Inhibidores selectivos de la COX-2
Los inhibidores de la ciclooxigenasa 2 (COX-2), también llamados coxib, son antiinflamatorios no esteroideos (AINE) tan eficaces como el ácido acetilsalicílico, pero con menores efectos secundarios. Los inhibidores de la COX-2 se desarrollaron en un intento de inhibir la ciclooxigenasa 2 y con ella la síntesis de prostaciclina sin que tuviese efecto sobre la acción de la ciclooxigenasa 1 que se encuentra en el tracto gastrointestinal, riñones y plaquetas.[1]
Por su parte, los AINEs clásicos actúan inhibiendo principalmente a la enzima ciclooxigenasa (COX) de modo no selectivo, inhiben por tanto los 2 subtipos: COX-1 y COX-2.
Fundamento
Ambas enzimas poseen características y funciones diferentes, por ello al ser bloqueadas, el resultado es distinto en cada una:
- Bloqueo de la COX-1: efectos secundarios gastrointestinales, renales, plaquetarios (potencian la fibrinólisis).
- Bloqueo de la COX-2: bloquea mecanismos de la inflamación, reduciendo así la respuesta inflamatoria, dolorosa y febril.
La COX-1 tiene efecto citoprotector, por ello al inhibirse perdemos esa protección, lo cual es perjudicial. Al inhibir la COX-2 sin inhibir la COX-1 se logra la permanencia de sus funciones protectoras, lo que NO evita los efectos adversos.
Efectos adversos
COX‐2 es responsable de la síntesis de PGI2 agente vasodilatador e inhibidor de la agregación plaquetaria. Por lo tanto, al inhibir selectivamente la COX‐2 se rompe el balance entre el efecto anti‐trombótico y el pro‐trombótico (TxA2), incrementando la posibilidad de una trombosis cardiovascular. Experimentalmente se ha demostrado que la inhibición selectiva de COX‐2, el “knockout” de COX‐2 o su mutación, o la deleción del receptor de PGI2 en ratones produce trombogénesis acelerada y presión arterial elevada. Estos efectos se atenúan por el knockdown de COX‐1 simulando el efecto de bajas dosis de aspirina
Mecanismo de acción
Los coxib se unen selectivamente al sitio activo de la enzima ciclooxigenasa 2 con mucha más especificidad que por la ciclooxigenasa 1. Estos inhibidores cumplen sus efectos antiinflamatorios, antipiréticos y analgésicos con una alta efectividad y con mejor perfil de seguridad que los AINE tradicionales. Desaparecen así complicaciones secundarias a la toma de AINE clásicos como la gastritis o las úlceras.[1]
Así mismo, los inhibidores de la COX-2 tienen menos impacto sobre la agregación plaquetaria, por ser esta mediada por la isoenzima COX-1. Como resultado, los coxib no ofrecen al paciente los efectos cardioprotectores de los AINE tradicionales, como la aspirina. A menudo, los pacientes toman una dosis baja de aspirina junto con su régimen de coxib para mantener el efecto cardioprotector.
Clasificación de los AINE
AINE clásicos
Inhibidores de COX-1 y COX-2.
Ejemplos de AINE clásicos: piketoprofeno, naproxeno, ibuprofeno, ketoprofeno, diclofenaco, piroxicam, tenoxicam, indometacina
AINE selectivos
Inhibidores específicos de COX-2.
Ejemplos de AINE selectivos: meloxicam, rofecoxib, celecoxib, parecoxib, etoricoxib y valdecoxib.
Algunos AINE inhibidores de la COX-2, como el rofecoxib y valdecoxib[2] fueron retirados del mercado en algunos países debido a que se ha concluido que el riesgo al paciente es mayor que los beneficios otorgados por los medicamentos implicados, incluyendo elevados riesgos cardiovasculares.
Referencias
- ↑ a b Katzung, Bertram G. (2007). «Chapter 36. Nonsteroidal Anti-Inflammatory Drugs, Disease-Modifying Antirheumatic Drugs, Nonopioid Analgesics, & Drugs Used in Gout». Basic & Clinical Pharmacology (9 edición). McGraw-Hill. ISBN 0071451536.
- ↑ Administración de Drogas y Alimentos. Alert for Healthcare Professionals: Valdecoxib (en inglés). Último acceso 7 de novimbre, 2008.