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una raza menor de dioses de la fertilidad y representados como hombres jóvenes y mujeres de gran belleza que viven en bosques, cuevas o fuentes. Se les consideraba como seres de larga vida o inmortales y con poderes [[magia|mágicos]].
Los '''elfos''' son criaturas de la [[mitología nórdica]] y [[mitología germánica|germánica]] que originalmente fueron considerados una raza menor de dioses de la fertilidad y representados como hombres jóvenes y mujeres de gran belleza que viven en bosques, cuevas o fuentes. Se les consideraba como seres de larga vida o inmortales y con poderes [[magia|mágicos]].


== Etimología ==
== Etimología ==

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Los elfos son criaturas de la mitología nórdica y germánica que originalmente fueron considerados una raza menor de dioses de la fertilidad y representados como hombres jóvenes y mujeres de gran belleza que viven en bosques, cuevas o fuentes. Se les consideraba como seres de larga vida o inmortales y con poderes mágicos.

Etimología

La palabra elfo proviene del proto-germánico *albo-z, *albi-z, y del nórdico antiguo álfr, el alto alemán medio elbe.

La etimología primordial puede ser la raíz proto-indoeuropea *albh- que significa "blanco", del cual también proviene el latín albus "blanco".[1][2]

Los términos correspondientes en las lenguas germánicas son:

  • Germánico nórdico
  • Germánico occidental continental
  • Gótico *albs, plural *albeis

Elfos en la mitología nórdica

El dios Frey, señor de los elfos de la luz.
Archivo:Völund.jpg
El héroe Völundr el Herrero, el 'señor/sabio de los elfos' (vísi álfar), a veces relacionados con los enanos, apodados 'elfos oscuros' (dökkálfar).

Las descripciones más tempranas preservadas de los elfos provienen de la mitología nórdica. En nórdico antiguo eran llamados álfar (singular, caso nominativo: álfr), y a pesar de que no existen descripciones más antiguas o contemporáneas, la aparición de seres etimológicamente relacionados a los álfar en varios folklores posteriores, sugiere fuertemente que la creencia en elfos era común entre todos los pueblos germánicos, y que no sólo se limitaba a los antiguos escandinavos.

A pesar de que el concepto en sí mismo nunca está definido claramente en las fuentes existentes, los elfos parecen haber sido concebidos como seres humanoides poderosos y hermosos. Nunca se han registrado mitos sobre los elfos. Varios hombres famosos parecen haber sido elevados al rango de elfos luego de su muerte, como el rey Olaf Geirstad-Elf. El héroe herrero Völundr (o Völund) es identificado como 'señor, líder, o sabio de los elfos' (vísi álfa, de víss, "certero, sabio") en el poema Völundarkvida. Un segundo título de Völundr es más oscuro: álfa ljóði, donde la raíz apunta a la expresión poética ljóðr o lýðr, "un pueblo, gente, hombres".,[4][5]​ Este titulo se ha interpretado como "líder de los álfar", pero más probablemente como "uno del pueblo de los álfar", indicando que Völundr es uno de ellos y no simplemente un humano.[6]​ En la Saga de Thidrek una reina humana se sorprende al descubrir que el amante que la embarazó es un elfo y no un hombre. En la Hrólfs saga kraka un rey llamado Helgi viola y embaraza a una elfo mujer vestida de seda.

Consecuentemente, la cruza entre elfos y humanos es posible en la antigua creencia nórdica. La reina humana que tuvo un amante elfo dio a luz al héroe Högni, y la elfo mujer que fue violada por Helgi dio a luz a Skuld, quien se casó con Hjörvard, el asesino de Hrólfr Kraki. La Hrólfs saga kraka agrega que ya que Skuld era medio-elfo, era muy habilidosa en la hechicería (seid), y a tal punto que era casi invencible en la batalla. Cuando sus guerreros caían, ella los levantaba nuevamente para que continuaran luchando. La única manera de derrotarla era capturarla antes de que pudiera convocar a sus ejércitos, que incluían guerreros élficos.[7]

Hay también declaraciones en la Heimskringla y en la Þorsteins saga Víkingssonar de una línea de reyes locales que gobernaron Álfheim, que se correspondía con la provincia moderna sueca de Bohuslän y la provincia noruega de Østfold, y ya que tenían sangre élfica, se decía que eran más hermosos que la mayoría de los hombre.

La tierra gobernada por el rey Alf era llamada Alfheim, y toda su prole está relacionada a los elfos. Eran más hermosos que cualquier otra persona...[8]

El último rey es llamado Gandalf.[9]

Además de estos aspectos humanos, se los describe como seres semi-divinos asociados a la fertilidad y el culto a los ancestros. De esta forma, la noción de elfo se asemeja a la creencia animista en espíritus de la naturaleza y de los muertos, común a casi todas las religiones humanas; lo que también se corresponde con la antigua creencia nórdica en dísir, fylgjur y vörðar (espíritus seguidores y protectores). Como los espíritus, los elfos no estaban atados a limitaciones físicas y podían atravesar paredes y puertas, tal como sucede en Norna-Gests þáttr.

El historiador islandés Snorri Sturluson se refiere a los enanos (dvergar) como "elfos oscuros" (dökkálfar) o "elfos negros" (svartálfar); pero es incierto si esto refleja la creencia escandinava en su conjunto.[10]​ Se refiere a otros elfos como "elfos de la luz" (ljósálfar), lo cual se ha asociado a la conexión de los elfos con Frey, el dios del sol (de acuerdo a Grímnismál, Edda poética). Snorri describe las diferencias de los elfos de esta manera:

"Allí [en el cielo] hay un lugar que es llamado Hogar de los elfos (Álfheimr). Las personas que viven allí son llamadas elfos de la luz (Ljósálfar). Pero los elfos oscuros (Dökkálfar) viven bajo la tierra, y no se asemejan en apariencia a ellos - y tampoco se asemejan en la realidad. Los elfos de la luz son más brillantes que la apariencia del sol, pero los elfos oscuros son más negros que la oscuridad en sí." (Snorri, Gylfaginning 17, Edda prosaica)
"Sá er einn staðr þar, er kallaðr er Álfheimr. Þar byggvir fólk þat, er Ljósálfar heita, en Dökkálfar búa niðri í jörðu, ok eru þeir ólíkir þeim sýnum ok miklu ólíkari reyndum. Ljósálfar eru fegri en sól sýnum, en Dökkálfar eru svartari en bik."[11]

Mayor evidencia de la presencia de elfos en la mitología nórdica proviene de la poesía escáldica, la Edda poética y de las sagas legendarias. En ellas, los elfos están relacionados con los Æsir, particularmente por la frase común "Æsir y los elfos", que presumiblemente signifique "todos los dioses".[12]​ Algunos eruditos han comparado a los elfos con los Vanir.[13]​ Pero en Alvíssmál ("Dichos de Alvíss"), se considera a los elfos como seres distintos de los Vanir y los Æsir, como se revela por una serie de nombres comparativos en los cuales se da las propias versiones de varias palabras para los Æsir, los Vanir, y los elfos como reflejo de sus preferencias raciales individuales. Es posible que estas palabras marquen una diferencia de estatus entre los mayores dioses de la fertilidad, los Vanir, y los menores, los elfos. La Grímnismál cuenta que el Van Frey era el señor de Álfheim ("mundo de los elfos"), y hogar de los elfos de la luz. La Lokasenna cuenta como un gran grupo de Æsir y elfos se habían reunido en la corte de Ægir para un banquete. Había presente varios sirvientes de los dioses, como Byggvir y Beyla, que pertenecían a Frey, señor de los elfos, que eran probablemente elfos en sí, ya que no eran contados entre los dioses. Se mencionan también otros dos sirvientes, Fimafeng (asesinado por Loki) y Eldir.

Un poema de cerca de 1020, el Austrfaravísur ('Versos de viajes al este') de Sigvat Thordarson, menciona que, como cristiano, se le negó la entrada a una residencia pagana, en Suecia, porque se estaba llevando a cabo un álfablót ("sacrificio a los elfos"). Sin embargo, no se tiene más información confiable sobre a lo que un álfablót implica,[14]​ pero como otros blóts, es probable que incluyera ofrenda de alimentos.

Además, en la Saga de Kormák se evidencia la creencia de que sacrificar para los elfos podía curar graves heridas de combate:

Þorvarð se curó lentamente; y cuando se pudo parar fue a ver a Þorðís, y le preguntó qué podría ayudarle a curarse mejor.
"Hay una colina", le respondió, "no lejos de aquí, donde los elfos tienen su refugio. Hazte con el toro que mató Kormák, y enrojece la colina con su sangre, y haz un festín con su carne para los elfos. Así serás curado."[15]

Elfos germanos

Los elfos germanos originales (sajón antiguo alf; alto alemán medio: alb, alp; plural elbe, elber; antiguo alto alemán alb, del siglo XIII[16]​) se cree que eran ligeras criaturas que vivían en el cielo durante la era del paganismo germánico, y puede que haya incluido elfos oscuros o enanos subterráneos (ya que se entendía que eran similares a los álfr de la antigua mitología nórdica). En el folclore post-cristiano comenzaron a ser descritos como pícaros maliciosos que podían provocar enfermedades en el ganado y la gente, y además provocar malos sueños. La palabra alemana para pesadilla, Albtraum, significa "sueño de elfo". La forma arcaica Albdruck significa "agobio elfo"; se creía que las pesadillas eran provocadas por un elfo sentado en el pecho de una persona durmiendo. Este aspecto de las creencias germanas en los elfos se corresponde de manera similar con las creencias escandinavas en mara. También guarda cierta similitud con las leyendas sobre los íncubos y súcubos.[17]

En el folclore de Dinamarca y Suecia aparecen muy ocasionalmente reyes elfos, pero hay una predominancia de mujeres elfas. En la épica germana media de Nibelungenlied, un enano llamado Alberich juega un importante papel. Alberich cuyo nombre es literalmente "elfo soberano" contribuye aún más en la confusión entre elfos y enanos que viene ya desde la Edda prosaica. A través del francés Alberon, la palabra entró al idioma inglés como Oberón – rey de los elfos y las hadas en la obra de Shakespeare, El sueño de una noche de verano.

La leyenda de Der Erlkönig parece haberse originado en una época más reciente en Dinamarca y Goethe basó su poema en "Erlkönigs Tochter" ("La hija de Erlkönig"), una obra danesa traducida al alemán por Johann Gottfried Herder.

La naturaleza de Erlkönig ha sido tema de varios debates. El nombre traducido literalmente del alemán sería "rey Alder" más que su habitual traducción del inglés de, "rey elfo" (que sería en alemán Elfenkönig). Se ha sugerido en ocasiones que Erlkönig es un error de traducción de la fuente original danesa ellerkonge o elverkonge, que en este caso si significa "rey elfo".

De acuerdo al folclore germano y danés, el Erlkönig aparece como un presagio de muerte, de manera similar a banshee en la mitología irlandesa. A diferencia de banshee, el Erlkönig se le aparece solamente a un persona a punto de morir. Su forma y expresión dice a la persona que tipo de muerte tendrá: una expresión de sufrimiento indica una muerte dolorosa, una pacífica es señal de muerte tranquila e indolora. Este aspecto de la leyenda fue inmortalizado por Goethe en su poema Der Erlkönig, que más tarde sería musicalizado por Franz Schubert.

En la primera historia del cuento de hadas de los hermanos Grimm, Die Wichtelmänner, los protagonistas que dan título al cuento son dos pequeños seres que ayudan a un zapatero en su trabajo. Cuando recompensa su trabajo con pequeñas ropas, están tan encantados, que se alejan corriendo y nunca los vuelve a ver. Aunque los Wichtelmänner son similares a seres como los kobolds, enanos y brownies, los protagonistas del relato han sido traducidos en ocasiones como elfos.

Variaciones de los elfos germanos en el folclore incluye a la gente de los árboles[18]​ y las damas blancas. Jacob Grimm no los asocia directamente con los elfos, pero otros investigadores ven una posible conexión a los brillantes elfos de luz de los antiguos nórdicos.[19]

Los elfos de la fantasía literaria

En novelas de fantasía y folclore, los elfos son frecuentemente descritos como gente pequeña con orejas puntiagudas y personalidades traviesas. Además, en la visión más moderna son imperceptibles, y viven en los bosques y otros lugares naturales; así, se los mezcla con duendes y otros seres faéricos tradicionales,

En su versión literaria moderna, son longevos (pueden vivir milenios) y tienen poderes mágicos, que usan para proteger la naturaleza. Se cuenta que la raza élfica ha precedido a la Humanidad (J. R. R. Tolkien) en un gran número de milenios. Viven en sociedades análogas a las humanas, con reyes a quienes están sometidos. Aman el juego, la danza y el canto. A menudo pasan la noche entera en rondas infatigables que sólo interrumpe el canto del gallo, pues temen la luz del día y la mirada de los humanos. El que, de noche, en una llanura solitaria, se deja fascinar por la belleza de sus hijas y acepta entrar en su ronda, está perdido. Pero lo más frecuente es que sus danzas no tengan testigos; por la mañana se nota solamente en la hierba húmeda el rastro de sus pasos.

En alta fantasía, generalmente los elfos no son hostiles a los humanos, ya que los consideran inferiores y de poca importancia. A menudo desprecian a la especie humana como inferior y bárbara, del mismo modo que algunos miran a los animales de compañía y otros animales; el caso más extremo de eso podemos encontrarlo en los elfos de Pratchett, donde se trata de seres sin ningún tipo de empatia ni remoridimientos, que tratan a los humanos (y a todo en general, hasta a ellos mismos) como fuente de entretenimiento, sin darle demasiada importancia al tipo de entretenimiento que proporcionen (musica, danza, sujetos para torturar etc) También hay elfos oscuros (svartalfer en la mitología nórdica), los cuales son retorcidos y malignos. Los elfos son enemigos de los orcos y goblins, y suelen estar permanentemente peleados con los enanos.

La literatura moderna y los elfos

Manga - Elf

Los elfos son una raza fundamental dentro de la mayor parte de los mundos de fantasía medieval, apareciendo con frecuencia en la literatura fantástica. Algunas obras en las que aparecen elfos son:

Los elfos se describen como seres altos y de una belleza salvaje, de ojos grandes y profundos como los de un gato y con movimientos precisos y elegantes cual felino. En buena parte de estas historias son guerreros expertos, frecuentemente buenos arqueros. Típicamente son de tamaño humano, como los mitológicos. Sin embargo, al tiempo que los mitos se olvidaban los elfos se empequeñecieron en tamaño, para volverse poco mayores que los duendes.

El comic book Elfquest de Wendy y Richard Pini fue un intento de evitar los clichés típicos de los elfos, localizándolos en un entorno inspirado por la mitología nativa americana.

Principales versiones modernas

En las obras de J. R. R. Tolkien

En las obras de J. R. R. Tolkien, los Elfos, que se llaman a sí mismos Quendi en quenya, son seres de gran poder, sabiduría y belleza; los primeros nacidos de los llamados hijos de Eru, ya que los Hombres serían los segundos en llegar al mundo, son concebidos en la tercera canción con la cual se creó el mundo, como se cuenta en el «Ainulindalë». Estos despertaron por primera vez cuando Varda, la Señora de los Cielos, una espíritu valië, encendió las estrellas y despertaron en Cuiviénen, región costera al oriente del mar interior de Helcar. Como lo primero que vieron fueron las estrellas, las aman sobre todas las cosas y adoran a Varda. Estos seres son inmortales, no pueden morir ni por enfermedad ni por vejez, aunque sí por violencia o, en casos extremos, de tristeza y así vuelven a las estancias de Mandos donde esperan el fin de los tiempos. Para Tolkien, los elfos son seres poderosos, excelentes músicos y artesanos, aunque solo los Noldor entre ellos pueden superar la maestría de los Enanos en la metalurgia; además los Elfos fueron las primeras criaturas en crear un lenguaje hablado y escrito, y en muchos casos los idiomas de la Tierra Media derivan de ellos. En algunos momentos se alían con los Hombres para enfrentar un enemigo común, pero por lo general prefieren tener poco trato con ellos. Según la obra de Tolkien, estos seres se encuentran «atados al mundo», y al contrario que los Hombres que tienen los dones de poder labrar su propio destino y de la mortalidad, su destino está ligado a la canción que creó al mundo.

En la serie de Harry Potter

En la serie de Harry Potter aparecen los elfos domésticos, fieles sirvientes de magos y brujas de la alta sociedad mágica, obedeciendo incondicionalmente los deseos y órdenes de sus amos. Tienen poderes mágicos, y portan vestimentas sucias y descuidadas. Estos son reprimidos y consideran una gran vergüenza ser liberados, pero pueden ser liberados si su amo les regala una prenda de vestir, como en el segundo libro de Harry Potter él se las ingenia para poner un calcetín en un libro y así liberar a uno.

Hay tres principales en esta saga:

En Warhammer Fantasy

Warhammer Fantasy es un juego de rol de la compañía Games Workshop, en él hay tres tipos de elfos:

Altos Elfos
Se autodenominan Asur, y fueron la segunda raza creado por los míticos Ancestrales, después de los Hombres Lagarto. Son altos, esbeltos, ágiles, sabios y hábiles. Su raza está en decadencia, aunque aún conservan gran parte de su poder. Viven en Ulthuan, una isla en medio del Gran Océano, entre las tierras oscuras de Naggaroth y el Viejo Mundo, donde habitan los Hombres. La isla se divide en varios reinos autónomos, unidos por la figura del Rey Fénix, que actualmente es Finubar, y la Reina Eterna, cargo que recae en Alarielle, quienes co-gobiernan como una biarquía a los Asur.
Defendieron, junto a los Enanos, el mundo en los albores del tiempo, cuando el Caos quiso apoderarse de él. Las hordas de demonios del Caos fueron detenidas y los Elfos perdieron a su mayor héroe, Aenarion, que luchó contra las más terribles bestias demoníacas.
Sufrieron una guerra civil (la Secesión) cuando un grupo de Altos Elfos se corrompió. Entonces los Elfos Oscuros, como serían llamados, fueron exiliados. Ahora, grandes hechizos de inconmensurable poder mantienen a flote la isla de Ulthuan.
Elfos Oscuros
También llamados Druchii, son pálidos, morenos y crueles. Viven en Naggaroth, la Tierra del Frío, organizados en ciudades semi autónomas, y reina sobre los Druchii el Rey Brujo Malekith, hijo del héroe Aenarion, corrupto por su malvada madre Morathi. Ella inició en Ulthuan el culto a un dios del Caos, Slaanesh, y extendió el credo por todo el reino oriental de la isla. La Secesión fue la cruel guerra civil que terminó con la expulsión de los Elfos Oscuros a las inefables tierras de Naggaroth, donde esperan su venganza.
Su sociedad es despiadada. El asesinato es regla común y el Rey Brujo no se mete en las disputas familiares.
Elfos Silvanos
Cuando los Altos Elfos fundaron colonias en el Viejo Mundo, iniciaron relaciones amistosas con los Enanos. Pero una partida de guerra de los Elfos Oscuros atacó a los Enanos, y éstos no diferenciaron las dos razas, y comenzó la Guerra de la Barba entre Elfos y Enanos. Cuando terminó, con un resultado indeciso, aunque los Elfos fueron quienes se retiraron, algunos de ellos no quisieron dejar la tierra en que habían vivido. Se instalaron en profundos bosques y comenzaron a desarrollar creencias, lenguaje y tradiciones propias. Los Asrai, como se denominan, son rápidos, astutos, gustan de tender emboscadas en sus reinos forestales en el gran Bosque de Athel Loren, y son mezquinos y reservados. No permiten la entrada a sus reinos de nadie que no goce de su permiso, y si no es así, los intrusos mueren víctimas de las trampas o las flechas. Están en armonía con el bosque y se relacionan con los espíritus de los árboles.
Reinan en Loren Orión, encarnación de Kurnous, dios de la caza, y Ariel, encarnación de la madre tierra, Isha. Sus peores enemigos son los Hombres Bestia, seres mutados por los poderes del Caos que corrompen los bosques del mundo.

En El Legado

Una copia de la tradición de Tolkien.

Aquí, los elfos son seres diestros con la magia, que tienen gran habilidad y fuerza, y nunca mueren de viejos. Esta última característica la obtuvieron de los dragones, pues antes vivían tanto como los humanos.

Cuando los elfos llegaron en sus barcos de plata a Alagaësia, entraron en Du Fyrn Skulblaka (la guerra con los dragones). Esta guerra comenzó cuando un elfo cometió el error de cazar a un dragón como si fuera un animal común y corriente. Los dragones, enojados, mataron al elfo. Pero esto no paró ahí, los dragones atacaron a los elfos y estos trataron de terminar con la guerra, pero no hallaron manera de comunicarse con los dragones. Y los elfos tuvieron que atacar para sobrevivir. Y esta guerra habría durado mucho más si un elfo llamado Eragon (que no es el protagonista de la saga) no hubiera encontrado un huevo de dragón.

Nadie sabe cómo apareció el huevo ahí, bueno el caso es que Eragon y su dragón terminaron con la guerra, pero ninguna de las razas se podían permitir otra guerra, pues acabarían destruyéndose mutuamente. Era inevitable que se iniciara otra guerra, y la única solución era vincular a las dos razas a través de la magia.

Crear el hechizo llevó nueve años, y cuando lo terminaron se reunieron los dragones y los elfos y pusieron el hechizo, fundiendo las armas de elfos y dragones. Los dragones ganaron el uso del lenguaje y otras herramientas de la civilización, y los elfos su longevidad. Luego, cuando llegaron los humanos, fueron añadidos al hechizo.

Son inmortales y solo mueren por enfermedades de carne.

Otros medios

Videojuegos

El mundo de los videojuegos ha contribuido enormemente a dar a conocer la imagen japonesa de los elfos: seres muy bellos de enormes orejas puntiagudas. Dentro de esta rama de la mitología élfica destacan:

The Legend of Zelda

Su protagonista, Link, es muy parecido a un elfo, pertenece a la raza de los Hylians que habitan Hyrule, que tienen las orejas de punta, por eso son fácilmente confundidos por elfos.

Final Fantasy & Lineage II
Recoge la idea japonesa por excelencia de los elfos.
Everquest
Recoge la tradición de Tolkien de elfos nobles silvanos, agregando a los elfos oscuros de D&D.
Heroes of Might and Magic
Se remonta a sus raíces escandinavas de seres silvestres y siempre alineados con la naturaleza.
Kingdom Under Fire
En este se presenta a los elfos oscuros como altos elfos (debido a su estatura considerablemente mayor que la de los elfos de la luz), y se les presentan como sociedades de guerreras amazonas con una participación casi nula de los varones. En esta historia aparecen gobernados por vampiros y por seres mitad elfo nocturno mitad vampiro (odiados y menospreciados por las dos razas).

También en este juego se presenta una clase de elfos rubios hermosos gobernando el reino de arein y son distintos a los elfos oscuros mencionados anteriormente.

Warcraft

Los elfos de Warcraft se basan en la mitología de D&D, la escandinava y la nipona, caracterizándose por sus largas cejas y orejas -éste último rasgo es compartido con los elfos del manga japonés.

Se distinguen cuando menos cuatro subrazas de elfos:

Elfos nocturnos
Primeros elfos en el mundo de Warcraft, protectores de Nordrassil que durante miles de años fueron inmortales hasta el fin de la Tercera Guerra. Son muy buenos guerreros, más altos que los humanos y musculosos, el color de su piel es violácea, sus orejas son más largas e inclinadas que las de los otros elfos. También son magníficos druidas, por su estrecha relación con los espíritus del bosque y los ancestros (seres arbóreos semejantes a los ents) han desarrollado una cultura dedicada a la naturaleza y a la protección de la vida, lo cual se refleja en su aspecto salvaje. Son seres nocturnos, por lo que son especialmente aptos para vivir en la noche, mientras adoran a la diosa de la luna Elune.
Altos elfos
Elfos tentados por el manejo de la magia arcana y supervivientes de la antigua clase alta de la sociedad de elfos nocturnos. Adoptaron tras su exilio en el reino de Quel'thalas una vida diurna alrededor de su fuente de magia, el Pozo del Sol. Su aspecto es semejante al de un humano, sólo que de menor tamaño y complexión más débil respecto a los elfos nocturnos, rubios, de cejas muy largas y orejas puntiagudas. Han desarrollado una cultura que mezcla la vida en los bosques con el uso de la magia. Sus élite de guerreros son los montaraces, expertos arqueros, aunque también los altos elfos son excelentes en el dominio de la magia arcana.
Elfos de sangre
Cuando el Pozo del Sol fue corrompido en la Tercera Guerra a manos del Azote, los altos elfos sufrieron un síndrome de abstinencia de magia arcana y necesitaron buscar nuevas fuentes de magia. Aquellos que encontraron alivio a su adicción en la energía demoníaca se volvieron más arrogantes y agresivos, convirtiéndose en elfos de sangre, bautizados así por el príncipe elfo Kael'Thas Sunstrider. Aunque todavía son físicamente iguales a los altos elfos, los elfos de sangre han desarrollado habilidades especializadas para absorber la magia de sus presas y se separaron de la Alianza; algunos elfos se aliaron a la Horda y otros a las fuerzas de Illidan y sus naga.

Magic: el encuentro

En este juego hay una gran gama de elfos como los de wirewood, fellwood, etc.

Referencias

  1. Hall, Alaric Timothy Peter. 2004. The Meanings of Elf and Elves in Medieval England (Ph.D. University of Glasgow). pp. 56-57.
  2. IE root *albh-, en "American Heritage Dictionary of the English Language 2000". [1]
  3. El masculino Elb es reconstruido del plural por Jacob Grimm, Deutsches Wörterbuch, quien rechaza Elfe como un anglicismo reciente (en 1830).
  4. Old Norse Online
  5. Alaric Hall (2007). Elves in Anglo-Saxon England: Matters of Belief, Health, Gender and Identity (Anglo-Saxon Studies, 8). Boydell & Brewer: Cambridge.
  6. Alaric Hall (2007). Elves in Anglo-Saxon England: Matters of Belief, Health, Gender and Identity (Anglo-Saxon Studies, 8). Boydell & Brewer: Cambridge.
  7. Setr Skuld hér til inn mesta seið at vinna Hrólf konung, bróður sinn, svá at í fylgd er með henni álfar ok nornir ok annat ótöluligt illþýði, svá at mannlig náttúra má eigi slíkt standast.[2]
  8. Traducción libre de la versión inglesa Þorsteins saga Víkingssonar (original en nórdico antiguo: Þorsteins saga Víkingssonar). Capítulo 1.
  9. Saga de Harald Fairhair en Heimskringla.
  10. Hall 2004, pp. 31-35
  11. Sturluson, Snorri. Edda prosaica, Traducción de Rasmus B. Anderson (1897). Capítulo 7.
  12. Hall 2004, pp. 37-46
  13. Hall 2004, pp. 43-46
  14. Hall 2004, p. 40
  15. Traducción libre del inglés "The Life and Death of Cormac the Skald" (Original en nórdico antiguo: Kormáks saga). Capítulo 22.
  16. Marshall Jones Company (1930). Mythology of All Races Series, Volume 2 Eddic, Great Britain: Marshall Jones Company, 1930, pp. 220.
  17. Hall 2004, pp 125-26
  18. Thistelton-Dyer, T.F. The Folk-lore of Plants, 1889. Disponible en línea por Project Gutenberg.
  19. Grimm, Jacob (1835). Deutsche Mythologie; de la edición inglesa de Grimm's Teutonic Mythology (1888); Disponible en línea por Northvegr 2004-2007, cap. 32, pp. 2,3; Marshall Jones Company (1930). Mythology of All Races Series, vol. 2 Eddic, Great Britain: Marshall Jones Company, 1930, pp. 221-222.

Véase también

Enlaces externos