Günther Lütjens

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Günther Lütjens

Almirante Günther Lütjens
Información personal
Apodo Schwarze Teufel (Diablo negro)
Nacimiento 25 de mayo de 1889 Ver y modificar los datos en Wikidata
Wiesbaden (Imperio alemán) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 27 de mayo de 1941 Ver y modificar los datos en Wikidata (52 años)
océano Atlántico Ver y modificar los datos en Wikidata
Causa de muerte Muerto en combate Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Alemana
Información profesional
Ocupación Oficial naval Ver y modificar los datos en Wikidata
Años activo desde 1907
Lealtad Bandera de Imperio alemán Imperio alemán
Bandera de República de Weimar República de Weimar
Bandera de Alemania nazi Alemania nazi
Rama militar Bandera naval de Imperio alemán Kaiserliche Marine
Bandera naval de República de Weimar Reichsmarine
Bandera naval de Alemania nazi Kriegsmarine
Mandos  Karlsruhe
 Scharnhorst
 Bismarck
Rango militar Almirante
ConflictosPrimera Guerra Mundial
Segunda Guerra Mundial
Distinciones

Günther Lutjens (Wiesbaden, Alemania, 25 de mayo de 1889 - Atlántico 27 de mayo de 1941). Marino alemán de destacada trayectoria en la Kriegsmarine. Hombre de porte distinguido y de carácter muy reservado e inteligente, fue muy apreciado por el Gran Almirante Raeder por su profesionalismo. Fue conductor de los Ejercicios Berlín y Rin durante 1941, este último a bordo del acorazado Bismarck, donde pereció en combate.

Biografía y carrera naval

Nació en Wiesbaden, su padre era un comerciante de locomotoras que viajaba constantemente entre la India y Holanda. Desde pequeño, Lutjens demostró ser aplicado y reservado.

Se incorporó a la Marina Imperial alemana en abril de 1907 como cadete, siendo asignado al crucero protegido SMS Freya y en 1909 fue destinado al crucero SMS Elsaß. Desde 1910 a 1913 sirvió en el acorazado SMS König Wilhelm, especializándose en torpedos. Luego pasó a comandante de flotilla de torpederos.

Primera Guerra Mundial

Durante la Primera Guerra Mundial tuvo una destacada actuación al atacar el puerto de Flandes y Dunquerque, el 23 de marzo de 1917. El 19 de mayo de ese año atacó en puerto propio a cuatro destructores franceses con 5 botes torpederos, ganándose fama de intrépido y valiente."[1]

Entreguerras

Finalizada la Gran Guerra, la Marina Imperial Alemana dejó de existir y Lutjens pasó a trabajar en la marina mercante hasta 1923, cuando Lütjens se reincorporó a la Reichsmarine de la República de Weimar como comandante de la 3.ª Flotilla de torpederos en Swinemünde hasta 1931. Alcanza el grado de Capitán de navío en 1933, y en 1940 es ascendido a Almirante.

En noviembre de 1938, Lütjens se opuso a la persecución antisemita desatada con la Noche de los cristales rotos y su protesta la hizo formalmente por escrito ante el Alto Mando de la Kriegsmarine.[2]

Estuvo al mando del crucero Karlsruhe entre 1934 y 1935, realizando un crucero de entrenamiento y representación a través de los países americanos cruzando el Estrecho de Magallanes, entre lo países visitados estuvo Chile, Puerto de Valparaíso, donde aprovechó para estar con parte de su familia, el periplo culminó en Vancouver, Canadá. Tuvo un rápido ascenso, ocupando los puestos de Jefe del Estado Mayor naval del Grupo Norte en Wilhelmshaven en 1936 y el de Jefe de Flota en 1940.

Segunda Guerra Mundial

A principios de 1941, logró sus mayores éxitos en la Operación Berlín, durante la cual hundió 22 mercantes (600.000 t) aliados al mando de los cruceros pesados Gneisenau y Scharnhorst , su acción fue un duro golpe para la economía de Inglaterra.

Günter Lütjens (abril 1940)

Lütjens tenía fama de ser muy trabajador, inmutable, eficaz e inflexible con la doctrina de la Marina. Además su carácter era extremadamente serio y con un cierto grado de fatalismo lo que le valieron el apodo de parte de sus pares como "el diablo negro".[3]​ La marinería lo consideraba un oficial muy dominante, poco considerado e inflexible en el cumplimiento de las órdenes que dictaba.


Asumió en abril de 1941 el puesto de Almirante de escuadra para la Operación Rheinübung a bordo del acorazado Bismarck. Al hacerse cargo de ello, mantuvo desde el principio distancia con su comandante Ernst Lindemann, situación que traería desalineamiento operativo y comunicacional entre ambos marinos. Durante la batalla del Estrecho de Dinamarca, el 24 de mayo de 1941, el Bismarck hundió al crucero de batalla HMS Hood, orgullo de la marina británica, pero no permitió a su comandante, Ernst Lindemann, acabar con el malogrado acorazado Prince of Wales, afirmándose en la rígida instrucción de Raeder de aceptar batalla sólo si era estrictamente necesario, por lo que sostuvo una agria discusión que distanció aún más a ambos marinos.

En vista de los daños recibidos por el cañoneo del Prince of Wales, Lütjens decide abortar el ejercicio y llevar al acorazado al puerto de St. Nazaire. Para ello se desembarazó de sus perseguidores en una hábil maniobra, destacando al crucero Prinz Eugen. Creyendo que el Bismarck era objeto de persecución por radar y que no había logrado zafarse del enemigo, Lütjens cometió un grave error táctico al radiar una serie de mensajes informando el hundimiento del HMS Hood y solicitando cobertura. Estos mensajes fueron captados por los radiogionómetros británicos, quienes enviaron a la Home Fleet a la zona donde se suponía que el Bismarck podía estar (por un error de cálculo, inicialmente se informó la localización del acorazado alemán lejos del cuadrante radiogionometrado, esto fue corregido a tiempo).

Archivo:Bismarck and Prinz Eugen.jpg
El acorazado Bismarck.

Es descubierto por un Catalina PBY, y el portaaviones Ark Royal lanza sus aviones Fairey Swordfish donde en un temerario ataque es dañado en el mecanismo de timón, lo que convierte al Bismarck en un buque ingobernable. Después de los intentos infructuosos de reparar el timón y sabiendo que el final está por llegar, Lütjens transmite por los altavoces un mensaje póstumo que solo causa el abatimiento de la moral combativa de la tripulación y a su vez decide radiar su póstumo mensaje: Lucharemos hasta la última granada. Durante la batalla final del Bismarck, el 27 de mayo de 1941 Lütjens pereció en el puente acorazado de combate, producto de un impacto directo de 15 pulgadas del HMS Rodney que estaba a menos de 2700 m de distancia, el cual penetró de lleno al frente de la torre blindada y explotó al interior, antes de que se hundiera el acorazado. El crucero pesado Prinz Eugen lograría llegar indemne a Brest.

Legado

La armada de postguerra alemana, la Bundesmarine, bautizó al primer destructor lanzamisiles (1969-2003)), uno de los tres de la clase Charles F. Adams modificado, como Almirante Lütjens.[4]​ Tuvo descendientes que actualmente viven en Chile.

Referencias