ligeramente plateadas del inferior (envés). El raquis de las hojas mide de 2 a 4 m de largo. Los foliolos en números de unos 200 están agrupados en dos hileras de 80 a 100 cm de largo por 3 a 4 cm de ancho, generalmente encorvadas hacia abajo, estos foliolos están dispuestos en varios planos (aunque algunas fuentes señales que es solo en un plano)[11]​ Los peciolos de las hojas son robustos, envainantes (que cubren el tallo), de unos 76 cm de largo, de los más grandes del reino vegetal. Al secarse la hoja se desprende del tronco junto a la vaina que puede llegar a medir hasta 2 m.

Detalle curioso de la forma del tronco de un ejemplar de Roystonea oleracea.

Las flores se reúnen en inflorescencias de tipo panícula, infrafoliares (es decir que se desarrolan por debajo del capitel [debajo de las vainas de las hojas]), de color blanco cremoso, que son varias veces ramificadas, antes de su apertura están envueltas en una espata, por lo que se dice que es una inflorescencia intrafoliar.[6]​ Dicha espata es verde antes de abrir, luego toma color castaño oscuro y se desprende al comenzar la florescencia. Las inflorescencias aparecen a manera de corona en la unión del tronco grisáceo con la vaina foliar en el ápice del tallo. Las flores masculinas y femeninas están en la misma plantas, pero separadas (monóicas); entre dos flores masculinas suele hacer una femenina. Los estambres se hallan en número de 6 a 9 en cada flor. El ovario es súpero.

Los frutos son drupas, verdosos al principio, pero marrones a morados al madurar; oblongos, carnosos, de 15 a 18 mm de largo por 12 a 14 mm de ancho. Contienen una semilla elíptica, dura y aceitosa. Está planta florece y fructifica durante todo el año.

Diferencias en la estructura vegetativa con R. regia

R. oleracea es muy parecida a R. regia en muchos aspectos (algo evidente al ser del mismo género) y al ser R. regia la más conocida y extendida a primera vista se puede tender a confundirlas, sin embargo, hay ciertos detalles que permiten distinguirlas a primera vista. La rigidez de los foliolos es quizá la más evidente diferencia entre ambas.[2]


R. oleracea R. regia
Las hojas son de color verde oscuro. Las hojas son de color verde pálido.
Disposición de foliolos de manera muy densa y doblados. Disposición de foliolos de manera más espaciada y rígidos.
Plántulas (individuo juvenil) con vainas y hojas de color morado. Plántulas con vainas y hojas de color verde.

Ecología

R. oleracea, de gran esbeltez y belleza, es propio del mar Caribe, pero actualmente es cultivado como ornamental en otros países. En forma silvestre se observa en varias zonas de Venezuela, particularmente en los estados Yaracuy, Bolívar, Barinas, Anzoátegui y Delta Amacuro. Ejemplares que crecen en la Plaza Bolívar de la Ciudad de Mérida, a 1.641 m de altitud, representan probablemente la ubicación más elevada de está palma.[8]

Normalmente está asociada a terrenos de una gran fertilidad y un elevado nivel freático. Al sur del estado Portuguesa, y en el estado Yaracuy, en Venezuela, se encuentran "densas colonias" de esta especie que es llamada por los locales maporales.[1]​ Se encuentra naturalmente en Venezuela en los estados Portuguesa, Cojedes, Monagas, Sucre, Bolívar, Táchira, Miranda y en Yaracuy.[1]

Ara ararauna en tronco muerto de Roystonea sp.

Es protandro, o sea, que las flores masculinas maduran primero que las femeninas. Produce abundante néctar y polen.[6]​ Además del factor determinante de los polinizadores, cuyos principales son Himenópteros de la familia Apidae, destacan las llamadas "abejas sin aguijón" o "pegones" (Trigona sp.) y las abejas (Apis sp.).[2][6]​ Es importante resaltar que florece durante casi todo el año.[2]

Algunas especies de murciélagos y aves se alimentan de los frutos, como por ejemplo el murciélago Artibeus lituratus palmarum y las aves Steatornis caripensis y Thraupis palmarum, por lo que posiblemente éstos lleven a cabo la dispersión de las semillas.[12]

Plagas

En su estado natural es muy poco susceptible a las plagas, sin embargo en Caracas, Maracay, Valencia y otras ciudades de Venezuela se ha informado el ataque de la larva de la mariposa Brassolis sophorae ("gusano de las palmas"). Dicha larva se alimenta de las hojas dejando sólo el raquis. Está especie parece particularmente expuesta, ya que en 1992 hubo un ataque de está plaga en Caracas y en el noreste de dicha ciudad todos los individuos fueron atacados vorazmente.[2]

Además se ha detectado que también es propenso al ataque del Coleóptero Rhynchophorus palmarum ("gorgojo negro del cocotero"), el adulto taladra profundos agujeros en los tallos y deposita allí sus huevos donde se desarrolla la larva.[13]​ Además ese insecto es vector del nemátodo Bursaphelenchus cocophilus, es agente causal de la enfermedad del anillo rojo que causa irremediablemente la muerte del árbol.[5][14]

Propagación

Se propaga sexualmente, es decir a través de semillas que germinan en un lapso que va de 2 a 6 meses, presenta una germinación muy irregular y con bajo porcentaje de emergencia.[15][5][2]​ Presenta una postgerminación muy marcada, la mayoría de las semillas emergen luego que las primeras lo hacen, lo que ocurre durante un largo período.[16]

Entre los factores determinantes que afectan la germinación están la madurez del fruto, la presencia del pericarpio, el tiempo de almacenamiento, el remojo de la semilla y temperatura, que debe ser de 24º-30ºC en promedio, los mejores porcentajes de germinación son con semillas de frutos bien maduros sin pericarpio y remojadas de 2 a 4 días.[15][2]​ La viabilidad de las semillas va de 4 a 6 semanas[17]

Tiene un crecimiento relativamente rápido.[5]​ También resalta que, al florecer durante buena parte del año, es capaz de producir miles de semillas.[2]​ Su laboriosa labor de propagación se ve recompensada por su longevidad, la Palma Madre, en Brasil, fue alcanzada por un rayo y murió a los 165 años.[18][2]​ Por lo cual se estima que su vida pueda llegar fácilmente a los 200 años con los cuidados necesarios.[2]

Estado de conservación

La especie no está registrada en el catálogo de especies amenazadas del UICN,[19]​ pero, se encuentra listada en el Libro Rojo de la Flora Venezolana en su edición del año 2003.[3]

La destrucción del hábitat para el desarrollo de actividades es la principal amenaza para esta especie, especialmente en estados industriales de Venezuela como lo son Falcón y Carabobo. La población es relativamente pequeña en los ambientes naturales donde crece, ya que al crecer en zonas de alta fertilidad y humedad se convierte en obstáculo para las labores de cultivo. Además se tiene conocimiento acerca de la extracción de juveniles para ornato en desarrollos urbanos; esto puede disminuir su población en forma drástica en el futuro. en el Estado Cojedes se extrae un líquido de su cogollo para dolores, lo que implica liquidar el individuo ya que es monopódico.[3][1]

También se encuentra amenazada Colombia en la región Orinoquia.[20]

Taxonomía

La especie fue descrita por Nikolaus von Jacquin en 1763 como Areca oleracea.[10]​ En 1838, Carl Friedrich Philipp von Martius la transfirió al género Oreodoxa como O. oleracea. Berthold Carl Seemann la transfirió posteriormente al género Kentia en 1838.[21]​ En 1900 Orator F. Cook propuso un nuevo género para todas las palmas reales,[22]​ y movió esta especie de Oreodoxa a Roystonea el siguiente año.[23]

En 1825 Curt Polycarp Joachim Sprengel describió Euterpe caribaea, citándo A. oleracea como un sinónimo. En 1903 Carl Lebrecht Udo Dammer y Ignatz Urban transfirieron esta especie al género Oreodoxa. Percy Wilson la movieron a Roystonea en 1917. Liberty Hyde Bailey describió Roystonea venezuelana en 1949 basado en una colección de Julian Steyermark. En su monografía de 1996 sobre el género Roystonea, Scott Zona reportó que para él fué "imposible hallar alguna diferencia morfológica o molecinar consistente entre las dos taxas", a ubicó a R. venezuelana como sinónimo de R. oleracea.[6]

Roystonea está ubicada en la subfamilia Arecoideae y en la tribu Roystoneae.[4]​ el puesto de Roystonea dentro de Arecoideae es incierto; una filogenia basada en ADN de plastidios falló en resolver la ubicación del género en Arecoideae.[24]​ En 2008, aparecieron estudios no basados en la filogenia molecular del género Roystonea[4]​ y la relación entre R. oleracea y el resto del género aún es incierta.

R. oleracea var. jenmanii

Basado en plantas cultivadas del Jardín Botánico en Georgetown, Guyana (para ese entonces Guayana Británica), John Frederick Waby describió Oreodoxa regia var. jenmanii en 1919. La diferencia de esta variedad es que mantiene los foliolos en un ángulo menor de 45° respecto a la horizontal. En 1935 Bailey describió R. oleracea var. excelsior basado en especímenes colectados de los Jardines Botánicos de Georgetown. Hyde citó el nombre de la variedad descrita por Waby como un sinónimo no publicado de R. oleracea var. excelsior, aparentemente ignoraba que el nombre puesto por Waby era un nombre válido publicado. En 1996 Zona propuso una nueva combinación, R. oleracea var. jenmannii para corregir el error de Hyde y para actualizar el nombre que había puesto Waby. Además noto que esta variedad, que solo es conocida en cultivo, no difiere de las características florales y frutales.[6]

Usos

Esta planta se cultiva principalmente por ser extraordinariamente ornamental, particularmente cuando se planta formando hileras paralelas a lo largo de avenidas o parques.[8][2]

Las flores, por ser melíferas, son muy visitadas por abejas.[6]​ Entre los campesinos las hojas tienen múltiples aplicaciones en la construcción de ranchos y los pecíolos, divididos en tirar, los usan para los amarres de los carrizos en las viviendas rústicas.[6]​ Los frutos por contener abundante aceite son alimentos de primera para el ganado porcino.[8]

De la densidad de chaguaramos, que crecen en las zonas costeras de los estado Yaracuy y Carabobo el famoso explorador Karl Ferdinand Appun (1871) cuenta que, "además de usar las hojas tiernas en la elaboración de encurtidos, la clase sobre colecciona cuidadosamente enrollada la base coriácea de los pecíolos. Aplasta con piedra su lado convexo para aplanarla y secarla al sol para luego usarla bajo el nombre de 'yagua', en las paredes de los ranchos".[8]

Historia de su utilización

En Venezuela esta especie fue escogida como árbol emblemático del Estado Yaracuy. Roystonea oleracea se conoce en Venezuela con diversos nombres vulgares siendo el más generalizado el de chaguaramo; vocablo al parecer vernáculo que, por razones políticas, sustituyó la mención antillana palma real, a mediados del siglo XIX. El nombre Palma Real viene porque en la época colonial era considerada símbolo de realeza. Solamente los llamados "nobles" tenían el privilegio de sembrarla y únicamente podían disponer de dos de estas en el patio-jardín o en la entrada de la casa. Esto se puede observar aún en algunas casas coloniales de cierto rango social, como en la Quinta Anauco, en Caracas.

Monumento de la India, Avenida Páez, El Paraiso, Caracas, con el típico chaguaramo fielmente representado.

Venezuela es quizás el único país que ha erigido una estatua a su chaguaramo, como puede verse.[8]​ Este monumento existe, actualmente, en la urbanización La Paz, en el Paraíso, Caracas. Es conocido como la Estatua de la India; obra del escultor maturinés Eloy Palacios (1911), originalmente concebida como parte del Monumento a la Batalla de Carabobo. A pesar de ello dicho Monumento está adornado con R. oleracea

Altar de la Patria, Campo de Carabobo, adornado al fondo con R. oleracea.

El historiador Gil Fortoul al referirse a este monumento dice: "...En las llanuras venezolana destaca esbelto y elegante su triunfal penacho, ha inspirado la feliz idea de sustituir la columna clásica con tres palmas unidas recordando la bellísima leyenda india que pone en el penacho de la palma la habitación de sus dioses".

Se ha hecho famosa, por su vistosidad en unas plantaciones en el valle de la Población de El Consejo, en el Estado Aragua. Esas plantaciones que parecen unir la vieja carretera con la Autopista Caracas-Maracay, tienen ya un siglo de existencia.[8]

Su curiosa historia en Brasil: la Palmera Imperial

Palmeras imperiales en el Jardín Botánico de Río de Janeiro.

El primer ejemplar de R. oleracea en llegar a Brasil fue aclimatado por los franceses en el jardín botánico La Gabrielle, instalado en Guayana Francesa, y después fue llevada al Jardin de Pamplemousse.[25]​ Luego fue obtenido clandestinamente por el oficial de la Armada Real Luiz de Abreu Vieira e Silva, que lo llevó a su majestad Juan VI.

Este primer ejemplar de Roystonea oleracea, la Palma Madre, fue plantado en el Jardín Botánico de Río de Janeiro por el príncipe regente Juan VI, en 1809.[26][27]​ De esta manera pasó a ser conocido en ese país como la Palmera Imperial.[18]

Por un error histórico se dice que fue llevado directamente del Jardín Gabrielle, de donde llegaron muchas plantas, principalmente durante las guerras napoleónicas. Pero el Jardim Gabrielle estaba en Guayanas y el primer ejemplar que llegó a Brasil, en verdad, vino de las Islas Mauricio, del Jardim La Pamplemousse.[25]

De este ejemplar plantado en 1809, se dice, descienden todas las R. oleracea de Brasil, y le da su denominación de Palma Madre. La Palma Madre fue alcanzada por un rayo en 1872. Tenía en aquella época 38,7 m de altura.[18]​ El tronco fue preservado y se encuentra en exposición en el Museo Botánico de Río de Janeiro.[18]

Referencias

  1. a b c d R. Duno, G. Aymard, O. Huber, (2007), "Catálogo anotado e Ilustrado de la Flora Vascular de los Llanos de Venezuela", Fundación Empresas Polar, ISBN 980-379-157-5
  2. a b c d e f g h i j k August Braun (1996). El Chaguaramo, sus afinidades, sus características. Litho-Tip. ISBN 980-262-492-6. 
  3. a b c {{Libro Rojo de la Flora Venezolana, 1ra edición https://869789182725854870-a-lrfv-org-s-sites.googlegroups.com/a/lrfv.org/www/libro-rojo-de-la-flora-venezolana/roystonea_oleracia_var_oleracia.jpg?attredirects=0&auth=ANoY7cqhWArar_3AteB-tnYirXvd3Xw_C2znwozeR5apHi3W1kOAGtsH-30mLjxTeOPUUkJgmaBcrl2FgqP2wzxZlNxBysiLq2cvvU6rC8HygANOY9kLkS9Aj2pz8AI51V0y5p7EerHBZjvLkdSsf-pImk_nyq-4o7ErmafVCfk1uv08TMCW8b7os1NHKzat-w9TCpitF5RHb-k6yt_LXYykd8aFKJcJqfspNihWsLO7kDL0O8l4j-4CHSwjetEAGQ8CHXdVKtCW}} Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; el nombre «Libro_Rojo» está definido varias veces con contenidos diferentes
  4. a b c Roncal, Julissa; Scott Zona; Carl E. Lewis (2008). «Molecular Phylogenetic Studies of Caribbean Palms (Arecaceae) and Their Relationships to Biogeography and Conservation». The Botanical Review 74 (1): 78-102. doi:10.1007/s12229-008-9005-9.  Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; el nombre «Roncal2008» está definido varias veces con contenidos diferentes
  5. a b c d Jesús Hoyos y August Braun, (2001), "Palmas en Venezuela", Sociedad de Ciencias Naturales La Salle, ISNB: 980-235-036-2
  6. a b c d e f g h i j Zona, Scott (December de 1996). «Roystonea (Arecaceae: Arecoideae)». Flora Neotropica 71: 1-35.  Parámetro desconocido |quotes= ignorado (ayuda);
  7. «Gobierno en Línea: Estado Yaracuy». Centro Nacional de Tecnología de Información. Consultado el 29 de mayo de 2009. 
  8. a b c d e f g h Jesús Hoyos F. (1985). "Flora Emblemática de Venezuela". Editorial Armitano, Caracas. ISBN 980-216-008-3
  9. «Estado Yaracuy». Red Nacional Escolar. Consultado el 29 de mayo de 2009. 
  10. a b Jacquin, Nicolai Josephi (1763). Selectarum Stirpium Americanarum Historia, in Qua Ad Linnæanum Systema Determinatæ Descriptæque Sistuntur Plantæ Illæ, Quas in Insulis Martinica, Jamaica, Domingo, Aliisque et in Vicinæ Continentis Parte Observavit Rariores; Adjectis Iconibus in Solo Natali Delineatis. p. 278. 
  11. José Antonio del Cañizo (2002). Palmeras. Ediciones Mundi-Prensa. ISBN 84-7114-989-3. 
  12. Zona S. & Henderson A., 1989, "A review of animal-mediated seed dispersal of palms. Selbyana 11:6-21
  13. Rodolfo Bastidas y Yanet Zavala (1995). Principios de Entomología Agrícola. Ediciones Sol de Barro. ISBN 980-245-006-5. 
  14. «Bursaphelenchus cocophilus pest information» (en inglés). Robin M., Gilblin-Davis, Paul S. Lehman Renato Inserra. Consultado el 30 de mayo de 2009. 
  15. a b Norberto Maciel, (2001) "Emergencia de la Palma Real Venezolana en Función de Condiciones Variables del Fruto y la Semilla", Revista Bioagro 13
  16. "El Cultivo de Palmas en el Trópico", Tipografía Cervantes. Caracas, año 1988 67p.
  17. "Palms Throughout The World". Smithsonian Institution Press. 1994
  18. a b c d Palma Mater Jardim Botânico do Rio de Janeiro
  19. Búsqueda de Roystonea oleracea en la lista roja del IUCN, en inglés.
  20. Kerman B., Monje C., Hildebrand P., 2006, "Report on Tropical Forest and Biological Diversity, USAid/Colombia Country Strategy Statement FY 2006 to 2010" Ver_Documento
  21. «Roystonea oleracea». Royal Botanic Gardens, Kew: World Checklist of Selected Plant Families. Consultado el 7/4/2009. 
  22. Cook, O.F. (1900). «The Method of Types in Botanical Nomenclature». Science 12 (300): 475-81. PMID 17750859. doi:10.1126/science.12.300.475.  Parámetro desconocido |quotes= ignorado (ayuda)
  23. Cook, O.F. (1901). «A Synopsis of the Palms of Puerto Rico». Bulletin of the Torrey Botanical Club 28 (10): 525-69. doi:10.2307/2478709.  Parámetro desconocido |quotes= ignorado (ayuda)
  24. Asmussen, Conny B.; John Dransfield; Vinnie Deickmann; Anders S. Barfod; Jean-Christophe Pintaud; William J. Baker (2006). «A new subfamily classification of the palm family (Arecaceae): evidence from plastid DNA phylogeny». Botanical Journal of the Linnean Society 151 (1): 15-38. doi:10.1111/j.1095-8339.2006.00521.x.  Parámetro desconocido |quotes= ignorado (ayuda);
  25. a b D'ELBOUX, Roseli Maria Martins. Uma promenade nos trópicos: os barões do café sob as palmeiras-imperiais, entre o Rio de Janeiro e São Paulo, Anais do Museu Paulista, v. 14, n.º 2, 2006.
  26. JOBIM, Leopoldo C. Os Jardins Botânicos no Brasil Colonial. Lisboa: Biblioteca do Arquivo do Museu de Lisboa, v. 2, n° 1, 1986, p.91
  27. DEAN, Warren. A ferro e fogo: a história da devastação da Mata Atlântica brasileira. São Paulo, Cia das Letras, 1996, p. 143.

Bibliografía

Enlaces externos