Tachyglossidae

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Equidnas

Equidna común (Tachyglossus aculeatus)

Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Superclase: Tetrapoda
Clase: Mammalia
Subclase: Prototheria
Orden: Monotremata
Suborden: Tachyglossa

Tachyglossidae es una familia de mamíferos monotremas pertenecientes al orden Monotremata, conocidos comúnmente como equidnas. Actualmente existen cuatro especies: el equidna de hocico corto (T. aculeatus), el zagloso occidental (Z. bruijni), el zagloso de Barton (Z. bartoni) y el zagloso de Sir David (Z. attenboroughi).

Los equidnas deben su nombre a la ninfa mitológica madre de todos los legendarios monstruos de la Grecia Clásica. Tienen el cuerpo cubierto de espinas, lo que unido a la dieta que llevan, mayoritariamente insectívora, y en algunos casos con predilección por las hormigas y termitas (mirmecofagia), les ha valido el nombre de «hormigueros espinosos». Los equidnas evolucionaron hace entre 20 y 50 millones de años, descendiendo de un monotrema parecido a un ornitorrinco.[1]​ Este antepasado era acuático, pero los equidnas se adaptaron a la vida terrestre.[1]

Etimología

Los equidnas llevan el nombre de Equidna, una criatura de la mitología griega que era mitad mujer, mitad serpiente, ya que se percibía que el animal tenía cualidades tanto de mamíferos como de reptiles. Una explicación alternativa es una confusión con (del griego antiguo: ἐχῖνος [ekhînos] ‘erizo, erizo de mar’).[2]

Área del equidna

Taxonomía

En la actualidad se reconocen dos géneros vivientes, con solo cuatro especies:[3]

Características

Son animales de cuerpo compacto, cubierto de un denso pelaje del que sobresalen largas púas empleadas como método de defensa. Normalmente, miden entre 35 y 45 centímetros de largo, con una cola de 10 centímetros, y un peso promedio de 2 a 7 kilogramos. Los machos son por regla general de mayor tamaño que las hembras.

El cráneo es largo y redondeado, la cara larga con la mandíbula inferior poco desarrollada, constituida por dos delgados y largos huesos. Su dieta, constituida por insectos y lombrices, determina un aparato bucal tubular de estrecha abertura, provisto de una larga lengua pegajosa que puede alcanzar 20 centímetros de longitud, con la que atrapan el alimento, que, al carecer de dientes, será triturado con unas espinas córneas situadas en el paladar al final de la boca. Para localizar los alimentos, además de un agudizado sentido del olfato, están dotados de electrorreceptores táctiles en el rostro con los que les resulta fácil hallar las colonias de hormigas y termitas.

Son poderosos excavadores que emplean pies y manos para construir galerías y oquedades o escarbar en la tierra en busca de alimento. Para ello sus extremidades poseen manos y pies cavadores dotados de poderosas uñas. El segundo dedo de las extremidades posteriores es más largo y lo emplean para rascarse y limpiarse el pelo y la piel.

Los machos y algunas hembras, poseen espolones tras la articulación de la rodilla, pero a diferencia de Ornithorhynchus sp., este animal no sintetiza ninguna sustancia tóxica, por lo que se desconoce la función real de los mismos.

Las hembras desarrollan un marsupio temporal mientras dura la incubación y la lactancia. El pene de los machos tiene cuatro cabezas, algo común entre reptiles pero raro en mamíferos. A pesar de ser mamífero, la cría del equidna nace a partir de huevos, ya que es uno de los dos mamíferos ovíparos, junto al ornitorrinco (Ornithorhynchus anatinus), que existen en la Tierra.

A diferencia de lo que se cree, los equidnas no hibernan como respuesta al frío. El estado de torpor al que se ven sometidos algunos ejemplares aislados, parece estar relacionado más bien con un proceso digestivo anómalo.

Al contrario de lo previamente investigado, los equidnas sí entran en sueño REM,[4]​ aunque solo cuando la temperatura del ambiente está alrededor de los 25 °C. A temperaturas de 15 °C y 28 °C, el sueño REM se suprime.[5]

Reproducción

La hembra pone un solo huevo. La incubación tarda diez días; el equidna joven succiona la leche de los poros de las dos glándulas mamarias (los monotremas no tienen pezones) y permanecen en la bolsa durante cuarenta y cinco a cincuenta días,[6]​ en dicho tiempo comienzan a desarrollar las espinas. La madre cava una madriguera y deposita al pequeño, retornando cada cinco días para amamantarlo hasta el destete, que es a los siete meses.

Los equidnas machos tienen un pene tetracapitado, pero solo dos de las cabezas se usan durante el apareamiento. Las otras dos cabezas "se cierran" y no crecen en tamaño. Las cabezas usadas se intercambian cada vez que el mamífero copula.[7]

Referencias

  1. a b Phillips, MJ; Bennett, TH; Lee, MS (October 2009). «Molecules, morphology, and ecology indicate a recent, amphibious ancestry for echidnas». Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 106 (40): 17089-94. Bibcode:2009PNAS..10617089P. PMC 2761324. PMID 19805098. doi:10.1073/pnas.0904649106. 
  2. «echidna». Online Etymology Dictionary. Consultado el 23 de noviembre de 2014. 
  3. Wilson, Don E.; Reeder, DeeAnn M., eds. (2005). Mammal Species of the World (en inglés) (3ª edición). Baltimore: Johns Hopkins University Press, 2 vols. (2142 pp.). ISBN 978-0-8018-8221-0. 
  4. Alexander Bórleby (1993). El secreto del sueño. Siglo XXI. ISBN 9682318564. Consultado el 17 de junio de 2009. 
  5. SC Nicol, NA Andersen, NH Phillips, RJ Berger (11 de febrero de 2000), «The echidna manifests typical characteristics of rapid eye movement sleep», Neuroscience letters .
  6. Short-beaked echidna Archivado el 13 de agosto de 2009 en Wayback Machine. Arkive.org
  7. Shultz, N. (26 de octubre de 2007). «Exhibitionist spiny anteater reveals bizarre penis». New Scientist website. Consultado el 27 de octubre de 2006. 

Bibliografía

  • Feldhamer, G.A. (2003). Mammalogy: Adaptation, Diversity, and Ecology. San Francisco: McGraw-Hill. 
  • Flannery, T.F. and Groves, C.P. (1998) A revision of the genus Zaglossus (Monotremata, Tachyglossidae), with description of new species and subspecies. Mammalia 62, 367-396.
  • Vaughan, T., Ryan, J. y Czaplewski, N. (1999). Mammalogy. Philadelphia: Saunders College Publishing. 

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