Complejo de persecución cristiana
El complejo de persecución cristiana es una creencia según la cual los valores cristianos, e incluso los fieles de esta religión, son oprimidos por las autoridades de gobierno o por grupos sociales cultural y políticamente dominantes.[1] Esta idea es sostenida por ciertas iglesias protestantes estadounidenses,[2] algunas sectas fundamentalistas y también por los movimientos identitarios europeos.[3] En algunos artículos se emplea la expresión «complejo de persecución evangélico»,[4] o «de los cristianos americanos (entendiendo este demónimo como sinónimo de estadounidense)».[5] Por lo general se considera que es parte de las creencias de la llamada derecha cristiana.[6]
Cristianismo primitivo
[editar]Según la doctora Candida Moss, especialista en el estudio académico del Nuevo Testamento; el «complejo de persecución» ya aparece en el cristianismo primitivo, como parte de la identidad del movimiento.[7] En efecto, según Moss, la idea de persecución es fundamental para la cosmovisión del cristianismo, y crea la impresión de que los cristianos son una minoría que se enfrenta, en una especie de guerra sobrenatural, a la sociedad que los rodea. El elemento básico de esta percepción, es una interpretación de la sociedad en la cual existen dos antagonistas, a saber: los fieles, los santos, dirigidos por Dios y los incrédulos, o el mundo, bajo el imperio de Satanás; desde este punto de vista, es imposible que exista el diálogo, porque cualquier tipo de compromiso con el enemigo, es el fondo una traición a la soberanía divina.[8] Esta creencia, resalta, sigue vigente aun cuando los cristianos sean numéricamente mayoritarios.[9] En el mismo sentido, el historiador medievalista Paul Cavill argumenta que, según el Nuevo Testamento, las persecuciones son inherentes al cristianismo.[10]
Siglo XX y siglo XXI
[editar]Dado que es inherente a la identidad cristiana, es difícil identificar el origen del moderno «complejo de persecución cristiana»». Según Elizabeth Castelli,[11] algunos establecieron el punto de partida en los Estados Unidos de la segunda mitad del siglo XX, luego de una serie de sentencias judiciales que declararon que los lugares públicos estaban fuera del alcance de la actividad religiosa (por ejemplo, la oración de la mañana en las escuelas).[12] Tomó auge, sin embargo, en la década de 1990 con la adopción de la Ley de Libertad Religiosa. Unos años más tarde, los ataques del 11 de septiembre impulsaron su desarrollo. Este complejo "moviliza el lenguaje de la persecución religiosa para erradicar el debate y la crítica política al caracterizar cualquier posición que no esté alineada con esta versión politizada del cristianismo como un ejemplo de intolerancia y persecución antirreligiosas. Además, despliega rutinariamente la figura arquetípica del mártir como fuente de autoridad política y religiosa incuestionable".[13]
El concepto de que el cristianismo está siendo oprimido es popular entre los políticos conservadores en la política contemporánea de los Estados Unidos, y utilizan esta idea para abordar cuestiones relacionadas con las personas LGBT o el mandato anticonceptivo de la Ley del Cuidado de Salud Asequible, que ellos perciben como un ataque contra el cristianismo.[14] El Tribunal Supremo de Burwell v. Hobby Lobby Stores, Inc. rechazó la aplicación del mandato anticonceptivo a las corporaciones estrechamente controvertidas con objeciones religiosas.
Hornback señala que el complejo de persecución cristiana está muy extendido entre los nacionalistas en Europa, que sienten que están defendiendo al continente de una nueva invasión islámica.[3] Stavrakopoulou explica que los avances del secularismo, como el abandono del catecismo en las escuelas públicas, es percibido por algunos cristianos como persecución.[15]
El complejo de persecución cristiana tiene un impacto en la cultura popular, con películas que "imaginan a cristianos enfrentados prevaleciendo contra la oposición secularista".[16] David Ehrlich, un crítico de cine, describe cómo el complejo de persecución es alimentado por películas y multimedios como la saga "God's Not Dead".[17]
En una conversación en el Congreso Humanista Británico de 2014, Stavrakopoulou sugirió que algunos fundamentalistas cristianos perciben el avance del secularismo como una amenaza, y que esto puede aumentar la percepción de un complejo de persecución.[18]
Algunos nacionalistas blancos contemporáneos promueven una narrativa de persecución occidental contra los cristianos, argumentando que ellos, en lugar de las poblaciones minoritarias o inmigrantes, son atacados y marginados mucho más a menudo.[19]
Véase también
[editar]Referencias
[editar]- ↑ Hoover, 2015, p. 23: According to Hoover Linda "...Castelli (2007) believed the reluctance to self-disclose could be the “Christian persecution complex” (p. 156), an ideology that Christian values are unfavorably targeted by social and governmental opposition..."
- ↑ Kim, Grace Ji-Sun; Shaw, Susan M. (12 de mayo de 2017). «Christians In The U.S. Are Not Persecuted». HuffPost (en inglés). Consultado el 30 de marzo de 2020.
- ↑ a b Hornback, 2018, p. 286: Afterword: White Nationalism, Trolling Humor as Propaganda, and the “Renaissance” of Christian Racism in the Age of Trump. "In so doing, he, his speech writers, and advisors were pandering to the rising Christian white nationalist persecution complex in Poland and throughout Europe, giving voice to a message that Western Christianity—and Europeans—will defeat fundamentalist Islamism. He even concluded with an overt call to a modernday Crusade: “So together, let us all fight like the Poles, for family, for freedom, for country, and for God.”"
- ↑ Noble, Alan (4 de agosto de 2014). «Why Do Evangelicals Have a Persecution Complex?». The Atlantic (en inglés estadounidense). Consultado el 30 de marzo de 2020.
- ↑ Cyzewski, Ed (18 de abril de 2017). «Are American Christians really being persecuted – or are they just being manipulated?». www.christiantoday.com (en inglés). Consultado el 30 de marzo de 2020.
- ↑ Neumann, Steve (5 de julio de 2015). «The raging hypocrisy at the center of the Christian right's persecution complex». Salon (en inglés). Consultado el 30 de marzo de 2020.
- ↑ Janes y Houen, 2014, p. 24: Indeed, a recent study by Candida Moss, The Myth of Persecution has suggested that Christian "persecution complex" was the result of internal Christian identity politics
- ↑ Moss, 2013, p. 254: The myth of persecution is theologically grounded in the division of the world into two parties, one backed by God and the other by Satan...And everyone knows you cannot reason with devil. Even when devil is not explicitly invoked, the rhetoric of persecution suggests that the persecutors are irrational and immoral and the persecuted are innocent and brave. In a world filled with persecution, efforts to negotiate or even reason with one's persecutors are interpreted as collaboration and moral compromise. We should not attempt to understand the other party, because to do so would be to cede ground to injustice and hatred
- ↑ Årsheim, 2016, p. 7: Candida Moss has argued that the notion of persecution is all but essential to Christianity as a worldview, tracing the discursive construction of martyrdom from Antiquity and up to the present, pointing to its constitutive role for the self-understanding of Christians as embattled minorities – even while numerically superior
- ↑ Cavill, 2013, p. 81: The early Christian persecution complex is often underemphasised, but is important. The New Testament teaches that persecution is the inevitable by-product of effective Christianity.
- ↑ Castelli, 2008: "There is no precise origin point for the contemporary discursive project of the Christian persecution complex"
- ↑ Castelli, 2007, p. 157:For those who have upped the ante by recently deciding to characterize the circumstances of Christians in the United States as the “war on Christians, the historical turning point tends to reside in the mid-twentieth century, when a series of federal and Supreme court decisions declared certain public institutions off-limits for sectarian religious activity (e.g., prayer and Bible reading in public schools). For the Christian activists who view these court decisions as opening skirmishes in the war on Christians, the decisions and the “activist judges” who promulgated them effectively—and dangerously— banned God from the public square.
- ↑ Årsheim, 2016, p. 7:According to Elizabeth Castelli, this engagement can be ascribed to a ‘Christian persecution complex’ that gathered pace throughout the 1990s, with the adoption of the US International Religious Freedom Act in 1998 as a significant milestone, and with the 9/11 terrorist attacks in 2001 as an accelerating factor (Castelli 2007: 173). This complex “…mobilizes the language of religious persecution to shut down political debate and critique by characterizing any position not in alignment with this politicized version of Christianity as an example of antireligious bigotry and persecution. Moreover, it routinely deploys the archetypal figure of the martyr as a source of unquestioned religious and political authority.” (Castelli 2007: 154).
- ↑ Ben-Asher, 2017, p. 22: «...The notion that Christianity is under attack is prevalent in contemporary arguments for religious exemptions. Conservative legislatures, politicians and the media frequently characterize issues such as same-sex marriage and the ACA’s Contraceptives Mandate as attacks on Christians or Christianity...
- ↑ at 22:40) It was recorded at the World Humanist Congress 2014, Oxford, UK. Held by IHEU, run by the British Humanist Association (BHA).[1]
- ↑ Carey, G. (2017). Daniel as an Americanized Apocalypse. Interpretation, 71(2), 190–203. https://doi.org/10.1177/0020964316688052 Discusses in extense the CP Complex. "Scholars and journalists alike have identified an “evangelical persecution complex” In our culture. This term unfairly stigmatizes all evangelicals but identifies a widely shared sensitivity. Some Christians major in the persecution complex, even to the point of associating florists who will not serve same-sex couples with actual Christian martyrs in the Middle East.24 Recent films like God’s Not Dead and God’s Not Dead 2 imagine embattled Christians prevailing against entrenched secularist opposition" That explains the film critique that was mentioned above.
- ↑ Ehrlich, David (29 de marzo de 2018). «'God's Not Dead: A Light in the Darkness' Review: A Hellishly Bad Drama About America's Christian Persecution Complex». IndieWire. Consultado el 10 de diciembre de 2018. «Whereas other recent offerings like “Heaven Is for Real” and last week’s “I Can Only Imagine” are largely harmless in how they preach to the choir and prostrate themselves before Evangelical audiences, Pure Flix’s “God’s Not Dead” saga has been defined by a persecution complex large enough to crucify Christ the Redeemer.»
- ↑ Video at 22:40) It was recorded at the World Humanist Congress 2014, Oxford, UK. Held by IHEU, run by the British Humanist Association (BHA).[2].
- ↑ Brown, 2019, p. 134. : Alease Brown writes "...the modern function of martyrdom often serves to create a “Christian persecution complex.” The narrative of martyrdom allows Christians in the West (particularly nationalistic dispensationalists), who are cultural hegemons and who maintain economic and political dominance globally, to claim the position of marginalization, disadvantage, and literal persecution in “the world,” because of their faith. In addition dominant groups within Western Christianity have relied upon martyrdom narratives to assert their dominance over those not in the dominant group, by compelling the non-dominant to accept their domination; to adhere the example of suffering, best exemplified by the martyrs."