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Azadeh Sheykholya
Educación
Educación Doctorado en psicología, Psicoterapeuta
Información profesional
Ocupación Danzaterapeuta, arteterapeuta, escritora, diseñadora y bailarina
Años activo 2005- Actualidad
Cargos ocupados Directora, creadora y precursora de la Danzaterapia en México
Empresa Instituto Internacional de Core Danzaterapia y Danzaterapia México
Programas “Danzaterapia con Café”
Obras notables Libros “El Corazón Danzado”, “Oruguidad: Humanidad, pero en Oruga” y THERAPEU© El juego psicoterapéutico de autoconocimiento
Invención Metodologías Core Danzaterapia, Raks & Therapy, programa de formación en Arteterapia Humanista
Triunfos Reconocimiento de la UNESCO, invitación al Congreso anual de danza en Atenas 2008
Sitio web

Azadeh Sheykholya, Ph. D[editar]


Creadora de las metodologías Core Danzaterapia y Raks & Therapy, así como del programa de formación en Arteterapia Humanista, impartidos todos por el Instituto Internacional de Core Danzaterapia. Desde el año 2008, se han certificado más de 350 personas en alguna de estas tres metodologías, o incluso en más de una de éstas.[editar]


Creaciones[editar]

Autora de los libros “El Corazón Danzado”, “Oruguidad: Humanidad, pero en Oruga” y THERAPEU© El juego psicoterapéutico de autoconocimiento. Diseñadora y productora del Encuentro Internacional de Danzaterapia y del Festival de Herramientas para Psicoterapeutas Creativos, los cuales llevan 4 y 2 ediciones respectivamente, y han contado con la participación de personas reconocidas en el ámbito de las psicoterapias creativas en general, y especialmente del Arteterapia y la Danzaterapia, como la reconocida danzaterapeuta Argentina María Fux, el Dr. Hunter "Patch" Adams, la Premio Nobel de la Paz Guatemala 1992 Rigoberta Menchú Tum, el reconocido acróbata aéreo Argentino Pitu Blazquez, Alejandro Maldonado "Yoga teacher" Mexicano, la instructora alemana Petra Klein.

Biografía y trayectoria[editar]

Su historia personal que es de donde se nutre y nace el método por el cual es conocida, está lleno de cambios y viajes por países como Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Países Bajos, Irán, Pakistán, Afganistán, India y México, en donde se encuentra con la dificultad para poder comunicarse verbalmente y se da cuenta que a pesar de todas las diferencias lingüísticas que pudieran haber, la comunicación siempre era posible gracias al lenguaje corporal. Hija de un refugiado político iraní con una nutrida historia, encuentra en el arte un medio para poder expresarse y ayudar a los otros a hacer lo mismo.

Su historia personal que es de donde se nutre y nace el método por el cual es conocida, está lleno de cambios y viajes por países como Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, Costa Rica, Países Bajos, Irán, Pakistán, Afganistán, India y México, en donde se encuentra con la dificultad para poder comunicarse verbalmente y se da cuenta que a pesar de todas las diferencias lingüísticas que pudieran haber, la comunicación siempre era posible gracias al lenguaje corporal. Hija de un refugiado político iraní con una nutrida historia, encuentra en el arte un medio para poder expresarse y ayudar a los otros a hacer lo mismo.

En su niñez, Sheykholya descubrió el potencial de la danza para el autoconocimiento y la expresión, cuando a falta de un lenguaje para escribir lo que sentía, comenzó a danzarlo. Años más adelante, mientras estudiaba medicina (una de tantas opciones profesionales que probó) y sumida en una depresión, descubrió el libro “Danza, Experiencia de Vida” de María Fux. Tras leerlo, abandonó la Facultad de Medicina para iniciar una búsqueda a través de la danza.

En un primer momento, quiso incorporar los procesos que describía Fux -catarsis guiada, movimiento auténtico, improvisación y creatividad- en las clases de danza oriental que impartía, a la par de investigar sobre los orígenes de la danza. En su investigación, confirmó que la danza surgió y se desarrolló como un intento del ser humano por darle sentido a los eventos que vivía: la cacería, los fenómenos y desastres naturales, la guerra, la concepción, la muerte, el paso a la adultez y a la vejez, entre otros.

Después, durante su formación como terapeuta de arte y danzaterapeuta, se enfrentó a dos situaciones: la falta de una estructura clara para trabajar y que diferenciara una clase de expresión corporal de una sesión de danzaterapia, y la importancia de generar en esta última un ambiente consolador, amoroso, aceptante y compasivo, donde nada se corrigiera ni se rechazara; cualidades ausentes en algunos de los lugares en los que participó, que se basaban bien en una perspectiva de confrontación, o en una que no aceptaba ni abordaba la catarsis.

Estos descubrimientos motivaron a Sheykholya a lograr que en México existiera una formación profesional de danzaterapia. Su primer intento fue hacer un convenio con una institución extranjera para que impartiera su programa en el país, el cual fracasó. A raíz de esto, y las conclusiones extraídas de los resultados obtenidos en los talleres y sesiones que impartía, creó su propio método y empezó a enseñarlo en su estudio de danza.

A través de todas estas actividades, Azadeh Sheykholya busca transmitir lo que ha descubierto con respecto a la danza:

« (Tengo) la firme certeza de que mi vida entera es danza y que he danzado toda mi vida (…)

He descubierto que no necesito unas hermosas puntas, piernas largas o cervicales hermosas para danzar, porque ahora que estoy recostada en mi mecedora, estoy danzando, y sé que mi hija, vibrando con mí ser, lo hace conmigo también… Puedo danzar sentada. Puedo danzar sentada también, sí, incluso dormida, acostada, recostada, de lado, sin desplazarme, sin girar, sin volar en el aire o recibir aplausos. Puedo danzar como sea porque danza mi alma en cada dedo que muevo (…)

Cuando danzo soy libre, verdaderamente libre de ser y no ser, de hacer y no hacer, de querer y no querer. Puedo convivir armónicamente y sin dolor o culpa con la dicotomía de la dualidad. Convergo y divergo, y sigo siendo yo, en ese mismo instante. Sigo siendo, sigo existiendo eternamente en el movimiento que por ser efímero, es eterno; porque no volverá a existir otro igual, y este movimiento vivirá como fue, aunque fuere un instante, eternamente, en mi memoria. »

Azadeh Sheykholya[1]


Diseñadora en su propia marca de ropa “Core”, logra creaciones en las que plasma tanto los recuerdos de la ropa que la gente solía vestir en los que han sido sus lugares de residencia, como un equilibrio entre ligereza, coquetería, colorido y movimiento. Su última colección es Parches, lanzada el año 2017.

Reconocimientos[editar]

Por el gran impacto que ha tenido su trabajo en México, fue reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO por sus siglas en inglés), a través del Consejo Internacional de la Danza, en octubre del 2008. Mismo año en el que es invitada al Congreso anual de danza, organizado por CID UNESCO, con sede en Atenas.

  1. «Videos de Danzaterapia». Instituto Internacional de Core Danzaterapia. Consultado el 21 de junio de 2019.