Charango

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Charango
Características
Clasificación Instrumento de cuerda
Instrumento de cuerda pulsada
Instrumentos relacionados Guitarra, bajo, cuatro venezolano, mandolina, requinto, Guitarra Andina, Vihuela Andina.
Músicos Charanguistas

El charango es un instrumento de cuerda, originario de los Andes de plena vigencia en áreas culturales influenciadas por los quechuas y aymaras. Posee cinco cuerdas dobles, aunque hay variaciones con menos o más cuerdas, pero casi siempre en cinco órdenes o juegos.

Historia

Charango hecho con un armadillo, en el Museo de la Música de Barcelona

El charango nace de la modificación de un instrumento de cuerda de origen europeo en la región altiplánica de los Andes durante la época colonial. Generalmente se menciona la mandolina como el instrumento en que se basó la confección del charango, pero también se señala la vihuela como la base para su construcción.

Si bien el proceso de creación del charango debe haber ocurrido durante el siglo XVI o XVII —etapa tardía de la colonización española—, es del siglo XIX el primer registro que se tiene de su uso.

Es así como en las portadas de varias iglesias del siglo XVIII, en el departamento de Puno Perú (1,757), departamento de Potosí que hasta 1776 pertenecía a la Real Audiencia de Charcas, aparecen figuras o imágenes del charango. El inca Garcilaso de la Vega (1539-1616) graficó en sus obras la utilización de este instrumento. En un documento escrito en 1814 un clérigo de Tupiza, Bolivia, al referirse a los charangos, dice que son «unos guitarrillos muy suyos, que por acá se llaman charangos». Turino, por su parte, ha ubicado representaciones de sirenas tocando posibles charangos en algunas iglesias coloniales de mediados del siglo XVIII en el altiplano boliviano y peruano, lo cual dataría el instrumento en una fecha más temprana.

Durante el siglo XX aparentemente el charango solamente se tocaba en las regiones rurales, y era muchas veces despreciado por los habitantes de las ciudades, considerado un «instrumento de indios». En 1900 fue ingresando al ámbito urbano; en 1944 el boliviano Mauro Núñez empezó a divulgar la música folclórica con charango y también a renovar la música de este instrumento. Mauro Núñez también se dedicó a la fabricación de charangos bolivianos. Posteriormente se fueron creando unos estilos propio en la música andina hasta hoy, llevando el charango a las salas de concierto.

A partir de 1950 Jaime Guardia empezó a difundir la música de charango de Ayacucho, en el Perú, con mucho éxito.[1]

También para la década de los 50 empezaría a difundirse con éxito la música de charango en Ecuador.

En los años cincuenta y sesenta se empezó a popularizar el charango en Argentina y Chile, y también en Francia y otros países europeos.

A partir de los años sesenta, músicos y grupos de Argentina y Perú (como Jorge Milchberg ), y de Bolivia (como Ernesto Cavour)[1] con Los Jairas y los hermanos Arguedas (Bolivia Manta), William Ernesto Centellas,[2]Eddy Navía, con sus giras llevaron la música del charango a toda Europa, los Estados Unidos y Japón.

En La Paz (Bolivia), el 6 de abril de 1973, bajo la iniciativa fundamental de William Ernesto Centellas,[2]​ contando con la colaboración de Abdón Caméo y Ernesto Cavour Aramayo,[3]​ fue constituida la Sociedad Boliviana del Charango, que desde 1997, cada dos años organiza el Congreso Nacional del Charango, junto al evento Encuentro Internacional de Charanguistas.

En Bolivia se reconoce a la ciudad de Potosí como lugar de origen "cuna del Charango", mientras que por su difusión histórica y contemporánea la población de Aiquile tiene el designio de "capital del Charango". Desde 1984, en Aiquile se realiza el festival internacional del charango, que reúne a interpretes y fabricantes nacionales e internacionales de este instrumento.[4]

En el pasado, el charango era elaborado de madera y caparazón de armadillo. Actualmente, y para no sacrificar estos animales, es elaborado de madera completamente o inclusive de papel, con el propósito de evitar la extinción de los armadillos.

Posible origen

El charanguista boliviano Ariel Villazón propone que el charango se originó como resultado de una variante directa del timple de las islas Canarias; es decir que el charango es un timple canario modificado. Las similitudes con la vihuela y la mandolina no parecen ser tan contundentes como las que tiene con el timple canario. Su hipótesis se basa en tres puntos clave: primero, la construcción y el tamaño son idénticos; segundo, las notas son las mismas en algunas de sus afinaciones; y por último, el propio término "charango" proviene de las charangas españolas, que son parecidas a las tunas o comparsas. Posiblemente los emigrantes canarios solían interpretar en sus comparsas (charangas) acompañados de timples. De ahí el nombre de «charango». Otra coincidencia adicional y clara se puede observar en la forma abombada de la caja de resonancia del instrumento. También sugiere que la evolución desde el timple al charango se dio cuando los materiales para encordar cambiaron de fibras animales a nylon y otros. Seguramente a algún constructor se le ocurrió, al sustituir las cuerdas de tripa de gato por las de nylon, duplicar la cantidad de cuerdas para mejorar su sonoridad, siendo la única novedad la MI octava del centro.

Fabricación

El charango más difundido, entre cejuela y puente tiene una distancia de 37 cm. Existen también charangos muy pequeños (walaycho, maulincho, chillador) y charangos grandes (ronroco, khonkhota, charango mediano o mediana).

Características

Por lo general el charango tiene cinco órdenes dobles, es decir, cinco pares de cuerdas, aunque en Perú, en la zona de Ayacucho, se estila cuatro órdenes simples: dos a cada extremo, y uno doble, "octaveado", en medio. Los de caja cavada (o "laukeado", por su parecido al laúd), son más comunes en la zona de Bolivia, mientras que en Perú son laminados, por lo que comúnmente se dice que parece una pequeña guitarrilla.

Pero por la inmensa variedad de tipos de charango, no se pueden generalizar las características de construcción.

En Bolivia, desde los años sesenta del siglo XX, se han vuelto populares tres tamaños: el walaycho (50 cm), el charango (quirquincho o urbano) (60 cm) y el ronroco (75 cm). Otros tamaños se dan como variaciones regionales, o como resultado de experimentos acústicos de ciertos intérpretes. Las variaciones en tamaño van desde la mitad de un walaycho, hasta el de una guitarra española. En Bolivia, los artesanos del charango han desarrollado un gran número de diseños, que varían de la esbelta forma en ocho hasta modelos estilizados y angulares. Incluso han desarrollado modelos similares a la guitarra eléctrica.

En el Perú, tanto como en Bolivia, existe una gran variedad de tipos de charango, y en las áreas rurales se encuentran también charangos fabricados de calabazas, variados números de cuerdas, diferentes tamaños y formas. En Lima, donde se dan también las manifestaciones culturales de todo el país, este instrumento es muy utilizado tanto en el folclore nacional como en grupos y orquesta de música moderna; no obstante, el tipo de charango más difundido en esta metrópolis es de origen boliviano y fue difundido por grupos como los Payas, los kjarkas y otros grupos de los años 60.

Elementos

Denominación de las partes del charango
Charango bolibiano
Charango

Caja acústica, mástil, clavijero, cuerdas de nylon y/o de metal.

Caja acústica

El charango puede tener varios tipos de caja de resonancia: la de armadillo, la de madera ahuecada o "vaciado" y la de madera laminada. Tradicionalmente estaba hecha con el caparazón de un armadillo, típica de la zona altiplánica de Oruro y Potosí (Bolivia), hasta Puno y Cuzco (Perú); pero las investigaciones acústicas y las consideraciones respecto a la protección del armadillo, el cual está en peligro de extinción, han dado auge al uso de la madera en su fabricación.

  • Armadillo: El caparazón del armadillo (quechua: quirquincho) sirve de caja de resonancia para charangos de diferentes regiones andinas. Hoy día se encuentra este tipo de charango sobre todo en la región del norte boliviano (Potosí y Oruro), pero también existe en el Perú. El armadillo es una especie en proceso de extinción, y por lo tanto la exportación de productos de armadillo está prohibida.
  • Madera ahuecada o "vaciado": Caja de resonancia redonda, imitando al caparazón del armadillo, pero hecha de madera dura o semidura. A veces los artesanos adornan la caja con tallados preciosos. Se fabrican charangos de madera ahuecada de una sola pieza, o sea caja, mástil y clavijero ya no son partes separadas.
  • Madera laminada: Charango creado en Perú, que consiste en una caja construida de manera similar a la guitarra española.

Para la construcción del charango se emplean diferentes maderas, algunas son: alerce, algarrobo, caoba, carejeira, cedro, mara, naranjillo, nogal, palosanto, petereby, raulí.

Mástil

Está hecho de madera. Muchos Luthieres de charango, para el mástil, prefieren la madera «mara», por ser liviana y muy resistente a los cambios climáticos.

Clavijero

Está hecho de madera. Según el modelo, el clavijero está hecho para clavijas verticales (de madera o de metal) u horizontales (de metal).

Clavijas

Existen charangos con clavijas de metal (mecánicas) y también de madera. Sobre todo en áreas rurales, y por razones económicas, se ve mucho los charangos con clavijas de madera. Pero también en estas regiones quien puede obtiene clavijas de metal, que por lo general facilitan la afinación precisa del instrumento. Para fabricar clavijas de madera de calidad equivalente a las de metal, se necesita herramientas de costo muy elevado. Casi no se encuentran charangos con clavijas de madera de calidad superior.

Cuerdas

El charango cuenta con cinco pares de cuerdas. En las tablas a continuación se indica su ubicación en números romanos, comenzando por la primera (I) o más delgada hasta la quinta (V) o más gruesa. En la primera columna de la izquierda se muestra la afinación de cada una (esto último también en la tabla lateral derecha con pentagramas). Tradicionalmente las cuerdas del charango eran de tripa. Por razones económicas empezaron a usarse cuerdas de metal y a partir de la década de 1950 también cuerdas de nylon. Existen charangos con pares de cuerdas mixtas, de metal y de nylon.

Afinación

Selección de afinaciones del charango

[5]

Cuerdas al aire de un charango con temple natural.

La afinación de los diferentes charangos no es algo fijo, y varía según la región y el ejecutante.

  • La afinación más difundida es el «temple natural»: mi, la, mi, do, sol. El tercer par de cuerdas están a una octava entre sí, de tal modo que la octava inferior es la más cercana al segundo par de cuerdas y la octava superior es la más cercana al cuarto par de cuerdas.
  • Sobre todo para walaychos y chilladores se emplea el «temple diablo»: si, mi, si, sol, re, con ninguna cuerda octavada.
  • El ronroco se afina de diferentes maneras. Una es mi, la, mi, do, sol con los pares de cuerda do y sol octavados cada uno, mientras la cuerda grave de cada uno de estos dos pares puede ser la primera o la segunda.

Tabla que muestra la afinación natural mi, la, mi, do, sol de los primeros doce trastes:

Cuerda 1.er traste 2.º traste 3.er traste 4.º traste 5.º traste 6.º traste 7.º traste 8.º traste 9.º traste 10.º traste 11.er traste 12.º traste
I - Mi Fa Fa# Sol Sol# La La# Si Do Do# Re Re# Mi
II -La La# Si Do Do# Re Re# Mi Fa Fa# Sol Sol# La
III - Mi
(octavada)
Fa Fa# Sol Sol# La La# Si Do Do# Re Re# Mi
IV - Do Do# Re Re# Mi Fa Fa# Sol Sol# La La# Si Do
V -Sol Sol# La La# Si Do Do# Re Re# Mi Fa Fa# Sol

Tabla que muestra la misma afinación natural (E, A, E, C, G), pero en la notación inglesa

Cuerda 1.er traste 2.º traste 3.er traste 4.º traste 5.º traste 6.º traste 7.º traste 8.º traste 9.º traste 10.º traste 11.er traste 12.º traste
I - E[6] F F# G G# A A# B C C# D D# E
II - A A# B C C# D D# E F F# G G# A
III - E
(octavada)
F F# G G# A A# B C C# D D# E
IV - C C# D D# E F F# G G# A A# B C
V - G G# A A# B C C# D D# E F F# G

Diferentes tipos de charango

Su cuerda vibrante usualmente es de 37 cm. Tamaño regular. Por lo general está encordado con cuerdas de nylon. Afinación: temple natural.

Chango

Posee 20 cuerdas de nylon, que va en quintas paralelas; es decir, que dos cuerdas tienen el mismo sonido y tiene solamente un traste; es decir solo hace 20 sonidos. Es hecho con madera de caoba. Dispone de dos afinaciones: Temple diablo y temple natural, originario de Bolivia por los hermanos Shuarscovliente. Es más grande que el charango típico, con un tamaño total de unos 104 a 108 cm, y sus cuerdas miden entre 80 y 84 cm.

Walaycho

Denominación usada en Bolivia,[7]​ para un charango más pequeño que el charango tipo, hecho de madera ahuecada o de armadillo. Cuerda vibrante de metal de menos de 30 cm. Afinación: temple diablo.

Chillador

Chillador es el nombre usado en el sur del Perú para un charango más pequeño que el charango común, hecho de madera laminada o de armadillo. Cuerda vibrante de menos de 30 cm, cuerdas de metal. Afinación: temple diablo. El chillador lleva 12 cuerdas de metal en cinco órdenes, con el segundo y cuarto orden con tres cuerdas cada uno.

Ronroco

Desarrollo de los hermanos Hermosa de la agrupación Los Kjarkas de Cochabamba, Bolivia. Charango grande de aproximadamente 80 cm de tamaño total y de cuerda vibrante de hasta 60 cm. Afinación temple natural pero una octava más baja y con los órdenes cuatro y cinco octavados. También se le llama ronroco, principalmente en Argentina y Chile, al charango afinado cinco semitonos más grave que el charango estándar del temple natural si, mi, si, sol, re.

Sonko charango

Charango grande del tamaño de un ronroco, con forma de corazón (sonko significa ‘corazón’ en idioma quechua). Tiene trece o más cuerdas. Usa diferentes afinaciones. Se trata de un desarrollo nuevo que empezó en los años setenta, de Gerardo Yañez.[8]

Khonkhota

Se trata de un instrumento rústico de las regiones rurales de los departamentos de Potosí (norte), Oruro y Cochabamba. Su caja de resonancia está hecha en madera laminada. Tiene solamente cinco trastes. El tamaño total es 90 cm, la cuerda vibrante mide 65 cm. Lleva 8 cuerdas en 5 órdenes de los cuales el segundo y tercero consisten de una sola cuerda. De los órdenes de doble cuerda dos de los tres, o ninguno, está octavado. Una de varias afinaciones es mi, la, re, si, do.

Charango mediano o «mediana»

La mediana es un charango chuquisaqueño de las regiones rurales. Existe en varios tamaños entre 50 cm y 95 cm de tamaño total con la cuerda vibrante entre 33 cm hasta 65 cm. La mediana normal (tamaño grande) está afinada en temple natural pero una octava más baja que el charango común. Las dos cuerdas del tercer orden están afinadas una octava más baja que el primer orden.

Charango vallegrandino

De Vallegrande, Bolivia. Cuerda vibrante ca. 33 cm, tamaño total ca. 50 cm, 6 cuerdas. 4 órdenes. El primero y cuarto orden tienen cuerdas simples. Afinación: la, mi, do, sol.

Charango ayacuchano

Charango con caja de resonancia en madera laminada, con 6 cuerdas en 5 órdenes. Por lo general es más pequeño que el charango común. El tercer orden está octavado, los demás órdenes son de una sola cuerda. La afinación corresponde al temple natural.

Charango pampeño

Charango con caja de resonancia en madera laminada, utilizado en la región de Arequipa, Perú; con quince cuerdas en cinco órdenes. Las cuerdas son metálicas, existiendo dos afinaciones; la primera es do♯, fa♯,do♯, la, mi, octaveando la segunda cuerda del segundo orden; otra afinación es temple natural.

Charango de Moquegua

Tiene 20 cuerdas, cinco órdenes con cuatro cuerdas cada uno; el tercer orden está octavado.

Charango bajo

Su tamaño es de 155 cm. La cuerda vibrante es de 87 cm y la altura es de 82 cm. Su gran caja de resonancia es de madera laminada y posee 6 cuerdas (1 primera, 1 segunda, 2 terceras, 1 cuarta y 1 quinta). Su afinación es si, mi, si, si, sol, re (afinación en mi) escrita en clave de fa.

Hatun charango

El hatun charango peruano, de siete órdenes de cuerdas, fue diseñado por Federico Tarazona y construido en Lima por el luthier Fernando Luna, posee seis órdenes de cuerdas simples y un orden doble afinado a la octava como en el charango tradicional.

Algunos exponentes del charango

Galería

Tipos de Charango
Walaycho
Walaycho  
Charango tradicional
Charango tradicional  

Referencias

Bibliografía

  • Bellenger, Xavier: «Les instruments de musique dans les pays andins» (2éme partie), en el Bulletin de l'Institut Français d'Études Andines. Lima (Perú): 1981, 10 (1-2) págs. 23-50: ill., bibliogr. págs. 48-50, rés. (Fr., Esp).
  • Cavour Aramayo, Ernesto (editor): Instrumentos musicales de Bolivia. La Paz (Bolivia): 1994, 1999; depósito legal 4-1-544-93.
  • Cavour Aramayo, Ernesto: El charango: su vida, costumbres y desventuras. La Paz (Bolivia): Producciones CIMA, 1980, 2001; depósito legal 4-1-937-01.
  • Centellas Molina, William Ernesto (editor): Contribuciones al estudio del charango'. Sucre (Bolivia), 1999; depósito legal 3-1-1093-99.
  • Mendívil, Julio: «La construcción de la historia: el charango en la memoria colectiva mestiza ayacuchana», en la Revista Musical Chilena, julio de 2002, vol. 56, n.º 198, consultado el 24 de julio de 2007, págs. 63-78; ISSN 0716-2790.
  • Torres, Norberto Benjamín (compilación documental y edición): Mauro Núñez. Para el mundo.... Sucre (Bolivia), 2006; depósito legal 3-1-1799-06.

Notas

  1. CharangoPeru.com.
  2. a b «Centellas.com». 
  3. «ErnestoCavour.com». 
  4. Manzaneda (28 de mayo de 2017). «Aiquile, orgulloso de su charango». Los Tiempos. Consultado el 1 de noviembre de 2017. 
  5. El Charango y Selección de Afinación en eso el 20/11/2006
  6. La Nota Mi es Baja que suene igual que D
  7. El charango usado en Bolivia, es de metal
  8. AiCharango.org Archivado el 28 de septiembre de 2007 en Wayback Machine. (el sonko charango).

Enlaces externos