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Sitio de Querétaro

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Sitio de Querétaro: Marzo-mayo de 1867.

Milicianos republicanos ingresan a Querétaro
Fecha 6 de marzo de 1867 - 15 de mayo de 1867
Lugar Querétaro, México México
Coordenadas 20°35′17″N 100°23′17″O / 20.588055555556, -100.38805555556
Resultado

Victoria Republicana decisiva

Beligerantes
República Mexicana Segundo Imperio Francés
II Imperio Mexicano
Comandantes
Mariano Escobedo
Ramón Corona
Adrián Woll
Miguel Miramón
Leonardo Márquez
Tomás Mejía
Jose Fernando Andrade Arreola
Félix Salm-Salm
Fuerzas en combate
40.000[1] 10.000[1]
Bajas
2057[cita requerida] 9534[cita requerida]

El Sitio de Querétaro fue el enfrentamiento culminante del Segundo Imperio Mexicano, al que dio término. Tuvo lugar en esa ciudad entre el 6 de marzo y el 15 de mayo de 1867 y enfrentó a los ejércitos Imperial y Republicano.

Antecedentes

Después de la retirada del ejército francés durante el Segundo Imperio Mexicano, cuando Napoleón III desconoció el Tratado de Miramar presionado por los Estados Unidos, abandonó al emperador Maximiliano de Habsburgo; este, negándose a abdicar, se dio a la tarea de organizar un ejército propio, apoyándose en los generales Miguel Miramón, Leonardo Márquez y Tomás Mejía, además de que tuvo el apoyo de algunos contingentes franceses (formados por batallones franceses, austríacos y algunos belgas) que se quedaron en México por solidaridad con el emperador. En una junta de guerra llevada a cabo en la capital a principios de febrero, los jefes imperialistas optaron por hacer de la ciudad de Querétaro la base de operaciones para iniciar una campaña en el Bajío en contra de las fuerzas republicanas que se concentraban en San Luis, como lo había dispuesto el presidente Benito Juárez.

El sitio de Querétaro

El coronel Imperialista Miguel López entregó el Convento de la Cruz, suponiendo una traición al Emperador. El 15 de mayo de 1867, luego de un sitio que duró más de tres meses, el ejército republicano tomó la ciudad de Querétaro y aprehendió a Maximiliano de Habsburgo y sus generales más leales, dando fin al Segundo Imperio Mexicano.

La defensa republicana fue encarnada por el presidente Benito Juárez, mientras que a lo largo de todo el territorio nacional muchos mexicanos liberales apoyados por Estados Unidos se armaron y organizaron en guerrillas para combatir al Gobierno Soberano del Segundo Imperio Mexicano. Esta infatigable resistencia y el frágil equilibrio de poder en el Viejo Continente obligaron al emperador de Francia, Napoleón III, a retirar a su ejército a fines de 1866, dejando a Maximiliano solo con el apoyo del ejército nacional, sus partidarios y destacamentos austríacos y belgas y la Legión Extranjera.

Los guerrilleros republicanos se unieron en cuatro grandes ejércitos: el del Norte, encabezado por Mariano Escobedo; el del Centro, de Vicente Riva Palacio; el de Occidente, que mandaba Ramón Corona; y el de Oriente, a las órdenes de Porfirio Díaz

México, Puebla y Querétaro eran las últimas plazas en poder de los imperialistas y esta última, la capital del Imperio desde la llegada de Maximiliano. Se eligió porque desde sus flancos norte y oeste, que eran los puntos más probables para recibir el ataque de las fuerzas republicanas, Querétaro podía ser puesta en estado de defensa. El 19 de febrero de 1867, Maximiliano de Habsburgo se instala por primera vez en la "Nueva Capital del Imperio", y de hecho el lugar que sería el "punto de concentración" de las fuerzas imperiales compuestas por alrededor de 9.000 hombres. A pesar de haber elaborado Miramón un atrevido plan de campaña que contemplaba movimientos ofensivos, y que fue aprobado en junta de guerra el 26 de febrero; el ejército imperial es inmovilizado en la ciudad, a instancias del Lugarteniente del Imperio, general Leonardo Márquez, sin impedir, como le era imperativo hacerlo, la concentración de los republicanos alrededor de Querétaro. Es así que hasta el 6 de marzo logra el ejército republicano cerrar por completo el cerco sin ser molestado.

Maximiliano reunió a poco más de nueve mil soldados y a sus mejores generales en la ciudad de Querétaro, donde quedó sitiado el 9 de marzo de 1867 por el ejército republicano que mandaban los generales Escobedo, Gerónimo Treviño y Corona.

El Templo y exconvento de la Cruz funcionó como cuartel general del Ejército Imperial Mexicano durante los poco más de dos meses que duró el sitio. En sus inmediaciones sucedieron numerosos hechos de armas.

Los efectivos de los sitiadores llegaron a ser casi a 40.000 soldados de las tres armas, organizados en dos cuerpos de ejército, el del Norte y el de Occidente. Los republicanos intentaron, sin éxito, tomar la plaza en varias ocasiones; los primeros combates se registraron el 12 de marzo, pero los más encarnizados ocurrieron los días 14 y 17 de marzo. El 22, el general Leonardo Márquez, acompañado de Santiago Vidaurri y mil dragones de la caballería de Julián Quiroga sale sin oposición hacia Ciudad de México con la misión de regresar con refuerzos y levantar el sitio. El 10 de abril, después de un tiroteo, Maximiliano da una fiesta para celebrar el aniversario de su aceptación del trono. El último enfrentamiento de envergadura se efectuó el 26 de abril, fue la llamada Batalla del Cimatario, acción en que Miguel Miramón una vez más demostró sus grandes atributos y dotes militares y su arrojo, atacando sorpresivamente con dos mil hombres una posición defendida por alrededor de diez mil elementos del Cuerpo de Ejército de Occidente y logrando abrir el cerco por varias horas.

Durante casi cien días los ejércitos combatieron en Querétaro, mientras que en otras partes del país los partidarios de Maximiliano eran derrotados.El coronel Miguel López, el 15 de mayo, traiciona al Segundo Imperio entregando el Convento de la Cruz y con ello a Maximiliano y sus generales Miramón y Mejía. Fuentes oficiales de ese momento declararon que fue comprada su lealtad por dinero.

El 14 de mayo, Maximiliano decide hacer una salida rompiendo el sitio, para intentar reunirse con el resto de su ejército en la ciudad de México. La salida se efectuaría por la noche del 14 al 15 de mayo, pero a sugerencia del general Ramón Méndez fue aplazada por veinticuatro horas, y en esa noche fue traicionado por el coronel Miguel López del Regimiento de la Emperatriz, quien, pasándose al bando enemigo, dejó a las fuerzas republicanas apoderarse de la línea defensiva de la plaza, el convento de la Cruz; permitiendo así la caída de la ciudad y la captura de los principales personajes del Imperio. Maximiliano, al saber de la traición, empuñó sus pistolas y acompañado de unos cuantos allegados, se dirigió al Cerro de las Campanas, diciendo: "Salir de aquí o morir es el único camino". Pero todo era inútil, la ciudad estaba completamente en manos republicanas. Al rendirse, entregó su espada al general republicano Mariano Escobedo.

Un mes después, Maximiliano y los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía fueron fusilados en el Cerro de las Campanas.

Conclusiones

  • Con la victoria republicana en Querétaro, concluye el Segundo Imperio Mexicano.
  • El Partido Conservador deja de ser factor político, y se consolida definitivamente la República.
  • Maximiliano es juzgado con arreglo a la Ley del 25 de enero de 1862 por un Consejo de Guerra, el cual le condena a muerte el 14 de junio; así, es fusilado junto con los generales Miguel Miramón y Tomás Mejía la mañana del miércoles 19 de junio de 1867 en el Cerro de las Campanas.
  • Su ejecución dio lugar a una ilustración célebre de Édouard Manet, La ejecución del Emperador Maximiliano de México, realizada desde 1867 pero con un gran error: el emperador no estaba en el centro, sino en unos de los lados, ya que él cedió su lugar al general Miguel Miramón.

Véase también

Referencias

  1. a b Robert L. Scheina (2003). Latin America's Wars: The age of the Caudillo, 1791-1899. Tomo I. Washington DC: Potomac Books. ISBN 978-1-59797-477-6.

Bibliografía